POV NARRADORA
JiMin despertó agitado con lágrimas en sus ojos, acababa de tener una pesadilla, para nada agradable, en la cual su madre se iba de su lado...
El pequeño miro su teléfono, tenia varias llamadas perdidas de Ji Yong.- ¿Le habrá pasado algo malo a mamá...?-aquello era lo que menos quería. JiMin marco a su hermano un tanto preocupado.
- Por fin te dignas a llamar.-hablo Ji Yong cansado, dio un suspiro pesado.- ¿Donde estas?
- En casa de Taehyung, ¿tu aun estas en clases?.-preguntó con el ceño fruncido.
- Llegue hace muy poco a casa, por fortuna papá aun no a llegado.-el azabache suspiro aliviado, era lo único que quería escuchar en aquel instante, se sintió feliz de que papá no estuviese en casa, aquello le daría más tiempo para volver al casa.- Debe estar en el trabajo, tal vez bebiendo alcohol o teniendo sexo con la puta de Park Bom.
- Hyung.-lo regaño JiMin con una sonrisa.- ¿Park Bom es su secretaria?
- Y también amante.-recalcó Ji Yong.- Bueno, adiós, vuelve pronto a casa.
- Sí, adiós.-corto la llamada con una sonrisa curiosa, ¿desde cuando su hyung era tan bueno con el?
El pequeño miro por la ventana, ¿ya era de noche?, se bajo de la cama teniendo cuidado de no despertar a los dos menores. Abrió la puerta con mucho cuidado y bajo las escaleras en silencio.
- ¿Ya te vas?.-el pequeño se sobresalto al escuchar a la señora Kim, la madre de Taehyung.
- Es tarde.-señaló JiMin con una sonrisa.- Debo irme.
- Sí quieres puedo llevarte en vehículo hasta tu casa.-ofreció la señora Kim con una sonrisa de ojos.- Será más rápido.
- Muchas gracias.-acepto su oferta y ambos salieron de casa. JiMin se subió al vehículo de la Señora Kim, ojalas existieran más personas buenas pero lamentablemente el mundo es pequeño, pensó JiMin, sonrió mentalmente. El vehículo comenzó a andar.
La mujer y Park se mantuvieron en silencio todo el camino, pero uno agradable, de vez en cuando el azabache cruzaba miradas con la mujer, quien al instante le regalaba una sonrisa fácil.
El pequeño se puso a mirar por las ventana las hermosas calles de Soul.- Ya llegamos JiMin, baja y dale saludos de mi parte a tu madre.-JiMin se bajo del vehículo y le sonrió a la mujer.
- Muchas gracias.-hizo una reverencia, agitó su mano en forma de despedida y se fue corriendo a casa lo más rápido posible una vez que la señora Kim se fue.
- ¡¡Estoy en casa!!.-grito JiMin, se quitó los zapatos con torpeza y salio corriendo con una sonrisa en busca de su persona favorita, su querida madre.
Encontró a su madre echa bolita en el sillón junto Ji Yong, ambos estaban viendo una película romántica.
- Bienvenido a casa, hijo.-le dijo su madre con una gentil sonrisa.- ¿Tienes hambre?, ¿quieres que te cocine algo?.-hablo con un tono amable.
- No es necesario omma, yo puedo hacerlo.-la mujer asintió y volvió a ver la televisión. JiMin comenzó a cocinar algo básico, bibimbap, aquel platillo era el único que sabía cocinar, su abuela se lo había enseñado pero lamentablemente, ella falleció hace un año...
JiMin termino de cocinar, fue y se sentó cerca de una pequeña mesa en el comedor, comenzó a comer cuando de pronto su padre llego a casa.
- ¡¡BUENAS NOCHES FAMILIA!!.-el azabache miro a su padre con asco, llego echo mierda, literal. Los primeros botones de su blusa estaban desbotonados, su ropa estaba sucia, rota y un poco manchada con sangre que al parecer era de él, la comisura de su labio estaba rota, su pómulo sangraba y su ojo derecho estaba inflamado.
- Oh dios, ¿que te sucedió?.-fingió preocupación, eso pensó el pequeño porque su madre ni siquiera sonaba histérica.
- Tuve una discusión con un empleado y... oh dios, ¿me estas escuchando maldita perra?.-el hombre estaba borracho y tiro del cabello de la madre de JiMin. Ji Yong se molesto bastante y golpeó a su padre lo más fuerte que pudo dejándolo aturdido.
- ¡¡LA ÚNICA PERRA AQUÍ ERES TU!!.-le dio otro golpe en el rostro, el hombre callo inconciente al suelo.
- No era necesario tanta agresividad, Ji Yong, solo fue un tirón de pelo.-dijo su madre mirando sin intereses el cuerpo inmóvil de su marido.- de todas formas, gracias.
- De nada.-respondió el hermano de JiMin con una sonrisa y beso la frente de su madre.- Esta noche dormirás en nuestra habitación.
- ¿Y que hay de tu padre?.-su madre frunció el ceño.
- Lo llevare a su habitación y lo encerrare hasta mañana por la mañana.-hablo Ji Yong, la mujer volvió a asentir. JiMin miraba estético la situación, el hambre se le había quitado con solo ver a su padre. Estaba enfadado y asqueado por su padre, triste por su madre.
El pequeño se levantó de la silla tomo el platillo de comida y la tiro a la basura, dejo el plato sucio en el lavabo, se acercó a las escaleras.- Iré a dormir.-dijo en seco.
Su mamá y hermano lo miraron.- Esta bien, dulces sueños cariño.-la mujer le sonrió y le lanzó un beso cosa que JiMin repitió. Se fue corriendo por las escaleras y entro a su habitación.
Comenzó a escarbar en su cómoda, entre su ropa encontró un cuter, aquello era lo que usaba para cortarse. Fue y se encerró en el baño.
Se acercó al lavabo, arriba de el hay un pequeño armario con puertas de espejos, las abrió y saco un frasco de píldoras para dormir, el cual era de Ji Yong, su hermano tiene problemas para dormir hace ya muchos años.
El pequeño tomo el cuter e hizo dos pequeños pero profundos cortes en sus delgadas muñecas, tomo el frasco de píldoras, lo habrio y vacío unas cuantas en su mano izquierda, se las tomo con un poco de agua.
Volvió a salir del baño, escondió el cuter en la cómoda de siempre, se cambio de ropa, se puso su pijama favorito, un kigurumi verde de triceratops el cual no tardó en mancharse con sangre en la parte de los puños.
JiMin se metió en su cama como un pequeño felino que intenta esconderse de un canino, espero a que las píldoras le hicieran efecto, las muñecas le ardían demasiado.
El azabache sintió sus párpados pesados, cerró sus ojos lentamente hasta sin ya poder ver alguna clase de luz, simplemente todo era una sombría oscuridad...