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Detrás de las paredes - FINALIZADO por cristalita

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Detrás de las paredes
Capítulo 8: “Aceptación”

Menma estaba tan contento de ver a sus dos abuelas preferidas, aún así sentía que no era el momento para que sus padres las vieran, después de lo que le había contado el científico, en ese mundo que ellos creían que era la verdadera sus padres habían muerto, por más que las hayan visto en los vídeos.

Estaba seguro que sufrieron como toda la familia sufrió al perder a Kurama.





Era un día perfecto, el tiempo estaba templado el sol iluminaba gran parte del lugar, de un lado a otro habían parejas, familias, amigos disfrutando del momento.

Lo mismo con la familia Uchiha-Uzumaki

Sasuke logró sacarse tiempo del trabajo para pasarla con su esposo y sus tres hijos, Naruto dejó a Hinata con Sakura e Ino para que atendieran a los niños de la guardería, pensaba pasarla bien al lado de su familia.

Todo era perfecto, Kurama jugaba con los niños.

En ese preciso momento Naruto estaba apoyado al hombro de su pareja, mientras que este lo abrazaba con un brazo por la espalda, los dos miraban como sus hijos sonreían y divertían con Kurama.

--Son muy traviesos—habló el rubio mirando con cariño a sus hijos rompiendo el silencio, Sasuke al oír eso le besó entre su cabello.
--Estoy muy orgulloso de ellos.

Como no estarlo, eran como ellos, eran sus hijos, perfectos Uchihas se parecían tanto los tres y estaba seguro que él o la que vendría al mundo sería alguien perfecto, no se arrepentiría de haber tomado esa decisión, su vida eran ellos.

--Tengo miedo…

Sasuke no dijo nada, sabía muy bien a lo que se refería y no podía negarlo, también sentía miedo por sus pequeños, los dos temían la reacción de estos para cuando sea el momento de decirles la verdad.

--Aún falta para eso.
--¿Pero y si nos odian? Tomamos una decisión demasiado precipitada.
--¿y te arrepientes?—preguntó mirando los ojos azules del rubio quien estaba temblando pero cada vez se iba calmando.
--No.

El azabache sonrió y le beso en los labios gentilmente.

--Entonces no pienses más en eso, ellos no tienen por qué saberlo—susurró al separarse del beso –Te Amo, los amo, dejemos de pensar en el pasado, hay que vivir por el bebé que viene a este mundo, recuerda que ese mundo no existe para nosotros ni para nadie.

Naruto sonrió y abrazó a su pareja.

--Tienes razón, pero recuerda que por ese mundo estamos con ellos.
--lo mantengo en mi mente.

Detrás de un árbol estaba Menma escuchando esa conversación.

¿Qué ocultaban sus papás?

Esa pregunta le rondaba por la cabeza, siempre sospechó que algo tenían entre manos, era demasiado evidente.

--¡¡Kurama!!—se escuchó un gritó.

Menma al verificar que esa voz era de su hermano vio que la soga en la que tenían amarrado a su mascota estaba desatada, luego su mirada se dirigió a la de pánico que tenía sus dos hermanos.

Sasuke y Naruto también reaccionaron al grito de su hijo, se pararon y corrieron hasta donde estaban sus hijos. Menma tampoco se quedó quieto.

Al llegar Naruto rápido fue a tapar los ojos de sus dos hijos, Sasuke fue el primero en acercarse y comprobar si el cuerpo de su mascota seguía con vida, cuando lo comprobó detuvo a su hijo mayor antes de que fuera a auxiliar también al zorrito.

Los dos niños lloraban por el susto, Naruto los abrazaba y consolaba, Menma igual empezó a llorar, esa era la mascota de la familia, la que siempre estuvo a sus lados cuando estaban enfermos desde el momento que lo compraron como su regalo de cumpleaños.

Ahora ese zorro estaba sin vida y no sabían la razón, sólo se podía observar al animal sin respiración y al lado de él migajas de comida.

Pasaron los días y descubrieron que alguien había aprovechado el momento de distracción que tenía la familia, para darle de comer veneno mezclado en comida para animales.

Naruto se tomó unos días para estar al lado de sus hijos, Sasuke dejó la compañía a cargo de su tío con la excusa que tenía que apoyar a su familia.





Pero tampoco podía hacer nada, su mamá Kushina y Mikoto serían muy persistentes, al final igual lo obligarían a que pasaran.

--¡Mamá Mikoto tú también!
--Menma Cariño ¿Ya están aquí?

La pelirroja quien se dio la vuelta para ver a su amiga sonrió y fue a abrazarla sorprendiendo a la pelinegra.

--¡Mikoto! ¡Qué alegría tú también estás aquí!
--Claro que sí, no quería perderme el regreso de mi hijo y el tuyo.

--E-Entonces… pueden pasar…-- habló Menma para que pasaran, no quería levantar sospechas de sus dudas.

Las mujeres pasaron ansiosas mientras que los maridos se saludaban con respeto y calma.

--Minato, me alegra también que vinieras.
--Bueno, quería darles un poco de tiempo pero Kushina insistió tanto que no pude decirle que no.
--Lo mismo con Mikoto—suspiró.

--¡Fugaku! ¡Minato!

Los dos escucharon a sus dos esposas llamarles, ellos inmediatamente entraron antes de que se enfadaran con ellos, cerrando la puerta tras de ellos.

Menma quien estaba deteniendo a sus dos Abuelas para que no entraran precipitadamente, miró a sus dos abuelos rogando ayuda, estos no dudaron en ir y detener a sus dos parejas.

--¡Minato, suéltame! ¡Quiero ver a mi muchacho!
--Fugaku, ¡no me detengas! sabías que iba a entrar a ver a Sasu

--Cálmense mamás, ya entrarán sólo tengo que decirles que aún no recuerdan mucho.
--¿Qué? ¿¡Aún no nos recuerdan!?—preguntó preocupada Mikoto.
--Eso no importa ya los haré recordarme—dijo Kushina con una mirada diabólica.

Sin más los dos las soltaron para no hacerlas enojar más y se quedaron a un lado para no interferir, Menma sonreía por la actitud de sus abuelos, no podía quejarse, después de todo, su familia era así.

Naruto y Sasuke estaban hablando con sus tres hijos hasta que escucharon ese ruido en el pasillo, no entendían porque Menma hacía tanto alboroto, quedaron aún más confusos al escuchar como decía la palabra mamás, eso les hizo pensar.

¿Acaso estaban mintiendo y la realidad era que tenían esposas?

Esa pregunta se descartó de sus cabezas cuando escucharon dos voces muy conocidas, esas voces sonaban igual a las que algunos vídeos habían mostrado la noche anterior.

Era imposible que fueran sus padres.

--¡Hijo! Entraron de repente las dos mujeres tras ver a sus respectivos hijos.

Daisuke y Jin se pusieron nerviosos como Menma al ver a sus abuelos, Akiko reía alegre alzando las manos. Había pasado mucho tiempo después de la última visita de sus queridos abuelos.

--¡Mamá…!—susurró sin creerlo Naruto al recibir un repentino abrazo por parte de la pelirroja quien no se había resistido las ganas de volver a tocar a su único hijo preferido.
--Naruto, cariño… -- empezó a lagrimear aferrándose más al rubio –Tu padre y yo te extrañamos como no tienes idea.

Mikoto no reacciono como su amiga, al mirar a su hijo menor lo miró con cariño y le sonrió.

--Sasu me alegra que estés bien— habló con ternura.
--Mamá…--

Sasuke acercó a su madre y la abrazó, tampoco se lo creía, su madre estaba frente a él, pensó que los vídeos podrían ser falsos pero ahora estaba completamente seguro de que no lo era, porque ahora estaba abrazando a la única mujer que siempre ha amado, su madre.

--Sasu…-- Mikoto no lo soportó y se puso a llorar abrazando fuerte a su hijo menor.

Sus padres veían con felicidad a sus esposas, sabían de sobra lo mucho que ellas amaban a sus hijos.

Sasuke acarició el suave cabello de su madre quería comprobar que eso no era un sueño, que en realidad estaba con ella, hasta que al alzar la vista se encontró con su padre, se separó lentamente del abrazo y se dirigió a la frente de su padre.

--Eres todo un Uchiha, Sasuke estoy orgulloso de ti— dijo mostrando una sonrisa de lado.

El Azabache sonrió de la misma forma, nunca pensó que escucharía esas palabras salir de la boca de su padre.

Naruto quien también había abrazado con cariño a su madre, se separó y le sonrió.
--Madre, yo…
Kushina le acarició la mejilla.

--Naru no te preocupes, si no recuerdas este mundo, sabes que tengo mis métodos para hacerte acordar—dijo con una voz muy decidida.

La expresión del rubio cambió a una de miedo, estaba seguro que su madre era muy ruda como la había visto la última vez en Konoha, no se podía imaginar todas las ideas que tendría.

--N-No tienes que hacerlo, yo y Sasuke decidimos tomarnos un tiempo.
--Naruto tiene razón, es mejor que se tomen tiempo, cariño—interrumpió Minato mirando a su hijo como a su esposa.

--¡Mamá Kushina!—se acercaron Daisuke y Jin para abrazar a su abuela.
--Niños…-- la pelirroja reaccionó y les dio su gran abrazo a sus nietos.

Lo mismo pasaba con Mikoto quien fue a abrazar a su nieta pequeña.

--¿En serio son ustedes?—preguntó Naruto al ver a los padres de Sasuke y sus padres en ese lugar.
--Te puedo asegurar que no somos fantasmas—apareció de repente otra persona en la puerta.

Todos se dieron vuelta sorprendidos a quien se encontraba ahí.

--¡Tío Itachi!
--el mismo—respondió mirando primero a Sasuke como a Naruto quienes estaban en shock.
--Te dije que era mala idea entrar así de repente—apareció al lado un rubio con un cerquillo.
--estoy de acuerdo con papá, padre—apareció un joven casi de la misma edad que Menma.
--Los dos se van a poner de acuerdo ¿No es así?

Sasuke al salir de su Shock miró sorprendido al rubio, ese era el mismo rubio que había matado en Konoha.

Era un Akatsuki.

Lo mismo dedujo Naruto al recordar que fue quien mató a su amigo Gaara y que tuvo que arriesgar la vida de la abuela para traerlo de nuevo a la vida.

No le guardaba rencor pero se sentía incómodo.

--Deidara, cariño pasen
--¡Oh! Señora Mikoto, lo siento por la intromisión—se disculpó haciendo una reverencia.

El joven que se parecía mucho a Itachi y a Deidara no les tomaba importancia, prefería seguir chateando con sus amigos por su celular último modelo.

--Vamos deja eso—le dijo el pelinegro quitándole su celular.
--¡Padre!—gritó un molesto.
--Ju me alegra tanto que vinieras—interrumpió Menma al ver a su primo.
--¡Menma! Cuánto tiempo sin verte.

Mientras Ju y Menma charlaban Itachi se acercó a Sasuke, como siempre lo hacía levantó dos dedos que hizo que chocara con la frente del azabache.

--Hermanito tonto, me alegra que estés bien
--Itachi…
--Sí, no estoy muerto, no te preocupes—respondió sabiendo lo que le iba a preguntar su hermano menor.

--Vamos Naru cocinemos como antes—lo arrastraba su madre, él se quedó estático sin saber a lo que se refería --¿¡C-Cocinar…!?
--Yo los acompaño señora Kushina—ofreció Deidara caminando detrás de la pelirroja y el rubio.
--Gracias Dei, eres un buen chico

Deidara sonrió con prepotencia.

Naruto estaba con los ojos en blanco, no sabía lo que le iba a hacer su madre cuando le dijera que nunca había cocinado en su vida, siempre era ramen para él.

Sasuke e Itachi veían a los dos rubios alejarse a la cocina.

--Bueno hermanito me dijeron que no recuerdas mucho de esta vida.

Aunque estuviera vivo su hermano mayor seguía siendo molesto para el pelinegro.

--Tsk… eso no te incumbe

Itachi se puso a reír y se lo llevó casi a rastras al piso de arriba.

--Hey, ¿Qué crees que estás haciendo?—preguntó molesto.
--Extrañaba tanto tu forma de ser, pero ahora quiero ayudarte con tu situación.
--¿Qué situación?—lo miró sin entender mientras subían las gradas.
--Con Naruto…
--No entiendo, él no tiene nada que ver.
--Si supieras todo lo que me confesaste en tu vida sobre él no dirías lo mismo.
--¿A qué te refieres?

Cuando llegaron al piso de arriba entraron a una habitación que se encontraba al fondo.

--Ya lo veras…

Abrieron la habitación, Sasuke pudo contemplar un cuarto muy limpio con carteles extraños de esas máquinas que mencionaron sus hijos el día anterior, caminó un poco viendo cada rincón, se encontró en el tocador dos cuadros de fotos.

Sostuvo las dos fotos para mirar bien la imagen, en la primera foto pudo ver a él con Naruto abrazados con Menma en medio sonriendo, su hijo Daisuke en el suelo haciendo caras extrañas y Jin quien miraba molesta a su hermano.

--Ese día me dijiste que fue todo un caos—Itachi se sentó a un lado de la cama – en ese entonces fueron toda la familia a un viaje, por tu aniversario como pareja con Naruto, los dos no quisieron pasarla bien si no estaban los pequeños por eso mismo se lo llevaron con ustedes.


--¿A qué viene tu comentario?—el pelinegro mayor sonrió.
--No tiene nada que ver, solo quiero que trates de recordar un momento como tantos que para ti fueron inolvidables.
--Ayer mis hijos y algunos amigos del dobe, nos mostraron unos videos
--No me digas que…
--Sí, aun no recuerdo muy bien todo, pero algo quiere recordar dentro de mí—confesó a la única persona que tenía confianza.
--Eso es perfecto, eso quiere decir que tu subconsciente ama a pesar de todo a Naruto
--No lo comprendí hasta ayer, toda mi vida en konoha fue algo que nunca me dejó satisfecho.
--Ya veo por qué tu cara sigue amargada—se burló el mayor provocando un tic nervioso al menor.
--Tú sigues siendo molesto.
--¿Tan triste es tú vida en ese lugar? Por lo que me contaron yo he muerto en tu mundo ¿verdad?
--Sí y no sabes cómo me alegraría que en este mundo igual
--Hey, a mí nadie me matará, tengo que cuidar a mi esposo de los acosadores como Sasori.
--¿Sasori?
--Oh, Es cierto tú no sabes, pues seguro te contaron quién es Gaara.
--Gaara, sí lo conozco siempre me pareció molesto desde que se hizo amigo de Naruto.
--Ese mismo, pues Sasori aquí es su primo, aún no entiendo por qué los pelirrojos nos quieren quitar a nuestros rubios—dijo suspirando.

Sasuke dejó la foto que sostenía a la mesa y miró el otro.

--Te conté algo de este—le mostró a su hermano, el mayor sonrió.
--Sí, mencionaste que fue ahí donde tuviste por primera vez relaciones sexuales con Naruto
--No me digas que te tengo tanta confianza—se ofendió el azabache al saber que su hermano sabía hasta de esos asuntos que estaba seguro eran privadas
--No, para tu suerte sólo me hablaste de esa y era porque yo te insistí tanto.
--Tsk…
--Vamos yo no te traje para eso
--¿Entonces?
--Dos años atrás antes de que tomaras esa decisión me hiciste que guardara un objeto especial.
--¿Qué objeto?

Itachi, miró a todos lados para confirmar que nadie estaba espiando y sacó una caja.

Sasuke tomó la caja y miró lo que contenía, cuando lo miró nuevamente un flash se le vino a la cabeza.




--Jajaja Teme ¡basta!
--No, hoy serás completamente mío, amor—dijo dejándolo encima de la cama.
--Eres un completo pervertido, teme

El rubio alzó los brazos alrededor de su cuello.

--Pero me gustas como eres…-- susurró cerca a sus labios, hasta que Sasuke las juntó saboreando cada rincón de su esposo.
Al separarse los dos rieron, continuando con la sesión de besos, pero no pudieron llegar a más porque escucharon como gritaba su hijo mayor levantando al bebé quien ahora empezaba a llorar.

Los dos suspiraron por la interrupción de sus dos hijos.

--Voy yo…-- dijo levantándose dejando a su rubio en la cama.
--Yo voy a hacer dormir al bebé—el otro igual se incorporó y cada uno se dirigió al cuarto de sus respectivos hijos.

Sasuke fue y miró a su pequeño Menma llorando cubriéndose con la cama.

--¿Qué sucede hijo?—preguntó. Se acercó y se sentó al lado de este recibiendo un abrazo de su pequeño.
--Padre… yo, soñé feo

Sasuke acarició su cabeza haciendo que se tranquilizara poco a poco.

--Ya pasó, todo fue un sueño Menma
--Sí, padre ya lo sé pero me da miedo que se cumpla.
--Eres un Uchiha no deberías temer, sé que si llegara a suceder tú lo solucionarías.

Menma sonrió, su padre tenía razón, él lograría acabar con todos si les sucediera algo a sus padres.

--Claro que sí, después de todo les tengo a ustedes.
--¡Ese es mi hijo!

Cuando terminaron de hablar, Menma pudo dormir más tranquilamente, Sasuke salió y se dirigió al cuarto del bebé, cuando estuvo cerca se detuvo antes de entrar para escuchar lo que decía su pareja.
--Ya, ya, Daisuke solo fue un pequeño ruido

El azabache miró de un rincón, pudo ver que Naruto sostenía al pequeño rubio entre sus brazos dando pequeños balances de un lado a otro para que durmiera.

--Sé que eres un pequeño muy alegre, tienes que ser fuerte, un pequeño ruido no puede contigo ¿verdad?—hablaba a su hijo sonriendo, pensando que iba a comprender sus palabras.

--Eres un Uchiha como tu padre como Uzumaki, eres nuestro hijo—sonrió mientras acercaba a su hijo y le daba un pequeño beso en la frente, en ese momento el bebé detuvo su llanto.
--Así se hace, Daisuke tú no eres como tu padre un amargado, tú debes sonreír y superar cada obstáculo--

Sasuke decidió no molestar, Naruto se molestaría por haber escuchado prefirió dejarlo así y se pasó de largo entrando a su habitación.

Luego apareció Naruto con el rostro cansado.

--Temo que será para otra, teme.
--Ya lo sé

Al final no hicieron lo que estaban planeando, se acomodaron juntos y se abrazaron, hasta que el rubio reaccionó y se paró de inmediato.

--¿Qué sucede, dobe?
--n-nada solo que me olvidé darte algo—dijo sacando algo de una de las gavetas de su velador.

Naruto se acercó y le dio un beso repentino, Sasuke nuevamente lo acomodó debajo de él mientras seguían con el beso.

--¿Qué te olvidaste darme?—preguntó entre sus labios, Naruto rió con diversión.

Un regalo muy especial que me dio mi abuela—le respondió separándose poniendo la caja entre las manos del azabache.

Sasuke pudo ver una caja negra, sin entender la abrió.

--Ese collar no es necesario que te la pongas, mi abuela me la dio porque ya llevamos años como pareja, me dijo que eso nos uniría más.

El pelinegro sin más se la puso sorprendiendo al rubio.

--Siempre la tendré puesta Naru—el rubio lo miró con los ojos brillando de felicidad.

No se arrepentía de haberse casado con el hombre que tanto amaba.

Se besaron nuevamente, esta vez el beso transmitía todo el amor que se sentían.




--¡¡Sasuke…!! – escuchó el grito de su hermano.
--¿¡Eh!?

Había vuelto a la realidad, sin darse cuenta.

--¡Ah! qué alivio, estaba por llamar a todos.

Sasuke no le hizo caso y se puso el collar que ahora tenía en las manos.
--¡Oh! Con que era ese collar, siempre me pregunto porque lo llevas puesto.
--Eso no tiene nada que ver contigo.
--¡No me digas que recordaste!
--No estoy seguro.


--¡¡Papá, Tío la comida ya está lista!!—se escuchó el grito de Daisuke.

Los dos dejaron todo como estaba y salieron de la habitación para dirigirse al piso de abajo, cuando llegaron todos ya se encontraban en el comedor mientras repartían los platos.

De repente tocaron el timbre.

--Yo voy

Jin fue a abrir la puerta, cuando lo hizo quedó sorprendida al ver a su tío Abuelo en frente de ella.

--H-Hola Tío Madara—saludo sin creerse que ahí estaba esa persona que tanto temían que llegara
--Hola Jin, ¿ellos están aquí verdad?—la miró serio.
--S-Sí puedes pasar.

Al entrar cerró la puerta y se dirigió directo a donde su hermano mayor.

--¡Menma! Es urgente—le susurró en la oreja.
--¿Qué sucede?—preguntó preocupado.

--¡E-Es el Abuelo Madara!—al escuchar eso Menma casi hace caer el plato que sostenía entre las manos, al reaccionar actuó de inmediato.

--Jin tienes que distraerlo, tengo que hablar con nuestros padres—le respondió inmediatamente dejando su plato en la mesa.
--Bien, haré que Daisuke me ayude.

Jin fue a hablar con su Tío abuelo, mientras todos los demás lo saludaban, Menma agarró el brazo de Sasuke arrastrándolo hacia la cocina.

En la cocina el único que se encontraba era Naruto quien estaba descansando de lo rápido que su madre le hizo aprender a cocinar.

Cuando estuvieron solos los tres Menma miró a sus padres suplicando con los ojos, eso hizo que Naruto y Sasuke se preocuparan.

--¿Pasa algo Menma?—preguntó Sasuke.
--Necesito un grandísimo favor—les pidió con suplica –Por favor, finjan que no olvidaron nada y que se acuerdan de todo, comportándose como los padres que tuvimos.
--Pero…
--Por favor… él no sabe nada, tienen que fingir—les pedía su hijo.
--No podemos llegar hasta esos extremos, apenas acordamos en intentarlo
--Padre si fuera otra persona no se los pediría pero si descubre que olvidaron sus vidas, estoy seguro que aquí correrá sangre.

Naruto y Sasuke se miraron preguntándose el uno hacia el otro qué era lo que podían hacer.

--primero dinos quién es esa persona.
--Es mi tío abuelo Madara—caminó tembloroso de un lado a otro –ustedes me ordenaron específicamente que él no tenía que saber sobre su pérdida de memoria, que tenía que hacer todo para que ustedes aceptaran este trato, él no sólo sabe del experimento pero no de los efectos.
--Ya veo…-- respondió Sasuke pensativo.

Naruto igual se puso a pensar detenidamente en lo que podrían hacer pero en una distracción miró el cuello de Sasuke y se percató que tenía puesto un collar.

En su interior su corazón empezó a latir, por alguna razón al ver ese objeto sintió que significaba algo muy importante.

Sasuke suspiró, tras pensarlo demasiado era lo único que podían hacer.

--Bien, si te lo hemos dicho no hay razón para que lo impidamos.
--Gracias, gracias—reía Menma dándoles un beso en la mejilla a sus dos padres.

Naruto reaccionó y sonrió, estaba de acuerdo con la decisión de su amigo, no podía hacer nada si ellos mismos fueron los que se dieron esa orden.

Al final salieron del lugar y se dirigieron al comedor para encontrarse con toda su familia.

Continuará….

Próximo Capítulo:

Los dos estaban con los ojos abiertos, no podían creerlo, podía ser accidente pero ahora estaban frente a frente con los labios muy cerca.

Sasuke no se resistió más y le rozo su labio, Naruto sintió una electricidad recorrer todo su cuerpo.

Sin darse cuenta Naruto ya había posicionado sus brazos alrededor del cuello del azabache y Sasuke lo abrazaba por la cintura acercando su cuerpo contra el suyo, sus labios se movían frenéticamente, nunca habían sentido esa sensación en sus corazones, no podían parar. Se necesitaban.

Los demás tras ver eso, se apartaron y se fueron hacia la otra habitación para no molestar a la feliz pareja.

Sus hijos eran los únicos emocionados.
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Naruto era el más emocionado, no podía creer que su maestro estuviera vivo.
--¡Maestro Pervertido!—gritó alegre --¡Abuela Tsunade!
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--¡Vamos los dos tienen que trabajar!—les apuraba su hijo.
--¡Pero ya son las dos de la tarde!
--Ustedes trabajan a ésta hora, no se preocupen.

Era imposible quererse quedar, sabían que sus hijos planeaban algo muy importante como para votarlos de su propia casa, lo peor era que sus padres y familiares también lo hacían.

¿Qué sucedía?


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