-¡Sabado!- grite al recordar ese hermoso dia de la semana. De un salto salgo de mi cama… hoy debía ser un día productivo.
Antes de reunirme con Gastón y David, para ver quien pagaría esta vez las bebidas, tendria que preparar todo para esta noche... esta noche iriamos al mejor bar de la ciudad, tenia que dejar todo preparado y acomodado. Sin embargo, horas mas tarde, fue un tanto deprimente ver como nuevamente ganaba David, pero de todas formas me prepare felizmente para el resto del día. Nada que unas buenas cervezas frias esta noche no pudiera compensar.
Ademas al fin recibiría mi gustosa paga, un motivo más para festejar esta noche. A veces pensaba sobre la vida que llevo, pero como hacia varios meses habia dejado a mi novia, ya nada me importaba la verdad.
Queria disfrutar que volvia a estar con mis amigos, y que nunca volveria a caer en los brazos de una insegura mujer...
Aunque todo el mundo dice que nunca digas nunca, Gabriela esta lejos de ser dicha mujer.
Una vez ya en casa, prepare mi ropa para lavarla, me duche, trate de acomodar lo mas que pude mi departamento.
Luisa sujeta su cabeza, mientras mira todas las cosas que habia en el suelo...en momentos como estos, el departamento parecia un basurero. Bufando, y a empujones mentales continue positiva.
No me arrepentia de haberle dicho a Clara (la chica de la limpieza) que se tomara el dia libre, esta tarde vendría papá a visitarme. No necesitaba que nadie escuchara, lo poco que fuera a decirme durante los 15 minutos de su visita.
Me inquieto al pensar como es que siempre anda viajando con su nueva novia por el mundo... supongo que hay personas que no se le da bien ser una familia... Suspiro resignada.
Nunca habia recibido el amor paternal, y ahora que lo pienso, es mejor asi, ya que antes de esta mujer, hubo varias mas, mientras veia como mi madre se marchitaba...
Luisa mira el cielo, y se detiene al ver que en la lejanía comenzaba a acercarse una posible tormenta pasajera. Toma su paraguas y sus llaves y salió. Minutos más tarde, se larga a llover, eso de pasajero no tenia nada, sino fuera porque tenia su paraguas probablemente estaría empapada.
Desciende de su auto… abre su paraguas y comienza a caminar, llama el ascensor del estacionamiento, si tenia suerte aun podria llegar temprano y hablar con la sexy recepcionista.
Su dia que tenia altos y bajos, seguia siendo algo que la molestaba.
Una vez dentro presiona el botón, pero se detiene al escuchar una voz femenina que le pide que espere. Luisa interpone su brazo, impidiendo que la puerta cerrara y le permite que ingrese… si tenia suerte seria su... pero era Gabriela.
-Gracias, no sabes cuanto te lo agradezco... Oh, Buenos dias Luisa...- dice dandome la espalda
-Hola...- dije quitandole importancia vuelvo a presionar el botón."¡Genial!" A quien mas queria ver en el mundo... espero que se entienda mi sarcasmo... no queria verla, pero parecia que hoy era un dia particular.
Mi mueca de fastidio cambio cuando la vi que estaba toda mojada… la había tomado desprevenida la lluvia… me reiría, sino fuera porque quede expectante al ver como Gabriela comenzaba a desabrocharse la camisa y como sacudia su cabello humedo mientras desprendia una fragancia dulce.
¿Que es lo que piensa esta mujer?
-¿Qué estas haciendo?- pregunto mientras la veo como se quita la camisa humeda. Mostrandome todo su sujetador de color negro y de encaje, cargando todo... ese increible cuerpo...
Se cubre rapidamente, y me obliga a que me gire. Luego de unos segundos, del mas absoluto silencio incomodo, me dice que ya estaba bien. Me giro y ahi estaba de pie mientras trata de secarse su cabello, con una toalla que tenia en su bolso de mano… una vez que deja su toalla reposando en sus hombros… vuelve a buscar en su bolso.
- Mierda- dice apretando sus dientes claramente se habia olvidado algo…
-¿Todo bien?- le preguntó tratando de inclinarme para estar a su altura.
-Si, es solo que… olvidalo- dice evitando todo tipo de inicio de conversación… Desde hace días se comportaba así, no me hablaba y si lo hacia esquivaba todo tipo de comentario fuera de lo laboral. Entiendo que sea incomodo estar frente a la persona que rechazaste… y mas si al dia siguiente te enteras de que va a ser tu jefa… pero podía confiar en mi.
Empieza a temblar por causas del frio, me quito mi saco y se la coloco sobre sus hombros. Ella trata de quitársela de encima, pero yo no se lo permito.
- No seas así…- dije forcejando de que se quedara con la saco, ella me mira con su seño fruncido.- Si, así mismo- digo nuevamente imitando su rostro gruñon–Se que comenzamos con el pie equivocado, pero ya dejalo ser… lo que dije antes…- el ascensor abre las puertas. Ella sale hecha una furia, con mi chaqueta aun en sus hombros.
– No quiero escuchar ni una sola palabra- dice cubriendose los oidos.
[Esta mañana]
Gabriela sale de la ducha lentamente, sostiene su cabello húmedo, mientras seca cuidadosamente su cuerpo…le gustaba tomarse su tiempo en el baño. Tenia el extraño poder para relajarla, ya que queria calmar esa sensación de soledad que la atacaba todas las mañanas.
Una vez ya seco su cuerpo, se coloca su bata de baño, mientras seca su cabello. Su pequeño gatito Silvestre, se acerca a donde estaba ella. Gabriela lo toma en brazos y lo acurruca… y de repente ahí estaba de nuevo…Esa soledad… deja al pequeño en el suelo… y va rumbo a su habitación para ponerse un poco de ropa.
Mamá, decía constantemente que la soledad que sentía era porque me faltaba un hombre. Creci con esa estúpida idea en la cabeza. ¿por qué todos están tan empecinados en opinar de mi vida amorosa? Años enteros mi madre no paro de decirme que no era mas que una triste soltera, y que nunca sería feliz con la vida que tenia. Queria probar que tan lejos llegaría sin depender de alguien, pero ya habia olvidado ese cosquilleo en el estomago, o incluso la sensación cuando alguien toma mi mano. Mirar a quien tienes a tu lado y suspirar complacida porque simplemente estaba ahí, me parecia tan lejano que me asustaba a veces, no poder sentirme asi por alguien.
Golpeo mis mejillas, Había visto demasiadas películas romanticas y novelas tontas durante mucho tiempo. En la realidad las cosas eran diferentes. Si no miren a Luisa, ella si que no tenia problemas con quien debía acostarse. Todavia no entendía de que iba esa mujer. Orgullosa de ser lesbiana, orgullosa de si misma. Buena jefa en todo y cada uno de sus proyectos, es radiante y elegante. Carismatica, y con su humor particular. y seduce a todas y cada una de las mujer de aqui.
¿Le tenia envidia acaso? Es muy probable.
Suena mi celular. Atiendo mientras veo como el cielo estaba completamente oscuro... No tenia ganas de ir a trabajar con ese dia.
- ¿Si? Ah hola mamá- digo buscando mi camisa. –Si, cuando salga del trabajo voy a ir- busco mi falda, en los cajones de mi recamara. –No, no quiero que me presenten a nadie…ma-mamá… estoy bien… está bien, adiós- cuelgo la llamada.
Recuerdo que a mis 17 años con toda la rabia del mundo pude mandar a mi madre al diablo; me resulto tan liberador que… por momentos creía que podía con cualquier cosa en el mundo… Claro que ahí cai en cuenta que aun era una misera niña que sabia poco y nada… cobarde y asustadiza volvi a casa después de 15 horas vagando por la ciudad… durante aquellas largas horas no puedo quitarle de la cabeza que ser soltera no era un pecado capital… habia contradicho a mi madre y habia tomado la decisión de ser y decidir por mi misma… tildada de soltera viviría mi vida.
Mamá sigue llamando para que nos reunamos en casa, los fin de semanas concretamente… para compartir viejos tiempos. Mis hermanos venian con mis sobrinos. Claro que Papá volvia a ser un niño… incluso se permitía jugar uno o dos partidos de futbol con ellos, aun si fuera únicamente a través de la PlayStation. Pero en cambio la tía, no era divertida en lo más mínimo. Y me alegraba por ello, le tenía un no se que a los niños. Jamás descubrí mi lado maternal, y no lo haría con mis sobrinos. Altamente caprichosos y egoístas. Tal como me esperaba de los hijos de mis hermanos, solo los quería lejos.
Mamá suele vivir enfurecida… pero acepto felizmente mi independencia, mi trabajo, y mi poca pero efectiva vida social. Claro que aun era una solterona a ojos de todos... por más que lo deseara con todo mi corazón, las etiquetas seguían ahí…
Aquellas etiquetas por las que nos ubican dentro o fuera. Luisa no era la excepción. Ella tambien vivía bajo una etiqueta… claro que al menos dentro del trabajo. Ella solia ser mas tildada de vil y cruel que de si era o no lesbiana.
Parecia que era algo que no tenia importancia… igualmente por mas que le dijeran lo que dijeran. Es una persona tan fuerte como borde…
¿Como era posible que lo considere poca cosa?. Bueno pensándolo bien tampoco esperaba que le hiciera fiesta ni mucho menos. Kate… por mas alucinógenos o estupefacientes que me dijera consumir, jamás lograra que admita que siento algo por Luisa.
Entonces ¿qué es esto que siento?
Gabriela frunce el seño mientras lanza el celular sobre el escritorio.
...
- ¿Problemas en el paraíso?- pregunta divertida Luisa desde la puerta.
- ¿Que quieres Luisa?- le pregunto aun sin girarme… que importaba si utilizaba el sarcasmo con esta mujer del demonio.
-Necesito que recogas algo- dice entregándome un trozo de papel con una dirección.
Luisa me obliga a que le realice todo tipo de recado. Fuera o dentro del edificio. Esa niña andaba en algo extraño... pero todo sea por no estar cerca de ella... Y aquí estoy… buscando una calle inexistente… porque la muy idiota no sabe anotar una simple dirección.
Mi paciencia se hizo añicos cuando me doy cuenta de que estaba frente a un SEX SHOP… Si, Luisa me habia mandado a esa dirección para que recogiera su pedido…
Gabriela grita de rabia, al verse en esa situación… era demasiada información innecesaria… una vez que saliera del negocio, iria a buscar a Luisa y la mataria.