POV NARRADORA
Era de mañana, la habitación era inundada por un silencio acogedor, él cual en la casa del pequeño rara vez se puede apreciar ya que está se llena de gritos, quejas y llantos.
JiMin se sentó en el borde de la cama, se sintió un poco mareado, se vio ambas muñecas, se decepcionado.
La tela de su kigurumi había amortiguado el sangrado.
- Que fastidio.-suspiro pesado, se levantó de la cama y se dirigió al baño.
Abrió el pequeño armario y sacó unas vendas, le costó un montón vendarse las heridas ya que solo estaba utilizando una sola mano para vendar sus muñecas. Una vez término, guardo las vendas y salio del baño.
Se cambio de ropa lo más rápido posible ya que Ji Yong comenzaba a despertar, a medio vestir saco las sábanas de su cama y salio corriendo fuera de habitación. Bajo las escaleras con sumo cuidado, se acercó a la cocina y metió las sábanas en la lavadora. Escucho unos pasos en la escalera, el moreno se asustó.
- ¿JiMin?, ¿qué haces aquí abajo?. Ve a dormir, aun es muy temprano.-se tallo los ojos con sus puños y bostezo. Miro a JiMin y frunció el ceño.- ¿Por qué no estas usando pantalones?
- Los estoy buscando pero no los encuentro.-mintió, sonrió nervioso.
- ¿Te ayudo a...?
- ¡¡NO!!, N-no te pr-preocupes.-tartamuddo nervioso.- Yo puedo sólo.
- Oka pero luego ve a dormir, falta una hora para que te vayas a tu escuela.-dijo bostezando y entro al baño de la planta baja. El pequeño suspiro pesado y se fue corriendo al segundo piso.
Busco sus pantalones y se los puso. Se lanzó en su cama y reviso su teléfono. Tenia un mensaje de TaeHyung que no había leído.
¿A qué hora paso por ti?
-06:00 AM-
Suspiro y respondió.
En una horas más.
-06:16 AM-
Está bien.
-06:20 AM-
El pequeño dejo su teléfono de lado y se lanzó a la cama. Acercó una de sus manos a su rostro y con sus dedos delineo delicadamente sus labios. Recordó el beso de ayer.- Totalmente asqueroso.-murmuró, él no se consideraba un homosexual pero aquel beso le había echo dudar de sus preferencias sexuales.
Se relamio los labios. Su estómago comenzó a crujir, se levantó de golpe, tomó su teléfono y salio nuevamente de su habitación.- ¿Donde crees que vas pequeño?.-Ji Yong lo tomo de la muñeca, el azabache soltó un quejido inaudible.
- A la cocina, tengo hambre, hyung.-dijo con un puchero.
- ¿Quieres que cocine para ti? .-el menor frunció el ceño, ahí estaba de nuevo el Ji Yong amable, no le agradaba.
- ¿De verdad, hyung.-dijo con un notable brillo en sus ojos, el mayor sonrió y asintió.- ¿Puedes cocinar bibimbap para mi?
- ¿No te cansas de comer siempre lo mismo?.-frunció el ceño, su hermano menor negó repetidas veces.- Voy a cocinarte Jajangmyeon.
- Gracias hyung.-JiMin sonrió y se fue corriendo a la cocina.
***
- JiMin, come con cuidado, vas a quemarte la lengua.-lo regaño el contrario.
- Está bien.-sus ojos se ocultaron en dos medias lunas al sonreír. El sonido de la puerta los interrumpió, ambos hermanos miraron por la ventana, fuera había un vehículo aparcado.
- Oh, es TaeHyung.-dijo JiMin al revisar su teléfono al darse cuenta que tenia un mensaje de su mejor amigo.
Estoy fuera de tu casa.
-07:15-
El mayor suspiro pesado y miró a su hermanito.- Es una pena que no hayas saboreado correctamente mi comida.-fingió tristeza y seco una lágrima imaginaria.
- ¡Hyung!.-lo golpeó en el hombro divertido, tomó su mochila y se acercó a la puerta.- ¡Adiós!.-se despidió y salio de casa.
***
La tarde transcurrió tranquila pero a la vez muy aburrida.
- Hyung, has estado muy feliz últimamente, ¿sucede algo?.-le susurro TaeHyung en clase de Matemáticas.
- No te lo diré~.-el menor hizo un puchero y se cruzó de brazos.
- Vamos hyung~.-tomó su hombro y lo sacudió constantemente.
- No.-le negó y el castaño hizo un mohín molesto, iba a protestar cuando la campana de receso sonó.
- ¡Chicos mañana no olviden traer su transportador!.-grito su profesora a cargo de la asignatura.
Todos respondieron de mala gana con un "Está bien". JungKook se les unió al rato, siempre con su habitual sonrisa de conejito.
- No tengo ganas de salir a jugar.-le dijo el azabache a sus dos mejores amigos.
- ¡Hyung!.-comenzaron a lloriquear los más pequeños.
- Sólo será por ahora, prometo que para el próximo receso saldremos juntos.-los menores lo miraron indeciso.- Incluso los tomare de la mano.-añadió.
- ¡Está bien!.-ambos se alegraron, el mayor sonrió victorioso al ver a los dos pequeños salir del aula.
Se acercó a la puerta y la cerró discretamente. Apoyo su espalda a la puerta y tiro de su cabello un tanto molesto.
- No hay razón por la que yo debería estar feliz.-suspiro pesado. La puerta se abrió y JiMin retrocedió unos pasos casi a punto de caer. Vio a YoonGi entrar y cerrar la puerta.- ¿Q-qué haces aquí?.-tartamudeo alejándose del mayor.
El contrario no respondió y se acercó al menor. El corazón del moreno comenzó a latir con desesperación, se relamio los labios al ver al más pálido tan cerca de él.- JiMin...-dijo tan cerca de sus labios sin hacer contacto aún entre ellos, el mayor tomó las muñecas del contrario y lo acorralo contra la pared.
- Sueltame... Por favor...-murmuró suplicante, el más pálido lo miro a los ojos y lo beso. El moreno intento safarse de su agarre pero término por ceder.
YoonGi soltó las muñecas del otro azabache y acarició el trasero del contrario con delicadeza. Esto es extraño, pensó JiMin.
El menor rodeo el cuello del mayor, profundizando aún más el beso, se quedaron así por varios minutos.- Detente...-le rogó JiMin una vez se separaron.
- ¿Por qué?.-pregunto YoonGi, el moreno callo por un instante y se separo bruscamente de su hyung.
- No lo sé, esto es raro.-se quejo desviando su vista. El silencio se propagó en toda el aula.- No me gusta... Me siento extraño.
- Está bien...-dijo el contrario con simpleza, se molesto un poco pero no era nada grave. El azabache camino hacia la puerta para salir del aula, el pequeño rogó por su hyung lo volviera a mirar pero no fue así él simplemente se fue.
***
La tarde paso rápido, los niños pequeños salían de sus aulas para volver a sus respectivos hogares.
- Hyung, ¿vendrás a mi casa?.-le pregunto Taehyung con un brillo en sus ojos.
- No lo creo.-dijo JiMin pensativo, El castaño miro suplicante al mayor.- No, no iré.-dijo firme.
- ¡¡Pero hyung!!.-le rogaron los menores, el azabache sonrió.- Te daré papitas, ¡¡Lo prometo!!.
- Lo mismo dijiste la última vez que fui a tu casa.-hizo un puchero y se cruzó de brazos.- Me traicionaste.-se limpio una lágrima imaginaria.
- Hyung, no es gracioso.-Jungkook hizo un puchero, apoyo su mentón en el hombre de su novio y lo abrazo.
- ¡¡JIMIN!!.-los tres pequeños voltearon con el ceño fruncido. La pandilla de YoonGi se encaminaba hacia ellos.
- ¿Qué quieren?.-pregunto JiMin cruzado de brazos y con el ceño fruncido miro a los tres chicos que se acercaban.
- Sólo queríamos pasar el rato contigo, Jiminnie.-anuncio HoSeok, quien se acercó a él y acarició su cabello, cosa que no le agrado al más bajito de todos.
- No es cierto, YoonGi quiere charlar contigo a solas.-dijo Young Bae de lo más normal, el azabache dirigió su vista al más pálido de todos, quien lo veía con una mirada neutra.
- ¿Solos?, ¿Él y yo, completamente solos?.-todos asintieron, el moreno miro sorprendido a su hyung.- Está bien...-dijo en un susurro.
- Hyung, nosotros nos vamos...-le dijo JungKook susurrandole al oído.- ¡¡Nos vemos!!
- Adiós hyung.-se despidió HoSeok de YoonGi y se fue junto a Young Bae.
***
Era mediodía, el aire era fresco. JiMin y YoonGi estaban sentados en una banca de un parque cercano a la casa del primero.
El mayor de vez en cuanto miraba al menor con curiosidad, desde que llegaron ahí todo se había vuelto un silencio incómodo.
- ¿JiMin?.-llamó la atención del moreno.- ¿Yo... te gustó?.-pregunto de la nada, el contrario lo miro sorprendido.
- ¿¡Qué!?, ¡Claro que no!.-exclamó nervioso, el más pálido frunció el ceño y se le quedo mirando.- ¿Por qué lo preguntas hyung?.-pregunto intentando evadir el nerviosismo.
- No por nada.-dijo simple, sin cambiar su expresión. Su vista vago por todo el lugar, su mirada se detuvo en una pequeña tienda de helados.- ¿Quieres un helado?.-le pregunto con una sonrisa, cosa no muy común en él.
- ¿De verdad hyung?.-se emocionó con un leve brillo en sus ojos, YoonGi asintió.- Gracias.-sonrió.
Ambos se levantaron de la banca y se encaminaron a una pequeña tienda de helados llamada Run. Al entrar a la pequeña tienda una joven saludo a JiMin con una alegre sonrisa.- Hola Dooly, ¿que te trae por aquí?.-pregunto la joven.
- ¿Me da dos helados por favor, Noona?.-le pidió el pequeño, la mujer río.
- Dooly, que te eh dicho de las formalidades, puedes llamarme sólo JiMin.-el moreno sonrió ocultando sus ojos en dos medias lunas. YoonGi frunció el ceño.
- Estoy más gusto con decirte Noona.-la joven sonrió y negó repetidas veces resignada.
- ¿Qué sabor quieren pequeños?.-pregunto la mujer con una sonrisa.
- ¡Yo quiero de sandía!.-exclamó el menor de todos con una sonrisa.
- Yo de naranja por favor.-dijo el más pálido en un tono seco y frío, como siempre, JiMin rodó los ojos.
La joven se acercó al congelador y sacó dos paletas de helados; sandía y naranja. La joven le entregó los helados a ambos chicos, el mayor fue quien pago, luego de un rato de conversa, los dos niños salieron de la pequeña tienda de helados y volvieron a sentarse en la misma banca de antes.
El menor, antes de deshacerse de la envoltura de su helado, reviso su teléfono.
- Hyung, debo irme.-hablo JiMin exaltado al ver que hora era; 06:19 AM.
El menor se levantó de golpe, el mayor en un movimiento rápido lo tomo de la muñeca, haciendo que el pequeño tirará por accidente la paleta de helado al suelo, soltó un leve quejido de dolor, había olvidado los cortes en sus muñecas.
- No. Tu te quedas aquí, conmigo.-dijo amenazante con una mirada asesina. El moreno se sintió intimidado, intento safarse del agarre de su hyung pero este aferraba cada vez más el agarre a su muñeca herida.
- Hyung, por favor sueltame.-el pequeño comenzó a llorar, quería salir corriendo de ahí y asegurarse de que su madre estuviese bien, era la única persona que le importaba en su jodida vida, aunque sonará muy egoísta, así era.
YoonGi le brindó un golpe en el vientre al moreno, este último se retorció del dolor, de sus comisuras salió un poco de saliva a causa del golpe.
- ¡¡Eres un cerdo!!.-se río el mayor.- ¡¡Oing, oing!!.-se burló.
JiMin se sintió terriblemente mal, quería llorar y gritar hasta que su voz sólo saliera a susurros.
- ¡¡Cállate, cállate, cállate...!!.-grito el azabache arto de la actitud de su hyung.
- ¡¡Admitelo, eres un maldito cerdo!!.-se río a carcajadas maliciosas.- ¡¡Eres igual a tu padre!!, ¡¡un cerdo, oing oing!!
El moreno se tapó los oídos, estaba hirviendo en irá y sabía que en cualquier momento iba a explotar.- ¡¡No lo soy!!, no... yo no soy él...
- ¡¡Eres peor que tu padre!!.-el pequeño ya arto, golpeó al contrario en el rostro, este último retrocedió unos pasos por el impacto, JiMin aprovecho la oportunidad para escapar y así lo hizo.
"Tu no eres él", "Eres mejor que ese puerco", "Ustedes no se parecen en nada". Se repetía una y otra vez, dolido, de ninguna manera, él no podía convertirse en algo como su padre. Simplemente le aterraba ser alguien como él.
FIN POV NARRADORA
***
POV JIMIN
Me encontraba a una cuadra de mi casa, estaba muy cansado para seguir corriendo. Estaba muy dolido como para seguir adelante.
Min YoonGi, jamás creí que llegara a odiar tanto a una persona, él era simplemente ignorante. Al estar fuera de mi casa pude distinguir unos gritos y llantos provenientes de esta. Entre lo más pronto posible..
Omma estaba en el suelo inconciente; sus pómulos estaban morados y su nariz sangraba por los golpes, su ropa estaba rasgada y con manchas de sangre, sus rodillas, las cuales estaban al descubierto gracias a la falda que llevaba, estaban llenas de raspones y hematomas, su blanca y nívea piel estaba llena de hematomas, sangre y un poco inflamada.
Sentí el rencor correr por mis venas al ver a mi madre así, busque con la mirada a mi padre; estaba en un sofá bebiendo alcohol y fumando, como siempre. Él era tan asqueroso, me acerque a él con furia y lo golpeé con mis pequeños puños en su pecho y hombros y de vez en cuando le daba patadas en sus piernas gritando:
- ¡¡Eres un monstruo!!, ¡¡tu no eres mi padre!!.-él me miró pero no dijo nada, solo siguió bebiendo y fumando.- ¡¡Eres horrible!!, ¡¡asqueroso!!, ¡¡me decepcionas!!.-le grite.
El hombre me miró molesto y estampó el cigarrillo contra mi cuello, sentí un leve ardor. Me tomo del cuello y me lanzo al piso, con furia se levantó del sofá y comenzó a dar patadas a mi cuerpo.
Quería gritar y pedir ayuda pero mi voz no salía, tenia mucho miedo.
- ¡¡Eres inservible!!, ¡¡un estorbo!!, ¡¡nadie te quiere!!.-comenzó a gritar mientras seguía golpeandome. Un estruendo se escuchó a la entrada de la casa, Ji Yong había llegado y entro enfurecido al escuchar los gritos.
- ¡¿ESTAS LOCO?!.-lo separo de mi y lo golpeó. Inhale profundamente y exhale, mire a mamá preocupado.
Apegue mi cuerpo al suyo y acaricie su cabello y rostro delicadamente, teniendo en cuenta no rozar sus heridas
- Omma, lo siento. Me siento culpable, todo es mi culpa... lo siento.-bese su frente, espere con ansias a que ella despertará, su respiración era débil y lenta...
Ella parecía una pequeña muñeca de porcelana, indefensa, desechada millones de veces pero aun así seguía siendo hermosa, como una pequeña mariposa, tan frágil y débil.