Akihito se encontraba en su apartamento, eran 4:12 de la mañana, las horas y los minutos pasaban, el sonido de un televisor se escuchaba en el reducido espacio.
Akihito no podía dormir.
Así es, no pudo dormir desde que se acostó, pensando en las diferentes situaciones que tenía que enfrentar en ese momento; Sudou, y por supuesto, Asami.
Sudou, por una parte no le preocupaba mucho, ya que tenía puntos clave para atacar, pero debía esperar, el momento se acercaba.
Sabía casi acerca de la vida diaria de su víctima, nunca lo había hecho, pero ahí estaba él, siguiendo a Sudou a cualquier parte y momento.
7:30 - 8:00 AM, sale de su casa normalmente.
9:40 AM llega al trabajo, vive a 30 minutos del bar, pero demora otros 10 máximo por el tráfico de la ciudad, además desayuna en el camino.
Siempre toma su desayuno, almuerzo y comida fuera de casa, no cocina.
10:00 AM a 2:00 PM está en el trabajo, Así es toda la semana hasta ahora.
3:00 - 4:00 PM va al gimnasio con su entrenador personal. Nada importante.
4:30 - 5:00 PM se reune con algunos -se supone- socios y toman algo de licor para variar.
Después de esto, toma su auto y va hacia una de la ex-propiedades de Asami. Se sienta y habla con el administrador.
9:30 a 10:00 PM vuelve a casa.
-Soy el mejor del mundo- Dijo Akihito mientras volvía a acomodarse entre su manta.
[...]
-¿Ya lo superaste?- Dijo su amigo Shun mientras le servía licor en un vaso.
-No quiero ver ni una gota de licor, quita eso de mi vista- Akihito traía un aura pesada y oscura, además de las ojeras que tenía debajo de sus verdes ojos.
-Supongo que no lo has superado- Shun finalmente se tomó lo que había puesto en el vaso y lo dejó en el lavabo para limpiarlo.
-¿Superar q-.. Kou te contó, verdad?-
-Sip- Shun tenía una mirada maliciosa en su rostro, tenía buen material para burlarse del mayor un buen tiempo.
-Bueno, yo me sorprendí más aún cuando Kou me contó que se habían besado- Akihito rió y Shun bajó su mirada avergonzado. -Así que... ¿Te gusta el idiota de Kou?-
-No lo digas idiota, él es adorable- Defendió Shun.
-No me hables así mocoso- Akihito cambió su semblante, Shun lo notó. -Necesito un favor-
-Ya sabía yo que no habías venido solo para hablar de amor. Suéltalo-
-Necesito que me acompañes a encargarme de mi trabajo- Dijo Akihito serio.
-Hace tiempo no hacíamos un trabajo juntos desde lo de JK-
-No lo menciones, por favor. No quiero recordar-
-¿Será esta noche?- Shun cambió rápidamente el tema.
-Si, y no le digas a Kou. No le gusta que te lleve conmigo- Akihito se levantó de su asiento y salió del local.
Hoy es el día.
Justo cuando iba a pasar la calle, su celular sonó. Akihito lo tomó y vio el nombre de Asami.
Tiro o no el teléfono?
Cuando estaba a punto de colgar la llamada, la aceptó.
-Akihito, ¿Dónde estás?-
-Hola Akihito, ¿Cómo estás? Estoy bien, gracias- Exclamó con sarcasmo.
-Dije ¿Dónde estás?-
-No estoy en casa, ¿Porqué?-
-Te fuiste sin decir nada-
-¿Y qué querías que hiciera? Estábamos borrachos, es mejor que lo olvidemos, no se volverá a repetir- Aclaró.
-Eso lo veremos- La llamada terminó.
Akihito guardó su celular y un notable sonrojo apareció en sus mejillas.
-¿"Eso lo veremos"? Estúpido Asami-
Hoy definitivamente terminaría su trabajo, no lo vería nunca más.
[...]
-¿Ya estás listo?- Preguntó Akihito a Shun, los dos vestían de negro. Casual.
-Si, tu mandas- Shun guardaba su arma en su pantalón, debajo de la camisa, evitando que estuviera a la vista. Debían ser discretos con este trabajo, aunque trabajaban juntos algunas veces, aún eran principiantes en trabajar en equipo. Sólo esperaban que todo saliera bien.
Los dos emprendieron viaje hacía la bahía de Tokyo, donde Akihito había confirmado que Sudou iría a recibir una mercancía.
Drogas, obviamente.
-¿Seguro que es aquí?- Estaban los dos aún dentro del vehículo del menor, todo parecía muy tranquilo y sereno. Algo no muy confiable.
-Si, Sudou confirmó que estaría aquí a esta hora. No pude equivocarme.- Akihito salió del auto y miró hacia todas partes.
-Con que ustedes son los que me han estado siguiendo estos últimos días- Una voz conocida para Akihito los sobresalto. Shun salió rápidamente del auto y juntos miraron la figura, quien no estaba precisamente sola.
Sudou Shuu los había descubierto.
-¿Quién los contrató?-
Los hombresque venían con él, les apuntaron con las sofisticadas armas.
-Eso a ti... no te importa- Dijo Akihito.
-¡Malditos! ¡Hablen de una vez! Tendré compasión si lo dicen.-
-¿Compasión dices? Si, claro. Haremos esto rápido, ven para acá, te disparo y me iré tranquilamente, ¿Ok?-
Sudou sacó de su chaleco una arma y no demoró en disparar contra los dos chicos. Akihito corrió esquivando la bala y se escondió en uno de los contenedores de mercancía.
-¡SUBE AL AUTO Y AVÍSALE A KOU!- Akihito gritó.
-NO ME IR… DE AQUÍ SIN TI- Shun estaba detrás del auto.
-¡VETE YA!- Las balas rebotaban contra el metal a su espalda y en el caso de Shun, contra los vidrios de su auto.
Shun se apresuró a entrar al auto y lo encendió a una rápidez inmensa, arrancando de una sola.
Akihito corría y se escabullía en todo contenedor que veía.
Será mejor que el maldito de Asami me pague bien, estoy arriesgando mi pescuezo.
Akihito tomó su arma y por un lado del contenedor se asomó.
No estuviste practicando tu puntería para nada.
Tomó un respiro y disparó, dando justo en la cabeza de uno de los hombre, quien cayó inerte al suelo. Sudou entrecerró aún más sus ojos, buscando rastro de Akihito, quien por su vestimenta negra era un poco difícil de ver en la oscuridad en la que se encontraban. Así siguió el menor hasta que al lado de Sudou solo se encontraban dos hombres.
Akihito no era una asesino buscado por todo Japón por nada.
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