Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un nuevo camino a casa por Aria Rovimare

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

...

 

Unir piezas y avanzar.

.

.

Naruto. le llamó Sasuke para que le mirara fijamente a los ojos. La razón por la que la imagen de Uzumaki Naruto es tan similar a la tuya y la razón por la que Jin y Kaya nos persiguen, es porque tú fuiste hace cientos de años, el portador del Kyuubi. Aseguró. Naruto estaba en shock Al igual que en mi caso, por alguna razón que todavía no desciframos tu alma ha renacido…. Tú, fuiste Uzumaki Naruto.

.

.

El profundo silencio que siguió a la declaración hecha por Sasuke se prolongó por varios segundos. Naruto permanecía inmóvil, de pie frente a él, sin mostrar ninguna reacción a parte de volver más profunda su respiración. Sus ojos, que parecían estar perdidos en la nada, le indicaron a Sasuke que aquello no estaba yendo por buen camino. Era cierto que su manera de presentarle la verdad no había sido la mejor, pero ¿de qué otra forma pudo decirlo?

—Naruto…— le llamó Sasuke, acercándose a él despacio, intentando sacarle de esa especie de trance en el cual se encontraba.

Cuando escuchó su nombre, Naruto rápidamente posó sus ojos sobre él y al encontrarle tan cerca, estiró su mano derecha y colocándola sobre el pecho de Sasuke con fuerza, le impidió acercarse más.

—Yo… entonces… todo, todo eso que yo… — balbuceó Naruto, cerrando los ojos con fuerza esta vez.

Cuando Sasuke le vio llevar su mano libre hasta su propio pecho con fuerza a la vez que su respiración aumentaba su ritmo, sintió algo de pánico. Naruto parecía que hiperventilaría en cualquier momento. Sin embargo, antes de que Sasuke intentara algo siquiera para ayudarle, el otro se llevó la mano a la boca, y dejando a Sasuke libre, se obligó a respirar solamente por la nariz.

—Él va a estar bien. Uchiha Sasuke.

El nombrado volteó el rostro hacia donde estaban las escaleras, hasta encontrarse con la pequeña Kaya quien les veía desde allí. Esta le hizo un gesto indicándole que mirara nuevamente a su amigo. Naruto respiraba con normalidad otra vez y fruncía un poco el ceño al mirar a Kaya.

—Yo se lo dije… en el auto.— agregó la pequeña.

—¿De qué hablas?— preguntó Sasuke directamente.

—Todos recordamos de alguna forma. Pero él no quería verlo.— aseguró ella, con toda la seriedad que su tono de voz infantil le permitía.

Sasuke no pudo evitar mirar fijamente a Naruto una vez más, quien solo desviaba la mirada como siempre hacía, pero ahora, tenía una expresión indescifrable en su rostro. Era similar a aquella que hacía cada vez que Sasuke se negaba a volver con él en su anterior vida, una que le decía que no quería creer. Entonces, ¿su intuición no le había mentido? Naruto si podía recordar algunas cosas “¿Pero cómo?” se preguntó Sasuke. Al recordar los acontecimientos más recientes, posiblemente aquello de lo cual no quería hablarle tuviera algo que ver con todo eso.

—¿De qué está hablando Kaya, Naruto? ¿Pudiste recordar algo…? —preguntó Sasuke, sin poder evitar sentirse algo esperanzado. El que fuera capaz de recordar facilitaría muchos más las cosas desde su punto de vista.

Naruto apretó los puños con fuerza ante la pregunta formulada y mirándole fijamente, asintió levemente con la cabeza. Luego cerró los ojos un instante, intentando calmarse, y agregó: — Yo… necesito pensar, y descansar-ttebayo.

Sasuke quiso refutar pero, al ver el extraño brillo en la mirada de Naruto, que nada tenía que ver con una buena emoción sino que más bien con la frustración, decidió dejarlo pasar. Quizás, todos necesitaban un descanso después de una noche como esa.

—Está bien.— dijo Sasuke y se acercó hasta la puerta con la intensión de marcharse de allí, pero Naruto le detuvo sujetándole uno de los brazos. Cuando se volteó hacia él, Naruto le soltó.

—¿Podrías quedarte-dattebayo?— Preguntó Naruto.

De alguna forma, Sasuke sintió aquella frase como una súplica por lo que no se negó.

—Bien.

—Puedes ir al cuarto de invitados—. Ofreció Naruto.

— No… — se negó, a lo que Naruto respondió alejándose un poco, seguramente no se esperaba un rechazo tan directo en algo así. Y tras todo lo sucedido, era esperable que estuviera más susceptible. —Lo que quiero decir, Naruto — se corrigió, —es que no luces muy bien y necesitas dormir en algún lugar más cómodo que yo por ahora.

—Pero…

—Estaré bien.— aseguró Sasuke.

Tras esas palabras, Naruto le dejó allí en la sala, solo con una manta que Sasuke aceptó para cubrirse y subió hasta las habitaciones junto a Kaya, quien había presenciado su intercambio de palabras en completo silencio. Sin ninguna luz encendida, Sasuke se recostó sobre el sofá que esa noche le serviría como cama y dando un último vistazo a la hora en su celular, se dispuso a intentar descansar.

Quedaban aproximadamente dos horas antes de que el amanecer llegara.

.

El sueño que tuvo esa madrugada fue distinto a cualquiera que hubiese tenido antes. Su antiguo yo, simplemente miraba el cielo nublado frente a sus ojos a la vez que recordaba su vida. Pero más que nada, el recuerdo que se hacía más presente eran, la sonrisa apacible del Naruto que se volvió un adulto y el brillo del azul de sus ojos que con el tiempo parecía haber cambiado. Sasuke jamás supo si fue para bien o para mal.

Tenía la sensación de que Naruto estaba a su lado contemplando aquel cielo que parecía querer llorar en cualquier momento, pero no le veía, solo escuchaba el sonido de su respiración un poco más allá. El frío a su alrededor se hacía más intenso con cada segundo que pasaba, incluso calando en su interior. De pronto, una sensación de rendición llegó hasta él, y se sintió como la liberación más grande que podría haber sentido jamás. Una rendición de verdad.  

Sasuke supo, dentro del mismo sueño, que aquellas eran las memorias y recuerdos de su yo anterior antes de su muerte. ¿Y cómo lo entendió? Simplemente, en ninguna otra ocasión a parte de aquella, una en la que ya no existieran más posibilidades de salvación, se permitiría rendirse y renunciar a algo terminantemente. Aquel era el fin definitivo…no habrían más vueltas del destino, no más regresos. No más vidas. Se sintió sonreír. Todo estaría bien ahora…

…o al menos eso pensaba.

..

Cuando despertó, todavía sin abrir los ojos, Sasuke se percató de que en esta ocasión no hubo llanto de su parte, ni la desesperación que comúnmente le agobiaba mientras dormía. De hecho, a pesar de haber rememorado el recuerdo de su muerte, Sasuke no se sentía mal por ello. Aunque estaba claro que aquel pensamiento de: “no más vidas para mí”, no se cumplió en realidad. Pues allí estaba nuevamente, siglos más tarde, siendo arrastrado por ese extraño destino que le mantenía unido a Naruto.

Abrió los ojos lentamente y viendo hacia arriba, pudo ver como la luz entraba con fuerza desde la ventana, probablemente afuera estuviera nublado, aunque al filtrarse a través de las cortinas la iluminación adquiría un tinte más cálido. Intentó moverse para alcanzar su celular, que estaba en la mesa de centro, pero algo se lo impidió. Llevó su mirada hasta su brazo derecho solo para llevarse una sorpresa.

Naruto estaba allí, dormido. Con una de sus manos tenía levemente sujeta la manga del brazo de Sasuke y su cabeza descansaba sobre sus brazos entrecruzados sobre el borde el sofá, mirando hacia él. Llevaba el pijama del otro día, cuando le encontró durmiendo fuera de su casa, y descansaba la mayoría de su cuerpo sobre la alfombra que se extendía sobre el piso.

Sasuke se paralizó allí sin siquiera querer respirar, hasta que recordó bien todo aquello. Se calmó al pensar en el Naruto que despertó junto a la ventana que daba hacía la calle, después del día en que no le permitió verlo ni dirigirle la palabra. Lo que no se explicaba del todo era el porqué le sujetaba. Maniobrando un poco y con suavidad logró librarse de su agarre. Se movió un poco hasta poder sentarse y a pesar del ajetreo, Naruto no parecía querer despertar muy pronto.

—Él ha estado así por horas.

Con rapidez, Sasuke miró hacia la cocina de donde provenía la suave voz. Kaya llevaba en sus manos un vaso con leche, mientras se acercaba hasta el sillón más cercano y se acomodaba en él como si estar allí fuese su rutina diaria.

—¿Qué hora es? — preguntó Sasuke.

—Más de las once.— respondió la pequeña, con un tono de voz bajo antes de dar un trago a su vaso de leche.

Sasuke asintió. No quería moverse para alcanzar su propio teléfono. A pesar de lo profundo que parecía ser el sueño de Naruto, existía la posibilidad de despertarle, ahora sí, con el movimiento y él no quería hacerlo ya que a pesar de donde se encontraba, Naruto realmente se veía en calma. Comparado con las pasadas horas, donde casi intentan matarle y casi se deja llevar por la hiperventilación, así estaba mucho mejor, aunque su postura no fuera la más adecuada para descansar.  

Al alzar la cabeza nuevamente, Sasuke llevó sus ojos hasta la pequeña y le miró detalladamente. Ahora con la luminosidad del día podía dar cuenta realmente de la semejanza entre Kaguya y esta pequeña. Su cabello casi blanco le llegaba hasta la cintura, y sus ojos en verdad parecían los de alguien que nació ciego. Aunque no tenía un tercer ojo, su expresión casi inhibida y sin muestras de sensibilidad le recordaban mucho a la Kaguya contra la cual lucharon, y su presencia, aunque fuese de una pequeña de aproximadamente diez años, no indicaba debilidad alguna.

—¿Desde hace cuanto estás despierta?— preguntó Sasuke.

—… No pude dormir.— contestó ella tras un breve silencio.

Sasuke estaba a punto de preguntarle por qué no pudo dormir cuando sintió que la mano de Naruto, aquella que le tenía sujeto, se movía levemente. Al no encontrar nada, este comenzó a abrir sus ojos y tras unos cuantos parpadeos rápidos, observó a su alrededor hasta que su mirada dio con la de Sasuke. Por un instante, creyó que Naruto no respondería muy bien ante aquella situación, pero su reacción fue muy diferente a la que tuvo aquel día en la entrada de su casa.

—Así que así era-dattebayo…— dijo Naruto, casi como un susurro y con tranquilidad y Sasuke no se podía creer que se lo estuviera tomando tan bien.

Tras una breve pausa, Naruto se alejó con parsimonia del sofá y se levantó. Su postura decaída y su andar lento, revelaban su completo agotamiento, que obviamente, iba más allá de lo físico dejando en claro a Sasuke que en realidad sí estaba afectado, pero de una manera diferente a la que él esperaba.  

—Naruto…— le llamó Sasuke, preocupado.

—Vuelvo en un momento-ttebayo— respondió, lastimeramente. — iré a darme un baño.  

Después de decir esa última frase les dejó, a Kaya y a él, solos nuevamente en la sala. Sasuke no podía evitar sentirse confundido ante esta nueva reacción de su amigo al despertar una vez más, en un lugar que no era su propia cama. Cuando perdió de vista por completo la silueta de Naruto quien subió por las escaleras, Sasuke volteó nuevamente hacia Kaya, que con la seguridad de un adulto dijo una simple frase, antes de tomar su vaso ahora vacío y llevarlo hasta la cocina.

—Naruto ya lo aceptó.— había dicho, y sin comprenderlo del todo, Sasuke se tranquilizó por ello.

.

Minutos más tarde, sentados a la mesa y con tres envases de ramen instantáneo a medio comer, se hallaban los tres sin pronunciar palabra. Kaya comía en silencio, después de haberse negado varias veces a aceptar el contenido, Sasuke, por su parte, también quería negarse a consumir algo como eso, pero no fue capaz de hacerlo al notar en la dura expresión de Naruto que no aceptaría un no por respuesta.

Ahora, frente a él, Naruto comía ávidamente como si el mundo se fuese a acabar en un instante, lo que de cierta manera le dio alivio ya que su agotamiento no se hizo presente en él mientras comía. Sin poder evitarlo, recordó al antiguo Naruto, aquel que era un obsesionado por el ramen. Sintió los rasgos de su propio rostro relajarse, notando en ese instante que probablemente tuvo el ceño fruncido desde el momento en que Naruto fue por un baño.

Cuando ya hubo acabado con su parte, Naruto afirmó su antebrazo derecho sobre la mesa con una calma que no parecía suya, al igual que el codo de su brazo izquierdo. Su cabeza reposaba sobre la palma de su mano izquierda manteniéndose en dirección a Sasuke. Cuando este se dio cuenta de que Naruto no dejaría de observarle, dejó los palillos sobre el envase de su sopa aún no terminada y lo miró directamente. Los ojos azules entrecerrados parecían examinarle minuciosamente, su ceño se fruncía por unos segundos para luego volver a la normalidad. Una extraña mueca de disconformidad se dejaba ver de vez en cuando, para luego quitarla y reemplazarla con el rodar de sus ojos hasta que, finalmente, le dio un corto vistazo directo para después dar un largo suspiro con los ojos cerrados.

Sasuke no pudo evitar levantar una ceja en señal de duda ante los gestos extraños que su amigo le mostraba, pero aquello era mucho mejor que verle con la mirada perdida, con miedo o a punto de hiperventilar.

—Así que Uzumaki Naruto…— dijo Naruto, pensativo, después de esos minutos eternos para Sasuke. — Ahora que lo pienso… estaba claro que algo raro me pasaba. Esto era hasta esperable-dattebayo… — Completó, sin abrir los ojos todavía.

Sasuke quiso decirle algo pero Kaya habló antes que él.

—Así es… — afirmó la niña.

—Sentir que alguien te habla antes de despertar definitivamente no es algo común… Mis tíos pensaron que estaba loco y apenas tenía siete años. — Siguió Naruto, ahora sí abriendo los ojos pero sin mirar a Sasuke. Este solo se sintió intrigado por aquella revelación, al parecer él también había tenido problemas durante su infancia… ¿Cuántas cosas le había ocultado Naruto?— Al menos no duró más de unos meses.

—Pero no estabas loco al final. — dijo Kaya seriamente. Si tuvo una leve intención de consolarle, no era notable para nada.

—No… ¡Pero la realidad es mucho peor que eso-ttebayo!  — alegó Naruto, claramente haciendo alusión a la historia de las vidas pasadas. Sasuke concordó con él. Era una historia descabellada a final de cuentas. — Al menos ya no pueden enviarme a un hospital psiquiátrico.— agregó Naruto después, verdaderamente aliviado.

Kaya no dijo nada más y cuando retornó su atención a lo que quedaba de su ramen, Naruto volteó hacia Sasuke nuevamente y algo avergonzado se pasó una mano por el cabello todavía algo húmedo, revolviéndolo.

—Lo siento, Sasuke.— dijo Naruto con sinceridad, sorprendiendo un poco a Sasuke, quien al verle tan afligido, solo atinó a sonreírle un poco.

—¿Por qué te disculpas, Naruto?— decidió preguntar.

—Por cómo te traté cuando nos vimos por primera vez.— Aclaró Naruto. Sasuke se confundió un poco antes de hacer memoria. Al parecer, realmente había un motivo más oculto por el cual no quería que se acercara a él en un principio. — La primera vez que dijiste mi nombre me trajiste ese recuerdo a la memoria, el de la voz que me llamaba. Era algo que creía haber olvidado. — confesó.

Sasuke dejó caer todo su peso en el respaldo de la silla en la cual descansaba, y apretó un poco los puños, antes de comenzar a hacer preguntas.

—¿Por qué te recordó eso?

—Aunque tu voz sonaba un poco más grave, de alguna manera supe que era tu misma voz la que me llamaba cuando era pequeño-dattebayo. —le aclaró Naruto. — Al final terminé por acostumbrarme a oírte, pero…

—¿pero…?

—Pero después de esa noche en que supe lo de tus pesadillas, olvidé mi rutina y desperté en tu casa y yo… no pude evitar relacionarlo con todo esto y no podía escucharte más-ttebayo. Lo siento por eso también.— Naruto pasaba las manos por su cabello, obviamente nervioso.

—…Puedo entender eso, Naruto. —Tras esas aclaraciones, Sasuke pudo comprender de mejor manera algunas de las conductas extrañas que Naruto tuvo a su alrededor. El hecho del por qué no le quería cerca, el que evitara mirarle quizás también tuviera que ver con eso y esa manera de despertarle… probablemente fue a causa de recordarle sus propios conflictos,  a causa de su propia necesidad de ayuda. —Es entendible que no quisieras escucharme… si te traía un mal recuerdo. No te culpo por eso, no es necesario que te disculpes.— le aclaró Sasuke, quien comprendía que vivir algo así, sin un apoyo debió ser muy difícil. Al menos el siempre supo que sus padres estarían ahí, al menos por un tiempo.

—Creo que al final, escuché tus llamados Sasuke.— añadió Naruto más tranquilo, y sonriendo de forma extraña.— Aunque eso suena muy extraño…

—Hn. — Sasuke le dio la razón en eso. De pronto, el asunto del sonambulismo de Naruto regresó a él. — Naruto… ¿no fue solo por esto que aceptaste esto de las reencarnaciones, o me equivoco?

Naruto abrió un poco más los ojos y un repentino y casi imperceptible sonrojo se formó en su rostro. Aquello ciertamente no venía al caso. ¿Qué podría avergonzarle a ese punto?

—Tienes razón… no fue solo por eso.

Sasuke esperó a que Naruto agregara algo más, pero este no tenía intención de hacerlo.

—… ¿Por qué otra razón, entonces?— insistió y Naruto le miró con algo de desconfianza.

—Será mejor que no te rías de esto, bastardo…— le advirtió Naruto, todavía reacio a hablar.

—No lo haré.— aseguró.

—…

Pero no recibió respuesta.

—No lo haré, Naruto. Esto es demasiado serio como para reírme.— Le aseguró a Naruto, una vez más.

—Más te vale… esto es demasiado vergonzoso-ttebayo.

—¿Tiene que ver con como sujetabas a Sasuke cuando dormía? — La voz de Kaya los interrumpió, causando más vergüenza en Naruto de la que ya tenía y también un poco en Sasuke, a pesar de que él ya tuviese una leve idea del porqué de esa acción.

—…— Naruto solo le miraba sin decir nada.

—Iré a ver la televisión.— avisó la niña.

Sasuke se aclaró la garganta antes de continuar con su conversación.

—¿Y bien?— preguntó.

Naruto suspiró con verdadero cansancio y recuperó su humor habitual, se cruzó de brazos y se inclinó hacia atrás en su asiento antes de contestarle.

—Cuando tenía trece me diagnosticaron como sonámbulo. Dijeron que era algo anormal que lo tuviera de mayor. Dijeron que era algo más común en los niños pequeños o algo así… pero el mío no solo apareció a esa edad, sino que duró hasta poco después de que cumplí los diecisiete. —Naruto se detuvo un breve momento y luego continuó.— Lo que quiero decir, es que mi sonambulismo no era normal-ttebayo… lo descubrí una de las veces que Sakura-chan iba de visita.

—¿Por qué dices que no era normal…?

—…todos los sonámbulos se levantan por la noche para hacer algo ¿verdad? — preguntó, resaltando lo obvio. — se supone que así es, no tienen un objetivo claro, no uno que sea “importante”… pero yo sí-ttebayo.— hizo una pausa. — Al parecer yo...yo me levantaba en busca de algo, más bien de alguien. Sakura-chan me lo dijo. — Naruto se revolvió nuevamente el cabello al sentirse avergonzado una vez más. —Ella me dijo que yo buscaba a alguien, aunque dijo que no podía identificar el nombre que yo balbuceaba… y-y cuando regresó a mí la otra noche y desperté frente a tu casa creíquenoeraposiblealgocomobuscarte-ttebayo— cada vez hablaba más rápido.

—Naruto, cálmate. No puedo entender nada de lo que dices.— le pidió Sasuke.

—… — Naruto tomó una respiración profunda para calmarse. —… parece que a quien buscaba era a ti-dattebayo…— pronunció con dificultad.— De hecho, ayer te pedí que te quedaras para confirmarlo.

Sasuke permaneció en silencio un momento, procesando la información. Lo que él creyó como una posibilidad era verdad. En ese instante podía estar seguro de que el recuerdo de su enfrentamiento en el valle del fin contra Naruto a esa edad, tenía que ver con todo aquello, después de todo, Naruto comenzó a querer buscarle para llevarle de regreso a Konoha desde ese día. Y a diferencia de él, quien tuvo los recuerdos claramente representados sus sueños conectándose con su pasado de forma más mental y, aunque quisiera negarlo, también de forma emocional, Naruto tenía una conexión con su pasado más bien físico. Y a la vez, eso era bastante peligroso.

“Al final, no fui solo yo quien buscaba al otro…” pensó, sin saber si sentirse feliz o triste por ello. La idea de que Naruto le hubiese buscado también, pese a que no lo hacía conscientemente, le daba esperanzas en algo que no venía al caso; pero también, la idea de que su destino se repitiera de esa manera, que terminase buscándole de alguna forma y que eso interfiriera con su nueva oportunidad para tener una vida normal, no le agradaba para nada.   

—Bueno, al final lograste confirmarlo.— dijo Sasuke, intentando alejarse de sus pensamientos. — Hoy literalmente me tenías asegurado con tu mano.— agregó. Naruto le miró algo enfadado pero obviamente avergonzado.

—No te burles.

— No lo hago. No debes avergonzarte de ello, porque de hecho tiene mucha relación con todo esto que está sucediendo y tu pasado. — explicó Sasuke.

—… si algo como eso tiene que ver con ese “pasado”, nuestro— dijo Naruto, enfatizando las comillas con las manos. — creo que es bastante vergonzoso estar en busca de un tipo.

Sasuke no pudo evitar pensar que quizás, si el antiguo Naruto hubiese pensado así las cosas hubiesen sido muy diferentes. O tal vez, siguiendo su sentido de justicia lo hubiese hecho de todas formas. Al final nunca lo podría saber.

—No te preocupes, creo que Uzumaki Naruto tenía razones de peso para hacer algo así aunque yo todavía no pueda entenderlas del todo, incluso habiendo pasado tanto tiempo…— Sasuke habló con la verdad. Todavía no comprendía del todo las acciones de Naruto. Seguía pensando que aquello era demasiado, incluso para un amigo.

Naruto le miró formando una breve mueca de confusión, para después tranquilizarse otra vez.

—… creo que me siento mucho mejor ahora que le di algo de sentido a todo esto…

Sasuke se alegró por él, a pesar de que seguramente todo lo que ocurriría de ahora en adelante se complicaría.

—Y todavía faltan muchas cosas que debes saber y por hacer. —anunció Sasuke, poniéndose de pie para acercarse a Kaya. Sintió los pasos de Naruto tras él.

Más allá, la niña permanecía en silencio, sentada sobre el sofá en el cual Sasuke durmió por la noche. Contrario a lo que dijo que haría después de alejarse de la mesa, el televisor no estaba encendido. Sasuke se detuvo frente a ella y se colocó a su altura.

—Necesito hablar seriamente contigo, Kaya.— declaró Sasuke, quien a pesar de estar frente al cuerpo de una niña, sabía que se encontraba frente a una persona similar a él. Los ojos de Kaya le indicaban que habían visto tantas cosas como él pudo ver.

—Sasuke, ¿no estás siendo muy agresivo?— le dijo Naruto, desde atrás de la niña.

—No.— aseguró Sasuke.— Ella sabía que esto iba a pasar.

—Pero…

—Es cierto, Uzumaki Naruto.— habló Kaya, siendo tan firme como podía a su edad.

Naruto respingó levemente ante el nombre con el cual le llamaron, estaba claro que a pesar de haber “aceptado” de cierta forma lo que pasaba con él, le costaría acostumbrarse a todo aquello. Al igual que paso con Sasuke en los pasados años. 

—Pero primero necesito ir a casa…— dijo Sasuke, encaminándose hacia la puerta. Sabía que aquella conversación sería un tanto larga y quería estar preparado para cualquier cosa que pudiese pasar.

Naruto se apresuró en ir por las llaves y abrió la puerta de entrada.

—Sé que me estoy arriesgando, pero debes quedarte con ella un poco más Naruto.— pidió Sasuke dándole un vistazo rápido a Kaya, quien los veía desde el sofá.

—Sasuke, es solo una niña…

—No, no lo es.— alegó Sasuke.

—Deberías ir luego, Uchiha Sasuke.— les interrumpió Kaya.

—Ella prometió no hacer nada, Sasuke… ¿No te lo dije ayer?— insistió Naruto.

Aceptando a duras penas, Sasuke se apresuró en salir de allí para ir a casa y tomar un merecido baño, cambiarse de ropa y seguir con todo eso. Ese día domingo sería realmente largo. En todo eso pensaba antes de notar algo extraño en casa. Mientras más se acercaba, más lo notaba.

Quiso golpearse a sí mismo cuando notó que la puerta de entrada estaba entreabierta y la luz de la sala estaba encendida todavía. Estaba claro que pasó toda la noche de esa manera. Se apresuró a entrar para verificar que todo estuviese en orden, mientras se reprendía por olvidarse de ese detalle. Estaba claro que todo había quedado de esta manera desde que sintió el sonido del balazo en casa de Naruto y salió corriendo hasta allí, preocupado por el bienestar de su amigo.

Por suerte para él, todo estaba en orden y agradeciendo esto, se apresuró en hacer todo lo que debía y ahora sin olvidar asegurar todo y tomar su arma, regresó al hogar de Naruto.

…ue Jin estará bien! Sasuke oyó a Naruto decir esas palabras a través de la puerta antes de entrar. Naruto había dejado la entrada libre para cuando él regresara.— ¿Sasuke?

—Ya estoy aquí.— avisó.— ¿Qué sucede?

—Kurama no dejará que Jin muera, ¿verdad? …como dijo algo sobre usar chakra…

Sasuke tuvo razón el día anterior al percatarse de que Naruto le prestó atención a esa simple palabra. Tomó asiento en el sillón frente a la niña y Naruto antes de contestar.

—Estará bien, aunque su recuperación será un poco lenta. — respondió, recordando las palabras de Kurama ante su retraso por llevarle allí y dejar que el hombre perdiera mucha más sangre de la cuenta.

Kaya relajó un poco su postura ante tales palabras y con facilidad, recuperó el semblante lleno de seguridad que tenía antes de que Sasuke saliera de allí para volver a casa. Naruto, sentado junto a la niña, le sonrió a esta con amabilidad.

—Te lo dije… aunque sea algo así como un demonio, no dejará que muera.— dijo Naruto, refiriéndose a Kurama.

—¿Aunque queramos quitarle su poder?— cuestionó la pequeña a Naruto con seriedad absoluta.

Fue Sasuke quien contestó a falta de una respuesta en Naruto.

—Si tu amigo Jin no cumple su palabra e intenta algo contra Kurama, te aseguro que lo mataré y a ti también.— aseguró él. Kaya no movió ni un músculo, ni tampoco parecía asustada.

—¡No digas algo como eso así como así, bastardo!— le reprendió Naruto. —¡Ella es-!

—Solo una niña — le interrumpió Sasuke, completando lo que quería decir.— Puede que su apariencia lo sea, pero estoy seguro de que ha visto tantas cosas como yo. O más.

—… Mi otra vida fue más larga que la tuya. — aseguró la niña con su voz todavía llena de timbres agudos a causa de su edad, no por miedo.

Naruto no dijo nada más asimilando el significado de esas últimas palabras que decían claramente que había visto mucho más que Sasuke. Permaneciendo en silencio a duras penas, ya que era evidente que no le agradaba el trato que Sasuke tenía con la niña, esperó a que la conversación avanzara.

—Necesito que me digas quien fuiste antes de nacer aquí.— habló Sasuke segundos más tarde.

La tensión que se sintió durante la espera de la respuesta, Sasuke no la sentía desde el día en que Kurama le explicó toda la verdad.

—Ootsutsuki Kaguya—. Dijo la niña, respondiendo al fin.

Tras esa respuesta, Sasuke simplemente cerró sus ojos, pensando. Según lo que su apariencia delataba, al igual que la de todos aquellos que regresaron a este tiempo, ella definitivamente era una versión mucho más joven de la Kaguya contra la cual se enfrentaron hace cientos de años. Pero, existía un solo problema con ella: ¿Era realmente posible volver a nacer en esta dimensión después de haberla sellado en otra?  

—¿Kaguya?— preguntó Naruto. — ¿La diosa conejo?

Sasuke recordó también, la forma en que todos aquellos temas fueron censurados hace varias generaciones. Kaguya, al igual que todo aquello que tuviese que ver con el chakra, era considerado un mito.

—Ella misma, pero su historia es un poco diferente a como nos la han contado.— le explicó Sasuke a Naruto, quien seguía mirándole con la clara intensión de recibir más explicaciones, sin embargo, ese no era el tiempo. Además, debía consultar con Kurama como poder hacerle recordar por sí mismo. — Ahora, Kaya ¿Cómo es que estás aquí otra vez si te sellamos en otra dimensión?

Kaya simplemente desvió un tanto la mirada.

—¿No lo sabes? O no quieres…

—No lo sé.— confesó la pequeña — No puedo explicarlo.

Sasuke no la presionó más ante la única respuesta que le pareció verdadera. Decidió que seguiría por otro camino.

—¿Qué tiene que ver Jin con todo esto?— preguntó.

La niña le miró fijamente otra vez.

—Yo lo ayudé cuando escapé del orfanato. Y para pagarme, él me está ayudando.— respondió, un poco reacia.

—¿Cómo lo ayudaste?— Sasuke insistió.

—Lo salvé…— respondió nuevamente y con un tono de voz más suave. —Le di, le di de mi chakra para curarlo.— Su voz se oía algo temblorosa.

Antes de que Sasuke continuara interrogándola, Naruto le tomó de una mano y él, al ver como un casi imperceptible temblor movía el cuerpo de Kaya, se dio cuenta de que sin querer estaba poniendo mucha presión en ella. Debía ir con más cuidado pues en esa última frase que respondió, estaba pareciéndole una niña como cualquier otra.

—¿Por eso necesitaba chakra para curarse de esa herida?— decidió preguntar ahora. Ella solo asintió con la cabeza.

Sasuke recordó el día en que Kurama le explicó todo lo que tenía que ver con su propia reserva de chakra. Según lo que este le había explicado, el poseía una mínima cantidad de chakra residual gracias al renacimiento del alma. Posiblemente, Naruto tenía su propia reserva al igual que él y que Kaya tuviese un poco no le sorprendía. Lo que sí le sorprendió fue el hecho de poder entregar chakra, ya que según las creencias del zorro si se entregaba este y a una capacidad que permitiré “salvar” a alguien más, te esperaba la muerte, pues gracias a esa energía ellos estaban vivos. No encontraba otra explicación que no fuera que Kaya poseía un poco más de chakra que ellos, al fin y al cabo, ella fue considerada una diosa en su tiempo.

—¿De qué salvaste a Jin? —dijo Naruto, interrumpiendo por primera vez la conversación.

Sasuke prestó atención ante la respuesta. Había dejado de lado ese detalle.

—…él iba a morir.— dijo Kaya, y Sasuke supo por su mirada fría que sería la única respuesta que recibirían de ella en ese estado. 

— Ya veo… — Sasuke dijo, antes de tomar otra dirección con sus preguntas. — ¿Cuántos años tienes Kaya?

—Mi cuerpo tiene nueve años.— respondió con certeza, separando claramente su estado físico de su mente

Las fechas concordaban con el momento en que Kurama pronóstico que algún mal había nacido. Resulta que ese mal, nació de manera literal en este mundo y todavía tenía la forma de un infante. Sasuke notó que, a pesar de ver la mayoría del tiempo en ella una expresión distante frente a ellos, en ocasiones afloraban en Kaya algunos comportamientos más infantiles que seguían allí. Quizás, aquella nueva vulnerabilidad que no había presentado en el tiempo en que debieron sellarla, les diera ahora mayor facilidad de resolver el mal que estaba provocando.

—¿A qué edad comenzaste a recordar todo esto?— continuó Sasuke, tras su reflexión.

—No sé. Siempre han estado en mi memoria.— dijo, haciendo clara referencia a sus recuerdos. — Toda mi vida aquí, hasta que me sellaron otra vez…— dijo.— También…— añadió al final, pero sin saber si seguir o no.

—¿hay más?

—También vi otras cosas. Antes de venir a la tierra. —confesó, antes de tomar la tela del vestido que llevaba puesto y apretarla con fuerza entre sus dedos.

—¿A qué se refiere con eso, Sasuke?— cuestionó Naruto, al ver a la niña claramente frustrada e incluso se atrevería a decir, triste.

—Ootsutsuki Kaguya no era de este mundo.— respondió Sasuke, algo confuso.

—¿Era una especie de alienígena?— preguntó Naruto. — ¿Vino de otro planeta…?

—Se podría decir que sí, aunque nadie está seguro.— aclaró Sasuke, mientras notaba como la niña retomaba su anterior compostura lentamente. Una repentina idea surgió en su mente con rapidez, e inmediatamente quiso asegurar la veracidad de sus pensamientos.— ¿Te arrepientes de habernos dicho eso, Kaya?— el silencio que le siguió, fue la única respuesta que Sasuke necesitó.

Si ella se arrepentía de haber revelado ese detalle, lo más probable era que estuviera relacionado con la búsqueda del poder de los bijuus y el propósito que tenían guardado para ellos después de reunirlos a todos.

—¿Qué es lo que planeas hacer con los bijuus en realidad?

—No les diré eso.— tal y como Sasuke esperaba, Kaya se negó completamente a cooperar.

—Deberías, ya que dependiendo de tu respuesta seguirán o no con vida.— estableció Sasuke, obligado a recordarle la situación en que se encontraba.

Pudo notar como Naruto se molestaba cada vez más debido al trato que tenía con Kaya, pero no podía evitarlo en esa situación. La cuestión era bastante simple ante sus ojos, o hacía esto para evitar la destrucción de Konoha, o los dejaba atrapar a Kurama y que con eso fuera capaces de destruir la ciudad o incluso más que eso, realizando el mismo plan que hace siglos atrás. Lo distinto era que ahora nadie podría hacerles frente. Solo pensar en eso le aterrorizaba, por lo que la única opción considerable era la de detenerles a cualquier manera.

—Si Jin se recupera, se los diré. — contraatacó Kaya finalmente, claramente molesta.

—Él se recuperará, Kaya —. Intentó calmarla Naruto. —  Y nadie matará a nadie…— dijo, dirigiéndose a Sasuke esta vez.—debe haber alguna solución que no sea la muerte, Sasuke.

—Tsk. Bien, iremos al templo entonces. — determinó. —Averiguaremos ahora mismo si Jin se salvará o no.— dijo, ante esa amabilidad en Naruto que no había desaparecido. Era demasiado bueno para su propio bien y dudaba que el recordar su antigua vida cambiara algo.

Los tres salieron de casa de Naruto hacia el templo un minuto después. Al ver al cielo, se notaba claramente a pesar de las nubes que pronto comenzaría a anochecer, dando cuenta de lo rápido de la llegada del invierno aunque ni si quiera fueran mediados de octubre. Con ese pensamiento, Sasuke se percató de que, nuevamente, la celebración de un cumpleaños de Naruto, estando él presente, se había visto interrumpido por una serie de sucesos que no le servirían como un buen recuerdo, sino que más bien, serían todo lo contrario.

Sasuke, quien iba unos pasos más adelante que Naruto y Kaya, se volteó levemente para mirarles. Naruto se veía un tanto preocupado, mientras que la niña simplemente se dedicaba a observarle a él. Para Sasuke era bastante obvio que ella le vigilaba de alguna manera. De pronto, el recuerdo de la Kaguya del pasado, que le envió a una dimensión diferente para separar su poder del de Naruto llegó a su mente. ¿Kaya podría utilizar chakra para atacarles? Según tenía entendido, el chakra con el que renacían no era suficiente para algo como eso, solo para mejorar algunas habilidades dependiendo de la cantidad. Sin embargo, esta niña fue capaz de salvar a alguien de la muerte. Con la vista al frente, divisó el templo bastante cerca. Debía tener cuidado de ahora en adelante, puede que la noche anterior no hubiese actuado debido al corto tiempo que permanecieron allí, pero cabía la posibilidad de que ese día si hiciese algo sumándole además, que Jin debiese estar en mejores condiciones.

Unos minutos más tarde, los tres se adentraron en el templo. Kurama observaba con minuciosidad la herida del hombre, que sin dudas tenía mejor aspecto, antes de voltearse hacia ellos. Jin, se encontraba recostado sobre el piso de madera con el torso desnudo, pero esta vez estaba despierto, y tenía un mucho mejor color en la piel. Cualquiera podría decir que estaba ya sano, sin embargo, las ojeras bajo sus ojos desmentían aquello y revelaban en parte el verdadero estado del hombre que seguía verdaderamente agotado.

Cuando sus ojos se posaron sobre la figura de la pequeña, se sentó con esfuerzo y le sonrió. Sasuke observó como Kaya hacía uso de todo su autocontrol para no romper a llorar y que se abstuvo de ir con el hombre y abrazarle. Por un momento, Sasuke pareció olvidar que era la viva reencarnación de Kaguya y que quería hacer uso de los bijuus para algún maléfico plan. 

—¿Cómo está? — preguntó Naruto a Kurama, sacando a Sasuke de sus pensamientos.

Como dije ayer, el estará bien. Solo un par de días más recibiendo chakra y estará como nuevo. aclaró Kurama, quien al finalizar observó a la niña y esta a su vez, también le veía a él directamente a los ojos.

Tras asentir con la cabeza, Kaya se acercó al fin al hombre y tomó una de sus manos. Jin solo le sonrió y le pasó la mano libre por el cabello, parecía ser que ellos se entendían de esa extraña manera.

—Ahora no tienes excusa para no hablar, Kaya. — dijo Sasuke. Ella se tensó un poco, pero no respondió. Jin le envió una mirada amenazadora que Sasuke reconoció al instante, era una mirada de protección que él podía validar, pero que no le afectó en absoluto. Por lo que sin amedrentarse, se dirigió a Kurama en esa ocasión —. ¿No ha intentado nada contra ti, Kurama? 

No. Aunque dudo que pudiera hacerlo en su condición. El zorro se cruzó de brazos antes de continuar.— En cuanto a ustedes dos. enfatizó, mirando a Naruto y Sasuke alternadamente. — Supongo que está todo claro, ¿o me equivoco, Uchiha?

—No lo haces. — confirmaron Naruto y Sasuke a la vez.

Kurama sonrió (de la única manera que un demonio podía hacerlo) ante su coordinación.

Entonces, podemos pasar de inmediato a lo importante. dijo señalando a Jin y Kaya. — No hay tiempo que perder.

Tomando asiento sobre la madera, ya que no había ningún otro tipo de mueble allí, formaron una especie de círculo en el cual todos podían ver sus rostros.

—¿Qué se supone que están haciendo?— se aventuró a preguntar Jin, con desconfianza.

— Jin… ¿Ese es tu verdadero nombre? — Preguntó Sasuke, a lo que el hombre asintió.— Kaya nos dirá cuáles son sus planes para los bijuus, después de que los capturen.

Jin se vio claramente asombrado, era seguro que no se esperaba eso. Miró a la pequeña Kaya sentada a su lado y esta se lo confirmó. El hombre simplemente acató esa decisión. Sasuke comenzaba a entender más o menos su dinámica de interacción, y estaba claro quién era el líder allí.

—Pueden preguntar cualquier cosa. — dijo el hombre.— La mayoría las contestaré yo.

—¿Cómo sabremos qué dices la verdad? — Sasuke se apresuró a cuestionar.

— Si Kaya ha decidido hablar, lo respetaré. Pero, si intentan dañarle, deberán pasar por mí primero.— declaró.

Allí estaba, la última prueba que Sasuke necesitaba para saber cómo interactuar con ellos dos. Estaba más que claro que el hombre tenía puesta toda su lealtad en esa niña, algo muy extraño de ver en aquellos tiempos. Y ella, le protegía a su vez de la misma forma, su vinculación era sus dudas algo fuerte.

—Bien. Dejando eso en claro…— continuó Sasuke. — ¿Qué es lo que planean hacer con los bijuus?

Un tenso silencio les rodeó, por un momento, Sasuke creyó que no dirían una palabra pero después de que este buscara nuevamente el consentimiento de Kaya para hablar, quien solo le asintió con la cabeza, este comenzó a hablar.

—Queremos utilizar su poder para volver a casa.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Kaya no pertenece aquí, nunca lo ha hecho, ni si quiera en su anterior vida.

En un instante, Sasuke recordó que Kaya se arrepentía de haber dicho que tenía memorias de su tiempo antes de venir a la tierra.

—¿Esto tiene que ver con tus recuerdos de antes de venir aquí?— preguntó Sasuke, directamente a Kaya.

—Todos tenemos un propósito para renacer. — Habló Kaya, con una seguridad que asustaba.— El mío es regresar a casa, sea como sea.

—Eso no justifica que destruyeran todo a su paso. ¿Cuánta gente creen ustedes que ha muerto a causa de todos los desastres naturales que han provocado?— reprochó Sasuke.

Naruto se removió en su lugar y Sasuke pudo notar como apretaba fuertemente los puños de ambas manos. Naruto no tenía idea sobre ello. Una de las muchas cosas que todavía faltaba por aclarar.

—¿Ustedes están causando todo eso? — preguntó, obviamente molesto.  

Cálmate, Naruto. interrumpió Kurama.— Está conversación es para evitar que esto siga sucediendo.

Sasuke agradeció internamente la interrupción de Kurama que calmó a Naruto bastante rápido. ¿Se debería al vínculo que compartieron en su anterior vida? 

—Son efectos que no podemos controlar. Sin tener pistas exactas de la localización física de los bijuus estamos obligados a hacerlo por la fuerza.— dijo Jin, en un intento de justificación.

Tanto Sasuke como Naruto querían replicar algo, pero Kurama les interrumpió.

Eso es porque su forma física desapareció hace casi cien años. dijo, sorprendiendo hasta al mismo Sasuke, quien no tenía ni la menor idea de la situación.— Yo soy el último que queda con una conciencia. Los demás la perdieron al fusionarse completamente con la naturaleza.

A pesar de su confusión, Sasuke decidió que debían retomar el tema principal, Ya tendría tiempo de aclarar ciertas cosas con Kurama.

…Jin, ¿Qué querías decir con hacerlo por la fuerza? ¿De qué forma los capturaron?

—Utilizamos una serie de sellos impresos en un pergamino. — explicó Jin.

—¿Pergamino?

—Kaya lo encontró un mes después de reunirnos. Son seis sellos que utilizaban los ninjas hace siglos. — Bajo la mirada de todos, Kaya sacó del interior de su bota un pequeño pergamino del que Jin hablaba. Estaba enrollado y hecho de un papel que claramente había visto el paso del tiempo. Lo abrió frente a todos dejando ver los sellos y al centro de estos estaba un sello más grande, de una forma similar al que Naruto tenía para contener a Kurama en su interior. — Se realizan los seis sellos, y al poner la palma de las manos sobre el último de ellos, el sello de contención, el poder de los bijuus queda dentro del pergamino. —Al terminar Jin su explicación, Kaya guardó el pergamino de inmediato.  — Lo hemos hecho de esa forma hasta ahora, sin embargo, con esta nueva información no sabemos qué pasaría con su forma humana si hacemos lo mismo ahora.

Sasuke se preguntaba lo mismo, si la obtención del poder de los bijuus parecía ser tan simple, en cualquier momento podían hacer lo mismo con Kurama pero ¿El que Kurama tuviese forma humana cambiaría en algo la situación? ¿No habría más resistencia? El silencio les rodeó por varios segundos, pues al parecer todos tenían algo nuevo en qué pensar.

—Entonces, ¿Tú no tienes los bijuus dentro, Kaya?— preguntó Naruto, dando final a ese silencio. Cuando todos le miraron, Naruto continuó, un poco incómodo.— Quiero decir…ustedes creían que tenía a Kurama sellado en mi interior…

—No puedo tenerlos.— confesó la pequeña, sorprendiendo a todos, menos a Jin. —Jin los contendrá por mí al momento de abrir el portal que me lleve a casa.

—¿Por qué?— preguntó Naruto.

—Su cuerpo no lo resistiría, son demasiados riesgos para ella y su futuro.— aclaró Jin.

Sasuke sintió como la desconfianza ante esa última confesión crecía en su interior. Viéndolo de forma lógica, el cuerpo humano de ese tiempo no estaba preparado para contener tanto poder, y era una verdad, pero aun así debían tomar en cuenta que ella no era una persona normal, que ninguno de los dos lo era, pues al parecer ambos podían realizar sellos y permitir que funcionaran. ¿Tendría algún efecto utilizar los jutsus en sus cuerpos?

—¿Qué sucede después de que obtienen el poder de un bijuu? 

—Fatiga, al inicio. Después, el cuerpo se adormece y se entra en un estado profundo de sueño, a veces por horas, otras, por días.— aclaró Jin.

—¿Es Kaya quien hace los jutsus?— Sasuke preguntó al relacionar las consecuencias de hacerlo y que todavía estén ilesos. Bueno, al menos en general.

—Sí.— dijo la niña.— Pero Jin también podría. Por eso está conmigo —. Agregó después.— lo haría más rápido pero no puedo cuidarlo después. 

Estaba claro que lo último se debía a que sería demasiado extraño para una niña de nueve años estar cuidando a un adulto. Tras ese pensamiento, Sasuke se levantó del lugar sin decir nada a nadie y salió del templo hacia el bosque que estaba en la parte trasera. Estaba lleno de dudas que se incrementaban con el pasar de los segundos, pero de las cuales solo podía llegar a una conclusión. Quitarles el pergamino y deshacerse de ellos sería lo mejor. No correrían el riesgo de que escaparan más tarde cuando Jin estuviera mejor, ni que absorbieran a Kurama y destruyeran Konoha, los ciudadanos estarían a salvo y por sobre todas las preocupaciones de Sasuke, Naruto estaría a salvo. Sonrió resignado al darse cuenta de que Naruto no aceptaría de ninguna manera sus métodos para solucionar esto.

—Sasuke.— le llamó una conocida voz desde atrás. Era Naruto quien había corrido para buscarle. —Kurama dice que vuelvas. Esa conversación todavía no termina.

—Para mí ya lo hizo.— respondió Sasuke con simpleza.

— Bastardo… ¿Acaso no oíste todo? Ella solo quiere volver a casa, no puedes matarla por eso. Además…

—No digas más… SÍ, es una niña, pero por ellos ha muerto demasiada gente Naruto, ¿Quieres que suceda lo mismo aquí en Konoha?

Naruto entrecerró los ojos con molestia y se cruzó de brazos.

—Claro que no. Me enfada pensar en la gente que conocí y murió por eso, pero debe existir alguna forma de enviarle allá donde quiere ir sin que nadie muera-ttebayo.— declaró con firmeza.

—Apuesto en que cada una de esas formas Kurama no se salva.— Naruto tensó los hombros ante la revelación.— ¿No los oíste? Necesitan el poder de TODOS los bijuus para largarse, incluido él.

—Debe haber alguna forma, Sasuke…— continuó Naruto, sin cambiar de parecer.— No permitiré que nadie muera por esto, ni entre nosotros, ni en la ciudad.

Por un momento, Sasuke creyó ver al mismísimo Uzumaki Naruto frente a él, con su fortaleza y testarudez. Con sus “patéticos” ideales para salvar todo lo que estuviera en sus manos, solo que esta vez, realmente no existía nada que pudiera hacer, a menos que ocurriera un milagro y eso era algo en lo que Sasuke no podía creer.

—Al decir eso, luciste igual a como lo hacías en tu antigua vida, Naruto— dijo Sasuke con cansancio, y Naruto abrió un poco más los ojos dando a entender que eso no se lo esperaba.

—¿Eso es algo bueno o malo-dattebayo?— preguntó, con precaución.

Sasuke solo pudo llegar a una conclusión, aunque le molestara.

—Es algo bueno.— admitió con cansancio, y Naruto, le sonrió como hace cientos de años. Sasuke tragó saliva y desvió la mirada. Odiaba cuanto le podían afectar esas acciones de Naruto. — Aun así, no existe otra solución más que deshacerse de ellos.— agregó, mientras se dirigía nuevamente adentro con Naruto siguiéndole los pasos.

—¡Bastardo! Nadie morirá, ¿Me oíste?— replicó Naruto, una vez más.

Cuando notó que realmente en su interior no existía otra opción para él, Sasuke se dio cuenta de que realmente comenzaban a ser en parte, los mismos de antes. Se sintió como el Uchiha Sasuke del pasado como nunca antes, cuya única salida para todo era asesinar a todos aquellos que interfirieran con sus planes. Admitió que no se sentía del todo mal, a pesar de que siempre le haría falta algo más. Se molestó más por eso. 

¿Por qué diablos te fuiste sin decir nada, Uchiha? reclamó Kurama apenas pusieron pie en el interior del templo nuevamente.

— Porque está claro lo que debemos hacer con esto. No vale la pena hablar más.— sin pensárselo mucho, sacó el arma que traía en su chaqueta y apuntó a la niña. Quizás, si ella no veía morir a su compañero sería menos doloroso. ¿Un último tipo de extraña compasión?

—¡Que se supone que haces! ¡Sasuke!— exclamó Naruto, interponiéndose entre el arma y Kaya, quien sorprendentemente mantuvo a Jin tras ella, sin permitirle cubrirla.  

Sasuke arrugó el entrecejo, comenzando a enfadarse.

—Naruto, te lo dije, no dejaré que destruyan Konoha y el mundo solo porque una niña quiere volver a donde sea. Al igual que tú, no quiero que nadie más esté en peligro o muera.— “Incluyéndote a ti Naruto” pensó.

—¡Yo tampoco quiero que ELLOS mueran!— aclaró Naruto, apuntando hacia Jin y Kaya, pero sin dejar de enfrentarle, como en los viejos tiempos. Sasuke sintió sus brazos ceder por un instante, pero resistió, no se dejaría llevan por sentimentalismos ahora.

—Naruto… ¿Acaso olvidaste que ese hombre casi te mata la noche pasada? —  cuestionó Sasuke.

Naruto arrugó el entrecejo.

—No. Es algo que no creo poder olvidar Sasuke… pero no todo tiene que solucionarse asesinando. — dijo con seguridad.— Además… Sasuke bastardo, ni siquiera te has tomado el tiempo de preguntar por qué quiere volver  a casa. ¡No actúes de forma precipitada!

Sasuke volvió a flaquear, pero aun así, mantuvo su postura. No se rendiría tan fácilmente ¿Qué podrían cambiar los motivos de Kaya para volver a su hogar en esa situación?

—Bien— dijo Sasuke, sin quitar el arma de su trayectoria.— preguntémosle.— accedió al final.

Naruto se movió solo unos centímetros de su posición frente al arma, para permitir a Sasuke ver ligeramente a Kaya, pero sin dejarle acceso libre a ella.

—Sus recuerdos le permitieron ver y reconocer como era antes de consumir al fruto de chakra.  — dijo Jin, pero a quien veía fijamente Sasuke era a la niña, quien, imperturbable, se la devolvía a su vez. — El mundo ya está libre de guerras, tal y como ella deseó en un principio, pero eso podría no durar para siempre. La energía completa de los bijuus se extinguiría al fin, evitando otra posible guerra que ahora nadie sería capaz de enfrentar. Ootsutsuki Kaguya al inicio deseaba que no hubiera más guerras, pero de alguna manera el ciclo quiere volver a empezar con Kaya. Esa es la otra razón por la que no puede absorber a los bijuus, ya que es casi seguro que el poder  la corrompería, tal y como lo hizo en el pasado.

Sasuke pudo vislumbrar, aterrorizado, como de mal se pondrían las cosas para todos si, así como su propio destino, el de Kaguya se repetía una vez más.

—Me voy para evitar que pase todo eso.— dijo Kaya, con firmeza, pero Sasuke notó que imperceptiblemente comenzaba a temblar.

—Ella está yendo contra lo que el destino tenía planeado para ella.— aclaró Jin.

Sin poder evitarlo, Sasuke bajó su arma al reconocer que sus motivos sí habían logrado hacerle cambiar de parecer, pues si le mataba ahora, algo quedaría pendiente y el ciclo volvería a repetirse y él no quería que eso pasara. Además, ella al igual que él, quería cambiar sus destinos a pesar del riesgo que conllevaba. Era tan inesperado que encontrara una similitud entre Kaya y él que le costaba creerlo.

—Puede que no entiendan como se siente ir en contra de algo que ya está establecido, es difícil oponerse a algo a una edad como la nuestra, pero ella tomó esa decisión cuando tenía apenas ocho años. —Terminó por decir Jin.

—La Kaguya que conocieron — dijo la pequeña, mirando a Naruto y a Sasuke, pero claramente solo Sasuke le recordaba por ahora. —Nunca tuvo que ser así.

Sasuke no pudo evitar mirar a Naruto en ese instante, quien claramente estaba algo confundido al no saber nada de ello, al igual que tampoco tenía conocimiento acerca de los esfuerzos inútiles de Sasuke por cambiar su destino. Su rechazo a Sakura, su búsqueda independiente de Naruto que no dio ningún fruto, y ahora… volteó el rostro con rapidez en un intento de alejar las memorias de la fiesta y sus recientes descubrimientos. Ese no era el momento para pensar en ello.

—Entiendo todo eso, Jin, Kaya. — dijo Sasuke, atrayendo la atención sobre sí mientras guardaba su arma. No habría muertes, por el momento.— Yo también he intentado cambiar ese destino.

La pequeña le miró con un tanto de sorpresa antes de preguntar:— Entonces ¿ya sabes porque naciste?

Sasuke se paralizó en el momento.

—¿Sasuke…?— preguntó Naruto, al notar algo extraño en él.

—No. Pero tengo una idea de lo que puede ser. No quería repetir el destino que antes tuve. —aclaró Sasuke, tras recomponerse. Kaya solo lo miró con algo de desconfianza y Sasuke pensó que le haría otra pregunta pero no fue así.

Aun así, tus intentos no sirvieron demasiado, Uchiha.— intervino Kurama, y aunque esa declaración era un tanto molesta, Sasuke la agradeció en silencio.

—Maldito zorro… al menos lo intenté.— admitió. Sasuke pudo jurar que una sonrisa muy pequeña y breve se formó en el rostro de Naruto. — Bien…intentaré creer que podrás cambiar el tuyo, Kaya. — dijo finalmente, esbozando una leve sonrisa hacia la pequeña, quien de forma imprevista se avergonzó por ello.

Ni un segundo más tarde, Sasuke sintió repentino brazo de Naruto pasar por sobre sus hombros, atrayéndole en una especie de abrazo. Cuando miró hacia su lado, Naruto reía realmente aliviado. Se sintió algo ingenuo por emocionarse con eso.

— ¿Ves? Sabía que al escucharla cambiarias de opinión. ¡Parece que no eres tan bastardo como creía!

Sasuke se calmó y retomando su humor habitual, dejo en claro la totalidad de sus pensamientos.

—Idiota, eso es solo si encontramos otra forma de enviarlos a su hogar.— explicó.— una que no termine con Kurama o alguien más muerto.

—¡Claro!

—Porque si no existe ninguna otra forma, mi compañera— dijo, tocando su arma —…todavía es una opción.— dijo, terminantemente.

Naruto se separó de él un paso ante la seriedad de sus palabras.

—Retiro lo dicho, sí que eres un bastardo.— se corrigió Naruto, pero al final, Sasuke sabía que no lo decía totalmente en serio —. De todas formas no te dejaría hacer algo como eso.  — finalizó, cruzándose de brazos.

Sasuke suspiró, resignado. Naruto no cambiaría, con recuerdos o sin recuerdos, su escencia siempre sería la misma. La misma que le tenía de alguna manera, atrapado.

—Ahora… — añadió Naruto nuevamente.— ¿Cómo encontraremos otra forma de ayudarles?

Sasuke sabía que eso pasaría, de todas formas, no esperaba que la respuesta se diera de inmediato. Aun así esperaba que las cosas fueran favorables al menos antes de que Jin mejorara, por lo que tomaría esa medida de seguridad primero.

—Necesito tener el pergamino bajo cuidado. — declaró Sasuke acercándose a Kaya y Jin.— Si quieren ayuda, tendremos que aprender a confiar entre nosotros. — Ellos solo asintieron. — Voy a ser claro. Mi amenaza solo se ha aplazado a causa de Naruto. Si me dan el pergamino para cuidarlo, es posible que esa amenaza pierda fuerza ya que no serán una amenaza total para mí de esa manera y podremos tener más tiempo para buscar una solución para esto.

—Eso es algo que no podemos aceptar.— negó Jin de inmediato.— ¿Y qué si no encuentran otra forma de ayudarnos con esto?

Ciertamente, al pensar de ese modo, era un tanto injusto quitárselos sin una garantía. Sasuke cavilaba una manera de hacer ese proceso más fácil cuando Kurama interrumpió sus pensamientos.

Creo conocer una forma de hacerlo. — dijo después de permanecer en silencio por bastante tiempo, y todos le prestaron atención.

—¿¡Lo dices enserio, Kurama!?— preguntó Naruto.

Si…afirmó sin embargo, necesito confirmar algo primero. — Kurama tomó una pausa. — Les pido que le den el pergamino a Sasuke para que lo guarde hasta que confirme esto, si no tenemos éxito, juro que él se los devolverá.— aseguró, apuntando levemente a Sasuke. — Aunque no puedo prometerles que Uchiha no les matará tras devolvérselo, pero… si funciona, nosotros tendremos el pergamino hasta el día de su partida.

Sasuke estaba realmente asombrado, existían aun más misterios que tendría que conocer de aquí en adelante, misterios que Kurama no develaría hasta que el momento fuera el apropiado. Como ese mismo momento.

—Por mí está bien. Puedo cumplir con devolverlo si no funciona. — dijo Sasuke, decidiendo confiar en Kurama. — Pero no puedo asegurar lo demás.

Ya lo escucharon… ¿lo harán a mi modo?

Jin miró a Kaya como haciendo una pregunta silenciosa que solo ellos comprendían. Cuando el asintió, Kaya retiró con cuidado el pergamino de la bota donde lo ocultaba, y acercándose con seguridad, llegó hasta Sasuke y le ofreció el pergamino.

—Que así sea. 

Notas finales:

Creo que, hasta ahora, este es el capitulo con mayor cantidad de diálogos que he escrito. Es realmente agotador crear escenas con más de tres personajes involucrados, muchísimo, al menos para mí. De todas formas, creo que el resultado fue medio decente.

La reacción de Naruto me fue muy complicada de redactar, y sé muy bien el porqué.  El personaje de Naruto parece simple a primera vista, pero creo que ante mis ojos es un ser complejo que jamás lograré comprender del todo.

Por otro lado, creo que la personalidad de Kaya se irá fortaleciendo con el tiempo, ya que apenas se sabe algo de ella. Como verán, no estaba en mis planes crear a un villano, sino que más bien a un antihéroe.

Ahora, Kurama siempre sale con algo desconocido para nosotros, al menos, este Kurama que he creado se va manejando por sí mismo, es como si estuviera vivo xD… vamos a ver qué tipo de solución tiene ahora en mente.

Hasta la próxima actualización~~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).