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Sex & Tears Prision (Naruto's Story) por Narukito y MR_IYU

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Notas del capitulo:

Hola hermosuras!!!! Estams con el segundo capitulo y bueno hemos estado mas activas en wattpad y debemos mencionar que ya somos 201 ahi!!1 y nos tiene muy contentas y para conmemorarlo le hcimos a este fic una imagen como portada de este fic y si la conocen! Fue Snow124 quien nos la hizo espero poder colarcarla aqui y puedan verla si no esta en el grupo que ya conocen! 

 

https://www.facebook.com/groups/FicsNarukito/

 

Sasuke no pudo esperar más y lo único que hizo fue encerrarse en su despacho a leer el diario el cual no era más que un cuaderno estilo frances, muy viejo y un poco manchado con restos de tierra y quizá café. Para poder leer a gusto tomo una copa de vino y puso un poco de hierba en su acostumbrada pipa, al dar la primera inhalación Naruto ya estaba frente a él observando con curiosidad su diario.

 

-Lo encontraste, buen trabajo General… ¿Se quedara en casa leyendo? ¿Qué pasará con mi amada cárcel?

 

-Si tanto te preocupa ve a vigilar tu, yo necesito respuestas. -Alzó su mirada para verlo- Todo esto es tu culpa porque jámas quisiste decirme mas de tu vida.

 

-¿De verdad quieres saber qué es lo que hay tras mi pelaje? Adelante… descubre la verdad tras mi tatuaje… -Así fueron sus últimas palabras y se desvaneció, en ese instante Sasuke abrió el polvoriento cuaderno.

 

Al leer el primer párrafo pudo notar que la escritura de Naruto era demasiada descriptiva y por lo tanto podía pensar e imaginar que se encontraba en su lugar.

 

Diario 1

 

En el orfanato de Tokio un niño salía de la mano con su nueva familia, de tras de él se despedía de sus amigos. Las monjas del orfanato le mencionaron de un nuevo programa donde las familia probaban por 2 semanas el vivir con un niño adoptado y si todo funcionaba lo adoptarían como un miembro nuevo de la familia.

 

En la cabeza del pequeño niño de 6 años se hacía la idea de que al fin podría tener una familia a la cual amar y por la cual sería amado. El no entendía muy bien porque su madre lo había abandonado, lo único que sabía de ella es que le dejó una nota en su sábana cuando era bebé que tenía la leyenda: “Pase lo que pase recuerda que te amo, se un niño fuerte y crece con la gracia de un gran hombre fuerte y poderoso”

 

Esa frase la tenía muy marcada en la mente por lo que era un niño que pensaba en grande y creía que al tener una oportunidad con una familia alcanzaría los sueños que su madre quería que lograra. Era verdad que podía ser un poco travieso y algo problemático pero como cualquier niño de su edad solo quería alguien que lo cuidara por lo que siempre hacía su mejor esfuerzo para comportarse y lograr por fin tener lo que quería con el alma.

 

En una reunión de trabajo, de sus padres adoptivos le señalaron que no podía salir de su habitación bajo ningún motivo porque era una reunión muy importante para el señor de la casa. Sin embargo Naruto convive constantemente con el perro de la casa, el cual sin querer salió de la habitación del pequeño y resulto ser que llegó hasta los invitados de la familia, manchando el vestido de la señora del invitado principal lo cual al finalizar la velada Naruto recibió su primer regaño. Esa noche las lágrimas del pequeño no paraban de salir ya que pudo escuchar como esa pareja consideraba que Naruto no era la mejor opción como hijo por su comportamiento.

 

Era normal que un niño que reciba su primer regaño de su vida reaccionara muy triste y les prometiera hasta el cansancio que se comportaria y claro, los adultos habían decidido darle otra oportunidad. Para desgracia del pequeño Naruto su nueva familia siempre estaba ocupada y no solían ocuparse mucho de él, en verdad los queria pero tambien necesitaba cierta atencion como todos los niños por lo que muchas veces no podía evitar hacer algunas travesuras para llamar su atención, lo lograba claro, pero de la manera incorrecta porque en algunas ocasiones sus bromas se pasaban de la raya y al final sucedió lo que tantas veces había advertido, sus padres adoptivos pensaron que no funcionaria y tan rápido como había salido Naruto terminó en el orfanato nuevamente.

 

Sintió entonces que demasiada alegría no le ayudaría a encontrar a la familia adecuada por lo que con la siguiente familia sería un niño mucho más recatado, por lo que su nueva familia se sentía contenta con esos modales que el niño aprendió a base de libros pero desafortunadamente la familia desistió a su adopción porque ellos fueron capaces de procrear y el querer adoptar a Naruto era porque pensaban que no podían tener hijos, la familia pensó que tener dos hijos sería demasiado por lo que Naruto volvió al orfanato con la esperanza de un nuevo hogar y una nueva familia.

 

Nuevamente bajo la experiencia, decidió no ser una carga para la próxima familia y solo ser una persona reservada y callada, al estar en la nueva habitación proporcionada por su familia adoptiva solo se dedicaba a estudiar y no importunar a nadie. La familia esperaba alguna vez ver a que su futuro hijo tuviera amigos, pero únicamente lo que traía eran buenas notas y altas felicitaciones por los profesores, en el orfanato le dijeron que era un niño alegre y muy sociable pero la verdad era que en un abrir y cerrar de ojos se había vuelto tímido e introvertido, no era que les molestara pero esperaban que con el tiempo al menos tuviera un amigo pero no le habían conocido ni al primero aunque pasaba mucho tiempo en la escuela y eso llegó a preocuparlos ya que no sabían que sucedería en un futuro creían que para ser heredero de los negocios familiares el ser introvertido sería un verdadero problema.

 

-Naruto… lamento ser yo quien te de esta noticia, sabemos que esperabas encontrar una familia y nosotros queríamos serlo pero nosotros que nosotros esperábamos a un niño un poco más alegre y lleno de amigos. -La madre adoptiva tomaba por el hombro al pequeño de 10 años.

 

-Dices que no soy suficiente para ustedes… ¿Necesitas que estudie más? Hare más amigos si eso deseas… -La mirada de ese pequeño comenzó a apagarse nuevamente, sabía lo que seguía y que debía de empacar nuevamente todas sus cosas.  

 

De nueva cuenta en el orfanato comenzaba a sentir que nada era suficiente, para su buena o mala suerte no duró mucho esta vez porque parecía tener otra oportunidad y esta vez era una familia con más hermanos, eso le alegraba ya que jamás había tenido la oportunidad de convivir con más niños y ahora tenía dos grandes lecciones: si era muy travieso no les agradaria pero eso de ser introvertido tampoco había funcionado, por lo que esta vez pensaba en un punto intermedio y claro, disfrutar al máximo con sus nuevos hermanos.

 

Mas sin embargo estos niños jamás lo trataron como uno de ellos, él al tratar de ser amable y jugar con ellos, lo único que hacían era tratarlo como un esclavo lo cual él no entendía, pensaba que el hacer cosas por ellos traería su cariño mas sin embargo cada que alguna travesura de los niños salía mal ellos le echaban la culpa a Naruto quien terminaba castigado por las acciones de sus supuestos hermanos. Eso ya se estaba volviendo una costumbre sabia exactamente lo que vendría a continuación, por lo que prácticamente ya se había resignado y solo escucho la charla que nuevamente le dieron sus disque padres al decirle que no estaba funcionado y esas palabras que ya tanto conocía de memoria, todo esto antes de volver al orfanato una vez más.

 

El tiempo pasaba, asi como las familias y desgraciadamente, este no se detenía. La mayoría de las parejas siempre adoptaba niños por lo que cuando cumplio 13 años sus oportunidades se fueron reduciendo y el número de familias que lo adoptaba disminuyó considerablemente, apenas y tuvo la oportunidad un par de veces más y todas se cansaron de él rápidamente dejándolo a su suerte nuevamente y con el corazón roto, ¿Es que era tan dificil que alguien lo quisiera por como era?

 

Llegó un momento de su adolescencia donde el orfanato solo quedo con las monjas y Naruto, ellas estaban tristes por él ya que sabían que era un niño con muchas cualidades y muy especial y no entendían por que Naruto era el único que no tenía una familia, ellas tenían la teoría de porque era un niño que no tenía rasgos japoneses, al final se había vuelto muy fino y recatado incluso practicaba karate solo a base de libros y la internet, era una persona muy brillante decían las monjas pero el rechazo iba de una forma racial al ser un niño rubio y de ojos azules no encajaba en la sociedad clonada de Japón.

 

Como a todo niño los estragos de la adolescencia empezaron a afectar, no podía ser tan comprensivo con el hecho de que nadie jamás lo hubiera querido y empezó a cuestionarlo. Al no encontrar respuesta decidió averiguar más por si mismo, al principio lo hizo escapandose del orfanato durante las noches, luego pasó a hacerlo durante días y pronto, cuando cumplio 16 años no tenía obligación de seguir en el orfanato por lo que lo dejo definitivamente para empezar a labrarse un futuro por sí mismo y sin importarle la forma en cómo lo lograría, después de todo estaba solo.

 

Como una sociedad racista al igual que las familias, era difícil conseguir trabajo, él sabía que los japoneses tenían problemas con los que no eran iguales a ellos, por lo tanto orillaron al joven Naruto a comenzar una vida de vandalismo y robo. Debido a sus estudios eso era sumamente fácil ya que aprendió más que el karate. Aprendió judo, taekwondo, artes marciales ninja, esgrima y muchos más lo cual le ayudaba robar de forma limpia y sigilosa tiendas de autoservicio e incluso en algunas canciones casas. Su forma de vida se basó en una cueva bajo un puente de la ajetreada Tokio, donde calentaba un poco de fuego y procuraba tener comida enlatada que le durara, no es que le agradara demasiado robar pero era la única manera de mantenerse en la deslumbrante Tokio. Lo que su vida como vagabundo le hacía pensar en el escrito de su madre. ¿De verdad estaba destinado a ser un hombre grande y con poder?

 

Tanto tiempo había vivido de ese modo que de alguna manera ya se le hace costumbre, empezó a conformarse con lo poco que tenía ya que al menos tenía una especie de techo sobre su cabeza y comida en su estómago, comenzaba a creer que era la única manera que tendría de vivir, lastimosamente al destino le gusta jugar con todos y Naruto no era la excepción. Un día, buscando desesperadamente algo para sobrevivir ya que llevaba días sin probar bocado se metió a robar donde no debía y eso lo sabía, mas eso no lo detuvo y creyó poder sacar provecho del lugar. Entró a esa casa llena de lujos y hombres armados hasta los dientes y claro, sus habilidades no fueron suficientes para salir de esa situación victorioso como siempre lo hacía logró derribar a la mitad de los hombres que cuidaban esa casa lujosa pero no tenía la suficiente energía para poder con todos.

 

Los hombres que quedaron lo ataron con cadenas por todo su cuerpo, manos, pies, piernas, costados y amordazado por la boca. A rastras lo llevaron hasta una habitación con tesoros por montón, las paredes eran vestidas con un millón de katanas y en el fondo de dicho cuarto un hombre de pelo blanco en bata de satín rojo rodeado de bellas mujeres semidesnudas y mucha bebida. Naruto en su vida había visto tantos lujos juntos y por ende deducía que era el poder lo que rodeaba esa casa que quería profanar.

 

-¿Por que me traen a este niño? ¿Es acaso un rehén? -El hombre sin tomarle mucha importancia tomaba vino y jugueteaba con las mujeres.

 

-Encontramos a este tratando de robar -Dijo uno de los hombres empujando a Naruto, haciendo que cayera- Por poco no lo atrapamos debo admitir, es muy hábil para ser tan pequeño.

 

-¿Qué dices? -El hombre se paró de su cómoda silla y se paró frente a Naruto el cual, lo tomó por el mentón y observó fijamente tenía severos golpes en la quijada y en su ojo por no ver más sabía que su cuerpo estaba igual de mal -¿Tú un chico de menos de 16v años pasó mi guardia de mi jardín y la guardia de mi vestíbulo? ¿Qué fue lo que tomó? - Miró a sus hombres

 

-Tomo un par de vasijas y unas joyas que había en el vestíbulo señor.

 

-Con todo respeto viejo pervertido… -Todos se exaltaron al oír cómo le hablaba al hombre de cabellos blancos - Su guardia es tan incompetente que no pudieron con un niño de no más de 16 años. ¿Cuanto les paga? Podría cuidar mejor su espalda que esa bola de ineptos que para agarrarme tuvieron que usar por lo menos 15 hombres, si me mira bien estos golpes no son más de hace 10 minutos, no recibi daño alguno hasta que ellos me tomaron con sus cadenas.

 

-¿Como me llamaste pequeño mocoso? -En estos momentos tenía un pequeño tic en uno de sus ojos y trataba de controlarse para no golpear más al, ya de por sí, lastimado cuerpo del niño- No eres más que una pequeña rata y por lo delgado que estás supongo que no tienes una casa ni nadie que se ocupe de ti, de lo contrario te habían advertido de lo peligroso que puede ser robarme a mi, seguramente ni siquiera sabes en donde te metiste.

 

-Supongo que se da cuenta de mi estado tan desfavorable, no se preocupe haga lo que tenga que hacer conmigo igual dio en clavo y si no le pude robar a usted ya no tengo por que más luchar. -Naruto cerró los ojos y suspiro por un momento. -Solo quise vivir como mi madre lo pidió, con la frente en alto y muy grande pero veo que muchas de las circunstancias de la vida muchas veces no nos favorecen, yo ya no tengo más que vivir, así que si me va a matar o gran yakuza pervertido, espero que lo haga con esa katana de oro e incrustaciones de rubí, eso me hará sentir que al menos vali algo como para morir a manos de algo tan extravagante y codiciado.

 

-Entonces si sabias a lo que te enfrentabas al venir aquí y de todas maneras lo hiciste. ¡Jajaja! -El hombre de cabello blanco no pudo evitar soltar una sonora carcajada- Para eso se necesita mucho valor pequeña rata y eso es digno de respeto -Se giró dispuesto a volver a su lugar- Ya sueltenlo se que no robara nada mas solo quiero hablar con el.

 

-Pero señor él… -En un segundo y con una mirada, él peli blanco hizo callar al opresor de Naruto que en un instante y sin pensar más o hablar más soltó al muchacho y todos los demás guardias salieron corriendo de ese lugar.

 

-¿Por qué no me mataste viejo pervertido? -Naruto se levantaba del suelo y sobaba sus muñecas. -Es decir, te robe a ti Jiraiya el ermitaño asesino, ¿No me mataras por intentar quitarte algo? Creí que eras más estricto. -Naruto se recargo en una de sus columnas que rodeaban a Jiraiya. -Pero tampoco cuestionaré mucho y solo diré gracias.

 

-Lo soy muchacho por supuesto que sí -Le sonreía de medio lado, analizandolo- Y lo habría hecho de no ser porque puedes serme útil. Tu lo dijiste, pudiste contra todos esos inútiles de mis guardias a pesar de estar flacucho y con ese cuerpo que parece que el más mínimo viento te derribará, ahora solo imaginate lo que harias si comieras adecuadamente y te entrenaras como es debido, creo que sabes lo basico pero yo puedo hacer que aprendas mucho mas.

 

-Señor, evidentemente ¿Que no haría al tener algo así? Pero como dije las circunstancias muchas veces solo favorecen a otros, ahora si me dejo libre y si es tan amable de ser posible, ¿me daría un poco de dinero para que pueda comprar comida? Créame, no me gusta estar rogando ni mucho menos mendigando por eso robo para mantenerme firme a mis convicciones, pero me atrapo y no soy más que una rata pepenadora. ¿Me ayuda o no?

 

-¿Que parte de todo lo que dije no te quedo claro mocoso? Es verdad que te deje libre pero no por eso voy a soltarte, te estoy ofreciendo la maldita oportunidad de tu vida, puedes quedarte aquí, yo te enseñaré alguna que otra cosa y no tendrás que volver a robar, ¿A que es algo bueno y mas para ti? Eres perfecto para lo que yo necesito -Lo señalaba- Tienes habilidades fácilmente explotables y lo mejor, no tienes nada que perder, ¿Ahora si lo entiendes o tengo que volverlo a explicar?

 

-Vaya… eso si me toma por sorpresa… -Por fin sentía que podía pertenecer a algo y mucho más grande de lo que pensaba.  -Supongo que al perdonar mi vida te la debo, no dudes en usarme como tu desees. -Se cruzó de brazos. - Para empezar… ¿Puedes darme de comer? Enserio tengo hambre.

 

-Descarado, eres tan escurridizo y astuto como un zorro… ese será el inicio de tu apodo. -Tocó una campana y una chica salió con un gran banquete del otro lado de la habitación -Sirvete y procura comer bien de ahora en adelante ya que si llegas a romperte algo si te mato.

 

-He pasado 16 años solo prácticamente -se servía un poco de vino y cortaban su carne - ¿En serio cree que hay algo que me pueda derribar? -Una sonrisa burlona se hizo aparecer en su rostro y Jiraiya la devolvió, le hablo al oido a una de sus chicas y se acercó a Naruto.

 

-Aun cuando eres apenas una rata tienes modales, ¿Y dices que nunca has tenido una casa? Estas lleno de sorpresas, apenas llevas poco tiempo aquí y ya me has dado muchas.

 

-Tuve muchas, tengo modales para poder impresionar a mi familia, la cual nunca tuve evidentemente y leí mucho, me gusta aprender y saber a lo que me enfrento. Jiraiya… ¿Le pido un favor?

 

-Te escucho niño, tienes toda mi atención...y lo digo muy en serio.

 

-Quítame las manos de esta mujer de encima, no me gustan los pechos y/o vaginas. -Miro mal a la chica quien acariciaba su cabello dorado y por ende a Jiraiya.

 

-¿Que dices? Bueno eres un puberto apenas no creo que entiendas los placeres que puedes obtener gracias a las mujeres por eso yo siempre me rodeo de las más grandes bellezas -Le respondía mientras acercaba a sus acompañantes y las tocaba de manera descarada- ¿O estas hablando en serio?

 

-Ahora creo que eres tu quien no me entiende. -De pronto la manera de hablar con Jiraiya se había vuelto informal - Yo estoy seguro de mi orientación sexual y esa va a que me gustaría chupar un pito y lamer cuerpos fornidos y espero que en esta vida tan lujosa pueda encontrar a un hombre digno de probar mi lengua y/o verga. -Bebió de su vino -Así que, linda rubia, alejate antes de que termines lastimada por seguir acariciando mi cabello.

 

-El número uno en sorprender a la gente, creo que ese también será parte de su sobrenombre. -Hizo un movimiento con su mano indicandole a la chica que se retirara- No soy quien para juzgarte en este mundo he visto de todo así que no es algo nuevo para mi, me da gusto que seas consciente de eso y te felicito por tu madurez al menos en ese aspecto...por el resto se que sigues siendo una pequeña rata para mi. Si haces bien las cosas te conseguiré unos buenos chicos solo para ti.

 

-Excelente, eso me agrada. Por cierto, se que te es más cómodo llamarme rata pero mi nombre es Naruto, Naruto Uzumaki se mi apellido ya que mi madre lo dejó en la nota, diré más de mi brevemente. Fui huérfano desde que nací, mi madre tuvo grandes expectativas para mi y trato de cumplirlas, nadie nunca me adoptó por condiciones raciales y/o por otro niño de por medio, aprendí todo lo que se gracias a libros y cuando llego el internet las puertas del cielo se abrieron a mis ojos, tengo acceso a él gracias a los café internet que son accesibles al público, evidentemente lo pagaba con lo que robaba y no me gusta ser una persona ignorante, mi pasión las artes marciales como te diste cuenta y bueno, me valgo por mi mismo y eso es todo… 16 años no son mucho para contar.

 

-Entonces déjame decirte algo, en estos momentos todo lo que sabes vale menos que nada para mi. Te voy a dar conocimientos que si valgan la pena y que bueno que te guste la pelea porque en este negocio vas a necesitar defenderte sino no me servirás de nada en caso de que te mueras pronto. -Se levantó nuevamente y extendió su mano hacia el- Bienvenido al negocio de mi familia, Naruto Uzumaki, espero que no me decepciones.

 

 

 

Notas finales:

Y bien????

En vista de que no pude les invito a ver la imagen en el grupo!! sigo fangirleando por ella 

Esperamos que les haya gustado y nos vemos a inicios de septiembre!


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