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Crea, pinta y sueña... por Samy_DBS

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Notas del capitulo:

Gracias por sus 3 rw! Realmente me animan chicas :3

Y pues como estoy entusiasmada con este proyecto, aquí tienen el segundo cap.

Una disculpa, olvidé poner que es un Sasunaru, pera ya está arreglado.

Las letras en negrita se usarán cuando un Alfa utilice "la voz"

Espero os guste. 

Bye bye 

 

 Estaba en pleno otoño, le costaba creerlo, había perdido la noción del tiempo de cuando llegó a Himmelstrasse.

 

-Escuché que es tu cumpleaños – mencionó su compañera y amiga.

 

-Ajá. –Asintió sin prestar mucha atención.

 

-Ten. –Le dio un botón dorado con un zorro de nueve colas grabado en el.

 

-¿De donde lo sacaste? –Lo tomó en sus manos admirando al extraño animal.

 

-No preguntes y agradece, eso me costó un ojo de la cara. –

 

-Gracias Sakura. –

 

Acudían a la cual era su escuela, una gran edificio en el cual había una enorme cruz reluciendo imponente bajo el sol.

Y sobre todo, relucían en cada rincón estandartes rojos con el inconfundible símbolo nazi, se mecían orgullosos en el viento.

 

Naruto los observó fijamente. Al ver esa bandera ondeante le era imposible no recordar una casa en llamas, llanto y otras escenas que permanecían borrosas en su mente.

 

-Hey dummkopf – Volteó reconociendo al instante que el insulto era para su persona.

 

-No lo molestes Schmeikl – Intervino la ojiverde.

 

Es hora de hacer una pequeña aclaración. Como mencioné antes Naruto ingresó a la escuela de su ciudad pero, debido a su falta de conocimientos se le desterró de manera humillante con los niños más pequeños, con los que empezaban a aprender el abecedario. Aunque Naruto fuera un pálido saco de huesos, se sentía gigantesco entre los párvulos y a menudo deseaba palidecer hasta desaparecer por completo.

Volviendo al tema inicial; Pero fue gracias a su madre Haku que logró salir de ese agujero lleno de pequeñas cabecitas llenas de nada.

 

Y aunque el hecho de ser mandado con los niños de grado inferior ya era un motivo de burla, las cosas siguieron bien hasta cierto día de verano.

 

Su profesora, la cual resultó ser una monja, había decidido aplicar un pequeño examen de lectura. Nervioso por poner a prueba todos sus estudios esperaba con ansias que la mujer dijera su nombre.

Al parecer era el último de la lista, incluso preparó su garganta y casi en automático estaba por levantarse de su pequeña silla de madera.

 

-Muy bien eso es todo. –Dijo la religiosa, Naruto no podía creer que había sido ignorado.

 

Debía haber un error, quiso protestar pero su voz ni siquiera salió con la potencia adecuada para llamar la atención de la profesora. Resignado y decepcionado comenzó a tomar nota en su cuaderno.

 

-Hermana María. –Se escuchó la voz de una niña desaliñada con ojos verdes y llamativo cabello rosa. –Creo que se ha saltado a Naruto- la corrigió levantando la mano.

 

La hermana María.

No parecía complacida.

 

Dejó caer la carpeta sobre la mesa que tenía delante y escudriñó a Sakura con resignada desaprobación. Casi melancólica.

 

-No – Contestó terminante. –Me temo que él no puede hacerlo, Sakura. –La profesora miró al niño con extrañas marcas en las mejillas buscando su aprobación.

 

Naruto se aclaró la garganta.

 

-Puedo hacerlo ahora, hermana.- repuso con voz baja y desafiante.

 

La mayoría de los niños miraba en silencio, algunos otros reían tontamente. Por otro lado a la monja se le acabó la paciencia.

 

-¡No, no puedes…! ¿Qué estás haciendo? –

 

Pues Naruto se había levantado y avanzaba lentamente, tieso como un palo, hacia el frente de la clase. Recogió el libro y lo abrió por una página al azar.

 

-Muy bien –accedió la hermana María. -¿Quieres hacerlo? Hazlo. –

-Sí, hermana. –

 

Tras una breve mirada a Sakura. Naruto bajó los ojos azules y estudió la página. Cuando volvió a levantar la vista, todos los niños estaban impresionados, justo ante sus ojos, y en un momento de gloria se imaginó leyendo la página con total fluidez y sin cometer ni un solo error, triunfante.

 

-No tenemos todo el día. –La voz de trueno de la profesora lo sacó de su ensoñación.

 

Sus latidos eran cada vez más fuertes. Las frases se desdibujaban.

De repente la página blanca parecía escrita en otro idioma, no pudo evitar que se le saltaran las lagrimas. Ni siquiera podía distinguir las palabras.

 

Se le ocurrió una solución.

 

Tomó aire, empezó a leer, pero no el libro que tenía delante sino un extracto de “Carpintería Todo lo que debes saber” Capitulo tres: <> Lo había memorizado al oír a su padre.

 

-Las herramientas son los instrumentos que usa el carpintero para ejecutar sus diversos trabajos –Leyó –deben ser numerosas y variadas y con mayor razón si el trabajo es delicado y preciso. –Volvió a tomar un rebujo de aire. –La mayor parte de las herramientas son cortantes, cuando… -

 

Se acabó.

Le arrancaron el libro de las manos.

 

-Naruto, al pasillo- le ordenaron.

 

Mientras le propinaban un pequeño Watschen, tras la mano castigadora de la hermana María oyó a los demás riéndose en clase. Los vio. Los niños impresionados. Burlándose y Carcajeándose. Bañados por la luz del sol. Todo el mundo se reía menos Sakura.

 

Ahora volviendo al presente.

 

Ese era Alex Schmeikl, el que encabezaba las burlas al flacucho rubio, se acercaba con seguridad debido a su pronunciada estatura.

 

-Hey Naruto, tengo una duda ¿podrías decirme que dice aquí? –Le señaló una pequeña línea de letras en un libro. Se echó a reír con una petulante risotada. –Vamos Dummkopf

 

Los demás niños que se acercaban para unirse a las burlas corearon la palabra Dummkopf para hacerlo rabiar.

 

-No les hagas caso –Aconsejó Sakura animándolo a entrar a clases.

 

-Es fácil decirlo, tú no eres el tonto de la clase. –A pesar de sus palabras aceptaba la idea de ignorarlos e ir a su salón.

 

-Vamos Naruto. –Sin embargo Alex Schmeikl insistió metiéndole el libro por debajo de la nariz. –Échame una mano, anda –Esta vez lo empujó.

 

Naruto se la echó, y bien echada.

 

Se levantó, cogió el libro, y mientras Alex volvía la cara para sonreír a los otros niños, Naruto lo empujó y le dio una patada con todas sus fuerzas en las inmediaciones de la ingle.

 

En fin, como ya imaginarás, Alex Schmeikl se retorció y, al hacerlo recibió un puñetazo en la oreja. Cuando cayó al suelo, lo abofeteó y arañó hasta que quedó anulado por un niño completamente consumido por la rabia. La piel del chico era cálida y suave, al contrario de los nudillos y uñas de Naruto, dignos de temer a pesar de su tamaño.

 

-Saukerl. –También lo arañó con la voz. –Estúpido. ¿por qué no me deletreas estúpido?

 

Los niños se apiñaron en un corro, rápidos como… bueno, rápidos como niños atraídos por la fuerza centrífuga de una pelea. Un mejunje de brazos y piernas, de gritos y ánimos fue espesándose a su alrededor para dar testimonio de cómo Naruto Uzumaki daba a Alex Schmeikl la paliza de su vida.

 

-¡Hey! – gritó alguien mayor, alertado por el escandalo proveniente de aquella bolita de niños extasiados. Se abrió paso empujando a algunos infantes. –Ustedes dos deténganse – La inconfundible orden que solo un Alfa podría dar con una voz cargada de poder.

Sus movimientos se detuvieron, para Naruto tan solo unos instantes pues, en cuanto sintió una mano grande separarlo bruscamente lanzó un arañazo en defensa propia.

 

Tres marcas rojas se abrieron paso en una mejilla pálida cual nieve, una mueca de dolor se hizo presente. –Dije que te quedaras quieto –Dijo casi gritando.

 

Naruto se estremeció bajando la cabeza al instante en una muestra clara de sumisión.

 

La hermana María con andar de pato se abrió paso entre el escandalo. –¡Jesús, María y José! –Exclamó al notar al niño en el suelo y después al joven con tremendo arañazo en la cara. –Una disculpa Joven Sasuke. –Dijo apenada. –Este niño –Miró mal a Naruto.

 

El pelinegro le dirigió una mirada al niño causante de tal desastre y luego a la monja. –No se preocupe. –Dijo sin más. –Lo dejo en sus manos. –mencionó refiriéndose al rubio.

 

Miraba atento al chico que se interpuso, portaba un abrigo marrón con el inconfundible escudo nazi en el hombro. Lo supo de inmediato, aquel muchacho pertenecía a lo que se conoce como Juventudes Hitlerianas. Pero poco fue lo que vio cuando sintió la mano de la hermana tomarlo fuertemente de la oreja llevándolo a rastras dentro de la escuela.

 

Algo que nuestro pequeño campeón de pesos pesados no sabía es que esa no era la primera ni ultima vez que se encontraría con Sasuke.

 

Por otra parte mientras Alex Schmeikl sonreía burlón al saber lo que le esperaba al rubio, déjame decirte que años más tarde Naruto le causaría un dolor aún más grande que la patada en la entrepierna que recibió ese día.

 

CONTINUARA…

Notas finales:

Regalenme un rw :'v

<> Watschen: Un buen azote.

                        Saukerl: (Pronunciado tal cual) se usa para insultar al hombre;                            vendría siendo algo como "cerdo" "asqueroso"

                        


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