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No te conozco pero te amo por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Hola!!!!! Por fin conseguí actualizar!!! Espero que les guste!!!

“Buenos días” Sasuke abrió las cortinas del cuarto de su compañero, que gruñó al sentir el dolor de cabeza perforándole las sienes con la fuerza de un taladro. “Recuerda que tienes que ir al trabajo sin importar lo horrible que te sientas. Por cierto, bonita manera de llegar a casa ayer, completamente ebrio”

“Cállate” Hashirama se levantó y tomó el batido de proteínas que el doctor le tendía. Unos minutos más tarde, ya completamente recuperado, fue a la mesa para tomar el desayuno, zampándose en cuestión de segundos el plato de cereales. El Sarutobi suspiró, pensando que había sido una magnífica idea mudarse cuando su amigo le propuso ser compañeros de cuarto. Después de todo un Senju no podía cuidar de sí mismo ni aunque quisiera. “Por cierto, ¿has visto mis expedientes? Están agrupados en dos pilas…”

“Ahí los dejaste” señaló el médico, bostezando un poco. “Toma tu café”

“Lo siento, tengo que”

“Que te detengas unos segundos” Sasuke se las arregló para hacerlo sentarlo de nuevo. “Ayer hablé con tu hermano. Al parecer tus decisiones están poniendo a tu familia en jaque. Si fuera tú querría arreglarlo lo más rápido posible.”

“Eso no es mi culpa, ha estado en jaque por mucho más tiempo” respondió el moreno con toda seriedad. “Ese maldito de mi padre…”

“Deberías llamar a tu madre, Tobirama dice que llora todos los días”

“Sí… bueno…” el menor miró la voluta de humo salir de la taza. Sabía que su madre la estaría pasando mal, de todos sus hijos él era el favorito. Podían conversar de muchas cosas que con los otros no por temor a su padre. “Supongo que puedo llamarla cuando esté de camino al trabajo, pero… podría ponerla en problemas. Butsuma la vigila como si fuera un prisionero.”

“Vaya, y yo que pensaba que el matrimonio de mis padres era obsesivo” su amigo sonrió, levantándose de la mesa para coger sus archivos. Corrió a tomar un taxi en la parte de abajo del edificio donde vivía. Llegó a la comisaría con sólo unos minutos de retraso, entregando algunos archivos y recibiendo otros para repasar. Gruñó cuando vio la creciente pila de trabajo que tenía que tener listo ya.

“Bienvenido al mundo del trabajo duro, Senju” se burló uno de los policías con un papel en la mano. Hashirama simplemente se llevó las cosas y comenzó a repasar los diferentes casos. De repente notó algo en uno de ellos.

“Este me suena” dijo en voz alta. Era sobre una operación de pornografía realizada por un posible socio del enemigo número uno de la división de crímenes especiales. En esa particular fotografía de la tapa de uno de los videos aparecía un chico atado a la cama que se le hacía familiar. Trató de recordar dónde… y entonces un nombre vino a él. Entró a la página de interpol, buscándolo entre los desaparecidos. Entonces marcó el teléfono. “¿Jefe? Detengan inmediatamente a Yukio Usoreda”

“¿Qué? ¿Por qué a ese tipo?” Reto parecía confuso. “Mira, sé que estás ansioso por contribuir, pero en este trabajo tenemos que andar con pies de plomo…”

“No, usted no entiende” el Senju le cortó, muy serio. “El chico que usa en uno de sus videos está en la página de la interpol. Fue secuestrado hace años cuando salía de clases en la universidad de Praga.”

“¿De verdad?” de repente el policía estaba muy interesado. “Si lo manejamos con cuidado podríamos acusarlo de trafico de blancas… ¿Quién es el chico?”

“Hikaku Uchiha” el equipo estuvo listo en unos momentos. Irrumpieron en el estudio, teniendo tanta suerte que encontraron exactamente al mismo chico del video atado a la cama, con un cuchillo de que parecía muy autentico clavado en alguna parte del vientre, desangrándose. Por su parte, Hikaku no podía creer su suerte. Era su cuarta película, la última. Danzo sólo les daba cuatro oportunidades. Si no hubieran llegado, hubiera muerto en pantalla para que un amante del gore se masturbara por las noches.

“¡Que alguien llame a una ambulancia!” gritó uno de los policías, practicándole los primeros auxilios para salvarle la vida, aunque siguió perdiendo sangre. El chico se desmayó pronto, aunque no supieron si era por la pérdida de sangre o la impresión. Reto frunció el ceño, esta era posiblemente la primera víctima del halcón de guerra y sus aliados que estaba comprobado que había sido traficada. No podían darse el lujo de perderla.

“¿Qué tal van las cosas?” preguntó Hashirama, reuniéndose después con los policías en el hospital. El cuarto del chico tenía mucha seguridad, dos hombres con armas a cada lado de la puerta lo vigilaban como halcones.

“Los doctores dicen que está estable” el jefe de policía caminó con él hacia la habitación, dándole un atisbo del joven inconsciente. “El cuchillo no llegó a tocar ninguna arteria y pudieron salvarle la vida… aunque tuvieron que sedarlo profundamente y no pudimos hablar con él.”

“Creo que podemos esperar un poco.” El asistente de fiscal se cruzó de brazos. “Este chico ha vivido un auténtico infierno, se merece el descanso.”

“Y que lo digas” Reto abrió un expediente delante de él. “Esas de las piernas son marcas de cuchillos y hay señales de abuso sexual hasta en los lugares más recónditos. El maldito que se lo llevó debió haberlo vendido hasta el cansancio.” Miró al otro. “¿Cuánto hace que lo están buscando?”

“Cinco años… por cierto, la interpol seguro que meterá las narices en este caso, tenemos que hablar con él antes de que vengan y se lo lleven de regreso a Europa.”

“¿No podemos…?”

“No podemos retenerlo, no es ciudadano de aquí” suspiró. “Aunque… quizás tengamos una oportunidad de hablar con él cuando despierte… si es que lo hace antes de que esos idiotas muestren sus caras.”

“Eso espero” los dos se quedaron ahí, esperando, tomando café barato de una máquina expendedora cercana. Finalmente, después de las dos de la mañana, Hikaku comenzó a moverse, desperezándose. Miró a su alrededor, por primera vez en años estaba en un ala de hospital, acostado en una verdadera cama y no en un colchoncito inflable. Luego notó una cosa más.

“No… necesito… necesito…” movió la mano hasta su brazo, tratando de sacarse la intravenosa. Lo que necesitaba no era ese líquido, era LCD. Tenía que obtener la droga.

“No lo hagas” Hashirama le cogió la mano suavemente y la devolvió a la cama. “Te está administrando antibiótico también. Verás… cogiste la Hepatitis, estás en los primeros estadios. Tienes que curarte primero y…”

“Quiero… bueno, no, lo que realmente quiero es rehabilitación, pero sé que no va a ayudarme para nada” volteó la cabeza. “Esta adicción no fue idea mía, pero tampoco voy a poder deshacerme de ella, así que…”

“¿No deseas tener tu vida de vuelta?”

“¿Mi vida de vuelta?” soltó una risotada amarga. “¿Realmente cree que después de todo lo que he pasado puedo recuperar mi vida?” siguió riendo sin humor. “Puedo regresar a Praga, terminar la universidad, incluso conseguir un trabajo y mucho dinero, pero… ¿tener mi vida de vuelta? ¿Después de haber sido utilizado por tantos cerdos, de haber sido violado, ultrajado y burlado todos los días por miles de hombres? ¿de que me trataran como basura?” se cubrió el rostro con una mano. “No, tras eso no hay nadie que recupere su vida.”

“¿Estás tan seguro?” alguien entró. Era Sasuke, que venía a revisar al paciente en nombre de otro doctor. “He visto tu expediente, peleaste por tu vida cuando te operaron para reparar el daño del cuchillo. Creo que si alguien puede recuperar su vida después de haber pasado por todo eso eres tú.”

“Soy una prostituta… una prostituta drogadicta que no vale para nada…”

“Claro que no, tú no elegiste esto, un maldito te secuestró y te forzó a hacer todo eso” el moreno le apretó la mano mientras el policía asentía. “Ayúdame a atrapar al que te hizo esto y no sólo te ayudarás a ti mismo, sino a miles como tú.”

“¿Realmente… realmente creen que puedo hacer eso?” Hikaku respiró hondo, pensándolo bien. ¿Qué podía hacer? Aún en Europa estaría en peligro, pero… si atrapaban a ese hombre entonces… entonces quizás… “El… el halcón de guerra…”

“¿Lo conoces?” Reto abrió su cuaderno, escribiendo la balbuceante y asustada declaración del testigo. “¿Quién es?”

“Se… se llama…” miró a su alrededor, asustado. “Se llama Danzo Shimura” Hashirama dio un paso atrás al reconocer el nombre. Lo conocía, ese hombre era uno de los principales socios de su padre, iba a la casa a comer cada fin de semana. De hecho… Itama… apretó los puños, ¿acaso algo podría haber pasado? “Los trae principalmente de Europa, algunos de otras partes, siempre jóvenes o niños para sacarles más provecho.”

“¿Qué más?”

“Se encarga de desvirgarte él mismo y… sólo… sólo les da cuatro oportunidades. Si no cumples la cuota de la noche, entonces… tienes que pagarle de otra manera” se estremeció. “Te envía a una de esas cosas… para hacer…” comenzó a llorar a todo volumen. “¡Es horrible! ¡Si hay algo más humillante que ser ultrajado, es ser grabado mientras pasa para deleite de unos voyeristas pervertidos! ¡Ni siquiera sé cuantos malnacidos me han violado de esa manera!”

“Tranquilo” Sasuke se acercó para asegurarse de que no se arrancara la intravenosa, aunque estaba renuente a aplicarle algún sedante. “Calma, ya estás a salvo”

“Nunca… nunca voy a poder librarme de eso…”

“No lo pienses” acarició su cabeza, tratando de parar su llanto. “Piensa en todas las personas que estás ayudando al hablar con la policía y las familias que vas a ayudar a reunir.”

“Familias… Setsuna solía hablar de la suya… o de lo que recordaba” Hikaku frunció el ceño, recordando a sus amigos todavía en cautiverio. “Y Madara… dudo que le importe reunirse con su familia después de lo que…”

“¿Dijiste Madara?” Hashirama se sorprendió. ¿Estaba escuchando bien? Reto también estaba sorprendido. ¿podía el moreno tener tanta suerte? “¿Aún está vivo?”

“Sí… ¿lo conoce?”

“Un poco, sí” él también estaba sorprendido. Madara… su Madara aún estaba con vida, esperándolo para que lo rescatara. Esto no hizo más que reavivar su convicción y su compromiso con el trabajo. Lo salvaría aunque fuera lo último que hiciera. “Dinos qué más sabes de Danzo Shimura.”

-en otra parte-

“No, no, llegaré a la casa a la hora que quedamos” Tobirama caminaba hacia la comisaría, hablando en voz alta por teléfono. “Tranquila, mamá, no es nada. Mi hermano está haciéndose el puritano otra vez, la ley dice que…  no, no le voy a hacer nada y si resulta que sí se cometió un delito dejaré el caso” un momento de silencio. “Adiós, mamá”

“¡Tienes que ayudarme!” el cliente prácticamente le saltó encima en cuanto entró en la sala de interrogatorios. Él simplemente se sentó a conversar con el desesperado director en lo que llegaba su estúpido aniya. Tras tranquilizarse pudieron entablar una estrategia para que fuera liberado, aunque el otro parecía un poco nervioso por algo. Finalmente llegó ahí el hermano mayor, con una cara de cansancio que de seguro se debía a una noche en vela. El policía que se sentaba a su lado abrió un folder. “Señores…”

“Aniya” el albino puso sus manos sobre la mesa, mirándolo fijamente. “No te ves bien, ¿acaso el trabajo es demasiado para ti? ¿O es que acusar inocentes no te deja dormir?”

“No, más bien lo contrario” el asistente del fiscal sacó unos cuantos papeles. “Espero que tu cliente pueda responderme un par de preguntas si no es mucha molestia.”

“Adelante, no tenemos nada que ocultar”

“Señor Mikadara” comenzó el moreno, mostrándole uno de los DVDs en los que salía el chico que acababan de rescatar. “¿Esto lo grabó usted?” él negó con la cabeza. “¿entonces por qué lo rastreamos hasta su estudio?”

“Yo…”

“Mi cliente admite que es un director y productor de cine adulto, pero no veo por qué uno de sus antiguos trabajos llamaría la atención de crímenes sexuales” tomó el video. “Según lo que yo veo no hay nada ilegal en esto. ¿Es todo?”

“No” sacó algo que Tobirama no esperaba ver. “¿Me podría decir por qué el actor principal de la película es una víctima de secuestro en Praga?”

“Un momento, que esté en la página de la interpol como desaparecido no quiere decir que haya sido secuestrado y esté en la película contra su voluntad” el otro Senju reaccionó. Conque esto era lo que su cliente no quería que supiera. Demonios, de repente estaba muy tentado a dejar el caso.

“Hay una cinta del estacionamiento de la universidad de Praga en la que se muestra a Hikaku Uchiha siendo arrastrado a la fuerza fuera de ahí, puedes verla si quieres” puso la computadora delante de ellos muy confiado. El video ya estaba en la pantalla. “¿Y bien? ¿No vas a ponerle play?”

“Luego” dijo al ver a su cliente ponerse sudoroso. “Creo que hay bastante evidencia para decir que ese pobre chico fue secuestrado y traficado, pero mi cliente no fue quien cometió los delitos. Él ni siquiera tenía conocimiento de su procedencia.”

“¿Y cómo fue que terminó en su estudio?”

“No lo sé, pero hay muchas maneras. El traficante de blancas podría estarlo utilizando… seguro que lo ha estado dominando desde que lo trajo aquí” movió un poco su silla. “O él mismo podría haberse estado prestando para las filmaciones. Tengo entendido que algunos proxenetas llegan a un acuerdo con sus secuestrados para que les paguen una cierta suma a cambio de su libertad.”

“Cierto… pero nunca lo cumplen”

“Eso es cosa de ellos, no de mi cliente”

“¿Oh, sí?” Hashirama jugueteó con algunos papeles. “¿Y por qué hay más de un caso de estos? Aparte de que cada vez que salía un video de algunos de estos chicos tu cliente, hermanito, enviaba una jugosa comisión a alguien. Está en sus estratos bancarios” le mostró la hoja que lo corroboraba. “A una empresa de publicidad fantasma.”

“Una…”

“Tobi, cerramos el cerco alrededor de este tipo hace una hora, cuando encontramos sus trapitos sucios financieros. Y eso no es todo, hay muchas pruebas incriminatorias, sobre todo los asesinatos frente a la cámara de estos dos chicos que estamos buscando” le puso en frente dos fotos. “Desaparecieron de la universidad de Viena y de las afueras de un banco en la misma ciudad.”

“Qué…”

“Ahora” se dirigió al hombre que sudaba a mares. “¿Quiere ser procesado también por trata de blancas? ¿O prefiere que en los cargos por el que se le van a juzgar sean sólo complicidad en asesinato e intento de asesinato?” sacó otro papel de su portafolios. “Es un buen trato, pero cuando salga de la habitación estará fuera de sus manos. Entregue a su jefe y usted podrá irse CASI de rositas.”

“Yo…” el director se hundió poco a poco. Luego admitió la derrota y habló, no había manera de salvarse. “No sé su nombre, ni nada. Me llama cuando alguno de sus chicos incumple la cuota establecida y yo hago los videos. Cada vez son más violentos para que sean un castigo para ellos y cuando llegan al cuarto… bueno, es el último.”

“Entonces usted los despacha”

“¡No lo hago! ¡Los actores se encargan de ellos, yo sólo filmo!”

“Ocurre en su estudio, es su responsabilidad”

“¡Pero yo no los toqué!” declaró el director, encogiéndose de miedo. “¡Yo sólo quería mostrarles a los clientes algo que querían ver! ¡Algo que ellos mismos me pidieron! ¡No tengo la culpa de que hayan tantos pervertidos…!”

“Es culpable de crear muchos más” Hashirama cerró su portafolio. “Pero como hicimos el trato, voy a acusarlo sólo de complicidad en el asesinato de dos chicos, uno de ellos menor de edad, y el intento de asesinato de Hikaku Uchiha.”

“¿Me… menor de edad?” tembló el hombre. “No había ninguno…”

“Sí, uno de los chicos que apareció en su video tenía diecisiete años al momento de morir y, como usted bien sabrá, la pornografía de menores de edad es un delito penado” se levantó. “Le esperan muchos años en la cárcel… señor”

“¡Esperen! ¡Yo no sabía que era menor de edad!”

“Esa ha estado buena” comentó Reto cuando el asistente del fiscal salió de la sala de interrogatorios. “Supongo que debería decirte que te tomes la noche libre por el excelente trabajo realizado, más creo que no podemos darnos el lujo” le puso otros archivos en la mano. “Ojalá puedas dormir esta noche. Y no te deprimas por no haber encontrado pruebas contra el sujeto Shimura ese. El halcón de la guerra es más escurridizo que un pez.”

“Oh, pero sí que he obtenido algo”

“¿Qué?”

“Ese tipejo olvidó una cosa, ocultar a quién pertenecía las empresas fantasmas que fabricó para lavar el dinero” le entregó otro papel. “¿Lo ves? Siguiendo el rastro de dinero se llegan al menos a tres nombres y uno de ellos es…”

“Danzo Shimura” Reto lo tomó. “Es fantástico”

-Más tarde-

“Estoy llevando un pastel para la cena… no, no, no ha salido nada bien, por eso estoy comprando un pastel de chocolate” Tobirama avanzaba por la calle con una bolsa en la mano, hablando por el teléfono. “Hummm… Kawa-chan, nosotros… no defendemos a los que han hecho cosas terribles, ¿verdad?” una risotada se pudo escuchar del otro lado del móvil. “¡¿Cómo que soy muy ingenuo?!” se quedó congelado. “¿Qué? Pero… ¡Han hecho cosas horribles! ¡Tendrían que pagar por…!” se quedó callado después de escuchar lo que su hermano respondió. “Yo… supongo que es verdad” apretó los dientes, sintiéndose extremadamente culpable. Al final, Hashirama era el único que no había sido ingenuo. Querría irse del buffette, pero… ¡ya no podía salir! “Sí, mañana estaré ahí. Adiós”

“Hummm” mientras colgaba un niño lo observaba desde la oscuridad. Los ojos hambrientos del pequeño estaban clavados en la bolsa. Ayudado por la pared, se puso de pie y corrió hacia ella, tratando de arrancársela al hombre.

“¡Oye!!” Tobirama hizo un poco de fuerza y logró darle la vuelta al niño, estrellándole contra el pavimento. “¿Quién te crees, pequeño ladrón?” el chiquillo empezó a llorar, cubriéndose el cuerpo y rogándole en otro idioma algo. Él miró la bolsa. “¿Tienes hambre?” siguió llorando, tratando de cerrarse su raída ropa. “Bueno… tengo una torta bien grande, supongo que puedo compartir” le tendió la mano. “Ven conmigo”

“¡AHHHHHHH!” gritó cuando le tomó de la mano.

“Shhhhh, tranquilo, no te voy a hacer daño” se pasó una buena media hora tratando de calmarlo, y cuando por fin pudo hacerlo, el chico no lo dejaba tocarlo, pero al menos lo siguió. “Hummm, es mejor que nada” entonces se le ocurrió que no se había presentado. “Soy Tobirama, ¿y tú?”

“¿Ehhhhh?”

“No hablas mi idioma, ¿verdad?” él siguió mirándolo confuso, así que se señaló a sí mismo con una mano. “Tobirama” lo repitió “Tobirama”

“Ka… Kagami”

Notas finales:

Espero que les haya gustado!!! Mañana es mi cumpleaños, así que este capítulo es un regalo por eso, que lo disfruten.


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