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FUCK ME | jikook por mrsswag9394

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Notas del capitulo:

IMPORTANTE: Si no has leído | Daddy... |, te sugiero pasarte a revisar si estás al día con la lectura ^^ para evitarte confusiones y que te saltes trama c:

Si estás al corriente del maratón y de los últimos capítulos... entonces disfruta tu lectura 7w7r

 

Grrr~

 

 

 

 

 

Catorce años...

 

 

 

Era simplemente extraño.

 

No le incomodaba, es decir, sí, le picaba el encaje pero de ahí no es como si no pudiese soportarlo... además Jimin había dicho que se veía bonito y eso le había gustado. Así que bastaba.

 

 

 

 

—No temas, cariño.

 

—Pero no puedo moverme —se quejó.

 

—Te gustará...

 

 

Seguidamente le volteó, poniéndole boca abajo, y levantó un poco sus caderas.

 

 

Seguidamente le volteó, poniéndole boca abajo, y levantó un poco sus caderas

 

 

Sus manos pasearon por sus muslos, apretándolos con delicadeza, repartiendo gratas caricias que hacían estremecer a Jeongguk. Las esposas eran suaves por dentro, sin embargo eso no quitaba el hecho de que le incomodasen y adormeciesen sus manos. Las bragas eran para mujer, así como el resto del conjunto, pero le quedaba especialmente bien y lo sabía. Era extraño, sin embargo, toda la situación era nueva y Jeongguk siempre fue un muchacho curioso... no lo demostraba, pero en verdad lo era.

 

 

 

 

Se preguntaba cómo lo harían.

 

 

 

 

Tenía conocimiento acerca del sexo, tanto entre chico y chica como entre dos chicos... lo sabía. Pero es que todo esto era tan nuevo para él.

 

Jamás pensó que habían otras partes erógenas a parte de la boca, cuello y las partes íntimas. Y ahora había descubierto más de las que podía contar junto a Jimin, decir que estaba encantado era poco, pues nunca creyó que el acto sexual fuese tan satisfactorio, puesto que él tenía malas experiencias con ello... sin embargo con Jimin cambiaba, era distinto. Como en todo, claro, Jimin le hacía sentirse querido y muy especial siempre. Él era diferente; su tacto, sus palabras, sus gestos. Todo aquello se sentía correcto, se sentía bien...

 

 

 

 

Pero no era estúpido.

 

 

 

 

No podía engañarse. Sabía que para nada lo que estaban haciendo estaba bien, cómo podría estarlo si violaba todas las normas morales de las que la sociedad se regía duramente en ese país tan conservador. Era tan incorrecto... y él ya no quería ser un mal chico.

 

Dejó de darle vueltas al asunto cuando sintió los gruesos labios de Jimin posándose en sus muslos con delicadeza, repartiendo besos por donde se le apetecía. Lamiendo, mordiendo, besando, chupando; Jeongguk arqueó su espalda debido a los espasmos, los deditos de sus pies se encogieron, sus manos apretaron las sábanas y su rostro se enterró en la almohada, ahogando un gemido.

 

Error.

 

Jimin quería oírlo, no le había dicho que se reprimiera o algo por el estilo, así que tiró de sus cabellos y le hizo mirarle.

 

—No hagas eso, quiero escucharte —le susurró con voz ronca.

 

Jeongguk asintió y mantuvo su rostro en alto, soltando, ahora sí, gemidos y jadeos que salían sin su permiso. Las manos de Jimin eran singularmente expertas y lograban hacer temblar su cuerpo por completo, se preguntaba cómo es que sabía qué y cómo tocar para obtener lo que quería, sus gemidos de disfrute... era como si lo conociese al dedillo. Sus manos juguetearon con sus nalgas y muslos, sus dedos caminaban y presionaban un lugar muy íntimo, también apretaba sus testículos y miembro, volviéndole loco. Su pecho subía y bajaba con rapidez, respirar le costaba, algunos cabellos estaban pegados a su frente debido a la delgada capa de sudor que cubría su cuerpo y sentía sus mejillas muy calientes. Eso quitando de lado el bochorno... pues estaba muy avergonzado de encontrarse tan expuesto y susceptible para con Jimin, se sentía un poco vulgar.

 

Su tío no pensaba lo mismo, obviamente. No había nada extravagante en su pequeño, él era la sensualidad en su estado máximo, para nada vulgar. Era, sin lugar a dudas, lo que siempre añoró tener... y ahora lo hacía, ahora ya por fin le pertenecía.

 

—Te haré sentir muy bien...

 

Le sintió separarse y tomar algo de la mesita de noche, era un bote rosa pequeño, parecía alguna clase de aceite.

 

Observó cómo echaba un poco en sus dedos.

 

—Esto podría estorbarte... dime si te molesta demasiado.

 

—Está bien.

 

Respiró profundamente, tratando de prepararse mentalmente para lo que fuera que viniera ahora.

 

 

 

 

 

 

"—Contigo cualquiera puede volverse un Jaehwa, es solo cuestión de tiempo."

 

 

 

 

 

 

Y Jimin tocó ese lugar tan íntimo. Lo hizo con tanto cuidado que logró hacerle jadear. Y recordó esas crueles palabras, notando que estaban muy equivocadas, para nada Jimin sería como él, no iba a hacerle daño... había prometido cuidarle y confiaba en su palabra. No había malicia, solo un sentimiento nuevo y agradable recorriéndole por completo, solo corrientes eléctricas abriéndose paso por su espina dorsal. Un raro dolor de estómago.

 

Un dedo invadió su estrecho cuerpo y se tensó. Sin embargo no quería detenerse y había negado a la pregunta de parar.

 

 

 

 

 

 

"—Nadie puede tocarte..."

 

 

 

 

 

 

Y vaya si temió de esas palabras durante todos estos años.

 

Pero ahora mismo podía dejarlas en el olvido. Él había cumplido, no le falló ningún día de su vida... hasta ahora; pero es que ya no era tan solo un niño, Jeongguk había crecido, quería ser valorado y tratado como lo que era... alguien mayor y más maduro. Ya el miedo se había esfumado por completo desde la primera vez que se besaron, y ahora que ya habían decidido arrojarse juntos al abismo, supo que en realidad él no estaba solo, que podría confiar, tenía a Jimin dispuesto a arruinar su vida por él... y por mal que sonase, aquello le gustaba muchísimo, jamás pensó que el sentirse poderoso sería tan reconfortante y satisfactorio. Se sentía liberado al poder disfrutar finalmente... porque la sombra de ese hombre tan repugnante por fin se había ido.

 

 

Pero cuánto duraría su momento de paz...

 

 

Era solo cuestión de tiempo para que algo o alguien jodiese esa falsa estabilidad. Solo debía cometer un error, tomar una mala decisión y entonces habría acabado. ¿Y quién dijo que sería enseguida? ¿Por qué no solo un par de meses después...? El caos estaba tan cerca, solo se necesitaba de una chispa para encender la mecha.

 

No supo cuándo, pero ya tenía tres dedos dentro suyo, estirando y magreando su estrecho agujero, y contrario a lo que imaginó —pues pensó que dolería como el infierno—, se sentía bastante bien. Era un manojo de sensaciones reprimidas y contradictorias y mezcladas entre sí. Dolor y placer, culpa y dicha. Porque le ponía todo aquello; la cama que él compartía con su esposa, el lazo familiar que mantenían, el morbo de llevar ropas de mujer, el hecho de que ambos eran hombres; todo eso le ponía más caliente que las mismas caricias...

 

¿Quién lo diría? Resultaba que él tenía razón.

 

 

 

 

 

 

"—... el pecado vive en ti... solo debes madurar por completo, tu esencia debe derramarse para que lo notes... "

 

 

 

 

 

 

Pues entonces podía considerarse un enfermo ya. ¿Y cuál era el problema? Había descubierto una nueva faceta en sí mismo y estaba encantado con ella, pues podría entregarle más placeres de lo que había imaginado o creído.

 

Jimin le besaba con rudeza, succionando su lengua hasta hacerle doler, mordiendo su labio inferior hasta sacarle sangre, tirando de sus cabellos hasta robarle quejidos. Los dedos, gruesos y largos, habían encontrado un lugar, un punto que definitivamente le había hecho poner las piernas como gelatina; y lo tocaba una y otra vez, embestidas pequeñas y rápidas acompañadas de sus propios empujones por sentir más, por tener más de aquella exquisita sensación. Pero qué novedad... el sexo era increíble y eso que estaban solo calentando, él ya quería sentirlo por completo.

 

—Ah, daddy~. Quiero más, m-más.

 

Y notó con sorpresa que con solo esas simples palabras, Jimin se había corrido con urgentes y grandes chorros.

 

Sonrió con malicia.

 

—Por favor... quiero hacerlo, daddy. Bunny quiere entregarse a daddy.

 

Jimin gruñó.

 

Fue recostado completamente con cuidado. Jimin se posicionó sobre él entre sus delgados y blanquecinos muslos, le acarició como quien contempla y toca una bella y delicada pieza de arte, como si tuviera miedo de que se rompiera o que desapareciera, algo muy estúpido porque Jeongguk estaba allí, con él, la experiencia era real. Estaba sucediendo.

 

Le retiró las molestas esposas y besó sus muñecas, aliviando el adormecimiento.

 

Daddy se acopló a su cuerpo y le tanteó con cuidado, presionando la punta de su miembro contra la entrada de bunny. Solo metió su polla un poco y Jeongguk se corrió por lo bien que recibió al instruso. Jimin rápidamente tomó un arnés y lo acercó a la polla del niño, quien al notarlo se alarmó un poco. Le explicó brevemente que estaba bien, que era para que durase y entonces Jeongguk se dejó hacer; ya solo podía aceptar sin más, demasiado cegado por las oleadas de placer como para hacer una negativa o tan si quiera pararse a pensar en las consecuencias o en lo que hacía. Solo sabía y tenía claro que quería más de eso que al parecer solo Jimin estaba bien dotado para otorgarle.

 

Sus ojos se llenaron de lágrimas y arañó la espalda ajena en respuesta a la reciente intromisión. Y ver a Jimin torcer su rostro en una mueca de placer le hizo entender al fin muchas cosas.

 

Así que era por eso...

 

Entonces les ponía verle lloriquear porque se asemejaba a cuando recibía mucho placer y las marcas que dejaba con sus uñas eran una respuesta inmediata de lo bien que recibía su miembro. Las piezas empezaban a encajar... haciéndole comprender muchos comportamientos a la par que aliviando terrores nocturnos.

 

 

 

 

 

 

"—... y entonces yo seré el primero en tomarte... —"

 

 

 

 

 

 

Era una lástima. Alguien más le había arrebatado el honor.

 

Jeongguk no reprimió absolutamente nada, pillando rápidamente de qué iba aquel juego llamado sexo. Simplemente se dejó llevar, no tenía órdenes, podía hacer lo que le apeteciese y así lo hizo. Tomó entre sus temblorosas manos pequeñas el rostro de Jimin y le acercó para atrapar su labio inferior entre sus dientes; las manos del contrario se encajaron con fuerza en sus caderas y los movimientos de agilizaron. Bunny ya no sabía qué agarrar por lo desesperado y caliente que se sentía.

 

Jimin parecía un loco, moviéndose con agilidad y meciendo su débil cuerpo por la fuerza.

 

Su flequillo iba y venía con cada vaivén, las delicadas bragas no habían sido retiradas solo movidas para permitirle entrar y estaba comenzando a estorbarle, las medias estaban ya a la altura de sus rodillas porque los ligueros habían sido desprendidos de su sitio. Estaba completamente lleno, resbaladizo y pegajoso, sudaba a gotas y tenía mucho calor. Pero eso no era lo peor, lo peor realmente era el no poder describir ese terrible cosquilleo en su vientre y las pulsaciones de su polla ya que al tener ese anillo rodeando la base de su miembro, no permitía que soltase sus jugos. Su cuerpo apretaba a Jimin con mucha fuerza, dificultándole el movimiento, y él estaba más que encantado. Jeongguk era tan cálido y estrecho, tenía que concentrarse para no correrse tan rápido.

 

—Y-yo quiero...

 

—No, aguanta solo un poco más.

 

Abrió sus piernas para darse un mejor acceso. Y sus morbosos ojos observaron cómo su polla era tragada por ese lugar.

 

—Joder, eres hermoso, bunny.

 

—Ngh~, daddy...

 

Jimin dio un par estocadas más y se corrió en el interior de Jeongguk.

 

 

Pero no había acabado.

 

 

Jimin tomó otras esposas, esta vez de cuero. Lucían aterradoras pero Jeongguk no reprochó, solo miró ansioso y tratando de adivinar qué quería hacerle Jimin ahora. Fue volteado y colocado a gatas, sus manos cerca de sus pies y con el culo abierto ante Jimin. Se avergonzó.

 

—¿Quieres más? —preguntó socarrón, jugando con su caliente y ahora sensible entrada.

 

Gimió de dolor y placer, y simplemente asintió.

 

Ahora sentía un poco de intenso dolor en todo el anillo muscular. Estaba realmente jodido si no podía caminar correctamente para el día siguiente, no quería levantar sospechas de ningún tipo. Tendría que asegurarse de las marcas también... no podían dejar nada que les delatase.

 

Sus muñecas fueron forradas por las nuevas esposas... pero no estaban atadas entre sí, sino que tenían el otro lado suelto para amarrar a los tobillos. Jeongguk se asustó muchísimo. No le gustaba del todo sentirse inútil, el no moverse le hizo sentir como que sería inservible una vez volviera a tener a Jimin dentro. Cómo se notaba que al pequeño bunny le faltaba mucho por aprender. Jimin lo notó y sonrió divertido, conocía la mayoría de los temores de un sum, así que se hacía una idea de lo que pasaba por la cabecita de su niño.

 

Le ató y levantó las caderas.

 

—Te quitaré el anillo cuando me corra, debes aguantar solo un poco más, ¿está eso bien, muñeco?

 

—S-sí, daddy.

 

Y Jimin volvió a enterrarse en su estrecho cuerpo. Esta vez, claro, le fue mucho más fácil, puesto que el chico estaba ya abierto y completamente húmedo. Aún por esas, se podía sentir cómo esas cálidas paredes le apretujaban entre sí, elevándole a un éxtasis de placer inigualable.

 

Suspiró.

 

Sus caderas tomando un ritmo medio... no quería lastimarle, pero si no se quejaba o pedía algo no se veía capaz de no ir más lejos, más rápido. Se podía escuchar sus testículos golpear los muslos contrarios con cada estocada, el sonido húmedo de la carne entrando y saliendo, sus respiraciones irregulares, gruñidos y gemidos y nombres también. Ambos se sentían desfallecer, no eran capaces de soportar mucho más con tantas emociones al mismo tiempo.

 

Jeongguk comenzó a moverse en sentido contrario, yendo en busca de la polla de daddy y estampándola contra su trasero con más fuerza. Su cabeza en alto comenzaba a reclamar un apoyo, el cuello le dolía ligeramente... pero de nuevo nada de eso era importante. Entonces sintió la polla de Jimin crecer nuevamente dentro suyo y supo que estaba cerca para terminar... él también quería correrse.

 

—¿D-daddy? —le miró suplicante por encima de su hombro.

 

Jimin seguía muy concentrado, con su ceño fruncido y labios apretados... luego su rostro se deformó en una mueca de placer y su mano fue hacia el anillo y tiró ligeramente de él, Jeongguk ansioso por poder descargar. Unas embestidas más y finalmente pudieron correrse juntos.

 

 

Un orgasmo que casi les hace desmayarse.

 

 

Definitivamente exquisito.

 

Y la dicha fue aun mayor cuando pudo envolver a Jeongguk entre sus brazos, dándose el privilegio de mantenerlo a su lado. Jeongguk era suyo al fin... y realmente él no iba a dejarle.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

~~•|b25;|•~~

 

 

 

Cuando Jimin despertó se encontró con un menudo cuerpecito aferrado al suyo y cubierto únicamente por las finas sábanas blancas, su cabellera completamente revuelta apoyada en su brazo y un rostro sereno girado en su dirección. Jimin le observó maravillado, completamente idiotizado por la belleza que ese niño poseía. Se tomó la libertad de acariciarle. Sus cejas rectas, ojos cerrados, pestañas caídas y largas, nariz pequeña, labios delgados pero suaves, mentón perfilado, cuello largo y hombros frágiles.

 

—Pero qué te he hecho...

 

Suavemente se deslizó y salió de la cama. Miró con culpa el semen seco en su abdomen y parte de las sábanas, la ropa desperdigada por el lugar, el lubricante, la lencería, los juguetes. Quiso vomitar.

 

Su cabeza daba vueltas, su estómago se revolvía y su visión estaba nublada debido a las lágrimas que estaba reteniendo. Tomó su bóxer y pantalones y se los puso para luego buscar entre los cajones de la mesa de noche una caja de cigarrillos y un encendedor; fue hacia el balcón de la habitación y encendió uno para fumárselo con ansias y desesperación. Pensando...

 

—Estás preocupado... —su cuerpo tembló al oírle.

 

—¿Cómo sabes?

 

—Tú no fumas.

 

Dio una calada profunda mientras miraba al frente, no se creía capaz de voltearse y enfrentarlo. Soltó el humo y arrojó la colilla. Se sentía una mierda y el tenerlo despierto, escrutándole con la mirada, no ayudaba en demasía.

 

Finalmente se giró. Y no fue la mejor idea ya que sus piernas flaquearon al ver esa imagen. Jeongguk estaba aun entre las cobijas, con los bazos deliberadamente a los lados de su cabeza, su pierna derecha estaba al descubierto y flexionada. Le miraba vacíamente mientras movía de forma infantil su rodilla provocando que se mirara un poco más. Tentador.

 

—Ven aquí.

 

—No puedo —hizo un puchero y miro al lado contrario, sonrojado—. Me duele.

 

Se escucharon pasos acercándose y luego sintió una caricia en su muslo desnudo y un besito en su rodilla.

 

—Lo siento...

 

—No importa.

 

—No. En serio lo siento —su voz se quebró—... y-yo te hice esto y...

 

—Cállate.

 

—Te quité todo, soy un cerdo. Perdóname, Jeonggukie.

 

—Eres un tonto —Jimin le miró con extrañeza—, un idiota si crees que debo perdonar algo... si crees que has hecho algo mal.

 

—Pero tú...

 

—¿Entonces todo esto fue un error? —hablaba severamente—. ¿Fui un error?

 

—Claro que no. Qué cosas dices.

 

—Entonces cierra la boca y dame un beso de buenos días.

 

—...

 

Su rostro fue tomado con delicadeza y Jimin se inclinó y besó su frente y barbilla para luego dejar un casto beso en los labios del pelinegro. Se separó ligeramente y miró a los ojos a Jeongguk, una tímida sonrisa estiró sus comisuras y el menor lo encontró muy tierno.

 

—Bajemos a desayunar —susurró.

 

—Deberás cargarme.

 

Jimin soltó una risita nerviosa, cogió su camisa y se la colocó a medias porque la imagen era algo con lo que había soñado hacía tiempo; lo sentó en el filo de la cama y él fue a por una camiseta blanca. Luego cargó en sus brazos a Jeongguk con delicadeza y caminó a la primera planta.

 

 

 

 

Al dejarlo en una de las sillas notó la mueca de dolor que puso y le sonrió con picardía, ganándose un suave manotazo en su brazo.

 

—Deja de ser sucio y hazme de comer...

 

Jimin se tomó el atrevimiento de besarlo, y que Jeongguk haya correspondido con la misma necesidad que él simplemente terminó por romper ese pedacito de cordura que mantenía. Ese beso selló el inicio de algo que iría consumiéndoles poco a poco... iría envenenándoles. La inmoralidad disfrazada de falsa felicidad terminaría por enredarles completamente.

 

 

 

 

 

 

Eran sus traumas paternales...

 

 

 

 

 

Notas finales:

Kya!! 

Vale, primero el orden de las actualizaciones para que no se pierdan ^^:

| Fraternal | 17 de Julio

| Nearby | 19 de Julio

| Doubt | 21 de Julio

| Deception | 23 de Julio

| Fitfteen | 25 de Julio

Capítulo anterior: | Daddy... |

 

Ahora: ASDFGHJKLÑ!! Me emociona que hayan leído este sensual lemon 7w7r fue muy especial (?) para mí.

Salseo advertido para los siguientes capítulos. Lo advierto, esto es puro drama de aquí en adelante (?) y espero que les guste 7w7r

 

Sin más, SAYOONARA~~


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