Los ojos de Hyesung se abrieron más cuando vio el reloj. Solo había dormido media hora, pero despertó sintiendo que alguien lo vigilaba. Se sentía nervioso.
Miró alrededor mientras sus brazos envolvían más fuerte a su hijo. Nadie estaba ahí. Hyesung se enderezó, sosteniendo a Yoo Geun mientras bostezaba. Habían pasado todo tipo de cosas en los últimos dos días.
Sus nervios estaban alterados y le tomaría un tiempo recuperarse.
Llevando a Yoo Geun a su cuarto, Hyesung desamarró el cargador de bebés y lo dejó en la cuna. Su hijo no despertó. Sabía cómo se sentía el pequeño niño. Hyesung aun estaba exhausto. Hyesung tomó un pañal y cambió a su hijo cuidando de no despertarlo.
Estaba acostumbrado a usar pañales de tela. Esos desechables eran una bomba. Hyesung rodó los ojos. Quizás había estado alrededor de los gemelos demasiado tiempo. Sonrió mientras lanzaba el pañal sucio. Ahí en la puerta del cuarto estaba Woo Sang .
—No deberías de estar aquí. Esta es una habitación privada.
El hombre no se movió hacia Hyesung, pero tampoco dijo nada. Un frío recorrió la columna de Hyesung mientras esperaba que el hombre dijera algo, cualquier cosa.
—Por favor, vete —le dijo más demandante, forzando las palabras.
Woo Sang aun así no dijo nada. Inclinó la cabeza, estudiando a Hyesung.
Hyesung vio la mesa en la que cambió el pañal. Había dejado la pistola encima de la cómoda, detrás de los nuevos pañales. Por alguna razón sabía que la iba a necesitar. Le carcomía pensar en matar a alguien más.
Uno en su vida era suficiente para él. Pero él haría lo que fuera para proteger a su dormido hijo.
—¿Por qué estás aquí? —Intentó una diferente aproximación.
—Hyun Joong era un tonto.
Hyesung no podía estar más de acuerdo. El líder se había vuelto codicioso, frío y cruel. Hyesung no creía en matar, pero si alguien merecía eso, ese era Hyun Joong. —Estamos de acuerdo en eso.
Woo Sang vio de Hyesung a Yoo Geun que dormía. De nuevo un presentimiento lo golpeó duro. No le gustaba la manera en que ese hombre veía a su hijo, casi con curiosidad.
—Nunca me escuchó.
Hyesung estaba confundido. ¿Woo Sang estaba hablando acerca de Yoo Geun? —¿Quién? —Dio un paso más cerca de la cuna colocando su cuerpo entre Yoo Geun y Woo Sang .
—Hyun Joong. Le dije que no solo necesitábamos la sangre de Yoo Geun, sino también la tuya. No funciona sin la combinación. Pero insistió en que la sangre del bebé era suficiente. Tonto. Ahora míralo. Si me hubiera escuchado, el plan hubiera funcionado.
r13;Woo Sang seguía ahí explicando cosas como si hablara del clima, frío y calmado.
El corazón de Hyesung golpeaba tan duro que pensaba que iba a explotar en su pecho. ¿Eso nunca terminaría? Estaba enfermo y cansado de estar enfermo y cansado. Solo quería una vida tranquila, pasar tiempo con su familia en paz.
Esa mierda estaba empezando realmente a agotarlo.
Hyesung vio una vez más hacia la mesa cambiador. Podría tomar a Yoo Geun y desaparecer, pero eso significaría que Woo Sang estaría en algún lado esperando la oportunidad para atacarlo de nuevo.
Hyesung quería a su hijo a salvo.
Se debatía en dejar a Yoo Geun a un lado y tomar la pistola, pero eso significaba que Woo Sang tendría la oportunidad de tomar a Yoo Geun. Hyesung no quería correr riesgos.
—Si ambos me acompañan tranquilamente, prometo no lastimar a ninguno.
—Entonces, ¿jugaste al empleado asustado? —Hyesung preguntó usando la pregunta como una táctica de distracción, rezando porque alguien llegara mientras mantenía a Woo Sang hablando.
—Claro, ¿de qué otra manera podría acercarme a ti?
r13;Woo Sang preguntó como si Hyesung debería de saber la respuesta.
—Pero Mir te dejó. ¿Cómo sabías que él podía regresar?
Woo Sang se encogió de hombros. —No lo sabía. Fui afortunado de que regresara por mí. Yo pensaba venir aquí, actuando como si no tuviera ningún lugar a donde ir. Ese jovencito me evitó muchos problemas. Es un dulce niño.
Qué mala suerte para Hyesung.
—Ahora, deja de hablar. Muévete. La cura espera, y los millones que haré con la cura.
Hyesung no tenía elección. Si él quería salvar a su hijo, tenía que actuar ahora. Se abalanzó, tomó a Woo Sang y desapareció. Pero no desapareció sin un plan.
—Tonto estúpido —Woo Sang gruñó, apartando a Hyesung de élr13;. Ahora tenemos que ir a recuperar al bebé.
—No lo creo —dijo Jongin poniéndose de pie.
Hyesung tomó a Woo Sang antes de que pudiera desaparecer. El hombre luchaba, lanzando golpes a Hyesung mientras trataba de liberar su brazo.
Jongin rodeó el escritorio y colocó el brazalete en un momento. ¿Quién mantiene un brazalete de elf en su escritorio? A Hyesung no le importaba. Woo Sang no iba a desaparecer a ningún maldito lugar en un tiempo.
—Vete —dijo Jongin moviendo la cabeza a un lado—. Yo me encargo de este. Tú y tu hijo están a salvo ahora.
Hyesung asintió, desapareció y reapareció en el cuarto de Yoo Geun, revisándolo inmediatamente. Su hijo seguía dormido.
—La cena está lista —dijo Eric entrando en el cuarto de Yoo Geun, sonriéndole a Hyesung con una sexy como el pecado sonrisa. Hyesung finalmente podía corresponder esa sonrisa. Las sensaciones de un mal presentimiento finalmente desaparecieron. Sabía que el Alfa se encargaría de Woo Sang así que el bastardo ya no causaría más problemas.
—Genial, estoy hambriento.
Eric se acercó a la cuna y tomó a Yoo Geun. Hyesung ni siquiera había notado que su hijo se había despertado. Salió con su pareja del cuarto de Yoo Geun, cerrando la puerta detrás de él.
Eric jaló los cobertores y se acurrucó en la cama al lado de su pareja. El cálido cuerpo de Hyesung era una invitación, haciendo que Eric estuviera duro en todas las partes correctas. —Entonces, ¿vas a decirme en dónde estabas la primera vez que vine a buscarte para decirte que la cena estaba lista?
Hyesung curvó los labios y se ruborizó. —Me atrapaste, ¿no es así?
Eric gruñó bajo.
Hyesung se quedó acostado, explicándole sobre Woo Sang y lo que había sufrido. Eric podía sentir su rabia, subir y subir. Eso no lo disuadió de querer ayudar a los que necesitaban un lugar seguro en donde quedarse, pero seguro que él quería matar al bastardo que intentó llevarse a su hijo y su pareja… de nuevo.
—Entonces, ¿finalmente se terminó? —preguntó Eric acercando más a Hyesung.
—Si, finalmente terminó. Puedo establecerme en mi nueva vida sin preocupaciones de tener alguien tras nosotros. Eso es hasta que alguien más descubra sobre mi sangre y la de Yoo Geun.
r13;Hyesung terminó la oración subiendo sobre Eric y sentándose en su ingle.
—¿Qué haces ahí arriba? —preguntó Eric cuando la pasión y el hambre que vio en los ojos de Hyesung tenía a su pene tomando vida.
—Vas a joderme mientras monto ese grueso pene tuyo r13;dijo Hyesung moviéndose sobre el eje de Eric.
Eric pasó sus manos por el plano abdomen de Hyesung, sus dedos acariciaban la suave piel. Quería más que nada llenar a su pareja con su pene. Vio asombrado cómo el eje de Hyesung crecía y saltaba frente a él.
Nunca se cansaría de esa vista.
Una salvaje hambre invadió a Eric mientras jalaba a Hyesung y lamía el pecho de su pareja, chupando uno de los sensibles pezones entre sus labios. Gruñó cuando insertó su largo pene entre los muslos de Hyesung dejando que su pareja montara su muslo, tomando su propio placer mientras Eric probaba su cuerpo.
Podía sentir las bolas de Hyesung en sus piernas y pequeñas gotas de presemen fluir hacia su piel. Eric se sentía débil y sin fuerzas cuando Hyesung estaba con los estremecimientos de la pasión. Nada importaba en ese momento, solo hacer que Hyesung gritara su nombre.
—Papá oso —Hyesung gritó mientras su cuerpo se estremecía.
Eric acariciaba los montículos de Hyesung mientras provocaba el pezón con sus dientes y luego lamió el área del esternón de Hyesung y tomó el otro pezón en su boca. El pene de Eric estaba tan duro como el acero mientras chupaba y provocaba el pecho de su pareja.
Deslizó la mano hacia abajo, tentando la piel entre el muslo de Eric y el cuerpo de Hyesung. Su pareja tomó una profunda respiración mientras trataba de empalar su culo en el explorador dedo de Eric.
Gruñendo bajó. Eric tomó los labios de Hyesung en un ardiente beso, su lengua exploraba la caliente boca de su pareja mientras su dedo se deslizaba dentro del agujero de Hyesung.
—Si —Hyesung siseó dentro de la boca de Eric.
Eric quebró el beso y presionó sus labios contra la oreja de Hyesung. —¿Quieres mi pene enterrado profundamente dentro de ti, Hyesung? ¿Quieres sentir que te joda? Dulce Hyesung, te quiero tan urgentemente.
—Entonces, tómame. —La respiración de Hyesung era jadeante, luchaba por respirar. Eric podía ver la lucha en esos hermosos ojos café-chocolate. Cada vez que veía los ojos de Hyesung, el deseo golpeaba sus entrañas. El deseo era tan fuerte que desgarraba su interior.
Eric sacó la botella de lubricante de debajo de la almohada, cubriendo sus dedos y entonces los llevó a la apretada entrada de su pareja. —Ábrete para mi —murmuró deslizando dos dedos en el interior.
—Dulce, dulce Hyesung —Eric gruñó mientras abría sus dedos en tijera, estirando a su pareja, sintiendo el sedoso interior de su cuerpo. Casi estaba mareado, desesperado agregó un tercer dedo. Quería estar en el interior de su pareja tan urgentemente que sus dientes dolían.
Su pene pulsaba dolorosamente, pulsando con el ritmo de su corazón mientras pacientemente relajaba el arrugado agujero de su pareja.
Cuando Eric sintió que estaba en el borde sin estar en el interior de su pareja, sacó los dedos. Tomando los labios de Hyesung una vez más, Eric entró en él. La necesidad de tomar a Hyesung rápidamente lo recorría, pero Eric logró tomarlo lentamente.
Hyesung entrelazó sus dedos en el cabello de Eric mientras gemía dentro de la boca de Eric. Sabía cómo se sentía Hyesung. La sensación de sus cuerpos juntos era como si una ola del océano los golpeara y los arrastrara hacia abajo.
Las sensaciones eran tan intensas que hacía que Eric deseara que Hyesung no se apartara de su lado de nuevo. Los besos de Hyesung estaban llenos del dulce éxtasis que volvía loco a Eric. Empujó su pene todo el camino al interior, sacándolo y volviendo a entrar, riéndose dentro de la boca de Hyesung cuando el culo de su pareja cazaba su pene.
—¿Sabes que debería de nalguearte? —Eric preguntó mientras comenzaba a mordisquear la mandíbula de Hyesung.
—¿P–Por qué? —Hyesung preguntó inclinando la cabeza a un lado.
—Por irte sin avisar.
Hyesung gimió cuando Eric aumentó el ritmo, entrando y saliendo del culo de su pareja con un ritmo que llevaba a ambos al borde.
—No es justo —Hyesung contestó envolviendo sus piernas alrededor de la cintura de Eric—. No tenía elección.
Eric pellizcó el pezón de Hyesung mientras empujaba su pene profundamente dentro del culo de su pareja. —Aun así voy a nalguearte.
—¿Lo prometes? —Hyesung preguntó enterrando las uñas en la espalda de Eric.
—Lo prometo.
El placer recorrió la columna de Eric mientras sus bolas se acercaban a su cuerpo. Bajó una mano hacia el trasero de Hyesung y lo levantó, entrando profundamente cuando sintió el totalmente familiar hormigueo subir por su columna.
Hyesung comenzó a jalar su pene, pequeños gemidos salían de sus labios cuando Eric comenzó a moverse como martillo neumático dentro de su cuerpo.
Su pareja fue el primero en gritar mientras chorros de semen blanco perla se esparcía entre ellos. Eric mordió el cuello de su pareja cuando el orgasmo de Hyesung disparó el suyo.
Su cuerpo explotó mientras lamía la herida sellándola, acarició con su nariz el cuello de Hyesung e hizo su mejor esfuerzo para mantener su respiración bajo control.
Hyesung se acomodó en cucharita frente a Eric mientras dejaba salir un suspiro de alegría. Eric se quedó despierto mientras Hyesung cayó dormido. Pasó su mano por el sedoso cabello de su pareja, agradecido por ese frío día de invierno que oyó el llanto de un bebé.
Eso le había traído a su pareja, a alguien que él no esperaba pero que nunca dejaría ir ahora que finalmente lo tenía en sus brazos.
Hyesung estaba de pie riéndose mientras JinWoon huía de Amor Perdido. El elf ya llevaba una semana aquí, pero aun se asustaba con los caballos. ¿Cómo iba a trabajar en un rancho si se estremecía cada vez que una vaca mugía?
—Se acostumbrará a eso —dijo Eric rodeando con sus brazos a Hyesung.
—Seguro que espero eso. Tenemos suficientes parejas haciendo el trabajo de casa. Si no aprende a tratar con los animales, no estoy seguro qué es lo que podamos darle para que haga. —A Hyesung le agradaba tener a JinWoon alrededor. El hombre era divertido como el infierno y amable, incluso aunque los animales lo aterraban—. Solo no te acostumbres a que esté alrededor.
Eric sonrió y jaló a Hyesung hacia la camioneta. Conocía esa mirada. Eric iba a hacer algo.
—Ahora es tu turno de aprender algo nuevo.
Hyesung trató de hundir sus pies, pero Eric era demasiado fuerte y jaló a Hyesung hacia el asiento del conductor. —No es una buena idea —gritó cuando su pareja subió al asiento del pasajero.
—Le enseñé a manejar a siete niños, Creo que sé lo que hago.
Hyesung seguro esperaba eso.
Se quedó sentado escuchando a su pareja decirle qué era qué. —Ahora ponte el cinturón y gira la llave.
Hyesung siguió las instrucciones, saltando cuando la camioneta cobró vida. Estaba loco de miedo, pero estaba determinado a aprender cómo manejar.
¿Qué tan difícil podría ser?
¿En serio?
—Ahora presiona el freno y coloca la palanca en D.
Está bien, podía hacer eso. La camioneta era enorme, pero era solo una camioneta. Había visto a otras personas manejarlas fácilmente y Hyesung quería hacer lo mismo. Empujó el freno y colocó la palanca en D. Su pie temblaba sobre el freno, pero no lo iba a mover hasta que Eric le dijera que lo hiciera.
—Ahora suavemente quita el pie del freno.
Hyesung levantó el pie del freno, sus ojos se abrieron más cuando la camioneta comenzó a moverse hacia adelante. Bajó el pie cuando el pánico lo atrapó tratando de que la camioneta se detuviera.
Desafortunadamente presionó el pedal del acelerador.
—Frena, Hyesung, frena —Eric gritó mientras Hyesung hacía su mejor esfuerzo por detener la camionera. Él estaba con pánico y olvidó lo que era el freno cuando vio cómo se dirigía rápidamente hacia el establo. Hyesung vio a LEO gritar y quitar a Amor Perdido del camino. JinWoon corría detrás de él.
Eso iba mal. Realmente mal.
Justo antes de golpear el establo, Eric empujó su pierna sobre la de Hyesung y metió el freno, deteniendo la camioneta a unos centímetros de la construcción. —Fuera.
Hyesung tragó saliva, giró la llave y apagó el motor.
—Tienes que dejarla en la P primero, Hyesung —dijo Eric calmadamente, pero Hyesung podía ver la mandíbula de su pareja tensa. Trató de colocarla la palanca en la P, pero no se dejaba.
—Fuera.
Hyesung saltó del asiento del conductor, dándole un cerrón a la puerta viendo a su pareja. No era su culpa que fuera pésimo para manejar. Prefería desaparecer cuando tenía que ir a algún lugar. Eso era mucho más seguro.
Y un menor dolor de cabeza.
Y Hyesung no estaba cerca de destruir construcciones.
—Apestas. —Lee Joon se carcajeaba, parado en el porche con una sonrisa de oreja a oreja—. ¿Puedes llevarme manejando al pueblo? —dijo soltando una carcajada.
Hyesung lo dejó y se dirigió de regreso a la casa. Entró en la sala y se dejó caer en el sofá con sus brazos cruzados sobre su pecho. Eso le había parecido demasiado fácil. ¿Por qué la camioneta tuvo mente propia y salió?
—Aprenderás —dijo Eric mientras cruzaba la puerta—. Lee Joon te enseñará. Mi corazón no soporta otro round de casi lastimarte.
Hyesung no quería oírlo. Eric le había gritado, y no iba a salirse de eso fácilmente. Era la primera vez. Su oso había sido muy paciente con él.
—¿Estás enojado conmigo? —Eric preguntó dejándose caer al lado de Hyesung.
—Quizás.
Hyesung miró a su pareja, viendo los ojos grises de Eric llenarse de lágrimas cuando se carcajeo. Con lo mucho que lo intentó, no podía estar enojado con su pareja. Su papá oso era todo para él, y él no iba a dejar que una lección de manejo lo apartara.
—Eres afortunado de que te ame mucho. —Y lo hacía con cada fibra de su ser. Eric era todo lo que Hyesung podía esperar en una pareja y mucho más. Se rio cuando Eric lo jaló a su regazo y besó toda su cara.
El hombre tenía una manera de hacer sentir a Hyesung que era el centro de su mundo.
Ryeowook estaba sentado en su cama, su mentón apoyado en la palma de sus manos y sus codos en las rodillas.
Su plan de encadenarse en la cama de Yesung no había funcionado como él lo había planeado. El lobo lo había sacado de su cuarto en dos segundos.
Una vez que les explicó a sus hermanos que no se emparejaría con el lobo y que regresaría a casa de los Moon, ellos se fueron, no demasiado felices con él, pero finalmente lo dejaron.
Tao lo llevó de regreso aquí, a su solitario y frío cuarto.
Ryeowook soltó un fuerte suspiro al pensar en su fuerte y hermoso pareja. No iba a ceder. Quería emparejarse con el lobo.
Y ni siquiera Yesung iba a sacarlo del camino.
FIN