- Me estoy muriendo – Como un suspiro, aquellas palabras rodearon toda la habitación. La pelirosa mantenía su frente fielmente puesta contra la pequeña mesa que había en aquella habitación…. Habitación que muchos chicos llamaban La habitación del terror pues sus paredes estaban forradas con escenas algo fuertes, de muchos Mangas Yaoi que ya habían finalizado, y bueno también había que darle crédito a los tantos posters, almohadas y demás adornos con el mismo tema, aquello parecía un santuario a la homosexualidad.
- Sakura, mira esto – Una rubia, alta de una hermosa coleta rubia, tomó asiento al lado de su mejor amiga, colocando pronto su móvil sobre aquella mesa.
La de cabello rosa levantó su cabeza y sus ojos se abrieron de par en par ante aquella publicación que le mostraba Ino, se trataba de un Blog echo por sus fieles contrincantes, el Club Fujoshi del instituto Akatsuki, quienes a diario publicaban situaciones REALES, vividas en sus clases y pasillos, fotografías y videos de chicos en escenas comprometedoras, para las chicas era humillante que el Blog de las fujoshis de Akatsuki tuviera más popularidad que el de ellas mismas, Sakura; como líder, no podía permitir tal cosa.
- ¡Chicas, esto es la guerra! -Exclamó la joven - No es posible que este sea nuestro último año, que nos graduemos y en nuestra graduación no podamos recordar todos los momentos Fujoshis que vivimos juntas.
- Pero… El beso de Lee y Gaara… - Trató de decir, Tenten, quien se acomodaba bien sus moños frente a un pequeño espejo, estaba a pocos minutos de tener que regresar a clases.
- Eso no cuenta – Aclaró Haruno – Les pagamos para que lo hicieran, y después de eso pasaron ofendiéndose toda la clase.
- A mi me gustó – Susurró Hinata, agradeciendo su tímida voz, pues al parecer nadie le había escuchado.
Haruno estaba dispuesta, era su último año, o mejor dicho, sus últimos meses en aquel instituto, en aquel club, y realmente quería llevarse consigo los mejores recuerdos, y es que para ella los mejores recuerdos serían poder vivir un amor Yaoi en vida real, ver a dos chicos amarse como lo hacían en los mangas, pero en aquel instituto nunca nada parecido sucedía, siquiera por boca ajena llegaba a escuchar sobre alguna pareja homosexual por los pasillos, nunca.
- Si no hay ninguna pareja… ¡Nosotras vamos a formarla! -Exclamó, aquello último como si de un grito de guerra se tratase, sus amigas le miraron confundidas, sin comprender muy bien lo que la joven tenía pensado - No me miren así chicas.
- ¿Qué locura se está pasando por tu mente? – Interrogó una desconfiada Yamanaka, conocía las demencias que podían llegar a pasar por la cabeza de su mejor amiga, podían ser un poco peligrosas en ocasiones.
- Chicas – Sakura estaba dispuesta a explicar - Estamos a solo 4 meses de nuestra graduación, mientras Karin y su estúpido escuadrón; disfrutan de escenas Yaoi, de amores entre chicos y quien sabe cuántas divinidades más, nosotras estamos aquí, simplemente leyendo mangas, porque es lo más que podemos hacer, está claro que nuestro Instituto es aburrido, pero podemos cambiar eso en estos cuatro meses.
- Sigo sin entender – Confesó Tenten.
- ¡Crearemos nuestra propia pareja Yaoi! – Tanto Ino, como Tenten y Hinata; le miraron como si estuvieran viendo a alguna persona desquiciada, y es que la mirada de Sakura comenzaba a asustar un poco - Así como en los mangas, cuando dos chicos se enamoran por las circunstancias de la vida, sé que no sucede en la vida real; pero nosotras podemos conseguirlo… ¡Misión Fujoshi! Así le llamaremos – Cual presidenta presentando su campaña, tomó asiento frente al pizarrón y tras escribir el nombre de la misión, miró decidida a sus compañeras.
No sabían si era la labia de Sakura o el hecho de que también morían por vivir algo así, pero sus miradas comenzaban a transformarse y poco a poco se volvieron en lobos hambrientos igual que la joven Haruno, fue cuestión de minutos para que convenciera a las chicas y estas estuvieran dispuestas al 100% para apoyarla.
- ¡Formaremos la pareja perfecta! -Exclamó TenTen, bañada por el entusiasmo de Sakura.
- Chicas… A ver si estamos conectadas – Sakura estaba completamente esperanzada – Cuando pensamos en el seme perfecto… Pensamos en….
- ¡Uchiha Sasuke! – Gritaron todas al unísono, siendo contagiadas pronto por una risa que tomó un par de minutos en disiparse, y es que era obvio aquel pensamiento.
Sasuke Uchiha, estudiante prodigio y todo un rompe corazones, no solo conocido en Konoha si no también en todos los institutos de Tokyo, como el joven más deseado del momento, incluso el director estaba totalmente orgulloso de tenerlo en sus pasillos y por ende el joven mantenía un trato un tanto especial, aunque los profesores trataban de disimularlo para no ser acusados por el resto de los estudiantes, todos sabían que Sasuke Uchiha era la joyita del instituto, eso les llevó a mantenerse al margen y evitar cualquier contacto con el Uchiha. Era como un lobo solitario -así lo describían las chicas- siempre se le veía solo por los pasillos, con algún libro entre sus manos o simplemente perdido en la música que le compartieran los audífonos. Era hermoso en todo su esplendor, aclamado por las chicas, aunque ninguna tenía el suficiente valor para acercarse, el hombre perfecto según muchas, de una familia millonaria; bueno en los deportes y en todo lo que se propusiera hacer…. Su único problema era su carácter, esa gran barrera que impedía el acercamiento de los demás.
- Necesitamos alguien que sea todo lo contrario a él… Alguien que pueda romper esa maldita barrera ¡Un Uke encantador!
- ¡Alguien insistente que le saque de sus casillas! -Añadió Ino - Porque ya saben que del odio al amor, solo hay un paso.
- ¡Chicas! – Sakura mantenía sus brazos cruzados, aún de pie frente a su audiencia – La primera fase de la misión será…. – Una vez más se dispuso a escribir en aquella vieja pizarra, que aún tenía rastros de dibujos eróticos, hechos por la inocencia de Hinata - ¡Encontrar el Uke perfecto para Sasuke Uchiha!
Como estruendo, la puerta del club fue abierta bruscamente, del mismo modo que fue cerrada segundos más tarde. De espaldas frente a ella había alguien que ninguna recordaba haber visto alguna vez en sus vidas. Y es que tampoco podían juzgar solo con la cabellera rubia y alborotada que se les permitía ver. El chico tenía su uniforme bastante desordenado y algo sucio, casi se podían divisar huellas de zapatos en su camiseta que se suponía debía de estar impecable.
La respiración del intruso era lo único que se escuchaba, pues las jóvenes estaban en Shock como para poder decir algo. Pronto el blondo se giró, mantenía aún sus ojos cerrados como para poder darse cuenta que no estaba solo, pronto su rostro empezó a distorsionarse y una risa contagiosa salía de sus labios lastimados, parecía haber salido de alguna pelea, aunque más parecía que venía de ser golpeado por algún grupo de chicos.
- ¿Te encuentras bien? – Sakura Finalmente rompió el silencio.
El joven rápidamente abrió sus ojos, viéndose atrapado en aquella habitación algo tenebrosa, además que pronto empezó a ver como una sonrisa perturbadora se adueñaba del rostro de aquellas chicas ¿Acaso esa sería su perdición?
- ¿Qué es esto? – El chico colocó su mano sobre la perilla de la puerta, dispuesto a huir si aquellas chicas daban siquiera un paso al frente - La-lamento mucho haber entrado en su territorio… ¡No me maten!
Sakura comenzó a reír ante aquellas últimas palabras, fue cuando entonces el rubio supo que no estaba en peligros, aquellas chicas no se veian tan malas después de todo.
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- Llevas el uniforme de Konoha, pero nunca te hemos visto antes – Sakura colocó una taza de té, en la mesa, justo frente al de cabellos dorados; quien ya se encontraba acomodado en aquel sitio, luego de invitarle a quedarse un poco, la joven había empezado el interrogatorio, sin la presencia de Tenten; quien en ese momento ya se encontraba a la mitad de su clase.
- Los estudiantes de adecuación nunca somos reconocidos – Encogió sus hombros, tras haber tomado un sorbo del exquisito té, que calentó su garganta.
- Oh, ahora todo tiene sentido. Pero… Si eres de adecuación ¿Qué haces aquí? Se supone que deberías estar en el quinto piso, no aquí.
- ¿Nunca han ido allá? Es demasiado aburrido, siempre nos están vigilando y queriendo que hagamos actividades estúpidas…. Pero yo siempre me escapo, me gusta más estos pasillos, son divertidos.
- Pero parece que te han golpeado Naruto-Kun – el aludido soltó una suave risilla, Hinata podía notar que no era del todo sincera.
- Supongo que no soy bueno haciendo amigos… Siempre termino haciendo mal las cosas y metiendo a todos en problemas ¿Saben? Realmente no debería de estar en el piso de adecuación, pero los profesores decidieron que era lo mejor para los demás, asi me tendrían mejor vigilado – El chico contaba tal cosa, como si fuese algo común, algo válido – Ya solo quedan unos meses para graduarme, es lo que me importa.
Sakura estaba petrificada…. Ante sus ojos, un ángel… Un chico de hermosa mirada y una sonrisa encantadora, alguien que podría hacer sonreír a cualquier persona que se permitiera conocerle, estaba seguro que era el indicado, estaba seguro que con Naruto podía conseguir la historia que durante toda su vida había estado soñando….
- Chicas…. Hemos encontrado a nuestro Uke.