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No es la gran cosa. por Rather be

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Notas del capitulo:

Un nuevo capitulo de la historia de Gabriela y Luisa. En este capitulo ire intercalando a cada protagonista.

Sin mas lean.

Con la idea de que nada podía salir mal, Gabriela prepara su desayuno. Ordena un par de cosas, y le da de comer a su mascota. Mientras lava los platos, escucha en la radio su canción favorita. Y por que no, se permitió unos leves y pegadizos movimientos siguiendo la música. Definitivamente había recuperado su humor. No tenia porque acobardarse, ya conocía la rutina, las miradas y los comentarios que tenia que decir y cuales no. No podía ser diferente con esta niña. Gabriela aun tarareando la canción, toma sus llaves y sale.

Del otro lado de la ciudad… En un departamento del decimo piso, se puede ver a Luisa despegando con un poco de dificultad su cabeza de la almohada. Quien al ver lo soleado y cálido que estaba el dia, da un salto y sale de la cama… Ni una sola nube en el cielo. Hoy definitivamente era el dia… finalmente tendría el cargo por el que tanto habia estado preparándose. Tomo la cafetera, mientras se sirve un café doble. Una vez que termina el cafe. Se cambia y se prepara para salir.

-Bien, hora de comenzar- dice mientras acomoda su sudadera favorita. Con un poco de suerte llegaría a casa a tiempo para que Clara, lavara su ropa. Y cuidara a Matt, su perrito.

Luisa toma su camino de siempre, ahí se encuentra con David y Gastón. Ambos amigos de la preparatoria. David, alto y rubio. Elegante y sobre todo delicado. Gastón,  un sujeto de estatura media, cabello castaño, sonrisa amplia un sujeto tranquilo, dedicado a su trabajo y familiero.

"Estuvimos muchos años sin saber de la vida del otro, pero de la noche a la mañana volvíamos a ser lo que eramos, inseparables".

 "Una tarde estaba haciendo mis compras en la ciudad, iba con miles de cosas en la cabeza. Estaba furiosa, mientras hablaba por mi celular, mientras esperaba el cambio de señal. Creanme cuando le digo que no hay nada peor que un peatón imbécil con su celular. Y ahí estaba yo".

"No recuerdo quien de los dos, choco a quien, pero cuando me gire para decirle un par de cosas de su madre. Veo como la otra persona estaba llorando, no tarde ni, un mili segundo en reconocer a Gastón. ¿Gastón estaba llorando?... Rápidamente colge la llamada.

 El al reconocerme, me abrazo. Decidimos ir hacia una cafetería cercana… Hablamos de miles de cosas, mientras nos poníamos al tanto de la vida del otro. Gaston no podia estar triste por mas que su novia, la perra lo habia dejado plantado y lo habia engañado con su mejor amigo.

Antes de tocar el tema de David. Sentimos un estallido de cristales que provenían de la ventana a nuestra espalda. Un bulto negro estaba en el suelo, cubierto de sangre y trozos de cristales. Cuando ambos reconocimos que el bulto negro era David. Corrimos a socorrerlo.  

Si ambos no teníamos ya problemas,  era porque no me habíamos escuchado aun a David. como habia dicho es un chico demasiado bueno, se metio en una pelea de una pareja de adolescente y trato de socorrer a la chica que estaba siendo golpeada por su "novio"; cuando David se mete, ambos le tienden una emboscada, no solo robandole el celular, las zapatillas, sino que tambien golpeandolo hasta la cristalera del bar donde lo vemos caer cual bolsa de papa.

Dias después de nuestro extraño encuentro, decidimos por acuerdo en común. Reunirnos al menos 3 veces por semanas. Era como volver a aquellos días lejanos. Cuando cursábamos en la preparatoria, nos cuidábamos mutuamente. Ellos eran los hermanos que nunca tuve. Claro que no todo era rosas. David, sufria severas golpizas por ser el “marica”, sin ningun directivo que interviniera. La preparatoria era un campo de guerra. Recuerdo como se burlaban de Gaston por ser su mejor amigo. Las burlas disminuyeron cuando me incorporaron a su “grupillo de renegados”. Gaston odiaba ese nombre, pero eso era lo que eramos. La verdad es que nunca me invitaron, simplemente no pudieron sacarme una vez dentro. No los culpaba, no querían saber nada con la niña rica. Aquella que nadie quería acercársele sin sacarle algo.  El rico y poderoso era mi padre, pero nadie entendía la diferencia. Cuando creíamos tener paz…solo se intensifico. David, con su lógica de déjalos y te dejaran. No quería combatirlos. Tampoco era la solución, lo sé.       

Pero que más daba si mataba a uno o dos. Por suerte Gastón quien era el punto intermedio, decía que debíamos combatirlos como mejor sabíamos, diciéndonos día tras día, que éramos mucho más que ellos. Por muy duro que a veces resultaba. Debíamos demostrar que nosotros podíamos llegar más lejos que nadie. ¿Éramos diferentes?... y que mas daba.

 Claro que también tuvimos cosas buenas. Recuerdo como nos reíamos por las estupideces que hacíamos para llamar la atención de aquella persona que nos gustaba. David habia conseguido triunfante el numero de aquel joven y atractivo universitario. Gastón habia conseguido a su chica. Solo faltaba yo… pero a mí me gustaba, la hermosa mujer que estaba bailando en aquel momento en el centro de la pista. Como nos reíamos antes las ocurrencias de David, al incentivarme para que me acercara... la mujer al verme, me siguio el juego... con un poco mas de valentia lo hice... bailamos, nos reiamos e incluso la bese... Habia besado a una mujer. me sentia feliz.

Claro que para ese entonces, no sabia siquiera lo que hacia, pensaba que solo quería llamar su atención porque era linda y refinada. Su fragancia me tranquilizaba y sus ojos, era lo mas hermoso que habia visto. No tenia ni la mas remota idea de que significaba ese revoloteo en mi estomago.

Nuestras salidas que casi siempre eran improvisadas, sin que nada interesante que resaltar... se volvio tan increible que parecia un sueño hecho realidad. Los tres sin nada que temer, entre risas y lagrimas, nos abriamos paso en el mundo de la adultez... Estaba jodidamente feliz. Los tres lo estábamos.

Claro que siempre puede variar. Los tres volviamos a ser niños, cuando queriamos. como ahora...

-          ¿Lo de siempre?- pregunta Gastón, a mi lado mientras sacude sus piernas. Yo miro a David,  él estaba al lado de Gastón, se le forma una sonrisa. Ambos miramos a Gastón.

-          Lo de siempre- decimos a la vez.

-          Bien, a las 3- dice mientras nos preparamos los tres. Aquel que ganaba, pagaría las bebidas de esta noche.

-          ¡3!- Grita Gaston, mientras corremos los tres, a la vez.

Minutos después…

-  ¿Como puede ser posible?- dice Gaston sentado en el suelo jadeando mientras trata de recuperar el aliento.

- A mi ni me mires- digo mientras seco mi rostro.

- ¿Eso es todo?- pregunta David, triunfante mientras toma su celular. Su ego se habia ido a las nubes... 

Gaston me mira, yo asiento. Ambos le tiramos agua. David no paraba de reírse, mientras esquivaba los chorros de agua... una vez empapado corrio por su botella.

-Ahora veran niñitos- dice con su seño fruncido.

Luego de la mas brutal pelea de agua en años. David se incorpora.

-          Es hora de marcharnos…Hasta esta noche- dice David mientras se aleja. Gastón me acompaña un par de metros más hasta que toma su camino.

-          Suerte en tu primer día- dice con una sonrisa picara. Debia volver a casa, y prepararme para ir al trabajo.  

45 minutos despues...

Del otro lado de la ciudad en un edificio todo cristalizado. De al menos 25 pisos de altura. Gabriela desciende de su coche e ingresa luego de saludar al hombre del estacionamiento. Gabriela se acomoda su camisa, su falda de color azul oscura. Mira sus zapatos, buscándole alguna imperfección. Al no encontrarla, sonríe complacida. Ingresa en el ascensor. Marca su destino. Se acomoda el cabello. Mentalmente cuenta hasta diez. Cuando finaliza, se abren las puertas, de repente Gabriela se sentía observada por todo el edificio, en particular los empleados y la recepcionista ya que estaban expectantes por ver a la nueva jefa. Pero cuando vieron que únicamente era yo la que venía en el ascensor. Volvieron a sus actividades.  "Tengo que admitir que eso golpeo mi ego. No era nadie importante después de todo". Una vez que ingreso en mi despacho, dejo mi carpeta, y mi abrigo sobre la mesa. Abrí las cortinas, permitiendo que la luz ingrese. Se sentía agradable. "¿Siempre había sido tan oscura esta habitación?" Claro que para Gabriela no era la habitación lo que la inquietaba.   

-Gabriela, la jefa dará la presentación- dice la recepcionista. Mientras abre la puerta.

-Gracias…Ya mismo me presento…- dije quitándome los lentes, me incorporo. Acomodo mi cabello. Y salgo. Ahí estaba "Luisa".

-Bien… Buenas tardes…- dice Luisa apretando sus manos entre si-  Como ya sabrán y si no deberían ya saberlo… dentro de exactamente 2 horas vendrán los nuevos patrocinadores- se escucha quejidos de fastidio por todos lados. Luisa sonríe –Se que  es tedioso, trabajar, ya de por si es fastidioso...-todos lanzan carcajadas - Pero piensen en una cosa, solo en una cosa- todos la miran. – Demostrémosle  de lo que somos capaces, demuéstrenme que son digno de estar aquí – todos se miran entre sí –sino ahí esta… la puerta de salida- dice señalándola con una amplia sonrisa.

Tengo que admitir que un extraño escalofrió me recorrió la columna.

-Que es broma…- dice Luisa riéndose. Solo un par de valientes la acompañaron en risas. No importa lo gracioso que le resultara, esta mujer estaba jugando con nuestro empleo. Oh, esto es lo que llaman Karma supongo. Sonrio mientras muerdo mis labios "No me agradaba ni un poco".

3 horas mas tarde...Recibimos la presencia de varias marcas de bebidas. Tal como había dicho Luisa. Una vez entregada la firma, quedaba en nuestras manos el resto.

 Las reglas eran fáciles producir un eslogan. Debíamos cuidarnos de que el mensaje fuera recibido por la audiencia, para que apunte al consumo del producto, parecía que si todo salía bien, tendrían miles de consumidores en un parpadeo.  Lo difícil fue, decidir entre todas las ideas. Mientras daba unos vistazos por la zona de trabajo, donde estaban todos debatiendo y colocando fotografías, panfletos de diferentes tipografías. Pude comprobar como por primera vez, todos estaban trabajando juntos.  Sin duda jamás habia visto tanta creatividad y tantas expectativas por parte de todos los presentes. Luisa parecía intimidante, pero su método funcionaba.

-Gabriela- me llama Kate, mi mejor amiga, que casualmente es la fotógrafa prodigio, venía con una carpeta llena de fotografías. – Necesito tu opinión al respecto- Asiento mientras me lleva a su pequeño estudio. –Luisa, me ha puesto a cargo de la sección publicitaria de la revista MODA.- dice cubriendo su rostro.

-Oh dios Kate eso es maravilloso- dije tomándola por los hombros. Ella estaba aun cubriendo su rostro, ¿sonrojado?.- felicidades- volví a decirle, mientras la abrazo. Ella permanece en silencio, empecé a inquietarme- Kate ¿Estás bien?- le susurro, ella niega en silencio de repente ella salta a mis brazos. Me abraza por el cuello,

-no quiero irme- dice acercandose a mis labios.-no quiero dejarte aqui- susurra con sus ojos humedecidos.

-Kate, pero ¿qué estas diciendo?...- dice forcejeandola para que se alejara de mi.

En ese preciso instante siento a alguien toser a mi espalda. Era Luisa. Al verla, suelto a Kate de golpe. Kate al darse cuenta de esa actitud. Se gira.

-Siento interrumpir… pero necesito hablar con Gabriela- dice Luisa con el semblante serio- Sera solo unos segundos- dijo forzando una leve sonrisa...

Esta mujer es el mismisimo demonio.

[Luisa]

Presionaba nerviosamente mis manos. Reconocí a aquella mujer, entre la multitud de los empleados. Me observaba detenidamente, como si quisiera analizarme o Algo así. Me alegro que lo hiciera; tuve el placer de conocerla cuando vine a presentar mi expediente. Papá me habia dicho, que por mas empresa familiar que fuera, debía hacer las cosas acordes a los protocolos. Por lo que de mala gana, me presente. Una vez dentro la vi, aquella mujer de apariencia simple, gruñona, con sus enormes gafas, y su nariz en punta. Parecia una bruja... pero que no estaba nada mal...si tan solo... Espera un segundo, lo estaba haciendo de nuevo. Debia dejar de señalar los defectos de las personas. Debia tranquilizarme. Claro que la entrevista se fue a la mierda, cuando abri mi boca, pero al menos quede tranquila conmigo misma.

Durante la entrevista, la cage... si solo no me hubiera comportado así, pero la muy engreida... basto para que pusiera mi sexualidad en tema de cuestión para que le saltara al cuello. ¿Qué podía saber ella? ¿Habría salido con alguien alguna vez en su vida?. ¿Es que acaso asi funcionaba en ella? No pude hacer mas que seducirla, y ocasiono el efecto que espere... solo esta tensa... tensa con quien era... pero yo no era como ella y se lo dejaria bastante en claro.

Estabamos ambas enojadas, y lo hubieramos resuelto de la peor manera posible sino hubiera sido porque los de seguridad me levantaron por los aires, llevándome hacia la salida. Habia prometido hacerle la vida imposible a esa mujer.

Pero mis mas viles intentos, fueron aplastados cuando la vi, encerrada en su despacho. Revisando, carpetas y carpetas de archivos. Estaba sobrecargada de trabajo. Mire por los alrededores mientras veía como todos tenían mucho menos cantidad que las que tenia ella. Enfureci... no necesitaba mas personas que le hicieran la vida imposible... ¿Qué clase de jefa era si la hundía más rápido en el estrés laboral y menos en la tension sexual cuando estabamos juntas?.

No fui directamente hacia su despacho, sino que envié varias personas a ayudarla. ¿Acaso estaba sonriendo? Me pregunte al verla hablando con sus compañeros del estudio. No pude evitar sonreír también. Ya vere como solucionamos nuestras diferencias...

[Gabriela]

Claro que todos sabíamos que Kate Smith era una prodigio en la fotografía, pero ¿Por qué demonios debía abrazarme en ese momento?. Ingreso al despacho de la jefa... estaba bastante desordenado todo. antes de que pudiera ver por completo el desastre con el cual trabaja, me interrumpe su chillona voz.

-Veo que después de todo mi intuición no falla- dice, mientras toma asiento. Por mi parte aun permaneci de pie. – pero la señorita Kate ¿no es un tanto joven para usted?- me pregunta con una leve sonrisa en sus labios. Aprieto mis puños de rabia. Al diablo si me despide.  

-Señora Luisa con todo el respeto, no se que es lo que le pasa por su revuelta cabeza, pero Kate es como una hermana para mi-  suspire buscando el coraje que me faltaba. –Y a diferencia de usted yo si se diferenciar mis asuntos personales de los laborales-  dije con una sonrisa de oreja a oreja. Luisa traga con dificultad. No necesitaba ser un genio, antes aquellos sospechosos minutos con su secretaria, en esta misma habitacion.

-Bien, bien- dice poniéndose de pie- Gabriela ¿no es así?- pongo los ojos en blanco ¿De verdad no sabía mi nombre? -Quiero que seas mi mano derecha- dice acercándose cada vez mas.

-¿Qué?- pregunte atónica.- por si no lo sabia, ya soy su asistente...- dije irritada.

-lo sé- sonrie.

...

Durante semanas...

Cuando creí que podía llegar a agradarme Luisa, ella comenzó a frecuentar mi oficina. Entendía que era su mano derecha y todo eso, pero por el amor a dios. Mi espacio personal lo queria de vuelta. Creo que esto es el karma.

Kate hacia tres semanas, que había sido trasladada. Era raro y solitario no tenerla cerca. Ella es mi mejor amiga. Desde el instituto éramos inseparables, ella decidió sabiamente la fotografía. Siempre tuvo ese toque mágico. Pero ¿Qué fueramos pareja? como divagaba Luisa, me volvió terriblemente agresiva.

Luisa es una caja de sorpresas en ese aspecto, claro que seguía sin agradarme, acepte el trabajo de ser su mano derecha, exclusivamente por la paga.

Marco el numero de Kate, para contarle lo acontecido, Kate al escuchar atenta todo, lanzo unas ruidosas carcajadas. Solo pude gruñirle y cortarle la llamada.

Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer. L@s espero en el proximo capitulo.


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