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Chantajes y pérdidas por luunaru

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Notas del capitulo:

Hola, perdón por tardar tanto en la actualización Dx pero tuve problemas con la pc del trabajo y ahí es donde tenía todo!! pero por fin les traigo el final de la historia!!! D: 

 

Espero sea de su agrado. 

 

Saludos! 

 

Y por primera vez comprendió a lo que su primer amor se enfrentaba día con día, y como el fantasma de sus pasados lo perseguía para atarlo con fuerza. Su vista se nublo por la pérdida de sangre pero Gaara seguía encajándole el objeto en el mismo lugar. Naruto luchaba por apartarlo de él, y él luchaba también por alejarlo sin obtener resultados. Las sirenas de la policía se escuchaban cada vez más cerca, tomaron al pelirrojo con brusquedad quién aún seguía fuera de sí y eso se comprobaba solo al ver sus ojos tan idos, como si estuviera en otro mundo, quizá en un mundo donde pudiera estar con Naruto, donde no estuviera solo. El rubio se veía más angustiado que nunca, no dejaba de llorar descontrolado por todas las emociones que tuvo en menos de una hora, y pensó por primera vez, que había sido mala idea ir hacía allá, pero también pensó que de no haber ido, Naruto seguiría aprisionado a aquel hombre. Él iba camino al hospital, tenía cortes en el hombro y uno cerca del cuello un poco más y pudo haberle cortado la yugular, o eso decían los doctores. Le habían preguntado si presentaría cargos, había mirado a Naruto sentado al lado de él en la camilla del hospital donde se estaba recuperando y para su sorpresa dijo que sí, pero lo que Gaara necesitaba, no era ir a prisión sino a un manicomio, o eso le había dicho al juez a quien primero no le había hecho mucha gracia y al decirle que no era una broma, el juez llamo a que testificaran. Le sorprendió que al ver en el estrado a las personas confesando todo, hicieron llorar a más de uno, y bueno porque negar que casi lo hacía llorar a él también; Gaara había sido muy problemático desde pequeño, siempre había tenido desórdenes mentales, y en la adolescencia se habían calmado un poco cuando comenzó a salir con Naruto, pues era el único que podía tranquilizarlo, según palabras de la hermana, una chica extrovertida y rubia, estamos agradecidos con Naruto, por ayudar hasta este momento a mi hermano, eran las palabras que había utilizado mientras veía a su excuñado. Yo llamé a la policía, había confesado el hermano mayor, al que había visto en casa de Naruto aquel día, oí gritos, y a Naruto tratando de calmar a Gaara, sabía que nada bueno iba a salir de aquello, así que los llamé., sus ojos rehuyeron de su hermano pues sabía que había traicionado su confianza. Cuando llego el momento de la confesión de Naruto se puso nervioso.

-          Yo – los miro a todos con tristeza – No me gustaría que le pase nada a Gaara, es buen hombre, su único problema es que me amó demasiado – dijo sin prepotencia, sin arrogancia, como si aquello le quemara por dentro y tuviera que sacarlo. – Nos conocimos en el instituto y yo me enamoré de él, lo perseguí como un loco hasta que me dio el sí, pero como condición estaba alejarme de mi mejor amigo y así lo hice, pero de haber sabido que aquello sería la tragedia de estos momentos… jamás lo habría hecho – agacho la mirada mientras jugaba con sus dedos – él es buena persona – volvió a aclarar – su problema es que a pesar de tener todo, se siente solo, yo entiendo aquello pero lo que no entendía ni entiendo es porque se daña tanto, porque nos daña a los que lo queremos…

Todo el tribunal se quedó en silencio, al verlo llorar, los tenía hipnotizados con aquel relato, habían escuchado muchas cosas tristes siendo jueces, pero aun así sus sentimientos vibraban cada que alguien decía esas cosas con tanto sentimiento. Les calaba en lo profundo de su ser.

>> hubo una vez que intentó suicidarse… - pareció meditarlo – que digo una, fueron muchas, siempre que quería terminar aquella enfermiza relación él de alguna manera hacía que volviera, que me quedara… una vez... que me reencontré con mi viejo amigo me deje llevar porque había descubierto cuanto lo quería, cuanto lo había extrañado, cuanto… lo amaba… - las lágrimas no se detenían, un guardia se había acercado a darle un pañuelo, el cual lo recibió con una sonrisa – entonces fue cuando Gaara descubrió que lo había engañado con él… ese día… se había intentado suicidar con pastillas – apretó la mandíbula – se hecho todo el frasco… ¿Quién hace eso? Por dios…  para cuando lo encontramos ya llevaba media hora tirado en su habitación, sus hermanos y yo nos desesperamos por lo que llamamos a la ambulancia y le hicieron un lavado de estómago… y así después de ahí no solo eran amenazas de suicidio sino de dañarse, se hacía cortes frente a mí alegando que si lo dejaba, que si me veía con otros, lo seguiría haciendo, y que yo era el único culpable por todo el dolor que nos causábamos, quise desesperadamente alejarme pero de nuevo volvía la noticia de otro intento… no recuerdo cuantas veces lo había sacado del hospital en un mes… fue demasiado, no dormía, no comía… me estaba muriendo con él… - el juez pidió que parara, que era suficiente, miraron a Gaara quien no parecía reaccionar a nada, ni a sus palabras, ni a los murmullos, a nada. Se mantenía quieto en su lugar agarrándose las manos; una vendada por las anteriores lesiones.

Naruto bajo del estrado sentándose junto a Tsunade, al enterarse de aquella situación se ofreció a acompañarlo ese día, no quería dejarlo solo y él agradeció enormemente aquello pues no se sentía con fuerzas para ir ahí y declarar aquello que le calaba pero después de soltar un poco de todo el tormento se sentía un poco en paz.

-          Bien, tomaremos un descanso – dijo el juez levantándose  - después veremos que decide el juzgado sobre el caso.

Todos se levantaron, incluyéndolo para dirigirse con Naruto y abrazarlo, claro lejos de la vista de Gaara, quien seguía en su asiento encadenado de sus manos y pies con unas esposas. Tsunade se acercó a ellos con un café que ofreció al rubio eres valiente le había dicho, estoy orgullosa de ti. Y entonces volvió a llorar, abrazándola. Quizá había llorado más de lo que recordaba haberlo hecho en toda su  vida pero se sentía triste, deprimido, ahogado.

-          Todo estará bien – le acaricio el hombro – perdón por ponerte en esta situación

-          No es tu culpa – se separó de la mujer para verlo – creo que será lo mejor para Gaara… confió en que así sea.

-          Yo también – dijo sincero.

Los habían vuelto a llamar, aquel caso había durado más de lo que recordaba. Estaba agotado física y emocionalmente, pero si él se sentía así, no se imaginaba como debería estar su amigo.

-          El juzgado ha dictado que Gaara Sabaku, no irá preso pero estará bajo arresto domiciliario y solo tendrá visitas de un especialista en psicología quien presentara informes semanales de los avances, queda al cuidado de sus hermanos y  por ningún motivo podrá acercarse a Naruto Uzumaki, ni a Sasuke Uchiha. El arresto será concluido solo si el especialista ve mejoras. Caso cerrado.

Dio un  golpe con su martillo de madera y todos se fueron dejando a varios con un mal sabor de boca, muchos sentimientos encontrados y otros aún tristes pero felices de que aquello no hubiera pasado a más.

Ya eran dos años desde que el caso había sido cerrado, no habían vuelto a ver a Gaara y Naruto ya se veía mejor en cuanto a lo emocional, había ido a terapia pues aquello aunque no lo pareciera le había pasado factura volviéndolo un poco paranoico, pero para estas fechas aquello se veía muy lejano.

-          ¿Qué haces? – una voz lo saco de sus pensamientos

-          Recordando – le dijo levantándose de la cómoda silla en la que se encontraba para apagar su cigarrillo en el cenicero de la mesa

-          Ya veo – sonrió sentándose al lado de donde estaba antes para jalarlo y sentarlo sobre él. - ¿Qué recordabas?

-          Recordaba todo lo que pasamos para poder estar juntos – le sonrió también para luego darle un beso fugaz

-          Muy complicado – le dijo – me pregunto que habrá pasado con Gaara

-          Yo no quiero saber, aún tengo la marca de aquella vez

-          Vamos Sasuke, eso fue hace mucho – sintió un beso el cuello donde también tenía la otra marca de aquella vez, pero ahora solo parecía un rasguño

Restregó su trasero en la hombría de su ahora pareja y sonrió travieso incitándolo a pasar el rato con él, Naruto lo recibió con gusto y Sasuke lo rodeo por el cuello para profundizar un beso, un beso que les supo a tabaco y alcohol, pues el rubio había estado bebiendo mientras que el azabache había estado fumando. Un sabor que los atraía demasiado.

Ahora eran pareja, estaban felices y no tenían tantos problemas, aquel te amo que le había dicho Naruto en aquel tiempo había sido sustituido por muchos pero jamás lo iba a olvidar. 

 

 

FIN 

Notas finales:

Espero les haya gustado este final, que tengan un lindo día!!! 

 

Hasta luego y espero verlos en otros fic's que estoy realizando! 

 

 

Gracias a todos los que siguieron mi historia hasta el final y a los que tuvieron paciencia de ver que era lo que iba a pasar! 

 

Saludos. ! 


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