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No te conozco pero te amo por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“No está bien, es meningitis… por Neisseria meningitidis” Sasuke fue el doctor que les informó de la situación del paciente, apretando los dientes. “La infección puede ser mortal… o dejarlo incapacitado dependiendo de cuanto tiempo haya tenido el virus” le puso una mano en el hombro a su amigo. “Setsuna dice que ha tenido fiebre desde ayer… y estamos haciendo todo lo que podemos. Aún hay esperanza.”

“¿De… de verdad? ¿O sólo lo estás diciendo para hacerme sentir mejor?” preguntó Hashirama, al borde de las lágrimas por las malas noticias.

“Tranquilo, la mayoría de personas se recuperan de la meningitis, sobre todo si son adultos jóvenes y fuertes. Lo que realmente me preocupa es que esta enfermedad es muy contagiosa” miró en su cuadro médico. “Es común en sitios donde se acumula la gente, se esparce como el fuego sobre la hierba seca.”

“Se han enviado muestras de sangre de todos los chicos a los que rescatamos para descartar que tengan alguna enfermedad” comunicó Reto. “Aunque si te hace sentir mejor, podemos autorizar que les hagan alguna prueba extra.”

“Cuanto antes mejor, la meningitis es peligrosa” apretó su portapapeles. “Ahora, en el caso de su otro rescate heroico, él tiene una ETS, la herpes oral. Tiene suerte, contrajo una variedad curable. Es incipiente, creo que podremos tratarla con facilidad” suspiró de cansancio. “Estuvo un poco renuente a que nos acerquemos a él, ¿tienes idea de por qué?”

“Eso es algo que quería discutir con Reto más tarde. Lo siento, Sasuke, pero tendrás que enterarte en las noticias de la mañana… o cuando todo salga.”

“Como digas” el doctor se dio la vuelta para seguir tratando a sus pacientes. Tenía mucho que hacer, incluso revisar a un par de pacientes que estaban en urgencias. “Te avisaré cuando tu noviecito pueda recibir visitar en cuidados intensivos.”

“Gracias… ¡y no es mi noviecito!” el jefe de policía lo miró con confusión. “Todavía no” el otro rodó los ojos. Podía ver que esos dos estaban colados el uno por el otro, ¿por qué negarlo? “Bueno, al grano” sacó un reproductor de casettes de su portafolios. “Es la declaración de Setsuna Uchiha. Él ingresó legalmente al país hace unos años con una visa de turista.”

“¿No lo trajo Danzo directamente desde Rumania?”

“Eso creía en un principio, pero resulta que nuestro querido halcón también tiene como objetivo inmigrantes legales y turistas. A Setsuna lo secuestraron en el mismo aeropuerto, incluso tenían un medio para transportarlo directamente a su primer cliente” esto sorprendió bastante a Reto. “Creo que lo eligieron a través de una agencia de viajes. Ofrecen pasajes baratos y facilidades de viaje para jóvenes de otros países, sobre todo de la parte de Europa de donde viene.”

“¿Con visado completo? ¿Y una lista de hoteles?” Hashirama asintió, señalando la salida del hospital. Salieron y fueron a una cafetería, donde el fiscal le mostró la página web que había encontrado sobre la agencia que Setsuna utilizó para llegar. “Tengo que decirlo, es un acuerdo demasiado bueno para ser verdad.”

“Muchos creyeron haberse sacado la lotería, sobre todo porque les hicieron algunos descuentos especiales a unos pocos, entre ellos nuestro amigo” comenzó a teclear. “Un amigo de ciber crímenes me ha hecho el favor de sacarme una lista de clientes de esa página. Las pasó negras para conseguirlas completas. Resulta que algunos nombres fueron borrados del registro.”

“¿Cuáles?”

“Los que tenían descuentos especiales” sacó la lista. “Y aquí… está una lista de la interpol de desaparecidos” le mostró la página. Los ojos de Reto se ensancharon bastante. “No le dieron muchas vueltas, creyeron que se habían quedado en el país como ilegales buscando un mejor futuro. La investigación se limitó a añadir nombres al registro cuando los familiares denunciaban.”

“Por Dios… a todos esos…”

“Podemos estar casi seguros de que los secuestró Danzo. Y por suerte para nosotros” señaló una parte de la lista. “No ha sido tan cuidadoso. Se metió con un par de personas con las que nunca debió de meterse.”

“¿Qué…? Ah, ya veo, dos de esos chicos tienen padres con nacionalidad alemana y uno con nacionalidad francesa. A ellos sí los investigaron” miró la página. “Ahí dice que los liberaron”

“El daño ya estaba hecho cuando lo hicieron” señaló el Senju sin desanimarse. “Me tomé la libertad de contactarlos. Sus historias coincidieron a la perfección con la de Setsuna.”

“Qué coincidencia” chasqueó la lengua. “¿Y bien? ¿Qué tienes entre manos?”

“Una infiltración” siguió tecleando. “Tenemos que hacer que hacer pasar a uno de los nuestros por un estudiante joven proveniente del mismo sitio que todos ellos, Rumania estaría bien… o uno de los países cercanos a él. ¿Hay en el departamento algún agente que se pueda hacer pasar por un jovencito rumano?”

“Kagen Uchiha… creo que él estaría bien… si logras convencerlo” los dos se mostraron algo dudosos por eso. Kagen era un buen policía, muy comprometido con su trabajo, pero a nadie le gustaba correr tanto riesgo sin nada que garantizara su seguridad. “Ahhh, supongo que podré convencerlo.”

“Ojalá” de repente su teléfono sonó. Hashirama lo recogió y por un momento sus ojos se pusieron brillantes de nuevo. “Perdona, cuidados críticos tiene hora de visita ahora mismo, quiero ir.”

“Tranquilo, yo me las puedo arreglar aquí”

“Parece que lo disfruta” alguien comentó cuando el castaño desapareció del local. Reto levantó la cabeza, era Hikaku. Fue una gran sorpresa, creyó que había sido llevado de regreso a su país por la interpol. “Sí, yo también me sorprendí de lo fácil que fue conseguir una visa de estudiante tras ser esclavizado por esa industria asquerosa” se sentó frente a él. “Ojalá fuera tan fácil conseguir dinero aquí.”

“¿Qué estás haciendo?” el Uchiha levantó una ceja. Llevaba puesto el uniforme del personal, incluso tenía una bandeja en las manos. Era obvio lo que hacía ahí. “Es decir… ya sé lo que estás haciendo aquí, pero…”

“Tranquilo, no me molesto. Trabajo aquí para pagar una residencia en el campus universitario. Terminaré mi carrera en este país. Luego… ya veré si regreso a Europa” no sonaba muy entusiasmado. “La idea es conseguir un empleo aquí también”

“¿En serio? ¿Vas a quedarte?”

“Pues sí, aunque pienso irme a otra ciudad” hizo una cara de asco. “Hace poco al salir del campus con unos amigos me topé con uno de los cerdos que me violó. Tuvo el descaro de llevarme aparte y preguntarme a cuanto estaba el servicio ahora que era independiente… ¡ni se imagina la bofetada que le di! ¡No quiero volver a ver a ninguno de ellos!” apretó los dientes. “Maldición, ojalá se murieran.”

“Shhhh, calma, ya todo terminó.”

“No, no terminó y no lo hará hasta que pillen a Danzo” el otro se cruzó de brazos. “Aunque veo que van tras la pista correcta, esa página es una ventana al infierno.”

“Espera, ¿Qué sabes sobre la página?”

“No sé nada, Setsuna es que la mencionó una que otra vez… al igual que otro de los chicos. Creo que se llamaba Murakumo Kurama” levantó la vista un poco, tratando de acordarse. “Vino con su esposa e hija de vacaciones… quizás a la pequeña aún la puedan encontrar, se llama Yakumo, tendrá casi quince. Debe recordarlo, le arrebataron a sus padres el mismo día que la obligaron a prostituirse por primera vez, algo bastante traumático.”

“Supongo…”

“Pero deben darse prisa. Murakumo trabajó un par de meses con nosotros y al poco tiempo fue evidente que no era normal. Dijo algo una noche sobre que se le había acabado sus pastillas” negó con la cabeza. “El pobre era esquizofrénico. No duró una semana más.”

“Voy a buscarla entre los niños que liberamos” asintió Reto. Hikaku le devolvió el gesto antes de volver a trabajar, sirviéndoles café a unos hombres que a veces le dedicaban una vista de soslayo a su trasero. Esto sin duda le daba náuseas, ahora ya sabía por qué quería conseguir otro empleo. Mientras él conversaba, Hashirama sostenía la mano de su amado pelinegro, que respiraba dificultosamente mientras su cuerpo y los antibióticos luchaban contra la infección dentro de su cuerpo.

“Por favor… tienes que recuperarte… quiero verte… quiero verte feliz… a mi lado” comenzó a decirle, acariciando la mano de Madara. Su dedo formaba círculos en la piel que incluso al tacto de alguien novato en medicina como el moreno se sentía muy caliente.

“¿Señor?” una enfermera con una mascarilla de aire le tocó el hombro. “Su tiempo de visita ha terminado. Haga el favor de salir de la sala.”

“Sí… claro” se levantó, dejando ir a su amor. Se lavó sus manos con el desinfectante que la mujer le ofrecía. “Disculpe, ¿me puede decir cómo está? No… no me parece que esté mejorando… quiero decir…”

“No se preocupe, no es el primer familiar curioso” ella le sonrió, un poco coqueta. “Su estado es un poco delicado, pero seguramente se recuperará. La fiebre ha bajado un par de grados desde que empezaron a administrarse los medicamentos, es una buena señal. Sólo espere, los doctores son muy buenos.”

“No lo dudo” salió del cuarto un poco más calmado que antes. Reto lo estaba esperando a la salida, guardando su teléfono en el bolsillo. “¿Ha pasado algo?”

“Sólo una bonita charla con Hikaku” contestó el jefe de policía. “Tengo a otra posible testigo de que esa página es un anzuelo para secuestrar personas. La niña padece esquizofrenia” el fiscal se preocupó inmediatamente. “Tranquilo, ya he arreglado todo para que un psiquiatra la revise, estará bien. Se llama Yakumo Kurama.”

“¿Qué hay del plan para demostrar más allá de cualquier duda lo que es esa página?”

“Estoy en eso también”

-En la comisaría-

“De acuerdo, hay que hacerlo” sorpresivamente Kagen aceptó su misión a la primera, poniéndose manos a obra con los de informática y otros para prepararse para infiltrarse en ese mundo tan oscuro. “Será mejor crear una dirección de email rumana para empezar. Me quedaré con mi apellido, es un poco más creíble de esa manera. El nombre…” el asistente informático se detuvo… “ponle Inabi”

“Muy bien” tecleó el nombre. “La identidad de Inabi Uchiha ha sido creada. El resto de la información…” los llenó con información falsa. Cuando llegó a la edad estuvo a punto de poner la real. “31 añ…”

“No, no me querrá si me considera demasiado mayor. Ponle… veinticinco” tanto su jefe como el fiscal no parecían muy convencidos. “¿Qué? Sé que a los veinticinco sería considerado un poco viejo, pero a Setsuna lo quisieron a esa edad, ¿no?” ellos se encogieron de hombros. “Además lo más importante es la foto que acompañará mi suscripción.”

“¿Tienes algo en mente?”

“Pues sí, resulta que soy muy bueno para disfrazarme” el oficial se fue al baño y regresó completamente cambiado. Su cabello ahora era largo, con apariencia de ser muy suave. Le lucía tanto que no se notaba que eran extensiones. Su rostro era más joven y ligeramente afeminado, algo muy atrayente para algunos pervertidos. “¿Qué les parece? Soy Inabi Uchiha, vengo de Rumania.”

“De acuerdo, estoy impresionado” le aplaudió el fiscal. “¿Vas a tomarte la foto ahora mismo? Podemos encargar alguna escenografía o…”

“Tranquilo, no la necesito” se puso en posición frente a una pared blanca. “Aparte si ponemos algo demasiado elaborado, llamaremos la atención. Es como decirles que Inabi está intentando infiltrarse.”

“¿Por qué estás tan entusiasmado por esta misión?” preguntó de repente Hashirama, cruzándose de brazos. Todos los ojos en la habitación se centraron en él. “Es que… cualquiera tendría otra actitud frente a una posible misión suicida.”

“Bueno… supongo que a ustedes puedo contárselo” se sentó frente a ellos, apartando los largos mechones de su disfraz de su cara. “Saben que tengo familia en Rumania, ¿no? Pues… uno de mis primos me escribió hace unos años cuando estaba en narcóticos para que lo recibiera en mi casa, porque iba a venir de vacaciones. Solíamos hablar mucho por correo, así que acepté encantado” suspiró “el problema fue… que nunca llegó. Investigué, sí logró llegar al aeropuerto, pero a partir de ahí… nada.”

“¿Estás diciendo que…?”

“Cuando ustedes mencionaron la página, súbitamente todo cayó en su lugar para mí” aseguró. “Si hay aunque sea la más remota posibilidad de que ese malnacido se haya llevado a Rai, entonces yo voy a ayudarles a hacerlo caer. Sin importar lo que pase, voy a sacarlo de ahí”

“Eres demasiado protector para ser un pariente lejano”

“¿Qué puedo decir? El crío se daba a querer” se relajó un poco, al igual que la tensión en el ambiente. “¿Y qué? ¿Vamos a continuar con esto o…?”

“De acuerdo” el de informática ajustó la webcam. “¡Sonríe a la cámara!”

-En el hospital, unos días más tarde-

“Hummmm” Madara se movió un poco, sintiéndose un poco pesado. Su cuerpo estaba torpe, le costó mucho tocarse la frente. Finalmente abrió los ojos y pudo ver las paredes blancas de un hospital. Era la primera vez en mucho tiempo que veía ese tipo de paredes. Trató de recordar donde estaba antes de venir… no podía. Cada vez que lo hacía las cosas le daban vueltas. “¿Dónde estoy?”

“En el hospital” uno de los doctores se le acercó con un termómetro en las manos. Iba a replicar que eso lo sabía en un tono mordaz, pero el artefacto metiéndose en su boca lo paró. Este comenzó a funcionar, haciendo un sonido agudo cuando terminó de medir su temperatura. “Estás mejorando bastante rápido, mucho más de lo que estimamos” escribió la temperatura en el cuadro clínico. “Es bueno, la infección está cediendo.”

“¿Qué diablos está pasando aquí?” se las arregló para preguntar a pesar de lo mal que se sentía. “No recuerdo nada…”

“Es de esperar con el cuadro de meningitis con el que llegaste” siguió escribiendo calmadamente en el archivo médico. “Te trasladaron de urgencias después de una redada en el almacén donde estabas cautivo. Iban a matarte… aunque ahora están más ocupados buscando una excusa de por qué estaban ahí” se rio detrás de su tablilla. “Si pudieras verlo lo disfrutarías.”

“Yo… no sé” respondió el pelinegro con sinceridad. Ahora que estaba libre no querría ver nunca más a las personas que lo habían tenido esclavizado por años. “Escuche… doctor… yo… quiero contactar a…”

“¿Quieres hablar con Hashirama?” él abrió los ojos sorprendido. “Oh, lo siento, no me he presentado. Sasuke Sarutobi, soy amigo de tu novio.”

“No es mi novio”

“Como digas” su sonrisa delataba que no creía nada. “No te preocupes, seguro que ya te lo encuentras. Después de todo ha venido a visitarte todos los días mientras estabas en cuidados intensivos” sus mejillas se sonrojaron… o se volvieron un poco más rojas de lo que la fiebre residual se las dejaba. “Bien, pasarás unos cuantos días más en observación, hasta que te baje la temperatura totalmente. Luego podremos pasarte a cuarto. Espero una recuperación total al final de tu estancia aquí”

“Ne… necesito..” Madara se frotó los brazos ansioso. La enfermedad estaba pasando, el síndrome de abstinencia se hacía sentir con toda su fuerza. El médico le echó una mirada casual a las cicatrices de pinchazos visibles en su piel.

“Sé lo que necesitas, un buen tratamiento de rehabilitación. Seguro que tu noviecito te consigue uno tan pronto como salgas de aquí”

“Que no es mi…”

“Gracias al cielo, ¡despertaste!” alguien prácticamente se le lanzó encima. Se quedó echado, muy confuso, hasta que se dio cuenta de que la persona era Hashirama. El fiscal castaño estaba rodeando su cintura, abrazándolo tan fuerte que sentía que podría partirlo en dos. “Cuando Sasuke me dijo que tu enfermedad podía ser mortal realmente me preocupé. ¡Qué alegría volverte a ver despierto!”

“¡Hashirama!” le reprendió el doctor. “¿Qué le estás haciendo a mi paciente? Suéltalo ahora mismo o voy a hacer que te echen de aquí.”

“Pero simplemente estoy demostrando mi afecto…”

“He dicho que lo sueltes” el castaño hizo un puchero, más obedeció. El Uchiha tuvo entonces ocasión de mirar al que había sido su salvador. Vaya, se veía muy diferente a hace unos años, cuando compartieron una simple cena en un restaurante vegetariano. “Bueno… ¿quieres ver mis dibujos? Personalmente creo que no te hacen justicia, pero Sasuke dice…”

“Mejor los dejo solos” el Sarutobi rodó los ojos. “Compórtense… y recuerda que sólo tienes quince minutos, Hashirama. No me hagas sacarte a la fuerza.”

“Aburrido” el Senju se sentó entusiasmado a su lado, sonriéndole con una expresión que prácticamente tenia luz propia, haciéndolo sentir que todo iba a ir bien a pesar de lo que tuvo que sufrir en manos de Danzo. “Su… supongo que deberíamos presentarnos primero… de nuevo” le tendió una mano. “Soy Hashirama Senju, asistente de fiscal. Me estoy encargando del juicio de los que te tenían encerrado.”

“Madara… Uchiha” la tomó, sacudiéndola levemente. “Era maestro de primaria en Rumania, pero creo que mi línea de trabajo ha cambiado… mucho.”

“¿En serio eras profesor? ¡Yo pensé que eras tendero o algo así!” la mirada del pelinegro se alzó hacia él, de repente ofendido. “Lo siento, pero no pareces ser dulce en lo absoluto y yo pensé que todos los maestros tenían que ser dulces con los niños…”

“¡Lo importante es que aprendan, idiota! ¡Además yo sabía cómo hacer bien mi trabajo!” esos era verdad, sus alumnos solían tenerle demasiado miedo para olvidarse de la tarea o copiar en un examen. “¡Pasaban a la secundaria con las mejores notas de la escuela! ¡Eran mi orgullo de vuelta en casa! Desearía… desearía volver a sentir eso de nuevo.”

“Quizás puedas”

“Ja, como si alguien fuera a contratar en este país a un prostituto drogadicto para que les enseñe a niños pequeños” volteó la cabeza. Hashirama también pensaba en eso, pero estaba dispuesto a pelear para que fuera diferente. Todo con tal de que fuera feliz.

Notas finales:

¿qué les parece? ¿Cómo debería seguir? Review!!!


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