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Y ante todo, ¿por qué él? por Miraku

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Notas del capitulo:

CANCIÓN: Help -Papa Roach

(Creo que esta canción se aplica en diversas maneras. Roqueros, hemos llegado al capítulo 40, ¿saben qué significa?)

¡Hola, Roqueros!

Roqueros míos, es menester que lo sepan: NOS ACERCAMOS AL FINAL...

Este capítulo está medio de relleno, pero van a disfrutarlo lo sé, no es relleno malo es relleno bueno. Disfruten, abajo les cuento por qué hasta hoy actualizo.

Sin más, a leer:

Vinx salió de las oficinas sin ganas de hacerlo. Haber dejado a Henri en tan deplorable estado le hacía sentir aún más culpable de lo que ya humanamente es. No podía creer que haya cedido tan fácilmente sobre él. Tal vez fue por el miedo: el pavor de que en verdad no pueda recuperar la confianza de su mejor amigo de la vida. Es a lo que más le encuentra sentido.

Cabía destacar que Vinx sigue en muchos aprietos y tenía que hablar con Hinata sobre muchas cosas. Parece ser que el DJ fue más vivo que él y encontró algo interesante y tan doloroso: Alexandra le engaña. Pues una cosa es su relación tan libertina y otra lo que la modelo y él han hecho: establecer una relación formal a espaldas del otro. ¿Por qué? Porque ya sabían que ellos no tienen nada más que sexo y dinero de por medio.

El amor ya había muerto. Tal vez y nunca hubo amor alguno entre ellos. No se puede saber con certeza. Lo que sí se comprendía era que Hinata estaba muy decidido y ayudó a Vinx a defenderse contra la chica que tanto daño le ha hecho. Simplemente maravilloso.

Más no limpia de cualquier culpa al baterista y tenía que reconocer tales puntos. Había sido un verdadero hijo de puta. En toda la extensión del insulto posible. Fue cruel y bastante tarado: jugó con el juego como si de aire se tratara, traicionó a dos seres que, aparente y supuestamente, son sus personas más importantes; a las que mayor aprecio les tiene. ¿Y qué hizo?: Jugar con ellas. Abusó de la confianza y seguridad de que “nada podría salir mal”. Calculó mal y ahora debía saber que por más que Hinata le está ayudando y le da su apoyo, el DJ seguía lastimado y muy decepcionado. ¡Y con mucha razón! Su novio embarazó a la que aún es su novia. Eso no suena bien pero la situación se presenta así de mal.

Se supone que todo hubiera sido más sencillo si eso no hubiera sucedido. Vinx podía imaginar cómo sencillamente haría que Alexandra firmara todo para acabar con su absurda relación y ya, él estaría feliz y contento con Hinata. Simplemente en su mente todo se veía y sonaba mejor y más fácil. Pero, lamentablemente, la realidad jamás será como la expectativa. Todo siempre sería muy difícil y eso era lo interesante. Más esta situación sí que rogaba para que no se elevara en grado de dificultad. Había que ser muy certeros y serios: si Hinata de verdad demostraba que Alexandra tiene una relación formal con alguien más y que fue con más antigüedad, podría tomar eso en su favor y Vinx refutaría de que, posiblemente, ese bebé no es suyo. Aunque siempre haya deseado tener un hijo, no quería que el niño creciera en un contexto tan desagradable y cruel para el pobre chiquillo que culpa no tiene.

Sí, definitivamente, le debía una gran disculpa a tres personas en específico: a Henri por haber sido un mal amigo y no haber estado cuando más lo necesitó. A Hinata por haber sido un terrible novio y no ser valiente cuando el DJ hace hasta lo imposible por llevar todo más lejos, no lo merecía. Y al bebé que se formaba en el vientre de Alexandra, por haberle impuesto tantos problemas y no darle un nacimiento digno, pues será un padre ausente. El niño, o niña, crecería con un padre por un lado y su madre por otro, con discusiones, falta de atención, falta de felicidad. ¡No, no era justo!

Si algo había jurado Andrew es que no sería un padre igual o peor que los suyos. Por nada en el mundo intentaría ser como ellos, bajo ninguna circunstancia. En cuanto el bebé nazca, él quería estar para todo lo que su hijo necesite. Sentía esa responsabilidad aún a sabiendas de que éste podría no ser suyo. Había algo que lo unía a ese pequeño ser que no conoce. Por más loco que suene, así era: estaba encantado con la idea de un hijo, a pesar de todo. Y quería ser un buen padre por más posible que no sea así.

Inevitablemente pensó en Hinata. Ese chico tenía dotes para ser padre: Jacob se lo demostró. Ese audaz y alegre chiquillo era un motor que encendió sentimientos en el baterista al ver su interacción con su novio secreto. Hinata es dedicado, muy paciente y cariñoso con el que es su ahijado. Demostraba la fe de que Jacob pronto volvería a caminar y le enseñó a Andrew de que para todo se debe luchar pero para pocas cosas uno es vencedor. Tal vez por ello, aun viendo cómo todo se vino de pronto, le emocionaba la idea de tener su hijo propio. Que podría vencer esta prueba y que él sería un hombre, novio y padre ejemplar.

Sinceramente, era por ello que se ha retrasado con todo lo que tenía planeado...

De eso fue capaz de reflexionar el baterista fundador de CaNniBaL mientras manejaba rumbo a su departamento. Hinata también estuvo muy callado durante el trayecto, viendo fijamente por la ventana cómo las calles se volvían simpes destellos fugaces en contrario a la velocidad del lujoso auto de color rojo de su novio secreto. Ambos debieron haber estado pensando sobre lo mismo: ¿qué sería de ellos ahora en más? Es una buena duda que carcomía lentamente a los dos músicos. Cuando pensaban que el trabajo consume y mata al humano, llega el amor a joder ese dogma divino. Una situación que no es común pues ni pies ni cabeza es capaz de poseer. Un “y vivieron felices para siempre” no aparecerá nunca. Eso ya lo comprendieron ambos mientras se hundían en sus sensaciones y buscaban lo que dirían a continuación para buscarle una solución a este embrollo.

Hinata suspiró cansado y miró melancólico el paisaje de la ciudad nocturna a la par que buscaba cómo animar a Andrew. Quería darle ánimos y demostrar que es posible que ellos sigan juntos a pesar de todo. Quería el DJ demostrar que él, aun así, lo ama con todas sus fuerzas y se lo demostraría. Hinata sigue molesto, por supuesto que sí. Y mucho. Pero también debía ser compresivo: Andrew no está bien parado en ninguna justa y tenía, en sí, gran parte de la culpa del cien por ciento. Más había que ser tolerantes y críticos: el baterista está siendo juzgado por un juicio mudo donde buscaba demostrar su inocencia y arrepentimiento ante sus pecados. No era justo simplemente enojarse con él y dejarle a él todo el trabajo cuando se tiene en conocimiento que Andrew no es una persona sana emocionalmente. Ha estado adolorido desde muy joven y lo único que deseó fue cariño, encontrándolo donde no debió y aferrándose a un ser utópico inexistente. Estaba jodido.

Hinata sentía un ligero nudo en su garganta, su cuerpo tiembla, sus ojos picaban y su vista se ha vuelto borrosa debido a que unas traicioneras lágrimas quieren salir corriendo de su sistema. ¡Es tan difícil amar! Por eso no muchos lo logran con éxito. Todas estas anécdotas y experiencias forjan un lazo que, él sabía que nadie podría romper, con Andrew. De que por ahora no quieren estar en buenos términos, no lo estarán. Pero el perdonar, aunque cueste, llega de la manera más revitalizante. Es cuando por fin viene lo interesante. El DJ sonrió y suspiró aliviado al ver que ya habían arribado al lujoso complejo de departamentos en donde Vinx vive.

Una vez estacionado el vehículo, Andrew, como buen caballero, abrió la puerta para Hinata y en silencio continuaron su camino hasta el elevador que los transportaría al hogar de Vinx, el fundador de CaNniBaL. Fueron encerrados por esas cuatro angostas paredes y la extraña, algo temerosa, sensación de que estaba subiendo hasta el piso más alto, donde aguardaba un lujoso pent-house dúplex con magnífica vista a la ciudad. El DJ miraba atento a su celular, avisándole a Spencer dónde se encontraba y queriéndose reír porque su mejor amigo evadía algo muy obvio: se encontraba con Charlie. Por parte del baterista, éste remojaba sus labios y su perforación mientras se admiraba en el espejo del ascensor: se estaba viendo cada día más feo, tenía que arreglar esto ya porque cobraba caro con su imagen personal. Eso no está bien.

El típico sonido de que llegaron a su destino los sacó del descortés enajenamiento y salieron a la par. Vinx dejó que Hinata fuera por delante y le miró discretamente el trasero: seguía igual de hermoso y redondo que siempre. Fugazmente el baterista se ilusionó de si sería posible acostarse con su novio; más sabía perfectamente que eso no ocurriría estando peleado con el mismo. Tenía que ser más audaz, ya debía de parar con retrasar la situación y haría lo mismo que Hinata: ser listo y acabar de una vez por todas con esto.

Abrió la puerta y las luces de ambientación iluminaron tenuemente el lujoso hogar del baterista. Éste se quitó la chamarra tipo universitaria, llena de parches con mensajes obscenos, y la acomodó en el perchero que tiene en la entrada y caminó rumbo a la cocina. Tanto pensar y tantos problemas le dieron hambre.

—¿Quieres algo? —Preguntó por fin para romper ese pesado silencio.

Hinata levantó la vista y sonrió levemente: —Un café, por favor.

Andrew ya sabía que eso sería, así que se dispuso a preparar todo. Su cocina es conectada al comedor y la sala por una barra. El área es grande y podía ver cómo su novio se recostaba en el largo sillón tipo “L” que tiene vista a la cocina. Así que cada tanto veía que Hinata estaba sumamente enfrascado en su celular. Aprovechó para sacar una botella de agua fría y hacer el café de su novio. Mientras esperaba por la infusión, agarró una caja de cereal y comía de éste a grandes puñados.

Sin darse cuenta, Hinata le tomó fotos y un video. Andrew es bastante descuidado para comer, eso el DJ ya lo sabía y muy de sobre; por algo él es su amor, ¿no?

Después de unos minutos, el rubio llevó hasta el de cabellos azules su café y se sentó a su lado para poder admirar lo mismo que su novio hacía: la nada. No era necesario buscarle sentido a la estancia siendo que ellos tampoco se comprendían. Cuando las cosas se ponen así, por alguna razón, lo que uno más hace es simplemente dejarse absorber por la nada y que ésta te lleve lejos de ahí.

—Ahora no has cambiado el color de tu cabello —dijo casual el baterista—, ya llevas mucho con el mismo color, ¿qué?, ¿ya no hay colores para experimentar?

Hinata rio por el comentario y siguió sin devolver la mirada: —No, no es eso. Es que... ya me gustó esta tonalidad, me queda muy bien y... lo he estado pensado y..., tal vez y..., sea buena idea ya no pintarlo.

—No hay fotos tuyas con tu color de cabello original, ¿verdad? —Hinata negó—. Me gustaría verlo.

~*~

Pasaron exactamente cuarenta y dos minutos donde ninguno de los dos músicos quisieron intercambiar palabras después del tema del cabello de Hinata. Aún no hallaban la manera de hacerlo sin que el tema se volviera repetitivo y doloroso. Cuando, de sobra, ya sabían que, invariablemente, así será. La cuestión gira en torno a los mismo ejes: Alexandra, Hinata y Andrew. Aunque incluyan a terceros, ellos son los principales engranes que dan funcionamiento a este lío y situación.

Ninguno se movía más que para lo básico: cambiar de posición, beber de sus bebidas, respirar y pestañear. Eso era todo lo que hacían. Era como si ya no quisieran seguir haciendo algo al respecto, como si ya estuvieran completamente hartos de todo, como si con ver al nada, y a la vez a la cocina, todo se resolverá por arte de magia o del destino. Todo indicaba lo asfixiante que se ha vuelto el respirar.

Ni juntos ni separados podían encontrar una razón para seguir: se estaban contradiciendo con cualquier juicio que se les venga. ¿Por qué? Sencillo, mi amigable lector: sabían que lo que quieren se interpone en un bien, y lo que está mal se interpone en su deseo de estar juntos. Para hacer sencillo a ese razonamiento: quieren estar juntos pero saben que, en dado caso, si el hijo sí resulta de Andrew, él estaba siendo un cruel ser humano. Pero, si el baterista se decide a quedar con Alexandra, a pesar de cualquier pronóstico de eterno dolor, destruía a Hinata y se destruía a sí mismo condenando al chiquillo a un infeliz existir.

Era cuando más se necesitan al otro y cuando más problemas tienen para poder comunicarse.

—Yo... —comenzó, por fin, Vinx con tono desairado—, yo sé que no merezco que me perdones. ¡Fui un hijo de puta contigo, mierda! Te dije que te amo y te rompí el corazón como un verdadero marica. Pero, porque quiero creer que hay un “pero”, no puedo y me reúso a tener que dejarte, Hinata.

El baterista no soportó más y dio un cuarto de vuelta para ver la elegante silueta del DJ. Con mayor impulso y sentimientos a flor de piel, lo tomó de los hombros y le obligó a que sus miradas se conectaran como nunca antes lo han hecho. Con esos ojos que ambos poseen, con la mirada de Hinata y la inseguridad de Andrew chocando hasta fusionarse en un conflicto de sensaciones que son completas antítesis unas con otras.

—Eres la razón por la cual ahora en serio, en serio, quiero vivir. Me has dado tanto en tan poco tiempo, ¿y qué hice yo? Cagarla y traicionarte. Pero quiero que sepas que esto no fue algo planeado ni yo buscaba jugar contigo, ya no lo quiero hacer. No hay perdón, y debo aceptarlo, pero no quiero, ¡no quiero vivir sin ti!... Mierda, soy cada vez más cursi y blandito por tu culpa, mi reina.

Hinata rio, sabía que Andrew terminaría lo que serían unas bellas palabras de perdón con un comentario tan agrio y fuera de lugar como ese. ¡Ese es el Andrew del que se enamoró, está enamorado y del que se enamorará! Bien todo lo que les sucede no está a su favor, pero algo vendrá en su posición.

Después de todo, no es un pecado amar a quien sea..., no cuando es amor verdadero.

Hinata cerró la distancia entre ambos y besó con cariño al tonto del baterista que tontamente se disculpó con él hasta ahora y del que está tontamente enamorado. Simplemente le ama, y, sea como sea, es algo que no puede cambiar pues no quiere ni sabe cómo hacerlo.

Son de esos encuentros que suceden de casualidad, se prolongan sin un objetivo en específico y les llena de vida como nunca lo sintieron.

Un roce, una caricia pura y sin segundas intenciones bastó para que ambos músicos sintieran la seguridad rejuvenecida y con ganas de hablar y afrontar cualquier situación. Ya basta de prolongar lo inevitable: estarían juntos sí o sí.

—¿No Alexandra ya debió haber vuelto? —Preguntó Hinata curioso. La nombrada debió haber vuelto de su “gira fotográfica” hace ya dos semanas. Estaba tardando más de lo común y eso levantaba fuertes sospechas en el DJ. Tenía cierto temor de que la mujer haya sabido sobre su estadía con el vecino de su amante y ahora le quiera hacer algo. Vamos, que no hay que ser un genio para no darse cuenta de que la chica tiene serios problemas.

—Lo sé, le llamé y me dijo que la gira se prolongó por tiempo indefinido y que estaba muy ocupada —secundó un decepcionado Andrew—. No sé si intenta seguir con su farsa o de verdad cree que yo aún sigo pensando que en serio sigue teniendo “Giras fotográficas”... ¿Tan tarado me veo?

—A veces más, a veces lo normal... Pero me incomoda que haya tardado en esta ocasión... Andrew, si te digo la verdad, tengo miedo de que ella sepa que la descubrí.

—A todo eso, ¿cómo que la descubriste? No comprendo...

Hinata suspiró y se preparó para lo peor. Una vez que suelte la evidencia, tenía que ser muy prudente. Lo sabía por más que se convenza de que Andrew le ama: su novio aún tiene miedo de descubrir quién es Alexandra en realidad. Y, aunque le dé celos y enojo, debía comprenderlo, no es algo que se digiera así como así. Se necesita tiempo y muy buena razón para superar actos como estos. La sabía, lo sabía, lo sabía muy bien.

—Cuando me fui... —narró por fin el DJ mientras abrazaba sus piernas—, no me quedé con Patricia o Macarena y mucho menos me fui a casa de mis padres, tú sabes por qué no lo haría. Tenía que escapar de cualquier tipo de ambiente que me estresaran o me recordaran a ti..., así que me fui con un amigo.

—¿Qué clase de amigo? —Preguntó con un ligero tono molesto.

—Fue el chico que me dio asilo cuando escapé de casa a los dieciséis. Se llama Chad, él fue quien me rogó  que me dedicara al cien a la música y quien más me apoyó en cualquiera de esos problemas. Él sabe mucho sobre mí y siempre me tendió la mano cuando lo busqué. Decidí ir con él y quedarme un tiempo hasta que se me pasara el enojo contigo y pudiera hablar en paz. Si te veía o te escuchaba en ese entonces, te juro que te daría por muerto...

Vinx suspiró, comprendía perfectamente ese punto. De hecho, le sorprendía que el DJ haya vuelto a tan sólo dos semanas después de su sorpresivo retiro. Hinata es demasiado fuerte y sabe que no puede reclamarle nada si ese tal Chad fue de más ayuda que él, que es su novio. Era un asco, realmente. No le debía de impresionar ese decepcionante dato. De hecho, le abrió los ojos en cierto sentido y sintió su cuerpo temblar. Hasta ahora lo pensaba, ¿qué clase de novio estaba siendo si se la pasaba lastimando intangiblemente a Hinata?

Fue como una luz que le despertó de un sueño muy importante: su impersonalidad en cuanto a las relaciones. Por fin se daba cuenta de que siempre le restó importancia a lo que a otros les pasaba y sólo se interesaba por sí mismo. Lo Newman nunca se le irá... ¿o sí?

—Mierda, soy un asco de novio —escupió Andrew angustiado mientras se recostaba en su sofá y tapaba con las palmas de sus manos su rostro.

—¿Por qué dices eso? —Preguntó Hinata con preocupación.

Sí, es cierto que Andrew no es el hombre perfecto, está muy lejos de serlo, pero ninguno lo es. Es parte esencial de cualquier humano: sus virtudes y sus defectos, es lo que vuelve a uno tan especial y que le enseña que para la vida hay mucho qué recorrer. Hinata lo sabía bien, él tampoco es perfecto pero intenta remediar fuertes detalles de sí mismo. Y más ahora que tiene que cuidar a Jacob y a Andrew. Porque a pesar de todo, era como un niño su novio, un niño triste y asustado que no sabe cómo seguir. Él estaba dispuesto a remediarlo.

—Jamás pongo atención a lo que te ocurre —comenzó a enumerar sus faltas—, siempre soy yo el que causa los problemas, soy el que espera a que vengas a mí cuando peleamos, ¿qué hice para que siguieras conmigo? Ya no creo que sea mi físico, la verdad...

—Andrew, escúchame con mucha atención: he conocido tanto sobre ti y sé que, sí, es cierto, no eres el novio perfecto, pero eres el mío y eso es lo que adoro. Amo cuando me traes pequeños detalles nada más porque sí, cuando me besas para arreglar cualquier rabieta mía, cuando me cocinas y me consientes como todo un mimado, cuando me das mi lugar, me pones atención, cuando reconoces tus faltas..., cuando me haces el amor... Los dos somos completamente un desastre, pero del desastre viene la reconstrucción. Me has cambiado la visión de muchas cosas y sé que yo he hecho lo mismo contigo... ¡Te amo, te amo, maldito imbécil! Y no tienes idea, aún, de cuánto... Eres diferente a cualquier hombre que conozco y conoceré, y eso también se lo atribuyo... Yo..., yo..., ¡yo quiero que entiendas que estaré ahí para ti, ¿sí?! Para lo que sea, sólo..., sólo... déjame seguir a tu lado y quiéreme como yo te quiero, ámame más que a ella, veme con esa pasión que me vuelve loco, vive para mí y para ti...

Hinata respiraba entrecortado, no podía creer que por fin pudo decir lo que siempre le quiso hacer entrar en razón a su novio. Había que dejarle en claro su valor como tal: Andrew se desestima demasiado y eso repercutía en sus relaciones con los demás. De eso ya no quedaba duda alguna. Sólo habría que mantener a su novio en ese rumbo y arreglarse como se debe.

—¿Ahora me creerás cuando te diga todo sobre Alexandra, sin importar qué? —Preguntó exasperado el DJ.

Andrew sintió sus mejillas arder debido a tantas emociones y asintió en espera de lo que sea que Hinata tenga que confesar. Ya no debería haber ningún miedo, en realidad.

—El vecino de Chad es pareja formal de Alexandra y desde hace ya un tiempo... —el DJ checó su moderno teléfono y se lo pasó a Andrew—. Los descubrimos y no pude quedarme sin hacer nada, Chad asegura que ella ha ido a visitarlo y se han visto por años, tres, para ser específicos.

Andrew reprodujo el audio y se sintió como si fuera el protagonista de ese absurdo programa donde contrataban a un equipo de acosadores para demostrar que la pareja es infiel con todas sus letras, era una grabación y la inconfundible voz de Alexandra inundó el ambiente con quejas sobre él y Hinata. Ella fue descortés y cruel sobre lo que mencionó sobre Hinata y él; sin omitir la extraña plática que tuvo con el desconocido. Además de que vio las fotos donde apreció de manera borrosa que la chica es ella, es Alexandra, y andaba muy cariñosa en un jardín junto a otro hombre que en su vida vio. Más no comprendía, ¿cuál es el plan de Alexandra?, ¿quién es el engañado?, ¿hasta cuándo pensaba mantenerle el juego?

Por más que quisiera enojarse o alegrarse de haber encontrado la evidencia que necesita, no pudo evitar mirar al suelo. Apretó sus puños y mordió sus labios internamente, no podría describir exactamente cómo se sentía. Simplemente no era algo fácil de digerir.

—¿Cómo te sientes, amor? —Inquirió saber el DJ algo preocupado.

Ya se veía venir esa reacción. Tenía su razón de aparecer.

—Aunque me demuestra lo que debía de haber sabido hace mucho —suspiró el baterista—, no puedo evitar sentirme dolido y muy decepcionado. Saber que ella me utilizó tanto tiempo y yo juraba amarla..., duele, y mucho, ¿sabes? Creo que...

—Andrew...

—Creo que me apuraré en el proceso legal y la dejaré. Lo pensé y tal vez pida la custodia del niño si resulta mío y lo alejaré de ella...

—No es necesario tantos extremos y tú lo sabes. Pero estaría bien que pase más tiempo el bebé que con ella, claro, si sí resulta tuyo... Ya sabes, estaré ahí para ti.

—Tal vez sea hora de formar una familia, Hinata.

El chico sonrió complacido ante la decisión y madurez de su novio para poder sobrellevar el dolor. Con cariño y muchos sentimientos encontrados, se arrimó y reposó su cabeza en el fuerte hombro de su fuerte novio. Como respuesta, fue abrazado y mimado un rato más... hasta que el sueño los venció y quedó como una bella imagen.

Fueron al cuarto de Andrew y descansaron lo que restaba de la noche. Entre las cálidas sábanas de esa cómoda cama, Andrew abrazaba con protección al chico de cabellos azules que dormía plácidamente acurrucado a su pecho. Una sensación de paz los rodeó y se sintieron mejor por esos instantes.

~*~

Henri fue llevado por Alexis hasta su propio departamento. Agradecía internamente por ese gesto tan caballeroso de su parte. No se sentía del todo bien físicamente, estaba completamente adolorido de sus músculos y la cabeza le estallaba. Habían sido demasiadas emociones y crueldades para él en un solo día. Ya había tenido suficiente. Sentía que ya había purgado todo y, a la vez, que necesitaba seguir llorando y haciendo berrinche.

No se podía entender en esos instantes.

Estaba demasiado estresado y todo se ponía en su contra.

Abrió la puerta de su pequeño departamento y dejó que Alexis anduviera por él como si fuera su casa. Mientras, él, por su parte, se recargó en el respaldo de una silla de su pequeño comedor y miró a la nada con algo muy parecido al miedo puro. Sus lágrimas, sin explicar cómo se volvieron a generar, cayeron en resbaladilla por su bello rostro y no quiso evitarlo, ya no podía hacerlo aunque lo quisiera.

Todos le mintieron.  Andrew le mintió, Hinata, Lindsey, Alexis, Charlie, los gemelos, Robert... Todos y cada uno de ellos le ocultó la verdad en algún sentido o contexto. Se sentía completamente acabado. Ya no podía hacer más. Ya no quería hacer más..., sólo llorar y un regazo donde reposar.

De pronto, sintió cómo Alexis lo rodeaba con sus confortantes brazos por la cintura y le comenzaba a besar el cuello. Era una nueva sensación que experimentó el vocalista, su manager no lo hacía con el mismo propósito de siempre, el placer y la lujuria; lo estaba haciendo en pos de querer ayudarlo y consolarle. Estaba siendo delicado, suave y amoroso con él.

Sin poder evitarlo más, se dio la vuelta y encaró a Alexis. Se vieron a los ojos y el más bajo se abrazó para esconderse cual niño despavorido. El sentir cómo le correspondía y la delicadeza de cada acto por parte de su amor, era algo tan delirante como complicado de entender.

—Duele..., duele ser yo... —Susurró Henri.

—¿Y te gusta el dolor? —El vocalista negó—. Entonces, ya no dejes lastimarte..., déjame sólo ser sólo yo quien te corrompa y tú a mí... Déjame ser todo para ti y tú para mí... No permitiré que nadie te vuelva a hacer llorar..., dame el privilegio de ser yo quien te proteja, mi ángel.

Henri, enternecido y desesperado por algo de atención y cariño, miró directamente a los grises ojos de su manager y se lanzó a besarlo.

Quería dejarse consumir por el pecado y olvidar todo por un instante. Quería olvidar hasta su nombre por una noche, y sentir que no necesita más que de una persona para poder seguir adelante. Quería dejar todo atrás y que ese pésimo día sea mejor después para un brillante mañana, para él y para todos los involucrados. Puede sonar egoísta pero no hay manera de quitarle la ilusión a tan bello chico que pide una segunda oportunidad para reiniciar en muchos aspectos.

Para todo mal día, siempre puede haber uno peor o mejor...

CONTINUARÁ
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Perdón por las faltas de Ortografía.

Notas finales:

#RellenoBueno

#HenriCalentón

#HinataBB

#MirakuEstáLisiada

(éste último es verdadero D:)

"El Mundo de Miraku" es patrocinado por los dulces que Miraku compra para ahogar sus penas:

MIRAKU: Hola, roqueros: cambió el formato del programa, saludo diferente y eso es porque

CHARLIE: Olvidaste preparar las notas antes de tiempo, por eso.

MIRAKU: ¡No me ventiles! Como sea les explico, mis roqueros: estaba en un servicio social, uno al que llevo un año queriendo entrar, y en un descuido me caí y ahora estoy con un pie inmóvil, me esguincé D: por eso tardé en actualizar, entre ir al hospital y eso, se me fue el tiempo. Pero de que está a tiempo, lo está.

CHARLIE: ¿Por qué te lastimaste el pie y no la mano para que pares con esto?

MIRAKU: Ay </3, ahora sí me doliste... Como sea, ¡dos curiosidades!:

  • 1.- El accidente de Hinata está basado en hecho reales :D Sí, yo misma sufrí un accidente de ese estilo en ambos tobillos y distintas circunstacias. Por eso elegí la fisura de tobillo Xd.
  • 2.- La idea inicial de este proyecto es que Hinata y Andrew se conocieran pero porque ambos serían jueces de un concurso de música y talentos (así tipo America's got talent) pero para poner a los demás personajes iba a ser muy complicado y se quedó como lo que ahora tenemos: un proyecto por tres años de una banda sonora original

MIRAKU: Listo, espero hayan disfrutado del capítulo, porque el siguiente tiene jugo de limón y demasiado drama para su body, prepárense: ya todo será difícil, ya nada de "ay, qué lindo" NO, este fue el último capítulo de ese tipo. Espero su reviews con ansias, me alientan a seguir y ayudan a esta lisiada a querer recuperarse más rápido, porque odia estar sin hacer mucho en la vida #MeSacaronDelServicioSocial y lloré.

CHARLIE: Suficiente, nada más no me puedo ir porque te tengo que ayudar...

MIRAKU: Eres un amor, como sea, nos vemos, roqueros. 

Los Quere Musho, Miraku, SAYO~


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