Siendo lunes, Sasuke tomo una taza de café recién hecho y al tener todos sus pendientes realizados para la prisión, tomó asiento y con su mano libre tomó el nuevo diario que le habían traído.
-¿Cómo estuvo tu semana? -Naruto apareció sentado frente a él. -¿Todo en calma? ¿Cómo están los niños?
-......-Por primera vez en mucho tiempo Sasuke parecía actuar de manera cuerda, o algo asi porque estaba ignorando a su adorado tormento y solo bebía su café, en sus ojos se notaba que estaba muy enojado.
-Oh… veo que no haz dejado de pensar en él asunto de mi ex novia. Creeme… la odiaras aún más y no por estar conmigo. En fin, si no mal recuerdo este diario habla poco de ella, habla más de Gaara y Sai.
-Si ese es tu intento para que deje de estar enojado permíteme decirte que estás fracasando terriblemente -Si no estuviera muerto ya de seguro la mirada que le envió de seguro y lo remataba.
Diario 5
Después de un mes del deceso de Jiraiya Naruto no hacía más que estar más ocupado de lo usual y agradeció a los mil cielos que Itachi estuviera ahí para él. Nunca se imaginó que ser un matón le tomaría tanto de su tiempo, pero al mismo tiempo disfrutaba enormemente cada dos semanas. Ya fuera Sai o Gaara, los llevaba fuera de la ciudad o del país y era para relajarse y evidentemente solo tener sexo.
-Itachi… mañana me voy a Italia por favor cuida bien de todo y que nadie inhale de mi cocaína que ya la tengo vendida. ¿Ya llego mi nueva katana con diamantes?
-No soy tu asistente y el único motivo por el que estoy acolitando este comportamiento es porque somos amigos -Lo miraba con reproche- Si ya esta, ¿Cuanto te vas a tardar esta vez? ¿Seguro que no prefieres un anillo con un diamante o algo asi? -Le lanzaba una indirecta muy directa.
-Ya charlamos de esto, no me voy a casar con ninguno de esos dos y menos cuando estoy en planes con Ino… es un hueso difícil de roer. En fin, me ire una semana, sabes que siempre es así. Se que no eres un asistente, pero no hay nadie en quien más pueda confiar, además de que sigo protegiendo a tu familia. ¿Qué más quieres?
-Tu lo dijiste somos amigos y quisiera verte con una vida mejor que esta. También me interesa lo que pase contigo y si eres feliz o no y creo que es lo que te hace falta independientemente de lo que dijera tu padre.
-Itachi, si no es esta vida ¿Cuál más? Yo ya intente, lo intente muy duro pero no encaje en ninguna más que la que me ofreció Jiraiya. Además, significa alejarme de los lujos y la verdad -Le mostró un nuevo reloj de oro puro que portaba en la muñeca -No pienso dejar de coleccionar relojes y comprar uno nuevo cada semana. Y si quiero casarme solo que ninguno de esos tres es el indicado.
-Ya te prometi que estaria contigo rogando porque encuentres a esa persona que cumpla tus altisimos estandares -Rodó los ojos pero de todas formas le sonreía- Después de todo eso es lo que hacen los amigos.
-... los mejores diria yo. Prometo traerte algo lindo de Italia. -Naruto tomo su abrigo y su computadora.
Al salir de la mansión un auto ya lo esperaba y dentro de él estaba Sai esperando ansioso por su pseudo novio. Naruto al entrar se lanzó sobre Sai y comenzaron a besarse apasionadamente. Usualmente cada que se veían no paraban de hacer cosas inapropiadas en el auto y eso para los choferes ya era normal.
-¿Listo para Italia? -Metía mano bajo el pantalón de Sai
-Siempre lo estoy.
Inmediatamente esa respuesta término se escuchó el sonido de un vidrio rompiéndose, o más bien era una taza que se había roto en varios pedazos ya que alguien la apretó demasiado fuerte.
-Eso dolió -Como si no sintiera nada Sasuke solo limpio su mano y trataba de parar el sangrado de las múltiples heridas que le habían dejado los trozos afilados.
-Sasuke, vuelvo a repetir ¿Enserio crees que yo no tenía a nadie fuera de la cárcel? Incluso tú sabes que me acosté con más en ella. -Naruto solo rodaba los ojos.
-¿Entonces es mejor para ti que no sienta nada al respecto? Porque si es asi yo me estaría ahorrando muchas migrañas y muchas medicinas para curar las migrañas. ¡Bien! A partir de este momento no me interesa lo que voy a leer, solo lo leeré y ya, sin sentir nada.
-No te creo nada, es tu naturaleza ser muy celoso y a mi me encanta eso, solo… es algo que encontraras muy seguido.
Al volver a abrir el diario, Sasuke se evitó completamente la detallada escena de Naruto y Sai en el auto, llegando de a una al desayuno en Venecia, lo que parecía ser otro intento de convencer a Naruto de que se casaran.
-Hermosa la habitación que elegí ¿No crees? Me encanta ver el amanecer en un balcón, con un buen desayuno y café. -Naruto respiraba el aire de esa hermosa ciudad - Vaya que me gustan estas vacaciones frecuentes, lastima que mañana nos vamos a Roma, Venecia es una de mis favoritas.
-Podríamos pasar un poco más de tiempo aquí. -Se le acercaba mucho más- Solo conversar y...pensar en nosotros ya sabes, como lo hacen las parejas quizás…
-Eso hacemos. Además ya tengo los pasajes listos. -Las camareras entraron a la habitación y en él balcon colocaron el desayuno de los chicos e inmediatamente Naruto se sentó a contemplar el canal de Venecia. -Ven, comparte conmigo el café ¿Quieres?
-Se que podriamos tener muchos momentos mas como este, seria mucho mejor si pudiéramos venir más a menudo pero…-Tomo su mano y la apretó un tanto fuerte- ¿Todo esto no te hace pensar en la palabra com C? ¿O con M?
-¿Comida? ¿Matanza? Vamos sabes que es lo único que tengo en la cabeza, ah y claro sexo, lo habría dicho si hubieras puesto esa opción.
-Claro...sexo. -Como era costumbre en Sai le sonrió de la forma tan falsa a como estaba acostumbrado, ese era solo otro de sus innumerables intentos fallidos.
-Sai, no soy tan idiota… No me voy a casar y lo sabes. -Soltó su mano y tomo su taza de café con las dos. -No es lo mío, de ser lo contrario ¿No crees que solo tendría un novio?
-Ya no hablemos de eso -Optó por imitarlo y probar el desayuno que les habian traido- Prefiero solo disfrutarlo y ya, tenías razón, el café sabe bastante bien.
El viaje resultó como tenía que ser, conociendo lugares, adquiriendo conocimiento y además de mucho sexo en todo el tour por Italia. Sai jamás volvió a molestar a Naruto con él matrimonio y comenzaba a conocer su lugar en la vida del rubio él cual constaba de ser la distracción personal del yakuza más poderoso de Japón, tenía un lugar privilegiado pero no lo era tanto como él marido de ese yakuza, a veces no sabía si terminar con esa tortura porque de verdad amaba a Naruto, pero él rubio jamás lo correspondería. De lo que estaba seguro, es que su corazón moriría el día que Naruto decidiera casarse con alguien más que no fuera él… incluso a veces ha considerado dejar este mundo de no ser aquel que comparta de alguna forma él mismo espacio que su amado Naruto.
La hermosa experiencia sólo duró lo que duró el viaje, esto ya que en cuanto regresaron a su pais Naruto prácticamente había salido corriendo en cuanto le dijeron que una mujer parecía estar buscándolo, era como un niño con su juguete nuevo y que parecía ser el favorito del momento, tal parecía que ese momento que había considerado en su mente se acercaba pero prefería pensar que solo era una etapa y nada más.
-¡Ino! .Naruto bajaba por las escaleras de su mansión portando un elegante traje - Por fin aceptaste mi invitación a cenar. ¿Por qué tan repentino y justo cuando regresó de vacaciones? Esta oferta te la hice hace dos semanas después de conocerte…
-No puedes culpar a una chica cuando se hace la dificil a mi me gusta que los hombres se esfuercen -Le sonreía- Además no creas que no he escuchado lo suficiente de ti, pense que no tendrias el mas minimo interes por mi o al menos no en ese sentido.
-Digamos que has llamado completamente la atención del zorro asesino de 9 colas. -Naruto beso su mano -Cabe mencionar que eres la única mujer que me ha llamado la atención, no por nada mereces esto. -Al tronar los dedos uno de sus sirvientes se acercó. Naruto tomo la caja que cargaba su sirviente y la abrió frente a Ino. -Una dama como tu merece una joya tan hermosa como ella. -Mostró un resplandeciente collar con incontables diamantes y en el centro un moderado rubí- Escogí un rubí ya que la primera vez que vi, pude notar que en tus caderas destacaba el rojo.
-Dejame decirte...estas haciendo un estupendo trabajo esforzandote -Miraba maravillada el collar- Creo que es lo mas hermoso que me han dado en mi vida.
-Soy excéntrico Ino, no lo puedo negar porque modesto no soy. Si algo procuro hacer es que todos los que me rodean tengan lo mejor de lo mejor, pero debo mencionar que tu mereces el mundo. -Estiró su brazo -¿Vamos?
-Había escuchado que eres un verdadero caballero a pesar de tu trabajo y no se equivocaron -Se aferró a su brazo- Estaré encantada de ser tu acompañante en la cena y quizás un par más, después de todo con estos detalles creo que lo tienes más que merecido.
Los chismes no tardaron de llegar a los oídos de los amantes de Naruto, quienes no entendían esa desviación que creían que no poseía. Naruto se había declarado gay, pero ante esta situación ninguno de los dos estaban seguros de lo que rubio quería. Lo tres se reunieron en uno de los restaurantes favoritos del rubio, quien cortésmente aceptó la invitación.
-Gaara, Sai ¿De que quieran charlar el día de hoy? Es muy sorpresivo para mi, no solemos vernos hasta nuestro próximo viaje. Creo que se suspende por cierto… Debo de encargarme de una familia, que como saben… debo de defender lo que es mío.
-Necesito, no, ambos queremos que nos aclares algo y sabes perfectamente a lo que nos referimos, ¿Como es posible que de la noche a la mañana una simple aparecida se volviera tan “imprescindible”?
-Bueno, asi como lo saben. De la noche a la mañana ella apareció además estoy en todo mi derecho de seguir averiguando de mi mismo. Estoy a punto de cumplir 19 y es una etapa bicuriosa. No se angustien, no me he acostado con ella… es una dama y respeto eso. Solo puedo decir que soy bisexual con tendencia a los hombres, ya que Ino ha sido la única que ha captado toda mi atención.
-¿Entonces aceptarías casarte con esa antes de con cualquier otro que conoces desde hace mucho más tiempo? ¿Se trata de eso?
-Demonios… -Se sobaba la sien - Otra vez con esa tontería. ¡Si tanto se quieren casar haganlo! Pero no conmigo y si es con Ino, ¡genial! Ella no está fastidiando, sabemos que ustedes están conmigo por todo ese dinero que me cargo y todo lo que les puedo otorgar. -Naruto hablaba sin saber, en realidad esos dos chicos estaban perdidamente enamorados, pero no de su dinero. -Ella es alguien de clase, fina y con dinero. No necesita de mi para sus lujos, se que ustedes también vienen de algo bueno pero vamos, prefieren que alguien más les gaste a sacar dinero de su cuenta. Entiendan, no me casaré ni hoy ni mañana, no está en mis prioridades.
-Y desde que llego ella se acabó el tiempo de calidad y los viajes…¿A quien le importa el dinero? ¡Era lo que significaba! ¿Qué pasará después? Ahora es una etapa pero luego que va a pasar, ¿Que ESA cambie su apellido de soltera o al menos que vaya a vivir contigo? Ese privilegio ni nosotros lo tenemos.
-Miren esto me tiene harto, si siguen con sus tonterías les juro que esto acabara y muy mal y creanme no quiero cortar sus cuellos, no terminaría nada bien. Lo que es más, yo puedo hacer lo que quiera con mi maldita vida, no estoy atado a ustedes que solo son mi diversión de fines de semana. No los amo, no son más que un juguete para mi y si lo quieren ver de esta manera, Ino es mi nuevo juguete reluciente. Con permiso chicos, no veremos después.
Después de aquella discusión que no parecía la mayor cosa las visitas se hicieron menos frecuentes, así como los desahogos de fin de semana hasta que llegó un punto en que estaban muy cerca de un rompimiento o al menos así lo sería de haber tenido una relación y sus dos chicos favoritos ya habían dejado de serlo, y mientras ellos pasaban a un segundo plano la chica de la que nadie esperaba nada empezaba a ganar terreno en la vida del yakuza más de lo que cualquiera se alcanzaría a imaginar.
-Esta semana Itachi, quiero todo en orden con las familias que protegemos y necesitamos deshacernos de toda la mercancía que tenemos en el puerto, es peligroso tener todas esas armas. Me alegra por lo menos tener un inventario limpio cada semana. -Desde que estaba con Ino se le notaba más calmado y más ordenado, lo cual agradecía infinitamente Itachi a él también le generaba paz.
-Y es gracioso que sea yo el que te diga esto pero...te ves de buen humor -Se burlaba ligeramente.
-Yo siempre estoy de buen humor Itachi. ¿Ya te dije que me llevaré a Ino a París?
-Vaya que sorpresa -Trataba de contener una gran carcajada- Supongo que debo encargarme de los pendientes durante ese viaje, ¿No es así?
-Justo por eso todo está en orden ¿No? Por estar de buen humor te dejare vacaciones ¿O no las quieres? -Sonreía con malicia, sabía que Itachi anhelaba tener tiempo para él mismo y desde que esta con Naruto ciertamente ha sido muy complicado.
-¿Vacaciones yo? A qué fuerza, dios o embrujo debo agradecer esto? -Se cubría la boca- No puedo creer todo esto es muy bizarro.
-Sigue con tus bromas de mal gusto y te quedas. -Se levantó de su asiento y salió de ahí.
Si, en efecto Ino estaba haciendo su vida más interesante, sobretodo por que nunca imaginó que estar con una mujer seria ciertamente mejor. Permitió que la chica se mudara a su casa y por obvias razones tener todos los lujos que ella podría imaginar. Otra experiencia nueva era tener sexo en una vagina, nunca imagino lo divertido que sería pero en ciertas ocasiones si extrañaba otros agujeros y el semen, si algo tenía que extrañar era el semen, ya que los fluidos vaginales no eran sus favoritos y ni siquiera podría tolerar hacerle sexo oral a su novia en turno a menos que mágicamente tuviera un pene.
-Ino… -Llamó al entrar a la habitación que compartía con la rubia -¿Ya están listas tus maletas? Debemos irnos.
-Estoy lista -En efecto tenía todo en orden y solo esperaba a su novio para irse- Nunca había estado en París, ni nadie había sido tan lindo conmigo -Se le abrazó por el cuello de manera cariñosa- De seguir asi podria darte algo más que un noviazgo.
-Ahh… me halaga Ino. -Separó sus brazos de su cuello. -Pero solo somos novios, no hay necesidad de ir más allá. Además ¿tu familia que diría? No creo caerles tan bien, todos los novios son odiados. -Nuevamente Naruto comenzaba a sentir terror, el hecho de escuchar algo relacionado con “más allá de un noviazgo” le ponía los pelos de punta. Creyo que Ino era distinta.
Y lo que prometía ser un viaje de diversión y nada más estuvo lleno de momentos terriblemente incómodos para Naruto, esos fueron los siguientes:
-Hay un salón muy hermoso me han hablado mucho de el -Ino prácticamente puso la revista donde se mostraba el salón casi en la cara de Naruto- Las recepciones ahí siempre son espectaculares, ¿No te dice algo?
-Si… que son muy ostentosas y caras… -Naruto se limitó a mirar el menú de donde se supone que sería una velada romántica, en la cima de todo París. La torre Eiffel
O este otro…
-¿Que tipo de lenceria te gusta?
-Cualquiera te queda bien Ino -Paseaban por Les Champs Elysees.
-No puede ser cualquiera dicen que las chicas tienen que lucir radiantes para su hombre usando la ropa interior adecuada...en la noche adecuada -Le sonreía coqueta- Se que sabes a lo que me refiero.
-Si… emmm ¿Quieres subir al Arco del Triunfo?
La cereza del pastel fue…
Era su última noche y la disfrutaron como una pareja joven debe hacerlo. Claro después de darse mutua satisfacción nada mejor como una buena botella de champaña.
-¿Donde…? -Ni siquiera había tocado la champaña, se servía una y otra vez buscando algo en su copa o en la misma botella.
-¿Qué sucede Ino? Si tomas muy deprisa te vas a embriagar. Mejor ven aquí y arropemonos, es nuestra última noche ¿Quieres?
-Pero es que yo creía que… -Al final dejó caer todo el contenido en la alfombra al darse cuenta que lo que buscaba no estaba ahí- Ya no importa.
-Dios Santo… ¿Buscabas un anillo? -Naruto solo dejo caer su cuerpo sobre la cama y tapándose la sien. ¿Por creías eso?
-¿No es lo lógico? Ya llevamos un tiempo saliendo y...estamos en París...es la ciudad mas romantica del mundo estaba prácticamente segura de que darias el siguiente paso.
-¡Exacto! Ciudad más romántica del mundo, quería pasar romance contigo, pero mi idea jamás ha sido casarme Ino, no ahora… Ahora entiendo porque tantas indirectas… ya ven a la cama, mañana nos vamos temprano. -Lo último que hizo él rubio fue envolverse en sus cobijas y apagar la luz.