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De Dioses y Mortales por reydelosPK2

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Notas del capitulo:

La historia completa de este Wolfram se halla en el fic ya publicado: Del bien y El Mal.

Envidia.


Dimensión Envidia: La cordillera del invierno eterno.


(La historia completa de este Wolfram se halla en el fic ya publicado: Del bien y El Mal)


 


Estaba algo cansado de mirar nieve y sentir el frio congelar piel, sentirlo penetrar su ropa y hundirse en sus huesos, sentirlo entumir sus pulmones.


Ser desterrado nunca fue divertido, más si eres mandado a la cordillera del Invierno Eterno. Soportar una temperatura optima de menos diez grados y una mínima de menos cincuenta era… una tortura. El lugar fue cortesía de la alianza de los nobles denominada Resistencia, pues ese según el nuevo “sabio” asignado tras la muerte de Murata era el lugar idóneo donde los hijos del Soushu no podrían llegar a la ultimo portador de las llaves y la caja misma, pues estos en su mayoría eran humanos, y aun para un demonio ese lugar era sinónimo de muerte.


Solo demonios de fuego podrían sobrevivir a tales condiciones. Y estos requería mucha fuerza de voluntad, mental y física también.


Yuuri puso el grito en el cielo negándose a este destierro. Argumentando que nadie podría sobrevivir a tales condiciones de vida, pero los líderes de la alianza fueron claros:


“El invierno eterno o la hoguera”


En cualquier caso era dolorosos, pero la cordillera del invierno eterno le daba al maou tiempo para resolver los problemas y mantener vivos a Wolfram y Marflow. Miro al rubio desde la distancia pues ya no podía acercársele sin causarle dolor, el poder del Soushu y el poder del maou no se llevaban bien. Sus miradas se encontraron, ambas estaba en la incertidumbre, pero la de Wolfram se mostraba expectante de más acción por parte de su esposo.


Deseaba que se impusiera como rey, como Maou. Que por lo menos evitara tal destierro a su hija. Marflow aún era una niña de 13 años, no merecía tal destino. Aun no había cometido pecados mortales por los cuales deba ser castigada severamente. Pero Yuuri no pudo o no quiso hacer nada. Nuevamente se mostró respetuoso a lo que decidía la mayoría.


Oh sí. Wolfram memorizo su nombre y cara del nuevo sabio y lo puso en su lista negra, jurando matarlo si algo le pasaba a Marflow. No por vengarse de tal destino, sino porque el desdichado mando con él a Marflow, una simple niña. Su hija que solo por ser su pequeña y tener el sello de restricción del Soushu fue encasillada como una amenaza y si lo era, pero era su hija… Mataría a quienes se atrevieran a lastimar a sus hijos.


Los ojos esmeraldas de Wolfram miraron fijamente a los ojos ónix de Yuuri, cambiaron su color de verde esmeralda a rojo furia. Odio ser el consorte del Maou, odio que antepusiera sus responsabilidades antes que a su familia.


“Que puedo esperar de él… Marflow no es su hija…”


“Es su deber como Maou… Tu solo eres un estorbo”


Excusaba las acciones de su esposo mientras la oscuridad le susurraba otras cosas:


“Te traiciona para salvar su trasero”


“fue su culpa por engañarte y dejarte marchar de Shin Makoku dejándote a manos de Saqra…”


“No te ama, nunca te amo… siempre vio como un fastidio a Marflow. Solo le importa su hijo”


Susurro la oscuridad en su corazón.


-Mami…-Yuuki tomo la mano de Wolfram y este reacciono cambiando el color de su mirada de rojo a verde. Miro a su niño y temió su destino. Pero cuando se dijo que sería enviado a la tierra, sintió alivio y tristeza: no lo volvería a ver- yo quiero ir de vacaciones contigo…- dijo el niño en su ignorancia  e inocencia. Yuuki era el hijo verdadero de Yuuri. Marflow era claramente la hija de Saqra y estaba contaminada por el poder del Soushu.


“Separa el trigo de las malas hierbas…”


Racionalizo Wolfram excusando a Yuuri y aceptando que era lo mejor, pero era claro que no se sentía como lo mejor.


-No digas tonterías. Tus abuelos esperaron mucho tiempo para llevarte a Disney Land- mintió


-Pero yo quiero estar contigo… siempre quiero estar contigo…- decía Yuuki conteniendo sus lágrimas, no se había separado tanto tiempo de su madre. Wolfram sintió sus ojos inundarse de lágrimas y giro para abrazo sin verle a la cara pues podía quebrarse.


-Sabes que Marflow está castigada, no puede ir a Disney Land, debo quedarme con ella y hacer que entienda que no debe golpearte y debe aprender a comportarse… Tu sabes lo cabeza dura que es…


Yuuri analizo esas palabras, pues sí. Su hermana melliza era un caos. Una chica perversa. ¿Que méritos había hecho su hermana para disfrutar de Disney Land?. Ninguno. Era correcto castigarla. Acepto marcharse a la tierra, pero lo que jamas espero fue que no le dejaran regresar a Shin Makoku, al grado de desesperarse por volver a ver a sus padres.


O si… esa fue la última vez que se vieron como una familia. Pese al dolor que le ocasionaba estar cerca de Yuuri por culpa del poder del Soushu. Wolfram abandono esa cama y mostro su mejor cara, aunque sintiera su piel quemarse al estar cerca del maou. Sonrió y se despidió de su esposo y su hijo con un beso en la mejilla y marcho con su hija a las cordilleras del invierno eterno.


El fuego de su magia los mantuvo vivos. Tanto Wolfram como Marflow dieron gracias a que Daniel tuviera la piel curtida como el cuero de oso. Ya no sentía el frio, además Marflow siempre le lanzaba una que otra bola de fuego cuando este parecía muerto.


De la tropa de cien soldados de fuego, lentamente fueron muriendo y solo quedaron 15.


La pequeña cuadrilla compuesta por quince soldados, resguardaron a Wolfram y Marflow. Su deber era protegerlos y también impedirles salir de El Invierno Eterno. Ya no por ser una orden de la alianza y el Maou, sino por voluntad propia. Muchos de ellos fueron soldados del reino Bielefeld que sobrevivieron la aguerra contra el reino Yaku y conocían los sacrificios que hizo su rey y ahora consorte del Maou, conocían los sacrificios y las penalidades que cargaba. Su lealtad fue sin duda admirable.  


Vieron los días pasar, miraron como se volvían semanas, meses. Era difícil decir  si era de día o de noche por culpa de las noches eternas. Esas noches que duraban semanas sin ver la luz del sol. Aunque tampoco extrañaron la luz del sol, pues solo tenían para ver nieve. Adonde fueran solo nieve y algunas Kewuiñas y pinos secos. Marflow mataba su tiempo practicando sus habilidades que comenzaban a crecer. Wolfram aprendía dominar más y más al Soushu, comprendiendo una cosa:


No era una buena persona. Y no tenía ganas de serlo. Pero se guiaba por la lógica y por su terquedad. Dominaría al Soushu y el mismo ganaría su felicidad a costa de lo que fuera necesario.


Sus hijos le daban la fuerza para seguir en la lucha, Yuuri… bueno era ridículo aceptarlo, pero pese a todo seguía amándolo aunque… cada día el amor que sentía por él pesaba menos. Las cartas ya no eran del todo suficientes para seguir amándolo.


Las breves batallas con los hijos del Soushu y el clima extremo endurecían más y más su corazón.


Su mente comenzaba a alucinar posibles. Recordó las otras dimensiones y las envidiaba… se imagina a él en ellas y una en especial: Ira o como en ese tiempo la conocía: Amor.


Un bello cuento de hadas. Un amor que tardío dio frutos, que se llenó de momentos cálidos y promesas de amor Eterno. Donde nació un niño protegido por una madre dichosa y un padre sobreprotector… un mundo de ensueños diferente al suyo donde Yuuri lo engaño y se rompió el compromiso, donde se fue a Bielefeld y conciso a Saqra y el reino Yaku y se dejó engañar por ellos y cuando descubrió sus sombrías intensiones de liberar al Soushu fue tarde y se vio acorralado en una guerra donde la muerte de su gente era el pan de cada día al grado de casi ver extinto a su reino.


Una donde fue usado como puente para controlar al Soushu y su cuerpo finalmente murió y revivió convirtiéndose en el nuevo contenedor del Soushu y su voluntad la llave. Un ser inestable que solo hallo la fuerza al saber que esperaba dos hijos. Una niña de Saqra el hombre al cual odio con toda su alma y otro de Yuuri.


Sí, si vivió algunos momentos cálidos con Yuuri y su familia, pero no compensaban sus alucinaciones, el escuchar la oscuridad del Soushu y ver los muertos reclamarle tantas cosas. No compensaba saber que su niña también cargaría con esa pena si perdía el control del Soushu… No compenso cuando el poder del Soushu se liberó y estar cerca del poder del maou le causaba tanto dolor que apenas si soportaba ver a su esposo y su hijo. No compenso el destierro y su frustración como madre al no volver a ver a su hijo y saber que su hija padecería su destino. No. Los pocos momentos felices no compensaban nada.  


 


Era imposible no envidiar a su homologo. El tuvo una bonita historia de amor… La suya fue un infierno desde el inicio, y aun cuando Yuuri prometía liberarlo de este tormento, no tenía la capacidad, pues era el maou y siempre atendería sus deberes con su reino y el… el solo podía entender y aceptar sus promesas incompletas, su incompetencia y su titubeo por no ir en contra de sus principios de buen rey y no matar a inocentes.


A su entender: Yuuri jamas lo amo. Solo se sintió culpable y la culpa lo ato a su lado. Aunque mil veces el moreno le juro que no era así. Que de verdad lo amaba y necesitaba a su lado, jamas pudo creerle.


Miro la nieve y se aburrió de verla caer sobre más nieve. Entro a su tienda aprovechando que Marflow estaba enfocada en su entrenamiento. Se sentó en su cama resignado y acatando su destino sin hacer berrinche alguno. La vida que aun le quedaba la disfrutaría y no dejaría que nadie lo dañara. Pero era difícil disfrutar la vida en esas condiciones.


Miro las velas recubiertas en vidrio y este a su vez en cuero de osos para que el frio no las apagara. Las miro y estas se prendían con más intensidad, sintió aquella energía. Rio al reconocerla.  Aparentemente todos ellos estaban destinados a no pasarla bien.


Recordó esa mariposa que trato de contaminarlo y él la destruyo. Supo entonces que su homologo había caído en desgracia y quizás sucumbido a la oscuridad, pero jamás imagino que se pasara de listo en su odio se convirtiera en dios. Del amor a la ira...


Envidia… nuevamente sentía envidia por su otro yo. Ahora a pesar de ser malo seguía en una posición privilegiada. Su homologo se las arreglo de alguna extraña forma para vengarse. Mientras él… seguía en el invierno Eterno.


Wolfram se sentaba algo cansado y molesto leyendo la última carta que recibía del maou, su marido. Al parecer seguían atascados en pacto de sangre, aun seguía empeñado en la defensiva y rechazaba la ofensiva.


Wolfram suspiro molesto y arrugo aquella hoja cuando sintió que al fin su invitado no esperado  se personificaba y lo miraba. Dio media vuelta para encararlo.


-Oí si vienes a secuestrarme tendrá que ser con mi hija. No soy de los que deja hijos regados por el mundo- concluyo riendo irónicamente al ex dios- Yo no soy como mi homologo. Yo no…- guardo silencio al verle y negó con la cabeza. El hombre estaba más contaminado que al palabra. Su enfermedad acabaría con él en unas cuantas décadas mas -Espera cinco minutos la llamo y alisto algunas cosas.


-de todas las dimensiones esta es la más similar a la del otro maou- Wolfram se detuvo y no fue a buscar a su hija. Solo se le quedo  mirando. Supuso lo que el ex dios le pediría. La mayoría de las almas que recupero el Maou de las otras dimensiones estaban contaminadas. Dejar ese trabajo a Yuuri era aceptar la derrota. Suspiro. A Ese mundo no podía llevar a Marflow.


-¿tan mal están, que incluso tu bienes a buscar mi ayuda?-Pregunto preocupado. Lo que empezó como una broma, se volvía real. El ex dios si venía a llevarlo


-es más fuerte que nosotros y aunque sé que no es capaz de matarme todavía, no podre atraparlo lo suficiente para que el Maou lo purifique.


-Ya veo. Así que quieres mi ayuda para ayudarlos a matarme- repuso sentándose en su sillón de madera- enfrentar  dos seres que son el mismo… - susurro al aire, algo se traía el dios. No comprendía porque se empeñaba tanto en remediar su error. No quiso pensar mucho en las razones verdaderas del ex dios, solo pudo pensar en sus razones para ayudar o negar su ayuda- seguro que solo quieres mi ayuda para irritarlo… No crees que él pueda purificarlo y piensa que yo al conocer de la oscuridad podre hacerle entrar en razón…- le miro con los ojos esmeraldas que cambiaron a rojos escarlata para levantarse y acercarse al ex dios. Iba  a decir algo pero el ex dios se adelanto


-No tienes nada que perder. Conoces tu destino mejor que nadie y el de tus hijos. El Soushu te da la opción de ver las esferas y al conocer el alma de las personas te es fácil anticipar las cosas. Morirás en esta cordillera y tu hija padecerá y al final también morirá. Me ayudes o no. Gane o pierda el maou de este mundo no cambiara tu destino ni el de tu hija.


-Saber demasiado es molesto… saber de dioses. De muertos, de la oscuridad, de la verdadera naturaleza de las personas es molesto… tan frustrante que te dan ganas de suicidarte. Tejes simples mentiras que transformas en tu realidad y tus esperanzas, pero sabes que son falsas- miro sus manos- la oscuridad cada vez es más fuerte y yo más débil… cada día siento menos y si siento algo es por quienes nacieron de mi… ya no estoy seguro de amar a Yuuri. Ya no estoy seguro de mí mismo- concluyo- solo de ese destino ¿Porque debería ayudarles?


-Sabes diferenciar el bien del mal. Lo correcto de lo incorrecto y esa es tu fortaleza. Solo tú puedes ayudarnos a detenerte a ti mismo. Así por lo menos habrás hecho algo bueno de tu vida.


Wolfram miro el suelo cubierto por un aura sombría. Llorar. Gritar no tenían sentido pues nadie lo ayudaría, a nadie conmovería.  


-Si te ayudo… Prométeme algo- susurro Wolfram al ex dios- que si Marflow sucumbe ante el Soushu tú interferirás ya sea para matarla o detenerla… No quiero que Yuuri o Yuuki lo hagan. Pese a todo sé que Marflow los ama… seria doloroso para ellos.


-Si debo hacerlo lo hare, sin embargo ella nació con tu fortaleza. Creo que puede lograrlo.


-Basta de palabrerías. ¡En marcha!-Repuso Wolfram, la media promesa del ex dios le basto.


En el olimpo Wolfram de la dimensión ira miraba molesto al dios y su jugada. Suspiro jamas creyó que el dios se atrevería a tanto para fastidiarle. Traer a su contra parte a esta dimensión. Ese Wolfram que de las siete era el más fuerte como demonio y poseedor del poder del Soushu de la caja de agua donde se guardó tal el fuego del invierno eterno, sin duda sería una piedra en el zapato pues él podía controlar el poder del Soushu y aun que Yuuri fallara en purificarlo podría estabilizar ese mundo sellar al Soushu regresando la paz.


 


Se paró frente al holograma de su contra parte, y le miro fijamente. Ambos tenían tanto en común, ambos amaron a Yuuri y se decepcionaron de él y su amor convenenciero. Ambos tuvieron hijos para él y tuvieron hijos para un tercero al cual odiaron por mil razones pero la principal, es por grabarse en sus recuerdos y su esencia para siempre. Saqra era el equitativo al dios en ese Wolfram. Vivieron el infierno en carne propia y su contra parte lo seguía viviendo y seguía tontamente creyendo en el maou.


¿Pero por cuánto tiempo?


Se preguntó y una sutil sonrisa se formó en sus labios. Supuso que al igual que él su homologo se cansaría y terminaría convirtiéndose en una bomba de tiempo.


-No solo tu puedes hacer trampa en este juego…- susurro desapareciendo del olimpo. 


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