—Te traje algo de café —dijo Pa mientras entraba en la recámara de Ryeowook.
Levantó la vista para ver a Pa, preguntándose si el hombre había perdido la cabeza. ¿Desde cuándo Pa voluntariamente le daba café? Era más de quitárselo a Ryeowook.
—No gracias —contestó desde la cama.
Ryeowook estaba acurrucado en la cama con las sábanas alrededor de sus hombros, como un capullo de su dolor, evitando que saliera y lo golpeara. Su corazón se había roto, dejando un gran y sangrante hoyo en el centro de su pecho, carcomiéndole, recordándole lo que había perdido.
Su pareja estaba muerto para él, se había ido, perdido para siempre.
Y Pa le ofrecía café. Qué irónico.
—No puedes esconderte aquí por siempre Ryeowook.
—¿Quieres apostar? —dijo Ryeowook mientras veía el suelo, frescas lágrimas bajaban de sus ojos—. No tengo ninguna razón para salir. Mi pareja me repudió. ¿Para qué quiero vivir?
Pa dejó la jarra de café en la cómoda de Ryeowook, cruzó el cuarto y se sentó en la cama. Ryeowook no quería compañía ni palabras suaves.
Quería a su pareja.
El dolor lo consumía tanto que Ryeowook estaba sorprendido de que no lo hubiera matado. ¿Cómo podía doler tanto y aun seguir con vida? No era eso posible. Su cuerpo entero dolía por ser sostenido por Yesung, un hombre que se declaró muerto para Ryeowook.
¿Cuál era el punto?
—Te dejaré el café aquí. Jae Hyo envió algo de sangre. Deberías de beber algo. Estás demasiado delgado.
Ryeowook podía oír la preocupación en la voz del oso, pero no le importaba. Yesung no lo quería. Su pareja no lo quería. Ryeowook se giró viendo hacia la pared, mientras la desesperanza y la desesperación lo inundaba. Odiaba lo que había hecho y deseaba con todo su ser poder haberlo retirado. Pero sabía que algunas cosas no podían perdonarse.
Pedir que arrancaran la cabeza de tu pareja está en la cima de la lista.
—También deberías de bañarte —dijo Pa, tratando de aligerar el humor. Ryeowook apreciaba eso, pero perdía el tiempo con él, nunca sonreiría de nuevo.
No tenía ninguna razón.
Pa se levantó de la cama, palmeó el brazo de Ryeowook y lo dejó inundándose en su miseria. Ryeowook merecía su miseria, y más que eso por lo que había hecho. Siguió acostado mientras las lágrimas corrían como ríos manchando la cama.
Su cuerpo se estremecía mientras lloraba, sosteniendo su cintura y rezando porque el dolor terminara pronto. Su vida se había acabado porque él tuvo miedo a lo desconocido.
Y ahora estaba sin pareja.
Hyesung tomó la mano de Eric mientras caminaba con su pareja a la puerta del frente del Alfa, nunca había visto a Eric tan determinado antes. Sus gruesas cejas juntas en un profundo ceño fruncido, y sus labios eran tan delgados que casi eran transparentes.
Tenía que correr para seguir los largos y rápidos pasos de Eric, haciendo a Hyesung jadear mientras corría a su lado. Había insistido en acompañar a su pareja. No había manera en el infierno que permitiera a Eric enfrentar la furia del Alfa solo.
Estaba preocupado por dejar a Yoo Geun, los osos le habían prometido cuidar a su hijo. Eso era una pequeña tranquilidad cuando el líder de su tribu quería tener en sus manos a Yoo Geun, pero Hyesung no podía dejar que Eric viniera aquí solo.
La puerta del frente se abrió incluso antes de que ellos subieran los escalones del porche. Jongin estaba ahí con sus brazos cruzados sobre su pecho, ira llenaba esos ojos grises. r13;¿Me traes al vampiro?
Eric siguió subiendo los escalones sacudiendo la cabeza. —No.
El Alfa gruñó, pero se apartó permitiendo que entraran a su hogar. ¡Era enorme! Hyesung sabía de hecho que él se perdería en ese lugar. Se apresuró a seguir a Eric mientras recorrían un largo pasillo y entraban en lo que parecía una oficina.
Se sobresaltó cuando la puerta se cerró detrás de él.
Había otro hombre ahí, sentado tenso en un sofá de piel, con el ceño fruncido viendo a Eric y a Hyesung. Se preguntó si sería la pareja de Ryeowook. El hombre era hermoso como el infierno. Incluso la ira en su expresión no desmerecía su hermosa cara.
Pero Hyesung solo tenía ojos para su fuerte y alto oso.
—Entonces dime por qué estás aquí —gruñó Jongin mientras se sentaba detrás de su gran escritorio de caoba, señalando las dos sillas frente a él. Eric soltó la mano de Hyesung y tomó asiento, Hyesung siguió su ejemplo.
—Vine a hablarte de Ryeowook —Eric empezó.
—¿Te refieres a mi traidor ex–pareja? —el hombre del sofá dijo molesto, levantándose.
Así que era la pareja de Ryeowook. El corazón de Hyesung se hundió por el chico. Tenía que ser difícil de tragar el hecho de que tu pareja te quisiera muerto. A Hyesung ni siquiera le entraba eso en la cabeza. Moriría miles de veces si Eric hubiera hecho lo que el vampiro hizo llamando a sus hermanos.
—Estaba asustado.
Yesung soltó una amarga carcajada. Hyesung podía ver el dolor irradiar de los ojos de Yesung. —Yo no hice nada que lo justificara. No he sido más que amable y paciente con él. Él es quien huye de mí cada vez que trato de acercarme. Él fue quien llamó a sus hermanos para que trataran conmigo porque estaba asustado para confrontarme. Tener miedo es una cosa. Podía manejar el miedo de mi pareja. Hubiéramos podido tratar con eso. Querer mi muerte está fuera de toda lógica.
—Eso fue un error —Eric argumentó.
—¿Entonces por qué no está aquí diciéndome eso? _ Eric gruñó y se levantó de su silla acercándose a Yesung, Jongin también se puso de pie. —Porque él está en su cuarto dejándose morir de inanición. Está tan jodidamente delgado que su piel es casi transparente. No come, ni se baña ni sale del cuarto. ¡Trata de morir!
Hyesung contuvo las lágrimas cuando la ira de Yesung se volvió preocupación. Sus ojos grises se abrieron más. Hyesung sabía que Yesung iría tras Ryeowook, pero justo en ese momento la expresión de ira regresó y curvo los labios. —Bien.
—¡Hijo de perra! —Eric gritó lanzándose hacia Yesung, cambiando a su forma de oso. Hyesung gritó cuando Yesung cambió a lobo, ambos gruñían.
—¡Detenlos! —Hyesung le gritó al Alfa.
Jongin sacudió la cabeza viendo a Hyesung. —Necesitan tratar con eso. Ambos están enojados porque ambos aman a Ryeowook. Yesung podrá actuar como si no le importara, pero le importa. Sufre, así que usa a Eric para sacar eso.
Hyesung se quedó con la boca abierta con lo que Jongin dijo. —¿Está usando a mi pareja para ventilar su ira? ¡Infiernos, no!
—Hyesung corrió entre los dos mientras ellos circulaban uno alrededor del otro, determinado a detener esa loca mierda.
—Hyesung —Jongin gritó su nombre.
—No —gritó sobre su hombro—. No quiero que Eric termine herido a causa del jodido de Ryeowook. El pequeño bastardo puede morirse para lo que me importa. Eric es el hombre más importante en mi vida y no voy a sufrir porque él ama a esa pequeña mierda como si fuera su hijo.
Yesung cambió, sus manos en un puño a sus lados mientras aullaba. —No hables de esa forma de mi pareja, ¡o jodidamente te mataré!
Eric rugió saltando en el aire, pero Hyesung lo sostuvo.
r13;Solo sigue con esto —murmuró al oído de Eric.
Hyesung se giró para ver a Yesung. —¿Qué te importa? Le dijiste que estabas muerto para él. Entonces, ¿por qué te importa que muera? Deja que el bastardo muera de inanición. ¡Un problema menos con el que tengas que tratar!
Yesung aulló de nuevo, las alas de su nariz se movían mientras veía a Hyesung con odio, como si quisiera matarlo. Y entonces comenzó a carcajearse. La carcajada era amarga y no llegaba a sus ojos. Ahí seguía dolor e ira. —Veo lo que estás haciendo, y no funciona. Soy un lobo Timber. Oí lo que le murmuraste a tu pareja. Vienes aquí llorando con una historia acerca de que Ryeowook está muriendo. Lindo intento. Hasta donde sé, él puede estar carcajeándose en su casa por su traición. Jódete. —Yesung gruñó las últimas palabras, saliendo como tromba de la oficina y cerrando la puerta tras él.
Bueno, lo había intentado.
—Dime la verdad —dijo Jongin volviéndose a sentar.
Hyesung tragó saliva y se giró hacia el Alfa. Ahora que la escena dramática había terminado, el hombre se veía amenazador como el diablo sentado tras el escritorio. Hyesung se sentó en una de las sillas de piel mientras Eric aun seguía en su forma de oso.
—Lo que Eric dijo es cierto. Ryeowook solo se queda acostado, dice que su padre decía que los shifters eran barbaros y que lo matarían si se emparejaba con uno. Temía por su vida.
—Pero eso no tiene sentido. Él vive con shifters —Jongin puntualizó.
—¿Conoces a Ryeowook? El hombre no tiene un hueso lógico en su cuerpo. Eric me dijo que tiró toda la comida porque vio un programa de televisión en el que decían que era malo para el consumo. Ryeowook tiene una extraña forma de pensar, pero siempre tiene buenas intenciones.
—¿Buenas intenciones? —Jongin bufó—. Quería a mi molesto primo muerto, ¿esa es buena intención? Será un dolor en mi siempre amoroso trasero pero aun así es familia.
—¿No lo querías tu muerto? —Hyesung señaló, y deseó haber mantenido la boca cerrada cuando Jongin entrecerró los ojos—. Solo digo lo que Eric me dijo, y al parecer Yesung ha estado en más de una lista para ser golpeado.
Jongin se recargó, estudiando a Hyesung. Y entonces le sonrió, lo que hizo que las bolas de Hyesung se apretaran. —Yo lo hice. Háblame de sus hermanos.
Hyesung no estaba seguro de qué decir. No sabía mucho acerca de los hermanos de Ryeowook. Por lo que había visto ellos se preocupaban por Ryeowook y solo trataban de cuidar a su hermano menor. —Ellos no ven la verdad. Su padre llenó sus cabezas de odio. Solo intentan proteger a Ryeowook.
Jongin asintió mientas Eric cambiaba. Gruñó cuando vio a su pareja de pie desnudo. —¡Ponte algo de ropa! Esos son mis dulces —Hyesung gruñó.
Jongin se rio y se puso de pie. —Iré a ver si E.Den tiene algo de ropa para tu pareja.
Cuando el Alfa salió de la oficina, Eric sacó a Hyesung de su asiento. —Por un momento me engañaste. Pensé que realmente querías que Ryeowook muriera.
Hyesung sonrió y abrazó a Eric, sintiendo el pene de su pareja en su abdomen. —Solo estaba tratando de que Yesung viera que realmente le importa lo que le suceda a su pareja. Casi funcionó. —Hyesung se entristeció al ver que Yesung no iba a perdonar al vampiro.
Principalmente Ryeowook la jodío, pero rezaba porque él y Yesung pudieran resolver las cosas. Era una vergüenza ver que dos personas destinadas fueran tan malditamente miserables.
Jongin regresó a la oficina y le dio algo de ropa a Eric, entonces tomó la muñeca de Hyesung. Hyesung entró en pánico, no sabía por qué el Alfa lo tomaba… hasta que vio que Jongin sostenía unas llaves.
Los ojos de Hyesung se abrieron más cuando el Alfa desbloqueó el brazalete de su muñeca. —¿Cómo?
—Un pequeño regalo de Kiseop.
Ahora Hyesung estaba incluso más confundido. —¿Conoces a Kiseop? —El elf de las sombras era leyenda en su tribu. Kiseop era el responsable de la guerra contra su tribu. Kiseop era responsable de la muerte de muchos de ellos. ¿Y Jongin lo conocía? Jaló su mano libre viendo al Alfa. Si Jongin tenía una llave, eso significaba que había estado cómodo con Kiseop—. ¿Sabes que mucha de mi gente fue asesinada a sangre fría?
—¿Nadie te dijo por qué?
«¿Por qué?»
¿Podría haber una posible razón para matar a tantos elves inocentes? Su vida había cambiado para siempre a causa de Kiseop. Hyun Joong se había vuelto cruel y desinteresado a causa de la guerra entre los elves del bosque y los elves de las sombras.
r13;Ilumíname.
Jongin sonrió y se apoyó contra el escritorio. —Me agradas.
«Como sea».
—¿Conocías a alguien de nombre Sung jun?
—Si, desapareció sin dejar rastro. Asumimos que era otro que moría a causa de la guerra. —Eso es lo que Hyun Joong le dijo a todo el mundo. ¿Sería otra mentira?
—Sung Jun violó y asesinó a la hermana de Kiseop. Eso fue lo que inició la guerra. Kiseop estaba buscando al responsable.
Hyesung se quedó con la boca abierta, su cabeza estaba girando cuando finalmente conoció la verdad. Hyun Joong les había dicho que Kiseop quería regir a los elves del bosque. Que esa era la causa de la guerra. Hyun Joong juraba que lo único que hacía era proteger a su pueblo. —¿Hyun Joong lo sabe?
Jongin gruñó, enderezándose. —Hyun Joong sabe eso y mucho más. Incluso pidió mi cabeza y la de otros tres lideres.
Hyesung se sentía enfermo. ¿Cómo Hyun Joong los había traicionado tan profundamente? Levantó la cabeza y vio al lobo a los ojos. —Él está tras mi hijo, Yoo Geun. Trata de matarme para tener a mi hijo. ¿Sabes por qué?
Jongin sacudió la cabeza viendo a Eric, una disculpa en su mirada. Hyesung tenía la sensación de que el Alfa no tenía esa mirada muy a menudo. —No, pero tienes todo el apoyo de mi manada. No dejaremos que nadie se acerque a Yoo Geun.
r13;Jongin se giró hacia Eric, extendiendo la mano.
Eric la estrechó mientras jalaba a Hyesung a su lado.
r13;Gracias.
Hyesung salió sintiéndose como un hombre libre. Ya no tenía el brazalete en su muñeca. Quería saltar de alegría mientras levantaba el dedo medio hacia el cielo.
—¿Qué fue eso? —Eric preguntó subiendo a la camioneta.
—Eso era por Hyun Joong. También por el estúpido brazalete.
—No entiendo lo que sucedió. ¿Por qué Jongin necesitaba una llave para quitártelo?
—¡El brazalete es una maldición! —Y lo era. Si Hyesung no lo veía nunca en su vida, sería un hombre feliz—. Esclaviza a los elves quitándole su poder de desaparecer.
Eric sacó la camioneta de la entrada. —Me hubiera gustado que me lo dijeras.
Hyesung sacudió la cabeza mientras se dirigían a la casa.
r13;Incluso si lo hubiera hecho, no había nada que pudieras hacer sin la llave.
Eric se inclinó y besó a Hyesung antes de tomar el camino principal, haciendo a Hyesung más feliz de camino a casa.
continuara...