Después de hablar con Yakov sobre los turnos que tendría, el uniforme siempre sería la playera y un jeans azul y por el día le permitía el pantalón cargo, también hablaron sobre el horario de atención de la tienda y turnos de descanso. Victor le explicó los deberes que tendría que hacer de ahora en adelante, algunos protocolos de venta como siempre saludar, despedirse, sonreír y aguantando una risotada le dijo que si era necesario debía ofrecer su cuerpo para vender.
-No creo que vaya a ser necesario, Victor - sonrió con el comentario, rascándose un costado de la cabeza.
- ¿No? Yo pagaría por ti, si te ofrecieras- Dijo Victor sin una gota de sarcasmo en su voz.
-Yo pagaría para que se mantuviera alejado de mí - intervino Yurio con el sarcasmo a flor de piel.
-Gracias, Yurio- murmuró apretando los dientes mientras Victor miraba al rubio divertido.
Toda la emoción de la apertura de la tienda se había esfumado después de dos días, ninguno de los tres había podido vender algo decente en ese periodo; pequeñas figuras, algunos cuadernos con portadas de series y uno que otro poster era lo poco que habían podido vender y a los tres les estaba desesperando.
-No lograremos ninguna maldita comisión si no movemos esta porquería de negocio - refunfuñó Yurio mientras abrazaba la armadura medieval que estaba limpiando con un paño.
-Ese lenguaje no es propio de un niño de tu edad -Comentó Victor mirando como Yuri rebuscaba a cuatro patas una figura que había tirado bajo un estante.
- ¿Qué edad tienes, Yurio? - Yuri se sentó de pronto en el piso cuando encontró la figura, desde que llegó se lo preguntaba, pero no se había atrevido a consultar.
- ¡Que dejes de llamarme Yurio! - le lanzó el paño en la cara, ignorando la pregunta.
-Oblígame - Yuri se levantó del suelo antes de Yurio intentara decir algo.
-No peleen o ahuyentarán a la clientela - Victor apuntó a un joven de traje acompañado de un chico vestido de un horrible uniforme gris en el segundo piso rebuscando mangas.
- ¿Es legal que trabaje?- el reprobado miraba a Victor con curiosidad.
-Tiene diecisiete y permiso, es suficiente para que trabaje si quiere -el aludido se encogió de hombros con tranquilidad.
Yuri Se acercó hasta la caja para susurrarle: -Yurio es un niño.
-Desde los quince saben lo que quieren, él será pequeño pero tiene la cabeza bien puesta-Se apoyó en el mesón donde estaba la caja mientras Yurio subía a ayudar a la pareja en el segundo piso. -Y tú, ¿Sabes lo que quieres?
Yuri agachó la cabeza y se volteó pensativo evitando la mirada azulina, intentando pensar en las cosas que quería y las cosas que no, repasando su vida de forma veloz, viendo los buenos y malos momentos que le habían llevado a ser un pésimo estudiante en la universidad y lo llevaron a acabar en la tienda.
-Por ahora... quiero acabar la universidad de una buena vez -reconoció después de unos momentos, simulando que leía los títulos de DVD en una de las estanterías - ¿Y qué quiere Victor?
-Las cosas que quiero van cambiando con el tiempo, creo - sonrió con una graciosilla sonrisa mientras se rasqueteaba una mejilla con un dedo -Por ahora también quiero acabar la universidad y otra cosa más.
- ¿Otra cosa más?
- Ajá -asintió apoyando el codo sobre la caja registradora y el mentón en la mano.
- ¿Me dirás? -Sonrió cuando Yuri levantó una ceja
-Sí, claro. Quiero partirte el trasero -Yuri se sonrojó hasta las orejas mientras un escalofrío recorría su espalda. Victor rio abiertamente divertido de las reacciones del vendedor -Me refiero a las ventas claro, eres un rival.
- ¡Ahhhhh! -Yuri suspiró notoriamente más relajado, pero con la espina clavada en su mente y pantalones - Por un momento pensé... ah, nada -le era muy embarazoso como para reconocer lo que había cruzado por un segundo por su cabeza.
Cuando los clientes se fueron después de comprarle un manga recomendado por Yurio y la tienda volvió a quedar sola, Yuri buscaba memorizar varios artículos para cuando alguien pidiera lo que buscaba no estuviera molestando a sus compañeros preguntando si habían o no. Victor miraba videos en YouTube
- ¿Qué tal si hacemos publicidad a la tienda?
- ¿Ah?
-No lo sé, si mencionamos quizá por las redes sociales lo que vendemos y esas cosas...
- ¿Piensas que no lo hemos hecho? -Yurio tomó su teléfono celular y le mostró la página de Facebook, Instagram y twitter que tenían de la tienda ofreciendo productos.
-Sí, pero... ¿No deberíamos hacer otro tipo de publicidad? Más... física. -Yuri le devolvió el teléfono al menor.
-Eso suena tentador, Yuri... -Victor asintió varias veces.
- ¿De qué diablos estás hablando?
-Él está hablando de salir a repartir volantes y ese tipo de cosas, ¿No?
- Exactamente, tal vez así llamaremos la atención. Se viene la temporada de Navidad, debemos atacar por ahí.
-Pues si hay que repartir volantes, ¡usemos a Victor!-Saltó Yurio mirando al aludido apuntarse a sí mismo con su dedo -es como el prototipo de viejo, bonito que las chicas querrían... y su cabello gris llamará la atención.
- ¡No es gris, es plateado! - refutó Victor cubriéndose la cabeza con ambas manos, Yuri se quedó mirando unos segundos la cabeza de Victor, él había pensado que se había decolorado el cabello o era albino.
- ¡El color que sea, rara mutación genética!
-Ahora ustedes no se peleen - Yuri quiso comprar un roseador de agua de botella para calmar a Yurio de sus explosiones tan repentinas. Suspiró antes de añadir: -Pero tiene razón Yurio, Victor. Eres el más guapo de los tres, al menos tendremos enganche con el público femenino.
-Si Yuri lo dice, entonces creo que está bien, de todos modos no hay mucho que hacer aquí dentro todavía -Se agachó para revisar el mueble de la caja registradora para rebuscar en el -. Yakov había sacado tarjetas hace tiempo, las metí por aquí o quizá en la bodega.
Yurio le miraba con ojos desdeñosos recordando que Victor en muchas ocasiones tenía una pésima memoria para recordar donde guardaba cosas o promesas que hacía... como llegar temprano para cubrir un turno. Finalmente las dichosas tarjetas estaban en un rincón oculto de la bodega, eran muy antiguas y de espantosa calidad.
-Estoy seguro que Yuri que estudia artes puede dibujar algo mejor a esta porquería impresa - comentó el rubio y Yuri no sabía si tomarlo como un buen o mal comentario.
Yuri al llegar a casa después de conversar de los artículos que llegaron para vender, cerrar la tienda y tragar algo de comida se fue a su habitación con un vaso de jugo. Se dedicó a dibujar varios bocetos después de averiguar y ver por una página web de internet un par de capítulos de la serie que tendrían que vender. Integró varios detalles de la tienda, los nombres de los tres vendedores y las redes sociales que tenía el local después de darle "me gusta" y "seguir".
Se quitó los lentes y suspiró cansado mientras se restregaba los ojos con ambas manos, hace tiempo no se sentía tan inspirado para dibujar en su tableta y no quería dormir hasta tener su proyecto terminado. No había visto la hora hasta el momento que terminó y decidiendo ir a dormir apagó su computador después de guardar su trabajo en un pendrive y llevarlo al otro día para imprimir.
Golpearon la puerta varias veces y después de gritar que pasara se asomó una mujer fumando un cigarrillo.
-Hola, Yuri - Exhaló entrando a la habitación - ¿Sigues con la depresión post reprobación de año?
-Sí, no... No lo sé - Reconoció Yuri, volteando la silla para mirarla -Pero me estoy esforzando para juntar el dinero y pagar la carrera.
-Todos alguna vez nos dimos contra el suelo en la universidad, Yuri- Volvió a dar una calada a su cigarrillo mientras se apoyaba en el marco de la puerta -La derrota duele más cuando trabajas. Pero sabes que te vamos a apoyar igual.
-Lo sé, pero por ahora me voy a enfocar en trabajar y juntar el dinero - le costaba hablar con su hermana o familia de este tipo de cosas, tendía a ser muy reservado con su propia privacidad y guardó silencio un largo rato mientras su hermana seguía fumando -Ah... ¿Querías algo más?
-Sí, que me devolvieras los vasos que tienes regados por la habitación -respondió apuntando diferentes direcciones del cuarto.
Yuri se levantó del asiento avergonzado a recolectar los vasos y llevarlos a la cocina.
A la hora de su turno sólo estaba Yurio en la tienda, así que le mostró su trabajo al rubio y después de tener su aprobación lo comenzaron a imprimir... de todos modos, Comic on Ice pagaba las hojas y tinta. Cortaron las hojas lo más decente que sus pulsos lograban y cuando llegó Victor a la tienda lo tomaron de ambos brazos y lo metieron a la bodega.
- ¿Qué están haciendo? -Preguntó luego de que lo sentaran en la silla que usaban de descanso al interior de la bodega.
- ¿Deberíamos hacerle el cabello hacia atrás? -Preguntó Yuri al menor de los tres, pasando la mano por la frente de Victor moviendo el flequillo hacia atrás, Victor ni tonto ni perezoso posó las manos en la cintura de Yuri y se acercó un poco más a él - ¿Se verá bien?
Yurio soltó una enorme carcajada al ver la frente de Victor, era tan contagiosa que a pesar que Yuri no entendió porque se reía, se llevó una mano a la boca intentando no reír y bajó el flequillo de Victor, dejándolo como lo traía.
-Entonces así está bien... - Victor se escondió en el torso de Yuri intentando contener las ganas de fastidiar a Yurio con su rostro femenino.
Finalmente decidieron que no podían rajar el uniforme y no podían dejar que estuviera a torso desnudo en zona pública. Sólo le dejaron desabotonada la playera del uniforme y le entregaron los panfletos para que fuera sólo por una hora a la estación de metro a una cuadra del local y que se enfocara en las adolescentes y chicas jóvenes para atraer público a rastras. Victor asintió y salió prometiendo volver a la hora.
Pero la hora pasó y Victor no volvía, Yuri y Yurio se habían dedicado a conversar un poco de sus vidas mientras esperaban a que Victor volviera mientras veían una serie en una pantalla pegada a una pared, Yuri se sorprendió que el rubio fuera bastante maduro a pesar de ser un impulsivo explosivo.
-Creo que ya se llevó la policía a Victor -Dijo Yurio derritiéndose sobre la caja registradora.
- ¿Tú crees que deberíamos ir a mirar?
-No lo sé, mejor para mí, más comisión... -Se encogió de hombros -Pero no puedo negar que me preocupa el viejo.
-Deja de decirle viejo si no es tan viejo.
-Para ti no, porque para allá vas.
-Oye, tú no te haces joven - Apagó el televisor y se volteó -. Vamos a buscarlo.
Cerraron la tienda un momento poniendo el letrero que estaban en colación, de todos modos no entraba mucha gente. Caminaron hasta la estación del metro y bajaron la escalera, cuando llegaron al pasillo vieron un tumulto de chicas rodear al que reconocieron de inmediato como Victor sacándose fotos con algunas de las chicas que le hablaban.
-Viejo verde... -rezongó levantando una ceja, Yuri estaba sorprendido de lo que veía.
- ¿Victor? -Yuri ignoró el comentario de Yurio y el grupo de chicas, se acercó hasta el vendedor y le tomó del brazo para que volteara a mirarle -. Tenías que volver desde hace mucho, estaba preocupado.
Un chillido estridente se escuchó de parte de una chica vestida de escolar mientras se llevaba las manos a la nariz y se alejaba nerviosa. Victor le sonrió abiertamente a Yuri y se disculpó mientras Yurio metía sus manos en los bolsillos esperando a irse, no le gustaban muchos los grupos grandes de mujeres.
-Me había entretenido con algunas chicas que me empezaron a hablar mientras estaba entregando los volantes, pero los había entregado todos, los publicité muy bien a ustedes, la página y el local -Les contaba mientras se ponía las manos en la nuca caminando tras ellos.
Al otro día para sorpresa de Yuri, cuando volvió al local a trabajar, la entrada estaba rodeada de chicas. Era su turno de abrir la tienda así que corrió hasta la entrada y una chica le detuvo antes de abrir la puerta con la llave.
-Hola ¿Trabajas aquí? - Le sonrió la joven con vergüenza en su voz.
"¿Por qué me pregunta eso si me ve abriendo la puerta? ¿Tengo cara de que me dedico a abrir puertas nada más?"
-Ah, sí... déjame abrir - le sonrió cortésmente de vuelta mientras terminaba a abrir la puerta.
-Oh, es que quería saber algo... -sacó de su bolso un teléfono celular y un volante, después de buscar algo en el aparato le enseñó una fotografía donde salía ella junto a Victor- ¿Él trabaja aquí? Me gustaría que él me venda algo.
- ¡No puede ser!-Yuri miraba el teléfono incrédulo mientras otras chicas también mostraban sus fotografías con él y decían exactamente lo mismo.
- ¡Yuri, ya viste lo que hizo Victor! -El grito de Yurio retumbó por todo el local mientras se abría paso hasta el estudiante de artes.
"A eso se refería de vender su cuerpo, ¿Huh?" Pensó mientras soltaba un suspiro.
-Sí, lo vi... no puedo negar que ha sido muy inteligente.
Se escuchó el chillido de una chica avisando que llegaba el muchacho de las fotografías, Yuri se volteó a mirar a Yurio preocupado por las ventas que perderían por la astucia de Victor. Yurio miraba con los labios apretados entrar a Victor por primera vez en meses temprano a la tienda, luego miró a Yuri y le estiró la mano y con rapidez la estrechó, ambos en silencio hicieron una promesa de honor: No importara quien ganara en ventas, siempre y cuando vencieran a Victor y su astucia de zorro.
Sería un dos contra uno.