Respiro profundo llenando sus pulmones del frio aire de su habitación, el día era lluvioso y él no había cerrado el ventanal, dejando que las pequeñas y veloces gotas mojaran el suelo, las cortinas y algunos muebles. No sabía cuánto tiempo había estado sentado en el filo de la cama mirando sus manos mientras mil cosas pasan por su cabeza, amenazándolo con volverlo loco. Tenía que tomar decisiones importantes, pero su mente no dejaba de divagar, de ir y venir entre recuerdos o preguntas que ya no tenían importancia.
Una voz en su cabeza le decía, siempre mintió y otra le contestaba, él te ama, pero la voz anterior se levantaba con fuerza y gritaba para dejar en claro: no lo hizo, no podía, su mente nunca abandono los 40s.
Sus días se habían reducido a esas largas platicas con él mismo que lo único que lograban eran confundirlo más.
Después de Siberia los días se habían vuelvo silenciosos, largos, pesados de llevar, la soledad del complejo lo había llevado a considerar en más de una ocasión tomar el teléfono y marcar el número de Bruce, pero, su amigo se había ido por una razón, no podía ser tan egoísta de hacerlo volver solo por un capricho.
El teléfono en su bolsillo vibro con la entrada de un nuevo mensaje.
“todo está listo ya puedes bajar”
-Helen.
Había tenido que recurrir a todo el valor que le quedaba en el cuerpo para tomar la decisión de dejar que Helen le hiciera los exámenes necesarios para saber más de su “situación”
Se levantó de la cama y camino hasta la zona médica, entro a la habitación donde había quedado en encontrarse con la Doctora y cerró la puerta.
-empezaremos por averiguar cuan avanzado estas --- Tony soltó un largo suspiro y asentó con la cabeza.
Después de varios exámenes y un incómodo silencio mientras esperaban los resultados Helen le entrego el documento donde estaba toda la información que habían logrado recolectar.
-nada de esto tiene sentido --- dice Tony cuando termino de leer --- ¿13 semanas? Y ¿Cómo que no es el primero? No entiendo nada ¿estuve así antes? ¿y porque no se nota? ¿Qué está mal? no debería sentirme ¿diferente? ¿esto se puede repetir?
Si antes su mente estaba hecha un lio ahora sí que era cierto se estaba volviendo loco, lo que leía en vez de aclararle sus dudas le había provocado más.
-Tony, Natasha te inyecto hace dos años y unos meses aproximadamente, es posible que en el trascurso de ese tiempo ya se hubiera dado esta situación, pero como el útero y los ovarios no eran no suficientemente maduros el embarazo no se dio… es común que eso pase, en madres jóvenes --- mierda estaba seguro que ese torrente de hormonas que corría por su sangre lo estaban volviendo lento.
- ¿quieres decir que he tenido abortos? ¿Cómo? ¿no debería darme cuenta de eso? --- Tony intento no sentirse incomodo cuando la Doctora dijo Madres Jóvenes, él no era ni la una ni la otra.
-quizás solo fueron una pequeña molestia, un dolor de estómago o un malestar repentino… ¿has tenido algún tipo de sangrado? --- la piel del cuello del Tony se erizo ante la pregunta.
-no, yo nunca he… --- recordó algo --- la vez que me desmayé y caí por las escaleras, ustedes dijeron que no sabían de donde venía la sangre --- sin saber porque su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no lloro, se negaba a caer en las manos de sus hormonas.
¿había abortado? Recordó los días previos al incidente, no había comido ni dormido, solo había tomado mucho café y energizantes ¿había sido su culpa?
-Tony para ese entonces el suero aún no había terminado su trabajo los órganos no eran capaces de sostener un feto --- dijo Helen como si hubiera adivinado lo que estaba pasando por su mente, pero ya era tarde, en su cabeza había entrado la idea de que toda la culpa había sido suya.
- ¿crees que estaba vez se logre? --- pregunto cuando logro tranquilizarse un poco.
-tus órganos están en la cima de su fertilidad y madures es lo más seguro, cuídate, come, duerme he intenta no caer en la depresión, eso lo afectaría, busca un pasatiempo --- Tony asentó con la cabeza.
- ¿Por qué no crece? ¿Por qué no lo siento o porque no tengo ningún síntoma? --- dice Tony mientras mira su vientre plano inconscientemente.
-todos los embarazos son diferentes, hay mujeres que el único cambio en todo el embarazo son unos pocos kilos demás.
Tony volvió a asentir con la cabeza y tomo aire lo que iba a decir no era fácil.
-no es la primera vez, así que esto puede repetirse --- quería tener todo bien claro, ahora fue Helen la que asintió --- quiere decir que tendré ciertos periodos en los que podre volver a ya sabes… --- otro asentamiento de cabeza --- dime que no tendré que pasar por… --- Tony se puso rojo, nunca en su vida pensó tener que preguntar algo así --- ya sabes… eso…
-no --- lo corta Helen entendiendo perfectamente sus dudas --- según tus exámenes tu ovulación se produce por el estímulo del sexo --- la doctora se aclaro la garganta --- aunque si puede que pases por periodos de ovulación espontáneos.
- ¿puedo evitar que eso pase? El ovular --- ridícula, esa era la palabra perfecta para definir la situación, ridícula.
-no sé si en ti sirvan los métodos convencionales, necesitare hacer más exámenes, así que, por ahora si quieres evitar otro embarazo --- Helen mete la mano en uno de sus cajones saca algo y se lo tira a Tony --- usa eso.
-pero ya lo estoy no puedo estarlo otra vez.
-ha habido casos --- Tony miro el condón el su mano hizo una mueca, porque realmente no le gusta esa cosa y la guardo en su bolsillo… nunca se sabía.
-está bien --- dice Tony, aunque no creía que lo fuera a usar, últimamente estaba muy… desganado.
-eres valiente al decidir tenerlo --- le sorprendía ya que Tony se había mostrado muy relación con la idea desde el principio.
-bueno está bien, completo y aparentemente sano --- dice Tony mientras recuerda lo dicho por la Doctora hacia unos momentos cuando le hicieron la ecografía, ella se había ofrecido a imprimirle la imagen, pero él se había negado --- no estoy seguro de que las cosas salgan bien, pero lo intentare. Buscare a alguien que lo quiera, alguien que pueda ser un buen padre o madre, alguien que le dé una vida normal --- Helen parpadeo varias veces.
- ¿piensas darlo en adopción?
-no puedo ser tan egoísta, a veces no soy capaz de cuidar de mí mismo mucho menos sería capaz de criar a un niño, sin mencionar que con toda la basura que tengo en mi vida justo ahora es lo último que necesito… mírame Helen un niño no puede crecer normal en este ambiente y conmigo de ejemplo, yo no debería tener un hijo… ninguno de nosotros debería hacerlo --- dice Tony refiriéndose a los Héroes en general y se pone en pie--- eso debería ser una regla. *
-no sé qué decir, es tu decisión… solo piénsalo bien--- dice Helen.
-no creo cambiar de opinión, es lo mejor… gracias por tu tiempo --- dice Tony y sale del lugar.
-si tienes alguna duda háblame --- es lo último que escucha al salir de la habitación.
Saco el teléfono de su bolsillo y marco un numero rápido y sin pensarlo, eran demasiadas cosas para llevarlas él solo, nunca en su vida había anhelado tanto la compañía de alguien como en esos momentos y se odio por eso, por ser tan débil, por sentirse tan ahogado.
- ¿Quién habla? --- la voz al otro lado de la línea sonaba extrañada, pero lo hizo soltar un largo suspiro de alivio, trago el nudo que se había formado en su garganta.
-Bruce, te necesito.
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Lo último que esperaba Natasha al tocar la puerta de la cabaña, era que Clint al abrirla y verla, instantáneamente la abrazara con fuerza.
Ella correspondió el abrazo y acaricio el cabello de su amigo en un intento de trasmitirle tranquilidad, lo sentía terriblemente tenso y temblaba, estaba notoriamente alterado, sabía que algo estaba mal, sabía que debería haberlo buscado desde antes, no dejar que pasara tanto tiempo.
Cuando el rubio se apartó lentamente y Natasha pudo ver bien su aspecto paso saliva con dificultad.
Se había dejado crecer la barba, tenía inmensas ojeras, había perdido peso y sus nariz y ojos estaban rojas como si no hubiera parado de llorar, sin mencionar el fuerte olor a alcohol que transpiraba. Estaba hecho un total desastre.
-lo siento --- dijo el rubio --- quería llamar, pero… yo simplemente no pude, fui un hijo de puta la última vez que nos vimos --- Natasha negó con la cabeza.
-nada de eso… ¿Qué sucedió? --- ¿Qué había llevado al agente a ese estado?
-he tenido unos meses difíciles.
-Clint… confía en mí.
-es algo difícil de creer --- el rubio camina al interior de la cabaña siendo seguido por la agente.
-a estas alturas nada es difícil de creer --- Clint asiente con la cabeza y se sienta en un sofá de su sala para después hacerle un gesto a Natasha para que ella también lo haga. Había cargado con el peso de su estupidez solo durante meses y no le había hecho nada de bien, necesitaba hablar con alguien, solo esperaba que su amiga no se decepcionara de él.
-tienes que saber que nada de lo que voy a decir es mentiras, así que por más imposible que parezca, es la verdad… --- el rubio suelta un largo suspiro y empieza a contarle todo con detalle.
Le conto de su charla con Loki, de cuando decidió aceptar lo que le ofrecía, de cómo cayo en cuenta de su error demasiado tarde, de cómo se sintió con la partida de Bruce. Para ese momento le fue imposible no comenzar a llorar, cada tanto tomaba grandes bocaradas de aire para poder continuar.
Le conto de lo perdido que se sintió y que por eso había decidido irse, de cómo había renegado de su estado y el precio tan alto que había tenido que pagar por haberlo hecho, le conto que cuando salió del hospital vago por unas semanas en Nueva York siendo incapaz de decidir si volver al complejo, que en ese momento necesitaba a su amiga pero no fue capaz de buscarla y en vez de eso había empezado a beber, que no era capaz de detenerse, y que al final volvió a la cabaña y hasta el día de hoy no había salido de estaba a no ser que necesitara comida o alcohol.
-Clint… --- tuvo que apretar los dientes para no comenzar a llorar al igual que el rubio. Era una mujer fuerte, entrenada y capaz, pero era humana y ver a su amigo vuelto mierda, le revolvía el estómago como a cualquier otra persona en su situación.
-fue mi culpa Nat lo perdí por mi estupidez y me perdí a mí mismo, no soy capaz de ser lo que era antes, las manos no me dejan de temblar y mi vista se volvió borrosa, ya no soy lo que era, ya no sé que soy.
Natasha se paró de su asiento y se sentó al lado de Clint para pasarle la mano por la espalda y abrazarlo, Clint había tenido que pasar por mucho y lo había hecho solo, su historia había sido algo que cualquier otra persona no hubiera sido capaz de creer, pero ella había visto y escuchado mucho para que tuviera alguna duda de la veracidad de las palabras de su amigo. Sin mencionar que solo había que ver al rubio para saber que era sincero, que su dolor era profundo.
-ya estoy aquí, te juro que vamos a encontrarte… perdóname por haberme demorado tanto --- Clint siempre había estado ahí para ellas, incluso cuando lo Helen, cuando ella era la que estaba desecha --- todo hemos cometido errores y más cuando hay sentimientos involucrados, ni tú, ni yo, ni nadie es la excepción.
Y ella sí que sabía de eso, ella que se había enamorada de la mujer que tenía que vigilar por órdenes de S.H.I.L.E.D para descartarla como amenaza, ella que había fallado al protegerla y por su culpa habían terminado en el hospital, por su culpa Helen la odiaba y pensaba que todo había sido solo “parte de la misión” que nada de lo que paso entre ellas había sido real, cuando en verdad fue lo más verdadero en toda la vida de la agente.
-llegaste justo a tiempo --- dice Clint he intenta sonreírle a la agente.
Natasha en realidad desconocía lo a tiempo que había llegado.
Clint tenía un plan.
La carta ya estaba escrita, los asuntos legales ya estaban organizados, lo único que faltaba era tirar del gatillo y estaba totalmente dispuesto a hacerlo, no tenía nada ni nadie por lo que valiera la pena respirar un segundo más.
Pero justo cuando el cañón del arma entro en su boca y su dedo toco el gatillo.
Escucho que tocaban la puerta.
La agente le había salvado la vida, lo había salvado de él mismo.
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Termino de empacar todas sus cosas, se dirigió a la salida de la habitación y cerró la puerta tras él cuando estuvo afuera, no podía quedarse en ese lugar, no con la cantidad de recuerdos que guardaban con celo las paredes.
Dolía demasiado dormir en una cama que olía a él y despertarse en la mañanas con el reflejo de estirar el brazo y sentir su cálido cuerpo, pero solo encontrando las sabanas frías, dolía el no ser capaz de abrir el armario por saber de ante mano que aun habían prendas de Steve hay colgadas, dolía entrar al baño y ver su puto cepillo de dientes y las toallas perfectamente organizadas por orden de tamaño por su estúpida obsesión con la perfección y que él no había sido capaz de tocar, dolía como el infierno cada maldito lugar de esa habitación infestado de sus recuerdos, de su jodida risa, de sus jodidos sermones, se su nombre entre jadeos y gemidos.
Simplemente dolía y él no era tan fuerte.
-Vis, me alegra verte --- dice Tony cuando se encuentra Sintezoide en su camino a la salida.
- ¿va de viaje señor Stark? --- dice Visión al ver que Tony llevaba maletas.
-algo así… ¿podrías hacerme un favor?
-si esta entre mis capacidades, por su puesto.
-si la Doc. Helen pregunta por mí, dile que estaré bien, que hare lo que ella dijo --- Visión bajo la mirada como si estuviera meditando sobre algo.
-no piensa volver ¿verdad? O al menos no pronto.
-no Vis, necesito alejarme de todo esto.
- lo entiendo más de lo que cree --- a Visión también le costaba estar en el complejo, tan solo y silencioso, tan ausente de Wanda de su risa, de su consejos y regaños… quizás eso era lo que significaba extrañar y por eso los humanos decían que dolía --- ¿puedo acompañarlo? Este lugar es muy grande para mí solo --- Natasha se había ido, Rhodey estaba en coma y él estaba de salida, Visión quedaría solo… no podía hacerle eso.
-por supuesto, empaca lo que necesites, te espero en el auto --- dice Tony y piensa en mejor mandarle un correo a Helen.
- ¿puedo preguntar a dónde vamos? --- una expresión de alivio muy humana lleno el rostro de la Visión.
-al único lugar igual de seguro y primado que este, mi torre --- al menos en ese lugar los recuerdos de Steve no eran tan fuertes, si fuera por él se iría tan lejos como fuera posible, se mudaría de planeta para alejarse del dolor, pero necesitaba un lugar seguro y equipado para lo que pudiera venir en los próximos meses.
Minutos después ambos estaban en el auto listos para irse, antes de que Tony arrancara vieron cómo se acerca un hombre de edad avanzada y vestido de repartido de correo con una pequeña caja en las manos.
No le dio demasiada importancia y dio marcha al auto saliendo velozmente del lugar, sin mirar atrás.
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Desde que había llegado a Wakanda después de haber ayuda a su equipo a fugarse de la Balsa, los días eran más de lo mismo.
james pasaba los días mayormente en silencio, metido en sus pensamientos, ignorando todo lo que había a su alrededor. Aunque a veces en la noche se podían escuchar sus gritos por culpa de alguna pesadilla, él lo entendía a la perfección, él mismo había tenido y aun tenia pesadillas. La primera vez que lo escucho quiso ir y preguntar cómo esta o si necesitaba algo, pero conocía a James y sabía que lo que más necesitaba en esos momentos era estar solo.
Sam y los demás, intentaban acoplarse a su nuevo ambiente, pero era notorio que a algunos les hacía falta algo, Wanda, por ejemplo nunca despegaba la vista del horizonte, como esperando que algo o alguien llegara en cualquier momento, en su rostro siempre se podía distinguir la añoranza.
Sabía que había hecho lo correcto, pero quizás no lo había hecho de la mejor manera.
Recordó el momento en que Tony le dijo que el escudo no le pertenecía, se quiso convencer a si mismo mientras lo soltaba que no significaba nada, quiso pensar que ese pedazo de Vibranium era insignificante… no lo era, ese escudo era parte de él, de su pasado y presente, había dejado una parte de él al soltarlo y otra al dejar a Tony atrás.
Tony…
Un largo suspiro salió de entre sus dientes al pensarlo y un recuerdo algo borroso paseo por su mente.
La mañana era fría y la lluvia azotaba el ventanal a la espalda de Tony llenándolo de múltiples goteras que muy pronto emprendía una carrera por el vidrio, él le sonreía sin abrir los ojos por algo que había dicho, pero en esos momentos no recordaba mientras rotaba un poco en la cama para quedar sobre su estómago asiendo que las sanabas se corrieran y lo descubrieran hasta un poco más abajo de la cintura, dejando que Steve viera los hermosos húyelos que indicaban el final de su espalda.
Levanto su brazo y comenzó a hacer figuras con sus dedos en la espalda de Tony quien solo volvió a sonreír y hundió más su rostro en la almohada mientras Steve veía como la piel bajo su tacto se erizaba con ferocidad, algo que la fría mañana no había logrado hacer.
Esos momentos tan escasos como perfectos por la vida que llevaban eran lo que más le dolía recordar.
No me mientas Rogers, lo sabias…
Salió bruscamente de su recuerdo cuando otro menos grato intervino.
Esta mañana también llovía, pero esta vez no había piel erizándose para él.
Apretó los puños con fuerza, ya no había nada que hacer, todo estaba hecho y nada cambiaria.
Tony había logrado hacerlo sentir de una manera intensa tantas cosas que le eran difícil enumerarlas y por un momento pensó que le bastaba, que podía seguir adelante, pero… no podía planear un futuro con un pasado revuelto e inconcluso. Simplemente no podía abandonar a la persona que había estado ahí para él cuando nadie más estuvo, la persona que lo era todo cuando no tenía nada. No esperaba que Tony lo entendiera, no esperaba que nadie lo entendiera.
Lo que nunca pensó o creyó posible es que sentiría tanto su ausencia, su calor por las noches, el olor a café en las mañanas, sus burlas y comentarios sobre su edad, su manera tan particular de decirle que lo quería, sus marcadas ojeras después de desvelarse, sus dedos rozando su espalda después de hacer el amor, sus labios sobre los suyos, sus susurros que lograban erizarle la piel con a vergonzante facilidad, su sonrisa arrogante, su cabello despeinado y su manía insoportable de llevarle la contaría… ¿Cómo podía extrañar hasta los defectos que lo desesperaban de él? ¿Cómo podía extrañar lo que un día lo hizo odiarlo?
yo te amo Steve…
Tony solo había dicho esas palabras una vez de manera directa y él había sido un estúpido al no encontrar como contestarle, había presenciado un suceso extraordinario y no supo que hacer.
Un dolor se acomodó en su pecho al caer en cuenta que nunca más volvería a escuchar esas palabras de los labios de Tony, hacerse a la idea iba a ser difícil al igual de no tenerlo a su lado, pero lo haría, lo haría como lo hizo cuando despertó en un siglo diferente al suyo, lo haría porque era lo único que podía hacer.
Todos los días se repetía lo mismo con la intención de poder creer en lo que decía.
Cerro los ojos con fuerza, y negó con la cabeza intentando alejar la imagen de su rostro cansado, decepcionado y dolido, nunca había querido hacerle daño.
-Steve --- una voz a su espalda llamo su atención, volteo para mirarlo --- ¿puedo pasar? --- Steve asintió con la cabeza.
James entro en la habitación y se sentó al lado de Steve en el sofá que quedaba mirando al enorme ventanal.
James toco su hombro izquierdo al sentir una pequeña incomodidad, había sido difícil acostumbrase a vivir con un solo brazo.
- ¿sucede algo?
-no… bueno en realidad, tome una decisión y quiero que lo sepas --- James miro a su amigo a los ojos y con toda la tranquilidad le dijo --- quiero volver a criogenizarme.
- ¿Qué?
-con lo de Zemo nos quedó claro a todos que aún no hay algo bien en mí, soy un peligro.
-James…
-no discutiré esto Steve, lo voy a hacer al menos hasta que descubran si hay manera de arreglarme… no quiero hacerle daño a nadie --- a Steve no le gustaba que Jame se refiera a sí mismo como un objeto, como si fuera un auto con fallas.
-está bien… si estás seguro de hacerlo, hazlo --- Steve baja la mirada hacia sus manos y suelta un largo suspiro sintiéndose repentinamente algo ansioso y mareado.
Después intentaría convencerlo de que congelarse no era la mejor opción, pero por ahora no quería llevarle la contraria, no cuando por fin volvía a confiar en él para contarle algo. En su opinión eso ya era de por si un paso enorme.
Una punzada de dolor atravesó su cabeza, haciéndolo fruncir levemente el ceño.
Hacia algunos meses no se sentía bien, hasta había llegado a vomitar algunas veces, no podía negar que eso lo preocupaba ya que se suponía que un súper soldado no se enferma, pero los médicos le dijeron que todo estaba bien y totalmente en orden, no lo entendía.
El silencio callo en habitación y ambos dirigieron su mirada al ventanal perdiéndose en sus pensamientos por unos minutos, hasta que James volvió a hablar sacándolo de sus pensamientos y descolocándolo un poco.
-lo extrañas ¿verdad? --- la repentina pregunta hizo que Steve arrugara en entrecejo confundido.
- ¿perdón?
-a tu amigo el de la armadura, el hijo de Howard, lo extrañas --- una sonrisa nerviosa cruzo su rostro ante las palabras de James, se le había olvidado cuanto lo conocía el castaño, a pesar de todo, el haber cambiado tanto, él parecía aun ser capaz de leerlo como un libro abierto.
-si, a él y a los otro, llevábamos tiempo siento un equipo --- intento quitarle relevancia a Tony.
-pero él era diferente, vi cómo se miraban, no lo hacían como dos ex compañeros de equipo, lo hacían de una manera más profunda, más personal, él te gritaba algo con la mirada y tú le contestabas de igual manera --- un leve tono rosa fue cubriendo todo su rostro con cada palabra de James.
- …éramos más que compañeros, más que amigos en realidad --- no tenía caso mentir y tampoco quería hacerlo. James asintió con la cabeza.
era la primera vez que decía eso en voz alta o hablaba de eso con alguien, si era verdad que posiblemente todo el equipo supiera lo que había entre ellos, ya que no habían sido nada discretos, después de todo dormían juntos, pero nunca habían dicho nada y nunca nadie pregunto.
Después de que empezaron a hacer las cosas bien y ser serios, todo entre ellos había sido orgánico, natural, como si llevaran toda la vida estando juntos.
Soltó un largo suspiro y sintió como se llenaba de una tristeza abrumadora…
Llámame.
Pensó al recordar el viejo teléfono que le había mandado, sabía que nunca serian lo de antes y que entre ellos se había abierto una brecha difícil por no decir imposible de cerrar, pero quizás, solo quizás podrían volver a ser amigos… al menos compañeros si se tenía que dar la ocasión.
-siempre supe que bateabas de ese lado --- dijo James al notar como el gesto de Steve había decaído con la intención de animarlo un poco y desviar el tema del hijo de Howard. El leve tono rosa en el rostro de Steve se volvió más intenso en sus mejillas y estaba vez llego hasta sus orejas, el rubio lo miro con los ojos abiertos.
-yo… ¿Cómo? --- se había quedado sin palabras, James sonrió levemente.
-no había otra razón para que no les prestaras atención a ninguna de las chicas que te presentaba… y para que tus ojos no se apartaran de mi trasero --- Okay Steve acaba de inventar un nuevo tono de rojo, James rio suave al verle la expresión haciéndolo reír a él también, eran pocas las ocasiones en las que se le podía ver tan relajado, y más aun teniendo en cuenta el principal motivo por el que había ido a su habitación.
-no te miraba el trasero --- el rubio le sigue el juego y por un momento sintió que estaba hablando con el Bucky juvenil y jovial con el que había crecido.
-sí que lo hacías --- siguieron riendo por un momento hasta que ambos soltaron un largo suspiro, se habían perdido en sus recuerdos.
-me gustabas --- ahora era James el sorprendido --- pero nunca fui capaz de decirlo, eran tiempos difíciles para tener esos sentimientos y era evidente que lo tuyo era otra cosa… así que, pensándolo bien, si puede que le haya echado una que otra mirada a tu trasero.
Steve se alegró saber que James aun podía sonrojarse.
-yo…
-hace mucho entendí que siempre serias mi amigo --- mentira, Steve nunca se hubiera rendido, si no lo hubiera visto caer del tren y pensado que estaba muerto jamás hubiera pensado en estar con otra persona… en realidad el haber estado con Tony había sido lo que le confirmo que se podía enamorar de alguien más.
James asintió con la cabeza y no pregunto más entendiendo que era un tema incomodo para él rubio.
-si me gustaran los chicos, serias mi tipo.
- ¿estas intentando consolarme? --- james asiente con la cabeza y Steve ríe --- gracias entonces.
El silencio se volvía a hacer presente.
-sabias que ya me conocía con tu amiga, la pelirroja --- James estaba hablando más de lo que lo había hecho durante los días que han estado en ese lugar, algo que lo tenía sorprendido.
-sí, ella me conto algo.
-me habían mandado a eliminar a una Doctora que trabajaba para el hijo de Howard, ellas estaban justas, discutían por algo, cuando me vio y me reconoció por los reportes que había sobre mí. Se puso delante de mi objetivo, no me importo y dispare… --- James cierra los ojos por un segundo ---si la vuelves a ver dile que lo siento --- ahora lo entendía James se estaba despidiendo, posiblemente pensaba que nunca volvería a ser descongelado ya que era considerado una amenaza.
-ella lo sabe.
-aun así, díselo, por favor.
-lo hare… --- James volvió a suspirar y agacho la cabeza, el silencio se extendió por unos minutos, hasta que Steve lo rompió, no porque fuera incomodo, solo porque tenía hambre --- voy a prepararme algo ¿quieres venir?
James pareció pensarlo por un momento y después asintió, ambos se pusieron el pie al mismo tiempo. Pero Steve no pudo dar el primer paso ya que el mareo que hacia un rato sentía se intensifico y casi cae al suelo si no es porque la mano de James se lo impido.
- ¿estás bien? --- Steve asintió con la cabeza respiro profundo y comenzó a caminar siendo seguido por un no muy convencido James que lo veía tambalearse de vez en cuanto.
Cuando llegaron a la cocina el castaño vio como Steve buscaba en varios lugares algo que picar, sacando varias cosas y las puso sobre la mesa.
-esto estará bien --- dice Steve mientras destapa un frasco.
-tendrás un dolor de estómago… --- James arruga la nariz al ver como Steve se lleva a la boca un pedazo de zanahoria recién cortada que acaba de sumergir en un frasco de Nutella.
-de que hablas, esto sabe bien ¿quieres? --- James negó con la cabeza, camino por la cocina y se sirvió cereales en leche.
-me quedo un lo tradicional --- dice mientras empieza a comer y evita mirar lo que su amigo estaba haciendo para no perder el apetito.
-tú te lo pierdes --- dice Steve para seguir comiendo.
Cuando había comido casi la mitad de su tazón sintió la mirada de Steve sobre el así que giro la cabeza para mirarlo.
- ¿Qué? --- pregunto después de tragar lo que tenía en la boca, Steve en realidad no lo miraba a él si no a su tazón.
-nada --- dijo mientras desviaba la mirada y guardando el frasco de Nutella después de haber terminado su zanahoria.
-si quieres, allí quedo cereal y leche, puedes servirte --- Steve jugo con sus dedos, no quería del cereal y la leche que había quedado, quería el que James estaba comiendo.
-no, yo estoy bien… --- James miro confundido a su amigo sin entender que era lo que estaba sucediendo y llevo otra cucharada a su boca viendo como la mirada de Steve seguía sus movimientos.
Steve desvió la mirada, definitivamente se estaba volviendo loco, mejor se iba y dejaba comer en paz a su amigo.
-creo que ya estoy lleno --- dice James captando de inmediato la atención del rubio --- lo quieres, no quiero tirarlo --- en realidad no estaba lleno ni mucho menos, pero la mirada de Steve le decía que en verdad quería de ese tazón, no entendía su actitud, pero supuso que su extraño comportamiento solo era por los niveles de estrés que estaba manejando.
Quería decir que si y tomar el jodido tazón, pero apretó los puños y negó con la cabeza, no podía ceder antes sus estúpidos impulsos.
-mételo en la nevera. Más tarde puede volverte a dar hambre --- James asiente con la cabeza y mete el tazón en la nevera sabiendo perfectamente que cuando volviera por el ya no iba a estar.
-voy a ir a reglar unas cosas, nos vemos después --- dice James y sale del lugar.
No, Steve… no.
Demasiado tarde ya tenía en sus manos sobre el tazón comiéndolo como si su vida dependiera de ello, no pudo evitar pensar que ese era el cereal más delicioso que había probado en toda su vida y que definitivamente se estaba chiflando.
Estaba terminando el tazón cuando Sam entro en la cocina y lo vio en pleno crimen.
-no le digas a nadie lo que viste --- es lo único que dice el rubio antes de salir rápidamente de la cocina sin permitir que Sam dijera algo, dejándolo totalmente confundido ¿Qué tenía de malo que estuviera comienzo cereal?
- ¿algo le pasa al Capitán? --- pregunta Wanda entrando a la cocina después de haber visto a Steve correr a su habitación.
-eso mismo me pregunto yo, ha estado actuando algo extraño, quizás está manejando mucho estrés.
Ambos asintieron, era lo más lógico.
DIAS DESPUES
Lo primero que hizo cuando las puertas del ascensor se abrieron fue abrazar a su amigo, lo había extrañado inmensamente.
-te tardaste, definitivamente si estabas en el culo del mundo --- dice Tony y escucha como Bruce deja caer las maletas que tenía en las manos para devolverle en abrazo.
-lo siento, solo no quería llamar la atención e intente ser discreto al viajar.
-no lo sientas, ya estás aquí… no sabes cuánto siento el haberte hecho volver --- dice Tony mientras se deshace del abrazo, pero no quita las manos de los hombros de Bruce.
-somos amigos Tony, y por más lejos que este, si me necesitas voy a venir --- Bruce ve como los ojos de Tony se cristalizan --- ¿Cómo estás?
Tony le había contado todo durante sus charlas por teléfono los últimos días, no puede negar que al principio se impactó y dudo ya que su amigo era bueno haciendo bromas, pero sus dudas se esfumaron cuando la voz de Tony comenzó a quebrarse y preguntas como: ¿Cómo mierda hago para meterme en estas cosas? Y ¿Cómo sé que saldrá bien todo esto? Seguido de muchas más llegaron a sus oídos.
Tony baja las manos de los hombros de Bruce y hace una mueca, no quería mentir y decir que bien, pero no quería verse ridículo y débil diciendo que mal.
-podría ser mejor… hace un rato hable con Helen para que mandara toda la información que tenía sobre mi caso, quiero que tú te hagas cargo en adelante ¿Qué dices?
-sabes que no precisamente mi campo…
-eres el único en el que confió --- la intensa mirada de Tony lo hizo ceder.
-está bien, pero necesitare la ayuda de Helen, ella sabe más sobre este tipo de cosas y no quiero cometer errores --- Tony asintió, está bien.
Comenzaron a caminar hacia la sala y se sentaron uno frente a otro.
- ¿Cómo te has sentido?
-no he sentido nada diferente Bruce, además de un sueño constante todo sigue igual, Helen dice que a veces sucede eso, que esto… --- dice señalando vagamente su estómago y siendo incapaz de mencionar la palabra embarazo --- puede o no presentar síntomas.
No podía evitar sentirse tremendamente extraño al hablar del tema.
- yo te veo más lleno --- dice Bruces mientras ladea un poco la cabeza con la intención de aligerar el ambiente, Tony frunce los labios y le lanza un cojín que tenía a la mano.
- ¡lleno! --- Bruce suelta una risa al ver el enojo de Tony --- no estoy “¡lleno!” --- otro cojín lo golpeo.
-lo siento, solo era una broma --- dice Bruce y al instante otro cojín le da pleno en el rostro. Tony dejo de atacarlo y también ríe, aunque el buen humor le dura poco cuando cae en cuenta que en unos meses posiblemente no cabera en la ropa.
- ¿has pensado un nombre? --- dice Bruce intentando cambiar de tema para que Tony no piense en cosas innecesarias, pero al parecer escogió un tema aun peor porque el rostro del moreno se ensombreció.
-no, no tiene caso hacerlo.
-no entiendo, me dijiste que lo tendrías --- dije Bruce pjensando que la respuesta de su amigo significaba que pensaba interrumpir el proceso.
-lo tendré… pero no me quedare con él.
-Tony…
-no puedo ser tan egoísta Bruce, él o ella merece alguien responsable, alguien mejor que yo --- Tony se pone en pie y se va sin darle tiempo a Bruce de decir una sola palabra.
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- ¿Cuándo tendrán suficiente? --- pregunta Fandral mientras ve como una criatura se acerca a la puerta de la ciudad.
Después de la muerte de Odín, Thor se había encargado con sabiduría del reino, pero nunca faltaba el ser con malas intenciones que pretendía aprovecharse del cambio de reinado para apoderarse de Asgard, pensando erróneamente que el mundo estaba débil.
Thor soltó un largo suspiro, cada día tenía que ausentarse del palacio para luchar, y aunque Loki comprendía porque lo hacía era notorio que también anhelaba el día en que los ataques cesaran y más ahora que su hijo crecía tan rápido y él se lo estaba perdiendo.
-muy pronto comprenderán que son inútiles sus esfuerzos y te reconocerán como un guerreó de temer --- dice Hogun.
- ¿un troll? --- dice Volstagg cuando llega y también ve lo que se acercaba, nunca en su vida había visto una criatura similar, Thor intento enfocar mejor.
- ¿Cómo llego hasta aquí? --- el dios abrió los ojos sorprendido y confundido al mismo tiempo, al identificar a la criatura que se acercaba.
Era Hulk, pero ¿Cómo era eso posible…? Y además… ¿rojo?
“… tengo razones, razones de sobra, para pedirle al viento que vuelvas, aunque sea como una sombra… tengo razones, para no quererte olvidar, porque el trocito de felicitad fuiste tu quien me lo dio a probar, el aire huele a ti, mi casa se cae por que no estás aquí, mis sabanas, mi pelo, mi ropa, te buscan a ti…”