La brisa del verano golpeaba cálidamente todo el reino el cual estaba en una calma total y en una habitación del palacio un pequeño omega abría sus ojitos con pereza rascándoselos por la molesta luz que se coló por la ventana, se revolvió en sus cobijas extrañando la calidez de su esposo, miro bien la habitación para ver que estaba vacía, soltó un suspiro con tristeza ya era el décimo día que se amanecía sin su esposo a su lado pero él lo amaba.
Se dio un baño rápido para vestirse y salir de la habitación encontrándose con su querido amigo alfa el cual ofreció su hombro con una sonrisa para llevarlo donde este deseara.
-se ve hermosamente radiante esta mañana mi querido ángel- yuri se ruborizo para reír ante el comentario de su amigo.
-gracias, sabes donde esta victor hoy?- el peli blanco por un momento se quedó en silencio para después ver con una sonrisa a el dulce omega.
-no lo sé mi príncipe mi deber es cuidarlo solamente a usted- yuri soltó un suspiro resignado para caminar con su amigo hasta el comedor donde otra vez comía solo.
Las cosas eran muy distintas a como el esperaba y a como él estaba acostumbrado, su padre siempre lo espero a comer o su madre siempre estaba con él, la comida le sabia insípida y casi nunca comía mucho en este su nuevo hogar, los alfas eran apegados a sus omegas pero victor no era así siempre está ocupado solo lo ve en la cama para hacer el amor y el resto del día la pasa solo, soltó un suspiro de resignación para levantarse.
-mi príncipe parece que hoy tampoco tiene apetito?- pregunto preocupado el alfa mirándolo con tristeza, yuri sonrió para negar con la cabeza.
-quiero dar un paseo- vincent sonrió para guiar al dulce omega hasta los prados del campo donde lo vio algo decaído pero su orgullo no podía dejarlo así, empezó a hablarle de cosas triviales y cosas de la niñez sus travesuras, sus berrinches hasta hacerlo reír después de todo era su más precioso tesoro.
----en una habitación apartada del palacio----
Un peli plata se encontraba vistiéndose luego de una visita a su amante esa mañana, descubrió la manera para no ser detectado por los guardianes de su esposo y así pasar tiempo con el amor de su vida o es lo que él creía.
-ya te vas amor?- pregunto coquetamente ella aun desnuda mientras abrazaba por la espalda al alfa.
-tengo cosas que hacer te veré mañana- respondió secamente para alejarse de ella y terminar de vestirse, en su interior se sentía mal estaba traicionando a un dulce omega con otra persona, pero la amaba tanto que el pensaba que no podía alejarse de ella.
Camino a su habitación donde estaba totalmente arreglada y sin su omega, se dio un baño cambiando sus prendas para luego salir a dar un paseo, al llegar cerca del prado vio algo que lo carcomía por dentro su omega riendo dulcemente junto al alfa que había llegado y de pronto el alfa abrazo a su omega para darle un beso en la frente.
-maldito- susurro para sus adentros pero recordó lo que el hacía que era algo aun peor haciendo que su corazón se estrujara “qué demonios me pasa, acaso yo me enamore de el?” se preguntó en su mente pero firmemente se dijo que no para darse vuelta y volver a su castillo así era mejor, él podía seguir con ella y yuri con el alfa, pero su corazón se retorcía al igual que su alfa al pensar algo como aquello.
-----en otro lugar con una beta y un alfa amigo de esta-----
La joven aún no se vestía viendo como entraba el alfa amigo de su amante.
-al parecer lo encantaste bien, espero que nuestros planes sigan para así tener el control, embarázate rápido antes que ese estúpido omega- ella sonrió perversamente para vestirse mientras su amigo la miraba lujuriosamente.
-muy pronto obtendremos lo que queremos otabek no te angusties ese trono es nuestro- ella camino hacia el ya vestida para plantarle un beso en los labios haciéndolo sonreír.
-----devuelta en el prado con nuestros dos amigos----
Yuri veía con dulzura al joven alfa quien recolecto una hermosa flor rosada para colocársela en el cabello diciéndole un dulce alago que lo hizo feliz, el sol tenía un tono rojizo señalando la tarde y ambos caminaron de vuelta hacia el castillo.
-estoy feliz de tenerte aquí- al escuchar tales palabras el alfa sonrió para mirar a los ojos a su hermosa estrella.
-estaré aquí siempre que me necesites – detuvo su andar para agarrar las manos del omega y besarlas- yuri pase lo que pase estaré a tu lado- en el corazón del omega se escuchó un latir fuerte, el era todo lo que el omega deseaba pero no al que amaba su mente y corazón estaban confusos.
-gracias- susurro para seguir su camino al llegar a su alcoba nuestro alfa se despidió con un beso en la frente y luego retirarse, al entrar yuri encontró está totalmente vacía de nuevo, camino hacia el baño donde olfateo un olor particular, agarro las ropas de su esposo para olfatearlas olía a alguien más estrujo la tela para negar con su cabeza- no pienses tonterías él te ama solo a ti.
Salió para ver a su alfa en la cama sentado, sin pensar nada más lo abrazo recibiendo de este un apasionado beso, amaba a victor y su corazón no tenía por qué dudar de el pero sería un error que aprendería pronto.