El hombre de la media noche viene a visitarme
El viene a verme, me visita cada noche
Está aquí, ya ha llegado.
Me observa atreves de la ventana del balcón
Sus cabellos escarlatas se movían con la ligera brisa del viento
Sus ojos rojos brillaban como rubíes.
Me observa minuciosamente
Se asegura de que estamos bien
Una mueca de satisfacción surge en su rostro al comprobarlo
Para después dar paso a una sonrisa
En su mirada se percibe el deseo
Desea probar de nuevo este cuerpo,
Anhela la descendencia que ha de brindarle.
Le miro a los ojos, él me sonríe
Me atrae, me llama, me invita, me seduce
Avanzo hacia él y le recibo con la pasión de un amante ansioso
Me besa profunda y apasionadamente
Acaricia mi abultado vientre, donde sus hijos reposan
Míos y de él.
Me guía hasta el lecho donde una vez más me toma
Delicado, lento, con amor
Susurra a mi oído, le escucho decir que en cuanto nazcan nuestros hijos nos llevara con el
Espero ansioso el día
Siento a nuestros hijos moverse inquietos dentro de mí
El los llama, ellos responden a su voz con ligeros movimientos
Su presencia probaba ser absoluta incluso con sus pequeños.
Pronto amanecería, él debía marcharse
La noche lo reclamaba, él se iría junto con ella
Regresaría en cuanto el sol se ocultase de nuevo
Me abraza y muerde mi cuello antes de irse
Siento como se alimenta de mi sangre
Para retirarse y dar un beso en la herida
Besa mi frente y acaricia mi vientre una vez más
Ya es hora de irse
Me promete volver
La intensidad de sus ojos me lo garantiza
Desaparece con los primeros rayos de sol
Pues lo amo
Desde que apareció ante mí y beso mi mano
Desde que aun siendo yo simple, el me llamo hermoso
Cuando sus ojos rojos se encuentran con los míos cafés
Yo Furihata Kouki me he entregado al hombre de la media noche
Aquel que viene a visitarme
Quien dejo su semilla dentro de mí
Aquel hombre que amo.
-------------------------------------se repite---------------------------------------
El hombre de la media noche viene a visitarme
El viene a verme, me visita cada noche
Está aquí, ya ha llegado.
Me observa atreves de la ventana del balcón
Sus cabellos escarlatas se movían con la ligera brisa del viento
Sus ojos rojos brillaban como rubíes.
Me observa minuciosamente
Se asegura de que estamos bien
Una mueca de satisfacción surge en su rostro al comprobarlo
Para después dar paso a una sonrisa
En su mirada se percibe el deseo
Desea probar de nuevo este cuerpo,
Anhela la descendencia que ha de brindarle.
Le miro a los ojos, él me sonríe
Me atrae, me llama, me invita, me seduce
Avanzo hacia él y le recibo con la pasión de un amante ansioso
Me besa profunda y apasionadamente
Acaricia mi abultado vientre, donde sus hijos reposan
Míos y de él.
Me guía hasta el lecho donde una vez más me toma
Delicado, lento, con amor
Susurra a mi oído, le escucho decir que en cuanto nazcan nuestros hijos nos llevara con el
Espero ansioso el día
Siento a nuestros hijos moverse inquietos dentro de mí
El los llama, ellos responden a su voz con ligeros movimientos
Su presencia probaba ser absoluta incluso con sus pequeños.
Pronto amanecería, él debía marcharse
La noche lo reclamaba, él se iría junto con ella
Regresaría en cuanto el sol se ocultase de nuevo
Me abraza y muerde mi cuello antes de irse
Siento como se alimenta de mi sangre
Para retirarse y dar un beso en la herida
Besa mi frente y acaricia mi vientre una vez más
Ya es hora de irse
Me promete volver
La intensidad de sus ojos me lo garantiza
Desaparece con los primeros rayos de sol
Pues lo amo
Desde que apareció ante mí y beso mi mano
Desde que aun siendo yo simple, el me llamo hermoso
Cuando sus ojos rojos se encuentran con los míos cafés
Yo Furihata Kouki me he entregado al hombre de la media noche
Aquel que viene a visitarme
Quien dejo su semilla dentro de mí
Aquel hombre que amo.