Un ruido no dejaba de sonar hasta que terminó despertando a Jungkook. Cuando prestó más atención se dio cuenta que este provenía de su celular. Estuvo pensándolo por algunos segundos hasta que reconoció el tono de aquella llamada.
–¿Es Jimin? –Pronunció.
Aún somnoliento tomó el celular entre sus manos observando el nombre que rezaba la pantalla de su celular de la llamada perdida, también miró las miles de notificaciones que tenía por los mensajes recibidos de su parte.
En algún momento se quedó viendo aquel nombre durante unos segundos mientras surgían algunos recuerdos de su memoria.
–Me gustas.
Jungkook se encontraba recostado en el sillón leyendo una revista cuando Jimin se acercó a él pronunciando aquellas palabras. Se inclinó muy cerca de él rodeándolo con ambos brazos cerca de la cintura. El menor entonces pudo aspirar el típico suave aroma a rosas que desprendía su piel.
Jimin era lo que se podía llamar un espíritu libre porque era la clase de chica que hacía lo que quería y cuando quería.
–Deja de bromear –Contestó Jungkook –Si mi hermano nos ve podría imaginar lo que no es –Intentó alejarse.
Jimin con una mano lo tomó de la muñeca y con la otra le arrebató la revista que estaba leyendo, ambos comenzaron un leve forcejeó hasta que ella volvió a hablar.
–¿Lo que no es? –Casi le susurró en el oído.
Su voz lo ponía demasiado nervioso, sobre todo cuando le hablaba de esa manera cerca de su oído. No pudo evitar que el corazón comenzara a latirle de manera tan acelerada e incluso detuviera el forcejeo que tenía con ella.
Tragó saliva mientras la observaba. Era hermosa, definitivamente su cara tenía los rasgos perfectos. Ni siquiera se percató que nuevamente estaba perdido en sus pensamientos cuando ella se acercó lentamente hacia su rostro.
Tanto Jungkook como Jimin lo sabían, cuando ella se acercaba demasiado él quedaba paralizado completamente. Cosa que ella aprovechó para rozar aquellos dulces y suaves labios con los suyos. Al principio Jungkook no había reaccionado pero cuando se dio cuenta la alejó inmediatamente limpiándose la boca.
–¡Jimin! –Evitó su mirada.
–Dejarlo con tu hermano no sería un problema –Sonrió seductoramente.
Jimin acercó su rostro a los oídos de Jungkook.
–Te gusto, ¿Cierto? –Él apretó sus labios –Jeon –Volvió a susurrar.
Jungkook intentaba recordarse a sí mismo que ella era la novia de su hermano pero resultaba imposible al observar su rostro. De alguna manera Jimin había logrado dejarlo indefenso así que Jeon se dejó ser.
Jimin entonces se acercó nuevamente a sus labios, en este punto Jungkook estaba completamente perdido por la cercanía que ella le confería. Su lado racional dejó de funcionar así que la tomó de la cintura para darle mayor apoyo…
Tragó saliva ante su recuerdo.
Esa era la clase de chica que era Jimin, porque antes e incluso ahora su personalidad seguía siendo la misma. Derrotado revisó su buzón de entrada cuando esta vez recibió una llamada por su parte.
Contestó mientras escuchaba como lo empezaba a sermonear.
–¿Por qué no contestaste la primera vez? –Reclamó Jimin –Quiero que me lleves de Gangnam a Hongdae.
–No –Contestó harto de la situación.
–¿Por qué no? –Jungkook apretó los labios y cerró los ojos –No entiendo –Se quejó.
–Ayer estaba soltero pero hoy ya no –Soltó.
Era la única manera de que ella aceptara sus rechazos incluso aunque ambos supieran que al terminar la semana quedaría soltero nuevamente. Aunque no podía negar que una parte de él quería correr hacia ella su moral no se lo permitiría otra vez.
–¿Es linda? –Podía oír la curiosidad en sus labios.
–Diría precioso –Dudó riendo ante el recuerdo de Park.
–¿Más que yo? –Jimin no lo había notado.
–No puedo comparar.
Inevitablemente un Park Jimin apareció en su mente tensando el arco de manera atractiva como siempre lo hacía.
–Por eso me gustas Jeon –Sonó satisfecha.
Jungkook intentaba aparentar pero ella era mucho más importante para él de lo que ella pensaba.
Ella siempre lo había sido.
–Vuelve con mi hermano.
Y porque ella era importante para él, sabía bien que a lado de su hermano era más feliz que con cualquier otro hombre, incluyéndolo.
–Te odio cuando dices ese tipo de cosas –Bufó molesta –Adiós –Cortó la llamada.
Se recostó nuevamente en su cama.
Suspiró mientras ponía su antebrazo en los ojos para cubrir el poco sol que entraba por la ventana de su cuarto.
Con Jimin las cosas siempre eran de esa manera, a veces la odiaba, otras veces la amaba.
Sacudió su cabeza porque ahora no le tocaba pensar en ella sino que ahora debía concentrarse en Park, su nueva pareja. E inconscientemente preguntándose el motivo por el cual siendo tan atractivo no tuviera novia.
Aunque ese tipo de cosas no deberían preocuparle, pues tenía otras cosas más importantes que pensar como el ¿Podré enamorarme esta vez?
Al menos así eran los inicios de sus semanas. Realmente no era gran ayuda pero se sentía mejor teniendo un poco de esperanza al comenzar cada semana.
A pesar de que la historia siempre fuera la misma, durante siete días estaba dispuesto a indagar que había dentro de su corazón. Incluso si al final de la semana terminara no sintiendo nada por la otra persona, al menos era suficiente para que Jimin se calmara y a la vez reprimiera sus propios sentimientos.
Tomó su celular mientras se volteaba de lado en la cama. Tecleó un Buenos días mientras hablaba en voz alta.
–Una costumbre como esta… –Se recostó boca abajo –Debería ser enviado a una sola persona todas las semanas.
No pasó mucho tiempo cuando recibió una respuesta del celular. Jungkook sonrió ante el sonido tomando su celular con curiosidad.
Buenas.
Aunque lo que quiero decir…
Te odio por despertarme tan temprano (:
Un mensaje inesperado porque esperaba más amabilidad de su parte, en especial porque su apariencia parecía concordar con aquella imagen amable de su mente. Aunque a Jungkook, por extraño que parezca le resultó lindo esa nueva revelación.
Sonreía ante su nuevo descubrimiento cuando su celular se iluminó recibiendo una llamada.
–¿Dig-… –Fue interrumpido antes de que pudiera terminar su oración.
–¿¡Eres idiota!? –Sonó la voz –Eres idiota, ¿cierto?
La situación era bastante divertida para su gusto.
–Sí, soy un idiota –Se disculpó riendo –Lo siento.
–No te rías cuando te disculpas –Bufó la otra voz –En estos momentos estoy muy cabreado tanto que quiero darte un puñetazo en la cara –Jungkook aún tenía la sonrisa en su cara pero ya no reía –Por tu culpa ya no puedo dormir así que al menos deberías hacer algo para recompensarlo –Soltó Jimin completamente enojado y dejando al menor confuso.
Esto definitivamente era algo nuevo para Jungkook.
–¿Qué tal si voy a tu casa para que puedas golpearme? –Sugirió.
Recibiendo un silencio por parte del castaño.
Jungkook se llenó de nervios temiendo haber molestado al chico del otro lado.
–Ve a entrenar hoy –Al fin dijo la voz.
Estaba confundido y por más que intentaba relacionar sus palabras, no lograba entender que quería decirle su hyung con ‘club’.
–¿Al club? –Jimin suspiró del otro lado.
–¿A qué club perteneces? –Preguntó cansado
Y es cuando Jungkook comprendió por completo la conversación.
–¿Al de tiro con arco…?
El mayor pareció exasperarse una vez más con su respuesta.
–¡No contestes con una pregunta! –Resopló nuevamente –Adiós –Colgó.
Miró el celular después de que Jimin le había cortado la llamada. Jungkook ya no podía volver a dormir así que no tenía remedio más que aceptar su propuesta.
Así que media hora después ya se encontraba en el salón de prácticas observándolo.
El porte que daba Jimin era impresionante y elegante. El tiro que dio hacia el otro lado fue completamente perfecto, justo en el blanco como solía hacerlo.
Aunque era costumbre que los demás estudiantes se sorprendieran de sus logros. Jungkook también lo hacia cuando lo veía dar en el centro. El profesor aplaudía completamente orgulloso por unos de sus alumnos estrella y el menor también lo acompañó.
Ahora el turno para los chicos de primer año. Hace tiempo que no iba a las practicas de tiro con arco pero Jungkook se sentía confiado. Sintió la mirada fija de su hyung en todo momento provocándole un poco de nerviosismo.
Afortunadamente acertó con todas las flechas en el centro sorprendiendo a los demás. No solía ir a practicar a menudo pero sus habilidades no habían disminuido a pesar de ello. Siempre sabía retomar el ritmo una vez que agarraba el arco, ganándose la ovación de los demás.
Cuando terminó de lanzar todas sus flechas, escuchó como los demás compañeros hablaban de él. No es que le molestase pero incluso a su distancia podía oír como le criticaban por faltar demasiado a clases y oír los celos que tenían porque siempre era demasiado habilidoso con el arco a pesar de ello.
Cerró los ojos porque estaba incómodo de la situación así que se sorprendió al escuchar la voz de Park hablar repentinamente.
–¡Silencio! –Gritó su mayor haciendo callar a los demás.
Su voz lo hizo abrir los ojos inmediatamente.
El castaño había logrado su cometido, el resto de los alumnos se quedó en completo silencio después de que hablara.
Nuevamente era el turno de los sunbaes para lanzar flechas, y con ello también el mayor se levantó de su lugar.
Jungkook lo observó desde que se levantó hasta que tomó su posición en el lugar correcto, pensando como su porte era elegante. No podía negar que su mayor se veía hermoso cuando tenía una flecha entre sus manos.
El profesor dio la instrucción así que todos lanzaron sus flechas y justo como se lo esperaba, otra vez el chico dio en el blanco.
Park sonrió haciendo que sus ojos se escondieran y sus mejillas se inflaran en una expresión muy tierna. Volteó hacia los hobaes para presumirles su hazaña, haciendo que los chicos aplaudieran ante su logró.
Jungkook pensaba que su hyung era una persona hermosa cuando sus ojos se escondían al sonreír.