Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo camino a casa por Aria Rovimare

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

...

.

El detonante

.

.

.

Ante la insistencia de Naruto, que para Sasuke había sido bastante precipitada, Kurama le indicó que se quitara la chaqueta y la camiseta que traía encima. Obedeciendo, Naruto lo hizo dejando ambas a un lado de donde tomó asiento frente al zorro, quien tenía una expresión pensativa. Sasuke, Kaya y Jin se encontraban unos metros más allá, observando todo. Jin no parecía tener mayor interés en todo eso, en cambio, la pequeña lucía bastante perceptiva a todo lo que estaba a punto de suceder y Sasuke podía comprenderlo. Él se encontraba de la misma manera. La única diferencia, él creía, era que encontrándose frente a frente con este momento estaba sintiendo una especie de inseguridad que desconocía en sí mismo y el deseo de que Naruto no fuera capaz de recordar su vida pasada aumentaba con cada segundo.

Podía notar la tensión presente en los hombros de Naruto mientras esperaba que Kurama dijera o hiciera algo. Cuando Kurama le observó fijamente y colocó sus manos en cada una de sus piernas, Naruto respingó levemente.

—¿Qué sucede Kurama?— dijo Sasuke, al ver que Kurama estaba actuando algo extraño. Parecía indeciso y eso no le dio un buen presentimiento.

No es nada.— contestó, recuperando su seguridad. — Comenzaré por tu estómago, Naruto. No dudes en decirme si algo parece estar yendo mal. 

Naruto asintió y seguido a eso, Kurama plantó sus manos sobre el abdomen de Naruto quien se sobresaltó un poco. Las manos de Kurama eran inesperadamente cálidas, y Naruto decidió que lo que estaban haciendo no parecía ir por mal camino, un segundo más tarde, sintió que algo se adentraba en él pero no podría describirlo bien aún si se lo pedían. No se sentía como algo ajeno a él, como esperaba, más bien, se parecía a la sensación de encontrar algo después de haberlo perdido. Un minuto más tarde, Kurama retiró las manos y lo miró fijamente antes de hablar.

¿Cómo te sientes?

—Estoy bien…—contestó Naruto, con sinceridad. —  solo sentí como si algo hubiese vuelto a mi… ¿Es extraño?

— No lo creo, más bien, pensemos en ello como una buena señal ya que antes nuestros chakras estaban unidos. — Agregó Kurama.— Ahora, pasaré directamente a tu mente, Naruto.

—¿Eh?

Esto era simplemente una prueba, antes de la prueba definitiva.

Tras esas palabras Kurama colocó ambas manos sobre las sienes de la cabeza de Naruto y luego cerró los ojos. Necesitaba tener más cuidado con esa zona y eso requería mayor concentración.

A lo lejos, Sasuke podía ver como Naruto estaba totalmente alerta pero, solo unos pocos segundos más tarde, una leve mueca de dolor se reflejó en su rostro. Naruto sintió de un momento a otro como si estuvieran apretando su cabeza con demasiada fuerza e inclusive era capaz de creer que esta explotaría en cualquier momento. Con esfuerzo comenzó a llevar sus manos hasta los brazos de Kurama para alejarlo de sí, pero antes de alcanzarlo, Kurama se alejó y toda la presión que sintió en su cabeza se esfumó al instante.  

Dime, Naruto… ¿cómo te sientes? — preguntó al zorro, quien lucía bastante agotado por lo que había hecho

—Bastante bien…— Respondió un poco asombrado. —Aunque en un momento sentía que me iba a explotar la cabeza, pero ahora estoy bien.

¿Ningún pensamiento pasó por tu mente en ese momento?… algo fuera de lo normal…

—… No…— dijo Naruto y Kurama bufó.— Ninguno fuera de querer alejar tus manos de mi cabeza.

Maldición.

—Kurama— Interrumpió Sasuke en su conversación — ¿Qué intentaste hacer? —Pero Kurama no respondió.

—El intentó pasar algunas de sus memorias a Naruto, pero parece que no funcionó… — Habló Jin.

Sasuke y Naruto le prestaron atención.

—¿Por qué? ¿No sería suficiente con el paso de chakra? — cuestionó Sasuke.

—Tuvimos una conversación ayer… — Le explicó Jin.— Cuando Kaya me salvó, algunas de sus memorias pasaron a mi cabeza…— reveló —pero, no es algo que pueda explicar por qué pasó realmente. De esa forma fue que supe quién era ella. Sus miedos, y su valentía.— terminó, sujetando la mano de Kaya, que permanecía en silencio.

Supuse que esto ayudaría— dijo Kurama, mirando a Jin.— La mayoría de las cosas en las cuales me centré fueron eventos importantes de su otra vida, algo a lo que pudiese aferrarse con rapidez pero al parecer no funcionó… — retornando su atención a Naruto, preguntó:— Naruto ¿No sientes nada extraño en este momento?

Naruto esperó unos segundos, prestando atención a cualquier señal que le diera a entender que aquello si había surgido algún efecto, intentó hacer memoria de algo que antes no hubiese notado, pero nada pasó. Demostrando su frustración, apretó ambos puños con fuerza y negó con la cabeza.

Ya veo… — dijo Kurama, con resignación. — De todas maneras, será mejor esperar un tiempo más…

— ¿Para qué exactamente? — dijo Jin, con un poco de molestia. — Para una persona común, recibir tal información habría sido catastrófico pero Naruto no parece para nada afectado y dudo que algo suceda después.

—Eso no lo podemos saber. — alegó Sasuke. —Cada persona responde de formas diferentes. No sabemos si recordará de otra manera, que recuerde al dormir también es una opción.

—Bien, ¿Y qué tal si tampoco lo hace de esa forma?

Sasuke le vio con un notorio enfado.

—¿Y qué tal si es así, y por no querer esperar, les entrego el pergamino y de todas formas terminan muertos? — Jin se molestó aun más frente a eso, sin embargo, Kaya no reaccionó de ninguna manera.  — Se los dije, este acuerdo no aseguraba que ustedes siguieran con vida. — finalizó Sasuke, recordándoles su amenaza y el rencor que todavía permanecía en su interior, al menos dirigido a Jin.

El silencio se prolongó un instante antes de ser interrumpido.

—Al final esto no sirvió de nada. — Dijo Naruto desde su asiento, sin mirar a nadie en específico.

—Esperaremos.— la voz delicada de Kaya, que había permanecido como espectadora casi todo el tiempo llegó hasta Naruto, sorprendiéndole.

—Kaya, no-

—Jin, esperaremos un día —. Reiteró la pequeña, interrumpiendo a su compañero. El hombre solo aceptó las palabras de la menor, guardando silencio. — Todos recordamos de formas diferentes. — Agregó, dirigiéndose a Naruto al final.

Naruto chistó, sin tomárselo muy bien y tomando su ropa se apresuró a salir del templo hacía la parte de atrás. Sasuke pudo vislumbrar la frustración que sentía Naruto solo por un instante. Cuando este ya se encontraba a varios metros de distancia, Kurama movió la cabeza en su dirección indicándole a Sasuke que le siguiera y él así lo hizo, pero no solo por Kurama, sino porque las reacciones de Naruto ante todo esto le confundían cada vez más, preocupándolo. Tal vez, después de todo, Naruto simplemente estuvo intentando actuar con normalidad ante todo lo que todavía no lograba comprender. Había demasiadas cosas que aún le eran desconocidas.

Cuando le alcanzó, este estaba nuevamente con la ropa puesta afirmando su espalda contra uno de los árboles que estaban allí, solo un poco adentrado en el bosque.

—Naruto — Le llamó Sasuke, pues al parecer el otro estaba perdido en sus pensamientos, y cuando este volteó a mirarlo, Sasuke supo de inmediato que no esperaba que lo siguieran.

—Sasuke… Lo siento—. Musitó Naruto, sin mirarle a la cara.

—No tienes que disculparte, Naruto.

—Tengo que hacerlo… y con Kaya también. 

—Oíste lo que Kaya dijo ¿verdad?... — Naruto simplemente apartó más la mirada. — Ella dijo que esperaría. Si vas a disculparte, entonces hazlo cuando sepas que nada funcionará.  

—… ¿Realmente crees que pueda recordar?  — preguntó con desgano.

Sasuke suspiró.

—No lo sé. —respondió Sasuke, sin querer asegurar algo que quizás no se daría. — Tal y como dije antes, puede que al igual que yo, puedas recordar al dormir. Incluso…— añadió, recordando sin querer lo que pasó en la fiesta. — incluso puede que necesites alguna especie de detonador. Cabe la posibilidad de que simplemente tus recuerdos estén bloqueados.

—Puede que tengas razón…— aceptó Naruto, aún desanimado.

Sasuke frunció el ceño.

—Naruto, hay algo que quiero preguntarte desde que te conté acerca de todo esto.— declaró con seriedad. — Tú… ¿realmente estás bien con todo esto? No puedo creerme que estés del todo bien… Sakura me contó acerca de tu condición física ayer.

Naruto por fin le dirigió la mirada sin intenciones de querer apartarla de nuevo, al menos por el momento.

—La verdad… es que siento como si fuera a volverme loco en cualquier momento…— confesó, riendo un poco. —Pero creo que cuando al fin ya no tenga más dudas, estaré bien.

—Idiota…debiste decirlo. — le regañó, recordando su propia experiencia asimilando todo ese asunto.

Naruto negó con la cabeza.

—No era necesario… algo dentro de mí me decía que algo me pasaba desde que era pequeño, y aumentó después de conocerte-dattebayo.

Sasuke levantó una ceja en señal de interrogación mientras se cruzaba de brazos.

—¿A qué te refieres con eso?

—Bueno…al principio, ya sabes, pasó lo de tu voz y… sinceramente no te quería cerca. — Sasuke asintió, recordando muy bien cuanto le dolía ser rechazado. —Pero, insistías en estar ahí y cuando empezamos a hablar más tenía la sensación de haberte conocido toda mi vida. — dijo, con una sonrisa algo nostálgica. A Sasuke se le secó la boca. — ¡Pero eso era imposible! Así que me convencí de que se debía a que supe de ti desde que tenía diez años.

—Diez años… — pensó Sasuke en voz alta. — ¿Fue por Sakura?

—Claro que sí, fue Sakura-chan. A veces me llamaba para decirme como luciste un día, o como parecías sentirte durante un tiempo. — Naruto se entristeció, sin embargo fue solo por un instante antes de retomar la conversación. — ¡Ella te describía hasta en el más mínimo detalle-ttebayo! Que Sasuke-kun hacía esto y aquello, que Sasuke-kun era un genio y ni quiero recordar cuantas veces me dijo que eras… pues, apuesto.

Esa era la primera vez que Sasuke se avergonzaba al oír a alguien decir que era apuesto, y lo más probable, fuera que se debía a que Naruto estaba algo avergonzado también.

—¡Lo importante! —exclamó Naruto retomando el tema. —…es que no quería aceptar esa sensación tan rápida de familiaridad contigo pero, cuando casi te matan no sabía qué hacer. Y cuando me agradeciste fue peor, estaba claro que yo debía agradecerte por salvarme primero, estuve feliz por eso…

—Y me agradeciste, Naruto.

—Pero no quería hacerlo — admitió Naruto. — no quería agradecerte por algo que debía ser parte de tu trabajo, pero después cavilé las opciones que tenías para evitar que te dispararan y lo hice de todas formas… Al final no eras un mal sujeto-ttebayo. Aunque seas un bastardo a veces. — agregó, con una media sonrisa.

Sasuke no pudo evitar responder con una sonrisa irónica a ese “insulto”.

—Si yo soy un bastardo, tú eres un usuratonkachi.

Naruto abrió un poco más los ojos, bajo el reconocimiento de algo nuevo.

—…Esa palabra… sé que dije que no diría nada sobre ella pero, ¿De casualidad tiene que ver con nuestro pasado? — preguntó Naruto, curioso.

—Así es.

—Eso quiere decir… ¿Llamabas así al Naruto del pasado?

—…Si.

—Ya veo… — dijo Naruto, mirando hacia las copas de los arboles que ahora estaban algo vacías, ya que el otoño hacía caer sus hojas. — Deseo poder recordar todo eso, también.— miró sus manos un momento y respiró profundo. — Tal parece que en realidad lo que hicimos allí adentro no causó nada en mí.— terminó de decir con algo de tristeza.

—¿Sigues sin sentir nada extraño?

—Si. Sé que quizás te parezca que no le tomo el verdadero peso a todo esto, Sasuke, pero sí lo hago. Realmente quiero recordar todo, recordar cómo era la verdadera Kaya y recordarte a ti también.

Sasuke le creyó, pero de todas formas y a pesar  de los deseos de Naruto, él no pensaba de la misma manera.

—Sinceramente… —dijo Sasuke, acercándose a un árbol cercano se afirmó en este y mirando hacia el interior del bosque, continuó: —…Yo no quiero que lo hagas.

—¿Por qué? —preguntó Naruto, intrigado. Estaba claro que no se esperaba eso de Sasuke. —Tú… — añadió luego, como si se hubiese percatado de algo importante. — No puedes solucionar todo asesinando a las personas ¿Sabes?

—Tsk. No es por eso, idiota. —explicó Sasuke, un poco molesto ante la conclusión a la cual llegó Naruto. Aunque sí tenía deseos de lastimar a Jin y no creía que se fuera muy pronto esa sensación.

—Entonces ¿Por qué?

Sasuke se volteó nuevamente hacia Naruto para responderle ¿Sería bueno decirle lo que pensaba de todo eso?

—Hay partes de ese pasado que no quiero que conozcas. — dijo, decidiendo ser sincero. — Cosas que no deberías sufrir otra vez y cosas que yo hice, también. Tal y como pudiste ver esa noche, cuando entraste a mi casa sin permiso, ese pasado no es… — Sasuke se detuvo un segundo. — Lo que quiero decir, es que recordar es como vivir todo otra vez, incluso llega un momento en que intentas cambiar algo, pero es imposible hacerlo.— explicó, rememorando las ocasiones en que quería dejar de luchar en sus memorias pero siendo incapaz de lograrlo.— No quiero que tú…

—No me importa. — le interrumpió Naruto, que ahora se hallaba a solo unos pasos de distancia y le miraba de frente. — Esa es una razón más por la que quiero recordar, Sasuke. No sé si tenga que ver con lo que viví una vez pero…— dijo, mientras golpeaba brevemente su pecho con una mano para luego formar un puño con ella. — siento que no puedo dejar que cargues con todo ese peso tú solo. No puedo dejarte sufrir solo por todo esto, Sasuke.

Sasuke abrió más los ojos y a pesar de sentir como su corazón latía con rapidez ante la emoción de saber que Naruto seguía siendo él mismo, no pudo evitar comenzar a reír a carcajadas. Naruto por su lado, no podía creer que eso sucediera de nuevo, Sasuke reía al igual que cuando le dijo que lo consideraba su amigo.

—¿Lo que digo es tan gracioso-ttebayo? — cuestionó, cruzándose de brazos.

—No, es que… — Sasuke dejó de reír antes de continuar, se suponía que él había venido para ayudar a Naruto y este, nuevamente le había ayudado a él. — Tú, sigues siendo el mismo idiota de siempre, Naruto.

—bastar-… espera. ¿Eso quiere decir que me parezco al otro “Naruto” en esto? —le preguntó a Sasuke, sin evitar sentirse algo emocionado, ya que Sasuke lucía muy feliz por ese detalle. A pesar de no estar riendo, su sonrisa seguía allí ¿Él antiguo Sasuke sonreía también con esa regularidad? Esperaba que sí…

—Lo haces. —confirmó, recuperando su serenidad.— Aunque agradezco que no seas del todo igual ahora.  — dijo, pero con algo de resignación esta vez.

—¿Eh? —Naruto se confundió por su cambio de humor repentino ¿A qué se debía eso?

—Volvamos, ya ha comenzado a atardecer… — expuso, mirando al cielo. — No puedo creer que nos hayamos tardado tanto aquí.

Naruto solo pudo seguir su paso después de que Sasuke se le adelantara.

—Naruto, recuerda que solo queda esperar. Puede pasar mucho en solo un día. — dijo Sasuke antes de adentrarse en el templo. Naruto no se contrapuso a sus palabras.

Así que al fin decidieron volver, Uchiha… — dijo, Kurama, un tanto molesto por su demora.

—Hubieses ido a verle tú mismo y así habrías tardado menos, maldito Zorro.

Ese no era mi lugar, no ahora. — explicó Kurama con calma. Para Sasuke estaba claro que intentaba decirle algo más con eso, pero sería mejor olvidarlo.— Naruto ¿Estás de acuerdo con esperar hasta mañana?

—Lo estoy. — afirmó, todavía algo inseguro. —Kaya… — La pequeña se volteó hacia él cuando este la llamó, pero al recordar las palabras de Sasuke, Naruto se contuvo de disculparse con ella. — De alguna forma haré que esto funcione.

La pequeña solo asintió.

.

.

El camino de regreso a casa fue hecho en completo silencio tal y como fue el resto del día entre Sasuke y Kaya mientras estuvieron juntos, la única diferencia era que ahora la pequeña portaba un pequeño bolso con sus pertenencias. Ni Kaya ni Sasuke parecían tener algo que decir respecto a lo que sucedió con Naruto ese día, sin embargo, podía reconocer que ella quería creer en que todo eso funcionaría.

No podía decirse lo mismo de Sasuke, pues todo lo que le dijo a Naruto durante su momento a solas era verdad, pero tal parecía que aquello no detendría a Naruto, que con su obstinación no se acobardaría ante algo como sus memorias. Sonrió levemente para sí mismo al pensar que si Naruto no había cambiado después de casi ser asesinado y de que él le dijera que era un ninja reencarnado, aunque se tardara un poco más de tiempo Naruto, volvería a ser el mismo de siempre a pesar de conocer todo lo que vivió una vez. Tan ensimismado estaba en su pensamiento que no notó que a su lado, Kaya le observaba atentamente y al igual que la primera vez que se vieron, cuando Jin estaba herido, ella parecía analizarle con la mirada.

Cuando llegaron a casa y solo segundos después de que Sasuke estacionara su automóvil, ambos escucharon el paso de trote de alguien, acercándoseles. Era Naruto, quien había llegado también a casa en ese mismo instante.

—Naruto… ¿Qué sucede?

—Yo… —titubeó un poco, mirando a Kaya.

—Si es por Kaya, no te preocupes, creo que lo mejor será que también se quede conmigo esta noche. Debes asegurarte de descansar—  dijo, recordando lo que Sakura le había dicho acerca de la condición de su hermano.

—¿Eh? ¡Oh! Sí, claro.— dijo Naruto. — Te lo agradezco, pero… no era por eso que vine.

—Ya veo… ¿Para qué entonces?

—Verás, traje cosas para cocinar algo decente hoy pero sería un desperdicio comer solo. Así que…

Sasuke se permitió emocionarse solo un poco por la idea, pero antes de eso siempre estaba su raciocinio, plantándole en la realidad como siempre lo había hecho.

—Gracias Naruto, pero… ¿No sería mejor para ti llamar a alguien más? —continuó Sasuke, tentativamente.

—¿A quién?

—Sakura… o Hinata, tal vez.

Naruto solo desvió un momento su mirar para luego sonreír lastimeramente, algo demasiado extraño para Sasuke.

—Bueno, eso sería algo complicado… por ahora-ttebayo. — explicó Naruto, pasándose una mano por el cabello rubio. — ¡Pero! No me desvíes el tema. La verdad es que no quiero comer solo hoy, pero no es como si pudiera platicarle los problemas que estoy teniendo a cualquiera.

—Iremos.— contestó Kaya en lugar el Sasuke y este se sorprendió un poco, la niña no tenía por qué contestar por él pues era esperable que aceptara acompañarlo.

—Hn. — fue lo púnico que Sasuke enunció al final.

—¡Gracias a los dos! — exclamó Naruto genuinamente contento mientras sonreía con ganas y colocaba un de sus manos en su hombro. — Vamos entonces ¡Me muero de hambre! — confesó, caminando hacía la que era su casa.

.

.

—Dijiste que prepararías algo “decente” para comer hoy ¿No es así, Naruto?— preguntó Sasuke mientras veía la comida puesta frente a su lugar en la mesa.

—Si, eso dije.

—Entonces… ¿Por qué demonios estoy comiendo Ramen otra vez?

—¡Bastardo, no seas mal agradecido! — le reprendió Naruto. — Además, está preparado a mano ¡Por mis manos! Es diferente a comer algo instantáneo.— argumentó.

—Sigue siendo poco saludable —. Alegó Sasuke.

—Cuando seas tú quien cocine puedes hacer algo “saludable”—. Dijo Naruto con molestia antes de comer un poco de su propio tazón.

Sasuke no pudo evitar notar como Naruto disfrutaba tanto de aquel platillo, al igual que antes. Cuando lo probó el mismo, pudo entender el por qué de su gusto por esa comida, jamás podría saber sí el Naruto del pasado era un buen cocinero pero, esto le indicaba a Sasuke que al menos ahora, él tenía talento para eso. Frunció el ceño ante su rapidez en aceptar que aquello sabía bien. No creía que fuera a causa de algo más que le gustara un poco más el ramen que antes… no podía ser a causa de…

Ante los pensamientos que él mismo considero fuera de lugar y  de su propia vergüenza, casi se trapica por un momento.

—¿¡Estás bien, Sasuke!? — preguntó Naruto, exaltado.

—E-estoy bien…— respondió escuetamente al dejar de toser, para luego seguir comiendo.

Naruto solo se le quedó mirando.

—¿Qué?

—¿No me dirás que te trapicaste por lo mal que sabe o sí? Bastardo…

—Idiota, no fue por eso. — aclaró Sasuke y Naruto le miró con curiosidad.— La verdad, es que esto sabe inesperadamente bien. —confesó, un poco reacio a aceptar ese punto. Lo poco saludable siempre lo sería, aunque tuviera mejor gusto.

Naruto sonrió con orgullo.

—¿No te lo dije? El Ramen es lo mejor.— dijo Naruto, lleno de felicidad por ese detalle.

Para dejar de pensar en cómo lucía Naruto sonriendo, Sasuke le dio un vistazo a Kaya quien a pesar de estar en silencio, parecía estar realmente a gusto allí con ellos y la comida. Sasuke se preguntó si le gustaría que Jin estuviese allí también, después de todo, ambos habían estado juntos por varios años.

—Kaya…— le llamó Sasuke ante una repentina duda que le surgió. Ella lo miró dejando de comer por un momento.  — Ustedes… ¿Cómo han estado viviendo hasta ahora?  Jin no aparece en ningún registro, por lo tanto no podría tener algún trabajo.

Naruto, aparentemente interesado, también dejó su Ramen de lado, en espera de la contestación de Kaya.

—Jin hace trabajos especiales. — comenzó ella.— Y el dinero está en el banco.

— Pero… ¿Quién era Jin exactamente antes de que lo salvaras?

—Un ladrón. — dijo Kaya, sin ningún tipo de vergüenza. Lo tomaba con demasiada naturalidad. — Lo salvé una noche que fue apuñalado. Y ahora tiene un nombre diferente. — terminó Kaya, pues retomó lo que estaba haciendo antes de contestar, es decir, volvió a comer.

— No puede ser. —dijo Sasuke.

Ahora podía comprender varias cosas. Jin era un delincuente al cual debieron dar por muerto, adquirió una identidad falsa después de ser salvado por una niña de siete años que deambulaba sola a altas horas de la noche y ahora, para ayudarle a concretar su plan, realizaba trabajos ilícitos de vez en cuando para tener recursos y cuidar a Kaya. No necesitaba que ella se lo explicara con demasiados detalles como para entender eso. Pero sin dudas era bastante sorprendente, un delincuente se había convertido  prácticamente en un vasallo de la niña que le salvó. Uno muy leal.

No pudo evitar pensar que aquel encuentro entre Jin y Kaya había sido simplemente uno concertado por la suerte, ya que a una pequeña niña vagando por las calles sin ningún tipo de protección podría haberle sucedido cualquier cosa, por más horrible que fuera. A fin de cuentas, parecía ser que Jin, un homicida en potencia, en el fondo era una buena persona. Dejando esos pensamientos de lado, Sasuke se concentró en comer una vez más.

Pocos minutos más tarde, todos se habían levantado de la mesa y como agradecimiento, Kaya ofreció a Sasuke como lavaplatos y él no se negó. Cuando terminó con su tarea direccionó su mirara hacia la sala. Naruto hablaba de algo con Kaya a la vez que veían la televisión. Sasuke se recargó un momento en la encimera de la cocina y pensó acerca de lo que estaban haciendo. De alguna manera esta rutina parecía demasiado natural, y estaba claro que no debía serlo de ninguna manera. Al parecer Naruto se estaba encariñando un poco con esa niña y Kaya estaba teniendo demasiadas confianzas con él mismo.

Se acercó hasta ellos rápidamente para avisar que debían irse a casa.

—Espera, Sasuke… — le dijo Naruto, volteándose en el sofá donde estaba sentado para poder mirar a Sasuke que estaba de pie detrás de él. — Quería darte las gracias por lo que hiciste antes…

—¿De qué hablas ahora?

—De lo que me dijiste allá en el templo, antes de volver con Kurama.— explicó Naruto. — Realmente quiero creer que algo pasará durante la noche.

—Como te dije antes, pueden pasar muchas cosas en un día, Naruto. — reafirmó Sasuke.

Naruto volvió a sentarse correctamente junto a Kaya, que alternaba su atención entre el hombre inseguro a su lado, y Sasuke a sus espaldas.

—Pero… pero ¿Y si no funciona-ttebayo?— no pudo evitar preguntar Naruto, y Sasuke suspiró moviéndose para tomar asiento en uno de los sillones vacíos. — ¡Ya sé!— exclamó de pronto. —¿Qué fue lo que dijiste antes?...Algo sobre tener los recuerdos bloqueados ¿Qué hay de eso?— preguntó, ansioso.

—Un detonante, eso fue lo que dije. — aclaró Sasuke. — Sin embargo, no puedo decirte con exactitud qué podría ser un detonante para ti.— añadió Sasuke, recordando su propio “detonante”. Él había necesitado ver un beso entre Naruto y Hinata para poder conocer aquello que le faltaba, ya que esa acción representaba aquello que le causó daño durante años en su anterior vida y que nunca pudo resolver… pero, ¿Cómo sería con Naruto? No recordaba nada que tuviese tal impacto en él. De pronto, llegó hasta su mente algo que no había tomado en cuenta, ¿Y si interactuaba ahora con Hinata pasaría algo? Tomando en cuenta que fue su esposa y Naruto decía amarla en aquellos tiempos.

—¿Cómo debe ser ese detonante?  — preguntó Naruto.

—Pues… supongo que ha de ser algo que cause gran impacto en ti. — respondió Sasuke, un tanto arrepentido de comentarle eso.

—Ya veo… ¿Tú conoces algo que podría ayudarme con eso, Sasuke?

Sasuke negó, después de intentar dar con algo, pero sin encontrarlo.

—¿Tú necesitaste uno, Sasuke? — les interrumpió Kaya, mirando a Sasuke nuevamente como si estuviera analizándolo.

—…Solo una vez.

—Entonces fue por eso que me diste esa opción también…— dijo Naruto, reflexionando. — ¿Cuándo pasó?

—… — Sasuke simplemente permaneció mirando a los ojos azules de Naruto sin decir nada. Estaba seguro de si lo decía, Naruto podría comenzar a atar cabos. —Eso no es importante.

—Él tiene razón.— dijo Kaya, y Sasuke lo sintió como un apoyo, uno que no se esperaba pero que fue bien recibido en ese momento.— Pero… Uchiha Sasuke ¿Eso fue algo que no pudiste cambiar antes?

Sasuke pensó en su vida pasada, después de enterarse del matrimonio de Naruto y Hinata, sus intentos fallidos de ser feliz junto a Sakura y su imposibilidad de decirle a Naruto todo lo que significaba hasta su rendición absoluta al momento de morir. Definitivamente, aquello fue algo que deseó cambiar hasta el día de su muerte.

—Lo fue. — admitió. —¿Pero eso que tiene que ver con todo esto?

—Ayer me dijiste que no sabías por qué estaban aquí otra vez.

Sasuke asintió.

—Y tú dijiste que el ciclo de Indra y Ashura había terminado hace siglos. Así que no estamos aquí por el odio como hicimos antes.

—¿Indra y Ashura? — preguntó Naruto a Sasuke. —¿Los nietos de Kaguya?

—Si.—respondió. — Para resumirlo, los antiguos Naruto y Sasuke provinieron de la reencarnación de las almas de ellos dos, que hasta terminar con el ciclo de odio, volverían a nacer. Pero en nuestras vidas anteriores, entre los dos logramos detener ese ciclo de odio, Naruto… — Explicó Sasuke.

—Eso quiere decir que de acuerdo con eso ¿No deberíamos estar aquí? — concluyó Naruto, con sorpresa.

—Así es. La única respuesta más acertada es que somos la primera reencarnación de Naruto y Sasuke, pero no sabemos a qué se debe eso. Lo único que sé es que debió ser algo grande, o eso es lo que cree Kurama.— continuó Sasuke, haciendo memoria.

—  Los nietos de Kaguya, volvían por un gran deseo de cambiar algo. — Explicó Kaguya con calma. — Quizás ustedes también volvieron por eso.

Sasuke comenzó a relacionar el volver por la voluntad de cambiar algo, y lo que necesitó su detonante como característica para serle de ayuda y llegó a la conclusión de que Kaya probablemente tuviera razón. Tal vez, aquello que serviría como detonante para Naruto, fuera la razón de que ellos estuvieran de vuelta en el mundo. A su memoria llegó algo dicho por Kurama hace muchos años, que quizás al dar con Naruto, tal vez él supiera la razón de su regreso.

—¿Mi detonante tendría que ser lo que nos trajo de vuelta? ¿Eso quieres decir? — Le preguntó Naruto a Kaya, dando a conocer que había llegado a la misma conclusión que Sasuke.

—Si. Pero no estoy segura. — dijo Kaya mirando a Naruto. — Lo pensé por qué él— indicó a Sasuke —ya recordó todo y todavía no sabe por qué está aquí. Solo quedas tú.

Naruto se levantó de su asiento y comenzó a caminar por la sala, incapaz de estar quieto más tiempo.

—Maldición. — dijo, visiblemente frustrado. — Si solo pudiera…

—Naruto. Es tan solo una posibilidad — le recordó Sasuke a pesar de que la mayor parte de su ser creía en esa teoría, y Naruto se detuvo para mirarle directamente.

Si Sasuke lo pensaba bien, cada vez que recordaba el momento antes de morir, su mente le decía con claridad que él no esperaba más y que no quería más. Su rendición era absoluta, por lo que, si existiese una mínima señal de ser él el causante de su regreso, lo sabría. Y si aquello quedaba solamente entre ambos, solo Naruto podría saberlo pero… ¿Qué razón podría tener Naruto para desear regresar?

El sonido de alguien tocando a la puerta le sacó de sus pensamientos y provocó que Naruto retirara la mirada de forma abrupta. Kaya simplemente cerró sus ojos un momento y suspiró mientras él se acercaba a la entrada y abría la puerta.

—¿Hinata? — dijo Naruto y Sasuke miró en dirección a entrada a la vez que se levantaba de su asiento.

—Hola, Naruto-kun. ¿Estás s-? — Hinata se detuvo al ver que Kaya y Sasuke estaban allí.— ¿Sasuke? — Ella lucía realmente sorprendida y confundida al verle allí.

—Hola, Hinata ¿Vienes a cuidar de Naruto? — preguntó Sasuke, intentando aparentar normalidad, sin lograrlo demasiado.

— No precisamente… — contestó ella, adentrándose más en el lugar antes de retomar su sonrisa de cortesía y amabilidad habitual. — Simplemente quería hacerle un poco de compañía. ¿Estás bien con eso, Naruto-kun?— preguntó ella, acercándose más a Naruto para tomarle una de las manos.

Naruto lucía bastante incómodo con esa situación, sin embargo, no movió su mano del agarre de la chica. Aunque claro, Sasuke no notó que tampoco la estaba aceptando del todo.

—Si, no hay problema. — dijo Naruto al final, con una sonrisa un tanto fingida, pensando que negarse sería un tanto sospechoso en ese momento.  

Sin esperárselo, pues estaba cavilando cómo poder hacer que Hinata no preguntase mucho acerca de Kaya, ella se acercó hasta Naruto y le besó sutilmente en los labios a forma de saludo tardío. Y Naruto quien tenía los ojos bien abiertos ante la sorpresa, notó un leve vestigio de dolor en las facciones de Sasuke al observarlos. Inconscientemente, Naruto hizo un ademán de querer alejar a Hinata de su lado, pero ella se alejó por sí misma antes de que lo lograra.

—Sas-

—Me iré a dormir. Buenas noches.— dijo Kaya, interrumpiendo a Naruto, quien se volteó para verle subir las escaleras.

Sasuke aprovechó ese momento para acercarse más a la puerta y darle la espalda a la pareja. Aquella muestra de afecto de Hinata hacia Naruto no se la esperaba, a pesar de saber que aquella era de las muchas maneras en que la gente que estaba en una relación utilizaba como saludo, su reacción fue un tanto más intensa de lo que él hubiera querido y Naruto se había dado cuenta. 

—¿Ya te vas, Sasuke? — escuchó a Hinata preguntarle desde atrás. Intentó relajarse un poco antes de voltearse para responderle.

— Si. Tengo que hacerlo. — respondió.

—Pero…—dijo Naruto.

— Podemos hablar mañana.

Naruto parecía querer decir algo, pero no lo hacía.

—Parece que interrumpí algo importante…— comentó Hinata, alternando su atención entre ambos.

— No es nada.— se apresuró en aclarar Sasuke, impidiendo que Naruto dijera algo antes que él. Inevitablemente sus ojos enfocaron las manos unidas y el dolor regresó a él por un breve instante. Se volteó rápidamente hacia la salida y dijo: —Nos vemos.

—Nos vemos, Sasuke. —escuchó decir a su prima.

Dejando a la pareja atrás, Sasuke dejó que el frío viento del otoño le calmara. Seguía sin creerse lo mucho que le afectaba en esta vida ese tipo de situaciones. Haciendo memoria, podía constatar que al menos en el tiempo en que fue un ninja era capaz de fingir de mejor manera, bueno, su faceta de ninja se lo facilitaba aún más. ¿Fue a caso solo por causa de eso y sus viajes constantes? Si lo veía desde ese lado, podía explicarse el porqué ahora se veía más vulnerable. En esta época evidentemente no era un ninja y estar lejos de Naruto en esos momentos, no era una opción.

Al igual que el día anterior, tras adentrarse en casa y justo antes de cerrar su puerta, vio como Kaya corría hasta donde él estaba, cargando la bolsa con sus pertenencias en una mano. Esperó a que llegara a su lado para dejarla pasar y cerrar por fin la puerta.

—¿Otra vez saliste por la ventana? — preguntó Sasuke, para confirmar su idea.

—Si. — afirmó la niña. — Tenía que venir contigo.

—Lo sé. Y ya sabes dónde está la habitación de invitados. Me iré a descansar. — avisó Sasuke, queriendo estar a solas.

Ya estaba a la mitad de las escaleras cuando la voz de Kaya le detuvo.

—Naruto no se sentía bien después de que saliste. — dijo Kaya, y Sasuke se volteó para verla. — Escuché como esa mujer le preguntaba si estaba bien. 

Sasuke iba a bajar nuevamente e ir a casa de Naruto preguntar cómo estaba pero, tras un solo paso, decidió cerciorarse de algo primero.

—¿Naruto dijo algo después de eso?

—Sí. — confirmó Kaya y Sasuke se relajó. Al menos no estaba inconsciente.—dijo que estaba bien… pero no se escuchaba bien.

—Entonces no creo que haya problema — comentó Sasuke, intentando quitarle peso a todo eso. — Además, Hinata sabe cómo cuidar a alguien que está enfermo, va a ser doctora en unos años.— dicho esto subió hasta el segundo piso y se encaminó a su habitación.

Kaya lo siguió hasta que estuvo frente a su puerta.

—Naruto no está enfermo. Esa mujer…

—Hinata.

—Hinata. No me gusta… hace que ustedes actúen extraño. —explicó Kaya, un poco molesta.

—¿Por eso no te agrada?

—Ella estaba fingiendo. — aseguró Kaya con tal seguridad que Sasuke comenzaba a creerle.

—¿Por qué dices que estaba fingiendo?

—…

—Kaya.

—Ella estaba sufriendo, como ustedes dos.

Sasuke pestaño con rapidez varias veces. Estaba bien, él mismo había sido muy evidente con su reacción ante lo que vio pero, Naruto más que sufrir simplemente lucía nervioso y Hinata actuaba con la misma cortesía de siempre.

—No sé de qué me hablas.

Kaya suspiró una vez.

—Jin me dijo un día, que “Aquellos que se centran en su propio dolor, no pueden ver el dolor de otros” o algo así… — recitó Kaya, obviamente, de memoria.

Sasuke sintió por un momento que el único niño allí era él. Pues esa frase, aunque fuera de otra persona, era bastante convincente. Intentando considerar lo que la pequeña le dijo con seriedad esta vez, haciendo memoria recordó que Sakura le dijo algo sobre un problema entre Naruto y Hinata que aún no estaba resuelto. Quizás fue el dolor provocado por eso lo que Kaya descubrió en ellos.

— Tal vez tengas razón, Kaya. — Sasuke le sonrió resignado y Kaya se tensó un poco. — Será mejor ir a dormir. — agregó Sasuke guiándola hasta el cuarto de invitados otra vez. — Descansa. — Dijo a modo de despido antes de regresar a  su propia habitación.

.

.

Dieron las cuatro de la madrugada y Sasuke aún no podía conciliar el sueño. Con el cuerpo un poco adolorido, se levantó de la cama, salió de su habitación y sin encender ninguna luz, caminó hasta la cocina. Bebió un vaso con agua. Tras dejar el vaso en su lugar se acercó hasta la ventada que daba hacia la calle y dirigió su mirada hasta la casa de Naruto. Un detalle captó su atención. El auto de Hinata no estaba en ninguna parte, lo que daba a entender que debió marcharse en algún momento.

Volviendo a su cuarto, se preguntó si Hinata estaría bien y…si Naruto estaría bien. Esperaba que él estuviera logrando de alguna forma recordar todo, a pesar de ser doloroso. Estaba claro que Naruto deseaba poder solucionar el asunto de Kaya sin el uso de la fuerza y Sasuke comenzaba a estar solo un poco, de acuerdo con eso.

Se recostó sobre la cama con ese pensamiento y más rápido de lo que pensaba se dejó llevar por el sueño.

Cuando abrió los ojos, el avance del atardecer dejaba tras de sí la calidez del día, calidez que poco a poco, comenzaba a ser eclipsada por la frescura de la noche. Sasuke sabía dónde estaba. Podía ver gran parte de Konoha desde allí, el tejado de la torre del Hokage. Era una de las pocas ocasiones en que Sasuke reconocía haberse sentido tranquilo. Pudo escuchar a alguien hablándole, mas su mente no podía recordar las palabras pero a juzgar por las emociones que le estaba provocando, debía ser algo colmado de nostalgia.

Al voltearse hacía esa voz, reconoció la figura de Naruto a su lado, llevaba puesta la capa de Hokage y mantenía los brazos cruzados frente a su pecho mientras miraba hacia el horizonte con una sonrisa. Si, Sasuke podía recordarlo, eso ocurrió solo unos días después de su regreso definitivo a Konoha, o al menos, un regreso en el que esperaba no volver a marcharse durante mucho tiempo.

Él dijo algo, pero al igual que con Naruto, no pudo distinguir las propias palabras dichas. Sus ojos se cerraron por un instante y cuando los abrió nuevamente, Naruto estaba riendo levemente antes de posar sus ojos en él. Se sintió incómodo en ese momento, porque con su mirada parecía estar leyendo a través de él con una intensidad que antes no había notado. Decidido a impedir que algo lo delatase, desvió su mirada nuevamente a lo que quedaba del atardecer y cerró los ojos otra vez, esperando que todo llegase a si fin.

Con cada segundo que pasaba, un sonido muy conocido para él se volvía cada vez más claro. Abrió los ojos con calma y se encontró a sí mismo de regreso en su habitación y en su cama. El sonido se fue por unos segundos pero, regresó inmediatamente. Era el timbre de su celular alertándole sobre una llamada.

Sin siquiera pararse a leer quien podría ser, contestó la llamada sentándose en el borde de la cama.

—Diga.

¿Sasuke? Al fin contestas —. Dijo la voz  del otro lado de la línea. Era Sakura, evidentemente alterada.

—¿Qué sucede, Sakura?

Naruto ingresó al hospital hace más de una hora. — Respondió. Y Sasuke no pudo evitar levantarse a causa de la sorpresa.

— ¿Qué? —se apresuró a preguntar Sasuke, a la vez que buscaba su ropa para vestirse cuanto antes e ir en búsqueda de Naruto. —¿Qué fue lo que pasó, Sakura? ¿Naruto está bien?

Ahora está estable. — Le respondió Sakura, intentando calmarle sin lograrlo.— Apresúrate en venir aquí. Estoy casi segura de que esto tiene que ver con los asuntos entre ustedes dos.

— Estaré allí en media hora. — declaró, antes de cortar la llamada.

Se vistió lo más rápido que pudo tras entrar al baño por un minuto y salió de su habitación. Al llegar al primer piso se encontró con Kaya que estaba sentada en un sillón. Sasuke se tomó la molestia de ver la hora y comprendió el por qué la niña estaba despierta. Ya pasaban de las diez de la mañana.

— Vamos, Kaya. Debemos ir al hospital. —dijo Sasuke, mientras avanzaba hacia la puerta con Kaya, que obedeció sin chistar caminando detrás de él. Debió notar su incertidumbre.

El camino hacia el hospital de Konoha se le hizo eterno a pesar de que en menos de media hora se encontraron frente al gran edificio. Sakura les esperaba en la entrada, llevaba el delantal médico puesto, que indicaba que estaba haciendo allí su pasantía, y el cabello recogido en una pequeña coleta, su mirada reflejaba su todavía latente preocupación por Naruto. Sasuke supo que él mismo se veía igual que ella o quizás, más alterado aún. Al llegar junto a ella. Esta simplemente se volteó y les dijo: “Síganme”.

Ella los guió hasta uno de los ascensores y tras marcar el número tres como destino, se decidió al fin por hablar.

—Naruto llegó en una ambulancia hace casi dos horas, una de sus compañeras de trabajo venía con él. Dijo que mi hermano simplemente cayó inconsciente minutos después de comenzar su clase. — Miró a Sasuke por un instante, antes de que el ascensor llegara a su destino. —Ella se fue hace pocos minutos.

Tras esas palabras, salió del ascensor seguida por Sasuke y la niña. Él realmente no se esperaba que Naruto fuese a adentrarse en sus recuerdos de una forma tan similar a la suya durante la fiesta, pues para ello él suponía que debiera presentarse ante él algo con la suficiente intensidad como para detonarlo. De pronto, la sensación de que algo apretaba su mano le sacó de sus pensamientos. Al ver lo que era, notó como Kaya tomaba una de sus manos a la vez que le miraba, como si intentara decirle solo con ese gesto la palabra  “cálmate”. Sasuke no retiró la mano y simplemente continuó caminando hacia la habitación a la cual Sakura les guiaba.

Se detuvieron pocos metros más allá, casi al final del pasillo. Sakura abrió la puerta de la habitación y los hizo pasar antes que ella. Era una habitación individual. Naruto estaba recostado sobre la cama y tenía una vía puesta en el brazo izquierdo, además de estar conectado a una máquina que monitoreaba sus signos vitales. Cuando Sakura cerró la puerta tras ellos, Hinata, quien se encontraba sentada junto a Naruto mientras sostenía una de sus manos, se volteó hacía ellos claramente preocupada. Los saludó tanto a él como a Kaya solo con un movimiento de cabeza.

Sasuke se separó del agarre que tenía Kaya de su mano y se acercó un poco más a la cama. Naruto simplemente parecía estar dormido, aunque era evidente debido a las circunstancias que les rodeaban, que ese no era el caso.

—Ahora que estamos todos aquí, dejaré todo esto lo más claro que pueda.— habló Sakura acercándose hasta la cama también mientras ponía las manos en los bolsillos de su delantal. — Gracias a una casualidad, Naruto fue atendido por mi médico supervisor. Él me dio solo un poco de tiempo libre antes de regresar a mis tareas así que seré breve.— explicó, lo más serena posible en una situación como aquella. — Se le diagnosticó coma en primer grado.

Hinata soltó un pequeño sonido de terror ante la noticia. Sasuke entrecerró los ojos y apretó con fuerza los dientes. Él sabía que aquello fue producto de lo sucedido el día anterior, sin embargo, que lo dijeran de esa forma lo hacía sonar demasiado grave.

—Aún no se ha podido establecer la causa real de su condición, pero se le tiene aquí para seguir en observación.

Hinata se volteó nuevamente hacia Naruto y tomó su mano una vez más.

—Naruto-kun… —Dijo, evidentemente reteniendo el llanto.

Sasuke se preguntó si él sería capaz de detener las lágrimas estando en la situación de Hinata, que podía demostrar con libertad sus sentimientos hacia Naruto a pesar de desconocer su situación real y creyendo que aquello tenía en verdad tal gravedad. Sasuke no pudo responderse con sinceridad.

—En cuanto sepa algo, les avisaré. — Agregó Sakura. — Pueden permanecer aquí solo unos minutos más, antes de que la enfermera de turno les obligue a irse.— Sakura de detuvo por un momento. — Sasuke.

Este solo la miró y ella le indicó la puerta.

—Debo regresar a mi turno. ¿Puedes acompañarme un segundo?

Dejando a Kaya en la habitación, Sasuke la siguió hasta llegar junto al ascensor.

—Mi supervisor le diagnosticó un coma en primer grado, pero… yo sé que también notó las incongruencias entre su estado y ese diagnóstico.— dijo Sakura. — Él estaba tan confundido como yo, sin embargo, debía realizarse algún diagnóstico para ingresarlo. Pero yo conozco algo que mi supervisor desconoce. Naruto está exactamente en el mismo estado en que estuviste tú durante la fiesta. — le explicó Sakura, cruzándose de brazos.

—Ya veo…

—Aunque hay algo que me inquieta… — prosiguió Sakura. — ¿Por qué él continúa en ese estado? Tú solo permaneciste “dormido” por pocos minutos.

Sasuke sabía que aquel detalle se debía a la gran carga emocional que contenían cada uno de los recuerdos que, seguramente, estuvieran pasando por la cabeza de Naruto en ese mismo instante. Recordaría toda su anterior vida de una sola vez y eso era algo que llevaba tiempo. Reducir toda una vida a menos de cinco minutos de inconsciencia era impensable. Pero Sakura no conocía ese detalle.

—Sasuke, me aseguraste que Naruto no saldría lastimado con todo ese asunto y creo en ti, de verdad quiero hacerlo. —agregó, acercándose un paso más a Sasuke. — ¿Puedes decirme que es lo que pasa antes de entrar en ese estado?

—Eso no…

—Necesito algo, por más increíble que suene, para asegurarme de que Naruto despertará. Porque si no es así, deberé dar aviso a nuestra familia y está más que claro que siendo quien eres, ellos no permitirán que te acerques a mi hermano otra vez.

Sasuke frunció el ceño ante esa nueva información.

— ¿Qué quieres decir con eso?

—Eres un investigador privado, Sasuke. Definitivamente mi padre creerá que fuiste contratado por alguno de sus enemigos o algo así. Su paranoia es inmensa para estos días. — aclaró Sakura.

Considerando esa última información, y de lo que debían realizas juntos después de que Naruto recuperara sus memorias, no le quedaba más opción que decirle a Sakura parte de la información que tenía.

—Lo más probable es que Naruto despierte en pocos días. — dijo Sasuke, y Sakura se mostró aliviada de inmediato.

—¿Estás seguro?—preguntó, necesitando una confirmación. Sus ojos verdes brillaban.

—No sé cuantos días serán con seguridad… — respondió, sincero. —…pero sé, que esto no podría superar la semana.

—Bien… Será mejor que regrese a mi labor.— declaró Sakura, volteándose para apretar el botón en la pared que llamaba el ascensor.— Y Sasuke…Puedes venir a verle en el horario de visitas. — Agregó con amabilidad, como si su consentimiento fuera necesario.

— Eso ya lo sé.

— ¿Lo dices en serio? — cuestionó Sakura. —Porque la impresión que me diste al ver a Hinata y mi hermano juntos decía lo contrario. Te dije que a pesar de ser sutiles, yo puedo notar esos detalles claramente.

Sasuke bufó, con molestia.

—El estado de Naruto y eso, son asuntos aparte. Debo estar al tanto sobre cualquier cosa que pueda pasarle.

—Lo sé. — Aclaró Sakura, antes de subir al ascensor que recién había llegado. —Gracias por preocuparte por él, Sasuke. Nos vemos. — dijo justo antes de que el ascensor se cerrara.

Sasuke suspiró y regresó a la habitación de Naruto junto con las chicas. Al ingresar notó que algo extraño sucedía. Kaya estaba observando la camilla en silencio, pero lucía bastante confundida a pesar de no decir nada y Hinata, por su parte, estaba de pie junto a la cama, mirando a Naruto desde bastante cerca, o al menos, más que antes de que el saliera de allí. Al oír la puerta cerrarse, su prima se volteó hacia él y con un gesto de desesperación comenzó a hablar.

—Sasuke, Naruto-kun, Naruto-kun está…

Sasuke se acercó rápidamente a ella y tomando sus hombros con ambas manos se dirigió a ella.

—Tranquilízate, Hinata. ¿Qué es lo que pasa? — preguntó, pero ella solo apretó los labios e incapaz de contenerse más soltó un leve sollozo. Sasuke se alarmó.

—Naruto está llorando. — dijo Kaya desde su lugar, haciendo que Sasuke enfocara su mirada rápidamente en el rostro de Naruto.

Sintió una leve punzada de dolor en el pecho al ver como corrían silenciosamente las lágrimas por sus mejillas a pesar de estar “dormido”. Tenía los músculos del rostro retraídos casi imperceptiblemente a la vez que el llanto continuaba. De pronto, el sonido de la máquina que le monitoreaba aumentó un poco su ritmo, claramente, debido a su llanto silencioso. Soltó a Hinata como si su tacto le quemara y retrocedió un paso impactado por la situación.

Cuando Hinata se volteó nuevamente hacia Naruto, Sasuke se permitió apretar los puños con fuerza y cerrar fuertemente los ojos. Aquella era la razón por la cual no quería que Naruto recordara, el sufrimiento era inevitable y él lo sabía perfectamente. Él mismo lloraba la mayoría de las noches durante sus sueños. Sasuke conocía a la perfección los profundos sentimientos de impotencia, frustración y tristeza que causaban cada una de esas viejas vivencias. Vivencias que dejaban una marca que jamás se podría borrar.

—Naruto-kun… Naruto-kun —Repetía Hinata, tomando la mano de Naruto nuevamente,  intentando en vano que aquello detuviera su llanto.

Fue interrumpida por el sonido de la puerta. Una enfermera se adentró en el lugar sorprendida de encontrarles allí. Se acercó a la máquina de monitoreo antes de pedirles (sin ninguna amabilidad) que dejaran el lugar.

Kaya se acercó a Sasuke y tomó su mano nuevamente. Hinata se secó un poco las lágrimas y les siguió todo el camino hasta la salida del hospital pues no servía de nada quedarse allí en ese momento.

—Hinata. —le llamó Sasuke, notando que esta estaba perdida en sus pensamientos, unos que Sasuke estaba seguro, no eran los más gratos que se podía tener. — Naruto estará bien. —dijo al final.

Su prima se mostró un tanto intranquila, abriendo la boca por leves instantes antes de cerrarla otra vez. Hasta que finalmente decidió hablar.

—Ayer… no nos despedimos muy bien —. Le confesó ella. — Sasuke… yo necesito disculparme con él, si Naruto-kun no despierta…

—Despertará. — le aseguró Sasuke con fuerza al hablar, y ella se sorprendió. — Tú… lo conoces mejor que yo.— reconoció Sasuke, pues en esa vida, ella le llevaba la delantera.— Naruto, no se dejará vencer por algo como esto.— Dijo, y sin querer apretó la mano de Kaya con la suya, pero la niña no se quejó. En cambio, también le tomó con más fuerza.

Hinata desvió un momento la mirada y luego sonrió lastimeramente, dándole la razón.

Después de eso, Hinata se despidió de ambos con un mejor humor. Sasuke, por su parte, seguía exactamente en el mismo estado con el cual salió de la habitación del hospital. Él también tenía preocupaciones con respecto a lo que Naruto estaba pasando en ese momento. Toda su infancia…el rechazo, el aislamiento al que fue sometido por tener a Kurama en su interior. Y la soledad. Esa soledad que parecía querer prenderse a ellos a toda costa. La soledad que se vería mermada al estar juntos y que regresaría a Naruto después de su partida de Konoha. 

Solo con recordar lo que a ello siguió, hacía que le costara respirar. Y a pesar de que más tarde las cosas “mejoraron” para ambos, definitivamente la suma de todo lo malo que vivieron, eclipsaban las pocas cosas buenas que llegarían con los años.

—¿Por qué eres amable con esa mujer?—dijo Kaya de pronto, desde el asiento del copiloto refiriéndose a Hinata.  Sasuke se extrañó un tanto por su pregunta.

—Bueno… es parte de mi familia.— respondió Sasuke, sin quitar los ojos del camino frente a él.

—No te gusta que esté con Naruto. — afirmó la niña un momento después.

Sasuke no respondió esta vez, pues la niña tenía razón. Simplemente condujo en silencio hasta llegar por fin al templo, ya que debían avisar al zorro todo lo ocurrido esa mañana. Al llegar allí, Kurama estaba en el interior del templo. Sasuke lo comprendía, el clima del otoño no era una buena compañía para estar en el exterior. Cuando el zorro posó su mirada en él se percató de inmediato que algo había sucedido.

Sin andar con rodeos, Sasuke le relató todo lo que sucedió con Naruto esa mañana con la mayor tranquilidad posible, omitiendo todo lo referente a sus propias emociones. Aquello era un asunto del cual Kurama no tenía necesidad de enterarse, pero considerando la perspicacia que poseía el zorro, podría atreverse a considerar la posibilidad, de que este estuviese enterado de todo eso a pesar de no haberlo oído de su propia boca. De todas maneras, aunque el zorro le preguntase, Sasuke decidió que no le revelaría eso a él.

Al terminar con su relato, Kurama dijo exactamente lo que él creyó que este diría: “Solo queda esperar”. Después de eso, Sasuke se movió de su sitio frente a Kurama y se acercó a la puerta trasera para vigilar lo que hacían Jin y Kaya. En varias ocasiones la pequeña le había demostrado que todos los recuerdos que le fueron enseñados a tan temprana edad, le habían entregado un poco de madurez que él creería imposible de ver en un niño de nueve años. Sobre todo, en lo relacionado con la emocionalidad. Algo inquietante considerando que Kaguya parecía ser un individuo apático y psicópata con complejo de Dios (aunque literalmente hubiese adquirido el poder de uno).

Por otro lado, de Jin no sabía nada más a parte de lo poco que Kaya les había dicho de él. Preguntó a Kurama, aprovechando la situación, y al parecer, debido a la lealtad innata que sentía este por la niña, no había intentado nada contra Kurama desde aquel día en que le hirieron. Deteniéndose en ese detalle, Jin parecía estar recuperándose de la mejor manera posible. Ya podía moverse solo y salir del templo, pero Kurama decía que prefería no hacerlo a menos que debiese ir por baño y comida.

Sasuke decidió creer, por el momento, que realmente era un buen sujeto que tenía un historial criminal a sus espaldas, nada más, ni nada menos.

.

.

Varias horas más tarde, recibió un mensaje de Sakura avisándole sobre los horarios de visita del hospital. Ese mismo día estaba por comenzar uno de ellos, sin embargo, Sasuke consideró todo lo que le había pasado y permaneció donde estaba, en el templo. Seguramente Hinata iría de visita en ese mismo momento para aprovechar cada instante que se estuviera a su alcance junto a Naruto, y, siendo sincero consigo mismo, Sasuke no quería verla de nuevo ese día.

En silencio, decidió salir del interior del templo para dar un corto paseo por el bosque en la parte de atrás. Caminaba hacia ese pequeño arroyo frente al cual Kurama meditaba de vez en cuando, necesitaba encontrar algo de calma y prepararse para todo lo que vendría una vez que Naruto despertara con sus viejos recuerdos. ¿Cómo actuaría frente a él una vez que se enterara de todo lo que había hecho?

— ¿No vas a ir al hospital? — le preguntó una suave voz desde atrás.

Sasuke se volteó para encontrar a Kaya tras él. Con sus pequeños dedos colocaba su blanco cabello detrás de su oreja y con su mano derecha, afirmaba una rama con la que movía algunas hojas regadas por el suelo.

—Mañana. — fue lo único que él le contestó.

Kaya lo miró solo un instante y sonrió.

—Quieres ver a Naruto. —le dijo. — Solo a él. — agregó después y Sasuke reafirmó su idea de la pronta madurez de la niña.

—Si.

—Eres diferente, Sasuke. — continuó la niña parándose junto a él para ver al pequeño arroyo esta vez. — Eres amable. — Tras decir eso, Sasuke supo que ella le estaba comparando con su yo del pasado. — Pero… estar preocupado por Naruto sigue igual.

Sasuke le miró con un poco de asombro. Indagando en sus propias memorias intentó dar con algún detalle que hiciera que Kaya llegara a esa conclusión. La única vez que ella les vio fue durante su batalla antes de sellar a Kaguya, pero, debía tener en cuenta que después de revivir esas memorias más veces de las que se podían contar, se podían ver las cosas desde otro punto de vista y ser capaz de parar en más detalles ¿Sería posible que ella lo hubiese hecho de ese modo? Ya que, aún si siendo el antiguo Sasuke había creído que su preocupación por Naruto en esa ocasión, era causada solo por que debían sellarla entre ambos, la preocupación en sí y no su origen, siempre estuvo allí.

—Ahora…es distinto.— respondió Sasuke al fin.

—¿De verdad? — cuestionó Kaya, mirándole otra vez.

Sin poder evitarlo, Sasuke se sintió descubierto una vez más. ¿Cuántas veces le seguiría ocurriendo en esa vida? Pues ciertamente, ni siquiera en ese entonces fue diferente, siempre fue lo que debía ser, lo que fue desde que ambos eran unos niños y continuó por el resto de sus días, inclusive, llegando hasta esa nueva vida. Sasuke suspiró.

—Lo sabía. — Dijo Kaya, antes de encaminarse hacia el templo nuevamente.

.

.

Tal y como se dijo el día anterior, Sasuke se encontró a sí mismo en una de las salas de espera del hospital, antes de poder ingresar a la habitación de Naruto. Había dejado previamente a Kaya junto a Kurama en el templo, a pesar de que a este no le agradó demasiado la idea. Se levantó del asiento en que estaba para dirigirse a la habitación y caminando por el pasillo dio con Sakura.

— Sasuke… — Dijo ella a modo de saludo, deteniendo su paso. — Hoy si has venido.

Sasuke asintió.

—¿Ha habido algún cambió en Naruto? — preguntó, sin poder evitarlo, pero arrepintiéndose al instante.

— Bueno, ha hecho algo que se supone no hacen quienes están en coma.— Dijo, con evidente preocupación.— A “llorado” varias veces, aunque desde temprano ha estado en calma.

—Ya veo…

— ¿Tienes alguna idea de por qué lo hace? — preguntó esta vez, algo molesta. Sasuke sin embargo, no se inmutó por esto y permaneció en silencio. Sakura bufó. — Está bien. — dijo, levantando levemente las manos. — No preguntaré más. Puedes entrar a verlo.

—Bien.

Sakura retomó su andar tras la respuesta de Sasuke, pero se detuvo a solo tres pasos de distancia.

— Por cierto, Hinata no vendrá por la mañana. — le informó a Sasuke y esté la miró un tanto confundido ¿Qué pretendía al decirle aquello? r13; nos vemos, Sasuke.

Ignorando el alivio que sintió por esas palabras, se adentró en la habitación cerrando la puerta a sus espaldas y se acercó a Naruto. Realmente lucía mucho mejor que el día anterior mientras “lloraba”. Las pequeñas contracciones musculares en su rostro a causa de las emociones que revivía en sueños, no estaban presentes dejándole en claro que estaba tranquilo incluso en sus sueños. El sonido del monitoreo de su corazón producía un ritmo constante y calmo, en comparación también, a su previa visita.

Aliviado, acercó con una mano uno de los taburetes para sentarse junto a la cama y le miró fijamente por un instante, antes de cerrar sus ojos y suspirar. Estar junto a él le entregaba más tranquilidad de la que cualquier paseo podría darle en soledad. De pronto, notó algo extraño. Naruto había movido levemente una de sus manos. Sasuke casi creyó que fue una alucinación suya, pero el movimiento se repitió una vez más.

.

.

Habían pasado tres días desde aquello. Esa vez dio rápidamente aviso a una enfermera y el doctor llegó para examinarle. Le hizo un par de preguntas a Sasuke y luego mandó a su enfermera en busca de Sakura, pues él sabía que ella era su familiar más cercano allí. En palabras simples, una persona en “coma” tardaba bastante en despertar pero, si seguían por buen camino, despertaría de manera intermitente en varias ocasiones durante unos cuantos días. Una vez que despertara, les habían dicho el médico, posiblemente tuviese algún tipo de amnesia temporal y que tuviese algún tipo de dificultad al hablar. Claramente, Sasuke no se tomó todo aquello al pie de la letra, después de todo, Naruto no estaba en coma y por tanto todos sus efectos no tenían peso en él. O al menos eso quería creer Sasuke. Lo más probable fuese que Naruto se mostrara un tanto incrédulo, confuso e irritado ante la información recibida. Y Sasuke no lo juzgaría por eso.

Durante esos días, había venido a visitarle tanto con Kaya, como sin ella, y se encontraba con Hinata solo por las tardes. A pesar de su inicial incomodidad, su necesidad de vigilar el estado de Naruto le superaba, provocando que se presentara en el hospital sin importarle nada más. Aquel día había ido con Kaya al hospital, quien a regañadientes le estaba sirviendo en ese mismo momento, de compañía a Hinata en su búsqueda de un café.

Debido a eso, Sasuke se hallaba a solas con Naruto en la habitación. Había tomado el lugar de Hinata junto a la cama durante el tiempo que ellas estuviesen fuera. Durante esos días, el estado de ánimo de Hinata se había equilibrado de cierta manera, pero Sasuke sabía que existía algo que todavía le inquietaba. Debía tratarse de su incertidumbre sobre el estado real de Naruto, supuso, pues ella no conocía lo que él sí.

Un sutil movimiento en la mano de Naruto detuvo el correr de sus pensamientos. Durante las últimas horas no había hecho ningún movimiento por lo que se sorprendió bastante. Se preguntaba si todavía permanecía en el proceso de recordar, pues no daba ninguna señal de hacerlo. El llanto que tuvo oportunidad de presenciar, no se repitió después de que Sakura se lo contara y además de mover levemente sus manos, no había sucedido nada más.

Segundos más tarde, otro movimiento le alertó, sin embargo esta vez se notaba diferente. Su mano derecha se estiró por completo antes de contraerla nuevamente contra las sábanas de la cama, intentando sostenerlas. Rápidamente, Sasuke dirigió su mirada al rostro de Naruto que ahora se retraía levemente. Los ojos bajo sus párpados también mostraron movimientos sutiles que aumentaron al hacer un esfuerzo para abrirse al fin.

Sasuke, sin saber cómo sentirse realmente se levantó de su asiento pero permaneció a su lado, observándolo. Esperando impaciente hasta que un momento después, aquellos ojos azules levemente abiertos registraran la habitación. Naruto pestañeó un par de veces hasta abrir por completo ambos ojos y cuando se detuvieron directamente en su mirada, Sasuke podía jurar que un extraño brillo apareció en ellos al reconocerle. Su respiración se detuvo por un instante. No supo cuantos segundos permanecieron así, simplemente mirándose, y Sasuke ni siquiera sabía qué tipo de expresión estaba haciendo y no quería saberlo tampoco. Naruto, por otro lado, parecía no creerse que Sasuke estuviera allí.

—¿S-sa…su…? — Pronunció Naruto con algo de dificultad.

Sasuke, reaccionando al fin se acercó hasta él con rapidez y en un impulso colocó un dedo sobre sus labios para callarle.

—Será mejor que no hables por ahora. —le dijo y Naruto relajó la mirada pues se había sorprendido un poco.

— a…a-cer…ca-te. — Habló Naruto nuevamente, haciendo caso omiso a lo que Sasuke le dijo antes.

Cuando este, sin querer negarse, aunque enfadado porque no le obedeció a pesar de que era por su propio bien, se acercó más a él, vio con excesiva sorpresa como de la nada Naruto movía ambos brazos, atrayéndole hacia él en una especie de abrazo. Sasuke, reaccionando con rapidez, tuvo que afirmarse con una mano sobre el colchón y la otra en el mango del porta sueros que estaba junto a la cama, para no dejar caer todo su peso sobre Naruto.

—¿¡Qué-!? — “¿…se supone que haces?”

Sasuke terminó la pregunta en su mente al sentir como las manos un poco temblorosas de Naruto, se aferraban a él con fuerza. Era tal la intensidad de su agarre, que no pudo evitar que una gran oleada de calor le llenara el pecho y se acumulara en su garganta, impidiéndole hablar. Naruto le abrazaba como si hubiesen pasado muchos años de no verse, como si temiese perderle una vez más. Podía sentir la respiración de Naruto en su oído, lenta pero profunda y el calor de sus brazos al rodearle le hacían sentir tan bien que por un momento se olvidó del lugar en que estaban.

Dejando atrás su turbación inicial, Sasuke hundió su cabeza entre el cuello y el hombro de Naruto, sin preocuparse de la vergüenza que esa acción le traería más tarde cuando al fin pudieran hablar con propiedad, y relajando ambas manos para corresponder tardíamente a su inesperado abrazo, se permitió demostrarle con ellas sus emociones y su muestra de rendición.

 

Notas finales:

Naruto tardó un poco más en poder entrar en ese estado… ¡Pero, que al fin pudiese recordar es lo que cuenta! ¿Verdad?

Si que costó que lo hiciera… uf, en verdad lo hizo.

¿Qué creen que hará Naruto después de ese abrazo?... ¿En qué creen que pensará ahora de todo lo que están viviendo, teniendo todos sus recuerdos?

Hasta la próxima actualización~

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).