Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wish I Stayed por Dodly94

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

Para Kim TaeHyung, un abogado de renombre en el mejor despacho juridico en Nueva York, monótono y cuadrado, hay momentos que no alcanzan a llenar sus expectativas, los días lluviosos eran parte de ese 99% de “momentos” que a TaeHyung no le  molestaba pero ciertamente le incomodaban, siempre vestido con un pulcro traje negro y una camisa blanca resaltando sus duras facciones, acompañado de un tono rubio en su cabello ligeramente desordenado, porque vamos, el hecho de que sea abogado y aburrido no le quita el derecho a su joven alma de 25 años de disfrutar pequeños placeres de la vida, tales como traer el pelo despeinado, hábito que desea cambiar desde los 18 años sin mucho éxito.

Perdido en sus pensamientos, acerca de cómo llevar el caso de divorcio de la señora Smith, se distrajo viendo a través del cristal del “Starbucks” a la gente correr por sus vidas bajo la incesante lluvia que azotaba esa tarde las ajetreadas calles de “La Gran Manzana”, el pronóstico del clima no aviso acerca de lluvias en pleno otoño, lo cual causo gracia al joven abogado, puesto que nadie había previsto el hecho, aunque no es como si alguien se espere una lluvia para finales de octubre, “Debe ser el calentamiento global”, se distrajo de nuevo en sus pensamientos concentrándose de nuevo en la lluvia, hasta que lo vio. No era muy alto, pero tampoco bajo, cabello azabache y una sonrisa con grandes dientes frontales a su parecer; vestía un suéter a líneas rojas y negras en conjunto de un pantalon ajustado a sus delgadas piernas color negro, pero lo que llamó su atención no fue su rostro angelical o la sonrisa en sus labios que llegaba hasta sus ojos causando que graciosas arrugas se conformaran alrededor de sus párpados causando que estos a su  vez se hicieran más pequeños, mentiría si dijera que no le pareció atractivo, pero lo que realmente no le hacía despegar su atención del muchacho era la forma en que chapoteaba y corría bajo la lluvia con la gracia de un caballo aprendiendo a caminar, sin ninguna preocupación y visiblemente solo.

ㅡTodo un caso.ㅡMurmuró el abogado sin despegar la vista del joven muchacho, quien al sentir la mirada opuesta, se giró en dirección al ventanal, frunciendo ligeramente el ceño, saludo con una cordial sonrisa al castaño olvidando su gesto de hace unos segundos. TaeHyung desvió la mirada, no estaba acostumbrado a este tipo de gestos por parte de personas como el pelinegro, bebiendo lo que quedaba de su café, pago por su bebida saliendo abrumado de la cafetería, al poner pie en la calle, el muchacho de sonrisa encantadora ya no estaba.

 

Jeon JeongGuk, joven estudiante de artes en su penúltimo año de carrera sabía de sobra que los momentos son únicos y deben disfrutarse al máximo, al igual que las personas.

Creciendo en un barrio modesto  de Busan, Corea del Sur, a los seis años tuvo la penosa necesidad de viajar hacia Estados Unidos, más específicamente Los Ángeles, donde su abuela materna se encargó de acogerlo y cuidarlo cuando sus padres tuvieron que separarse de su único hijo por causas que un simple mortal no puede cambiar o detener.

Al pasar lo años, obtuvo el máximo amor de su abuela, así como una buena educación y buenos amigos, pero, como siempre se repite: “Todos somos temporales”, al cumplir los 17 años, su adorada abuela trascendió encontrándose con sus padres y su abuelo. Recuerda que esa noche lloró como nunca, siendo abandonado por la mujer que más amo después de su madre, pero también recuerda que haciendo uso de la buena herencia de la mujer, se trasladó a Nueva York, dejando atrás a sus amigos de casi toda la vida, se dispuso a seguir sus sueños, la música y el arte, después de todo era un alma libre.



JeongGuk a los 20 años sabe de sobra lo que es la tristeza, pero también sabe que es el amor y encontrar algo bueno en lo malo que le sucede, por ello, aquella tarde de otoño donde se desató la peor tormenta que había visto en su corta vida, cuando estaba en el parque ensayando sus líneas para la obra de teatro “Las ventajas de ser un marginado”, adaptación de uno de sus libros favoritos, no se molesto al ver como el agua se llevaba su único libro al cual tenía derecho, probablemente Suzy lo mataría, parándose como un resorte, comenzó a jugar con el agua disfrutando del momento sin importar las miradas extrañas y hasta divertidas de quienes corrían a su lado, probablemente pescaria un resfriado pero no es como que le tomara importancia de todos modos. Era un alma inocente atrapada en un cuerpo incapaz de detener su crecimiento. Un poco cansado por brincar y correr, decidió que ya era tiempo de irse a casa, hasta que lo vio, si no fuera porque sintió su mirada jamas lo habria notado, un joven apuesto de cabello rubio y traje bien arreglado lo observaba a través del cristal de una cafetería, sintiéndose extraño al principio, no tardó en sonreír de nuevo saludando con ánimos al extraño, viendo que no era correspondido su gesto supo que ya era momento de retirarse a su hogar, no dejando de sonreír y jugar.







ㅡTaeHyung, necesitamos hablar.

El día apenas comenzaba y el famoso abogado ya estaba siendo abrumado por su colega y amigo de toda la vida, Park JiMin, de nacionalidad estadounidense pero padres coreanos, TaeHyung conoció a JiMin en la escuela elemental siendo el dúo inseparable desde ese instante.

ㅡ¿Que ocurre, Jimin?ㅡ Quitando sus gafas de lectura, tallo sus ojos con cansancio, la falta de sueño le estaba pasando factura.

ㅡHermano, luces horrible.

El castaño frunció el ceño logrando que las arrugas de su frente  se marcaran en exceso.

ㅡPark..ㅡCansado y realmente sin muchos ánimos, dijo el apellido de su amigo una octava más grave de lo que realmente había querido.

ㅡBien, bien, quería saber si estas libre esta noche.

ㅡ¿Por?ㅡ Y aunque ya sabía la respuesta, quería escuchar a qué bar lo arrastraría esta vez su colega.

ㅡ Estaba pensando en ir al “Black Pearl”

ㅡJiMin, no puedo.ㅡ Lo corto regresando sus lentes a su lugar y su atención a los documentos en su escritorio.

ㅡTae… Es viernes.

ㅡ ¿Y?

ㅡNecesitas salir y divertirte.

ㅡNo, lo que necesito es comer y dormir todo el fin de semana.

Viendo que con la actitud de su amigo no llegaría a ningún lado, decidió dejarlo por la paz, ya vería algún plan para arrastrarlo consigo el próximo fin de semana.

 

Después de un agotador día en el bufete, y siendo las 5 de la tarde de un viernes, se apresuró a salir del edificio y dirigirse al estacionamiento por su BMW negro, se propuso llegar a su solitario apartamento en el centro de la ciudad, proponiendose seguir su plan al pie de la letra, porque si, hablaba en serio cuando le dijo a JiMin que ibernaria todo el fin de semana, no espero que al salir a la acera, un joven en una bicicleta de acercará a máxima velocidad a su cuerpo.

ㅡ¡Cuidado!ㅡ Exclamó un pelinegro apresurado, aunque cuando expresó aquello ya estaba sobre el abogado y su adorada bicicleta a tres metros de distancia.ㅡ Oh Dios mío, lo siento tanto ¿Le he hecho algún daño? ¿Está bien?ㅡ Habló atropelladamente el muchacho retirándose rápidamente del cuerpo inerte en el suelo.

ㅡMh....ㅡ TaeHyung apenas y pudo procesar todo lo sucedido, un segundo estaba de pie y al otro tenía un cuerpo menudo sobre el propio. JeongGuk asustado, se arrodilló al lado del extraño comenzando a dar suaves golpes a su rostro olvidándose del lugar en donde estaban y que una considerable cantidad de gente les observaba.

ㅡ¿Señor?

ㅡNo soy señor.ㅡ Al fin había captado las circunstancias en las que estaban, sentándose en el duro concreto, poso su vista en su atacante.

ㅡLo siento mucho, yo… Déjeme ayudarlo.ㅡ JeongGuk estaba nervioso y sus manos temblaban, ¿Que si aquella persona era importante? Llevaba un traje después de todo.

TaeHyung reconoció al instante el rostro del muchacho, era aquel niño que la tarde anterior estaba jugando bajo la lluvia, analizandolo a profundidad no se percató de que el de piel pálida temblaba de los nervios que ya no podía retener.

ㅡ¿S-señor?ㅡ JeongGuk se atrevió a probar de nuevo su suerte, la mirada del extraño le causaba miedo si era sincero.

ㅡYa te dije que no soy ningún señor.ㅡ Habló de nuevo TaeHyung levantándose por su cuenta del frío suelo y pasando olímpicamente del niño aún arrodillado y claramente sorprendido; retornó a su plan sin dirigirle una palabra más al chico.

 

Una semana pasó desde que al fin el caso de la señora Smith había sido concluido, siendo su parte la ganadora, también iba una semana desde que lo había visto por última vez, aquel chiquillo de melena negra y muy poca experiencia en manejo, y no es que pensara en el 24/7 por supuesto que no, solo que la curiosidad acerca de ese extraño especimen le podía, aunque vamos, ¿Quien se desvela pensando en un muchacho que ni siquiera conoce? TaeHyung no, por supuesto que no.

Fue a dar  a la oficina de su jefe  para presentar su propuesta de vacaciones, sonriendo ladinamente, tocó a la oficina de su hermano mayor.

ㅡAdelante.ㅡSe escuchó desde el otro lado, abriéndose paso por el elegante espacio, se sentó con toda elegancia en la silla frente al escritorio donde se recitaba una placa con el nombre del propietario.

ㅡHace mucho que no  te veo aunque trabajemos juntos, ¿Que se te ofrece, Tae?

ㅡNam.- Saludo el aludido inclinando brevemente su cabeza en señal de respeto a su hermano, extendió la carpeta en sus manos.ㅡQuiero vacaciones.

El mayor de los Kim arqueo una ceja con elegancia sin molestarse en revisar el informe de su hermano.

ㅡEsta bien.ㅡ Acepto encogiéndose de hombros.ㅡ Empiezan mañana, te veo en dos semanas.

TaeHyung asintió, saliendo de la oficina de Kim NamJoon, poco se molestó en despedirse de él, siendo sólo una reverencia su último gesto, no eran tan cercanos después de todo.

ㅡTe veo en dos semanas, JiMin.ㅡSe dirigió a su amigo después de tomar su portafolios para dirigirse a la salida en cuanto antes, el castaño hizo un mohín al ver marchar a TaeHyung, jamas le diria que lo extrañaría, no lo dijo  antes, no lo haría ahora.

 

Eran las 12:30 de la tarde y estaba en el parque frente al starbucks volviendo a su libreto, por suerte había conseguido una copia de aquel apuesto chico llamado MinGyu antes de que Suzy le regañara por su descuido. Ensayar, beber un té helado y marchar a casa, esa había sido su rutina en la última semana frente a aquella cafetería, y es que desde que descubrió que el extraño del café y el señor que arrolló eran la misma persona, solo podía pensar en volver a verlo. “Es sólo curiosidad”, se dijo viendo al ventanal en la cafetería, tratando inútilmente de convencerse a sí mismo de que era aquel sentimiento y no uno llamado atracción.

ㅡNo, debo estar loco.ㅡNegó tomando su libreto dispuesto a seguir con su ensayo, tenía el estelar y no  debía fallar.

ㅡYo también creo que lo estás, nadie habla solo.

Su atención se disparó al extraño frente a el, alto, con un traje azul marino cuidadosamente planchado y de cabello castaño, JeongGuk se quedó mudo al ver al objeto de sus pensamientos y distracciones en clase de pintura teniendo siempre como resultado el rostro del extraño en el lienzo blanco.

TaeHyung enarcó su ceja izquierda ladeando ligeramente la cabeza al no ver reacción del muchacho.

ㅡ¿Además de distraído y loco, mudo?ㅡ JeongGuk al fin reaccionó, levantándose de inmediato, tuvo que elevar un poco su cabeza al notar que el rubio era más alto.

ㅡY-yo no estoy loco.ㅡPudo formular al fin frunciendo ligeramente el ceño, TaeHyung le ignoro cayendo apenas en cuenta de lo que estaba haciendo, solo recuerda ir en su auto hacia su cafetería preferida, beber su americano y después conducir a su edificio, pero al ver al pelinegro en la banca, perdido en su mundo tal parece, estacionó a unos metros del muchacho acercándose para hablar, ¿pero de qué?, cosa que no pudo responder porque ni él mismo sabía la respuesta a sus extrañas acciones, estaba saliendo de su rutina y por primera vez no le desagradaba la idea,

ㅡEntonces los cuerdos hablan solos ¿Mh?

El pequeño chico bajo su mirada un poco avergonzado, era cierto que hablaba solo, pero no por eso estaba loco, ¿O si?

ㅡEy.ㅡ El rubio extendió su mano hacia el muchacho mostrando su mejor sonrisa cuadrada.ㅡ Soy TaeHyung.ㅡ Se presentó sintiéndose extraño, jamás había hecho esto en su vida y ahora no entendía porque se presentaba a un desconocido.

JeongGuk aun extrañado, viendo la mano opuesta como si de esta misma fuesen a salir serpientes, la tomó torpemente estrechandola con suavidad.

ㅡJeongGuk.ㅡSusurro aun con su mirada en el suelo.

ㅡY JeongGuk, ¿Que hacías?ㅡA estas alturas ya había perdido el juicio, se dijo a sí mismo, ¿que hacía de todos modos? el jamás había actuado de esa manera, pero el pequeño pelinegro le daba curiosidad, se repitió, solo eso.

ㅡ¿Ah? ¡Oh!, si, ensayaba para una obra.- Tomó el compendio de hojas extendiendola al que supuso  era su mayor recuperando su característica sonrisa.

 

Esa tarde, TaeHyung se quedó junto a JeongGuk hasta pasadas las 6, conociendo todo acerca del muchacho.

Esa tarde Jeongguk se había enamorado.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).