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Πάτερ por Whitekaat

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Notas del capitulo:

Dije que la subiería mañana pero no pude hacerlo así que lo subí el resto hoy ajajaja.

Espero le shaya gustado este fic, fue un reto personal tratar de transmitir una idea en escenas de menos de 500 palabras y más aún tratar de que se entendiera esta extraña relacion, era un tema complejo de abordar, que no sé si era apra hacerlo en 500 palabras o menos, pero se hizo lo que se pudo y así termino todo esto.

Gracias por leer y a todos los que comentaron.

Son lo mejor y espero vovler a leerlos en otro fic.

Abrazos.

 

 

18 AÑOS 3 MESES 7 DÍAS

#285

— Aioros no estoy de humor en estos instantes — El mayor de los griegos tenía una cara de pocos amigos, un rostro molesto que jamás pensó que tendría para su hermano menor, pero todo en la vida puede pasar y ver Aioros enojado con Aioria era la prueba de ello.

— ¡No me interesa, Aioria! Compórtate como un adulto, no sé qué habrá pasado entre ustedes, pero arréglenlo — El arquero tenía un rostro serio y sus palabras sonaban más a una orden que una sugerencia, su preocupación no era saber que ocurrió, al castaño sólo le interesaba que esos dos hicieran las pases y que el rostro triste que vió en su sobrino volviera a brillar como antes.

— Te daré una semana. Por ahora ordena tus pensamientos, Saga se quedará conmigo este tiempo y para el próximo lunes el vendrá lo quiera o no y tú hablaras con él de lo que deban hablar lo quieras o no, Adiós— el caballero de sagitario no dio tiempo a réplicas se fue tal como había llegado, hecho una furia, golpeando la puerta y como un torbellino que agitaba las cosas más de lo que ya estaban.

Todo había resultado un caos, Saga había huido del templo cuando notó todo lo que había destrozado su poder descontrolado y él no había ido buscarlo, no pudo detenerlo, no pudo acariciar sus cabellos como antes para calmar sus miedos, porque entendía a Saga, entendía su miedo y entendía el no saber lo que su propio corazón quería, porque él también quería seguir siendo su padre, aunque sólo eso ya no llenara su corazón.

Aioria pensó en ese momento que tal vez debió haber deseado que todo siguiera igual en su cumpleaños.

 

 

 

 

 

18 AÑOS 3 MESES 17 DÍAZ/ 35 AÑOS 24 DÍAS

#488

 

— Saga no tiene porqué ser así— Las manos del león temblaban al igual que su voz, si existía un peor miedo que ver el rechazo de Saga y eso era verlo marchar y que comenzara una nueva vida donde él no estuviese.

Había pasado la semana, en un pestañeo y tal como Aioros se los impuso se juntaron a hablar, de arreglar su situación, una situación que por cierto estaba rota finalmente había llegado a ese punto donde no hay regreso, donde no puede haber arrepentimientos y con eso en la mente el menor había tomado su decisión, no así su padre que aún dentro de él permanecía la ilusión de que si podían regresar el tiempo atrás y volver a ser el padre e hijo que fueron.

Cuando Aioria no se atrevió a dar el paso, Saga lo hizo, tomando aquella tajante decisión de marcharse del santuario, de comenzar a vivir en el poblado. Sus argumentos, fueron el ser mayor, querer independizarse, ser libre, conocer el mundo y una de la más importante la cual volvió a recalcar los tres tipos de amor que había en su corazón, Ágape, Eros y Storgé, todos viviendo en armonía en su pecho, pero sin ser capaz ya de expresar alguno sin estar el otro.

— Es lo mejor, para ambos, si seguimos juntos nos haremos daño yo lloraré por sentirme incompleto y tú te culparas por ser el causante— Saga desde un principio no miró al castaño al rostro, si lo hacía vacilaría, dudaría de sus decisiones, si su mirada se encontraba con esos hermosos y protectores ojos verdes volvería a caer.

Con una decisión ya tomada el geminiano se levantó del asiento, no miró a Aioria y no quiso escuchar lo que él tenía que decir.

Pero Aioria esta vez no lo dejó, no lo dejó marcharse como en su última discusión, se levantó de su asiento y con sus manos volteó a su hijo para poder ver nuevamente esos lindos ojos como del mismo color del mar mediterráneo y con sus brazos lo rodeó para no dejarlo marchar.

— Seré todo para ti Saga, lo seré, seré tu padre, tu amigo, tu confidente y tu amante, si no entendemos como llevar estos sentimientos, aprendamos entre ambos, descubramos que es amar a un padre como se ama a una pareja, de amar a un hijo como se ama a un novio y aunque en el proceso jamás lo entendamos, nunca te marches de mi lado. — Las mejillas morenas estaban húmedas en lágrimas, unos ojos azul verdoso estaban brillando en llanto, sus bocas se unieron, sintiendo el calor de otra boca que esta vez sí le correspondía.

— Al parecer si resulté ser un padre pervertido— Saga abrazó a su padre y rio en su oído, aquel sonido que hace un mes no escuchaba, la música necesaria para darle la fuerza y la seguridad de saber que todo estaría bien mientras pudiese escucharla.

 

 

 

19 AÑOS/ 36 AÑOS/ 44 AÑOS

#463

 

— Papá no te muevas tanto— replicó el menor, sosteniendo el bol entre sus manos— si las palomitas se caen al suelo será tu culpa—

— Si, si, lo siento es que no encontraba el control remoto — El castaño removiéndose un poco más encontró el aparato y se acomodó nuevamente en el asiento.

En realidad, no era una forma tan cómoda de ver una película, pero esta vez quisieron probarla, Saga entre las piedras del castaño, apoyando su espalda contra el pecho del dorado, no era del todo cómodo, pero no podían decir que se sintiese mal esa cómplice intimidad.

Había pasado más de un año y aun no lo comprendían, no entendían como actuar en ciertas situaciones, pero lo que si comprendieron con el tiempo es que las cosas debían darse por sí solas, no las forzaron en ningún momento, los besos fraternales, los de amor, al igual que las caricias y las conversaciones, no eran más de una que la otra y mientras más natural fuesen sus acciones más se equilibraba todo.

— No se cayeron al suelo, pero tienes un montón sobre ti — rio el castaño ganándose una mala mirada de su hijo. —Deja quitártelas— las manos del león pasaron entre los brazos y la cintura de Saga removiendo la comida del cuerpo del menor y tomando un poco más de confianza en sus actos comenzando a pasar su mano por el pliegue que se hacía entre el muslo y la ingle.

— Basta, lo haces a propósito— reclamó Saga para luego soltar un quejido y cerrar sus ojos.

—  Yo sólo busco las palomitas que tiré—  Era falsa inocencia muy notoria del mayor, en realidad su idea inicial era esa, pero aprovecharse de la situación cuando Saga estaba siendo tan dócil no le molestaba, pero su mala suerte sus malas intenciones no duraron mucho.

El cuerpo de Saga fue extraído abruptamente del espacio que ocupaba entre sus piernas y al levantar la vista vio a su hermano mayor con un rostro molesto mientras protegía Saga tras su espalda de él.

— ¿Qué crees que le haces a mi sobrino? Sabía que era cosa de tiempo, para que intentaras pervertir a saga— Aioros lucía aterrador, provocando un escalofrío por todo el cuerpo del león.

— Espera, hermano, no es lo que…— En eso el ambiente tenso se cortó antes de dar alguna aclaración debido a la risa del menor.

Saga enlazaba su estómago con sus brazos y seguía riendo fuertemente, una risa tan contagiosa que como el canto de una sirena contagió a Aioros haciéndole olvidar lo que había visto, Aioria se les unió al final, los tres hombres riendo en la sala del quinto templo, la escena era extraña, pero ninguno se podía quejar porque la extrañeza era parte de aquella pequeña, curiosa y bella familia.

 

FIN

 


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