Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

39. Un Frío día de Invierno (25) por dayanstyle

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mir gimió mientras se frotaba la cabeza. Su visión estaba nublada, y su cabeza estaba pulsando fuerte en sus oídos.

—Era tiempo de que despertaras.

 

Mir rodó de la cama en la que estaba acostado, cayendo al duro suelo. Se puso de pie, listo para encargarse de quien estuviera aquí. Estaba desorientando, sintiéndose un poco mareado y su estómago revuelto cuando la necesidad de vomitar lo golpeó duro, pero Mir lograría pelear para salir de ahí.

Para su sorpresa, el tipo parecía indefenso como un maldito gatito. Era un hombre adulto. Podía decirlo por la sombra de la barba en su mentón, pero la inocencia en los ojos del hombre hizo que se relajara, ligeramente.

Las miradas en ocasiones podrían ser decididas.

 

—¿Quién eres?

 

—Eso no es importante. Lo importante es que tú y el niño salgan de aquí antes de que Hyun Joong regrese. No todos estamos de acuerdo con lo que ese loco está haciendo.

Mir no estaba seguro de poder confiar en ese tipo, pero ¿qué elección tenía? No sabía dónde estaba ni con lo que estaba tratando. —Si me traicionas, tengo toda una manada entera de lobos que te cazarán y te sacarán las entrañas. —Ni qué mencionar a Lee Joon.

Mir sabía de hecho que su pareja lo estaría buscando en ese momento.

 

—Sé que no hay razón para que confíes en mí, pero honestamente no te estoy mintiendo. —El hombre se apresuró a la puerta, abriéndola lentamente y asomando la cabeza. Le indicó a Mir que lo siguiera mientras salían del cuarto.

Mir tomó una profunda respiración, rezando por no estar entrando en una trampa.

 

 

Eric entró en la choza, su corazón se quebró al ver a Hyesung arrodillado al lado del cuerpo ensangrentado de Hyun Joong. Un cuchillo en su mano mientras veía al hombre como si nada fuera real.

—¿Hyesung?

 

Su pareja sacudió la cabeza, su mano temblaba mientras dejaba caer el cuchillo al suelo. —No me dijo dónde tiene a Yoo Geun. Quería drenar a mi hijo, usarlo para ganancias económicas.

Eric se aproximó lentamente, pateando el cuchillo y alejándolo de Hyesung antes de ponerse en cuclillas al lado de su pareja. —¿Estás lastimado, Hyesung?

Hyesung levantó la vista hacia Eric, sus ojos café- chocolate llenos de angustia. —No me dijo en dónde estaba mi hijo —su pareja repitió—. Trató de matarme con ese cuchillo.

r13;Hyesung señaló el pedazo ensangrentado de metal que Eric había pateado—. No podía dejar que me matara. ¿Quién cuidaría a Yoo Geun si muero?

Eric sabía que su pareja estaba en shock. Sabía de hecho que Hyesung nunca había matado a un hombre antes. Su pareja era muy dulce, demasiado amable para matar a alguien.

Lentamente jaló a Hyesung a sus brazos, sosteniéndolo.

—Necesitamos encontrar a Mir y a Yoo Geun —Eric le recordó.

Eric se puso de pie, levantó a Hyesung y salieron de la choza. No estaba seguro de cómo iba a encontrar a su hijo y a su yerno, pero Eric nunca iba a renunciar. Los buscaría hasta su último día, lo haría por Yoo Geun y Mir.

Y sabía que Lee Joon también lo haría.

 

«Hablando de Lee Joon». Su hijo salió corriendo del bosque, gruñendo mientras entraba a la villa. Uno de los elves corrió hacia Eric, sus ojos más abiertos cuando Lee Joon comenzó a ir tras él.

—¡No traté de lastimarte! —él hombre gritó mientras se acercaba a Eric—. ¡Dile que se vaya!

—Lee Joon —Eric gritó. Esa era la única manera de captar la atención de su hijo. Lee Joon llegó al lado de su Pa, sus ojos llenos de ira y rabia.

—¿Qué sucede? —le preguntó al hombre parado detrás de él. Eric no tenía paciencia en ese momento.

—Sé a dónde Hyun Joong se llevó al bebé y al hombre.

 

Eso captó la atención de todos y el hombre se acercó más. Algunas de las personas de la tribu bufaron con desprecio hacia el hombre que se acercaba, pero Eric y Jongin lo rodearon, dándole su protección. —Habla.

El hombre se retorció las manos, viendo a todos los que lo rodeaban, antes de bajar su voz. —Me prometen cuidar de mí. Estoy traicionando a mi gente y no estarán demasiado felices conmigo.

—¡Habla! —Hyesung gritó tomando al hombre del cuello y sacudiéndolo violentamente—. ¡Dime dónde está mi hijo!

Eric sabía cómo Hyesung se sentía, pero necesitaban la información más de lo que Hyesung necesitaba estrangular al chico.

—Tienes nuestra palabra —dijo Jongin viendo al hombre que rodeaban. La mirada del Alfa era segura e hizo que Eric  se estremeciera esperando la respuesta del hombre.

—Hyun Joong tiene un lugar no muy lejos de aquí que usaba para… otras cosas. Si me llevas contigo, te mostraré dónde es.

Sin vacilación, Jongin guió al hombre a la camioneta, ayudándolo a subir al asiento trasero. Eric lo siguió, jalando a Hyesung a su regazo mientras el hombre le decía a dónde ir. Las camionetas lo seguían mientras ellos pasaban el límite de velocidad.

Eric rezaba por el camino que tanto Yoo Geun y Mir estuvieran ilesos. No solamente perdería la cabeza, sino que Hyesung estaría devastado. Sin mencionar a Lee Joon. No estaba seguro de lo que su hijo haría si perdiera a su pareja. Lee Joon y Mir era tan apegados como Eric había visto que podían ser dos personas. Ambos vivían y respiraban uno por el otro. Lee Joon iba sentado en el asiento de atrás junto a Eric, ninguno dijo ni una palabra mientras veían por la ventana.

Eric no estaba seguro ni siquiera si había visto a Lee Joon tan callado. Excepto por la vez cuando recién  descubrió que Mir era su pareja. Eso era extraño, pero sabía cómo se sentía su hijo.

—Ahí. —El hombre señaló el acceso de un camino.

 

Jongin giró la camioneta y tomó el camino, una seria expresión en su cara. Eric dejó a Hyesung a un lado, listo para encargarse de quien estuviera en ese camino si su hijo y su yerno estaban  en  esa  construcción,  y  nada  impediría  que tomara venganza.

El vehículo se detuvo abruptamente cuando vieron a Mir en el camino llevando un bulto en sus brazos.

Eric saltó de la camioneta junto con Lee Joon y corrieron hacia Mir. Sonrió ampliamente cuando vio a Lee Joon. Eric tomó el bulto de los brazos de Mir viendo en su interior a Yoo Geun que le sonreía. —¿Alguno de ustedes está herido?

Mir sacudía la cabeza mientras Lee Joon lo abrazaba tan malditamente fuerte que estuvo cerca de aplastar el pecho  de Mir. —No. Tuvimos ayuda.

—¿Quién? —Eric preguntó cuando su pareja y los otros se les unieron. Eric dejó a Yoo Geun en los brazos de Hyesung, viendo que las lágrimas caían de los ojos de Hyesung. Jaló a su pareja e hijo más cerca, viendo a Mir para que respondiera.

—Un elf. Quería que viniera con nosotros, pero temía que Hyun Joong lo matara si lo hacía. Ya arriesgó su vida al ayudarme a escapar con Yoo Geun.

—Hyun Joong está muerto —dijo Hyesung con un amargo tono.

—¿En serio? —Mir preguntó mientras veía hacia atrás a la construcción—. Entonces, necesito decírselo a Woo Sang .

Una idea se formó en la mente de Eric mientras veía a Mir. Se giró, viendo una conocedora mirada en los ojos de Jongin. ¿Cómo infiernos hacía ese hombre para hacer eso?

—Tienes todo mi apoyo.

Eric asintió mientras guiaba a Hyesung de regreso a la camioneta. Lee Joon, con algunos de los hombres de Jongin fueron por Woo Sang .

—¿Total  apoyo para qué? —Hyesung  preguntó mientras entraba en el calor de la camioneta.

 

Eric se rio y abrazó a su pareja de un lado. —He pensado en usar mi rancho como un lugar en donde la gente pueda encontrar refugio y ayudarles a que vuelvan a estar de pie.

—¿Pero la villa Kim no tiene ya un Centro de ayuda?

 

Eric se encogió de hombros. —Puede ser bueno para mis hijos tener algo de ayuda y no lastimaría el darle a alguien un lugar en donde se sientan seguros. Puedo hablar con Zelo, hacer algún tipo de arreglo. Si ellos necesitan ayuda a corto plazo, ellos pueden ir a verlo, pero si ellos necesitan algo  más, ¿por qué no?

 

Eric absolutamente amaba cuando Hyesung le sonreía de esa forma. Sus ojos brillaban y su cara se iluminó con una sonrisa.

Eric bajó la ventana cuando vio a Tao aparecer en donde estaba Jongin. Eso no podía ser bueno.

—Tenemos una pequeña situación en casa. Ryeowook se ha encadenado en la cama de Yesung, se rehúsa a irse… y sus hermanos están ahí, peleando contra los lobos por entrar en la casa.

Jongin pasó su mano sobre la cara mientras  maldecía.

Vio a Eric. —¿Puedes lograr llevar a todos a casa? Eric gruñó.

—Si, está bien. —Jongin se giró, tomó a Tao y desaparecieron.

—Parece que Ryeowook está luchando por mantener a su  pareja r13;dijo Hyesung subiendo al asiento delantero mientras Eric se colocaba detrás del volante.

—Si, pero creo que se equivoca en la forma. Niño, incluso había una manera equivocada. Eric solo rezaba porque Ryeowook supiera lo que estaba haciendo. Sabía que Jongin no iba a matar al pequeño hombre, pero no estaba  muy seguro acerca de Yesung.

 

 

Hyesung tenía a Yoo Geun pegado a su pecho en uno de esas cosas con las que se cargan a los bebes, rehusándose a dejar a su hijo fuera de su vista mientras le mostraba a Woo Sang  y JinWoon —el hombre que les dijo en donde tenían a Yoo Geun y a Mir— su cuarto.

No le emocionaba el tener a ninguno de ellos después de lo que había sucedido, pero sabía que habían intentado ayudar. Eso contaba algo.

Quizás.

 

—La cena es a las seis. Descansen algo. Mañana temprano, Eric les mostrará lo que se necesita hacer aquí.

—¿Quién es Eric? —Woo Sang  preguntó.

 

Hyesung realmente deseaba que todo el mundo dejara de decirle Pa a su pareja. Eso era confuso. —Pa, ahora a descansar.

Hyesung dejó a los dos y bajó las escaleras. Estaba cansado como el infierno, se sentía como si no hubiera dormido en años. El estrés lo había atrapado incluso aunque Hyun Joong estuviera muerto, pero por alguna razón no podía relajarse.

Hyesung rodó los hombros mientras se sentaba en el sofá y tomaba una revista. No era mundano, no era como había   sido Tao. Hyesung nunca había viajado ni visto mundo. Era más del tipo hogareño, muchas cosas eran completamente nuevas para él.

 

Los elves del bosque viven vidas muy simples, sin microondas ni televisión. Ellos habían elegido abrazar el viejo estilo, eso era apropiado para Hyesung, pero aprender a usar una lavadora y una secadora, había sido divertido como el infierno.

Probablemente era el único hombre del planeta que disfrutaba lavar.

Al oír un suave ronquido, Hyesung bajó la vista para ver las piernas y brazos de Yoo Geun colgar a un lado, dormido. Se acurrucó en el sofá para tomar una siesta con su hijo cuando Leo entró en la sala.

Quizás tomar la siesta en su recámara era mejor idea.

 

—No, espera —dijo Leo cuando Hyesung se levantaba del sofá para irse—. Necesitamos hablar.

Hyesung no estaba seguro de eso. Leo había sido frío desde que Hyesung había llegado. Cualquier cosa que el hombre le dijera no sería bueno. Cubrió un bostezo, enfocándose en el hombre frente a él.

Leo tomó asiento en el lado opuesto del sofá, dejando su bebida en la mesa de café mientras se giraba y se enfrentaba a Hyesung. —He sido un imbécil.

«No, mierda».

Cualquiera con ojos vería eso.

—No  es por ti y lamento haberme desquitado contigor13; Leo continuó—. Verás, yo y mi Pa hemos estado trabajando en este rancho lado a lado desde que llegamos y bueno…

Hyesung continuó en donde LEO se interrumpió. —Temías que cambiara eso.

LEO asintió, sus mejillas se volvieron rojo escarlata. —Sé que suena infantil.

 —No —dijo Hyesung mientras sacudía la cabeza—. Suena razonable. Estás apegado a Eric. Es totalmente entendible. Pero LEO, tienes que saber… —dijo Hyesung colocando su mano en el brazo de LEO, haciendo que el hombre lo viera—. Que nunca haré nada para poner en riesgo tu relación con tu padre.

LEO tomó su bebida de la mesa de café y le dio un largo trago como si por alguna razón estuviera nervioso. Debería de ser difícil el admitir que estaba equivocado, especialmente para un hombre grande como LEO, que siempre tenía una expresión tan seria. Eso estaba matando su orgullo.

Hyesung le sonrió a LEO, palmeando su rodilla.   —¿Estamos cool?

LEO se reía mientras asentía. —Has estado mucho tiempo con los gemelos.

Quizás, pero era divertido estar con los gemelos. Aun trataba de conocer a los trillizos y a Doo Joon el menor de los hijos, ellos pasaban mucho tiempo trabajando. Pero los gemelos siempre lograban que Hyesung se riera.

—Supongo que lo he hecho.

 

Hyesung se acurrucó en el sofá, envolviendo los brazos alrededor de su hijo mientras apoyaba la cabeza en el decorado cojín. —Ahora, si me disculpas, voy a tomar una larga siesta con mi hijo  menor.

 

continuara..


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).