-¿Estás seguro de esto?- Los dos jóvenes se encontraban sentados en la oficina del mayor.
-Sep, acepté el trabajo, ya no me puedo echar para atrás- dijo Akihito mientras miraba las diferentes carpetas de trabajo.
-¿Entonces dejarás de hacer misiones normales?- preguntó Kou.
-Mmm.. solo estoy viendo estas carpetas porque son muy lindas-
-¡Lo sé! Las compré ayer-
Akihito no dijo no dijo nada más frente a la idiotez de su amigo.
-Ok, me voy. Vendré en la noche- Akihito le mostró una de las carpeta y salió de la oficina.
Ya afuera, emprendió viaje al bar de su amigo Shun, tenía ganas de tomarse algunos tragos antes de hacer el trabajo.
[...]
-Lo mismo, ¿verdad?- Escuchó decir de Shun mientras entraba al local.
-Exacto- Tomó asiento como era de costumbre y Shun no tardó en servir su licor favorito. Akihito lo tragó de uno solo y sintió ese delicioso pero molesto ardor en su garganta, una de las mejores sensaciones del día.
-Y cuentame Akihito, ¿cómo te ha ido?, me siento solo sabes?, hace unos días no vienes y estoy preocupado por ti- Shun se había prácticamente recostado en ma barra sobre sus codos, mirando fijamente a Akihito.
-Unos cuantos asuntos con un cliente, nada fuera de lo normal-
-¿Con un cliente? ¿Que asuntos tendrías tu con un cliente? De todo lo que te he conocido, nunca has tenido problemas con ninguno, además tu nunca hablas con el mismo cliente más de una vez- comentó el mayor con duda.
-Esta vez es algo diferente. Y oye, no deberías estar atendiendo a otros clientes?- Akihito seguía tomando.
-Oh cierto, voy a ir a atender al cliente fantasma porque como tu solo entras y pareces mi jefe, no te has dado cuenta de que aquí no hay nadie- Shun volteó sus ojos, sacó otro vaso de la barra y se sirvió del mismo licor que bebía el menor. -Me tomaré un descanso y ahogare mis penas- Los dos se miraron y una pequeña carcajada salió de la boca de Akihito. -Akihito, ¿alguna vez te has enamorado?-
Akihito miró su copa pensativo y solo hizo un gesto de negación.
-Mm, porqué?-
-Y tu? ¿Tienes algún enamorado por ahí?- Akihito desvío la pregunta.
-Noup, son todos unos bastardos- dijo haciendo un leve puchero -Los únicos hombres perfectos están o en los libros o en las películas, así que en pocas palabras, moriré solito- El menos soltó una risa. -No te rías de las de-
Akihito miró su reloj de muñeca y se sobresaltó al ver la hora y se levantó de la silla.
-Me tengo que ir-
Y salió... dejando a Shun con la palabra en la boca.
-Nunca dejan que termine de hablar...-
[...]
La música alta, el olor a cigarrillo o alguna otra droga se percibía en el aire de aquella discoteca. Los jóvenes bailaban en la pista, tocándose por doquier, las chicas bailaban tratando de ser sensuales y los chicos solo se restregaban contra ellas.
"Perturbador y desagradable de ver" pensaba Akihito mientras entraba en aquel lugar, se suponía que su víctima estaría ahí según la información de Kou.
¿En dónde me metiste?
Ese lugar de alguna manera sofocaba a Akihito se sobremanera y lo peor era que no encontraba al renacuajo. Según la información, era un chico de 16 años, él junto a su banda, robaron algunas propiedades de un mafioso o algo así.
¿Dónde carajos estás?
-¡Ahí está!- No pudo evitar exclamar, ya estaba cansado de estar ahí metido, además con ese volumen de música nadie lo podía escuchar.
Akihito avanzó hasta dónde estaba él y algunos otros chicos, lo tomó del brazo e ignoró sus gritos hasta que llegaron al callejón detrás de la discoteca.
-Nombre- Dijo secamente Akihito mientras lo soltaba y lo dejaba de rodillas en el suelo.
-A-Atsushi- los ojos del chico mostraban miedo latente, por un momento Akihito consideró sólo dejarlo ahí y darle una advertencia, claro, descartó esa idea completamente.
-Bueno Atsushi, has sido un niño malo estos tiempos- el chico bajó la mirada -No quiero que sufras, así que solo cierra los ojos y te dispararé, lo haré de una sola, no sentirás nada-
-Vete al infierno- El menor levantó la mirada para verlo con odio y rabia.
-Dime algo que no sepa- Akihito tomó su arma. -Primero irás tu y guardame un puesto, suele llenarse muy rápido- Un disparo sonó por todo el callejón y el cuerpo inerte de Atsushi cayó en seco en el frío suelo.
De repente una mano se descargó en su hombro.
-¡¡Santa mierda!!- Akihito prácticamente saltó y soltó el arma.
-Cuida ese vocabulario- Esa era la voz que Akihito no quería escuchar.
-¡¿Que haces aquí, Asami?!-
-Te vi pasar con un joven a rastras y te seguí-
-Suenas como un acosador-
-Tengo que hablar contigo- Asami evadió lo antes mencionado por Akihito.
-Dime-
-Aquí está toda la información restante de Sudou, además de que debes llamarme todos los días cuando hayas conseguido información de él. También espero que dejes de trabajar con otros clientes, tienes que concentrarte solo en mi caso, te pagaré todo lo que quieras pero lo quiero muerto-
-¿¡Como que solo en tu caso!?-
Asami sin escuchar más se fue caminando con su porte elegante por todo el callejón.
-Esperaré tus llamadas-
-¡Asami Ryuichi! ¡¡Enserio te odio!!-
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