Desde hacia dos años que no veía a sus amigos, Hao había sido encerrado en los grandes espíritus
Todo había vuelto a la normalidad. Pero para él, solo estaba empezando algo nuevo.
Miro hacia su ventana, reflejando unos hermosos ojos verdes.
- “ya no es necesario que vuelvas al torneo… tu misión quedará pospuesta”
- pero quien eres tú.-
El recuerdo de aquella noche, seguía latente en su cabeza, el que le había dado ese mensaje, no era un humano, unas hermosas alas salían de su espalda y llevaba un aura celestial sobre su cabeza, una luz rodeaba su figura y volaba, no era ninguna posesión, ni nada, era un ángel de verdad.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hokkaido
La nieve caía lentamente, el iba bien abrigado, aunque ni tanto, ya que estaba acostumbrado al frío de ese tipo, desde hace años que no veía sus amigos, 2 años para ser exactos.
- Horo-Horo.- le llamo un anciano.
- Enseguida voy.- el chico de cabellos azules apuro el paso, trabajaba medio tiempo ayudando a cargar unas cajas y atendía el negocio donde vendían alimentos para la aldea.
- Listo.- exclamo pasando un brazo por su cabeza. El horario que tenía Horo era muy estricto pero a él no se le acababan las energías, al menos que hablemos de los entrenamientos de su hermana, eso era lo que le daba más pereza, ya que su hermana podía ponerle los entrenamientos más rigurosos y difíciles, inimaginables. A parte Horo asistía al colegio no podía dejar sus estudios a un lado. – señor… nos vemos el lunes.
- Claro… claro.- le respondió el anciano.- cuídate.
- Siempre lo hago.- exclamo con una sonrisa. para luego despedirse. Horo-Horo seguía siendo el chico enérgico, amable, leal y amistoso, no había cambiado mucho respecto a su forma de ser, seguía siendo el mismo Horo-Horo de hace dos años. Tenía el mismo peinado con la mima banda, pero ahora de un color negro, con signos extraños en ella. Había crecido unos cuantos centímetros, y seguía teniendo su piel tan blanca, y sus ojos negros tan brillantes como antes, se podría decir que ahora estaba mas guapo, seguía siendo glotón pero tenía una gran forma física, a causa de los entrenamientos de su hermana y también por que a el le gustaba practicar con su tabla de nieve. Su deporte favorito.
Lentamente paro sus pasos, su casa estaba muy lejos, se demoraría en llegar, lo bueno es que era un shaman y sobre todo tenía una tabla de nieve,
- Koloro… creo que haremos un poco ejercicio.- y sin esperar hizo su posesión y se subió a su tabla.- así llegaremos más rápido, siguió su camino hacia su casa iba muy rápido, la nieve caía lentamente, el paisaje era blanco y las sombras tan azules, el paisaje desaparecía lentamente, estaba disminuyendo la velocidad, todo parecía ir lento para Horo-Horo en ese instante, sus ojos parecían distantes y sin brillo. Al final del camino había una luz, una luz que se acercaba rápidamente, pero no lo cegaba era cálida y abrasadora.
- “El destino… la lanza del destino…”
- la lanza del destino.- murmuro Horo luego de que esa voz le dijera eso, esas palabras parecía conocerlas antes, parecía que antes ya las había mencionado y sobre todo de que es tal Lanza ya la había visto. La luz fue desapareciendo tan lento como llego, Horo despertó de ese trance estaba aun viajando, seguía el camino.
- Que… otra vez.- estaba tan pensativo que no se dio cuenta que iba contra un árbol.
- Kukuruku.- llamo la atención Koloro, pero fue muy tarde y choco. Pobre Horo-Horo. Y lo peor, luego de chocar la nieve del árbol se le vino encima. No era un gran un día para nuestro shaman de hielo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Inglaterra
El chico peliverde, se encontraba frente a su computador, buscando cierta información necesaria, sobre una profecía y cierto torneo inconcluso.
- Esos sueños.- murmuro de repente.- tiene que tener un significado.- estaba yendo de página en página, encontró un sitio de antigüedades perdidas y valiosas, pero una en especial llamo la atención del ingles.
- La lanza del destino.- leyó él.- por que se me hace tan familiar… como si ya, como si ya hubiese tenido entre mis manos.- se quedo pensando, pero empezó a leer el articulo que tenía en frente.- “es el arma de un centurión romano, Longinus”…- se quedo pensativo con ese nombre.- “atravesó el costado de cristo crucificado”… Jesús… no entiendo.- comentó para él.- “se dice que posee poderes esotéricos y mágicos, convirtiéndola así en uno de lo objetos místicos mas anhelados”
- La lanza de Longinus.- murmuro él.
- Entonces si existe.- dijo una voz.
- Al parecer si es cierto.- exclamo con una voz preocupada.- pero ese ángel me dijo…
- Lo sé… pero debes investigar – el espíritu de un chico de al menos de 20 años apareció detrás de Lyserg, vestía ropas negras.
- Debo conseguir esa arma.- pregunto el ingles.
- Si quieres protegerte… lo harás… si yo no hubiera muerto entonces me tendrías a mí para protegerte… pero ahora soy un fantasma… y estás solo.- su tono parecía el de culpabilidad.
- No te sientas así.- Lyserg había notado como, ahora su nuevo espíritu acompañante se ponía triste al recordar eso.- Morphin y tu son muy preciados para mí.
- Lo se… y como tu guardián… o ex guardián es hora de visitar cierto museo…
- Hofburg.- murmuro el ingles.- tendremos que hacer un pequeño viaje a Viena.
- Si esta ahí, estarás bien.- Lyserg parecía preocupado, los sueños y la aparición de aquel ángel lo estaban confundiendo, y se había enterado de una profecía, de unos ángeles enviado por Dios para rescatar al mundo de las penumbras, pero nada mas que eso, aparte de todo, que él. Lyserg Diethel era uno de esos ángeles.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
- MALDITO ARBOL.- grito Horo-Horo al salir de la nieve, pero si el fue el que choco ¬¬
- Lo bueno es que Pilika esta en Sapporo y llegará mañana.-
- Kukuruku… llegará hoy.-
- QUE.- Horo parecía asustado y apuro el paso, se subió a su tabla y salió volando y dejando mucha nieve detrás.- si llego tarde va pensar que ando vagando a estas horas, que no allá llegado por fisss.- llego a su casa, era pequeña, de un solo piso, las luces parecían encendidas.
- Hay no.- se lamento el pobre peliazul.- si llego… que hago…
- Entrar.- Koloro se adelanto y entro.
- Esper… ahora voy a tener que entrar.- TOT lentamente se dirigió a la puerta y la abrió.- ya llegue.- murmuro él, miro por el pasillo no había nadie, bueno hasta que apareció su hermana.
- Hermano.- le saludo ella.- con que a estas horas llegas cuando no estoy, quiere decir que estas malgastando tu tiempo, deberías entrenar.- su hermana tenía pelo azul muy largo y bien cuidado, vestía con los mismo colores de siempre
- De que hablas si ni siquiera hay torneo.- se defendió y entro a la casa, fue al living.
- Entonces no regresarás al torneo.- exclamo una voz muy conocida para el joven shaman de hielo. Este se quedo petrificado al ver quien estaba sentado en ese instante en el sofá, y sin habla.- no vas a decir nada.- exclamo luego de un largo silencio.
- R-Ren.- dijo él.- no entiendo…
- Se nota que sigues tan estúpido como siempre.- exclamo mirando hacia a un lado con un deje de superioridad.
- “se nota que no ha cambiado mucho”- pensó Horo para sí mismo. Ren se le quedo mirando asombrado, no se suponía que debía contestarle y decirle algo para hacerlo enojar, o había madurado o estaba enfermo, se inclino mas por la última no creía que el Hoto- Hoto hubiese cambiado ni madurado.
- No es una gran sorpresa.- le dijo su hermana.- me encontré a Ren en Sapporo, por cierto mamá esta bien.-
- En serio.- exclamo Horo saliendo de sus pensamientos, su madre trabajaba en una tienda en Sapporo y vivía en casa de una amiga, ellos iban a visitarla, pero no se quedaban allí, sería de mala educación ya que su madre es la que vive allí no ellos. – y tu… Ren… que te trae por aquí.- no sabía porque pero esto le incomodaba demasiado, se suponía que él… ya había tomado una decisión.
- Según Io no te comunicabas con ellos, cosa que le preocupo.
- Lo que pasa es que mi hermano…
- Pilika.- le hizo callar Horo.- solo he tenido cosas pendientes, Ren le miró de una forma fría, no le creía.
- No sabes mentir.- dijo parándose, Ren había crecido lo bastante para estar a la altura de Horo-Horo, sobre todo estaba mas guapo, seguía teniendo el mismo peinado y los mismos ojos dorados.
- Que acaso estabas preocupado por mí… Ren.- exclamo curioso, para molestarlo, Ren se puso algo rojo por el tono de voz que usaba su amigo.
- Como si me importara.- dijo mirando hacia otro lado para que no notara su sonrojo, pero de igual manera el chico peliazul lo noto, sonrió como si fuera un niño, le pareció gracioso ver a Ren así.
- Prepararé algo.- comento Pilika saliendo de la sala. Hubo un momento de silencio.
- El torneo se va a reanudar.- dijo Ren y se volvió a sentar, Horo le imitó y se sentó en otro sofá.- hay shamanes que no quieren volver al torneo.
- Ya veo.- parecía que Horo hoy no tenía nada de que hablar, pero bueno, había tenido una visión muy extraña y ahora Ren, necesitaba pensar, pero ahora que llego Ren… estaba algo inquieto.
- Pareces algo distraído.
- Em… esto… es que… yo había tomado cierta decisión… “mas bien algo me lo dijo”.- pensó el.-
- Así…
- Si…
- Y…
- Bueno yo.
- No me digas.- le interrumpió Ren.- no regresarás al torneo.- Horo levanto la cabeza solo para asentir
- No sabía que fueras tan cobarde…
- A QUIEN LE LLAMAS COBARDE.- le grito el Ainu.
- NO VEO A OTRO MAS.
- QUIERES PELEAR
- PARA QUE… SI SABES QUE YO GANARÉ.
- ERES UN… -
- Oigan.- grito Pilika.- trajo unos bocadi…llos- se quedo mirando la escena ambos tenía ya su arma en manos y se miraban con una mirada furiosa, si las miradas matarán ellos ya estarían muertos.- bueno por que no comemos.- Pilika tranquilizo el ambiente.- saben algo se nota que se extrañaban.
- QUE.- dijo Horo.- como no.- exclamo sarcástico.
- Vaya aprendiste hacer sarcástico…
- No me busques por que vas encontrar
- Tranquilos.- interrumpió Pilika.- oye Ren por que no te quedas, según por lo que se va empezar a Nevar no creo que quieras resfriarte.
- Crees bien.- dijo cortante
- Bien… no hay muchas piezas, así que dormirás con mi hermano.- dijo ella.- no es así Hermano.- el shaman de Hielo solo suspiro.- espero que no te moleste.
- Para nada.- dijo Ren, parecía que una sonrisa se había formado en su rostro, Horo lo noto, pero no le presto mucha importancia. Mas tarde Ren entro a la habitación de Horo-Horo, esta estaba… para su sorpresa y de todos los lectores… estaba ordenada, y había unos libros.
- Entonces es cierto… si estas estudiando.
- Eh.- Horo se fijo que Ren miraba lo libros.
- Es muy impresionante.
- Te estas burlando.- ¬¬
- Para nada…- pero Horo no le creyó mucho, por su acento. Preparo una cama al lado de la suya, solo puso un colchón y unas frazadas.
- Tú duermes en mi cama.- le dijo Horo.
- Eh y por que… no tienes por que hacer eso.
- O vamos… eres la visita y digo que duermas en mi cama, no te preocupes por mí.
- Acaso crees que me preocupo.- ¬¬
- Yo se que sí.- nOn Ren solo fue a la cama de Horo.
- Oye Ren.- llamo Horo.- te puedo hacer una pregunta.
- Ya hiciste una.
- Que gracioso… pero yo quería preguntarte… sobre cierta arma.
- ¿arma?
- Bueno sí… la escuche por ahí y pensé que tu… como sabes mas…
- Por fin lo aceptas… si se muchas mas cosas que tú.
- “me esta cabreando” – pensó enojado.- como sea… quería saber si sabes de una lanza… se llama la lanza del destino.
- ¿la lanza del destino? Lo estas inventando.
- Emm… no… lo escuche por ahí
- Pues lo escuchaste en tus sueños… no he escuchado de ella y tampoco se… seguramente no existe.
- Entiendo.- Horo se quedo callado, se giro y vio unos libros con títulos como “tesoros perdidos” y “armas sagradas” los guardo enseguida
- Dime algo… es verdad que no piensas regresar al torneo.-
- Bueno… si.- dijo sin darle la cara. Ren se acerco a él.
- Te diré algo.- exclamo amenazante.- tu tienes que regresar.
- Que y por que.- lentamente Horo se dio la vuelta solo para ver aquellos fríos ojos dorados a la altura de los suyos, demasiado cerca para su gusto
- Simplemente por que yo quiero… como líder del equipo yo doy las órdenes.
- R-Ren.- Horo parecía estar nervioso, mas aún por el tono que estaba usando.
- Creo…
- Tu no crees nada.- se acerco a su oído y respiro sobre este, haciendo que a Horo le diera un escalofrió y se sonrojara.- Io estaba muy preocupado… regresaremos dentro de dos días, yo le dije eso.
- Pe…per…pero.- Horo se reclamo mentalmente por estar así de nervioso y algo asustado, ni que Ren le fuera hacer algo malo ¿o sí?
- Me iré a dormir.- exclamo dejando a Horo en la misma posición, no sin antes de haber inspirado mas del aroma del chico de hielo.- buenas noches.- se acostó sin darle ninguna mirada a Horo-Horo. El aún seguía en la misma posición.
- “que le pasa”- pensó Horo-Horo algo confundido. Y se metió a la cama que había echo él, muy pronto el sueño le venció y se quedo dormido.
Flash Back
- se que vas a decir que es extraño… pero el me dijo eso.
- No te dijo el porque…
- solo hablo de unos sueños que había tenido… me preocupe de sobre manera, bueno ha estado con mucha presión últimamente, los estudios a aparte tenemos problemas con otros de la aldea, sobre el liderazgo, después de todo nuestro padre era el líder de la aldea.
- Algo así como el presidente.
- Si… y digamos que Horo-Horo debe encargarse de eso, pero…
- Pero?
- A actuado muy raro, antes decía que era muy importante el cargo, pero ahora no quiere, mi madre no le dice nada ya que es su decisión.
- Pero no entiendo la parte de que no quiere volver al torneo.
- Bueno… esto… yo tampoco lo sé… Ren tu eres su amigo podrías decirle que vaya… después de todo creo que no parece ser sincero y lo están obligando a tomar esa decisión.
- Tu crees?
- No creo… lo sé.- le afirmo la peliazul.
End flash back
Las palabras de la hermana de Horo-Horo eran ciertas, el no estaba bien, parecía distraído y algo confundido, pero el lo iba a llevar al torneo a rastras, lo obligaría, y si era necesario, lo llevaría inconsciente. Miró a su lado, Horo dormía tranquilamente, tenía una carita de niño pequeño, sumamente inocente y desprotegido, se veía su piel blanca parecía ser tan suave.
- No debía a verlo amenazado así.- se reto el mismo, después de todo tuvo que usar todo su autocontrol para no violarlo ahí mismo, Horo había cambiado físicamente, eso le atraía a Ren, pero interiormente, seguía siendo el mismo chico inocente, leal, amistoso, sociable, lo quería para él, pero por alguna razón parecía imposible eso. Hace cuanto había sentido este sentimiento, esta atracción por el chico Ainu, hace cuanto que ya había aceptado todo esto, le dijo a su hermana Jun sobre esto, ella le dijo que estaba enamorado, al principio no lo acepto, pero con el tiempo y la distancia de ambos, lo extrañaba de tal manera que soñaba con él, quería verlo, e ir a Sapporo era una gran oportunidad para poder verlo, una excusa, y tuvo tanta suerte que se encontró la hermana menor de Horo, que lo llevo y llego mas rápido..- Horo-Horo.- murmuro él Ren se preguntaba si él sentiría lo mismo que él, no lo sabía, hace dos años que no se veían, y Horo parecía haberse olvidado de él, de cierta forma ya no lo trataba como el se lo hubiera esperado, pero lo que mas le sorprendió era el cambio de su amigo, estaba mas guapo y su cuerpo parecía bien formado, no pudo evitar sonrojarse ante este pensamiento.
- …no…- Ren despertó de sus divagaciones con Horo al escucharlo hablar.
- Horo…
- …por favor… no…- susurro bajo, Ren se acerco a él, solo para ver como dos lágrimas salían de sus ojos.
- Horo.
- …mátame…- Ren quedo en shock al escuchar esas palabras salir de la boca de Horo, mientras otras lágrimas salían de los ojos cerrados de su amigo.
- Oye… Horo-Horo.- Ren lo despertó, zarandeándolo.
- Que.- Horo despertó asustado, se levanto de inmediato y noto que su cara estaba mojada, se toco, había estado llorando en sueños.- que paso.
- Eso debería preguntarte yo a ti… ¿Qué soñaste?
- Yo…- Horo parecía recordar.- yo… yo… soñé… no me acuerdo – nn
- ¬¬ eres tan tonto.
- Pero que quieres que haga si no me acuerdo.- Ren tomo el mentón de Horo, para sorpresa del chico, quien lo miro con los ojos como platos.
- Me estas mintiendo.- dijo Ren.
- Claro… claro que no
- No te creo.-
- Entonces allá tu.- dijo quitándose la mano de Ren y se levanto.
- ¿A dónde vas?- le pregunto el chino.
- iré a tomar algo.- dijo él. Horo salió de la habitación, pero Ren lo siguió.
- Tienes leche.- pregunto al llegar a la cocina.
- Eh… se nota que no has cambiado.
- Y tu sigues igual de glotón.- le dijo el, viendo como había sacado ya como unos 6 bollos para comer.
- ¬¬
- ¬¬- luego de esas miradas “insidiosas” ambos estaban tomando leche, si ambos, Horo igual
- oye…- le llamo Ren.
- Que pasa.
- Por que dijiste eso en sueños.
- Ya te dije que no recuerdo… - entonces reaccionó.- hable en sueños.
- Dijiste “Mátame” – Horo se quedo de piedra.- dime era una pesadilla.
- Ya te dije que no lo recuerdo.- dijo desviando la mirada.
- Cuando quieras hablar del tema házmelo saber… no te voy a rogar… solo pido que confíes en mí.- dijo Ren levantándose y se fue a la habitación de Horo.
- Ren.- suspiro Horito.- “mis sueños no son mas que saltos al futuro… cuando renazca mi otro yo va sufrir mucho mas de lo que yo sufrí cuando era pequeño… pero no entiendo… por que me lo hacen saber… Dios acaso me tiene algo preparado”.- estoy tan confundido u.u
Minutos después se fue acostar, no sin antes ir al baño, donde paso al menos 15 minutos, pensando y haciendo, bueno ustedes ya saben, para que entrar en detalles. Fue a su habitación Ren ya estaba dormido, acurrucado en un lado. Se veía tan bien ahí dormido, tan tranquilo.
- Como puede ser posible, despierto puede ser un verdadero demonio, pero de noche parece un ángel.- con solo ese pensamiento en mente, se puso rojo a mas no poder.- en que demonios pienso.- se acostó en su cama, no sin antes darle un último vistazo a Ren y se tapo, muy pronto el sueño le venció y se quedo dormido.
************************************************************************************
Viena, Austria
El avión de Lyserg aterrizó temprano en Viena, la ciudad estaba cerca de la suya, no tardaron en llegar, su visita sería corta, no vinieron de turistas, tenían que hacer muchas cosas.
- Aunque no hallamos venido de turistas.- murmuro Lyserg mientras iba en el taxi.- no tiene nada de malo ver un poco la ciudad.
- Se esta relajando mucho joven Lyserg.- le dijo Haku, el espíritu del chico que vestía de negro.
- Lo sé, pero me parece interesante.- exclamo el ingles. Morphin estaba sentada en su hombro. Sonriente y muy feliz de viajar.
- Llegamos.- se detuvieron frente al palacio Hofburg, una pequeña ciudad dentro de Viena. Lyserg pago y le agradeció al chofer, entraron, el palacio era muy grande, tenía un tono renacentista, había gente mirando y viendo la construcción.
- Es demasiado grande.- opino Lyserg.- como encontraremos esa lanza y sobre todo como la sacaremos de aquí.
- Nadie dijo que debamos sacarla.- le dijo el espíritu.
- Eh.
- Ya lo entenderás.- le dijo el chico, Morphin y Lyserg se miraron confundidos, pero siguieron su trayecto por los pasillo del gran palacio, no supo por cuanto tiempo estuvo caminando pero estaba cansado, pero por alguna razón debía seguir, una fuerza lo guiaba al centro del palacio.
- ¿y?- exclamo Haku apareciendo.
- No lo se.- dijo Lyserg, mirando la pared, se había cortado el camino y llegaron al centro del palacio, era una habitación como las otras, las mismas marcas renacentistas.- será aquí.- se arrodillo, como si supiera lo que tuviera que hacer.- aquí hay algo.- dijo poniendo su mano sobre el piso.
- ¿Qué es?- el espíritu Haku se acerco. Lyserg cerró los ojos. Como si quisiera mirar mas allá del piso, estaba tan concentrado.
- Mh.- sintió un dolor en un costado.
- Joven Lyserg.- Haku parecía preocupado, Lyserg se había vuelto pálido, en ese instante el se paro lentamente, veía una luz sobre su cabeza, pero parecía ser que él era el único que la veía ya que sus espíritus no podían verla, tenía la forma de una mujer. Y esta tenía algo en las manos, parecía una lanza, se lo lanzo a Lyserg y este lo recibió de lleno en un costado, sintió un frió terrible en ese lado, como hielo, y esa lanza parecía estar fusionándose con su cuerpo, ya que no lo atravesó, esta empezaba hundirse.
- Lyserg.- llamo Haku, no sabía que pasaba, el ingles estaba como hipnotizado mirando el cielo, pero el no veía nada.- es mi culpa… no debí traerlo.- Lyserg muy pronto recupero el brillo en sus ojos, solo para desmayarse en el suelo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Espero que les haya gustado, es mi primer fic yaoi…. A si que espero que no me halla quedado muy mal.
Tenía esta idea rondando por mi cabeza que termine escribiéndola eeeeh
¿Si pondré Lemon? Todavía no se… eso depende de ustedes y de sus ya agradecidos comentarios. Dejen me muchos a si me suben el ánimo… por fisss.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
VIVA HOROXREN!!!!!!!!!!!! (Es mi pareja favorita nOn)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------