Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

39. Un Frío día de Invierno (25) por dayanstyle

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Eric podía decir que algo molestaba a Hyesung. Los ojos de su pareja parecían nublarse con esa falsa sonrisa. Sabía que todo era extraño y nuevo para su pareja. Era un infierno empezar en un lugar que no era familiar.

Eric hacía su mejor esfuerzo para que Hyesung se sintiera bienvenido, pero sabía que era solo cuestión de tiempo para que su pareja se acostumbrara a su nueva vida.

Le tendió la mano a Hyesung. —Vamos, daremos un paseo.

 

Hyesung abrió más los ojos viendo a Eric con esos hermosos ojos café-chocolate. —¿Quieres que suba a ese gran caballo?

Se rio y tomó la mano de Hyesung ayudándolo a subir. Una vez que Eric había colocado a Hyesung frente a él, chasqueó la lengua para que Amor Perdido empezara a moverse. —¿Estás caliente?

Hyesung asintió y jaló más fuerte la manta en sus   hombros.

r13;Con la manta y tu caliente cuerpo, estoy quemándome.

Eric apretó sus brazos alrededor de Hyesung mientras guiaba a Amor Perdido por los terrenos de su propiedad. Era una magnifica vista, especialmente ahora con la manta de nieve sobre la tierra. Eric se sentía feliz en lo profundo de su interior con su pareja sentado tan cerca. Era un momento tranquilo y pacífico, una intimidad que no requería palabras. Nunca pensó en encontrar a alguien con quien compartir ese tipo de belleza y Hyesung parecía ser ese perfecto alguien.

 

Amor   Perdido   caminaba   lentamente,   permitiendo  a Eric y a Hyesung disfrutar el placer de un momento a solas. Su casa siempre estaba ocupada, tener tiempo a solas era raro. Eric apoyó su mentón en el hombro de Hyesung, suspirando alegre. Su pareja olía maravillosamente, como a tierra salvaje. La única cosa mejor que ese olor era la sensación de Hyesung acurrucado en sus brazos. El hombre ajustaba perfecto.

—¿Te arrepientes de reclamarme? —Hyesung preguntó en un murmullo, su voz quebró el silencio que Eric estaba disfrutando mucho.

Eric guió el caballo alrededor de una gran roca mientras sopesaba la pregunta de Hyesung. ¿Por qué preguntaría algo así? —No —contestó honestamente—. He estado solo mucho tiempo, Hyesung. Nunca pensé ni siquiera que tendría una pareja. Eres una bendición para mi vieja alma.

Hyesung lo miró, sus cejas juntas. —No eres viejo.

 

Eric le sonrió a su pareja, besando su roja-rosada mejilla. —Te sorprenderías.

Hyesung se giró y suspiró. Presionó su espalda contra Eric, sintiendo que había hecho sonreír a Eric.

Siguieron cabalgando, pero la temperatura era muy fría, Eric estaba preocupado por su pareja. Hyesung parecía feliz en sus brazos, no se quejaba por el frío. Guió a su caballo hacia la pradera, apreciando los árboles con nieve cubriendo las ramas. Pero nada podría ser mejor vista que el ver a Hyesung acurrucado en él.

—¿Tus hijos están enojados porque soy tu pareja? —Hyesung preguntó después de lo que sintió horas de pacífico silencio.

Eric vio a su pareja, preguntándose de dónde había sacado una idea como esa. ¿Algunos de sus niños le habrían dicho algo a Hyesung? ¿Por qué Hyesung le estaba haciendo esas extrañas preguntas?

Si alguno de sus hijos le habían dicho algo grosero a su pareja, él iba a arrancarle la piel.

—Son gay. No creo que el que seas un hombre sea un factor que moleste a alguno, Hyesung. —Quería preguntarle a su pareja por qué hacía esas preguntas, pero sabía que Hyesung no se lo diría. No era del tipo que acusara a alguien.

Hyesung se quedó en silencio, haciendo que Eric pensara más. Quería saber cuál de sus hijos le había dicho algo. Una pregunta así no caía de cielo. Eric lo dejó ir por ahora, rehusándose a arruinar la escena en su romántica cabalgata con Hyesung.

—Mira —Eric dijo señalando un ciervo de  doce puntas. El ciervo se quedó ahí viéndolos mientras Eric detenía el caballo. Ellos se quedaron viendo al ciervo un momento más antes de que saliera corriendo al bosque.

—Esto es muy hermoso —Hyesung comentó—. Gracias.

 

Eric tenía la sensación de que su pareja le agradecía por algo más que solo la cabalgata. Le besó un lado de la cabeza antes de girarse a la casa. Su pareja necesitaba entrar en el calor. Incluso con la manta rodeándolo,  estaba enfriándose.

—¿Regresamos a casa? —Hyesung preguntó inclinando la cabeza hacia atrás, viendo a Eric bajo esas oscuras pestañas. Si no estuviera tan frío aquí afuera, Eric podría llevarlo a algún lugar privado y mostrarle lo mucho que le afectaba el cuerpo de Hyesung.

—Si —contestó, tocando la nariz de Hyesung con la punta de su dedo con guante—. Está muy frio aquí afuera, y tengo trabajo que terminar. —Necesitaba mantener el control de su libido. Su pene pulsaba en sus jeans, listo para explorar el tentador cuerpo de Hyesung.

 

Desde que su pareja había aparecido, el cuerpo de Eric estaba en perpetuo estado de excitación. Estar alrededor del elf lo mantenía en constante excitación. Solo al ver los ojos café de Hyesung, estaba listo para joderlo por días.

Podía ser el más viejo de los osos, pero Eric estaba bien seguro de que podría hacer que sus hijos corrieran por su dinero. Eric estaba tan caliente alrededor de Hyesung que la nieve se derretiría y el aire debería ser como la humedad del verano.

Sus jeans comenzaron a apretarse, incómodo, mientras se acercaban a la casa. Necesitaba alejarse de Hyesung si incluso quería terminar su trabajo.

—Regresaré a tiempo para cenar.

 

Hyesung parecía que iba a hacer un puchero cuando una bola de nieve golpeó el muslo de su pareja. Eric gruñó viendo alrededor, vio a Lee Joon y Seung Ho riéndose en un costado de la casa.

—Creo que nos declararon la guerra —Hyesung   murmuró—. ¿Retribución?

 

A Eric le gustaba la manera en que su pareja brillaba con diabólica travesura en los hermosos ojos café. —Me gusta tu manera de pensar —le murmuró. Y lo hacía. Hyesung iba a adaptarse muy bien aquí.

Desmontando, Eric bajó a Hyesung de la montura y le dio las riendas del caballo a LEO, quien por alguna extraña razón tenía el ceño fruncido. Pensaría en su hijo mayor después. Ahora tenía unos cachorros gemelos que torturar.

Hyesung tomó la mano de Eric, jalándolo hacia la parte de atrás de la casa en donde había al menos seis bolas de nieve para cada uno. Hyesung dobló la manta en sus brazos, se acercó las bolas de nieve que estaban en el recodo mientras se arrastraban en donde estaban los gemelos escondidos, construyendo su propio arsenal de fríos misiles.

—Ahora —Eric murmuró mientras él y Hyesung comenzaban su asalto.

—¡Hey! —Seung Ho gritó cuando él y Lee Joon salieron, lanzando bolas de nieve sobre sus hombros mientras rodeaban la casa.

Hyesung se reía mientras los atacaba, haciendo que la sonrisa de Eric brillara como el sol. Su pareja era simplemente hermoso cuando luchaba contra los gemelos. Sus ojos parecían brillar como diamantes.

—Les dimos —Lee Joon gritó mientras corría hacia el porche.

Eric tomó a Hyesung, jalándolo a la puerta, quería a su pareja adentro en donde pudiera estar caliente. Cuándo abrió la puerta de malla, lanzó la última de las bolas de nieve, golpeando a Lee Joon en la cabeza.

—¡Pa!

 

Eric se reía mientras empujaba a Hyesung al interior. Les había dado una lección a sus cachorros. Nadie le ganaba a papá oso. Con su mano en la baja espalda de Hyesung, Eric guió a su pareja hacia el crujiente fuego y se sentó en el suelo.

—Ahora iré a terminar mi trabajo. Quédate aquí y mantente caliente. —Se inclinó besando a Hyesung antes de enderezarse y salir aun con una erección. Podía ver a Hyesung viendo su ingle, sus ojos café se oscurecieron con una sonrisa en sus labios.

Eso no ayudaba.

 

Eric se reía mientras caminaba entre los gemelos que fruncían el ceño y se dirigió al establo. «Malos perdedores».

Cuando entró al calor del establo notó a LEO trabajando en una de las caballerizas, con el ceño profundamente fruncido. Sabía que Leo no era el más feliz de los cachorros, pero nunca lo había visto tan irritado.

—¿Algo te molesta, hijo?

 

Leo no dijo ni una palabra y siguió trabajando. No le gustó eso. Ellos habían trabajado lado a lado, manejando el rancho desde que se establecieron aquí. Aunque realmente no era que hablaran mucho.

Eric se acercó, apoyó su brazo en una de las caballerizas y vio a Leo que sacaba violentamente el heno de la caballeriza. Sus movimientos eran maniáticos, torpes y si no lo conociera bien diría que su hijo estaba tratando de trabajar para sacar lo que tenía en su cabeza.

Se quedó ahí, esperando a que su hijo comenzara a hablar. Cuando Leo no dijo ni una palabra después de varios minutos, Eric se colocó entre el mayor de sus cachorros y la carretilla. —Habla, hijo. Nada bueno viene de mantenerlo dentro.

Leo dejó de caminar, dándole la espalda a Eric mientras hablaba. —Desde que él apareció, has actuado diferente.

—¿Y ese él, puede ser, Hyesung? —Eric estaba un poco sorprendido con el venenoso tono de Leo. Nunca lo había oído con esa brusquedad antes. Así no era él, y Eric no podía imaginar si Hyesung era la razón de su ira. Su pareja no había sido más que dulce y bondadoso con sus hijos.

Solo no lo entendía.

Leo echaba vapor mientras se giraba, viendo a Eric. Podía decir que a su hijo le molestaba algo, pero no se permitía pensar en faltarle el respeto a Eric. —Cede, o tú y yo podemos tener fuertes problemas, hijo.

Leo dejó caer el tridente, sus ojos ardían. —Él se metió en la caja de tu camioneta con un bebé y una pistola en la  pañalera. ¿Cómo sabes que el cachorro no es robado? ¿Cómo sabes que su tribu no está detrás de él porque robó al pequeño niño? ¿Qué sabes realmente de él, Pa?

Leo habló de una vez. Cuando sus labios no dijeron otra palabra y eran solo una línea, Eric sabía que Leo había terminado con sus reproches.

—Porque él es mi pareja, hijo. Entenderás lo que eso significa cuando encuentres a la tuya. Confío en Hyesung. Confío en lo que me dijo.

—¿Por qué? — Leo le gritó—. ¡Solo porque él sea tu pareja no significa que no te mienta! ¡Eres un tonto por creer cada palabra que dice!

Eric tenía a Leo contra el suelo en segundos, los ojos de su hijo más abiertos cuando vio la seria expresión de Eric. Se quedaron así un momento mientras Eric tomaba el control de su ira. Sabía que lo que Leo sentía eran celos y como el mayor se sentía obligado a cuidar a su familia, pero Eric no iba a tolerar que su hijo le hablara de esa manera.

Entrecerrando los ojos, Eric habló con una calma que estaba más allá de la tormenta de rabia en su interior. Su oso estaba cerca de la superficie, listo para enseñarle algo de respeto. Ahora sabía de dónde habían venido las inseguras preguntas de Hyesung.

Trató duro de no estrangular al niño, por cualquier cosa que hubiera dicho o hecho para hacer que Hyesung se sintiera de esa manera. Él era su oportunidad de ser feliz y después de todo por lo que había atravesado en su vida, se merecía un poco  de eso.

Incluso si las cosas estaban tensas alrededor de su casa, Eric disfrutaba de la felicidad que el destino le había dado.

—Escúchame, Leo Moon, y escúchame bien. Te amo con cada respiración que tomo, pero no te permitiré que me hables como una puta. Si no me hablas con respeto, entonces tú y yo realmente tendremos grandes problemas.

Los ojos de Leo brillaban con las lágrimas que Eric sabía que luchaba por no liberar. Se apartó ofreciéndole la mano. Leo tomó la mano de Eric y se puso de pie. Leo se sacudió el polvo, y Eric sabía que estaba tomando tiempo  para controlarse.

—Estoy preocupado por ti, Pa._  Y ese era la raíz del problema.

—Hijo, honestamente ¿crees que alguien puede guiarme con una argolla en la nariz y yo lo seguiría ciegamente?

Leo se encogió de hombros mientras se aclaraba la garganta. —Hyesung parece hacerlo.

Eric suspiró mientras acunaba su mano en la parte de atrás del cuello de Leo y lo jaló, acercándolo. —Amo a todos mis niños, y amo a mi pareja y mi nuevo hijo, pero nadie está sobre mí.

Leo asintió dentro del pecho de Eric, recordándole cuando su hijo era un cachorro. En ocasiones, aun lo era. Leo nunca se había enamorado y no entendería lo que Eric sentía hasta que encontrara a su pareja.

Rezó porque Leo encontrara pronto a su pareja.

 Su hijo mayor merecía sentir lo que Eric sentía en su interior. Saber la alegría de tener su otra mitad, sabiendo   que nadie más en el mundo puede tomar su lugar. LEO merecía ser amado.

 

—Un día entenderás todo, LEO.

 

LEO pateó el heno y empujó las manos dentro de sus bolsillos delanteros, viéndose en toda la palabra, perdido. Eric odiaba verlo de esa manera.

Si, sabía que él había cambiado con Hyesung en su vida, pero no creía que para mal. Hyesung lo hacía sentirse como un hombre joven de nuevo. Hacía que Eric sonriera en su interior. Sabía que LEO no tenía problemas con que él fuera feliz.

Su hijo tenía problemas para dejarlo ir. Compartirlo.

—La cena estará lista pronto. ¿Por qué no entras? Yo termino aquí.

LEO asintió, saliendo del establo como un cachorro apaleado. Eric odiaba verlo de esa forma. Todos estaban encontrando a sus parejas, y él aun seguía solo.

Eric caminó a la puerta del establo, los gemelos aun estaban tonteando en el porche del frente. —Traigan sus traseros aquí —gritó.

Los dos llegaron corriendo.

 —Terminarán las tareas de LEO.

 —Pero, Pa —Lee Joon hizo un gesto de dolor cuando vio la mandíbula de Eric—. Lo haremos.

Eric sonrió y salió el establo. Esos dos habían nacido con la palabra ‘problema’ grabada en sus frentes. Tomando las riendas, Eric subió en el lomo de  Amor Perdido y se dirigió a su propio trabajo. Se acomodó su sombrero Stetson su mirada perdida mientras pensaba en LEO. Su hijo iba a pasar un difícil momento para aceptar el hecho de que nadie iba a lastimar a su Pa.

Entendería eso.

 

Pero también sabía que en ocasiones los niños pasaban momentos difíciles para aceptar a un nuevo padre, incluso cuando eran adultos. LEO siempre se había sentido obligado a cuidar a Eric, incluso aunque él podía cuidar de si mismo.

Ahora ese trabajo era de Hyesung y dejarlo en ocasiones era algo difícil de hacer.

 

continuara...

Notas finales:

tengo que decirlo... AMO A ESTOS OSOS, adoro a Eric Moon y su forma de ponerle caracter a sus niños adultos, definitivamente éste es uno de mis libros favoritos...

dejen rw


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).