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By: K.G.Á.É.
A quien lo lee ¡Gracias por su apoyo! : D
N/A: De antemano, Perdón. En caso de haber decepciones : )
Aldnoah Zero no me pertenece.
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Troyard
Escribió y el buscador le dio una gran cantidad de artículos escritos por un ya fallecido profesor. Alguien famoso en su campo, no ahondó en las especificaciones de sus estudios. De su vida privada encontró que tenía un hijo, éste no parecía haber seguido sus pasos. Pues no encontró otro profesor Troyard.
Recordó al chico 'Bat', como decidió llamarlo. Su seudónimo de modelo era 'S-kun'. Así que probó una nueva búsqueda:
S. T.
Puso en su buscador, la 'S' probablemente vendría del nombre del chico. Los resultados que obtuvo fueron diferentes de lo que esperaba.
'S. T.' era el seudónimo de un columnista, escritor en un periódico local que apenas unos años atrás estuvo a punto de cerrar, puesto que era un negocio familiar y sus contenidos no eran nada que pudieran competir con grandes y más conocidos periódicos.
¿S. T. Hombre o mujer?
Era un tema abierto en un foro, algunos de los seguidores de sus artículos se lo preguntaban. Los artículos bajo el seudónimo eran variados en temática, podían ir desde temas de moda, a científicos y recomendaciones para el hogar.
Si 'S. T.' era el mismo 'Bat' que conoció, sería algo difícil de creer. Aunque podría acercarse al perfil del hijo del profesor, terminaba distanciándose de nuevo de aquel que se mostraba en la fotografía…
En caso de que lo fuera, se preguntaba si estaría de acuerdo en aceptar su propuesta. Juzgando por su atuendo, no era alguien acostumbrado a trabajos que requieren de resaltar físicamente con un buen conjunto de vestir. 'H-san' tenía menos probabilidad de no aceptar, porque no creía que un fotógrafo novato fuera a negarse a tal oportunidad.
El por qué el naranja no es el nuevo negro by S. T.
Era el nombre de uno de sus artículos de moda que terminó abriendo, después de todo, su corbata era de ese color y ¿sería acaso ese artículo el que le acercara más a su faceta de modelo?…
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Al llegar la mañana, Inaho se encontró por fin con ambos.
El chico quien a más de un hombre hizo dudar de su orientación y el chico quien consiguió eso a través de una imagen estaban frente a él, sentados en una cama individual, mientras a él le dejaban la única silla del lugar frente a una mesita que hacía de escritorio.
Austeridad, minimalismo o pobreza, lo que fuera, no esperaba tanta carencia de muebles en el pequeño apartamento. ¿Quizá era para tener mayor espacio? Mejor: no saber.
Debía agregar además que: ninguno de los dos chicos cubría las expectativas que el mundo puso en ellos, expectativas de las cuales ninguno estaba consiente.
El fotógrafo quien debía tener una personalidad atrevida para haber tomado semejante foto, nervios de acero para no saltarle encima al chico, y una gran capacidad de guía para sacar lo mejor del modelo; alguien con un alto grado de habilidades sociales y a la vez alguien con una técnica pulida. Distaba mucho del nervioso hombre frente a él.
Además había descubierto otra verdad tras la foto:
Una lámpara de escritorio, un trozo de tela negra del montón de retazos en oferta de la mercería, falta de vestuario adecuado y el favor de un amigo, eran lo que formaba parte de 'el gran estudio fotográfico' y 'el súper modelo' de los cuales hablaban los medios.
Aquello era: la carencia de recursos sacando a flote un talento oculto. Más bien dos. Considerando que con tan poco consiguieron llamar tanto la atención de reclutadores de modelos, como de fotógrafos, entre otras personalidades.
La historia detrás de la imagen la sacó a flote con el único fin de saciar su curiosidad y mostrar interés en el trabajo detrás de la obra. Entonces, procedió a hacer la propuesta y ambos se voltearon a ver entre sí, antes de que el mayor, Harklight, le respondiera.
— ¿Acaso se trata de algún tipo de broma?—preguntó inseguro, aunque escéptico de la propuesta.
—No lo es. Nuestra agencia es seria—señaló a la tarjeta en las manos del moreno.
Sincronizados, los chicos volvieron a llevar su vista a la tarjeta e intercambiaron miradas entre sí.
— ¿Podemos pensar en la propuesta?—volvió a responder el mayor, mientras Bat se mantenía callado.
—Por supuesto. Sin embargo, me gustaría que no lo pensaran mucho—en caso de que no aceptaran, tendría que buscar a alguien más. El tiempo era dinero. Y pensando en ello, Inaho sacó una libreta y anotó un número.
—Tengan en cuenta que esa cantidad es un aproximado del anticipo de su pago, la otra mitad vendría después—mencionó pasándoles el papel.
Se preguntó con cuánto sobrevivían los chicos, ambos parecían tener conflictos con la cantidad escrita.
—Entonces me retiro. Mi número está en mi tarjeta. Que pasen buenas noches—apresurándose a cerrar el tema, se dirigió a la salida seguido de ambos.
—Buenas noches a usted también—ambos respondieron, acompañándole hasta la salida.
Cuando la puerta se cerró tras él, fue su turno de tener conflictos.
No pensó que le pedirían prórroga. Algo estaba claro, y eso era que: la decisión sería tomada por ambos. Si uno no aceptaba, no sólo no tendría modelo sino que tampoco tendría fotógrafo. Porque en ese par, el que tenía más probabilidades de negarse era Bat, quien ahora sabía se llamaba Slaine Troyard y a quien de alguna forma Harklight era devoto…
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Inaho regresó a la agencia, esperando encontrar en su base de datos a alguien quien cubriera el perfil de lo que se requería para trabajar en el proyecto. Nina, quien se quejaba de tener que usar la misma ropa dos días seguidos por el exceso de trabajo, le dijo que antes de buscar a alguien más, podría conseguir reservaciones en un buen lugar para persuadir a ambos chicos.
Inaho dudaba que eso fuera a trabajar en ellos, considerando que ambos eran personas de comportamiento humilde, quienes hacían cosas más por amor al arte que al dinero conseguido de ello. Suponía.
Indagando en el perfil de Bat, descubrió que un empresario con título de conde le adoptó. Teniendo a alguien así apoyándole, era extraño que viviera en donde lo hacía, compartiendo un pequeño apartamento entre dos.
Además, encontró la conexión entre ambos chicos: Slaine, alias S. T., trabajaba en el negocio de la familia de Harklight.
—Es extraño que pienses mucho en algo ¿Acaso son así de egocéntricos y valiosos?—Calm se acercó con unos papeles. Notando que su amigo estaba invirtiendo demasiado tiempo investigando a ambos chicos. Cuando normalmente, al momento de ir por su primera opción, en su cabeza ya tenía una segunda y hasta tercera. La mayoría de las veces, conseguía al primero de la lista con el monto adecuado en un cheque y la promesa de prestigio.
—Si fueran egocéntricos ya estarían trabajando—no rechazarían el reto si estuvieran llenos de confianza y deseosos de lucir sus habilidades.
—Hombre ¿Realmente existe alguien así en este mundo? Quiero decir, todas las personas siempre piensan en sus intereses—era una pregunta retórica.
—Esperemos que sus intereses conecten con los nuestros—dijo comenzando a revisar los documentos que su amigo le ofreciera…
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N/A: ¡GRACIAS POR LEER ESTO…!
Y SI DEJAN REVIEWS ¡GRACIAS TAMBIÉN POR ELLOS!
Es un fic impredecible, ni idea de qué pasará luego del capítulo tres (demasiadas intrigas D:). De pronto me dieron ganas de quitarlo, gracias a sus lindos comentarios voy a continuarlo. Agradeceré su paciencia, tal vez tarde en avanzar (tengo algunos estudios médicos programados) X D… ¡Espero les haya gustado…!