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39. Un Frío día de Invierno (25) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

sorry por dejarlos con la duda nenessss... yo se que les prometi maraton.... pero entiendanme el viernes presento tesis y estoy asi O_O en crisis... tratares de actualizarle lo mas que pueda hoy oka nenes.. no entren en panico

Hyesung podía sentir el calor del agua caliente correr por su pecho mientras oía a alguien meter una toalla dentro del agua. Siguió acostado disfrutando de la sensación de sus músculos relajándose mientras sus ojos seguían cerrados.

Se sentía maravilloso.

 

Había alguien detrás de él, en el agua con él, siendo la más suave y dura almohada que hubiera sentido. La pared de músculos le ofrecía el más lujoso de los placeres mientras comenzaba a salir del sueño.

Hasta que recordó lo que le había sucedido. Hyesung despertó, el agua cayó en sus ojos cuando los abrió. —¡Yoo Geun!

—Él está a salvo, Hyesung —dijo Eric detrás de él, envolviendo sus brazos alrededor de Hyesung y bajándolo—. Está con sus hermanos.

—Pero Hyun Joong… —Hyesung gritó mientras luchaba por salir de la tina.

—No se va a acercar a Yoo Geun. Les dije a sus hermanos que lo protegieran.

Hyesung lo vio sobre su hombro. Viendo a Eric sonreírle. Esa sonrisa le recordó a Hyesung lo muy hermoso que realmente era Eric. Dudó durante un gran momento y entonces se recostó, confiando en que Eric no mentiría sobre su hijo.

Se apoyó en el pecho de Eric mientras veía su cuerpo. Eric era mucho más alto que él, ocupando más espacio  en la enorme tina que Hyesung. —¿Qué sucedió?

 

Hyesung trató de recordar, pero después de que Hyun Joong lo había atacado y secuestrado, las cosas estaban un poco confusas. Pero recordó al líder diciendo algo acerca de poner sus manos en Yoo Geun. Había luchado con el líder hasta que sintió un pequeño piquete en el cuello y entonces todo se volvió negro.

—Te drogó.

 

Hyesung podía oír el dolor y la ira en la profunda voz de Eric. Hyesung inclinó la cabeza hacia atrás y vio en los ojos gris claro de Eric un tinte de miedo. Ni siquiera quería volver a ver eso en los ojos de su pareja.

Hyesung gimió cuando sintió las manos de Eric recorrer su abdomen, sus dedos jugaron durante mucho tiempo con el ombligo de Hyesung. Giró la cabeza y fue cuando notó las velas.

Estaban en todas partes, dando una iluminación romántica mientras música de jazz inundaba el cuarto.

¿Cómo infiernos se le había pasado eso?

—¿Planeabas cortejar a un hombre inconsciente? —Hyesung provocó.

La risa de Eric vibró en su pecho, enviando ondas de placer que recorrían a Hyesung. Su pene era largo y comenzó a levantarse en el agua.

—No, iba a esperar hasta que estuvieras consciente, aunque ya estaba poniéndome impaciente. Iba a tener que cortejar a mi pareja durmiente.

Hyesung sonrió y palmeó el desnudo muslo de Eric.

r13;Podrías hacerlo.

 

Eric se rio una vez mas mientras sus manos vagabundeaban  por  el   cuerpo  de  Hyesung  y  alcanzaron    sus pezones. Grandes y bronceados dedos pellizcaron sus sensibles pezones, retorciéndolos hasta que Hyesung estaba jadeando. Podía sentir el largo eje de Eric debajo de él, que creció y engrosó en un segundo.

Hyesung frotó su culo arriba y abajo del pene de Eric, queriendo que su oso hiciera exactamente lo que tenía en mente. Necesitaba sentir a su pareja dentro de él, recordándole que estaba a salvo y en los brazos del único que lo protegería con su vida.

Necesitaba la seguridad, necesitaba saber que estaba a salvo más de lo que necesitaba respirar en ese momento.

La música fluía alrededor de Hyesung mientras los labios de Eric acariciaban su cuello. La piel se erizó en piel de gallina mientras las manos de su pareja exploraban su cuerpo, sus uñas suavemente rasparon la piel de Hyesung. Siseó cuando Eric hundió sus dientes en los hombros de Hyesung, reclamándolo una vez más.

Hyesung se movió y tomó el pene de Eric en su mano y entonces lentamente se hundió en el duro eje. Su agujero ardió por no estar estirado, pero el agua calmaba parte del dolor.

Eric envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de Hyesung y comenzó a empujarse hacia arriba, haciendo que el cuerpo de Hyesung se moviera en el agua, sus gritos se mezclaban con la música. Hyesung colocó sus manos en las rodillas de Eric sintiendo que el vello en el pecho de su oso raspaba su espalda.

Su cuerpo se estremecía con el contacto.

 

Eric liberó el cuello de Hyesung, lamiendo la piel. —Tu cuerpo es tan dulce. —La voz de Eric retumbó en el oído de Hyesung, enviando un estremecimiento de lujuria que recorría su cuerpo.

Hyesung se empaló tan duro que sintió la total longitud de

 

Eric hasta la punta de sus pies, su agujero se estiraba más mientras Eric lo tomaba, llevando su duro pene al interior del cuerpo de Hyesung.

Se cayó, tembló y giraba fuera de control. La cabeza de Hyesung se hundió mientras sus uñas se clavaban en el muslo de Eric, haciendo su mejor esfuerzo por mantener la cordura.

—Te tengo, Hyesung. Siempre te sostendré.

 

Cuando las palabras de Eric hicieron eco en el cuarto de baño, Hyesung gritó, su pene explotó mientras su cuerpo convulsionaba. Su cabeza giró mientras su mente hacía su mejor esfuerzo por pensar de nuevo. Eric lo llenaba con su presencia, su fuerza y su ternura. Sabía que moriría sin el hombre de su vida.

No era vida sin Eric.

 

Su oso aumentó el ritmo, sus caderas se empujaban hacia las caderas de Hyesung mientras gruñía y gritaba el nombre de Hyesung. Chorros de caliente semen bañaban su culo mientras Eric mordía su hombro una vez más, gimiendo mientras sostenía a Hyesung como si su vida dependiera de eso.

Hyesung protestó con un gruñido cuando Eric sacó su pene después de lo que sintió como una eternidad. Su gigante tomó la toalla y comenzó a lavarlo suavemente. Hyesung se movió hacia adelante mientras lavaba su espalda, amaba el hecho de que el pene de Eric siempre parecía hincharse al punto de que tenía que esperar a que bajara la hichazón antes de poderse liberar.

Era una sensación de la que nunca se cansaba.

Cerró los ojos y agradeció al destino una vez más por dirigirlo a la camioneta de Eric en ese frío día de invierno.

 

Hyesung sonrió y tomó a Yoo Geun de los brazos de Lee Joon, viendo a su hijo sano y a salvo. —Gracias por mantenerlo seguro de Hyun Joong.

—Soy inteligente para eso. —Lee Joon le dio un guiño y frotó con su mano la cabeza de Yoo Geun—. Además, es mi hermano. Nadie se mete con uno de mis hermanos.

Hyesung vio sobre su hombro a Eric que estaba apoyado contra el marco de la puerta, sonriéndole. El hombre tenía una manera de hacer que las rodillas de Hyesung se debilitaran, y ¡acababan de tener sexo! ¿Cómo se había excitado tan pronto?

 

Hyesung bajó las pestañas y suavemente le sonrió a su pareja, caminó con un movimiento extra de las caderas mientras llevaba a Yoo Geun a la cocina. Podía oír a Eric seguirlo de cerca.

—Eric, ¿podrías darme el biberón del refrigerador?

—¿Eric? ¿Quién es Eric? —Lee Joon preguntó caminando detrás de ellos.

¿Era eso en serio? —Um…tu papá. —Hyesung inclinó la cabeza viendo de Eric a Lee Joon. No había manera de que Lee Joon no supiera el nombre de su propio padre. ¿Podría?

Eric rodó los ojos mientras le daba el biberón a Hyesung.

—Lee Joon se considera un real comediante.

—Ese soy yo —Lee Joon dijo orgulloso.

—¿Por qué no te ríes mientras haces tus malditas tareas?

 

Los ojos de Lee Joon se abrieron más mientras se dirigía hacia la puerta de la cocina. —Voy a entretener a las vacas.

—Si, has eso —dijo Eric mientras se giraba hacia Hyesung con un brillo en sus ojos—. Tienes que ser realmente firme con ellos o ellos estarán molestándote todo el día.

Hyesung no estaba seguro de cuán firme podía ser con hombres más grandes que él. Quizás podría dejar eso a Eric. Después de todo, sostener al pequeño bebé había probado ser un trabajo de tiempo completo. Hyesung tomó asiento en la mesa mientras alimentaba a Yoo Geun.

—Yo también necesito hacer algunas cosas. ¿Estarás bien aquí solo?

Hyesung sonrió ante la preocupación de Eric. —Lo manejaré.

—Yoseob tomó el día libre del restaurante para estar aquí contigo —dijo Eric levantando las manos cuando Hyesung iba a argumentar—. Solo en caso de que alguien decida aparecerse aquí.

Eric tenía un punto, pero a Hyesung no le gustaba el hecho de que necesitara niñera. Maldijo una vez más a Hyun Joong mientras veía el brazalete en su muñeca. El frío metal solo le recordaba que aun seguía siendo prisionero de Hyun Joong. Si pudiera quitarse esa maldita cosa no necesitaría que nadie se sentara con él.

Eric se inclinó y besó a Hyesung, y entonces le dio un suave beso en la cabeza a Yoo Geun antes de salir de la cocina.

—Pa nunca besó mi frente —Seung Ho gruñó mientras se sentaba frente a la mesa.

 Hyesung arqueó una ceja y estudió al oso. —¿Quieres que te lo de?

 —Infiernos, no. Eso sería extraño.

 

Hyesung le sonrió a su… hijo. Wow. Tenía que acostumbrarse a eso. Ahora era padre no solo de Yoo Geun, sino de siete hombres adultos.

 

Eso era suficiente para hacer explotar la mente de Hyesung.

 

Se sentó preguntándose si estaba listo para la tarea. Eran hombres adultos, realmente no necesitaban un segundo padre para que los criaran. Hyesung levantó la vista de la comida de Yoo Geun y vio la nieve que comenzaba a caer.

Hyesung amaba la nieve.

 

Era tan puro y aun así era un agresivo frío, un contraste ante sus ojos. Se puso de pie, caminó hacia la ventana y veía la nieve caer. Sabía de hecho que en esos lugares era raro ver nevar, aun así en esa temporada había caído una cantidad record.

—Maldición —dijo Seung Ho uniéndose a Hyesung frente a la ventana—. Cualquiera que sea la razón de que esté nevando., me gusta este invierno.

También a Hyesung.

 

Entró en la sala donde el fuego crepitaba en la chimenea y se acordó cuando estuvo sentado en el regazo de Eric, inhalando el aroma de su pareja y rezando por nunca salir de los brazos de su pareja. Incluso aunque Eric se había ido hace menos de media hora, ya extrañaba a su gigante.

Hyesung sentó a Yoo Geun en el sofá, rodeado de almohadas mientras comenzaba a limpiar. Era lo menos que podía hacer para agradecer el quedarse aquí.

—Hice la comida. ¿Quieres algo? —Yoseob preguntó entrando en la sala.

—Realmente no tengo hambre, pero gracias —Hyesung contestó levantando una taza vacía y algunas revistas. No estaba seguro de dónde iban esas. Dejó las revistas en la mesa de café.

 

Hyesung tomó a Yoo Geun y fue a la lavandería. Encontró a Ryeowook ahí, cubierto con una manta, roncando. ¿Qué infiernos hacía un vampiro en la lavandería? Hyesung vio alrededor, preguntándose por qué Ryeowook estaba ahí.

Levantó la manta solo para confirmar que fuera el vampiro. Le molestaba ver las lágrimas de sangre manchar la cara dormida de Ryeowook. Ningún hombre debería de ser tan miserable. Hyesung rápidamente dejó la pesada manta sobre la cabeza de Ryeowook.

Tomó a Yoo Geun y entró en la cocina, vio a Yoseob frente a la estufa. —¿Te molestaría cuidarlo un momento?

Yoseob sacudió la cabeza. —En absoluto.

 

Hyesung colocó a Yoo Geun en la silla alta que Mir le había dado. —Ahora regreso. —Hyesung entró a la lavandería y cubrió a Ryeowook con la manta llevando al pequeño hombre arriba.

Pateando abrió la puerta de la recámara de Ryeowook, Hyesung la cerró con su hombro y dejó el pequeño bulto en la cama. Sabía que no era seguro para Ryeowook salir del cuarto durante el día. Habían bloqueado con cortinas las ventanas de la recámara, pero el    resto de la casa se iluminaba con la luz de la mañana.

Hyesung se aseguró de que las cortinas estuvieran bien cerradas antes de salir del cuarto. Cuando entró en la cocina, se congeló. Hyesung no vio a Yoo Geun ni a Yoseob en ningún lado. El pánico comenzó a golpear su cabeza, sus ojos buscaban por todos lados rezando porque nadie hubiera aparecido y se hubiera llevado a   los dos.

Recorrió la casa, Hyesung encontró a Yoseob y a Yoo Geun durmiendo una siesta en una de las camas de arriba.

Odiaba sentir que no podía relajarse ni un momento. Estaba en guardia constantemente, y sus nervios estaban cerca de la  superficie.

Sabía que podía tener una crisis nerviosa antes de que todo eso terminara.

Rezó porque terminara, no podría manejar meses o años de ese estrés.

Suspiró mientras bajaba las escaleras, preguntándose por qué Yoseob estaba tan cansado en la mañana. El ser niñera lo había agotado. Hyesung se rio del hombre. En primer lugar no era como si necesitara una niñera.

En tanto Yoo Geun estuviera a salvo, Hyesung estaría bien.

Sin nada más que hacer, Hyesung tomó una manta de uno de los sofás, la puso alrededor de sus hombros y se aventuró a salir.

Estaba frío, muy frío, pero el aire frío se sentía bien cuando entró en sus pulmones. Hyesung vio el establo y se dirigió hacia allá. Nunca había entrado a un establo antes. Cuando entró vio a LEO.

Levantaba la pata de un caballo, y le estaba haciendo algo. —Hola.

LEO lo vio sobre su hombro, dándole a Hyesung una tensa sonrisa mientras regresaba a la tarea. La sonrisa se sintió tan fría como la temperatura del exterior. Hyesung no entendía lo que le había hecho al hijo mayor para merecer esa fría recepción, así que se giró y salió del establo.

Sabía cuando no era bienvenido y la mirada de LEO le gritaba que se largara. Hyesung no sabía de dónde venía toda esa animadversidad. ¿Qué le había hecho a ese hombre? ¿Quizás tenía esa actitud porque había causado tantos problemas en el   rancho?

No quiso hacerlos. Infiernos,  había  tratado  de  alejarse  para  que  Hyun Joong  no molestara a esa amable gente. Fue Eric quien insistió que se quedara. ¿Quizás LEO también lo culpaba por eso? Hyesung no estaba seguro de qué pensar mientras caminaba hacia la cerca en la que había un gran número de caballos.

Veía a la distancia mientras pensaba en los demás hombres Moon. ¿Estarían ellos también resentidos? Los gemelos no actuaban de esa forma. Pero Hyesung había aprendido que las risas podían ser falsas y que las carcajadas no siempre llegaban a los ojos.

Algunos hombres mantenían la ira para si mismos mientras albergaban sus emociones en secreto. Hyesung empezaba a sentirse perdido. El hogar que había pensado hacer para él y para Yoo Geun repentinamente parecía extraño y perdido.

No le gustaba estar en ningún lado en donde no lo quisieran, pero sabía que si trataba de irse, Eric lo evitaría.

¿Qué es lo que haría?

 

—¿Qué es lo que estás haciendo aquí afuera?

 

Hyesung vio hacia la izquierda y vio a Eric montando hacia él, viéndose incluso más grande y poderoso mientras detenía al caballo. Su oso lo encendía. El tipo podía arrancar las papas del suelo y Hyesung pensaba que su hombre era más sexy que el pecado.

Apretó la manta más fuerte alrededor de sus hombros, dándole a su pareja su mejor sonrisa.

Incluso si no sentía que sonreía en su interior.

 

 

 

 continuara...

Notas finales:

dejen rw


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