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The City Of The Dead ^Nueva Verción^ por Demonio_Nocturno

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−Entonces niños, ¿Por qué no vienen a jugar? –dijo con una mueca que simulaba ser una sonrisa la cual solo logro hacer temblar a los espectadores de su nuevo cambio.
− ¿Qué eres? –pregunto Shun con el terror reflejado en su rostro el cual estaba igualando el color de una hoja de papel.
−Ni yo sé, pero lo que si sé es que con este nuevo poder, me desharé de todos ustedes –respondió con voz gutural.
Aun a sabiendas de que no podrían hacer nada para poder acabar con lo que una vez fue un humano, se armaron de valor dispuestos a vencer su miedo a morir.
Si hoy he de morir, que sea protegiendo a mis amigos
Era el pensamiento que todos tenían en la mente.
−No nos dejaremos vencer por alguien que decidió dejar su humanidad de lado –enfrento Hypnos con la mirada decidida y aunque quería volver a ver a su hermano, no dudaría en poner su vida en riesgo por ayudar a los demás y más porque sentía la obligación de protegerlos, después de todo el contribuyo a que todo ese infierno se desatara.
−Entonces me voy a divertir mucho –sonrió y con gran velocidad tacleo al grupo de adolescentes tomando a uno de ellos con sus deformes manos−. Has sido el escogido para darme un poco de diversión –dijo apretando el pequeño cuerpo.
−Mime –grito Isaak viendo como su amigo era aplastado entre las monstruosas manos de Zeus−. Suéltalo maldito.
Sin perder un segundo más, el peli verde fue en la ayuda de su amigo pero todos sus intentos de rescatarlo eran en vano.
− ¿Es todo lo que tienes? –pregunto el pelirrojo con sorna−. Pensé que la vida de tu amigo valía más esfuerzo pero si no es así –ejerció más fuerza en el agarre logrando hacer que su víctima gritara en agonía−, tendré que deshacerme de él.
Antes de que pudiera daré fin a la vida del adolescente fue interrumpido por una bala que dio directo a su frente haciendo que callera al suelo soltando al casi inconsciente Mime, pero segundos después volvió a levantarse dando a entender que los métodos normales no lo detendrían.
− ¿Quién fue el maldito que me disparo?
Su mirada inyectada en sangre dio con el causante de su molestia siendo este el mismo a quien había estado buscando.
−Sí que te has vuelto un monstruo –dijo Kanon con odio.
−Así que fuiste tú pequeña puta.
−Isaak ve por Mime nosotros lo distraeremos –dijo Aioros en voz baja solo para que el nombrado escuchara.
El chico asintió y espero a encontrar el momento oportuno para ir por su amigo esperando que este se encontrara bien.
−Una vez que me deshaga de todos tus amigos, arreglare cuentas contigo y con tu hermano.
−No tienes que esperar. Puedes venir por mi cuando quieras –reto sosteniéndole la mirada.
Zeus sonrió mientras volviendo a sujetar a Mime sabiendo que querían distraerlo para recuperar a su amigo, pero no se las dejaría tan fácil. Les demostraría que  con él no se jugaba.
Teniendo la mirada de todos puestas en su persona, llevo el cuerpo del inconsciente chico hasta su boca y de una sola mordida le arranco parte de la piel del cuello; la sangre que emanaba del ahora muerto Mime, manchaban parte del rostro de su atacante al igual que el piso. 
− ¡No! –gritaron en coro sintiendo sus fuerzas abandonarlos.
−Eres un maldito –gruño Milo con las lágrimas surcando sus mejillas.
Y no era el único en llorar. 
−No lloren que se reunirán con él muy pronto.
Con gran velocidad fue hacia los chicos pretendiendo hacer lo mismo que la primera vez, pero no logro atrapar a ninguno ya que estos, anticipando sus intenciones, se dispersaron evitando quedar a su alcance lo cual logro frustrarlo y soltando un gruñido. Volvió a intentarlo solo que en esta ocasión tenía una víctima en específico y fue tras esta sin importarle los que estaban a su alrededor. Solo quería sacias sus repentinas ganar de morder carne fresca, pero no se rebajaría a ser como esas cosas que devoraban a cualquier desafortunado con el que encontraran. No. Él quería degustar un gran manjar.
−Camus –grito Milo tratando de evitar que atraparan a su amado.
Una bala impacto en el cuerpo del deformado Zeus y esta vez fue la hermana del peli azul quien disparo.
−No dejare que le hagas daño a otros –dijo con la voz entrecortada por haber corrido hasta lograr tener una buena posición para disparar.
−Odio que me interrumpa cuando voy a comer –sonrió mostrándoles a todos como sus dientes cambiaban asemejándose a los de un tiburón.
Hilda volvió a disparar pero la bala solo paso rosando el brazo logrando que Zeus se burlara de su patético intento y justo cuando iba a ir tras la peli plata una lluvia de balas atravesaron su cuerpo logrando enfurecerlo ya que si bien estas no le hacían gran daño, si dolían y eso lo molestaba.
−Malditas ratas.
No le dio importancia a los disparos y ese fue un grave error pues de haber volteado se habría dado cuenta que Minos no solo les había dado armas, sino que les dio algunas granadas las cuales habían repartido entre los que tenían mejor puntería a la hora de lanzar y uno de estos era Shion quien, sin perder tiempo,  lanzo el objeto y este exploto al momento de tocar el hombro derecho de Zeus.
Los trozos de carne salieron volando a todos lados y la sangre pútrida mancho el piso. Uno de los brazos fue desprendido del cuerpo por la misma explosión al igual que la cabeza, aunque esta ya solo eran trozos de piel y materia gris.
− ¿Murió? –pregunto Sorrento sin animarse a acercarse.
−Esa cosa no murió cuando le atravesaron la cabeza, así que dudo que esto sirviera –respondió Aiacos.
Un ruido los alerto pero no provenía del cuerpo inerte que tenían enfrente; este ruido venia de atrás y pensando que era algún infectado, voltearon tratando de no hacer ruido pero su sorpresa fue ver como Mime se levantaba del charco de su propia sangre. El chico no se veía del todo bien, se tambaleaba y aunque no podían ver su rostro por el cabello que caía en su cara, sabían que ya no era el Mime que conocían. Ya era uno más de los infectados y un gruñido animal se los comprobó.
−Esto no puede estar pasando –sollozo Shun apegándose al cuerpo de su hermano quien se encontraba en estado de alerta por si tenían que escapar.
El que había sido su amigo, empezó a caminar hacia enfrente con pasos tambaleantes dejando a su paso un rastro de sangre que aún era del color natural y que no desprendía algún olor fétido por el poco tiempo que llevaba de muerto. Los chicos, al no querer disparar, decidieron que se irían sin hacer ruido para que nos los siguiera y así empezaron a caminar sin quitarle la vista de encima rogando para no tener que enfrentarlo porque si bien ya no era un vivo, seguía teniendo la apariencia de aquel chico de carácter fuerte pero amable.
−Lo siento Mime –dijo Isaak acercándose ante la mirada estupefacta de los demás−. No puedo permitir que sigas sufriendo –le quito el arma a la anonadada Hilda y se acercó al que una vez fue su amigo−. Espero puedas perdonarme el no salvarte –le puso el cañón en la frente y en ese momento pudo ver sus ojos−. Perdón –musito disparando sin importarle que la sangre salpicara su rostro.
El cuerpo cayó al suelo y esta vez no volvería a levantarse.
−Isaak –llamo Hypnos mientras le quitaba el arma de las manos, temiendo que este hiciera alguna locura pues era bien sabido que estos dos eran muy unidos−. Lo has liberado de su sufrir.
−Aun seguía vivo –dijo en un hilo de voz−. Su mirada tenía ese brillo de siempre.
−El ya no…
−Seguía vivo y lo mate –interrumpió esta vez en voz alta sintiendo como su garganta se desgarraba−. Con su mirada me suplico que lo hiciera –se cubrió el rostro cayendo de rodillas−. No quería seguir sufriendo por eso no hizo nada cuando apunte a su cabeza, solo quería dejar de sufrir.
−Has cumplido su última voluntad –dijo Afrodita sin animarse a agregar algo más.
−Si lo libre –tomo aire ya que este se había escapado de sus pulmones−, entonces porque me siento tan miserable.
Como si el escenario en si no fuera desalentador y triste, las nubes cubrieron el cielo y en cuestión de minutos las gotas cayeron empapando todo a su paso. Era como si el cielo mismo llorara el dolor que el peli verde estaba sintiendo. Asiéndole compañía, diciéndole que sentía lo mismo.
Las gotas de lluvia siguieron cayendo pero a ninguno le importo, solo querían acompañar al dolido chico en su dolor pues, a pesar de casi no conocerlo, sabían que Mime era alguien comprometido con sus amigos. 
−Hay que darle una sepultura o algo, no podemos dejarlo así –expuso Aioros llamando la atención de los demás.
−Adentro hay palas –informo Hades−. Aiacos ayúdame, nosotros cavaremos.
−Yo también voy –dijo Kanon yéndose con los otros dos.
−Yo voy por unas sábanas, acompáñame Orfeo.
Camus y Orfeo fueron a una de las habitaciones para poder recoger algunas sabanas en las cuales envolver el cuerpo de Mime pero en eso recordaron que habían dejado a Esmeralda y Saori atadas en una habitación así que fueron a ver si seguían ahí. Para su mala suerte estas ya no se encontraban en ese lugar y solo quedaban la cuerdas que habían sido contadas, pero de ellas no había rastro alguno.
−Por el momento hay que hacer la sepultura e Mime y después nos preocupamos por ese par –dijo Camus y salió del lugar seguido por el peli celeste.
Después de conseguir lo que habían ido a buscar, fueron con los demás encontrándose con que Ikki llevaba el cuerpo en brazos ya que Isaak apenas si tenía fuerzas para mantenerse en pie y eso con ayuda de Saga quien lo ayudaba como soporte para que no callera. Una vez que envolvieron el cuerpo, esperaron a que los tres que habían ido a cavar la tumba, volvieran y para eso tuvieron que esperar un buen rato dado a que con lo mojado de la tierra, esta se hacía un poco más difícil de remover pero al final lograron hacer un hoyo maso menos decente donde depositaron el cadáver y seguidamente empezaron a taparlo con la tierra que habían sacado.
Shun con la ayuda de Hilda y Sorrento, habían hecho una cruz y la clavaron en la tumba señalando que ahí descansaba el cuerpo del adolescente.
−Espero que te encuentres en un lugar mejor –dijo Milo sin saber que más agregar.
Los presentes guardaron silencio por respeto y después, a petición del peli verde, se fueron dejándolo solo para que pudiera desahogarse.
−Aun no puedo creer que ya no volveré a verte –sollozo sintiendo que el pecho le dolía−. Que ya no podre contemplar tus cálidas sonrisas, o tus gestos al molestarte. Que no volveré a escuchar tu voz llamándome o regañándome aun a pesar de yo ser mayor –la voz se le fue pero se forzó a seguir ya que quería sacar todo para poder seguir adelante−. No puedo imaginar cómo será la vida de ahora en adelante sin tus palabras de aliento o tus abrazos que me hacían sentir seguro, Sin tu alegría o tus enfados.
La lluvia empezó a parar, ahora era una llovizna de las que se dan en primavera. De las que llegan, se quedan un momento y después se van dejando un hermoso arcoíris en su lugar.
−Sé que debes estar más que molesto conmigo por ser tan débil, pero solo por esta vez déjame serlo. Solo por esta ocasión permíteme llorar porque después de esto, no derramare una lagrima en tu nombre para no hacerte daño –suspiro mientras se quitaba una cadena con una bonita cruz que había sido regalo de su madre antes de que esta muriera−. Sera la única vez que me veras tan lamentable lo prometo –coloco la cadena en la cruz y sintió como si su alma se liberaba−. Ya no te preocupare, así que espero que nos cuides desde donde estés. Que veles por nuestro bienestar como siempre lo hiciste –sonrió con tristeza−, y que le des fuerza a Julián para que no caiga en un hoyo de  melancolía.
Los suspiros fueron saliendo de su boca pero ya no lloraba, solo se mantenía con la vista clavada en la cruz que adornaba la tumba señalando que ahí había alguien. 
−No sé si nos veremos pronto o si pasaran muchos años, pero espero que cuando eso pase. Me recibas como siempre lo has hecho.
Volteo la mirada al cielo y cerró los ojos dejando que la gotas que caían, limpiaran sus lágrimas. Sintió una gran calidez que lo envolvía y no quiso darle una explicación, simplemente disfruto el momento y una vez que esa calidez se desvaneció, sonrió y se marchó sin voltear la mirada, demostrando que no se lamentaría por la muerte de su amigo sino que se alegraría porque este ya se encontraba en un lugar mejor, lejos de todo ese infierno.
−Te quiero Mime.
 
En el laboratorio donde estaban atrapados, dos chicos sintieron una opresión en el pecho seguido de una calidez que los abrazaba y sin poder evitarlo, las lágrimas salieron de sus ojos pues sabían que algo había pasado y que uno de sus amigos había perecido.
 
Notas finales:

Aqui el primer capitulo nuevo, la verdad me da algo de miedo el haber perdido la habilidad

Aclaro que la muerte de Mime me dolio mucho, su muerte no era algo planeado, aunque muchas cosas no lo son. Espero se vayan acostumbrando porque habra mas muertes; una vez que regrese de mi retiro de la sociedad y la tecnologia, empezare una matanza y advierto que ni los personajes principales estan a salvo.Despues de todo que es una historia de zombis sin muertes.

Me despido y nos vemos el miercoles, ese sera el ultimo capitulo hasta que regrese. Cuidense bye

PD: Espero saber que opinan y saber si siguen dispuestos a esperarme un mes completo sin capitulos nuevo😳😳😳


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