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Un sentimiento jamás desaparece por cristalita

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Notas del capitulo:

Gomen por la tardanza estoy regresando :3/

Un sentimiento jamás desaparece
Capitulo 11: “tropiezo”

Naruto se había levantado con un poco de sueño después se sentó a un lado y miró por toda la habitación, se dio cuenta de que nuevamente su compañero de cuarto no se encontraba en ahí.

--Ese es un madrugador o ¿qué?— Se preguntó, Por lo menos había recogido el colchón y lo había llevado a su lugar, aunque sea algo increíble que conociera el lugar preciso en la que estaba.

Dejó de darle importancia y se fue a cambiar de ropa, al ver que su ropa estaba sucia puso esa ropa en el cesto de ropa sucia y se fue a cambiar con una nueva, se dirigió hasta el armario para sacar el otro par, toda su ropa era la misma, era por eso que no era problema estar escogiendo.

Mientras sacaba su ropa se topo con lo que estaba más al fondo, su ropa de adolescencia y de la niñez, al verlo sonrió, recordar su adolescencia le ponía melancólico y pensativo.

Recordaba que su único objetivo era ser Hokage y traer a Sasuke de vuelta a la aldea.

Era su razón de vivir.

Naruto suspiró y se tocó con su mano izquierda el brazo derecho.

Cuando terminó la pelea en el valle del fin, aunque perdió su brazo recuperó a su amigo, ese día estaba tan contento de que Sasuke aceptara a Konoha pero jamás pensó que decidiera irse a viajar y conocer el nuevo mundo que habíamos creado después de la guerra.

Ese día no quería que se fuera, pero sabía que no lo podía retener. Después de todo era su decisión.

No esperaba que fuera mucho tiempo, estuvo tan solo esos años y aunque tenía a sus amigos y a Sakura siempre a su lado lo único que le hacía feliz era tener la esperanza de algún día verlo de nuevo, era el único que lo entendía y con el que se podía hablar tranquilo.

Desde que pasó todo sobre la luna con Hinata todo pensamiento del azabache se esfumó, estaba tan confundido con esa situación y al enterarse de todo el sufrimiento que tenía Hinata en su interior, cuando descubrió que su amor platónico era él.

Todo ese asunto lo confundió e hizo que se centrara en ella.

Cuando eligió corresponderle hace unos meses pensó que por fin sería feliz al lado de una buena mujer, pero la soledad seguía, ella era muy callada y hablaba poco y él solo me limitaba a seguirle a todos lados e increíblemente eso le hizo olvidarse de Sasuke.

Dejó de pensar en el pasado y sacó su ropa actual, lo único que le faltaba era su banda de Konoha y luego estaría listo.

Cuando salió de la habitación lo primero que hizo fue dirigirse al baño y lavarse la cara, se secó con la toalla y se miró en el espejo.

¿Estaba olvidando algo?

Sentía que estaba olvidando algo, pero no sabía de lo que era, parecía importante, se estaba empezando a intrigar hasta que escuchó un ruido proveniente de la cocina.

¿¡Había pasado algo!?

Por instinto fue corriendo asustado hasta llegar a ese lugar, cuando se detuvo en la puerta de pronto sintió un peso sobre él.

¿¡Q-Qué!?

Por la sorpresa su cuerpo perdió todo el equilibrio que le quedaba y cayó al suelo lastimándose la espalda.

Seguía sintiendo el peso de la otra persona sobre él.

--Agh…-- se quejó del dolor y abrió sus ojos para ver al culpable.

Cuando los abrió se encontró con unos ojos negros profundos mirándolo de la misma manera que él, sorprendido.

¿¡Sasuke…!?

 

Poco antes en la mesa se encontraba un café con un platillo al lado que contenía huevos, salchichas, tomates, una carne cocida y un poco de arroz.

--¡Tú hiciste todo esto!—dijo sin poder reaccionar a la sorpresa.
--Si—afirmo Nao con una gran sonrisa –Desperté un poco temprano y como había algunos ingredientes en la cocina, te preparé todo esto—

Sasuke bajó la mirada y suspiró.

--¿No te gusta?—dijo Nao preocupado por haber cometido algún error.

--je…-- Sasuke quiso reír pero su orgullo le impedía hacer tal cosa.
--¿Sasuke?—

El azabache se controló y miró a Nao sonriendo de lado.

--Gracias Nao— agradeció sorprendiendo al pelirrojo.

Sasuke se sentó en una de las sillas, la sorpresa le hizo olvidar de lo que estaba preocupado e intrigado, ahora solo quería comer lo que Nao se lo había preparado.

Ese fue un gran detalle, no a diario despertaba y se encontraba con alguien que se lo había hecho el desayuno.

Siempre quiso que le hicieran ese detalle desde que perdió su clan, sus padres eran tan cariñosos cuando nadie se encontraba mirándolos, lo sabía porque siempre los veía con Itachi mientras se escondían.

Estos años que estuvo de viaje, vio a parejas bien juntos en las calles, cosa que se le hacía muy incomodo pues nunca nadie había hecho esas cosas cursis en su presencia durante su entrenamiento y su venganza.

Pero dejando de lado su orgullo siempre deseó esos afectos.

Que buen plan. No sabía ni como se había enterado de que eso era uno de sus deseos.

Sabía que Nao solo quería enamorarlo y era por eso que no le resultaría tan fácil.

--Tal vez…-- susurró muy bajo sin dejar de sonreír mientras comía lo que se encontraba en el plato, todo estaba bien hecho y con un gran sabor.

No sabía si era coincidencia o Nao era un gran cocinero pero todo estaba hecho tal y como le gustaba.


Nao inmediatamente supo que esa sorpresa que planeó le estaba encantando al azabache, eso era bueno, se había esforzado mucho para que todo saliera bien.

En realidad se había levantado muy temprano y se la había estado pensando en lo que le sabía gustar al azabache, hasta que en una de esas recordó.

Flash Back
Los dos estaban echados en el pasto esperando a que llegara una persona, los dos estaban callados sin poderse dirigir la palabra hasta que Sasuke termino con el terrible silencio.

--¿Tus mañanas cómo eran?—preguntó mirando el cielo con melancolía.
--¿Eh? ¿A qué viene esa pregunta? Sasuke…-- preguntó sin entender.
--Es simple curiosidad—

Miró al cielo al igual que al azabache y sonrió.

--La verdad….—dijo perdiéndose con la vista –todas son aburridas…--
--Pero no tienes a…--
--No, en realidad…—lo detuvo antes de que terminara, Sasuke solo se quedó callado –solo pasa en las tardes, en las mañanas me la pasaba muy aburrido y solitario—
--¿Te la pasabas?—
--Jejeje si hasta que llegaste tú— dijo sin darse cuenta –Desde que llegaste todas las mañanas, me siento feliz de poder verte… aún no lo comprendo…--
--Eso no importa…--
--Lo sé… ¿Te irás Verdad…?—

No sabía ni el por qué preguntaba pero quería confirmarlo, no quería que se fuera pero sabía que él tenía que irse a pesar de todo.

Según él tenía cosas pendientes.

--Si… ya te lo dije, pero seguro algún día nos volveremos a ver…—

Los dos se quedaron callados.

--¿Y tú?—
--¿Qué?—
--¿Cómo te gustaría que sea tu mañana perfecta?—pregunto curioso.
--Tsk… no te lo diré—
--vamos… cuéntame—insistió moviéndolo de un lado a otro, hasta que el otro aceptó.
--Podrás decir que es cursi, pero si alguna vez quisiera levantarme por las mañanas satisfecho, sería el día en la que alguien me lo preparara mi desayuno tal y como me gusta—
--Entonces… prometido—dijo sonriente.
--¿Prometido? ¿Qué?—
--El día en que te vuelva a ver, te cumpliré esa mañana perfecta—

Sasuke lo vio sorprendido y sin más rió un poco.
--Suerte con eso…--
Fin flash Back

Tal y como lo prometió lo hizo.

Perdido en sus propios pensamientos se apoyó al mesón de la cocina y observó como el Sasuke que conocía estaba disfrutando de su comida.

Estaba feliz de haberlo buscado.

Sasuke al ver que el pelirrojo no estaba desayunando quiso preguntar.
--¿No vas a desayunar?—
--No, yo ya desayuné—

Al terminar de comer Sasuke, Nao se acercó para recoger el plato y la taza, pero apenas lo agarró fue detenido por las manos del azabache.

--¿Qué haces?—preguntó.
--Nada… solo quiero lavar los servicios—respondió tratando de recoger el plato pero Sasuke no le dejaba.
--No lo hagas—jaló el plato y recogió todos los servicios que había ensuciado –Tú fuiste quien preparó esto, lo menos que puedo hacer es lavarlos yo mismo—
--Sasu…--

El azabache se dirigió al lavaplatos y se remango para poder lavar los platos, no era que quisiera hacer todo eso pero Nao estaba siendo muy amable con él, además… no pensaba admitir que le había gustado ese detalle.

Nao veía como Sasuke empezaba a limpiar y aunque este actuaba como si estuviera de lo más normal, sabía lo orgulloso que era para esas cosas así que no le dio importancia, tampoco quería ponerlo incomodo así que se dirigió hacia la sala sin dar aviso.

Miró por todas partes y cuando supo que estaba sacó una hoja de papel, no quería que nadie lo viera porque podría ser sospechoso, esa hoja se la había dado alguien muy especial antes de ir a Konoha, esa persona le dijo que no lo abriera hasta que llegara a ese lugar.

Tenía que leerla.

Cuando abrió la hoja y estaba por comenzar a leer fue interrumpido por un fuerte ruido que se escuchó de la cocina, se preocupo por el azabache y fue corriendo en dirección hacia la cocina dejando que la hoja se callera a un costado del sillón.

Al llegar se encontró con una imagen que no fue nada agradable.

Naruto estaba en el suelo, Sasuke encima de él y al parecer no se habían dado cuenta de su presencia porque se encontraban muy perdidos en lo suyo, muy cerca, demasiado.

Incómodo y un poco molesto, vio como se estaban acercando y eso colmó su paciencia, no podía permitirlo.

--Ejem…-- fingió toser para dar a entender que estaba en ese lugar.

Sasuke fue el primero en reaccionar, se empezó a avergonzar y se puso un poco rojo pero como siempre desvió la mirada e hizo como si no estuviera nervioso.

Naruto al reaccionar luego del azabache, abrió sus ojos con gran sorpresa.

¿Qué estaba queriendo hacer?

Solo recordaba que su cuerpo no reaccionaba, quería separarse de la cercanía del azabache pero a la vez no, el azabache tampoco se movía, solo se miraban perdiéndose en la vista del otro.
Tan cerca estaban que hasta podían sentir sus respiraciones chocar.

¿Qué era esa sensación?
Las manos del rubio se empezaron a mover solas hasta la cintura del azabache queriendo abrazar.

Se sentía tan agradable.

La cercanía fue poniéndose más corta y por alguna razón al ver los labios del pelinegro, quería besarlos y sentirlos.

Pero fue despertado cuando este se alejó rápidamente y se paró con un ¿¡sonrojo!?

Sasuke estaba muy nervioso, no pensó que chocaría con el rubio apenas salir, era cierto que estaba queriendo ir a su cuarto para preguntarle algo pero nunca se imaginó que estaría en esa situación.

Cuando salió se había tropezado con los pedazos de vidrio con el agua y cuando al caer sintió algo suave lo único que hizo fue abrir los ojos y agradecer a quien le haya ayudado. Pensó que podía ser Nao porque era el que más cerca estaba.

Pero al ver al rubio mirándolo fijamente, se sintió incomodo, su corazón comenzó a latir sin permiso.

Sentía que esas palpitaciones eran simplemente por la sorpresa y el susto de la caída, pero al ver la cara del rubio y la gran cercanía en la que se encontraban, esa sensación volvió a aparecer.

No. Seguramente solo era sus pensamientos.

Trató de pararse pero al sentir unas manos en su cintura, vio con sorpresa al rubio, sin embargo apenas su mirada se volvió a cruzar con la suya su cuerpo ya no reaccionaba a sus órdenes.

Estaban tan cerca, su cuerpo se acercaba a la del rubio lentamente.

Hasta que escuchó el ruido que hizo Nao, al darse cuenta de lo que estaba haciendo se detuvo y se levantó rápidamente nervioso.

Nao aprovechando eso, fue a ayudar al azabache, satisfecho de haber impedido algo que no hubiera sido bueno para Sasuke, también porque no quería que Naruto diera ese paso importante.

Se sentía un tonto por estar celoso de Naruto, cuando él era mejor.

Naruto se levantó luego del azabache y se sacudió su ropa, ninguno de los tres sabía que decir, estaban en una situación muy incómoda.

--¿Te encuentras bien, Sasu?—

Preguntó el pelirrojo el otro no respondía, estaba muy distraído consumido en sus pensamientos.

¿¡Qué demonios estaba por hacer!?

Se estaba acercando al rubio, estaba por besarlo y su corazón palpitaba. ¿Por qué?

Otro dolor proveniente de su cuerpo lo alertó y de la nada sintió como su vista se nublaba, se sentía débil, sus piernas flageaban luego sintió como su respiración se iba de sus pulmones sin dejarlo respirar.

¿Qué le estaba sucediendo? ¿Hacía calor?

Sentía mucho calor en el cuerpo, poco a poco todo se volvía oscuro.

--¡Sasuke!—

Naruto al verlo caer lo sujetó antes que tocara el suelo.

Nao al ver eso también se acercó a ayudar al rubio, como Naruto estaba sujetando al azabache, él tocó la frente del pelinegro.

No puede ser…

Sabía que pasaría, pero no pensó que tan pronto, se levantó rápido sin decir nada y se dirigió a la habitación a buscar algo entre sus cosas. Algo que ayudaría a Sasuke.

Naruto no entendía a donde había ido el pelirrojo, lo peor era que se tardaba mucho.

--Naru…to…-- miró sorprendido al azabache.

¿¡Acaso había susurrado su nombre!?

Esto le estaba preocupando de sobremanera, Sasuke no era de las personas que se enferman por cualquier cosa, esto estaba más allá de la enfermedad.

Preocupado por Sasuke y cansado de esperar al pelirrojo, cargó al pelinegro entre sus brazos y salió de la casa lo antes posible.

Tenía que llegar al hospital de Konoha. Tenía que hacer que la Abuela Tsunade lo revisara.

Saltó de casa en casa encima de los techos para poder llegar rápido.

Observo la cara del pelinegro sin parar de correr, parecía que estuviera sufriendo, no entendía que era esa extraña sensación, nunca había visto a Sasuke de esa manera.

¿Qué le afligía? ¿Por qué se había quedado inconsciente? 

Sasuke no era débil como para decir que era una simple enfermedad, lo conocía y sabía que era fuerte.

¿Esto era su culpa?

Parecía que si, era posible que se haya quedado demasiado sorprendido por lo de antes, pero…

¿Esa era la razón para que se quede inconsciente?

Negó con su cabeza, esa no era la razón.

 

Mientras tanto Nao al encontrar lo que buscaba salió inmediatamente a la cocina para ayudar al azabache, pero cuando llegó no se encontró a nadie.

La cocina se encontraba vacía y en el suelo había trozos de vidrio, no le dio importancia estaba más empeñado en encontrar al azabache.

--¿Dónde se metieron?— Buscó por toda la casa y no los encontró --Será posible que…-- Al darse cuenta salió rápidamente de la casa dirigiéndose al Hospital antes de que el rubio entregue a Sasuke.

Tenía en la mano lo que aliviaría a Sasuke, todo estaba planeado pero si en el hospital descubrieran lo que tenía
Sasuke, estaría en serios problemas.

No Podía permitirlo.

Se lo había prometido.

Continuará….

 


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