En un bosque lejano se encontraba un hermoso mago de impresionante belleza, su piel era blanca y suave, sus ojos azules tan hermosos que el mar sentiría envidia, su hermoso cabello plateado largo y sedoso, pero aun con su sin igual belleza el mago estaba solo, el creo su propio bosque de inigualable belleza lleno de flores de todos colores y todas las formas posibles, con un lago cristalino y el cual nunca se secaría.
Esa noche el hermoso mago derramo varias lágrimas de dolor ya que a pesar de todo su poder y belleza no podía encontrar el amor, miro a la luna su única amiga quien lo consolaba por su amarga soledad, ella comprendía su soledad, él fue maldito por una despechada mujer quien lo condeno a esa soledad.
-por favor amiga mía, os pido ayuda, ayúdame a encontrar a mi verdadero amor- la luna brillo con fuerza hacia él y una figura hermosa de una bella mujer de cabellos blancos, ojos celestes y una piel tan blanca como la nieve bajo a su escuchar su suplica, acaricio las mejillas de su amigo quien lloraba aun amargamente.
-victor yo como tu gran amiga te ayudare a cambiar tu destino solitario, solo se paciente y cuando llegue el momento solo debes reconocer a tu verdadero amor- ella seco sus lágrimas para besar su frente.
-gracias amiga mía- susurro el hermoso mago para ver como ella sonreía y desaparecía de nuevo a su hogar, ella dejo de brillar para ver a su amigo desde las alturas, el mago se levantó para pasear por su bosque como siempre lo hacía, al estar cansado se dirigió a su hogar para dormir.
---en otro lugar---
Varias hadas rondaban en las cercanías de aquel hermoso bosque cumpliendo los deseos y sueños de los niños, un hermoso hada de cabellos negros y ojos color avellana se sintió atraído por la hermosura del bosque, en unos momentos miro a la luna la cual susurraba su nombre, sin pensarlo se dirigió al bosque y se centró con una hermosa mujer en el inicio de este la cual le sonreía hermosamente.
-mi bella hada soy la luna es un placer- el sonrió para volar hasta ella- mire tu corazón para saber que eres alguien hermoso y con lindos sentimientos.
-se lo agradezco señorita luna- el joven hizo una reverencia para sonreírle tiernamente.
-te llame porque sé que quieres recorrer este hermoso bosque- el hada se sintió impresionado por su deducción y solo sonrió para asentir.
-todos quieren entrar pero nadie lo logra- susurro con un dulce puchero el hermoso hada.
-y si yo te diera permiso para entrar solo a ti- los ojitos del hada se iluminaron por tal esperanza.
-eso me alegraría señorita luna- la mujer sonrió para acercarse a el hada y darle un beso en la frente.
-recorre el bosque y creo que hallaras la felicidad ahí- susurro la luna para desaparecer dejando un hada feliz con ansias de recorrer cada centímetro de ese bosque pero lo aria otro día ya que debía cumplir con su trabajo.
---con la luna---
“Mis hermosos hijos ahora los uniré como era su destino en un principio para que juntos puedan curar las heridas del otro”, la luna miraba a ambos jóvenes los cuales tenían el hilo rojo del destino el cual en un único fue cortado pero gracias a ella se remendaría dándole la felicidad a sus dos grandes amores los cuales merecían una vida feliz.