Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo camino a casa por Aria Rovimare

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

...

.

 

Resignarse ante el destino.

 

.

 

.

 

Con lentitud, cerró el paso del agua y salió de la ducha. Después de secarse debidamente y colocarse su ropa interior, estiró su brazo derecho hasta tocar la superficie del espejo frente a él para remover el vaho acumulado allí con su mano. El reflejo le devolvió una mirada cansada, una mirada que había visto más de lo que hubiese querido ver. A sus diecisiete años, los ojos de Sasuke parecían guardar una oscuridad más grande que cualquier otra persona de su edad y aunque su cuerpo fuese todavía joven, el cansancio interno que sentía día a día era la única prueba de todo lo que a través de sus sueños fue forzado a conocer.

 

Recordando lo que le había despertado esa mañana, llevó su mirada hasta su ahora intacto, brazo izquierdo. El intenso dolor que había experimentado dentro de ese último sueño, recuerdo, o lo que fuera, se había ido al abrir los ojos, sin embargo, las emociones que experimentó a causa de una simple frase, dicha por Naruto mientras permanecían inmóviles en lo que quedaba del valle del fin,  no se irían tan fácilmente.

 

“¿¡Por qué te preocupas tanto por mí!” r13; escuchó repetirse esa pregunta dentro de su mente, dicha por Uchiha Sasuke, y seguida por la misma respuesta de Naruto.

 

“Porque eres mi amigo…”

 

Pero Sasuke sabía que la frase que en realidad le alteró fue otra.

 

“…yo no estoy seguro de cómo decirlo, es solo que… cuando te oigo balbucear acerca de llevar todo la carga sobre tus hombros, también puedo sentir el dolor…”

 

Le alteraba e irritaba demasiado, aunque seguía sin comprender el por qué, y aunque no comprendiera qué le alteraba tanto, Sasuke estaba consciente de que estas emociones solo se fundirían en su interior, mezclándose con su yo actual y provocándole un revoltijo de sensaciones y sentimientos que él no podía tolerar del todo bien. Durante esos últimos cuatro años sus recuerdos se le presentaban a medida que alcanzaba la edad que en los sueños reconocía tener, y ahora sí, las voces de todos llegaban hasta él.

 

Parecía ser que el no haber admitido la existencia de un pasado como el que contaban los mitos (que ya no eran tales), bloqueaba algo en su interior y le impedía escucharles, de esa manera no se obligaba a reconocer sus nombres. De todas formas hubiese preferido seguir viéndolas como películas sin sonido ya que, escuchar como Naruto le gritaba que no se fuera de la aldea y sobre todo, escucharse a sí mismo aceptarle como su mejor amigo e igual, le afectó demasiado la primera vez, tal y como lo hicieron los demás recuerdos: su entrenamiento con Orochimaru, su reencuentro con Naruto casi tres años más tarde y su primera conversación con Kurama, además el saber que le habían reemplazado le causó una molestia que Uchiha Sasuke se negaba a dejar salir, al igual que los pensamientos detrás de su decisión de acabar con Naruto.

 

Sasuke, comenzó a entender por sí mismo que al igual que él utilizaba la negación más de lo que debería, Uchiha Sasuke ignoraba cualquier pensamiento que revelaran sus verdaderas emociones. Su control emocional era tal cuando se trataba de Naruto, que cada vez que tenía sueños relacionados con él despertaba irritado más por no comprender nada que por otra cosa. En cambio, los sueños sobre sus planes de venganza se le presentaban tan claros como el agua. Itachi, su verdad y la búsqueda de destruir Konoha eran demasiado fuertes para él, llegando a repercutir en sus estados de ánimo diarios. Decidió despejarse de todo aquello terminando de arreglarse para salir.

 

Como todos los lunes, se vistió con el uniforme escolar y habiendo desayunado como correspondía se marchó para asistir a sus clases. Agradeció, como llevaba haciendo desde hace meses, que su madre hubiese salido antes que él de casa. Ella era tan intuitiva que a Sasuke comenzaba a costarle esconder que cada vez que aparecía un nuevo recuerdo le costaba más adaptarse a ellos. Sasuke creyó, hace un tiempo, que con el paso de los meses la sorpresa se esfumaría y que se adaptaría con mayor rapidez, pero no fue así. Cada nuevo recuerdo era peor que el anterior, y en este caso, ver que Uchiha Sasuke había perdido casi un brazo completo, era algo a lo que aún después de casi un mes no se acostumbraba del todo.

 

Cuando entró en el salón de clases, la presencia de la mayoría de sus compañeros que estaban allí le indicaron, que este día se había tardado todavía más que la semana anterior en recomponerse tras despertar. Con irritación contenida, se sentó en la primera mesa junto a la ventana que daba hacia la entrada del edificio. Esperaba que el profesor no le preguntase nada ese día, no estaba de humor para nada, menos para esa clase en particular.

 

—…por eso, los conflictos políticos debían resolverse en una cumbre liderada por los Kages de cada aldea.— minutos más tarde, Sasuke intentaba mantener su atención puesta en lo que su profesor de historia decía, sin embargo, para él fue difícil no llevar su mente hacia el atentado que Uchiha Sasuke cometió en la cumbre de los cinco Kages, y de su enfrentamiento con el Kazekage quien intentaba convencerle de detener su búsqueda de venganza sin lograrlo. —Sasuke, ¿Cuántos eran los Kages que acudían a esas cumbres?— Sasuke oyó que su profesor le hablaba, pero no lograba comprender sus palabras ya que su mente se hallaba perdida en un enfrentamiento con el causante de la masacre Uchiha, el intenso odio que Uchiha Sasuke había sentido y, que solo se había visto un poco aliviado cuando el viejo Danzou al fin murió.  —¡Uchiha Sasuke!— le llamaron fuertemente.

 

De forma inconsciente, Sasuke le dirigió una mirada cargada del mismo odio que recordaba hacia su profesor, quien, aunque un poco intimidado, no dio paso atrás.— ¿Haría el favor de contestar cuando algo se le pregunta? r13; Solo cuando la última palabra salió de la boca del profesor, que ahora estaba de pie frente a él, Sasuke se dio cuenta de su reacción. Relajando sus facciones después de soltar un breve suspiro, pero manteniendo ahora una mirada serena sobre su profesor, dijo, fastidiado por tener que dar otra vez una disculpa.

 

—lo lamento— esas palabras le supieron a vinagre en la boca, pero si quería evitar que su madre se enterara de esas cosas tenía que hacer sacrificios, en este caso, dejar de lado su orgullo. —¿Podría repetirme la pregunta profesor?

 

—Bien, señor Uchiha, ¿Cuántos eran los Kages que asistían a las cumbres que mencionaba?— repitió el profesor, todavía un poco molesto con él. Sasuke ignoró ese detalle y solo se dispuso a responder.

 

 

 

Horas más tarde, Sasuke debió disculparse con Hinata por no poder acompañarle a casa ese día, pues su profesor le había citado para hablar con él a la salida de clases. Y si, asistía a estudiar al mismo lugar lleno de mujeres acosadoras al que su prima asistía. Su madre y él tuvieron que mudarse a esta parte de la ciudad después de que la ascendieran en el trabajo, y aunque agradecía que ahora el templo del Zorro estuviera más cerca de donde vivía, no agradecía estudiar en su mayoría, junto a niñas mimadas.

 

Reconociendo un cabello extrañamente rubio y los ojos verdes de Sakura a lo lejos, apresuró el paso para llegar a la sala de profesores. Le parecía ridículo que le hubiese costado tanto reconocer a la Haruno Sakura de sus sueños como esa niña rubia que le persiguió desde pequeño. Claro, tenía que considerar que el cabello rubio no le favorecía demasiado.

 

—Uchiha Sasuke, al fin apareces.— dijo el profesor cuando Sasuke al fin llegó para su reunión. —siéntate por favor— añadió, mientras señalaba la silla frente a la suya propia. Sasuke obedeció. —¿Podrías explicarme que sucedió hoy en la mañana? Eres un muy buen estudiante Sasuke, mejor que la mayoría por lo que me extraña tu comportamiento… reconozco que la historia de Konoha no es interesante para muchos, pero es algo que de todas formas se debe conocer.— Sasuke quería decirle que la mayoría de la historia que él conocía solo era una pantalla, para ocultar los horrores que de verdad ocurrieron, horrores que cada noche  él debía soportar.

 

—No. No he dormido muy bien últimamente.— respondió Sasuke en su lugar. —Es la presión de decidir qué hacer en el futuro.— estaba mintiendo, el tenía muy claro lo que haría, pero esta mentira siempre le ayudaba para convencer a los profesores.

 

Y Sasuke no se equivocó esta vez. Su profesor se convenció de todo aquello y le dejó en paz.

 

Cuando salió rumbo al templo del zorro, el cielo ya estaba oscureciendo. Varias cuadras más adelante, se adentró en la construcción central que todavía portaba el letrero que decía: “NO ENTRAR, EN REPARCIÓN.” Algo que claramente siempre había sido una mentira para esconder a Kurama desde hace mucho tiempo.

 

No encontró a quien buscaba allí dentro.

 

Salió del lugar y dirigió sus pasos hasta la parte de atrás, donde el bosque comenzaba. Los leves rayos de sol que todavía caían desde el cielo atravesaban las hojas de los árboles dándole un toque anaranjado a todo lo que estaba a su paso.

 

Después de caminar por casi media hora, se encontró a Kurama sentado frente a un pequeño riachuelo, con la vestimenta de siempre: una yukata de color negro. Sasuke permaneció de pie junto a él como cada vez que se encontraban, pero esta vez ni una palabra saldría de su boca.

 

Sigues de mal humor.— afirmó el zorro, reconociendo su estado. Sasuke ni siquiera se molestó en contestar, dándole la razón. —si no te controlas, terminarás exponiéndote ante tu madre.— Un leve tic apareció en la ceja de Sasuke, el sí que se controlaba, pero parecía que hoy estaba llegado a su límite, no recordaba cuando había sido el último día que se sintió en paz.

 

 — Deja de comportarte como un bebé, Uchiha r13;Agregó Kurama tú mismo lo has dicho, son solo “sueños”.

 

Sin poder controlarse más, pues llevaba varios meses en tensión interna, Sasuke se posicionó frente al zorro, quien le observaba desde abajo, esperando lo que seguía. Tras inspirar con fuerza comenzó a hablar.

 

He evitado gritarle a mis profesores por más de cuatro meses— Dijo Sasuke, intentando por todos los medios, no gritarle a Kurama y omitiendo la mirada homicida que ese mismo día le había proferido a su profesor. —He evitado que mi madre me vea por días para no hacerle daño a causa de estos malditos “sueños”,  en los que Uchiha Sasuke acaba asesinando a su hermano, sabiendo la verdad detrás de sus actos para después comenzar a vengarse e interviniendo en la cumbre de los Kages de mierda para lograrlo, solo para que el autoproclamado amigo, llegue para detenerle después.— Kurama se levantó para enfrentar a este Sasuke que le miraba con ira pura y la tensión creciendo cada vez más en su interior.  —Uchiha Sasuke prácticamente quedó ciego y se trasplantó los ojos de su propio hermano para acabar con Naruto. Pero lo más jodido de todo esto es que al final Naruto, otra vez, intenta detenerle, pero — Una sonrisa cínica asomándose en su rostro —… la diferencia es que al final si lo logra, solo que llevándose sus brazos en el camino. Ahora dime, considerando los instintos asesinos con los que he despertado cada mañana desde hace varios meses… ¿Qué tanto MÁS quieres que me contenga, Maldito Zorro?— finalizó Sasuke, su mandíbula aun tensa por la contención, respirando fuerte y profundamente, y bajando el brazo izquierdo que con tanto énfasis había señalado durante su discurso.

 

Después de dejar pasar unos segundos en los que Sasuke cerró sus ojos intentando serenarse, Kurama decidió hablarle una vez más: —Obviamente no te has controlado frente a mí. —Kurama esbozó una de sus siniestras sonrisas.— ¿Cómo te sientes ahora? — Sasuke solo le envió una molesta mirada que nada tenía de comparable con la mirada de antes.

 

Sasuke chasqueó la lengua.

 

—Lo hiciste a propósito. Maldito Zorro.— afirmó, percatándose por fin de que nuevamente terminó cayendo en las provocaciones que usaba el zorro de vez en cuando para estabilizarle.

 

Lo sé, todavía soy un demonio ¿recuerdas? Sasuke asintió —Sabes que si retienes mucho tiempo tus emociones terminarás por hacerle daño a alguien. — Y era cierto, por eso el zorro había comenzado a hacer esto con él cada cierto tiempo, sobre todo después de que nuevos recuerdos aparecieran. Él zorro sabía que eran cosas muy difíciles de asimilar para este Sasuke, y por esto mismo era que permitía que este Sasuke se refiriera a su yo anterior como alguien completamente distinto de él. Kurama sabía que en un tiempo, admitiría que su “Uchiha Sasuke” y él, eran prácticamente la misma persona.

 

El Zorro sentía con el paso de cada día que este Sasuke adquiría cada vez más de la oscuridad del Sasuke anterior, sin embargo, al no haber tenido un hermano en esta vida y habiendo nacido en una familia completamente diferente, el odio del antiguo Sasuke no le calaba tan profundamente, lo que era un punto a favor, eso impediría que más adelante se saliera de control.

 

—Gracias, Kurama.— Sasuke sintió la necesidad de agradecerle, aunque le costara horrores, otra vez. Kurama cada vez se sorprendía menos ante esa simple frase. Este Sasuke, tan similar al otro, tenía sus diferencias y eso lo tenía más que claro.

 

Sabes por qué lo hago.

 

—…Aun no tengo idea de dónde encontrar a Naruto. ¿Estás seguro de que si permanezco cerca de Hinata él aparecerá?— preguntó, sabiendo a que se refería Kurama.

 

No. Pero quizás aumente las posibilidades de ponerte en su camino.

 

Sasuke mantuvo la mirada fija en Kurama por unos segundos antes de que comenzaran a encaminarse hasta el templo. Desde que Kurama le encomendó la misión de encontrar al Naruto de este tiempo, ni una sola pista  que indicase donde ubicarlo había aparecido y después de casi cuatro años Sasuke comenzaba a impacientarse. No es que quisiera apresurarse en conocer a alguien como Naruto, claro que no. Es más, se atrevía a asegurar que en cuanto lo viera, no podría contener las inmensas ganas de patearle el trasero que venía reuniendo desde antes de los trece años.  

 

Mientras se acercaban más al templo y terminaban por introducirse en el, Sasuke cayó en la cuenta de que habían estado afuera en el bosque, todo el tiempo. Sasuke sabía que Kurama solo salía de allí de ser completamente necesario pero pasó todo eso por alto al estar lleno de irritación contenida. Decidiendo no perder más tiempo, averiguaría en ese mismo instante que pasaba.

 

—¿Por qué te encontrabas afuera?— Kurama afirmó su espalda en uno de los viejos muros y su semblante cambió de relajado a uno completamente serio. Esperaba que Sasuke se tomara menos tiempo en darse cuenta de ese detalle.

 

—… He estado percibiendo algo más allá de este territorio, donde mi chakra se une al de los otros solo por unos momentos. Algo está cambiando...— Sasuke supo de inmediato que Kurama no sabía si revelarle toda la información. Sasuke estaba al tanto de que Kurama estaba en un constante contacto con el chakra de los demás bijuus porque, cada uno de ellos, decidió esconder la mayoría de su chakra en el territorio que habitaban y así poder adquirir una forma humana que no llamase la atención.

 

Hubo una época en la historia que marcó el futuro de los bijuus del antiguo mundo ninja, pues fue allí cuando el uso del chakra, causante de todas las grandes guerras que habían existido, comenzó a prohibirse por las máximas autoridades. Los nueve decidieron anclar su poder al territorio en que se encontraban hasta llegar a extinguirse con el paso del tiempo. Aunque Sasuke dudaba que desaparecieran algún día, pues habían pasado cientos de años y Kurama decía sentir el mismo poder que tuvo en el pasado.

 

—Algo malo está pasando.— prácticamente afirmó Sasuke al final.

 

No.— negó Kurama rápidamente, pero luego agregó: —al menos no en este momento. Debes saber, Uchiha, que el miedo no es algo que hubiera experimentado con frecuencia. Pero hace varios días, lo sentí.—Sasuke se alarmó ante tal información. Kurama inducía miedo a otros, estaba en su naturaleza, pero que algo le intimidase era preocupante y el zorro lo sabía, sabía que Sasuke se asustaría pero aunque no quisiera alarmarle era necesario que supiera que debía encontrar a Naruto cuanto antes. —a través de mi conexión con los demás chakras supe que en una ciudad lejana, algo nació, y el miedo que generó en los otros bijuus llegó a mí también. Nuestra prioridad debe cambiar, presiento que algo malo se acerca. Necesito que encuentres a Naruto, debemos estar reunidos cuando esto pase…

 

—¿Y cómo quieres que lo haga si ninguna pista aparece?— reclamó. —solo están Hinata y Sakura… además: ¿qué tienen que ver ellas con todo esto? — Sasuke todavía no encontraba una respuesta lógica a que solo ellas hubiesen renacido junto con ellos.

 

Recuerda, hay cosas de las que todavía no tienes conocimiento.

 

Sasuke, irritándose, replicó: —Entonces habla, dime todo lo que me falta por saber para poder ayudarte.

 

El zorro solo apartó la vista porque su sabiduría adquirida con los años le ayudaba a ser precavido: — No sería correcto, te dije antes que existe una razón por la que ahora recuerdas cosas que Uchiha Sasuke vivió antes que tú, y existe una razón para que esas memorias vuelvan a medida que vas creciendo.

 

Sasuke solo apretó ambos puños en respuesta, sin decir nada. Hace años, el zorro y él pactaron un acuerdo silencioso. Según Kurama, podría ser contraproducente intervenir con la llegada de sus recuerdos. Una fuerza muy poderosa era la causante de que ambos regresaran cada cierto tiempo, y si en esta se determinó que debía recordar poco a poco, ellos no debían intervenir.

 

Kurama por su parte, pudo notar la frustración de Sasuke al no poder saber cosas que claramente eran importantes, sin embargo, algo al interior de Kurama presentía que Naruto tenía algo que ver con todo aquello. Los últimos años de su jinchuuriki habían sido, a falta de otras palabras: conflictivamente confusos.

 

—Puedo entender en parte por qué Sakura esté aquí— Sasuke interrumpió sus pensamientos —después de todo formaba parte del equipo: ella, Naruto y Uchiha Sasuke, pero, ¿Por qué Hinata también?— Kurama tenía una leve idea del por qué pudo precisamente Hinata aparecer, pero no podía revelársela a Sasuke por más que quisiera, esa era parte del pasado que Sasuke tendría que recordar por sí mismo. Si Naruto estuviera aquí y recordara también quizás podrían dar con una respuesta más rápido, después de todo, Hinata terminó siendo, hasta para propia sorpresa de Kurama, parte relevante en la vida de Naruto: —Naruto prácticamente no mantuvo contacto con ella, al menos no durante el tiempo en que Uchiha Sasuke estuvo en la aldea, y en cuanto a él, jamás cruzó una palabra con ella al menos en los sueños que he tenido. ¿Eso significa que algo pasó después de la guerra?— Kurama solo tensó los músculos de la mandíbula ante la repentina y acertada pregunta, y Sasuke, que era bastante perceptivo lo notó, y lo tomó como una respuesta. —¿Fue así, verdad? Ya veo, tener esta visión me ha sido útil después de todo, si, el chakra puede ser útil.—Porque aunque Sasuke no tuviese el sharingan como antes, el chakra que poseía le ayudaba a mejorar su visión y percepción solo un poco.

 

Me arrepiento de haberte explicado como funcionaba.— Confesó el zorro al verse descubierto gracias a estas habilidades.

 

—No te alteres tanto, eres difícil de leer.— comentó Sasuke, frustrado.

 

Hubo alguien que si podía hacerlo fácilmente. — Kurama parecía irritado al decirlo.

 

—Déjame adivinar… ¿Uzumaki Naruto?— Sasuke soltó una media sonrisa. Le gustaba ver como se irritaba Kurama cada vez que pensaba en aquel Naruto que fue su contenedor.

 

Cierra la boca, maldito Uchiha. se defendió Kurama, sin pensar lo que traerían consigo las próximas palabras que diría en Sasuke— Que a ti también te leía como a un libro abierto.— Sasuke se paralizó, borrando la sonrisa de su rostro.

 

Era cierto que durante sus “sueños” podía notar que, efectivamente, Naruto tenía ese poder sobre él, además de una gran influencia emocional que no estaba preparado para asumir todavía.

 

Además, existía otro detalle importante que no tardaría en aclarar.

 

—Ese Sasuke no era yo. Y yo no soy él.— aclaró, firmemente.

 

Tienes razón. Pero ese Uchiha Sasuke es una parte tuya que no quieres aceptar.

 

—Cállate— Sasuke no quería escuchar más.

 

Cuando lo aceptes, y lo comprendas, las emociones que sientes cada vez que recuerdas tu otra vida no te consumirán como lo han hecho hasta ahora, y entenderás muchas cosas más. el zorro se detuvo al ver la tensión en los hombros de Sasuke.— Te falta madurar.

 

—Eso es algo que tengo claro.— dijo Sasuke preparándose para retirarse del lugar.— Pero sabes, Kurama, hay bastantes cosas que quisiera entender, pero no sobre mí… sino sobre Naruto.— Kurama intuía a qué podía referirse Sasuke, y seguramente tenían mucho que ver con las dudas que el mismo Naruto albergó en su vida varios años después de casarse.

 

 

 

Sasuke llegó a casa más agotado de lo que estuvo en mucho tiempo. Las últimas palabras que había declarado ante el Zorro fueron a causa de una repentina revelación, más allá de toda la irritación y dejando de lado el hecho de que, por más que Uchiha Sasuke se hubiese desviado del “buen camino”, Naruto siempre le persiguió para hacerle regresar a Konoha, pero también para liberarle, para salvarle del odio en que estaba inmerso.

 

El odio que lo estaba consumiendo.

 

—¿Sasuke? ¿Eres tú?— Sasuke escuchó la voz de su madre, llamándole desde la sala. Se dirigió hasta ella y después de darle un saludo algo formal para su gusto, se disculpó con ella para retirarse a su habitación para poder descansar.

 

Al día siguiente no se sentía mejor. Varias frases dichas por Naruto resonaban en su cabeza después de volver a repetir varios “sueños” donde este aparecía, dejando de manifiesto los problemas que le causaba internamente.

 

“¡Yo soportaré la carga de tu odio… y moriremos juntos!”, increíbles palabras.

 

“… ¡¿Por qué te preocupas tanto por mi?!...”

 

“Porque soy tu amigo”

 

Sasuke recordaba como durante el sueño su visión era cada vez menos clara, pero el azul de los ojos de Naruto y la fuerza de sus palabras le llegaron más claras que cualquier otra cosa. Aunque seguía sin entenderle, después de todo ese tiempo…

 

—Maldición— Sasuke estaba enojado consigo mismo al no poder desprenderse de todo aquello.

 

“…ya no será una cuestión de Uchihas ni jinchuurikis, ya no habrá más cargas entre nosotros… ¡Y podremos entendernos en otra vida!”

 

—¡Maldición! — repitió Sasuke con más fuerza, mientras se mojaba la cara. Al verse al espejo del baño, sintió que algo comenzaba a andar mal con él en otro sentido.

 

En un principio solo reconocía en sí mismo la necesidad que sentía de detener a Naruto, de hacerlo desaparecer de la faz de la tierra para que no interfiriera más con sus planes de venganza, pero ahora, comprendía que la razón por la que Naruto influía tanto en él, era porque era importante para él, demasiado importante para su propio bien y algo no le había permitido darse cuenta hasta ahora.  

 

La revelación le dejó perplejo, pues jamás consideró que básicamente su idea de eliminarlo se centraba en la simple idea de que al ser su lazo más importante se convertía en una debilidad, su única debilidad. Frunciendo el ceño, decidió que pensar sobre aquello mientras se veía en el espejo no era buena idea por lo que se apresuró en salir.

 

Poco a poco comenzó a recordar desde su infancia, como reconoció en Naruto a alguien que comprendía tanto la soledad al igual que él, y el alivio que le provocaba la sensación de no estar solo en el mundo, de que existía otro como él. Como sin darse cuenta, su mirada permanecía en Naruto mientras crecían y mientras eran compañeros de equipo. Aquella fortaleza innata y persistencia en su interior para que le reconocieran, para que él mismo, Uchiha Sasuke, le reconociera como un igual… y justamente cuando lo logró, él decidió que marcharse era la mejor opción. ¿Cómo no fue capaz de notar el dolor que le provocó a Naruto al marcharse? ¿Cómo no notó cuanto se forzó a sí mismo para marcharse en búsqueda de venganza?

 

El quería destruirle, estaba claro, pero todo aquello era todo lo contrario al odio…por que el odio para su clan provenía de la transformación de algo diferente… de la única emoción que era capaz de hundir a un Uchiha, de hundirle para siempre. 

 

Sasuke se asustó y sorprendió por partes iguales al notar que había comenzado a pensar en él mismo como si fuese el Uchiha Sasuke de sus sueños, y es que recordando su último enfrentamiento con Naruto en el valle del fin, le era extremadamente difícil distanciarse de la creciente angustia en su pecho mientras más tiempo se tardaba en deshacerse de Naruto.

 

Él era consciente del dolor que le provocaría asesinarle, y también reconocía el alivio que más tarde intentaría ignorar fervientemente al comprender que al final no había necesidad que matarle, y que aunque existiera la posibilidad de que él le traicionara nuevamente, Naruto estaría allí para detenerle las veces que fuera necesario, porque era su amigo y porque jamás le dejaría volver a estar solo.

 

Una leve sonrisa se asomó entre sus labios, y comprendiendo que Kurama tenía razón al decirle que asumiendo que el otro Sasuke era parte de él sería capaz de entender mucho más acerca de todo aquello, comenzó a reír como no lo había hecho desde hace mucho tiempo.

 

Tanto, que hasta su madre le escuchó.

 

¿Sasuke, te encuentras bien?— Escuchó a su madre llamarle a través de la puerta, después de correr asustada hasta su puerta a causa de esa extraña risa repentina. Sasuke dejó de reír pero permaneció sonriendo, se sentía mucho más aliviado de lo que se había sentido durante años.

 

—Estoy bien, mamá. Estoy bien.— entender todas aquellas emociones ocultas le generó tal paz que no podía dejar de sonreír.

 

—¿Seguro?

 

—Si— Y sí que lo estaba. Pero dejó de sonreír al darse cuenta de lo que había dicho Naruto.

 

“¡…podremos entendernos en otra vida!”

 

Esa opción parecía ser tan factible ahora, pero había un pequeño inconveniente, Naruto no aparecía ni siquiera para discutir con él. Después de saber todo lo que necesitaba acerca de las reencarnaciones de Ashura e Indra hasta llegar a ellos dos, estaba seguro de que Naruto debía estar por allí como le explicó el zorro hace años (omitiendo el hecho de que ahora, a diferencia de las demás reencarnaciones, al menos el mismo había reencarnado luciendo prácticamente igual a como se veía en su vida anterior), pero así como avanzaban las cosas no veía manera de encontrarse con este muy pronto. Por lo que, aun si el zorro le decía que no debía forzar sus destinos, buscaría a Naruto por sí mismo directamente y tenía un plan para ello.

 

Seriamente, las señales que estaba recibiendo Kurama acerca de que algo sucedería, algo malo, no le dejarían tranquilo tampoco, pero ahora lo que más le importaba era encontrarse con Naruto para confirmar si sería capaz o no, de patearle el trasero una vez más después de lograr asimilar todos aquellas nuevos sentimientos.

 

.

 

..::..

 

.

 

El resto de la mañana, tras haber comenzado a reconocer que el Sasuke del pasado era parte de él mismo, hubiese sido completamente maravillosa si no se hubiese visto importunado por Sakura. Realmente le parecía increíble que estuviera allí después de tanto tiempo insistiendo en salir con él. Era tan irracional que no le cabía en la cabeza, aunque claro, esta Sakura que le llamaba “Sasuke-senpai” y no “Sasuke-kun”,  no había sufrido ni la mitad de los desplantes que sufrió la otra en ese pasado lejano -incluyendo un intento de asesinato, por su parte, y también de parte de ella- y que comenzaba, más fácilmente de lo que esperaba, a aceptar como suyo propio. 

 

—Será una gran celebración Sasuke-senpai, y me encantaría que pudieras acompañarme.r13; Sakura lucía bastante esperanzada de que él le diera una respuesta afirmativa, pero definitivamente se negaría porque aparte de no querer darle esperanzas (más de las que ya tenía por sí misma), le parecía mucho más atractivo intentar dormir un poco más antes de que las pesadillas le asaltasen, y eso no sería posible de asistir a una fiesta.

 

—Sakura, no iré.

 

—Pero, Sasuke-senpai, Hinata dice que jamás te relajas ni te das un descanso…—Sasuke miró de reojo a su prima, quien avergonzada por la actitud de su amiga (si, por que en este tiempo eran buenas amigas). —…esta sería una buena oportunidad para-

 

—Sakura— le interrumpió Sasuke, regresando hasta ella su atención.—Mi único descanso se da cuando duermo.— Hinata le vio de forma extraña, esa mirada que decía “estas siendo demasiado grosero”, pero él continuó. —No sigas insistiendo, no iré.— terminó, tajantemente.

 

Al parecer eso sí convenció a Sakura de detener su petición. Resignada, comenzó una conversación con Hinata aunque sin marcharse todavía de vuelta a sus salones de clases, aun quedaba tiempo de receso. Sasuke posó su atención en mirar afuera de la ventana.

 

—…y él dijo que podría tinturarlo para hacer honor a mi nombre. Mi cabello rosa, ¿te lo imaginas, Hinata?— Sasuke alcanzó a distinguir esa frase entre todo el balbuceo de Sakura, y giró su cabeza para mirarle instintivamente. —… ¿Qué dices tú Sasuke-senpai? Yo creo que él estaba loco como para proponer algo así…

 

—No creo que esté loco.— dijo Sasuke, que aunque no sabía a quién diablos se referían con “él”,  sorprendió tanto a Hinata como a Sakura con su intervención. Le dio un leve vistazo al rubio cabello de Sakura y se vio en la necesidad de expresar parte de sus pensamientos. —Creo que se vería bien en ti.— terminó, para volver a mirar hacia la ventana. En verdad le ponía de los nervios verle rubia. Al parecer ese color de cabello acentuaba aun más la parte negativa de su personalidad, al menos con el otro color le recordaba más a la Sakura que demostró ser un poco más fuerte durante la Cuarta Guerra ninja que cuando eran solo unos niños.

 

A medias, sintió como más tarde ella y Hinata dejaban el salón para regresar a los suyos hablando sobre cuándo podría cambiarse el color de cabello y con Hinata advirtiéndole que probablemente le expulsarían del lugar si hiciera algo como eso. Una semana más tarde, llegó con el cabello un poco más corto, pues antes lo tenía hasta media espalda, y de color innegablemente rosa. Dando la razón a Hinata, casi le expulsan por desobedecer las estrictas reglas del establecimiento, pero las influencias políticas de su padre terminaron por evitarlo. Ahora era visiblemente mucho más parecida a la Haruno Sakura que él recordaba.

 

En cuanto a su prima, ella difería un tanto de sus recuerdos, pues lo mas similar que tenía con Hyuuga Hinata eran sus ojos, desde pequeña, esta nueva Hinata los tuvo de un color tan claro que le costaba distinguir en sus ojos las leves líneas celestes. Su cabello era más largo de lo que lo tuvo a los trece años en el pasado, era tímida pero no al límite en que se encontraba antes, y no tartamudeaba, al menos no frente a él. Pero claro, todas estas diferencias las conocía gracias a lo que Kurama le había comentado hace tiempo, ya que él, habiendo vivido de esa manera en el pasado, jamás había cruzado una palabra con Hinata.

 

De pronto una duda le asaltó, ¿Qué habría involucrado a Hinata con ellos dos en el pasado? ¿Qué sería tan importante como para traerle hasta aquí?, esperaba que en no mucho tiempo esas dudas se resolvieran, solo debía permanecer a su lado para ayudar a sus memorias, o eso quería pensar.

 

Sasuke olvidaba que siempre que deseaba que algo sucediera como él quería, jamás se desarrollaba como pensaba que lo haría. Incluso ahora, dentro de su propia casa, sentado en el sofá frente al televisor de la sala acompañado de Hinata, aceptaba que se encontraba maldito.

 

—¿Qué?— se escuchó preguntar Sasuke, después de oír una noticia que interferiría demasiado con sus planes de encontrase rápidamente con Naruto.

 

—M-me llevarán a estudiar al extranjero.— Hinata lucía triste ante la idea de separase de su único primo, y Sasuke lo sabía, era muy extraño que ella titubeara al hablar.

 

—¿Por cuánto tiempo?

 

—Papá dijo que al menos serían cuatro años.— Sasuke se volvió más pálido de lo que ya era. Hinata asustada, añadió. —Pero no me iré muy lejos, solo iremos a Suna.

 

—Suna…— A Sasuke seguía sin agradarle la mención de Suna o cualquier cosa que le recordara al Kazekage. Pero después de una rápida reflexión iluminadora, se percató de que posiblemente este no hubiera reencarnado como ellos, en verdad lo deseaba.

 

—Si, a Suna… nos iremos a principios del próximo año.

 

Sasuke apretó los puños con furia contenida. No podría evitar que ella se fuera, pero él tampoco podía seguirla pues no tenía una excusa creíble para marcharse, además, debía permanecer cerca del zorro.

 

—¿Dijiste cuatro años?— Era demasiado tiempo, cualquier cosa podría pasar durante ese lapso temporal.

 

—Como mínimo… si a papá le va bien podría ser incluso más tiempo.— Sasuke comprendió que las posibilidades de que a su tío le fuera mal con algún negocio eran casi nulas, así que perdió toda esperanza en mantenerse cerca de su prima. Pero no perdería la esperanza en sí mismo, él tenía un plan y aunque le tomaría bastantes años lograrlo, sería equivalente a esperar a que su prima regresara de Suna.

 

—Espero que tío te dé más libertad mientras estés allí.— solo comentó Sasuke al final, para olvidarse un poco de los problemas que a él le causaría todo aquello. Hinata solo le sonrió lastimeramente, sabiendo de antemano, que su padre no le dejaría en paz ni a sol ni sombra.

 

Al siguiente día, el Gran Zorro, es decir Kurama, se sentía tan o más frustrado que él mismo al conocer la noticia de la partida de Hinata y su familia. “Estás maldito, Uchiha, en verdad lo estás.” Había alegado el zorro firmemente, apuntándole con una de sus largas y afiliadas uñas. “¿Y qué quieres que haga, Maldito zorro? No lo puedo evitar…” Había replicado Sasuke, a lo que Kurama aun más irritado que antes, añadió. “No arrastres a los demás a hacia tu destino maldito, Uchiha, de esta forma jamás encontraremos a Naruto” y con un Sasuke enfadado con él mismo y el mundo saliendo del templo, terminó aquella lejana conversación.

 

Tiempo después, cuando Sasuke le confesó sus planes para el futuro, Kurama se exaltó nuevamente.

 

Sasuke comenzaba a acostumbrarse a eso.

 

“No tientes al destino”, había alegado el zorro. A lo que Sasuke respondió: “No lo tiento, lo estoy retando.” Kurama, alarmado ante una posible idea de revolución naciendo en Sasuke, agregó: “¡Eso lo hiciste una vez, y casi acabaste con todos nosotros!” haciendo alusión a su vida pasada, el encierro de los bijuus y el intento de asesinar a Naruto. “Recuerda que no soy el mismo, maldito zorro, otra vez estás asumiendo que es el antiguo Uchiha Sasuke y no yo quien está frente a ti.”

 

 Desde ese día, Kurama no objetó nada más.

 

.

 

..:::..

 

.

 

De esta forma, y después de mucho tiempo, Uchiha Sasuke con veintiséis años, se había convertido en un solicitado investigador privado. Porque sí, había decidido hacer eso con su vida para facilitarse la búsqueda de Naruto. Búsqueda que no había dado ningún resultado y que causaba que su frustración creciera día con día.

 

Utilizando todos los recursos que poseía, le buscó por todas partes, incluso en las bases de datos del gobierno. Sorprendentemente existían muchísimos hombres llamados “Naruto”, y a todos los que se dedicó a investigar lo llevaban para hacer honor al gran héroe de guerra. Claro estaba que ninguno de ellos se trataba de aquel que él mismo buscaba, así que amplió su búsqueda para los rasgos que recordaba de él al haberlo visto en sus sueños, pero la lista era tan extensa que ni en una vida podría investigarlos a todos.

 

Sentado frente al escritorio del estudio que un día perteneció a su padre, Sasuke dejó caer su cabeza sobre uno de sus brazos, cansado, y recordó que sumado a la frustración de no haber dado con Naruto todavía, aquellos horribles pero ahora añorados sueños habían desaparecido repentinamente después de conocer el día en que, el antiguo Uchiha Sasuke, se fue de la aldea una vez más tras terminar la guerra. Sonrió con ironía al recordar lo que Naruto siempre le decía sobre llevarle de vuelta a Konoha, sin embargo, al final terminó por dejarle  marcharse una vez más.

 

Tras tantos años sin algún recuerdo nocturno, comenzaba a dudar sobre si podría o no reconocer a Naruto en sus actuales condiciones. Volvió a erguirse en su propio asiento y estirando una mano hacia uno de los estantes tomó aquel libro escrito por su padre que tanto se había negado a leer en el pasado. Increíblemente, su padre dio con una ilustración que afirmaba era del rostro de Naruto. De no ser por este hallazgo, Sasuke creía que poco a poco comenzaría a olvidar como era. Su cabello rubio y desordenado, sus ojos increíblemente azules, sus características marcas en cada mejilla y aquella persuasiva y cautivadora sonrisa  definitivamente eran algo que no podía ni quería olvidar.

 

Sasuke vivió toda su vida obsesionado con la venganza, pero para lograr aquello sacrificó demasiado, incluyendo su reciente recuperada (e ignorada) felicidad. Se sentía estúpido al pensar que en aquel entonces se permitió pensar que la felicidad de tener compañía le haría débil, aunque claro debía reconocer que en aquellas circunstancias no habría podido pensar en mucho más. Pudo también, llegar a la conclusión de que aunque le hubiese gustado que su hermano Itachi hubiese estado a su lado, supo que lo más probable hubiese sido que su vida de nuevo estuviera llena de tragedia y seguramente, el odio le habría consumido de tal manera que ahora mismo en lo menos que pensaría seria en encontrar a Naruto o de simplemente tener una Vida.

 

Sasuke cerró nuevamente el libro con la ilustración al pensar en que lo que estaba llevando tampoco podría considerarse como una buena vida, no al menos tras la partida de su prima hacia Suna. Había tenido conocidos durante la universidad y Sakura le visitaba de vez en cuando, pero ya no más. Convencido en que la situación de Sakura no podía continuar así, con una breve cita deshizo por fin sus ilusiones cuatro años atrás, y con eso sintió que su destino poco a poco comenzaba a cambiar.

 

¿Había tenido novias? Sí, pero se negaba a tener otra, demasiado tiempo que invertía en ellas podría ocuparlos para encontrar a Naruto, o eso era lo que se decía para convencerse a sí mismo. En lo más profundo de su ser Sasuke sabía que era otro asunto el que interfería con el desarrollo pleno de su vida amorosa. Y esos eran los recuerdos de Naruto.

 

Sasuke quiso sonreír debido a que unos dos años atrás pudo darse cuenta, asimilar y por fin aceptar que el antiguo Sasuke guardaba sentimientos muy fuertes por su compañero de equipo. Demasiado fuertes y profundos…más de lo que a este nuevo Sasuke le hubiese agradado reconocer. Para Sasuke, el Sasuke del pasado era un ser lleno de secretos, represiones y acertijos. El jamás reconoció la palabra “amar” en aquellos recuerdos, pero todo los pensamientos dirigidos hacia Naruto le dejaban en evidencia, al igual que sus acciones.

 

Tras su partida de Konoha, cada vez que Naruto le llamaba su amigo, Sasuke no entendía el por qué Naruto le decía aquello después de todo lo que había hecho, jamás logró encontrar sentido en esas palabras ni tampoco al dolor insoportable que se instalaba en su pecho cada vez que le oía. Lo entendió por fin, sin embargo, en su último enfrentamiento. Cuando Naruto explicó que “sentía su dolor” algo en su interior se desbloqueó y logró comprender que su malestar ante la palabra “amigo” no provenía de Naruto, sino de sí mismo y el significado de sus sentimientos recién añadidos a lo agradecido que se sintió por él en ese instante no cabían dentro de esa palabra.

 

Allí había algo más oculto, que hasta donde este nuevo Sasuke sabía, él jamás le había otorgado un nombre, solo le identificaba como su lazo más importante, el único lazo que le quedaba.

 

—Era mi mejor amigo.— Susurró para sí mismo, ya que independientemente de los sentimientos que el antiguo Sasuke guardó solo para ese Naruto, no tenía porqué convertirse en su caso. Guardar ese tiempo de sentimientos por un recuerdo lejano no cabía en la lógica del Sasuke actual. Era una cuestión simple, las emociones que logró vislumbrar en sus sueños hace años, debían permanecer allí en la lejanía, sin trasladarse a su diario vivir pues sentir algo por alguien que básicamente solo era una “idea”, no era bueno para nadie.

 

Después de repetírselo internamente, decidió que era hora para ir a visitar al zorro. Necesitaba ponerse al día acerca de lo que estaba pasando en otros países. Casi cuatro años atrás, extrañas catástrofes naturales comenzaron a caer sobre los países vecinos y aunque hasta ahora el país del fuego seguía estando seguro, Kurama sabía que parte de eso llegaría hasta Konoha.

 

Después de meses desde los primeros desastres, Kurama pudo percibir con claridad como el chakra inmerso en un territorio lejano fue extraído del lugar en su totalidad, desapareciendo uno de los bijuus. Esta misma acción se repitió varias veces más y hasta ese día siete de los nueve bijuus habían sido capturados. Sasuke sabía que no podría andar así de tranquilo por la vida, reflexionando estúpidamente acerca de sentimientos que no eran suyos, sabiendo que un psicópata posiblemente más fuerte que Madara estaba dando vueltas por ahí recogiendo chakra para completar algún maléfico plan. Debían detenerlo de alguna manera, pero no podrían hacer absolutamente nada hasta que Naruto diera señales claras de vida y averiguaran exactamente por qué habían reencarnado una vez más.

 

Sintiendo el frío viento que entraba por la ventana abierta de su automóvil de camino al templo, Sasuke recordó a su prima Hinata, quien era otra más de sus preocupaciones en el último tiempo. Suna estuvo segura por mucho tiempo, pero de todas formas aquel sujeto que estaba absorbiendo a los bijuus llegó hasta allí hace más de tres meses. Kurama se lo había dicho una tarde, imperturbable, dándole a entender que aunque quisiese no podría advertirle a nadie sobre lo que estaba sucediendo. Por suerte, el tío de Sasuke dejó su vida allí para regresar a Konoha con su familia hace dos días, aunque claro, el último aluvión que había destrozado todo y los constantes temblores estaban retrasando en parte su arribo a Konoha.

 

Tras estacionarse, Sasuke bajó del automóvil para entrar en el templo. Kurama le es­­­peraba esta vez, sentado frente a la salida trasera del lugar. Miraba hacia la lejanía, más allá del bosque que se erguía ante sus ojos, probablemente hacia Suna.

 

Este repentino mal clima es un mal augurio. —Los ojos de Kurama se veían más rojos que en cualquier ocasión para Sasuke. Debía estar enfadadísimo.

 

—Es solo el otoño, Kurama. Sasuke replicó, sin dar a conocer su verdadera intención de calmar al zorro, aunque este ya lo sabía.

 

Lo es. Han pasado trece años desde que nos encontramos Uchiha, y todavía no damos con Naruto… ¿Dónde estará oculto ese Mocoso?— Kurama sí que estaba enfadado, sobre todo por no poder salir de allí e ir a buscarle por sí mismo. Todos sus hermanos habían sido capturados ya, y estaba seguro de que pronto vendrían por él, quien quiera que fuese.

 

—Tú mismo dijiste que aparecería en el momento adecuado.— Sasuke suspiró, para tranquilizarse, y se sentó junto a Kurama. —¿Cómo van las cosas en Suna?

 

Fue capturado también, hace varios días… dijo Kurama confirmando las sospechas de Sasuke, y al final añadió: —No apareciste por días.

 

—Estuve ocupado.

 

¿Otra Novia?

 

—No…— Negó Sasuke, recordando que no planeaba tener otra hasta que todo esto acabara.

 

¿Otro Naruto falso?— Intentó nuevamente.

 

—Sí.

 

Kurama quería recordarle que no lograría nada con buscarle por su cuenta sin atarse a los vínculos de su vida pasada, pero que Sasuke fuera con Sakura estaba fuera de cuestión. Además, estaba más que claro que la partida de Hyuuga había afectado mucho en Sasuke pues además de restarle oportunidades, le causó un extraño bloqueo que no permitió que nuevas memorias aparecieran ante él. Pero aun con todo eso, Kurama quería creer que eso funcionaría.

 

Vendrán por mí, Uchiha, puedo sentirlo.

 

—De alguna forma evitaremos que eso pase.— dijo Sasuke, intentado con dificultad de convencerse a más a sí mismo que a Kurama. —Necesitamos saber quien está capturando a todos los bijuus esta vez y para qué.

 

Antes de que Kurama pudiese contestarle, Sasuke sintió algo vibrar en su pantalón. Sin esperar más tomó la llamada. Extrañamente se trataba de su madre.

 

—“¿Sasuke?

 

—¿Qué sucede, mamá?

 

“Hinata regresó a la ciudad hace algunas horas y está haciéndome una visita.”

 

Ya veo… ¿Cómo está?

 

Sana y salva, pero todavía un tanto asustada.”— su madre rió un poco, al parecer Hinata le dijo algo gracioso. —“¿No quieres venir a verle? Así aprovechas y me haces una visita, me tienes abandonada Sasuke…”

 

—Lo siento por eso mamá, he estado ocupado… y no creo que vaya. Dile que le veré otro día, la esperaré en mi oficina…

 

Tras un pesado silencio, su madre por fin habló.: —“…está bien.” —tardó un tanto en aceptar que él nuevamente evitaría una reunión familiar y, tras una corta despedida, terminó la llamada.

 

Deberías ir.— aconsejó el zorro después de un momento.

 

—No. Me tomaría demasiado, no me dejaría ir jamás.— de eso Sasuke estaba seguro, todavía recordaba cuanto se negó a aceptar que él volvería a su antigua casa para vivir solo.  —Además, no sé qué reacción tendré al ver a Hinata otra vez.— Sasuke admitía que se sentía algo inseguro después de nueve años sin verle. Ellos solo hablaron por teléfono de vez en cuando, pero nada más. —Volveré a casa.

 

No son las mejores condiciones para decirte esto, Uchiha, pero deberías detener tu búsqueda al menos por un día. —Por supuesto que no debía decir algo como eso cuando le estaban buscando para capturarle, pero haber visto a Sasuke buscar por años a Naruto, incluso más años de los que Naruto buscó a Sasuke en su anterior vida, le causaba una extraña sensación interna, una sensación similar a la que sentía cuando veía a Naruto afligirse por no poder llevar de regreso a su mejor amigo a Konoha y liberarle del odio que le consumía.

 

—Pides demasiado.

 

Obsesionarse no es la mejor opción.— Kurama se sintió todavía más extraño al decirle aquellas palabras a Sasuke, como si estuviera cuidándole de alguna manera. Él, a un Uchiha.

 

—No tengo otra opción. Aunque no sepamos si sirva de algo encontrarle para acabar con este problema, existen muchas cosas que necesito entender… y para eso necesito encontrarle.— Sasuke comenzó a dar marcha hasta donde estacionó su auto. Se subió en él, y descansó su cuerpo en el asiento del conductor.

 

Tenía tantas dudas, tantas cuestiones sin respuesta que le perseguían día a día.

 

Tal y como había dicho se dirigió a casa y se dispuso a descansar.

 

..::..

 

Varios días sin descanso más tarde, mientras estaba en su oficina en el centro de la ciudad, por fin tuvo su encuentro con Hinata. Ella, animada, procedió a contarle todo lo que había vivido en Suna. Entre todo le reveló que por una promesa de “amistad” entre Sakura y ella ambas escogieron convertirse en médicos, y aunque ninguna había egresado todavía, mantenían hasta ahora su acuerdo. Para sorpresa de Sasuke, esa tan imposible amistad en esta vida era bastante firme, aunque él desconocía los fundamentos reales que les unían tan fuertemente.

 

—Tengo otra cosa importante de la cual hablarte Sasuke.— comenzó Hinata, seria, después de un intenso silencio que Sasuke no quiso interrumpir.— No podía decírtelo antes porque hice una promesa, pero ahora puedo decirlo.— Cuando sus mejillas se tiñeron por la vergüenza Sasuke comenzaba a suponer por donde iban las cosas —el hermano de una amiga está teniendo unos cuantos problemas…— pero al parecer estaba equivocado. Aunque se atrevía a suponer que a Hinata le interesaba demasiado ese amigo aproblemado.

 

—¿Qué tipo de problemas?

 

—Le han estado persiguiendo desde hace semanas, en Suna, creyó que al llegar aquí todo terminaría pero no ha sido así, de hecho, él dice que ha empeorado.

 

—Si es así, ¿Por qué no ha venido el mismo a explicarme todo esto?

 

—Porque no quiere pedir ayuda… pero yo…— Hinata se pausó para verle directamente a los ojos. —no quiero que nada le haga daño.— Con esa afirmación Sasuke supo de inmediato que a ella no solo le gustaba el tipo, sino que además estaba enamorada de él.— ¡por favor!, yo sé que tu no haces este tipo de trabajos pero, ¿Podrías protegerle por un tiempo? O vigilarle… ¡solo por un tiempo! Por favor…

 

Sasuke sin querer defraudar a su prima, se resignó. Al parecer sí descansaría de Naruto por unos días, aunque la idea no le agradara para nada. —¿Quién es? ¿Cómo se llama?

 

—N-no puedo darte esa información.

 

—Hinata, si quieres que le ayude, necesito saber quién es.

 

—No es que no quiera decirlo, es que él ha vivido bajo circunstancias algo “especiales”… ¡pero él vendrá hasta aquí junto a su hermana! Ellos te explicarán mejor las cosas.— aseguró Hinata.

 

—…Está bien.— dijo Sasuke, dudoso. Solo esperaba que el caso no necesitara de tanta atención.  

 

—Probablemente vengan hoy mismo, por la tarde. Como es ella quien conoce este sitio deben acomodarse a su horario disponible.— Hinata se levantó, un poco más aliviada y sonriéndole le dijo:— Gracias, eres el mejor primo que existe.

 

Sasuke suspiró. —eso solo lo dices porque cuidaré de tu novio.— Hinata solo se sonrojó en respuesta sin admitir ni negar nada. Para no aproblemarla más, Sasuke la dejó marchar.

 

Horas más tarde, tal y como había predicho Hinata, alguien tocó a la puerta de su oficina. Sin más opción que contestar al llamado, se acercó a la puerta para abrirla y la sorpresa que se llevó fue inmensa. Unos cabellos inconfundiblemente rosas estaban frente a él junto con aquellos ojos verdes que no quería volver a ver en ese momento.

 

—Sakura… ¿Qué haces aquí?

 

Por la expresión reflejada en su rostro, ella estaba tan molesta como él debido a este encuentro.

 

—Yo no quería hacer esto Sasuke. Pero por Hinata y este idiota— dijo apuntado hacia su espalda con el pulgar— haría cualquier cosa, hasta volver a verte.

 

Sasuke le miró algo confundido. —Sakura, no sé de qué me hablas.— en realidad si lo sabía, pero junto a Sakura no había nadie más.

 

—…te he dicho que hemos venido porque

 

—Sakura— interrumpió Sasuke, levantando una mano.— no veo a nadie contigo.

 

Sakura abrió los ojos debido a la sorpresa mientras mirada al pasillo vacío a sus espaldas, para luego enfurecerse como Sasuke recordaba que hacía en su vida pasada.— Ese idiota…— masculló.—¡¿Dónde te metiste?!—gritó después, para ir en su búsqueda. Sasuke intuyó que tardaría unos minutos en traer a quien fuera que le acompañase por lo que entró nuevamente a su oficina, dejando la puerta abierta y se sentó frente a su escritorio esperando que regresaran.

 

—Entraremos allí ahora, es por tu propio bien.— escuchó Sasuke que Sakura decía más tarde, acercándose nuevamente a la oficina.

 

—¡Que puedo caminar solo, Sakura-chan!

 

“ ¿Sakura-chan?”

 

Sasuke sintió un repentino escalofrió recorrer todo su cuerpo hasta alojarse en su pecho, donde lentamente se transformó en un calor tan fuerte que comenzó a quemarle.

 

Frente a él se erguía la silueta de un hombre tan alto como él mismo, en un traje oscuro que hacía resaltar más aún su mirada. Cuando finalmente posó sus azules ojos sobre él, el cuerpo entero de Sasuke se paralizó. No podía respirar.

 

—Bien, aquí está.— dijo Sakura adentrándose en la oficina mientras empujaba frente a ella al  joven rubio.—Este es mi hermano mayor.  

 

Pero Sasuke no fue capaz de responder nada, demasiado impactado por la situación. Simplemente se quedó mirándole como si de un fantasma se tratase. Pero no podía serlo, tenía que ser definitivamente real. Esa postura terca, con los brazos cruzados frente al pecho y mirándole fijamente con hastío, sus ojos se veían igual de azules que en sus recuerdos y su cabello brillaba más rubio que nunca. Ese definitivamente era Naruto. Sus cejas se fruncieron reactivamente, sin embargo, al notar que ahora Naruto no tenía las características marcas en las mejillas.

 

A pesar de todo Sasuke estaba seguro de una sola cosa.

 

No importaba el tiempo que pasara, ni las vidas que debiesen vivir. En su interior, una sola mirada de Naruto podía cambiarlo todo.  

 

Por esa mirada, Uchiha Sasuke supo que tal y como en el valle del fin, este era el principio de su derrota.  

Notas finales:

Y así, después de muuucho tiempo ¡Naruto al fin se digna a aparecer!

Pero no parece que tenga muchas ganas de cooperar, ¿Cuántos problemas más les llegarán ahora a causa de eso?

Muchas gracias por leer y comentar! 

Hasta la próxima~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).