Estas nervioso, sabes que todo podría terminar mal pero aun así tú quieres arriesgarte, arriesgarte a lo que te dicta el corazón y que sabes que por más cursi que se escuche todo, quieres hacerle caso porque sabes que el amor de tu vida podría hacer el esfuerzo de corresponderte o decirte al fin que no siente lo mismo que tú. Tu presencia se hace notoria en aquella cancha donde entras, tu entrenadora de cabellera castaña llega a tu lado reclamándote el hecho de llegar tarde, sabes que no tienes como replicarle porque entonces dirías el porqué de todo aquel misterio que has hecho alrededor de ti desde hace una semanas atrás, tus compañeros de primero no te dicen nada pero sabes que eres la mira de una personita de mirada azul, aquella que te persigue sin duda alguna, tratando de comprender porque has estado extraño desde hace unos días, pero como no estarlo cuando al fin aquellos pensamientos y demás cuestiones que te has hecho con esa misma persona que te observa al fin tienen nombre, más aclarado un sentimiento llamado “Amor”. La verdad es que no lo esperabas y dime ¿Quién lo espera? El amor llega cuando menos te lo propones y hace de ti un completo zombi enamorado, al principio tratabas con todo tu ser el negar que sentías algo por aquel chico de poca presencia, aquel que había incrustado en ti el trabajo en equipo, aquel que era tu sombra y que sabias que siempre contarías con él, aunque ahora te cuestionabas que si te confiesas la relación que llevan de amistad aún se mantendría, pero olvidemos eso y regresemos a lo de antes, te negabas a creer que tú, Kagami Taiga estabas perdido y locamente enamorado de tu amigo, Kuroko Tetsuya, era simplemente estúpido el solo pensar en eso, pero entre más te cuestionabas si en verdad era amor lo que sentías por él, más se te metía en la cabeza y cuando menos te lo esperabas ya estabas pensando en que se veía realmente lindo sonriendo, aunque eran pocas las veces en que lo hacía, en que en verdad te encantaba hacerlo enojar para ver ese pequeño fruncimiento de cejas y ese leve puchero que se ponía en su boca, estás enamorado mi querido Taiga y no podías negarlo más, por esa misma razón habías dejado de correr y al fin confesarte a él.
El entrenamiento dio inicio y tu junto con tus compañeros de equipo empezaron con este, en unos minutos tendrían un partido amistoso con todos aquellos amigos de Kuroko que algunos comenzaban a llegar durante el entrenamiento de Seirin, pudiste ver a tu eterno rival saludar cálidamente a Kuroko, lo cual sin lugar a duda te molesto aunque sabias que este salía con aquel rubio hiperactivo y de voz chillona que era Kise.
-¿Y bien Kagami? Al fin me darás una digna lucha- dijo el de piel tostada mirando al pelirrojo mientras la sonrisa socarrona de “Soy mejor que tu” seguía en sus labios.
-Luego no llores cuando te gane, Ahomine- dijiste para mostrar tu sonrisa peligrosa, aquella de una bestia salvaje sin ser domada aun.
-Kagami-kun, Aomine-kun, no serán los únicos que jugaran, por favor absténganse de su estúpida competencia de ustedes dos- dijo Kuroko con una leve molestia en sus palabras mientras se dirigía hacia Akashi, que esa vez no jugaría y solo vería de las gradas.
Todos después de elegir un color se dignaron en jugar, Kuroko al no querer ayudar tanto a Aomine y Kagami en el partido decidió quedarse junto con Akashi, ya jugaría en otra ocasión junto con todos, de mientras tú en la canchan sonríes con gran alegría al ver que no solamente tienes a grandes amigos en tu equipo sino a uno que te dio mucha lucha y que si no fuera por Kuroko no podrías haberlo vencido, Murasakibara junto con Himuro se encuentran en tu equipo y no puedes estar feliz al ver que tu hermano nuevamente está jugando contigo.
El partido amistoso queda 80 a 82 y el equipo ganador para desgracia de ti es el de Ahomine, te ha ganado esa vez pero tu estas satisfecho con el resultado, pues tal como dijo Kuroko esa vez no estaban en una competencia entre tú y el, sino que era un juego entre todos como un convivio de deportistas a los cuales admiras, claro que esto no se lo dirás a ninguno pues tu orgullo de hombre te lo prohíbe.
Las regaderas parecen llamarte y sin más corres junto con un Aomine que no tarda en molestarte, Kise quien está cerca de él te sonríe como queriendo decirte algo pero tu aun no entiendes que puede ser, no hasta que llegan a las regaderas y los que no jugaron, que no fueron solamente Akashi y Kuroko sino también Kiyoshi-sempai por obvias razones, Furihata y Kawahara también se encuentran afuera junto con un cansado Takao que solo jugo un cuarto de tiempo por estar enfermo de gripa, aunque no tanta como para dejarlo en cama.
-Nee Kagamicchi- te dijo el rubio dejando a su novio de lado mientras se aventaba a tu espalda para ser abrazado y mirado asesinamente por Aomine, al parecer no eres el único celoso ahí.
-¿Qué quieres Kise? Y por décima vez… ¿Podrías no abrazarte así de mí?- te quejaste y el rubio entendió al sentir a su novio enojarse.
-Perdón- dijo riendo nerviosamente mientras mordía su lengua y cerraba un ojo cuando puso las manos pidiendo disculpas.
-Me dirás ¿Qué quieres?- dijiste mientras te quitabas tu ropa sudada sin vergüenza alguna ante los demás, Kise solamente volteo la cabeza algo avergonzado lo cual era estúpido porque no eres ninguna chica que deba ocultar algunos pechos o algo así.
-Veras… cuando jugábamos me di cuenta de algunas cosas- dijo sonriente el rubio y tu dejaste que hablara mientras te adentrabas a una de las regaderas, Aomine se puso al lado derecho mientras que al parecer Kise se fue al lado Izquierdo.
-¿Qué clase de cosas?- la confusión de tu mirada hizo sonreír a la pareja.
-Muchas cosas- dijo sonriendo pícaro y tu deseaste pegarle en ese momento.
-Vamos Ryota, déjate de juegos y dile de una vez- se quejó el moreno a tu lado, tu solo lo viste de soslayo mientras volvías a poner tu mirada rojiza en la dorada de aquel rubio.
-Veras… desde hace un tiempo me di cuenta de que la relación de amistad que tienes con Kurokocchi es extraña- tú te estremeciste y comprimiste tus músculos al verte indefenso, lo sabían y tú estabas más que muerto.
-¿A-A Q-Que te refier-res?- dijiste con nerviosismo.
-Que en realidad a ti te gusta Kurokocchi- y la cara que pusiste debió ser demasiado graciosa si el estúpido de Aomine se echó a reír de aquella forma tan brusca y jovial.
Algunos compañeros que no queriendo la cosa había escuchado la conversación, sus mirada se pusieron en ti y tu deseabas que en la tierra se hiciera un hoyo y te tragara, o que de perdida un extraterrestre te llevara para examinarte y ser el origen de la convivencia entre humanos y aliens.
-Vamos, tampoco te pongas así- dijo animado aquel rubio, su sonrisa no te estaba ayudando en nada- Todos lo sospechábamos, después de todo el hecho de que te preocuparas así por él y como lo has ayudado dice mucho- y la sonrisa de modelo para pasta de dientes no desaparecía de tu vista.
-Pero… Y-Yo- dijiste aun perdido en tus pensamientos al verte descubierto.
-Kagamicchi, apuesto a que todos los que están aquí en las regaderas y vestidores sabían de esto ¿O me equivoco?- alzo la voz un poco porque sabía que todos prestaban atención a la plática.
-Jaja La verdad es que sí, siempre lo he dicho Kagami, tú y Kuroko hacen muy buena pareja- dijo sonriendo uno de tus sempai, aquel capaz de ver todo en la cancha el de ojo de Halcón.
-Siempre le dije a Shin-chan que entre ustedes dos había amor- espeto más que sonriente otro hiperactivo amigo de él, Kazunari Takao.
-Solo diré que los astros quieren que estén juntos- fue la elocuente respuesta del peliverde quien se acomodaba las gafas mientras lo decía.
-Sin duda eres un Bakagami, dime que no te habías dado cuenta de que todos lo sabíamos- grito algo furioso tu capitán de equipo.
-N-No puedo creerlo- dijiste mientras procesabas todo lo que estabas viviendo en ese momento- Eso quiere decir que Kuroko…- te espantaste.
-No tienes tan pésima suerte, Bakagami- dijo esta vez Aomine que salía envuelto con una toalla solamente de las regaderas- Tetsu es demasiado torpe con ese asunto- dijo mientras iba por sus cosas y cambiarse.
-Aominecchi tiene razón, Kagamicchi- el rubio te miraba aun fijamente- si en verdad quieres que ese amor sea correspondido será mejor que se lo digas a Kurokocchi o nunca sabrá sobre tus sentimientos- fue lo último que dijo para salir al igual que su novio y adentrarse en un cubículo y cambiarse.
Tu a pesar de todo te sumergiste en tus pensamientos, acaso aquellos amigos sobreprotectores con Kuroko te estaban ayudando y aceptando para que le dijeras algo a este.
Por otra parte Kuroko se encontraba cómodamente hablando con su excapitán de equipo, quería que aquella amistad formada en la secundaria regresara y que dejaran todo lo malo o los desacuerdos que habían tenido atrás.
-Tetsuya hay algo que quiero decirte- la mirada bicolor de Akashi decía que hablaría de un tema complicado para él, la seriedad aunque fuera normal en Akashi estaba aún más pero lo desconcertante era aquel nerviosismo.
-¿Qué es Akashi-kun?- dijo el peliazul quien miraba atento a Akashi.
-Primero déjame hacerte una pregunta y contesta con total sinceridad Kuroko- la mirada se desvió a la cancha de basquetbol, Kuroko solo se quedó en silencio diciendo sin palabras que prosiguiera y que lo haría a la vez- ¿Estás enamorado de Taiga verdad?- aquella pregunta le tomo de sorpresa y abrió los ojos azules inexpresivos la mayor parte del tiempo.
-Akashi-kun… yo…- No sabias como contestar, aunque sabias que él no diría nada- Si, así es Akashi-kun
-Bien- fue la simple respuesta de Akashi mientras volteaba a verte de nuevo- En ese caso entenderás lo mío- dijo con tranquilidad, aquella mirada que no veías en mucho tiempo- ¿Puedes guardarme un secreto?
-Tú no eres de secretos, Akashi-kun- contesto.
-Esta vez… prefiero que esto quede entre nosotros dos, pues de ante mano sé que esto es absurdo- fue la respuesta del pelirrojo y tú veías tristeza en aquellas palabras.
-De acuerdo, Akashi-kun- sonrió levemente- Te escucho
-Estoy enamorado de uno de tus compañeros de equipo- rápidamente dijo sorprendiendo aun mas ante lo dicho.
-¿Qué?- fue tu tonta respuesta a lo que acababa de decir- ¿Quién es?- cuestiono.
-Furihata Kouki- dijo señalando al castaño quien platicaba con Kawahara y Fukuda que ya había salido de los vestidores.
-Espera… Yo creí que tú y Murasakibara-kun estaban…- dijo mientras veía también a su compañero.
-Tú lo has dicho, Tetsuya- dijo con simpleza sonriendo cálidamente por un momento al recordar el tiempo que había sido novio de ese grandulón que le hizo muy feliz- Estábamos… ya paso lo nuestro y aunque odie admitirlo no fui yo quien puso fin a la relación- fue lo último que dijo.
-Lo siento- dijo el de ojos azules no sabiendo que decir.
-No te disculpes Tetsuya, Atsushi se enamoró de alguien más y me dio a mí una nueva oportunidad de conocer a alguien más que pudiera hacerme igual o más feliz que él- dijo sonriendo- además de que no le culpo, Tatsuya es alguien que puede hacer comportar de manera total a Atsushi
-Nunca hubiera imaginado esta parte de ti, Akashi-kun- dijo sonriente.
-Hay muchas cosas que no me gusta mostrar y que por nada del mundo daría a conocer de mí, pero ahora todo es diferente, al fin tengo gente que confía en mí y yo en ellos- le devolvió la sonrisa- Aunque claro no es bueno que los súbditos vean muy pronto esta personalidad de su emperador- ambos rieron levemente.
-¿Crees que debería arriesgarme a decirle algo a Kagami-kun? Me dolería demasiado que él se apartara por estos sentimientos- se sinceró ante la plática que habían tomado ambos.
-Creo que deberías, además si ese cabeza de chorlito te llega a hacer daño, no dudes en llamarme- sonrió sínicamente- Mis tijeras y yo estaremos gustosos de darle un escarmiento- rio.
-Gracias, Akashi-kun- la plática aunque había iniciado sorpresivamente había sido de ayuda para ambos- Deberías decirle algo también a Furihata-kun, no pierdes nada con intentarlo
-Tienes razón- fue lo último que dijeron ambos.
De los vestidores comenzaron a salir todos los que había jugado aquel partido amistoso, aseados y cambiados, algunos decidieron ir a comer algo y que mejor que ir al Magic Burger de siempre, además Kuroko tenía demasiadas ganas de una malteada de vainilla. Todos comenzaron a salir del Gimnasio entre bromas y uno que otro insulto de compañeros, como siempre la Kiseki no Sedai junto con algunos de Seirin comenzaron a hacerle Bullying a Kise molestándolo con el noviazgo que llevaba con el de ojos azul marino(¿?), Kuroko estaba a punto de salir como todos los demás pero al ver que Kagami no avanzaba decidió ir hacia él.
Te esperaste a que todos salieran dándote cuenta de que Kuroko vendría hacia ti, no querrías sonar pretencioso ni nada por el estilo pero sabias que aquel chico de baja estatura iría hacia ti si te quedabas un rato más en aquella cancha. Cuando al fin se acercó lo suficiente a ti, comenzaste de nueva cuenta a ponerte nervioso, sabias que era momento de sacar tus sentimientos quieras o no que te rechacen, pero vaya querías saber de una vez por todas que era lo que sentía por ti y si había una posibilidad entre ustedes dos como algo más que amigos y compañeros de equipo.
-¿Pasa algo malo, Kagami-kun?- te pregunto algo preocupado y tú solo pudiste perderte en sus ojos, aquellos que adorabas y que sabias que querías verlos llenos de felicidad que tú mismo provocarías en él.
-De hecho- tragaste un poco de saliva queriendo que el nerviosismo se fuera- si- dijiste al fin- Quisiera hablar contigo y que me escuches hasta el final, Kuroko- le mirabas fijamente y el sorprendido ante tu actitud te presto toda la atención que podía darte, sus ojos nunca se movieron de tu persona- Kuroko hay algo demasiado importante que debo de decirte y no sé cómo lo tomaras porque esto nos involucra de cierta manera a ambos… Mira sé que hemos tenido nuestros desacuerdos y que a veces la forma en como nos comunicamos es algo… vaya no es la forma más genial del planeta, pero aun así cada momento que paso junto a ti es algo que realmente aprecio- tus palabras sonaban demasiado cursi y pensabas que nunca hablarías así, pero ahora eso no importaba, sobaste tu nuca moviendo tus cabellos rojizos con negro por el nerviosismo aun dentro de tu cuerpo, aun así nunca retiraste la mirada de aquellos ojos azules que te miraban expectante- Me has ayudado en muchísimas cosas y cuanto más lo pienso créeme más se revela en mi cabeza que yo…. Que tú me… que tú me gustas- dijiste en apenas un susurro- que me gustas en verdad y no sé cómo explicarlo detalladamente, ni siquiera sé cuándo fue que comenzó pero… de un de repente comenzó a suceder que no dejaba de pensar en ti, las pocas veces que faltaste al instituto en verdad me preocupe, muchas veces pensé que en cualquier momento tu podrías irte de mi vida y no pude soportarlo el pensarlo, pero… si esto te incomoda lo entenderé, solo quiero que sepas que quería decírtelo no quería guardármelo y en unos años cuando estemos viejos preguntarme y si hubiera hecho esto… y si hubiera hecho lo otro,… porque tú sabes que él hubiera no existe y- eres cruelmente cortado de todo aquel rollo que comenzabas a hacer por los nervios por un puñetazo en el estómago que hizo que te agacharas y agarraras tu estómago, ahí estaba tu respuesta Kagami Taiga, te dijiste a ti mismo pensándolo, pero estabas más que equivocado pues aquel que según en ese momento te odiaba sello tus labios con los de él y tu sorprendido no pudiste saborearlos.
-Antes de que digas más cosas Kagami-kun quiero decirte que siento lo mismo que tu- y tu aun sorprendido eres besado nuevamente por tu ser querido con la única diferencia que esta vez si eres capaz de corresponderlo.
El beso es lento ambos son inexpertos de cierta manera porque dada la naturaleza de Alex de besar a todos no es lo mismo que besar de la manera que ahora lo estás haciendo, incorporándote sintiendo que Kuroko se alza en puntitas para alcanzarte le agarras de la cintura mientras no separas tus labios de los de él, es ligero tanto que te da ternura en levantarlo, aunque sabes por varias ocasiones atrás que Kuroko odia que lo alcen de aquella manera, aunque se puede ver por el beso que en ese momento es lo que menos importa. Cuando ambos se separan y tu dejas a Kuroko de nuevo en el piso este te mira con afecto y tú al fin logras entender aquella mirada que en algún momento durante entrenamientos o estando solos ustedes dos en Magic Burger él ponía, y te auto regañas por ser tan tonto y esperar tanto tiempo en decirle lo que sentías por él.
-Kuroko- dijiste bajamente su nombre haciéndolo estremecer un poco.
-Dime Kagami-kun- fue su respuesta.
-¿Quieres ser mi novio?- la pregunta salió de tus labios sin pasar primero por tu cerebro (es un decir).
-Bakagami- dijo riendo levemente mientras aquella sonrisa te provocaba toda la dicha, pues tu eres el responsable de ella- Me encantaría- dijo para nuevamente acercarse a ti y depositar levemente y con algo de esfuerzo un beso corto sobre tus labios- Vamos o los demás comenzaran a hablar tonterías si no nos ven con ellos- dijo caminando hacia la salida de las canchas.
-Tienes razón- dijiste sonriendo, feliz de que aquel pequeño te correspondiera.
Y así fue como ambos chicos se confesaron en una cancha de Basquetbol.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.OMAKE.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Akashi que fue el primero en darse cuenta de que ahí faltaban dos personas, paro deteniendo a todos en el acto.
-Akachin ¿Por qué paras así de repente?- dijo de forma infantil como siempre Murasakibara, su pareja a lado vio exactamente porque Akashi se había detenido.
-Hacen falta dos personas ¿no creen?- dijo el pelinegro mientras les preguntaba a los demás.
-Ahhh!!! Kurokocchi y Kagamicchi- grito el rubio mientras veía para todos lados- ¿Dónde se habrán metido?
-Le di la llave a Kagami-kun para que cerrara el gimnasio, debe estar aun allá- dijo mientras sonreía la entrenadora de Seirin.
-Eso quiere decir que….- Kise no tuvo oportunidad de terminar la oración cuando todos comenzaron a volver.
Cuando volvieron de nuevo escucharon que Kagami hablaba con Kuroko por lo que decidieron esconderse y no molestar a aquellos chicos que sentían lo mismo por ambos después de todo pudieron observar y escuchar que se estaban confesado.
-Ya era hora- fue lo primero que salió de los labios del capitán de Seirin provocando un asentimiento de todos al estar de acuerdo con lo que decía.
-No pensé que Kagamicchi fuera tan romántico, podrías aprender un poco de él, Aominecchi- le reprocho el rubio a su novio que solo chasqueo la lengua.
-Yo te doy amor de otra forma, Kise idiota- todos se sonrojaron ante lo dicho.
-¡¡¡¡Aominecchi!!!!- grito avergonzado el rubio mientras hacia un gracioso puchero.
-Eviten decir sus intimidades aquí- menciono firme como siempre Akashi mirando a sus dos ex compañeros de equipo.
-Murochin tú quieres que sea más romántico- pregunto el peli morado a su ahora pareja, este le miro con ternura.
-No, la forma en cómo te comportas conmigo Atsushi es la que espero de ti- dijo suavemente mientras acariciaba la mejilla del más alto.
Akashi veía esto mientras sonreí por dentro, en verdad que deseaba la felicidad de Atsushi, no pudo evitar ver de reojo al castaño compañero de equipo de Tetsuya el cual seguía mirando la escena de los enamorados que se estaban besando en el gimnasio, Furihata tenía una mirada resplandeciente tal vez deseando tener algo así en su vida y Akashi, Akashi probablemente después de ver a ese castaño así se animaría a decírselo.
-Si Tetsuya lo intento porque yo no- dijo suavemente mientras comenzaba a caminar, pronto los tortolos se les unirían y no quería que descubrieran que lo estaban espiando.
Todos al ver al capitán de Rakuzan comenzaron a alejarse también del lugar, alegres de que al fin sus amigos estuvieran juntos, al fin de que Kagami y Kuroko se animaran a decirse lo que sienten, Felices de que presenciaran esto y sobre todo felices de que esos dos al fin encontraran a su pareja ideal.
-¿Piensas que estarán bien juntos?- fue la pregunta que salió de los labios de Himuro para Akashi pues este conocía y quería a Kuroko como un hermano al igual que él con Taiga.
-Si no lo pensara no dejaría que tu hermano se acercara a mi pequeño retoño- menciono algo feliz.
-Eres único Akashi Seijirou- fue la última palabra que dijo Himuro para luego sonreírle y caminar junto a su pareja.
Para sorpresa de todos Akashi había sonreído resplandecientemente mientras veía el cielo, en verdad le alegraba que Kuroko al fin fuera feliz.
Fin