NUNCA TE DEJARE IR
Veo como tu mirada se fija en mí con mucha tristeza y dolor, me dices que ya es hora, siento como tomas entre tus manos mi rostro y acercas el tuyo para limpiar mis lágrimas con tus labios, me dices que no llore porque nunca estaré solo pero ambos sabemos que esas palabras son simples mentiras para que mi dolor solo disminuya, intento aferrarme a ti y rogarte que no me abandones que nunca desaparezcas de mi lado porque eres la razón de mi existir pero es demasiado tarde, tu ya no estás, intento buscarte, corro con desesperación y grito tu nombre pero ya no respondes, ya no vuelves a mí.
Despierto a media noche llorando como siempre lo hago esperando que me consueles pero eso no va a pasar, porque mi realidad es aún peor, me doy cuenta que a lado de mi cama ya no te encuentras, ese lugar a estado vacío desde hace dos años desde que te separaron de mi lado, no soporto esta sensación de soledad por lo que me levanto con desespero y me dirijo al armario donde aún guardo tus cosas, saco una camisa que tiene todavía tu esencia y me envuelvo en ella, regreso a la cama y me recuesto cerrando mis ojos esperando sentir como si realmente estuviera entre tus brazos y así poder tranquilizarme. Repito tu nombre esperando invocarte desde el más allá para que vengas por mí y me lleves a un lugar donde estés y es que estoy acostumbrado a vivir en un mundo en donde tu existencia siempre estuvo presente pero ya no más… ya no más, desde el día en que partiste he vivido de manera monótona, mis ilusiones, mis sueños se fueron contigo.
Recuerdo aquel día en que te separaron de mi lado, cuando sonó el teléfono del departamento haciendo eco en la solitaria habitación, por una extraña razón no fui a contestar, espere a que alguien más tomara la llamada.
-Kyuhyun necesito que te calmes un poco y escuches con atención lo que te voy a decir – Leeteuk fue el que decidió darme la noticia – Siwon…- al escuchar tu nombre sabía que algo iba mal – fue víctima de un robo – el tono del líder no me gusto porque sabía que eso no era lo peor de la situación – los asaltantes ante el miedo de ser delatados por Siwon le han matado- cuando escuche eso sentí que mi alma abandono mi cuerpo - Kyuhyun, Siwon ha muerto – quedo en un estado de shock ante lo contado, recuerdo que simplemente me levanté y salí del departamento, escucho los pasos de Leeteuk detrás de mí y cuando presiono el botón del elevador para bajar al estacionamiento escucho el sonido de este cuando se abre y veo a Jiwon con lágrimas en los ojos.
-Kyu – fue lo único que pudo decir antes de romper en llanto y abrazarme. – SIWON YA NO ESTA – dice entre sollozos – nos ha dejado -.
-no es cierto- murmuro y refugiándome en el cuello de Jiwon vuelvo a decir – NO ES CIERTO- siento como pierdo las fuerzas en mis piernas por lo que la hermana de Siwon y yo caemos al suelo aún abrazados –Siwon va a regresar, el sigue trabajando- fue lo que pude decir.
- No Kyu él ya no está en este mundo – dice mientras intenta levantarme pero no puede porque soy como peso muerto a lo que Leetuk le ayuda y bajamos, el líder conduce a la casa de la familia Choi y visualizo a su madre que está en la entrada de la residencia, esa mujer que siempre ha tenido un porte imponente, por primera vez la veo indefensa, desvalida, tan cansada, al estacionar el auto ella corre a los bazos de su hija y voltea a verme, extiende su mano hacia mí al lo cual la tomo sintiendo un apretón y me dirige al interior de la vivienda; el lugar está lleno de los familiares de la familia Choi, algunos amigos, miembros del grupo y de la empresa S.M., Leeteuk me dice que si se queda conmigo pero niego con la cabeza por lo que él se dirige donde se encuentra Heechul y Henry.
- Papá ha ido a recoger el cuerpo – fue lo que dijo Jiwon un poco más calmada. Pasan las horas y veo como llega el ataúd empiezo a sentir mi cuerpo helado, veo como tu madre corre hacia tu padre y con las pocas fuerzas que le quedan abren la caja para que se empiece a despedir los seres queridos, Jiwon me vuelve a tomar de las manos – vamos – fue lo único que me dijo, - no puedo – intento resistirme a la petición – por favor Kyu, no quiero hacer esto sola- veo como comienza a derramar de nueva cuenta lagrimas, así que con lo que me queda de fuerzas me levanto y nos vamos dirigiendo al ataúd, vuelvo a sentir débiles a mis piernas y mi llanto se va intensificando con cada paso que doy para despedirme de ti, cuando estuvimos a tu lado supe que era el fin.
- por favor no me sueltes – Jiwon me dijo al momento en que intensificaba el agarre de su mano con la mía, - tampoco me sueltes – fue lo último que dije en aquella noche.
Al verte dentro de esa caja, tan sereno, tan guapo, tan… sin vida supe que también se fue la mía; días después intente seguirte pero supe que no era lo que tú querías, conociéndote me dirías que Dios no ve bien el suicidio por lo que tengo que soportar estar aquí en el mundo terrenal, solo por ti.
Muchas veces e alucinado contigo, te veo leyendo el periódico sentado en el sofá, te veo en la cocina preparando café para ambos y cada vez que me miras me sonríes, se que debería ir con algún psiquiatra para parar estas alucinaciones pero no quiero quitarme mi única felicidad, no deseo que te vuelvan a alejar de mi, si esta es la única manera en la que podemos estar juntos que así sea ya que nunca te dejare ir, hasta el día de mi muerte y después de esta, por toda la eternidad seremos tu y yo, así que espérame Siwon para que una vez más volvamos a estar juntos, con este pensamiento vuelvo a intentar dormir, siento calidez y antes de caer en un profundo sueño escucho tu voz diciendo – te amo Kyuhyun -.