Domingo
Justo como lo había acordado con sus hoobaes, Jimin asistió a la práctica de tiro con arco.
Como siempre, sus tiros eran perfectos dando en el blanco, todos los alumnos estaban impresionados por sus habilidades y el profesor parecía satisfecho por su desempeño.
Después el profesor dio la indicación que era el turno para los chicos de primer año.
Todos se posicionaron en sus lugares a excepción del menor.
–¿Pasa algo Jeon?
Palabras que lo hicieron despertar de su propio trance, levantándose inmediatamente y avergonzado por estar distraído. Estas acciones llamaron la atención de Jimin, quien notó en seguida su comportamiento diferente a lo usual.
Lo observó caminar desde su lugar a la tarima con una expresión perdida y confundida, así que temió que no pudiera alcanzar su objetivo al lanzar la flecha por su comportamiento.
Y así fue efectivamente.
Jeon lanzó demasiado rápido la flecha, provocando que esta fallara en darle al blanco. El profesor se percató de su error, así que se acercó a preguntarle si le pasaba algo a lo que él simplemente negó y se dispuso hacer su segundo tiro.
La segunda vez esperó demasiado tiempo para lanzarla pero el resultado terminó siendo el mismo así que el profesor le llamó la atención.
–El arco es un reflejo del corazón.
Son las palabras que le había dicho antes de dar por finalizado su entrenamiento.
Tiempo después Jimin ya se encontraba en los vestidores esperando a que el menor saliese con los auriculares puestos. Cuando lo vio entrar a Jungkook ya con el uniforme, se quitó los audífonos observando a los demás estudiantes antes de hablar.
–¿A quién le toca cerrar el lugar? Quiero hablar con Jeon a solas.
Un hoobae se acercó con unas llaves para entregárselas y pronto se pudieron escuchar los murmullos de los demás estudiantes.
–¿Lo regañará?
–Yo creo que sí, lo ha hecho muy mal.
Fue algo inevitable escucharlos hablar de esa manera del menor, así que Jimin se exasperó en seguida soltando en voz alta.
–Todos ustedes, es algo que no les incumbe –Los reprendió.
Los jóvenes se disculparon inmediatamente saliendo de los vestidores en cuanto pudieron y de esta manera dejándolos solos en el lugar.
–¿Qué ha pasado?.
Se recargó en la ventana mirando a los demás yéndose a sus respectivas casas, Jungkook fingía aún guardar las cosas en su casillero manteniendo una considerable distancia.
–Hoy andaba distraído… –El mayor observó su rostro desanimado –Siento las molestias.
Lo notaba distante desde hace algunas horas y en cierta parte le estaba incomodando.
Miró el reloj dándose cuenta que ya era demasiado tarde, lo que quería decir que cada vez quedaba más tiempo para ambos.
–Aunque te disculpes –Jeon mantenía el rostro en el suelo escuchándolo atentamente.
¿Realmente lo estoy regañando como un sunbae a su hoobae?
–Es algo que me preocupa –Apretó el barandal.
¿Cómo un hyung a su dongsaeng? ¿o es..?
–Lo siento –Volvió a repetir.
Cada vez lo notaba más lejos de él y aunque intentaba negarlo, le dolía porque sabía lo que seguía a continuación.
“No pude enamorarme de ti, rompamos”
–Pero tu lo has hecho bien, como lo acostumbrado –Haciendo que saliera de sus pensamientos –En cambio yo, mi cabeza estaba llena de otras cosas.
El mayor tragó saliva porque solamente podía pensar en una sola persona que pudiera provocarle tal efecto.
–¿Jimin tuvo algo que ver con esto? –Preguntó metiendo las manos en los bolsillos.
Esta vez fue el menor quien lo miró con un rostro molesto.
–¿Por qué siempre la metes en esto? –Respondió cerrando su casillero.
Park simplemente evadió su mirada con las manos aún en los bolsillos.
–¿Por qué me preguntas eso a mí?
El pelinegro entonces se acercó a él a paso rápido, acortando la distancia entre ellos.
–¿Cuándo he pensado en Jimin cuando estoy contigo? –Resopló.
Jungkook miró hacia la puerta que habían dejado abierta.
–Mejor vámonos de aquí –Jimin tragó saliva –Hay algo que quiero decirte de la manera correcta –Soltó el pelinegro.
El mayor suspiró.
No caminaron durante mucho tiempo, llegaron al mismo parque de su primer beso pero como como era fin de semana no había gente en el sitio. Jimin estaba impaciente por la mirada tan serena del menor, ¿acaso siempre estaba tan tranquilo cuando rompía con alguien?
–A partir de mañana quiero ir a casa contigo o salir juntos aunque solo sea de vez en cuando –Soltó.
–Sabes que eso traería problemas –Respondió el mayor –No tenemos esa clase de compromiso.
El menor se puso más nervioso, ¿acaso era el significado que quería darle al romper los boletos?
–¿A qué hora termina esto? –Preguntó sacándolo de sus pensamientos –¿La semana contigo?
Jungkook bajó el rostro perdiendo todas las esperanzas que tenía.
–Cuando tu decidas.
Contestó intentando sonreír porque realmente le estaba costando mantener una expresión tranquila cuando su hyung parecía tan desinteresado por lo que habían hecho.
Jimin miró el reloj, faltaba un minuto para las seis de la tarde.
–Es buena hora, ¿qué te parece a las seis? –Cuestionó.
Faltaba un minuto, así que ambos esperaron durante ese tiempo en silencio que les pareció eterno. Jimin veía la ciudad iluminada por el atardecer mientras que el pelinegro miraba fijamente el suelo como si fuera a encontrar algo interesante ahí abajo.
–No pude enamorarme de ti, rompamos –Dijo Jimin.
El menor alzó su rostro justo cuando el reloj cambio a las 6:00 P.M.
–Al menos no dijiste eso –Añadió –Salgamos, Jungkook.
Las palabras le habían llegado de golpe al chico. Se sonrojó intentando controlar su corazón aunque frente al mayor era totalmente imposible.
–Que ingenioso –Cerró los ojos.
–¿Ingenioso? –Se acercó a él –Te quiero así que no deseo esperar hasta el lunes y ponerme en desventaja ni tampoco que elijas a otra persona.
Jimin miraba hacia otro lado evitando mirar al menor quien también se encontraba sonrojado por sus palabras.
–Sin embargo quiero salir contigo de verdad, no como un juego de fantasía de solo siete días –Se ruborizó todavía más haciendo que se viera adorable para Jeon –Esperaré por tu respuesta pero si decides salir con alguien más la próxima semana lo entenderé –Apretó sus labios en un ligero puchero.
El menor no pudo evitarlo más así que se acercó abrazándolo y rompiendo la pared invisible que los dividía.
–Hay algo que quería decirte desde hace mucho.
Jimin se levantó de puntillas mientras el menor escondía su rostro en el cuello de él.
–¿Q-qué es? –Tragó saliva completamente nervioso.
–Te quiero Park –Le susurró en el oído –Te quiero.
El castaño entonces se separó de él.
–¿Más que a Jimin? –Preguntó sorprendido.
Jungkook suspiró resignado –Más que a Jimin tonto –Puso una mano acariciando su mejilla –Más que a todos, ¿entiendes?
Levantó su mentón con la otra mano para acariciar sus labios con el pulgar haciendo que Jimin cerrara los ojos. Jungkook aprovechó para acercar los suyos tocando delicadamente aquel lugar que tanto deseaba sentir desde hace tiempo.
Ambos compartieron lo que tanto les hacía falta y saboreando cada parte de su ser.
Con una mano, el menor acarició su cabello mientras que con la otra lo tomaba del cuello intentándolo acercar más. Jimin por otro lado levantó sus manos para acariciarlo por toda la espalda con las puntillas de sus pies aún levantadas porque era considerablemente más bajo de estatura.
El menor lo tomó de la cintura intentando atraerlo más hacia él, tocado con su lengua de manera lenta los labios de Jimin. El castaño entonces lo abrazó compartiendo su calor con el chico y así se quedaron por un rato haciéndose la compañía que tanto necesitaban.
Un sonido lejano hizo que Jimin abriera los ojos aún somnoliento, poco consciente de su alrededor rodó en la cama buscando el origen de su despertar.
Perdido entre las sábanas sacó su celular que vibraba y con los ojos semi-cerrados lo desbloqueó para ver el mensaje que le había llegado.
Puede que te haya despertado con
este mensaje pero si no te levantas
llegaras tarde.
JK
–Jo… –Soltó tallándose los ojos mientras se inclinaba de su cama para contestarle al responsable de su despertar.
Lo has conseguido.
Gracias.
JM
Por otro lado, un chico ya se encontraba en la parada Hanyang esperando para que el castaño llegara.
–Buenos días –Sonrieron.
Una vez más~
Una nueva semana comienza a tu lado
Adiós, por ahora~
A pesar de que estaban a una semana de terminar el curso las chicas seguían buscando salir con Jungkook para tener su semana especial. Sin embargo algunas decían que a estas alturas era imposible porque ahora salía con alguien y no quería que se sintiera mal por lo que se negaba rotundamente cuando se lo pedían.
–¡Esta es la última Jungkook! –Sacó una cámara.
–¿A qué te refieres? –La tomó entre sus manos.
Jimin se la quitó completamente emocionado.
–Me he tomado una foto con todo mundo y las imprimiré, exactamente una foto con cada uno sin fallos –Hizo un puchero sonrojado.
Jungkook se puso nervioso pero intentó poner un rostro relajado en la foto.
–Que suerte tienes de sacarte una foto con un chico tan guapo –Guiñó el ojo.
Jungkook intentó sonreír naturalmente al chiste de su hyung porque no estaba acostumbrado ni le gustaba tomarse fotos. De hecho esto sólo lo hacía porque él se lo pedía, así que le suponía un gran esfuerzo de su parte intentarlo.
Al contrario de Jimin, quien siempre buscaba una excusa para hacerlo.
La cámara era una polaroid rosada por lo que sacó la foto enseguida y solamente esperaron a que se revelara para ver como salía.
–¿Qué escribes? –Jimin se asomó por un hombro del menor haciendo que el joven simplemente sonriera –Mmm... ¿eso no debería escribirlo yo? –Le susurró en el oído.
Jungkook simplemente se sonrojó y siguió escribiendo, intentando que su letra quedara lo más legible posible. El mayor se acercó juguetonamente hacia sus labios provocado que Jeon lo mirara con cierta complicidad.
Ambos estaban en unos pasillos que no eran visitados por los alumnos al ser tan lejanos de los demás salones, así que no opusó resistencia correspondiendo al beso que el chico le proponía.
Jimin lo tomó de la mejilla delineando con delicadeza los labios del menor con los suyos para después morder levemente su inferior y permitir el paso de su lengua en la cavidad. Masajeó con suavidad cada rincón de la misma antes de chocar con la lengua del otro chico y moverla ágilmente.
A veces se separaban un poquito para poder respirar pero nuevamente regresaban al lugar que tanto extrañaban. De esa manera compartieron los últimos momentos de Jimin en aquella escuela antes de graduarse.
De manera silenciosa en un pequeño rincón secreto que solo ellos conocían.
Por favor, sigue tratándome así de bien
a partir de ahora d84;a038;
JK