LAS LAGRIMAS DE UN ÁNGEL
Si, existen los ángeles, que uno cuide a mi papi…
Si, existen los ángeles, qué uno cuide a tío Steve, él es un buen hombre, sé que será un buen padre… quiero que sea mi padre…
Si, existen los ángeles, que uno me cuide… que uno me permita estar con papi, con tío Steve, con todos ellos…
Si, existen los ángeles… quiero uno que me cuide… mami me lástima… ya no quiero llorar…
Si existen ¿un ángel que me cuide?
Quiero ser invisible, que ella no me encuentre… que ya no me siga lastimando…
Soy una niña buena ¿verdad?
¿no soy un estorbo?
¿No soy una carga, ¿verdad?
Grace era una niña muy inteligente a sus 8 años era muy independiente, sabia que el trabajo de su Danno era peligroso, por eso siempre pedía por él, que un angelito lo cuidara porque ella no quería quedarse sin su padre, no porque si le faltara su Danno se quedaría sola, su madre la maltrataría, Rachel la mujer que mostraba una cara a la sociedad pero en la oscuridad de su hogar era un monstruo, un ser tan insensible que no solo disfrutaba el sufrimiento de su exesposo, de maltratarla…
Un niño debe sentirse seguro en su hogar…un niño debe ser feliz…un niño no debe tener miedo a su hogar…un niño no debe sentirse solo…un niño no debe sentir pavor al escuchar la voz de su madre…un niño solo debe soñar…un niño solo debe hablar de amor…un niño debe estar en paz…un niño no debe madurar antes…un niño no debe rogar a Dios que, el monstruo no entre en su cuarto…un niño no debe cerrar los ojos rogando que el castigo sea rápido…un niño no debe pensar en la muerte…un niño no debe ser un asesino…un niño debe ser un niño sin importar nada.
La pequeña se encerraba en su cuarto cuando escuchaba a su madre discutir en el teléfono, sabia que estaba enojada por la forma que hablaba, la forma en que sus zapatos golpeaban el piso, su corazón se detenía cuando el sonido de estos se aceraban a su habitación, ella solo cerraba los ojos y pedía un milagro…ella se portaba bien, no hacia nada para molestar a su madre, era muy inteligente, entregaba todas sus tareas, obedecía a todo, a estudiar lo que Rachel le indicaba que debía seguir…entonces porque su madre entraba a su habitación, agarraba su brazo y de un tirón la arrastraba al closet, una cachetada en su mejilla, gritos y luego la encerraba en ese lugar con llave, la oscuridad la envolvía y ella gritaba, gritaba por ayuda de su Danno, de su tío Steve, su familia…luego solo se acurrucaba en el frio suelo, cerraba los ojos y soñaba estar con su papi, que Danno le contara un cuento, escuchar las anécdotas de su tío Steve. Ella era feliz cuando le tocaba ir de visita con su padre, porque su mente infantil soñaba, imaginaba que eran una familia ellos tres, no existía Rachel, no existía esa mujer que la golpeaba, la lastimaba físicamente como mentalmente… Ella era libre…
Muchas veces quiso hablar, decir su verdad a unos de sus tíos y no solo en Hawái, sino a sus tíos de parte de su papá pero tenia miedo, sabia el poder que tenia su madre y no solo estaba casada con un importante hombre de negocios que conocía a varias personas importantes, si Rachel lo deseaba jamás volvería a ver a su Danno, y eso seria el infierno para ella, su madre sabia moverse, golpearla en lugares que no se dieran cuentas las personas porque lo más importante para su madre era su status social, que la sociedad la viera como una abusadora ¡JAMAS! Y cuidadito de ella que hablara alguien de su situación dentro de su hogar, a veces cuando Kono le preguntaba si estaba bien, deseaba gritar, pedir ayuda, pero tenía miedo. Miedo de que Rachel cumpliera su amenaza de alejarla de ahí, llevarla a un Internado y que jamás volvería a ver a su Ohana, nadie debía saber, ella solo debía seguir un día más a la vez. A veces cuando su madre se pasaba en los golpes la sentaba en un banco para maquillarla, con un poco de polvo y su mejilla roja por el golpe desaparecían como sus moretones en sus brazos y piernitas, su espalda, oh su espalda si pudiera hablar dejaría ver una cicatriz que nadie debía saber que existía. Nadie debía saber que su madre era una alcohólica, una ser tan despreciable que cuando se entero que su padre tenia un caso que lo alejaría de su casa por tres semanas, una Rachel furiosa, con un alto grado etílico en sus venas, agarro a su hija y la tiro por una pared, sin darse cuenta que dicha pared tenia un adorno con una punta afilada, Grace grito al sentir esa cosa atravesar su tierna carne, lloro por ayuda de su madre pero esta solo la dejo ahí tirada llorando, y ella se fue a su recamara, si no hubiera sido por su vecina, quizás se hubiera desangrado, su padre no se entero de eso, porque una Rachel amenazo a su anciana vecina, de que si decía algo se llevaría a la niña lejos de todos, y la abandonaría en un orfanato, lógicamente la anciana no dijo nada por miedo, por proteger a un ángel y rogando un milagro. Luego vino el divorcio.
Grace sabia que su madre no la quería, solo era un trofeo más en su vida, porque aun cuando estaba casada con Danny, ella la descuidaba muchas veces la vecina debía llegar a su hogar para cambiarle el pañal, o darle el biberón de lo contrario hubiera muerte de inanición, creció a sus cuatro años era independiente, podía encender como podía la estufa, prepararse el almuerzo, para sentarse en un banco y esperar el regreso de su padre, su corazón saltaba cuando miraba a su progenitor entrar en su hogar, su dulce Danno, su mente infantil jamás olvidara que su padre aun agotado le leí un cuento, la arropaba con tanto amor y ella olvidaba todo, de los gritos, de los jalones de cabello, de intentar hacer todo bien, de esperar un beso, un abrazo y se acostumbró a fingir que todo estaba bien, que su madre la amaba, de mostrar una abnegada Rachel que vivía para su hija. Ella descubrió que Rachel nunca quiso ser madre, que la tuvo solo para tener a Danny en su poder, porque ella esperaba un hombre que dejara la policía para conseguir un trabajo que le diera mucho dinero, su furia fue enorme cuando descubrió que Danny no dejaría de ser policía, de ganar un salario tan patético entonces ella ya estaba embrazada y con una hija que nunca deseo, y se juro vengar de esa humillación, luego conoció a Stan, a su posición, a su dinero y no se tentó el corazón de irse de ese país, de dejar al fin, al inútil que tenía como esposo pero no le daría el justo a Daniel de ser feliz, si se iba, se llevaba al estorbo que tenia como hija.
Rachel disfruto de tener el control, de poder tener el poder para decidir qué día podía el estúpido de su ex ver a la inútil de su hija, de a veces negarse a verla por días y sobre todo de saber que aun sin tener la necesidad del dinero, dejar en bancarrota a Williams, que se arrastrara por las migajas de su amor, como si ella un día se le ocurriera volver con ese muerto de hambre, todo estaba bien, Danny se sentía tan patético estar en esa isla pero tuvo que meterse Steve, ese tipo le dio esperanza a Danny, le dio algo que el idiota de su ex no se daba cuenta, y ella no iba a permitir que esos dos tuvieran la custodia de Grace, porque era solo tiempo en que Daniel se daría cuenta de los sentimientos que estaban naciendo por Steve, al igual ese maldito Seal se diera cuenta y que; ese par pensaba que iban a ser una familia ellos tres, nunca, si estaba en su poder nunca lo dejaría, la estúpida de Grace estaría en su poder, y pronto en un internado en donde no la molestaría. Solo vio con coraje la orden de apelación de custodia. Si Danny creía que iba a tener a Grace, que siguiera soñando, tomo de un rápido movimiento su vaso de Whisky, estaba tan tomada que solo quedo dormida. Grace solo se sobaba su mejilla adolorida al ver a su madre dormida solo atino a salir corriendo, necesitaba irse de ahí, de sentirse segura, pero sabía que no podía ir con su padre, no quería mas castigos de parte de su progenitora.
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Dean no sabia si era por que estaba en su tercer mes de embarazado, pero a veces sus pesadillas lo atacaban en las noches, de los errores que cometió, pero sobre todo de los miedos al saber que dentro de su cuerpo se estaba formando una vida… ¿Enserio de todos los que podían tener ese milagro, a él le toco eso? Y lo peor hace unos días, para ser exactos tres días sentía que su hermano Sam y Benny habían metido la patada, pero que se jodieran ese par ya eran grandes en lo que sea que se hayan metido.
Sin Castiel que cuidara de él cuando dormía, que fuera el guardián de sus sueños, ahora que no estaba sus pesadillas lo atacaban sin misericordia, aunque el principio odio eso, y discutía con el emplumado de su ahora esposo, ahora lo necesitaba más cuando tenia miedo del futuro de su bebé, miedo a sus decisiones y si era un mal padre, no sabia si su hijo se sentiría orgulloso de tenerlo como gestante. Sentía que si seguía en esa cama se volvería loco, no sabia si su bebé sintió su incomodidad pero en un parpadeo estaba en un hermoso parque, se sintió algo mareado y por un momento juraría que escucho la voz de Cas, decirle que no usara los poderes de nuestro hijo y maldijo sus hormonas, pero su mirada verde se enfoco en una niña era demasiado tarde para que una niña estuviera a esas horas, sola en un parque por instinto saco su espalda de ángel, con sus sentidos al máximo para atacar pero cuando vio la mirada de la menor, por un fugaz momento se vio reflejado cuando era un niño, cuando a la edad de cuatro años debió hacerse cargo de un bebé y un padre alcohólico, su mirada se concentro en la mejilla inflamada de la menor, de verla temblar al imaginarse lo peor y la entendía porque si él estuviera en la posición de la menor observando a un loco con una arma blanca estaría igual, levanto las manos y guardo la espada.
Ninguno dijo nada, uno porque no sabia como hablar con la menor y la otra porque era un desconocido, pero algo le decía que no era malo, que era alguien bueno, los dos miraban el cielo estrellado deseando un milagro, uno que su familia estuviera bien y la otra que su padre la rescatara de su infierno. Grace tenía frio, pero agradeció cuando el hombre le dio su chaqueta.
—Mi padre cuando era un niño de cuatro años, me dejo a cargo de mi hermano de cuatro meses de nacido, yo a esa edad me convertí en padre, madre, hermano mayor y niñera, de ser el que cuidara a mi padre cuando estaba tomado y cuidaba a Sammy de que los monstruos no lo lastimaran —hablo Dean, sin saber porque pero si, lo sabía, conocía todo lo que era ser un niño maltratado porque él lo fue, porque John se dejo perder en la bebida, en la cacería no le importo enseñar a su hijo a ser un asesino, de ser ama de casa para dar de comer a su hermanito, todavía tiene en su memoria la primera vez que quiso prepararle tocino a Sammy, en un descuido, un pequeño descuido y se quemo con el aceite de la carne, fue un milagro que no necesito ir a urgencias, estaba perdiéndose en sus recuerdos cuando la voz de la menor tímida y quebradiza salía en un susurro. Escucho cada palabra, cada golpe, cada castigo injusto y el miedo de ser arrebatada de su padre.
Y Dean deseo con todas sus fuerzas meterle una navaja en el corazón de esa bruja que se hacía llamar madre, sintió como la menor se abrazaba a su abdomen, él se presentó y le conto algunas cosas de su infancia, omitiendo la vida de cazador, noto los brazos lastimados, como dándose cuenta que la menor tenia muchas heridas emocionales, cuando iba a preguntarle su apellido la menor se levantó al darse cuenta que era demasiado tarde, tuvo miedo de que su madre despertara y al no verla se enfureciera con ella, se iba a ir pero Dean con una seña le indico que la acompañaba por primera vez Grace pudo decir su verdad, le hizo jurar a su nuevo amigo Dean que nunca dijera nada, y el cazador se prometió protegerla.
—¿Dean crees en los ángeles?
El cazador iba a contestar, pero la menor al ver la luz apagada de su cuarto supo que estaba en problemas, se despidió del hombre y corrió a meterse a su hogar sintiendo que había esperanza para ella. Y Dean culparía de ser cursi a sus hormonas, pero su al menos sus pesadillas se había ido ese día o eso esperaba.
—Hola Dean
CONTINUARA…