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Y ante todo, ¿por qué él? por Miraku

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Notas del capitulo:

CANCIÓN: iNSaNiTY -Vocaloid (Es de Miki y Kaito y de el título salió la idea para escribir CaNniBaL como lo escribo :p)

Señoritas y señoritos, mis amados roqueros, otro capítulo porque puedo y quiero: ya se viene lo bueno.

Sin más, a leer:

Hinata despertó con pereza y vio que estaba atrapado entre los brazos de su novio. Andrew le apresaba con vehemencia. Estaba totalmente acorralado entre esos fuertes brazos; pero cuando vio al rostro del rubio comprendió la razón: estaba incómodo. Parecía como si quisiera despertar y a la vez seguir dormido hasta que ya no pueda más con ello. Buscando el confortamiento en quien sea que le acompañe en la cama. Hinata no podría imaginar qué sería de Andrew si se hubiera quedado dormido solo. Como solía ser en el pasado: Alexandra pasaba tiempo fuera y Andrew se refugiaba en otros cuerpos para poder dejar de sentir ese temor al abandono, o simplemente despertar con un frío del otro lado del lecho...

Hinata no le daría la espalda, denlo por hecho.

Apreció cada facción de su apuesta pareja y rio bajito: se le olvidó retirarse la perforación labial.

Su cabello desaliñado y por ningún lado, el ceño fruncido, la boca ligeramente abierta donde dejaba ir uno que otro ronquido, babita seca y goteando por el mal acomodo de su mejilla contra la almohada; y, para Hinata, nunca vio tan guapo a su novio. Besó su mejilla y el gesto se suavizó como quiso que lo hiciera. Quería demostrarle que ahí estaba para él, que le cuidaría y que le ayudaría a vencer todos sus demonios internos de una vez por todas. Ya basta. Andrew no iba a soportar un segundo más y el DJ tenía en cuenta eso. Necesitaba reconocer aquello: su pasado no podía estar pisándole los talones por siempre. Así como se enfrentó a éste para hacer la banda que siempre quiso, debía de hacerlo para poder vivir como merece hacerlo. 

Dolía conocer a Andrew sin la máscara de Vinx. Era cruel ponerse en sus zapatos y ver que es alguien triste y asustado en un enorme vacío que es su vida. Un pajarito encerrado en una gigantesca jaula sin aire, sin luz, ni agua, sin compañía más que una ligera cobija tejida en mentiras e hipocresía. Donde su poco alimento era un amigo homosexual, una madre de mentiras, sus compañeros de banda y la música. A pesar de esos tesoros, éstos no podían contrarrestar la oscuridad en que ha sido consumido.

   Andrew le ha ayudado cuando lo necesitó. Cuando aún parecía que se odiaban a muerte, él estuvo ahí para apoyarle a pesar de sus idioteces. Hinata estaba agradecido de que con el simple hecho de haber aceptado que está enamorado de otro hombre, sabe que ha hecho mucho. Y Andrew hizo más que sólo amarle.

Le cuidó en sus rabietas. Aceptó gustoso a Jacob. Le instaba a mejorar su relación con su padre. Le vela cuando extraña a su abuela. Ha hecho mucho por él. Le ama... Por ello, lo justo, es que ahora le haga entrar en razón respecto a sus errores y que se dé cuenta de que no sólo él es culpable.

Alexandra puede estar mintiendo. Andrew tiene que reconocer que ha sido siempre utilizado. Ahora que hay una gran oportunidad, no la quiere desperdiciar. Si ella misma se ha puesto en evidencia sin haberlo querido hacer o sin haberlo planeado, nada mejor que hacerle creer que sigue en ventaja y aprovecharse de ello. Hinata estaba seguro de ello, muy seguro, y quiere pegarle esa confianza a su novio y que no tenga miedo de actuar conforme una moral, medianamente certera, apropiada.

Aprovechando que aún es temprano y que su novio está profundamente dormido, Hinata lo apreció dormir. Sin duda, este hombre en específico le ha traído más problemas que cualquier eventualidad de su pasado. Tal vez por ello le quiere tanto: por el hecho de que con Andrew nada nunca puede ser igual y siempre saca lo más profundo de uno mismo. Una melodía sin fin y que siempre tiene una nueva parte perfectamente armonizada para darle un giro a su existir, sin quitarle su alma original.

Sí, definitivamente, lo ama, lo ama, lo ama, y lo ama. Es lo único que puede pensar cuando ve a Vinx. Hinata se sonrojó al darse cuenta de ese detalle, ¡eso es muy cursi, ¿desde cuándo lo es?! Tal vez Hinata no fue quien volvió exagerado a Andrew y fue al revés todo aquello. Sí, así suena mejor para quitarse la culpa de encima.

Unos minutos después, Andrew fue despertando levemente y su vista indicaba que seguía modorro. No quería ir a trabajar hoy pero el pan de cada día se gana laborando, no queda de otra. Más cuando su vista chocó con la magnífica imagen de su novio, no pudo reprimir esa encantadora sonrisa tan galante que define a Vinx. Sin aguantarlo, le dio un ligero beso en la frente y apretujó con más ímpetu al chico DJ sensación.

Se alegraba de tenerlo a justamente él y poder amanecer con él. Le llenaba de vida de una manera que sabe que no podrá encontrar en ningún otro sitio. Sabía lo bien que se siente amanecer acompañado, pero la forma en que vivió esto con Hinata en esa mañana es simplemente mágico. Ya no se sintió solo o discriminado. Por fin se sintió vivo y adoró despertar con Hinata de una manera inocente y sin motivos sexuales.

Lo vio y ambos no dudaron en que eso era lo que han buscado. Por más difícil que se presente la situación, no dudaron que si ha amaneceres y principios tan revitalizantes y amorosos como esos, cualquier problema sería de tan baja importancia que daría lo mismo. No habría por qué sentirse solo si tienes alguien que te reconoce como la persona que eres, ¿verdad?

Sin palabras y nada más que mimos, siguieron admirando cada facción y movimiento de su contrario y complementario. Era claro que con esos gestos estaban dejando un granito de su alma para que vayan encontrando el camino y se reconstruyan como siempre desearon. Después de tantos desánimos, nada mejor que hallar ese oasis de esperanza que es el verdadero amor. Así tiene que ser.

Ésos mimos son su saludo de “Buenos días”.

—Me podría acostumbrar a esto... —susurró Andrew mientras pasaba un mechón detrás de la oreja a su novio.

—¿A qué? —Preguntó con sorna el contrario. LO hacía porque quería escucharlo de los labios del baterista.

—A estar contigo lo que me reste de vida...

Hinata se sonrojó, no creyó que Andrew dijera algo tan bonito como aquello. Se sentía honrado y muy atolondrado pues siempre esperó encontrar una persona que le diga esa clase de oraciones una mañana simple como esa que los levantaba para poder comenzar de nuevo. De la única manera en que se debe dé: con dignidad. Ya basta de dudas, de postergarlo para después, de errores, de dudas, de miedos, de deseos, de cualquier pecado. Bien debían comprenderlo, tenían que caminar hacia adelante, con la frente en alto y saber que para todo existe una solución factible. No tiene por qué ser imposible, lo que es imposible es porque uno no quiere hacerlo.

Andrew se levantó y se estiró fuera de la cama, Hinata pudo apreciar cómo los músculos de las espaldas de su novio se contraían para ir sacando la flojera. Aquel bello tatuaje de la calavera con la rosa que tanto adora admirar, esos cabellos largos y maltrechos por la noche, incluso la imagen coqueta del inicio del culo de su novio por sólo usar un pantalón para dormir y sin nada debajo, es todo un deleite. El DJ sonrió agradecido y decidió seguir reposando en lo que espera a que Vinx salga listo del baño.  

En definitiva, hoy sería un buen día.

~*~

Andrew se sentía incómodo, Henri no fue a trabajar ése día y fue Alexis quien le avisó de ello. Había algo extraño en la actitud de su manager, parecía muy tranquilo y hasta algo melancólico. No podría entenderlo con exactitud pero sí que Henri y Alexis tuvieron algo que ver la noche anterior. Charlie estaba serio, como siempre, y trabajando. Los gemelos igualmente, no parecían tener problemas como últimamente lo han hecho. Lila iría hoy para grabar sus partes de los sencillos, Hinata volvió a invitarla, y McGiffen no les saludó esa mañana.

Hablando de McGiffen, Vinx no sabía sobre la verdad de este perro. No está enterado de que el muy maldito engañó por un buen tiempo a su prometida y a Henri. Pero, hay que darlo por hecho, cuando se entere, estallará en furia. Y eso ocurriría. ¿Por qué? Sencillo, es raro tener a Alexis en el estudio. Normalmente, el manager se la pasa rondando por todo el edificio o en unas oficinas aparte, más no con sus chicos; cree que es de mal gusto estar atosigando a las bandas cuando trabajan con cosas que sólo los representantes comprenden.

Pero no. Ahí, sentado en el sofá de cuero que da vista de frente a Laura, estaba un Alexis con la vista completamente perdida. Parecía como que le pudieras golpear pero éste ni se daría cuenta con lo absorto que está en su mundo de reflexión y perdición. Vinx se sentía completamente extrañado por ello.

No seguiría guardándose esa duda.

—¿Puedo? —Preguntó con ironía a la par que le tocaba el hombro al manager.

Alexis salió de su trance con un leve salto y escalofrío, y miró directamente a los ojos del baterista  que tantos dolores de cabeza ya le han provocado. Sonrió levemente y con un movimiento de cabeza permitió que éste le hiciera compañía en esos momentos abstractos y sin cabeza ni pies.

—¿Por qué estás aquí? —Volvió a cuestionar el baterista sobre lo que sea que haga Alexis ahí.

Éste suspiró sin dejar de mirar a la nada: —¿Tú lo sabías, no es así?, hablo sobre lo de Henri.

Andrew miró al suelo y rápidamente reflexionó sobre lo que Alexis quería llegar con eso. No debía ser complicado, era sobre lo que ya ha vivido con alrededor del macabro contrato que su mejor amigo ha tenido con el hombre junto a él; y sobre McGiffen. Era de lo único que podía pasar por la mente del baterista que Alexis también estuviera pensando.

—¿Qué cosa?, ¿su extraño trato? Sí, siempre supe de él... —dijo con algo parecido al desdén—. Henri insistía en que no debía interferir y que no me metiera contigo. Si fuera por mí, ya posiblemente te hubiera matado a golpes. Y cuando supe que volvieron a hacer sus... encuentros, o no sé cómo mierda llama a lo que sea que hacían, también me imploró que no te hablara sobre ello. Siempre te protegió..., ¿por qué?

—Ayer me dijo que me ama, pero que no quiere verme.

Andrew se sorprendió y miró a otro lado para poder procesar esa información en específico. ¿Por qué justamente su mejor amigo tendría que enamorarse de quien fue su tormento?, ¿qué fue lo que encontró en Alexis para poder amarle? El sexo no puede contar, claro está ya. Tal parecía que Henri desarrolló un inexplicable gusto por su manager, lo que sólo quería es a Alexis y ya. ¡Sólo eso y ya! Sinceramente, el baterista no podía comprender lo profundo del asunto, cómo es que Henri haya ocultado aquello a sabiendas de que el manager no es alguien meramente cuerdo y correcto. Vamos, que es un desquiciado como cualquier integrante de CaNniBaL. Y sin embargo, es de quien su mejor amigo está enamorado. Por otra parte, entendía perfectamente que Henri no le quiera ver.

—¿Qué fue lo que pasó? —Escupió algo enojado el baterista viendo amenazante a su representante—, y más te vale decirme la puta verdad, Alexis, no quiero que andes jodiendo con estas mierdas.

—No creo que pueda hacerlo —reiteró el punto al que quiere llegar Vinx—. McGiffen es un perro, un verdadero hijo de puta. Engañó a Henri. Resulta que el bastardo ya tenía pareja y que Henri fue utilizado de amante pasajero.

—Mierda, no puede ser cierto, ¿quién es la pareja de McGiffen?

—Lindsey, de hecho, están comprometidos.

Andrew abrió los ojos con espanto y mucho asombro. Es imposible, ¿es que McGiffen, de pronto, se quedó ciego o qué?, ¡¿cómo es que podía escoger a esa piedra de mujer contra su mejor amigo?! Siendo un realista, Henri es mucho mejor partido en cualquier sentido. No podía comprender cómo es que McGiffen se hay pasado de listo con eso, y que Henri fuera parte de un simple y mórbido juego que inició aquel productor. ¿En qué cabeza cabe hacer eso? Sencillo: en la de un hombre calenturiento que quería empalar a un chico de sentimientos frágiles. Así de fácil. Así de sencillo. Así de jodido.

De pronto, se levantó y dejó el estudio sin decir algo más sobre el tema. Alexis no pudo ser capaz de detenerlo, más tampoco quiso hacerlo. Sabía perfectamente que Vinx iría a darle una lección a McGiffen, y, siendo cínico, estaba esperando que el baterista actuara. Sabía que el productor merecía ser molido a golpes, pero también sabía que Andrew podría controlarse. Se podría decir que simplemente McGiffen ya no volvería a andar de graciosito por un muy largo tiempo...

~*~

Le importó un carajo si McGiffen estaba ahí o no, si estaba ocupado o no, si estaba follando con su prometida –o algún otro amante de cualquier género– o no. Andrew estaba echando fuego por las fosas nasales del coraje que sentí en esos instantes. No podía creer que el productor le vio la cara de estúpidos a todos los involucrados, en especial a Henri. Así que empujó a cualquiera que estuviera cerca del lugar y llegó frente a la puerta de la oficina que guarda al puto de McGiffen; abrió la puerta con fuerza y buscó con la mirada a su objetivo. Ahí estaba: viendo unos documentos, que, en cuanto escuchó el estruendo vio el origen dé. Se sintió acorralado por la fiera mirada del baterista fundador de CaNniBaL. ¿Qué rayos sucedía?

—Vinx, Buenos días —saludó algo extrañado—, ¿en qué...-

—¡Mira hijo de la grandísima puta! —Gritó enfurecido a la par que estampó sus manos contra la mesa—. ¿Creíste que te saldrías con la tuya, maldito bastardo? ¡No me pareció en nada, hijo de puta!

—¡¿De qué carajos hablas?!

—¡No te hagas el idiota, que eso ya eres, estúpido pedazo de mierda! Hablo de Henri. Jugaste con él, me vale mierda si te quejas de que supe sobre su relación o no, ¡y quédate ahí sentado si no quieres que te arranque los huevos! Escúchame, Henri tiene mucha paciencia pero yo no. Siempre supe que contigo no sería buena idea una relación, más no creía porque serías un atascadito igual o peor de lo que soy yo. Si te digo esto es ¡porque no quiero que le vuelvas a tocar un mísero pelo, ¿me oíste, animal?!

McGiffen se indignó por el vocabulario del baterista. Se paró y puso la frente en alto para encarar al baterista que le decía todas esas amenazas. Aunque por fuera parecía muy calmado, por dentro estaba aterrado de lo que era capaz Vinx por su mejor amigo.

—Hablo en serio, McGiffen —sentenció Vinx con la mirada consumida en fuego—. Si llego a oír una queja de Henri sobre ti, yo mismo me encargo de molerte a golpes y que tu rostro sea irreconocible sea como sea. Y para que te quede eso claro...

El baterista le estampó un duro puñetazo en la nariz al productor, y, como buen peleador de toda la vida, le dio otros tres golpes en la cara, logrando hacer que McGiffen escupiera sangre y saliva debido a la fuerza de los impactos, y lo agarró del cuello de la fina camisa que vestía para que ambos pares de ojos se encontraran en la cruza final:

—Una muestra gratis, amigo —sonrió cínico Vinx—. Y que quede claro que no arruinaré sólo tu rostro, también el proyecto si se me pega la regalada gana porque al que afecta directamente es a ti, no a mí ni a la banda ni a Hinata, solamente a ti ¿y tú sabes la cantidad de dinero e imagen que se pierde?, ¡ay, yo creo que mucha!... ¡¿Entendido, hijo de perra?!

Robert asintió sin poder hacer algo al respecto. Vinx sí que tiene la mano dura y pesada. Su nariz sangraba a cántaros (posiblemente habría que ir a que se la acomoden), su pómulo hinchado y un labio partido. Por sólo haber recibido cuatro golpes, nada más. Aunque, lo admitía, se los merecía. Posiblemente era lo que necesitaba recibir para darse cuenta de que de verdad había afectado a Henri con el jueguito que tejió a base de mentiras. Esto era sólo la prueba de que con Henri fue mala idea meterse. Pues una vez Vinx se retiró dando un fortísimo portazo, tuvo que hacer llamadas para que Lindsey le ayudara a ir a que le atendieran las heridas. Le estaban doliendo demasiado.

Y se sintió como un verdadero asco, no sentía lástima por Henri. No le extrañaba. Nunca le amó.

~*~

Alexandra ha cumplido exactamente veintiséis semanas –seis meses para los que lo cuenten de esa manera el ciclo de gestación– de embarazo. Lo que lleva en su vientre es un feto fuerte y que va creciendo con cada día que pasa en el vientre de una mujer harta de todos los síntomas de ese estado. No aguantaba las náuseas, los antojos, la hinchazón de sus pies, el aumento de su, ya de por sí, exuberante busto, nada lo podía tolerar. Si quieren saberlo, Alexandra odia estar embarazada.

Y estaba harta de algo más, Vinx insiste en que su relación va a terminar.

Su abogado le ha estado explicando las demandas que está recibiendo de parte de su aún novio para quitarle toda propiedad y capricho que debería estar a nombre de Andrew. No lo entendía, se suponía que un embarazo era la clave asegurada para que el baterista nunca le abandone. Pero, no fue así. Andrew es distante con ella, no le habla más que para saber sobre la cita con el ginecólogo y sobre lo que tenga que ver con su separación. No la toca, le ve con desprecio y como si de verdad le odiara. ¡No lo comprendía! Todo debería estar de su lado, ella, se supone, que ya había ganado. A no ser que...

«¡Ese maldito marica! —Pensó iracunda—. Lo más seguro ese estúpido de Hinata fue quien le sigue metiendo ideas. Se supone que Andrew es mío, y se lo haré saber. ¡Nadie me quita lo que yo quiero!»

Tiró todo lo que tenía enfrente, sus perfumes, maquillaje y diversas joyas dieron a parar contra el suelo. Sus ojos de desorbitaban de la razón y veía con ímpetu el desorden que creó, para luego agarrarse el cabello, jalarse y gritar desesperada. Su lamento se escuchó en todo el vacío pent-house del baterista.

—¡¡¡Maldito!!! —Se quejó mientas se arrancó unos cuantos cabellos y miraba a un punto muerto—. Ese marica de mierda sigue arruinando todos mis planes, no puedo alejarme de Andrew, él es mío y sólo mío. ¡Me pertenece! Yo estoy embrazada, y es hijito de mi Andrew. Él no se puede alejar de mí, ¡él no puede vivir sin mí! ¿O sí puede hacerlo? No..., no puede, él es muy dependiente del afecto..., ¿será?, ¡¿será?! Tal vez ahora depende de Hinata..., pero yo no quiero eso, no podemos permitirlo, ¿verdad, bebé?, ¡¿Verdad?!

Golpeó su vientre con algo de fuerza, sin importarle la gravedad de ese asunto, para gritar de dolor y comenzar a reír como desquiciada. No sabía qué predominaba más, si su llanto o su risa. Sentía que su sangre hervía y viajaba por todo su cuerpo para provocarle los espasmos de adrenalina que estaba sintiendo. Se miró al espejo y sonrió rota a su propio reflejo. Temblaba y sólo tenía una cosa en mente.

—No, no lo voy a permitir —murmuró con dificultad mientras negaba con la cabeza—. Sólo Andrew puede pertenecerme a mí, ni siquiera a esta cosa que crece y deforma mi cuerpo. ¡¡Es sólo mío!! Él sólo puede vivir de mí, siempre me lo juró, no puede ser tan hijo de puta, maldito maricón... Hinata me las pagará.

Salió del departamento con un rumbo en mente: los estudios Ony Music Re:cords.

~*~

Cuando llegó, buscó con su mirada dónde comenzaría buscar. Tenía que encontrarlo sea como sea. Esto se tenía que acabar ahora. Y a la de ya. Subió por el ascensor. Su abultado abdomen era una molestia, su espalda dolía y sus pies le mataban, pero eso no importaba: acabaría con Hinata y luego sería feliz viviendo cómodamente del sustento que es Vinx. Es el perfecto plan para ella.

Subió hasta la planta final donde debía estar el DJ. Buscó con la mirada y parecía que su aspecto es deplorable, cualquiera le miraba con algo de temor. Le dio poca importancia y preguntó a un empleado para saber dónde estaba Hinata. Y el resultado fue que en una sala de juntas. Parecía que los sencillos ya estaban listos y planeaban las temáticas de los videos musicales.

Alexandra llegó, abrió la puerta y todos se sorprendieron de ver a la novia de Vinx con esa imagen: los ojos bien abiertos y pupilas descarriladas, sudada, su cabello revuelto y atado en una pésima coleta baja del lado izquierdo, usando un camisón para embarazo y ya no sus atrevidos atuendo, y su respiración agitada indicaba el esfuerzo que estaba haciendo.

Todos estaban presentes: desde los cinco integrantes de CaNniBaL, pasando por Hinata y Spencer, Lila, hasta McGiffen junto a Lindsey. Y todos le vieron con algo de curiosidad y mucha sorpresa.

Vinx palideció. Sabía que de aquí nada bueno salía.

—¡Hinata! —Gritó Alexandra—. ¡Eres tú! Por tu culpa nada me sale bien, pero ¿qué crees?: Yo estoy embarazada de Vinx y eso es algo que ni tú puedes remediar. Por fin lo comprendo..., ¡es tu culpa que él dude y se quiera separar de mí! Pero ya te lo dije, ¿no?, ¿quieres que sea una perra contigo?, puedo ser una perra contigo...

Hinata se asustó y por instinto se refugió detrás de Andrew. El baterista cuidó del DJ y observó atento a lo que sea que la mujer haga. Se espantó cuando la chica sacó una navaja: la vieja navaja de cachas negras que siempre tuvo consigo. ¿Cómo metió un arma al edificio? Es lo de menos, la mujer estaba dispuesta a atacar. Ella rio fuertemente.

—¿Te parece raro? —Preguntó como si Hinata fuera el único presente—. ¡No lo es! Lo que sí es raro eres tú: desviaste a mi novio, okay..., pero que me lo quieras quitar es imperdonable. ¡Nadie me quita lo que quiero!

Justa cuando se iba a lanzar al ataque, Andrew la detuvo del brazo libre y le intentó quitar el arma, teniendo cuidado de no hacerle nada al abultado vientre de la chica. Forcejeó y le quitó el arma, mientras Charlie actuó rápido y detuvo a Alexandra que pedía a gritos histéricos que le soltaran, mientras pataleaba y se movía locamente. Todos se preocuparon por lo que pudiera pasarle al bebé debido a la fuerza aplicada en que ella quería escapar.

—¡Suéltame, maldito indígena! —Gritó completamente fuera de sí la modelo—. Anda, Andrew di cómo quieres alejarte de mí para estarle tragando las pelotas a un DJ y quieres abandonarme con tu hijo a la suerte.

—¡Alexandra, ya basta! —Gritó de vuelta el baterista. Sin poder tolerar un segundo más el teatrito de su aún novia, le dio una fuerte cachetada.

De pronto, ella se desmayó.

CONTINUARÁ
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Perdón por las faltas de Ortografía.

Notas finales:

#EsaPerraEstáLoca

#AlexandraEmbarazadaNoEsAmigable

#HinataBB

#MirakuCumplió 

MIRAKU: Seré breve porque el patrocinio de los medicamentos me aguanta para otros dos capitulos (ya esta mujer siente que ese dinero sí existe, pobre, ayúdenla)

Espero que les haya gustado, porque a partir de aquí ya se viene lo sabroso y les adelanto lo que viene en los siguientes dos capítulos:

1.- En el siguiente sabremos más sobre el pasado de Andrew y la influencia que Alicia hizo con ello.

2.- Será Alezandra la protagonista del capítulo 44

¿Ya son tantos capítulos? Por su pollo -w-

Espero sus reviews, repitos, si es que aún leen esto. Los recibo con amor y son gratis pero con gran valor para el escritor y seguir escribiendo.

Los Quere Musho, Miraku, SAYO~


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