Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo camino a casa por Aria Rovimare

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

...

.

La verdadera felicidad

.

.

.

La vista que ofrecía el cielo adquiría un significado diferente para a cada uno de ellos mientras esperaban la muerte. Eran: la desesperación, para uno de ellos y la resignación, para el otro. El anuncio inminente del término de la vida, mientras que para uno supuso el detonante final para asumir su rendición, para el otro, fue la alarma final que arrancó de sí el último grito desesperado de su corazón.

Esa noche, por primera vez, Naruto y Sasuke compartieron el mismo sueño, el mismo recuerdo… y tal y como sucedió aquella vez hace cientos de años, sus reacciones al revivirlo fueron completamente diferentes.

Al despertar, Sasuke no pudo negar su desconcierto ante aquella extraña e inesperada nueva sensación, obtenida como respuesta a ese recuerdo últimamente tan recurrente.  En ocasiones anteriores, aquel sueño era el más tranquilizador que podrían haberle entregado, y en comparación a lo que había vivido antes, esa última visualización de su memoria le servía de consuelo y apoyo para aceptar su nueva realidad. En cambio ahora, los sentimientos que convergían hacia él eran los de un hombre que se había abandonado a sí mismo y a lo que más quería… aunque hubiese sido en sus últimos minutos de vida.

Sasuke sabía, que existía solo un hecho que pudo alterar su determinación de rendirse y que actuó en el presente con igual o mayor intensidad, que las intensas miradas de aquellos ojos azules en el pasado. 

Aquellas miradas actuaban como lo único que mantenía en él su anhelo, lo único que no le permitió rendirse sino hasta el final, actuando como un espejismo. Y ahora, que Naruto le había besado, sintió que su idea de rendición se debilitaba tal y como hizo en su anterior vida, permitiendo sin quererlo en absoluto, que una posibilidad se abriera paso en su interior trayendo consigo una luz de esperanza que no quería permitirse sentir.

Aceptando lo que Sasuke creía como realidad y adaptándose a ella, caviló posibilidades. Naruto le había besado, una acción mucho más comprometedora que una mirada, y él, completamente fuera de sí, no lo había rechazado. Los sentimientos por él que mantenía bajo control la mayoría del tiempo, habían salido a la superficie tras el simple toque de Naruto y podía admitir, que si Naruto no se hubiese apartado de sus labios por sí mismo, él no lo habría hecho tampoco.

Sin dudas, se había enfadado.  

Enfadado con Naruto por iniciarlo cuando se suponía que no debía hacerlo, y consigo mismo, por permitirlo y no pensar ningún momento en detenerlo. Sasuke conocía sus condiciones y había prometido no intervenir en lo que evidentemente era una relación ante sus ojos. Podía estar seguro de que Hinata quería a Naruto de la misma forma en que él lo hacía, y Naruto, a pesar de haber dicho durante la fiesta que ellos no eran pareja, no se había resistido a los avances de su prima en ningún momento.

Su ceño se frunció inevitablemente, negándose a dejarse llevar por el tan conocido desconsuelo que presionaba su corazón. No podía comprender el comportamiento de Naruto por más que quisiera… pero aquello no se quedaría así.

No le importaba que a penas y estuviera aclarando afuera, iría él mismo en busca de las respuestas que necesitaba. Si lo sucedido la noche anterior entre ellos había sido solo un error por parte del otro, él mismo se encargaría de que no se volviera a repetir…y si, de alguna forma milagrosa, aquello tenía otro significado, aquella parte en su interior que apenas y mantenía ahora bajo control se las arreglaría para solucionarlo.

.

.

.

Sorprendentemente, Naruto despertó sobre su cama esa mañana. Había creído, inocentemente, que no podría dormir esa noche debido a todo lo que había ocurrido el día anterior, pero después de todo, si fue capaz de hacerlo. El recuerdo de su muerte, al igual que la noche anterior había aparecido en su cabeza, junto a la desesperación ante una muerte que en ese entonces creyó, no tendría retorno.

Volviendo al presente, miró la hora y se percató de que era bastante temprano todavía, aún así, se levantó de la cama y realizó todas sus actividades matutinas como de costumbre. La única diferencia radicaba en que decidió no consumir nada antes de salir de casa, ya que sus anteriores nervios volvieron al acecho provocando que perdiera el apetito. Sin querer imaginar siquiera en cómo terminarían las cosas para él y Sasuke si fallaba ese día, inspiró con fuerza y sujetó el pomo de la puerta para abrirla e ir donde este para aclarar todo de una vez por todas, pero una sorpresa inesperada le esperaba detrás de esta.

Frente a la entrada, una figura se alzaba frente a sus ojos y la oscura mirada que se posaba sobre él llena de seguridad, le hizo detenerse en su sitio.

—¿Sasuke…? — No pudo evitar preguntar. Es que lo había pillado de improvisto que se le apareciera él allí, después de la reacción que había tenido el día anterior.

—Dijiste que escucharía lo que tenías que decirme —. Le recordó Sasuke y Naruto hizo memoria.

—Precisamente eso iba a hacer ahora —. Pronunció Naruto, dejando atrás por fin su asombro.

—Bien, te ahorré todo el camino hasta allá —. Dijo Sasuke, sin ningún signo de broma. — ¿Vas a dejarme entrar? 

Tras eso, Naruto se movió de la entrada y le dejó pasar. Después de cerrar la puerta, tragó con fuerza y se volteó hacia su invitado. Sasuke mantenía su espalda apoyada en la pared que estaba entre la cocina y las escaleras, con los brazos cruzados sobre su pecho y mirándolo atentamente.

—¿Por qué has venido hasta aquí, Sasuke? — Decidió preguntar Naruto antes que cualquier otra cosa. Si Sasuke estaba allí, podía significar que algo había cambiado.

El otro solo levantó una ceja en silenciosa respuesta, cómo si aquello fuese algo evidente, sin necesidad de ser verbalizado.

—¿Tan extraño es?

—Anoche no tenías ninguna intención de querer escucharme-tebayo… Es muy extraño que me buscaras tú primero —. Aclaró Naruto.

Sasuke cerró los ojos por un momento antes de contestarle.

—Cambié de opinión —. Comenzó, y luego se separó de la pared en la cual se recargaba, llevando ahora ambas manos hacia los bolsillos de su pantalón. — Ayer no estaba siendo yo mismo... Escuchar tú explicación era lo más sensato, por eso vine hasta aquí.

Naruto pensó acerca del Sasuke lleno de desconcierto que se enfrentó a él la noche anterior. Sin dudas era un Sasuke que no estaba dirigido por su mente como habitualmente hacía, sino que más bien, por sus emociones. No podía culparle… si llegaran y lo besaran de la nada, él tampoco sabría cómo actuar.

—¿Escucharás todo lo que tengo que decir esta vez? — Naruto no pudo evitar confirmar eso.

—Es lo que trato de decir. 

En el breve silencio que se prolongó después, el ambiente se tensó solo un poco. Naruto tenía tantas cosas que decirle…

—Yo…—comenzó, y Sasuke permaneció atento a lo que diría —. Sinceramente… no sé por dónde comenzar-tebayo. — reconoció.

Silencio.

Sasuke cerró sus ojos y sonrió con ironía a causa de la situación.

—¿Es en serio? — No pudo evitar preguntar, ante lo increíble de la situación. — ¿Qué pasó con toda esa determinación que tenías ayer?

—No puedo evitarlo —. Respondió Naruto, claramente frustrado a causa de su aparente inhabilidad para comunicarle con propiedad, todo lo que tenía por decir…— ¿Por dónde debería comenzar?

Sintió a Sasuke suspirar y cuando lo miró, estaba viendo al piso con el ceño algo fruncido.

Parecía ser que Naruto realmente estaba teniendo problemas para encontrar el punto que conectara todo aquello que tenía que decirle. Sin embargo, Sasuke sabía cuál era (al menos para él) el punto que lo unía todo. Había esperado que Naruto fuera quien verbalizara aquello que sucedió entre ellos, pero las cosas jamás habían salido como él quería, por lo que decidió acercarse un poco más al otro y preguntar por sí mismo.

—Creo, que podrías empezar por explicarme por qué me besaste ayer, Naruto. — Al escuchar sus palabras, Naruto pareció recobrarse de aquella perturbación que le impedía comenzar a hablar. Sasuke se alivió por ello, pero eso no quitó el hecho de que a él le costase hablar sobre ello. Siempre fue mejor no enfrentarse a la verdad pero aún así, allí estaba, esperando por una explicación. —… ¿Por qué razón harías algo así? — Agregó, pero la implícita sensación de súplica impresa en sus palabras le dejó un mal sabor de boca.

Naruto, por su parte, no pudo evitar notar lo confundido que Sasuke debía sentirse acerca de ello y no le agradó para nada el saberlo. Manteniendo la mirada conectada a la del otro, la realización llegó hasta él como una revelación casi divina. Era exactamente la misma mirada que este le enviaba cada vez que se encontraban y Naruto intentaba hacerle regresar a la aldea, con un discurso lleno de sentimentalismos que a final de cuentas no decía casi nada, pero ahora… entendiendo mucho más que antes su situación, le dolió pensar en el tiempo que estaba perdiendo sin decir nada claro.

—Yo…Te besé porque quería hacerlo —. Respondió al final, con la misma determinación que ponía en aquel entonces para intentar convencerle.

Sasuke sintió que su respiración se detuvo por un breve instante. Se obligó a respirar nuevamente con calma…aquellas palabras no significaban nada hasta que se aclarara todo. Entrecerró los ojos, todavía escéptico debido a la relación de este con su prima y se separó de la pared para acercarse un poco más a Naruto.

—No debiste hacerlo—. Dijo. Naruto sintió tensarse su cuerpo, negándose a aceptar esa idea. — No sé a qué pudo deberse el que quisieras hacerlo pero, no fue correcto… — Continuó Sasuke, con más calma que antes. Vio a Naruto cerrar los puños con fuerza pero de todas formas prosiguió.—…No cuando tienes a alguien más.

Ahí estaba, el punto para el que realmente necesitaba una explicación, y por alguna razón desconocida para Sasuke, los ojos de Naruto parecieron brillar ante sus palabras al igual que el día anterior, justo antes de que le besara… ¿Por qué?

Naruto estaba soportando lo doloroso de las palabras del otro, hasta que se percató de que Sasuke en ningún momento, estaba rechazando el beso, lo que rechazaba eran las circunstancias en que sucedió. De pronto, vio a Sasuke retroceder un paso, probablemente para retomar su discurso, que con seguridad estarían llenos de: “olvidémonos de que pasó” o “fue un error”.

Pero él no lo permitiría, Naruto iba a terminar con ese malentendido en ese mismo instante.

—YO… — Comenzó, aumentando el tono de su voz solo un poco para que Sasuke no hablara. —… Yo no tengo a nadie más. Estás equivocado, Sasuke —. Reveló con seguridad y sintiendo un peso menos en su interior.

—¿Qué?

—Como dije. No hay nadie, Sasuke. — Y acortó entre ellos la distancia, avanzando el paso que Sasuke había utilizado para alejarse.

Notó a Sasuke endurecer su postura y apretar la mandíbula antes de volver a hablar.

—Entonces… ¿Qué se supone que hacías con Hinata? ¿A qué estás jugando?

—Te lo dije durante la fiesta, ella no era ni es mi pareja —. Apestaba admitirlo, pero aquello simplemente había sido una prueba. Una prueba que no debió permitirse, ya que los sentimientos por alguien no pueden desarrollarse a la fuerza.  

Sasuke no era capaz de creerle todavía…

—Lamento decirte Naruto, que lo que mis ojos han visto me dicen otra cosa —. Terminó por refutar, y Naruto se aproximó todavía más hacia él.

—¡Eso es porque no todo es lo que parece, bastardo!… Mi “relación” con ella siempre fue más compleja que eso… yo… yo acepté estar en esto con ella en un intento por corresponder a sus sentimientos. ¡Nada más, ni nada menos que eso!

Sasuke todavía no acababa de asimilar lo que había oído, y comenzó a inquietarse. Su respiración se profundizó y quería alejarse de allí para poder recomponerse pero Naruto no le dejó siquiera intentarlo. Sus manos estuvieron sobre sus brazos, afirmándole con fuerza para mantenerle allí, antes de que se diera cuenta.

—¡Y eso ya se terminó-ttebayo! —continuó Naruto, casi gritándole para convencerlo. — Ya no hay nada de eso entre nosotros…— aseguró.

 Y Sasuke se permitió rememorar cada situación en que les vio juntos a él y a Hinata.

Intentando alejarse de sus dolorosas sensaciones, surgieron varios detalles en su memoria que le desconcertaron. La actitud de Naruto con ella jamás fue de completa aceptación, más bien, parecía hallarse perdido en la incertidumbre… El Naruto que no quería separarse de él durante la fiesta y su mala situación con Hinata, quien parecía querer ocultar por todos los medios lo mal que se encontraba…Naruto pidiéndole que no le dejara, los avances que Hinata le profirió la noche anterior a que este recordara y al mismo Naruto, quien no parecía realmente querer tomar su mano o besarle… besarle estando Sasuke presente…

“Aquellos que se centran en su propio dolor, no pueden ver el dolor de otros”.

Las palabras de Kaya volvieron a él con demasiada fuerza. Quería reírse de sí mismo, así que esa era la verdad… ¿Cómo no pudo verla antes? Era molesto saber cómo podía enceguecerse bajo ciertas emociones, al igual que la noche anterior…

 — Yo… — el discurso de Naruto seguía en marcha, sacando a Sasuke de sus turbulentos pensamientos. — Yo, estuve dudando acerca de lo que tenía con ella desde que te conocí, Sasuke… y después de conocer lo que nos unía, ya no pude seguir negando lo que estaba viviendo… No pude negar el por qué y para qué he vuelto. — Enfatizó al final, casi suplicante.

Sasuke  se descolocó nuevamente…

¿Que tenía que ver todo lo anterior con su regreso a este mundo?

—… ¿Puedes soltarme? — dijo Sasuke de pronto confundiendo un poco a Naruto, quien le vio con desconfianza.

—¿No vas a marcharte?

Sasuke suspiró para calmarse antes de hablar. Si aquello tenía que ver con su regreso, no podría marcharse, aun si fuera lo que más deseara en ese momento.

—No lo haré —. Prometió, y Naruto le soltó tras unos segundos, pero manteniendo la misma distancia. — Tú, sabes por qué regresamos. — Dijo finalmente, afirmándolo más que preguntándoselo.

Naruto frente a él, sintió como el nerviosismo se expandía por su cuerpo con rapidez, pero asintió de todas formas. Había llegado la hora.

—¿Por qué no lo dijiste antes? — le reprochó Sasuke.

—Porque tiene que ver con lo que pasó ayer, entre los dos —. Confesó y Sasuke retrocedió, uniendo pistas, tratando de comprender.

Estaba teniendo un mal presentimiento con respecto a ese detalle. Si la razón de su regreso tenía que ver con el beso que habían compartido el día anterior, eso significaba solo una cosa… Un sentimiento conocido se expandió por su pecho, pero no estaba seguro de si se debía a la expectación de la felicidad…o a la ira. ¿Naruto habría descubierto antes de morir la verdadera naturaleza de sus sentimientos por él?

—¿Que se supone que significa eso, Naruto? — preguntó Sasuke, acercándose nuevamente. — ¿Acaso tú…? — Ni siquiera fue capaz de terminar su pregunta, pues Naruto lo miró con tal intensidad que no pudo seguir hablando.

Lo siento…yo, soy el causante de que estemos aquí otra vez, Sasuke. Fue por algo que yo deseé. — confesó Naruto al fin. Y Sasuke frente a él, no parecía poder creerse lo que le estaba diciendo… — Lo único que yo quería era poder verte otra vez y poder decir, lo que nunca me atreví a decirte. —Naruto rió levemente, ante la tensión de Sasuke. — Jamás creí que algo como eso funcionaría-ttebayo… pero, parece que lo que sentía fue lo suficientemente fuerte para hacernos regresar. Verte morir fue lo más doloroso que pude vivir-ttebayo, a pesar de todo…

La respiración de Sasuke se volvió poco profunda, en un intento por disminuir la presión que comenzaba a sentir en su pecho. Sin poder evitarlo, los latidos de su corazón aumentaron ante lo que aquello significaba.

No podía ser verdad.

—No puedes hablar en serio…

—Sasuke, yo me interesé por ti desde hace mucho tiempo-tebayo… y al conocerte, me sentí tan atraído por ti, como lo hice hace cientos de años —. Terminó por confesar Naruto, sintiendo acalorarse sus mejillas. Evitó por todos los medios dudar de lo que estaba diciendo, esta era su única oportunidad de llegar a Sasuke y de que este le creyera. Y por la sorpresa e incredulidad que le presentaba su mirada, estaba claro que aquello no se lo había esperado. — Siempre fuiste alguien especial para mi Sasuke — continuó, con dolorosa nostalgia. Sasuke se tensó.—… pero… tardé demasiado en darme cuenta de que además de ser especial, eras mucho más que eso. Eras todo lo que necesitaba en mi vida y él día en que estaba decidido a decírtelo, ya te habías ido.

Naruto parecía completamente sincero.

—Y entonces, cuando desperté en el hospital y te vi frente a mí, vivo otra vez…—dijo, como si todavía no pudiera creerlo —…no podía creer la suerte que tenía-tebayo… y después, cuando nos abrazamos, todo cobró sentido para mí.

Sasuke, aún lleno de asombro e incredulidad, tuvo que dejar toda duda detrás cuando los ojos de Naruto brillaron con lágrimas contenidas, intentando casi inútilmente mantener su determinación. Realmente habían regresado debido a eso, a ese detalle que podía significar que todo en lo que una vez creyó, todo lo que padeció hasta llegar a aceptar que se rendía con Naruto, no había servido para nada pero… Se obligó a mirar hacia el suelo cuando sus memorias se alzaron nuevamente, inundando sus pensamientos…

Naruto buscándolo hasta hacerle regresar, el Naruto que aún estando casado siempre tenía una excusa para verle y estar a su lado. Naruto, aquel que cuando le miraba en sus últimos años de vida parecía poder ver a través de su alma, buscando algo… Y ahora sabía, entendía que Naruto había estado buscando una respuesta en él, y él, quien quería ocultar sus sentimientos más que cualquier otra cosa, jamás se lo permitió.

Cuando elevó la mirada para reencontrarse con la expresión sincera de Naruto, Sasuke no pudo evitar sentir el nerviosismo de la expectación pulsar contra su piel.

—Yo — habló Naruto nuevamente, y Sasuke estuvo más que nunca, dispuesto a escucharle. —… Sin darme cuenta en esta vida, también buscaba cualquier cosa que pudiera ligarme a ti, daba lo mismo lo que fuera — enfatizó — de hecho, ¡el solo escuchar de ti por boca de otros me servía!… pero no quería aceptar eso, así que cuando nos conocimos te rechacé porque… además de recordarme a mi pasado, me avergonzaba el pensar que Sakura siempre tuvo razón al estar enamorada de ti. Tal vez, comencé a caer por ti desde que te vi en esa oficina por primera vez…  

Infundiéndose valor desde algún sitio para él desconocido, Naruto recortó el último paso que les separaba, prudentemente. Sasuke permanecía inamovible, inmerso en sus propios pensamientos…

Ante esto, Naruto sintió como una pequeña inseguridad quería crecer sin medidas en su interior.

Sonrió temeroso.

—No me crees… ¿Verdad? Sasuke. — Cuando esas palabras llegaron a sus oídos, Sasuke enfocó más su atención en Naruto, relajando su rostro mientras se alejaba de sus reveladoras memorias. —No te culpo…considerando mi forma de actuar hasta ahora… — se culpó. —  Pero, ¡lo que dije que siento por ti es verdad! ¡Quise decírtelo antes pero sucedieron tantas cosas-ttebayo!  Que yo, yo-

—Te creo. — Se escuchó Sasuke decir de pronto, interrumpiéndolo.

No había tenido intención de decirlo realmente, pues una parte de sí no podía creer todavía que habían regresado por ese motivo, sin embargo, la parte de sí que no quería ver sufrir más a Naruto, como siempre, había ganado. Y cuando este  le sonrió como en el pasado al oírle decir que le creía, no pudo negar cuan pleno y feliz se sentía… Naruto le había sorprendido, una vez más.

¡Al diablo con el motivo de su regreso! Ambos estaban allí, y ahora que sabía lo que Naruto sentía por él, Sasuke ya no tenía ninguna excusa para reprimirse. Quería, no, tenía que ser sincero con él también, y empezaría en ese mismo instante con la ansiedad a flor de piel…

—Yo me había dado por vencido con esto, Naruto. — le confió Sasuke a Naruto con una sonrisa resignada. — Cuando supe que lo único que me esperaba era la muerte, sentí que por fin me liberaría de todo…de mis errores y de lo que durante muchos años sentí por ti—. Una extraña presión se liberó en su interior cuando lo dijo.

Era la primera vez que Naruto le oía decir que Sasuke en verdad le quiso hace tantos años, al igual que él le quería, y no sabía si reír o llorar. Su instinto no le había engañado, aquellos ojos si lo miraban con anhelo… Su corazón saltó, expectante.

 — Jamás hubiera creído que regresaríamos — siguió Sasuke, completamente serio ante el azul llenos de esperanza en los ojos de Naruto. — Sinceramente, no me sentía nada afortunado por poder volver…

Se suponía que él lo sabía, que Sasuke jamás había querido regresar, pero aún así, el oírlo de su boca hacía para Naruto que su miedo (el que creía perdido) estuviera en aumento y se volviera más real. Evitando dejarse llevar por el, se mordió los labios y cerró los ojos, en un intento por contener lo que parecía ser su último obstáculo.

Y cuando Sasuke le miró otra vez para continuar, temió por lo que Naruto creía que le diría. Su corazón se detuvo, ya que era la primera vez que veía a Naruto querer llorar en esa vida…y no podía soportarlo. Sin pensar en nada más, acortó el poco espacio que quedaba entre ambos y le rodeó en un fuerte abrazo. — No llores… — casi rogó, odiando su forma de expresarse, mientras llevaba su rostro hacia el cuello del contrario, tal y como hizo por primera vez en el hospital.

Las palabras y el calor de Sasuke se llevaron casi de inmediato todas las dudas e inseguridades que Naruto albergó por ese breve momento, había estado demasiado tenso todo ese tiempo y a la mínima señal de posible rechazo, casi pierde su determinación. No podía creerlo.

—No estoy llorando, bastardo. — Habló Naruto al fin, respondiendo al abrazo también con sus propias manos.  

Pero ya no importaba, Sasuke le apretaba con tal fuerza y tan cerca de él, que podía sentir el acelerado ritmo de su corazón mezclarse con el propio y las manos que se aferraban a su ropa, eran la señal de cariño más grande que este le había entregado jamás, así que no volvería a dudar.

Sasuke se alejó un poco solo para poder mirarle directamente y entrecerró los ojos. — No has terminado de escucharme, Usuratonkachi. — Tras eso, la mirada de Naruto le indicó claramente que había temido por lo que diría. — Es verdad, que no quería regresar. No quería volver a repetir ese maldito destino una vez más… — Naruto quería apartar la vista por un momento, pero Sasuke lo siguió, impidiéndoselo. — Pero ya no pienso de esa manera... Yo…Gracias por no rendirte conmigo, Naruto. — enfatizó, antes de sonreírle, y Naruto sitió la vida volver a él.  

Los ojos de Sasuke brillaban con tal intensidad cuando se lo dijo, que Naruto no pudo evitar aferrarse más a él, como si temiera que cualquier enemigo llegara en ese momento a separarlos. No le había dicho que le quería directamente, pero estaba más que claro que si lo hacía.

—…Te quiero… te quiero tanto, Sasuke. — dijo, sintiéndose completo y sin querer alejarse del otro. Al oírle, Sasuke hundió todavía más su rostro entre su hombro y su cuello. Y permaneció allí, en silencio por varios segundos.

Luego, las palabras fluyeron, llegando a sus oídos como una única verdad.

—…Tardaste demasiado… Usuratonkachi. — Pronunció Sasuke, su voz ahogada en un murmullo cerca de su oído.  

A Naruto se le estrujó el corazón. La emoción que creyó controlada regresó hasta él como un torbellino, obligándolo ahora sí, a derramar las pruebas del dolor que había contenido a lo largo de los años.

Al sentirlo, Sasuke se apartó solo un poco de él, pero esta vez, con otro objetivo en mente. Ya no había ningún obstáculo para demostrarle cuanto lo quería, por lo que, uniendo sus frentes, llevó sus manos hasta las mejillas de Naruto como siempre quiso hacer y con suavidad secó sus lágrimas, antes de albergar su rostro con ambas manos, y dirigir los labios del otro hacia los suyos, ansioso por probarlos una vez más.

El encuentro fue lo más maravilloso e irremplazable que Sasuke y Naruto sintieron hasta ese momento en sus vidas. La calidez en los movimientos, lentos pero seguros, presionando atentos sobre los labios del otro, eran la representación del cuidado de sus heridas… heridas que beso a beso pretendían sanar.

Separándose solo para respirar, Naruto tomó el rostro del otro entre sus manos de igual manera, mientras sonreía con alegría sin dejar de ver a Sasuke, quien le sonrió con todo el amor que sentía, antes de unir sus bocas una vez más y esta vez, con más profundidad. Un solo beso no era suficiente para ninguno de los dos,  y cientos de años de espera se desbordaban impetuosos, con el ritmo ondeante de sus labios, sedientos por la entrega de la verdad que uniría por siempre a sus almas: el Amor.  

Ambos estaban sedientos por encontrarlo en el calor del contacto. Sasuke, movió una de sus manos y la llevó hasta la nuca de Naruto, profundizando el beso y enredando los dedos en su cabello para que no se le ocurriera separarse de él. Y Naruto, sin intenciones de hacerlo, le dirigió manteniendo de contacto de sus labios en todo momento, hacia el sofá.

Cuando Sasuke le sintió separase del todo, abrió los ojos completamente para evitar caer con todo su peso sobre Naruto, quien ahora estaba sobre su espalda, mirándolo con la respiración agitada y el rostro levemente enrojecido. Sasuke sin negarse a la hermosa vista bajo suyo, supuso que él se veía de la misma manera, con las manos firmes sobre el sofá a ambos lados del rostro de Naruto.

Este llevó sus manos hasta su cuello atrayéndolo nuevamente hacía sí.

—¿Por qué te detienes…? — preguntó casi con un susurro, antes de elevar un poco el rostro y besarle otra vez, antes de dejar caer nuevamente su cabeza sobre el sofá, riendo.

Dejó de hacerlo cuando una de las manos de Sasuke acarició su rostro marcando con sus dedos el lugar donde las marcas debían estar posicionadas. Tragó con fuerza al notar, por primera vez, como se sentía ser preciado por alguien como Sasuke.

—Me alegro de que hayas vuelto, Naruto—. Dijo de pronto, con suavidad, todavía tocando sus mejillas.

Naruto no podía sentirse más feliz. Estaba claro que Sasuke se alegraba de que la marca que le había acompañado durante su vida pasada haciéndolo sufrir, no le hubiese acompañado en esta nueva vida.

—Sasuke…

Atendiendo a su llamado, Sasuke se inclinó sobre él y otro beso los unió con la misma intensidad. Los movimientos de sus labios parecían maravillosamente sincronizados. El amor y la más reciente pasión despertada en su interior se sentía en cada respiración profunda, en la búsqueda instintiva de sus bocas y en los dedos levemente ansiosos por abarcar más en su tacto.

Aquello había resultado mucho mejor de lo que cualquiera de los dos hubiese planeado. A pesar de haber esperado tanto tiempo, la familiaridad del contacto entre ellos era tan verdadera que dolía. Como si todo eso hubiese estado predispuesto para ellos desde siempre…una nueva forma de comunicación entre ambos, para expresar lo que con palabras jamás lograron transmitir.

Palabras omitidas y sentimientos palpables.

Un roce y una caricia, lo eran todo para ellos en ese momento.

Cuando al fin se separaron para darse un respiro, Naruto sentía el leve fantasma del roce presente en sus labios, añorando el contacto. Sin embargo, al observar con atención las expresiones del contrario, Naruto rió con felicidad. Y aunque Sasuke no estuviera riendo como él, aun envuelto en la intensidad de su beso, el brillo presente en su oscura mirada, aquella que había ocultado sus sentimientos por él, ahora estaba completamente expuesta y Naruto vio con alegría como el anhelo y la felicidad estaba impresa en ellos ahora. Sus facciones, tan idénticas y diferentes a la vez a las del antiguo Sasuke, habían vuelto a cautivarle y nada ni nadie lo podría cambiar.

Sasuke unió sus frentes nuevamente, antes de preguntar con curiosidad: — ¿Y ahora de que tanto ríes, usuratonkashi?

—Realmente… eres todo lo que necesito, Sasuke. — Respondió.

Sasuke, embargado por la emoción, le sonrió.

—Idiota, es igual para mí. — respondió.

—… ¿No podías evitar el insulto? — Preguntó Naruto, fingiendo estar molesto y manteniendo todavía sus manos alrededor del cuello del otro evitando que se alejara, aunque eso fuera algo casi imposible. 

Sasuke se mantuvo en silencio por unos segundos cerrando sus ojos, pensando seriamente antes de responder, y cuando los volvió a abrir, fue para darle a Naruto un beso demasiado rápido.

—No. — dijo simplemente, antes de quitarse de encima de Naruto quien distrajo su agarre por el beso, para moverse en dirección a la puerta.

—¿Eh? —  el movimiento del otro fue tan rápido, que no pudo evitar que se levantara. — ¡Espera! — gritó Naruto, quien apenas y salía de su asombro para levantarse del sofá y seguirle ¿En verdad Sasuke se iría ahora así como así? — Bastardo… ¿Ahora qué haces?

—¿Tú qué crees? …Tenemos cosas por hacer. — respondió, haciendo alusión a sus asuntos con Kaya y Kurama.

Naruto pestañeo rápido un par de veces, y luego rió con algo de nerviosismo ante la sorpresa. No podía creer que, aturdido por la situación que se dio entre ellos, lo había olvidado. 

—…es verdad. Lo había olvidado-ttebayo.

Sasuke profirió un suspiró, mirando hacia otro lado.

—Tú… — dijo, y se acercó hasta Naruto nuevamente para presionar el que planeaba, sería el último de los besos que tendrían por ahora, por mucho que le costara hacerlo. — No puedes dejarte llevar solo por esto. — Dijo sin alejarse mucho de él nuevamente, ya que lo tenía afirmado suavemente por la nuca. Naruto le vio un tanto confundido.— Lo que trato de decir…es que después de librarnos de todo esto, tendremos todo el tiempo del mundo para recuperar el tiempo perdido… Si fuera por mí, no habríamos salido de aquí en todo el día.

Los oscuros ojos y el tono de su voz, expresaban tanto que Naruto no pudo evitar sentirse felizmente asombrado, y un tanto nervioso por así decirlo. No se había esperado este tipo de trato, no con Sasuke, siendo Sasuke.

—¿Qué? — Preguntó Sasuke, al notar su asombro.

—No es nada-tebayo… es solo. ¿Siempre eres de esta manera?  — se atrevió a preguntar, con cuidado.

Sasuke solo levantó una ceja.

—Es que… Es muy extraño, ¡No pareces tú mismo, Sasuke! — se detuvo un momento para relajarse, recordando el trato de Sasuke con Sakura durante el poco tiempo que pasaron juntos antes de que se fuera de la aldea otra vez.— Yo recuerdo como tratabas a Sakura-chan y-

Sasuke colocó ambas manos en los hombros de Naruto, callándole, y le miró con firmeza antes de aclarar el absurdo malentendido que estaban teniendo allí. Sabía exactamente lo que Naruto trataba de decir.

—Escúchame bien, Naruto… ¿Tú, no recuerdas que te dije que nuestro matrimonio fue un acuerdo más que otra cosa? — Naruto asintió. — Siempre fue así, desde el principio… ¿Cómo podría tratarte igual que a ella, si lo que siento por ti es mucho más fuerte que cualquier otra cosa?

—…

Un segundo más tarde, Naruto podía decir que su rostro se había incendiado, literalmente. Si él respondía así ante una frase cómo esa, no se quería ni imaginar lo que pasaría si Sasuke le dijera directamente que lo amaba.

—¡Esta bien, ya entendí-ttebayo! — pronunció Naruto, nervioso, mientras se alejaba un paso de Sasuke. Y este solo le dio una media sonrisa, consciente del efecto que causó en él. Naruto le dio la espalda. — ¡Será mejor que vayas por Kaya! ¡Hay cosas que hacer!

—Hn.— escuchó decir a Sasuke, seguido del sonido de la puerta cerrándose… y un segundo después, se encontró solo en el lugar. 

Naruto rió una vez más.

.

.

.

Sasuke todavía no podía creerse del todo lo que estaba pasando. A final de cuentas, él había estado ciego, encerrándose a sus pensamientos una vez más sin darle oportunidad a Naruto para aclarar las cosas. Pero ahora, todo sería diferente. El que ambos se querían más que nada, era en ese momento una realidad innegable y había necesitado de toda su fuerza de voluntad para salir de la casa de Naruto y volver con Kaya después de todo eso. No mentía al decir que de ser posible, hubiera permanecido junto a Naruto por el resto del día para sentirlo a su lado sin ninguna interrupción, pero sabía que existían asuntos importantes que todavía debían solucionarse.

Respiró profundamente para evitar volver sobre sus pasos. Era increíble el cómo su percepción de lo que veía en Naruto, había cambiado tan drásticamente después de que confesara que le quería. Aquella esperanza que había mantenido viva durante su vida pasada, y en esta también, había tenido una razón de ser. Ellos siempre se llamarían el uno al otro, incluso con los detalles más pequeños, como una mirada o una sonrisa. Gestos que para cualquiera serían habituales o hasta  insignificantes, pero que para ellos, lo significaban todo.

Y eso le había quedado más que claro tras el nerviosismo de Naruto al oír sus sinceras palabras. Estaba claro que Naruto jamás se esperaría de él una confesión de amor dicha completamente con palabras, a diferencia de su entregada respuesta ante sus acciones.

Sin dudas, Naruto era un gran besador.

Sasuke sonrió, manteniendo aquella pequeña mueca que expresaba felicidad intacta en su rostro, hasta que se adentró de regreso en su propio hogar, hasta darse cuenta de que parecía un adolescente a quien le daban su primer beso. Más allá, Kaya lo miraba desde un sillón, divertida y Sasuke se obligó a retomar su habitual semblante de seriedad al notarlo, pero era casi imposible, considerando su estado de ánimo actual.

—Te demoraste mucho—. Dijo la pequeña. — Pero está todo bien ¿Verdad?

—Así es. — Mucho mejor que bien en realidad, pero no quería decir demasiado.

—¿Ves? Te dije que tenías que escucharlo hasta el final.

Sasuke simplemente se movió para recoger las llaves de su auto para poder ir con Kurama. Cuando las tuvo entre sus manos, se encaminó de vuelta hacia la puerta pero antes de que le indicara a Kaya que le siguiera, está le habló.

—¿Ahora si lo besaste tú? — dijo, casi sonriendo.

Sasuke bufó.

—Nos vamos —. Respondió en cambio, sin considerar en ningún momento el discutir su vida amorosa con una niña de nueve años.

La niña no dijo nada más, y en silencio salió de allí dirigiéndose a la casa de Naruto para decirle que irían al templo en el automóvil de Sasuke. La pequeña llamó a la puerta solo una vez y Naruto abrió casi de inmediato sin esperarse que fuera ella quien le buscara.

Naruto escuchó una leve risa venir desde más abajo, había abierto la puerta pensando que era Sasuke, pero allí solo estaba Kaya, riéndose.

—Ya nos vamos, Naruto —Dijo la niña, después de dejar de reír.

—¡Oh! Claro, enseguida vengo —. Se apresuró en tomar su celular y sus llaves y salió de allí.

Ambos se subieron al auto donde Sasuke les esperaba y se dirigieron al templo. Aunque ninguno de los tres dijo palabra durante todo el trayecto, Naruto comprobó que así como él se mantuvo sonriente casi todo el camino, cada vez que dirigía su mirada hasta su compañero al volante, este mostraba una expresión afable y casi sonriente también. No podía creérselo, parecían unos adolescentes idiotizados, sin embargo, eso no podría importarle menos.

Por su parte, Kaya solo les observaba teniendo más diversión de la que nunca hubiera pensado tener debido a su pasado. Esos dos eran su entretención personal.

Cuando llegaron a su destino, Naruto se adelantó al paso de Sasuke y Kaya para llegar antes con Kurama. No había nadie mejor con quien compartir su felicidad… lástima que el zorro no pensara de la misma manera.

 ¡Aún así! ¡Sabía que le escucharía!

Se adentró en el templo casi corriendo y con la misma energía el día anterior (solo que esta vez no estaba nervioso) le dejó saber al zorro que estaba allí.

—¡¡Kurama~!!

El zorro que estaba sentado antes de que gritara, se levantó de golpe y se acercó hasta él mientras respondía.

¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¡No tienes que gritar! ¡Maldición! 

En respuesta, Naruto se acercó todavía más a él, con intensiones de darle un abrazo mientras irradiaba alegría, pero Kurama retrocedió varios pasos para evitarlo, asqueado. En el proceso, divisó a dos figuras a lo lejos, dirigiéndose hasta allí también y recién allí cayó en la cuenta de lo que sucedía.

Con cansancio, se dejó en las sucias manos del destino.

—¡Todo salió bien! ¡Tal y como me dijiste ayer, Kurama! — Le dijo Naruto después de darle un abrazo rápido de agradecimiento por darle seguridad el día anterior, a su manera cruel, pero se la había dado.

Kurama reacomodó sus ropas, probablemente un poco asqueado por su muestra de agradecimiento, antes de hablar nuevamente.

¿Qué más esperabas Naruto? Estaba claro que terminaría de esa forma entre ustedes dos. — dijo, completamente serio e incluso algo aburrido.

Naruto solo se rió. Tal vez para él como observador había estado claro, pero para él mismo y Sasuke, todo había sido muy diferente.

Unos pasos resonaron desde atrás.

—Veo que tienes el mismo humor de siempre, Kurama—. Saludó Sasuke con una sonrisilla de burla, atrayendo la atención del zorro, quien ni se preocupó por Kaya que corría a través del lugar para llegar afuera donde estaba Jin.

Y tú pareces feliz, mocosoAsí que al fin lo lograron ¿no?, Uchiha. — respondió Kurama con malicia, sin inmutarse por el comentario de Sasuke. — No puedo creer que tuvieran que vivir dos veces para lograrlo…— agregó hastiado.

—¿Ahora qué estás diciendo? — dijo Sasuke, algo molesto.

Es bastante obvio de lo que estoy hablando, cuando Naruto está así de feliz. — dijo, señalando a Naruto frente a él. Se podía decir que desprendía su propia luz a causa de la felicidad.— Solo les pido que se abstengan de mostrar su felicidad cerca de mi… — pidió el zorro, con su hastío característico, y Sasuke supo que estaba refiriéndose claramente a las muestras de cariño. — bastante tuve con su “Sasuke, Sasuke…” en su otra vida y tus “Naruto, Naruto…” de esta. — Los aludidos no hicieron más que enrojecer levemente, pues Kurama tenía razón — Las emociones humanas son un asco…los esperaré afuera.— finalizó, mientras se alejaba dirigiéndose hacia el lugar para hacer el traspaso de chakra.

Recobrándose de la vergüenza antes que Sasuke, Naruto inspiró fuertemente antes de gritar.

—¡Pareces un anciano insufrible, Kurama! — dijo Naruto, sabiendo que Kurama estaba más que acostumbrado, a lo que él sentía por Sasuke.

¡Cállate! — Escuchó la respuesta del zorro desde lejos, y volvió a reír.

Después de todo, tras los dos primeros meses en que Naruto se dio cuenta por fin de que su amor por su amigo iba mucho más allá de lo que creía, Kurama se resignó a escuchar todos sus lamentos (que no eran pocos) e incluso intentaba, con todo lo que su escencia demoníaca le permitía, darle consejos sobre ello.

—Ese maldito Zorro… ¿Lo sabía todo desde el principio? — dijo Sasuke, con un casi imperceptible color en las mejillas, pero visiblemente molesto.

—¡Claro que si-tebayo! — aseguró Naruto, mientras se llevaba una mano a la cabeza. — De hecho, él fue quien más se extrañó porque me hubiera casado, el no lo entendía… ¡Bueno!, ahora ya sabemos por qué. — agregó en un tono más serio y cruzándose de brazos.

Sasuke frunció el ceño…eso quería decir que Kurama había estado percibiendo algo de esto desde mucho antes de esa fecha, incluso desde mucho antes de que ambos llegaran siquiera a considerarlo.

—Será mejor que me apresure. El humor de Kurama estará peor que de costumbre. — dijo Naruto, antes de encaminarse hacia el bosque.

Sasuke le siguió un momento después.

.

.

Esto es increíble… ¿Qué pasó con la concentración que tenías ayer? — habló Kurama, después de varios intentos por mantener la concentración de Naruto en su lugar.

—No lo sé… — respondió con una sensación de deja-vú. ¿No le habían preguntado algo similar más temprano?

Sasuke, mirando todo desde una distancia prudente, tenía una idea del porqué Naruto no era capaz de concentrarse, pero no podía alegrarse por ello, no cuando interfería en algo tan importante como eso.

—Naruto —. Le llamó Sasuke, y tal y como pensaba, Naruto parecía estar completamente enfocado en él. Suspiró. — ¿No eres capaz de hacer algo tan simple como esto?

—¿Acaso tú podrías hacerlo mejor?

Ahora, el otro lo miraba con molestia, y Sasuke se arriesgó a continuar, esperando que este método sirviera aún ahora, para motivar al otro. 

—Como ves, no me distraigo con tanta facilidad—. Enfatizó Sasuke, y después sonrió. — Idiota… ¿Cuánto tiempo más perderás haciéndonos esperar? 

Naruto le vio con sorpresa por un breve instante, antes de voltearse nuevamente hacia el pergamino para empezar una vez más. Había entendido el mensaje con facilidad y Sasuke dio gracias por ello.

—¡Ya verás! ¡Esto no es nada para mí! — dijo, comenzando a hacer el primer sello.

—Hn. —Sasuke se movió de su sitio, encaminándose hacia el templo. — Será mejor que me vaya. Volveré después.

Naruto detuvo el movimiento de sus manos por un momento, para verle marchar. Si, tal vez era mejor que no estuviera allí, mirándole.

Es increíble como ese mocoso puede motivarte, Naruto. — comentó Kurama un momento después. Y Naruto le dio la razón. —…aunque también sea el motivo de tu torpeza el día de hoy…

Pero, odiaba cuando sacaba a relucir su torpeza.

—¿No podrías solo olvidarte de eso? …Kurama.

No lo creo posible, Naruto. Mi memoria es mucho mejor que la que poseen ustedes los humanos.— respondió el zorro, literalmente.

Naruto regresó la vista hasta el pergamino, mientras pensaba.

Recordando lo sucedido por la mañana, Naruto agradecía de cierta forma el que Kurama no estuviera sellado en su interior en esta vida, ya que si su memoria era tan buena como decía, le molestaría a cada oportunidad que tuviera con la influencia que tenía Sasuke sobre él (en todos los sentidos), como castigo por perturbar a poca paz que le quedara. Apartando esos pensamientos, se acomodó una vez más en su sitio y realizó los sellos con sus manos para al fin, iniciar decentemente el traspaso de chakra.

Ya verían lo que lograba si se lo proponía.

.

.

.

Por su parte, Sasuke todavía se encaminaba hacia la salida. Comenzaba a considerar que su presencia durante las trasferencia de chakra que hacía Naruto, sería algo contraproducente en estos momentos. Debido a eso, decidió que mantenerse alejado por ese día sería lo mejor.

Naruto estaba siendo demasiado impaciente después de lo que sucedió entre ellos temprano por la mañana, y eso, hacía que se distrajera con demasiada facilidad. Aunque no podía negar que en parte, aquel detalle le hacía inmensamente feliz.

—¿Sasuke?

Una voz conocida interrumpió el hilo de sus pensamientos, haciéndole dar cuenta de que se encontraba bastante lejos del templo, y más cerca de la calle de lo que creía.   

—Hola—. Continuó ella después, con la voz algo fatigada por el esfuerzo y Sasuke solo asintió en respuesta.

Era Sakura, quien lucía bastante diferente a como lo hacía usualmente. Llevaba puesta ropa deportiva y su cabello aunque recogido, adquiría un aire diferente al estar sujeto ahora por otro motivo, aunque claro, seguía siendo indiscutiblemente rosa.

—¿Cómo has estado?  — Se interesó ella.

—…realmente, no puedo quejarme. —. Respondió Sasuke, con una inesperada afabilidad, considerando todas las confusiones de los anteriores días y la felicidad con la se reencontró aquella misma mañana, en los brazos de Naruto.

—Vaya, jamás te había visto tan tranquilo…— Comentó ella, hasta que de pronto, vislumbró algo más en él. — No. Es otra cosa. — Casi murmuró.

—¿Qué hay de ti? — Sasuke preguntó, evitando adentrarse en ese tema, distrayéndola, pues conocía el nivel de percepción que poseía Sakura en esta vida y no quería discutir ese tema con ella.

—No puedo quejarme tampoco —. Ella sonrió, dio un vistazo alrededor y prosiguió. — Es extraño encontrarte en un lugar como este… —señaló al templo. — Pero, supongo que como siempre tienes tus razones.

—Las tengo.

—¿Mi hermano está contigo?  — Preguntó Sakura, antes de beber un poco de agua de la botella que llevaba con ella.

—Si, allí adentro —. Respondió él con sinceridad.

Sakura llevó un mechón perdido de su cabello detrás de su oreja y algo preocupada, continuó: — ¿Él… está bien?

—Lo está... — Aseguró. — ¿No has hablado con él? — Cuestionó Sasuke, considerando extraño que ella le preguntara a él por el estado su hermano y no directamente a Naruto.

—Solo por mensajes…— explicó ella. — He estado ocupada, con el hospital.

Sasuke se mantuvo en silencio por unos segundos, examinándola. Sakura parecía verdaderamente preocupada por Naruto, pero él dudaba que esta se debiera simplemente a su anterior ingreso al hospital. Tomando en cuenta que ella era la mejor amiga de su prima, era probable que también se relacionara con Hinata de alguna forma, quien posiblemente no se encontraría muy bien en estos momentos. Ahora que lo pensaba, Naruto no había vuelto a mencionar nada sobre Hinata…

Alejando de sí un indicio de culpabilidad que no venía al caso, decidió tranquilizar a Sakura con respecto al estado de Naruto.

—No deberías preocuparte. Naruto está bastante bien… — le dijo, pero dudando sobre cómo Naruto se sentía realmente, después de terminar con aquello que él no consideró una relación con Hinata, quien ha sido su amiga desde hace mucho.

—Me alivia saber eso… — Sakura comentó, y sonrió también al ver como Sasuke inevitablemente dirigía su mirada hacia el templo. — Sasuke.— le llamó retomando su atención. — Sé que esto sonará extraño… pero, te encargo a Naruto.

Sasuke no pudo evitar sentirse confundido… ¿A qué se refería exactamente?

—¿Qué quieres decir?— preguntó, queriendo ser precavido.

Sakura rió.

—No te alarmes, Sasuke. Es simplemente eso. Sé que se han vuelto muy cercanos en el último tiempo. — Sasuke no podía negarle eso, por lo que terminó por aceptar su encargo. Ella continuó. — Y una última cosa — dijo, avanzando unos pasos hacia adelante, antes de emprender nuevamente la marcha. — ¡Olvida lo que te dije de no acercarte demasiado!... ¡Y dile a Naruto que uno de estos días iré a verle! — agregó al final, levantando la voz mientras se despedía de él con una mano antes de comenzar a correr con propiedad, continuando su recorrido.

Sasuke emitió un chasquido. No necesitaba que le dijeran eso porque él ya lo había decidido desde hace mucho. Él no interferiría si tenía pareja… pero, si Naruto le decía que no estaba con alguien más, no habría dudado en dar su paso y aunque hubiesen pasado meses para que eso pasara, hubiera esperado, porque sabía que no sería fácil (sino imposible) para él, dejar de quererlo.

Relajándose un poco más, se dio la vuelta y se encontró con Kaya. ¿En qué momento había aparecido?

—Ahora me agrada. — soltó la pequeña de la nada, evidentemente refiriéndose a Sakura, quien ya se encontraba bastante lejos.

—Hn. Y… ¿por qué te desagradaba?  —preguntó Sasuke, quien a pesar de saber la respuesta, quería oírla de la pequeña.

—Porque te quería lejos de Naruto. — confesó Kaya, esta vez con claridad.

—Ya veo… — dijo Sasuke  — Aunque sigo sin entender por qué te preocupa tanto esto, Kaya.

La pequeña acercó su mano de a la de Sasuke para tomarla y este no le rechazó. Desde el día en que Naruto fue internado, hacían eso cuando uno de los dos necesitaba fuerza para algo. Y esta vez, era la pequeña quien lo necesitaba. 

—Yo fui una adulta también, Sasuke. Sé que se siente tener el amor, y perderlo después. — Explicó, con ese aire de adultez que Sasuke sentía en ella cada vez en menor medida en los últimos días, mientras lo tiraba de la mano para iniciar su camino hacia algún lugar lejos del templo.

—¿Ahora adónde vamos? — preguntó él, con su seriedad habitual.

—Por comida… Kurama no quiere que vuelvas hasta el almuerzo.

Sasuke bufó, pero se dejó conducir, ya que no planeaba acercarse nuevamente a Naruto hasta esa hora sin que tuvieran que decírselo. Además, sabía exactamente por qué había enviado solamente a Kaya con él. Estaba más que claro que la comida ese día, correría por su cuenta.

.

.

.

Ya entrada la noche, Sasuke esperaba pacientemente sentado en la puerta trasera del templo, a que Kurama y Naruto terminaran con el último esfuerzo del día con el traspaso del chakra. Se encontraba allí ahora, ya que además de que el zorro no le quería cerca de Naruto ese día, estaba siendo la primera noche más helada de ese otoño y extrañamente, ese día no estaba preparado para ese clima.

Kaya, por otro lado, estaba en los brazos de Jin durmiendo una vez más mientras este le acariciaba el cabello. Ellos eran realmente cercanos, de una forma que no podía explicar todavía. El cariño, la lealtad y el respeto que ese hombre le profería a esa niña era casi imposible de encontrar en otras personas y sabía, que sería capaz de hacer cualquier cosa por ayudarla. El hombre ya estaba curado de sus heridas pero aun así permanecía allí, conviviendo el zorro,  y a pesar de tener la posibilidad de irse de allí y llevarse a Kaya con él, no lo había hecho. Seguramente se tratara de una petición de la pequeña.

Al dirigir su mirada nuevamente hacia el bosque, pudo distinguir entre la oscuridad las siluetas de Kurama y de Naruto, este último caminando más lentamente, al igual que el día anterior. Preocupado, Sasuke se levantó de su asiento y se acercó hasta ellos a medio camino.

Te dije que eso era demasiado, Naruto… — Kurama le dijo a Naruto, deteniéndose para esperarle un poco.

—Así parece…—  respondió Naruto, y luego rió sin ganas.

Kurama no respondió, claramente molesto.

—Bien, hoy sí que luces como la mierda, Naruto. — comentó Sasuke, anunciando su presencia.

—¿De quién crees que es la culpa…?— objetó Naruto.

Kurama, por su parte, se acercó más a Sasuke quien estaba un poco desconcertado por la respuesta de Naruto, más lastimera que defensiva, antes de dirigirse a él.

Ya conoces a Naruto, Uchiha. Si se trata de ti, da más de lo que debería… — Sasuke se tensó. — Ahora sirve de algo y ayúdale a caminar. Casi se desmaya allí atrás…

Sasuke se apresuró en llegar al lado de Naruto y pasó unos de sus brazos sobre su hombro para servirle de soporte.

—Eres un idiota. — le reprendió Sasuke, pues Naruto parecía haber recibido una gran paliza. Solo que no habían habido ni golpes ni amenazas. Era solo la expresión física de su cansancio mental.

—Así soy yo… — respondió Naruto y Sasuke se sorprendió de nuevo. Debía estar verdaderamente agotado como para no contestarle como siempre hacía.

—…

—Creo que avancé bastante hoy-tebayo… — Sasuke le miró y pudo distinguir entre las sombras, que este sonreía con orgullo.

—No tengo dudas de ello…— dijo él en respuesta, y Naruto soltó un sonido que pretendía ser una risa. Sasuke continuó, irritado al no haber previsto que Naruto se sobre-esforzaría demasiado.—… pero no vuelvas a hacerlo—. Pidió después. — Ir a tu propio ritmo es lo más seguro para ti, Usuratonkachi.

Naruto le respondió con un leve asentimiento.

.

Después de que Jin se encargara de llevar a Kaya en brazos para dejarla en el asiento trasero de su automóvil, y de que Sasuke cargara con Naruto nuevamente hasta el asiento del copiloto, los tres partieron de regreso a casa. Mirando de reojo a su copiloto, que pocos minutos después de estar al interior del auto se dejó llevar por el sueño, Sasuke se encontró a sí mismo pensando en el Naruto que quería superarle y demostrarle que era digno de reconocimiento.

¿Cómo habría sido este Naruto a esa edad? ¿Habría sido así de temerario al hacer las cosas?

Esperaba que no, ya que realmente lucía como un verdadero desastre en ese momento a pesar de no haber estado en una lucha física. A Sasuke le hubiese gustado poder tomar su lugar en ese momento, después de todo, aunque no estuvieran conectados por su chakra como en su otra vida, podía decir de todas formas que de igual manera, era capaz de sentir su dolor… o su agotamiento, en este caso. Apenas despertara, se aseguraría de decirle que podía lograr lo que quería sin llegar a ser tan extremo como en su vida pasada, como cuando dijo que si se enfrentaban morirían juntos… Al final no habían muerto, pero perder un brazo no había cambiado nada. Al menos, Sasuke había sentido que una parte de sí murió aquel día, dando cabida a algo más.

Estacionándose apropiadamente, y apagando por fin el motor del auto junto a su hogar, Sasuke observó a sus dos compañeros de viaje todavía dormidos. Debía encargarse de ellos, uno a la vez.

—Naruto… — dijo, llamando al otro en un intento por despertarle, pero no hubo respuesta. Tocando su hombro, volvió a llamarle y un leve quejido en respuesta salió de sus labios. — Naruto, escúchame… —le llamó nuevamente, y ahora sí pudo ver que los ojos azules intentaban prestarle atención con mucho esfuerzo.

—¿Hm? ¿Dónde… estamos?— balbuceó Naruto, aún medio dormido.

—Estamos de vuelta. Iré a dejar a Kaya a su habitación y volveré contigo ¿Está bien? — Naruto hizo un breve movimiento con la cabeza que Sasuke interpretó como un asentimiento, por lo que prosiguió con su quehacer.

Un minuto más tarde, mientras llevaba a Kaya en brazos hacia el interior de la habitación que ahora era prácticamente suya, logró distinguir que esa noche ella realmente estaba durmiendo de manera profunda, ya que ni siquiera el frío del exterior le había provocado algún cambio. Tras recostarla sobre la cama, le sacó los zapatos y la chaqueta para luego cubrirla con la ropa de cama.

Cerrando la puerta con cuidado, se alejó de la habitación para hacerse cargo de Naruto esta vez. Esperaba que ahora estuviese algo más despierto, para poder llevarlo hasta su casa con mayor facilidad. Definitivamente, no se imaginaba cargándole al estilo princesa como hizo con Kaya un momento atrás, por lo que decidido a despertarlo para encaminarle hasta su casa, apresuró sus pasos mientras bajaba por las escaleras. Sin embargo, al llegar al primer piso, se llevó una sorpresa.

Naruto estaba de pie, en la entrada, dando pasos lentos para introducirse más en la casa con los ojos a medio abrir pero claramente sin ver nada de forma consciente. Había olvidado por completo que Naruto sufría de sonambulismo, por lo que no se esperaba algo como eso. Prestando más atención, Sasuke notó un leve movimiento en la boca del otro y si ponía mayor atención, podía oírle susurrar algo, aunque no comprendía nada de lo que decía.

Se acercó hasta Naruto con cuidado, interponiéndose en su camino mientras le tocaba el cabello junto al rostro con suavidad. Necesitaba que despertara.

—Naruto... ¿Puedes oírme? — El nombrado no le respondió, ni abrió más los ojos, simplemente se quedó quieto, recargando un poco el rostro en la mano que le tocaba. — Naruto, tienes que despertar.

Pero no lo hizo, en cambio solo se acercó más a él y en un torpe movimiento le abrazó, un agarre no muy fuerte ni estable, debido a que todavía estaba dormido.

—S-sasu…— dijo Naruto, lo único entendible se la serie de murmullos que llevaba diciendo.

Sasuke suspiró.

Aquello se estaba volviendo más complicado de lo que había pensado, pues al parecer, Naruto no tenía miras de despertar, no cuando había dado con su objetivo. Pensando exactamente en qué hacer, él se dejó abrazar por unos segundos, hasta que comenzó a sentir que la fuerza puesta en el abrazo se hacía más grande ¿Era eso posible?, y que Naruto comenzaba a moverse hacia adelante otra vez, pero ahora, con él a cuestas.

—Naruto. — Le dijo, algo irritado, pues sus pies no se movían con normalidad al estar envuelto en el abrazo, pero el otro no reaccionaba. — Naruto — Habló más fuerte todavía, obligado a aferrarse a la ropa de alguien que estaba dormido para no caer (algo muy absurdo, la verdad) mientras él otro volvía sus pasos cada vez más rápidos considerando que seguía dormido.

Sasuke dio un rápido vistazo a su espalda y vio que si seguían en esa dirección, sus pies chocarían con las escaleras. Chasqueó fuertemente antes de tomar con más fuerza a Naruto. — Maldición, Naruto. ¡Despierta de una vez, Usuratonk-! — Pero ya era demasiado tarde. No alcanzó a levantar el pie para subir el escalón a sus espaldas, tropezó con él y el vacío en la boca de su estómago le indicó lo que seguía. Ambos cayeron con un golpe fuerte en el lugar, Sasuke con su espalda contra las escaleras y Naruto sobre él, haciendo que la caída doliera más de lo esperado.

—Ugh… ¿Cuánto pesas en realidad, Naruto?… — Preguntó más para sí mismo, mirando a Naruto todavía con el ceño fruncido debido al dolor y la molestia. —… ¿Hace cuanto tiempo no tenía una caída como esta? — preguntó, burlándose de sí mismo.

Dejó caer su cabeza hacia atrás, hasta que quedó afirmada por uno de los escalones. Esperaba que esa caída hubiese despertado a Naruto al fin pero, después de varios minutos de inútil espera, volvió a mirar a quien le tenía “prisionero” contra las escaleras y que afirmado contra su pecho, dormía como un bebé. Inspiró con fuerza, para darse paciencia e intentar despertarle una vez más.

Naruto. — Pero este seguía sin despertar, a pesar de que estaba tirándole un poco del cabello. Un tic que no sabía que tenía, apareció en una de sus cejas cuando vio a Naruto removerse sobre él, acomodándose otra vez. — ¡Despierta, maldita sea! —casi gritó, intentando con todas sus fuerzas quitárselo de encima.

Con el movimiento brusco, y para alivio de Sasuke, Naruto pareció medio reaccionar alejándose un poco, pero su expresión se volvió tan dolorosa que por un momento, Sasuke se arrepintió de haberlo alejado con tanta brusquedad…claro, hasta que sintió como Naruto que se aferraba a él con todavía más fuerza, hundiendo su rostro en su abdomen.

—¡Qué-!

—…n-no te…yas…— alcanzó a distinguir Sasuke entre nuevos balbuceos.

“No te vayas”

Al pronunciar esa frase en su mente, y con un recuerdo fugaz de una de sus conversaciones con Sakura sobre Naruto, todo el enfado que podía estar sintiendo hacia él por tenerlos en aquella situación, se fue para no regresar. En cambio, lo que sentía cada vez que despertaba tiempo atrás, sin poder cambiar absolutamente nada de lo que en sus recuerdos sucedía, trajo de vuelta la angustia que creyó perdida esa misma mañana.

Había olvidado por completo que aunque él era a quien Naruto buscaba mientras dormía, no lo hacía por una razón agradable.

Sintiéndose un poco mal, tomó una decisión.

Con determinación, tomó el rostro de Naruto con sus manos y acercó el suyo propio al de él.

—Si no despiertas con esto, te golpearé para que lo hagas, Usuratonkachi.— dijo seriamente, antes de besarlo. No era precisamente la mejor idea que se le pudiese ocurrir, pero nada más había funcionado.

Naruto, aún entre sueños, comenzó a responderle con leves movimientos y tras solo unos segundos, se empujó más hacia Sasuke.

Este no sabía si celebrar o molestarse ante su efusividad… el idiota besaba bien hasta cuando dormía ¿Sería su instinto? Abrió un poco sus ojos para ver si algo había cambiado, pero no era así, por lo que cuando Naruto abrió su boca solo un poco para poder respirar, Sasuke aprovechó la oportunidad y profundizó más el beso.

—Hmn. — Naruto dio un gemido ahogado y Sasuke abrió los ojos para verificar su avance. Naruto estaba despertando ¡Por fin! — ¿Hm…? — soltó mientras pestañeaba, y cuando enfocó sus ojos en los negros que le miraban demasiado cerca, un sonido de asombro resonó a través de su garganta. — ¡HNM! 

Sasuke le dejó libre y Naruto, alejándose bruscamente, cayó sobre su trasero mientras respiraba agitadamente frente a la escalera, donde Sasuke estaba sentado mirándole con aburrimiento y los labios todavía húmedos por lo que habían estado haciendo. El recién despertado, sintió su rostro enrojecer mucho más de lo que pudo hacerlo antes y solo cuando Sasuke le sonrió, fue capaz de hablar.

—¡Bastardo! ¿¡Te aprovechaste de mí mientras dormía!? — preguntó sin controlar sus palabras, y luego se dio cuenta de donde estaba… — ¡Espera!… ¿¡Cómo fue que llegué hasta aquí!?

Sasuke suspiró, cansado, pero aliviado de por fin haberlo despertado. Independiente del método que uso para lograrlo.

—¿Podrías bajar la voz? Idiota…Kaya está durmiendo —. Le dijo Sasuke, levantándose por fin de la escalera y acercándose a Naruto, hasta acuclillarse frente a él.

Sasuke se mantuvo en silencio mientras observaba la expresión de Naruto que todavía estaba ruborizado,  avergonzándolo a él también en el camino. Y con justa razón, pues estrictamente hablando, se había aprovechado de la vulnerabilidad de un sonámbulo, aunque no tenía ni idea de que estos pudiesen besar mientras dormían, cómo lo había hecho Naruto.

Descartó la idea de inmediato, después de todo, el mismo Naruto le había dicho que su “sonambulismo” no era normal. Nada en él lo era realmente.

—¿Sasuke?

Volviendo a encaminar sus pensamientos por el camino correcto, le explicaría como había llegado hasta allí.

—Llegaste hasta aquí caminando dormido desde el auto… — le explicó Sasuke al fin. — Estabas buscándome… — Y la mirada de Naruto se volvió un tanto distante y él podía intuir el por qué.

—Ya veo…Yo… creí que ya no volvería-tebayo, después de lo de hoy…

Sasuke distinguió con dolor, todo el desconcierto que envolvió a Naruto y el asombro ante los miedos que permanecían en su interior. Él también los conocía, y podía comprenderlo. Sasuke conocía que su mayor miedo también era perder al otro, pero el dolor de Naruto, venía desde mucho tiempo atrás. Colocó una de sus rodillas sobre el piso, para equilibrarse de mejor manera y atrajo a Naruto en un abrazo para hablarle al oído.

—No volveré a irme, Naruto.  — Le aseguró, y sintió a Naruto tensarse levemente, para luego ceder por completo y devolverle el abrazo.— No iré a ninguna parte, si no vienes conmigo —. Añadió.

Sintió a Naruto reír un poco, y se separó un poco para mirarlo a los ojos.

—Parece que esto no terminará nunca-tebayo.

—Eso no lo sabemos… —dijo Sasuke, poniéndose de pie y ofreciéndole una de sus manos a Naruto para que se levantara del suelo. — Así que te quedarás aquí hoy. — determinó Sasuke, completamente seguro de querer evitar que Naruto repitiera su búsqueda, al menos por esa noche.

—¿Cómo dices? — dijo el otro, por fin de pie frente a Sasuke.

—No armes tanto jaleo, Naruto. Solo…no quiero que esto se repita. —Explicó, antes de dirigirse al exterior  para dejar todo en orden, y luego al entrar, asegurando todo debidamente.

Naruto solo le veía realizar todo paso por paso. Creyó ver a Sasuke caminar un poco extraño, pero lo atribuyó a su falta de sueño. Permaneciendo junto a las escaleras y tapando su boca, recordó el cómo le había despertado… ¿En verdad lo había hecho con un beso? Estaba seguro de que debían existir muchas maneras para hacerlo evitando ese tipo de situaciones…además, ser atacado de esa manera sin saberlo le parecía injusto. Jamás creyó que Sasuke fuera capaz de hacer algo así. Aunque pensándolo bien, últimamente Sasuke estaba lleno de sorpresas, como el que le invitase a quedarse esa misma noche…

—Naruto. — Oyó como Sasuke le llamaba desde atrás. Estaba tres escalones más arriba en la escalera y toda luz a su alrededor se había apagado. Naruto podía ver solo parte de su rostro gracias a la tenue luz que entraba desde la calle. — Sube. Aunque dormiste en el viaje de regreso, debes descansar.  

Naruto le siguió, esperando que le dijera dónde dormiría, pero cuando lo vio entrar en su propia habitación y encender la luz, se detuvo.

—Puedes dormir en mi habitación. — Le dijo, mientras se acercaba al armario y sacaba uno de sus pijamas. — Ten. — le dijo arrojándoselo a las manos. Naruto las tomó. —Deberían quedarte, ya que somos parecidos. — dijo, refiriéndose a su estructura corporal.

—Sasuke…

—¿Hn?

—¿Y tú? — preguntó, cuando vio que Sasuke comenzaba a cambiarse para dormir.

Sasuke se detuvo por un instante, luego habló.

—Iré a la sala. No me matará dormir en el sofá una noche— Dijo.

—Pero… ¿No tenías otra habitación-tebayo? — preguntó, refiriéndose a aquella que se encontraba frente al estudio donde encontró el libro, aquella noche tan lejana para él ahora. 

Sasuke terminó de cambiarse en silencio, y tiró su ropa en un cesto de ropa sucia que estaba en el baño antes de contestar.

—Yo jamás ocupo esa habitación. Era de mis padres. — dijo, recordando el porqué no quería utilizarla.

A veces, tenía la sensación que su padre todavía estría esperándolo allí por las noches, después de despertar asustado por las pesadillas. Un momento después, observó a Naruto quien se movió de donde estaba a paso demasiado lento, y dirigiéndose hasta él le devolvió lo que le había prestado.

—Será mejor que duerma en mi propia casa, Sasuke. 

Sasuke frunció el ceño, y se interpuso entre Naruto y la salida, cerrando la puerta.

—¿Sabes?… puedo ver que caerás dormido apenas toques una superficie aceptable para descansar, Naruto. Si no te hubiese llamado antes, te habrías dormido de pie junto a la escalera — Naruto le vio con sorpresa. — Tus ojos a medio cerrar te delatan más de lo que crees.

Naruto frunció el ceño, recordando un detalle que dejó pasar antes.

—Tú también te ves mal, Sasuke. — contraatacó Naruto, sin que este se lo esperara. — De hecho, tu postura se ve extraña — Era cierto, pensó Sasuke, todavía estaba un tanto adolorido por la caída. — También necesitas una cama.

—¿Y de quién crees que es la culpa? Idiota. — enfatizó Sasuke, acercándose más a él. — Caíste con todo tu peso sobre mí allí, en la escalera.

Naruto se sorprendió de nuevo, seguramente atando cabos de cómo fue a caer justo frente a esta, después de despertar por el beso que le dio.

—Eso no cambia lo que pienso, bastardo. Déjame salir.

Una lucha silenciosa de miradas se libró entre ambos y Sasuke sabía, que no podría ganar. Naruto era demasiado testarudo y podría estar allí mirándolo todo la noche por pura fuerza de voluntad. Así que resignado a evitar que Naruto se sobre-exigiera todavía más, se quitó del camino, pero cuando Naruto se dirigía abrir la puerta lo vio desvanecerse por un instante y casi caer al piso. Un segundo más tarde y hubiese caído de bruces contra la puerta y el piso, si él no le hubiera detenido entre sus brazos.

—…Te lo dije, esto fue demasiado por un día. — le reprochó Sasuke y Naruto emitió un sonido que pretendía ser una risilla nerviosa, sin querer darle la razón a pesar de la situación. 

Con cuidado y todavía afirmándolo, Sasuke apagó la luz con una de sus manos y le dirigió junto a la cama. A regañadientes, Naruto dejó que le ayudara a quitarse la chaqueta y el suéter que llevaba, dejándole solo la camiseta puesta. Luego se sentó en la cama y el mismo se quitó los zapatos. Sasuke solo lo dejó con su terquedad. Después, sin que tuviera que decir una palabra, Naruto se acomodó en la cama debajo de las mantas mirando hacia él, algo irritado.

—No tenías que hacer esto-tebayo… — escuchó que le decía, pensando todavía, en que se marcharía a dormir a la sala.

Pero esta vez estaba equivocado.

El desconcierto en los ojos de Naruto fue demasiado grande al verlo recostarse a su lado, quedando ambos frente a frente.

—¿Esto está bien para ti? — le preguntó Sasuke.

Naruto con los ojos brillantes a pesar de la oscuridad, no le respondió, simplemente se movió más cerca de él, en clara búsqueda de refugio y Sasuke, quien había decidido que ya era hora de dejar el pasado atrás, lo atrajo hacía sí posando su brazo en la espalda del otro. Había entendido repentinamente que, si se quedaba junto con Naruto esa noche, si las pesadillas que eran sus memorias volvían, no significarían absolutamente nada al despertar. Y Naruto, estando a su lado, no tendría que levantarse a ningún sitio en su búsqueda.

Porque Naruto estaba ahí para él ahora, al igual que él, quien no volvería a alejarse de Naruto nunca más. 

Notas finales:

Hola~

¿Qué les puedo decir sobre este capítulo? ¡Al fin se aclaró todo!

Eso fue bastante agotador la verdad…Nuevamente, espero poder haber expresado de buena forma lo que sentían los personajes, tanto Naruto, como Sasuke.

Personalmente, ¡me pone demasiado feliz que estén juntos al fin!

El Sasuke confundido y temeroso se terminó cuando se dio cuenta de que nada le impedía mostrar lo que sentía, y Naruto, bueno, creo que hice que se sobre-esforzara demasiado a causa del entusiasmo… pero eso trajo algo bueno al final… ¿Verdad?

Poco a poco esto se va acercando a su final, y todavía quedan dudas por resolver… y creo que son dudas clave, para el desenlace de la historia.

Hasta la próxima~  :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).