Capítulo 2
Un grano en culo, delicioso.
El escenario es el siguiente: son las dos de la mañana en la gran ciudad de New York; el objetivo es atrapar al millonario Norman Osborn por el delito de producción de drogas para King Pin, de quien no sabemos nada. El seudónimo de Norman es El Duende Verde, se supone que el capital que tiene Oscorp (nombre del negoció público de Osborn, el cual es una línea de productos farmacéuticos) no es suficiente para el patrimonio que dice tener, es uno de los mayores productores de LSD en Estados Unidos.
Al parecer Nelson and Murdok no tuvo las pruebas suficientes para meterlo a la cárcel, sin embargo, ciertas pruebas al aire nos ayudaron a encontrarlo con facilidad, tuvo la oportunidad de ir hacia las autoridades de la manera legal y la perdió. El objetivo de la misión tiene dos vertientes: la primera, atrapar a El duende Verde y revelar la identidad de Kingpin, y la segunda, acabar con la mafia más grande en New York de una vez por todas.
La jugada clásica del crimen organizado era usar una bodega fuera de la ciudad para hacer las transacciones, la Viuda Negra es la que se encarga del combate cuerpo a cuerpo, ella está detrás de un contenedor a tres metros de los maleantes, los cuales son Norman con dos lacayos a sus costados, atrás en su automóvil Jaguar del año, otros dos; uno en el volante y otro fuera de pie con la puerta abierta. Y del otro lado se encuentra el representante de Kingpin llamado “El Contador” (tenemos la esperanza de dar con Kingpin atrapando a este último) con casi veinte guardias, rondando el perímetro del bando enemigo, constantemente, hay cinco carros blindados. Mientras Ojo de Halcón se localiza con los francotiradores, de esta manera la tasa de mortandad disminuye.
Investigando el comportamiento de las transacciones lo primero es inutilizar los autos, los líderes de la misión son Viuda y Halcón. Ya se había escatimado cuántas personas se encontraban, ahora solo tocaba atrapar a los peces gordos.
-Ojo de Halcón, adelante aquí Viuda Negra en la posición A, ¿me copias? -ella está con otros agentes en el combate cuerpo a cuerpo.
-Aquí Ojo de Halcón en posición C, listo para tu señal. -una menor cantidad de agentes arriba de un estacionamiento estaba listo para atacar a larga distancia.
-A la cuenta de tres. -preparando el acercamiento de los espías. -Uno, dos, tres…
Las explosiones se hicieron. La mayoría de los guarda espaldas de ambos (El contador y Osborn) cayeron gracias a los disparos del Ojo de Halcón. Segundos después apareció el grupo A liderado por Viuda Negra, llegaron hacia los grandes motines tapándoles el rostro con un saco y los llevaron a unos carros infiltrados dentro del área. El grupo B fue el encargado de limpiar el perímetro y había un grupo D que se encarga en caso de algún error.
La cuarta parte de la misión fue todo un éxito. Por el momento se recluiría a los maleantes hasta dentro de unas horas que se hiciera el interrogatorio.
Esta solo era una sección de SHIELD, habían varios tipos de espías: los transeúntes, los que se encargaban de combate urbano como Nat y Clint, los que se encargaban del espionaje a campo abierto, aquellos que hacían negociaciones con las llamadas malvadas asociaciones que según esto quieren destruir el mundo y la inestabilidad en New York y por ende Estados Unidos. También existía la sección de sistemas. Algunas veces trabajan en equipo y otras separadas según la misión, incluso algunos están en dos o tres sectores de la misma organización.
Mientras que Ojo de Halcón y Viuda negra terminaron una batalla, otra tenía lugar desde la comodidad de un sofá desplegable.
-¿He? ¡No, no, no, no! -se escuchó en forma de gritos. -¡Ahggg! Ya van 580 veces que me trato de introducir a tu maldito sistema, 580 veces que me dejas estar ahí como pez en el agua y 580 veces que me mandas esa maldita máscara del demonio. Me cagas Star Lord, me cagas, ojalá te pudras en el infierno.
Esto fue escuchado por Ojo de Halcón, quien iba pasado por ese pasillo para llegar a la cafetería. –Oye, tranquilo viejo.
EL otro se quitó los audífonos mirando hacia atrás quien se acercaba. -Ah, hola Barton. ¿Misión cumplida?
-Claro, como siempre. -observó a la pantalla grande viendo el gran logo de Star Lord en rojo palpitando constantemente. -Al parecer… tu no. -le tomó del hombro. -Es raro que falles, ese maldito de Star Lord te está poniendo canas verdes. ¿Qué pasó con el famoso estafador Ant-Man? Te has estado oxidando.
Scott solo miró con despreció al espía y al final terminó dando un pesado suspiro. -Pues si me cae mal, pero más que odiarlo me decepciona. -Ojo de Halcón lo miró confundido. -Es que este Star Lord no es el mismo Stard Lord de hace un año.
Clint Barton tenía el dominio base de un hacker, como el descubrir la contraseña de una computadora sencilla o el abrir la cerradura con un código de huellas dactilares, pero sabía que había cosas que no estaban en su poder, además la lucha por el control de la red era una batalla en la cual nunca se iba introducir.
-¿A qué te refieres?
-¿Alguna vez escuchaste de una página de internet llamada ChanChanChanchan?
El espía se rió. -¿Qué clase de nombre para una página es ese?
-Espera, la mayoría de los anomimatum están ahí, claro uno como espectador cree que solo hay uno pero son muchos y muchos, algunos trabajan en conjunto y otros de manera individual. -Barton no podía creer que Lang viera esas cosas, a veces no podía tomarse en serio su trabajo. -En esta página lograron que las votaciones para el futuro concierto de Justino Belez fuera en un lugar olvidado en África, ese es su sello distintivo, hacer lo que se le dé la puta gana, es el troll entre los trolls, ¿no entiendes? -se levantó y tomó los hombros de Halcón. -¿Por qué de la noche a la mañana se le ocurrió meterse al negocio de estafar?
-Tú fuiste estafador, ¿recuerdas?
-Sí, pero es diferente, en aquel entonces tenía dos bocas que alimentar y les robaba a personas que nadaban en dinero.
-¿Y él no lo hace también?
-Es diferente, eran magnates que no distinguirían entre uno o dos millones, este tipo solo se encarga de empresas, de hecho Oscorp ha estado entre esas empresas.
-Oh. -se rascó la cabeza. -Ya veo, probablemente encontremos a ese- hizo con sus manos el entrecomillado- Star Lord.
-Sí, eso… -de repente sonó el teléfono del agente. -¿Amor es muy noche? -tapó el auricular y dijo en forma de susurro, casi gesticulando, “voy-a-salir”, a lo que Scott le respondió levantando el pulgar. Saliendo del cuarto ya pudo hablar claramente. -Brucie, son las tres y… -vio el reloj. -treinta y seis, ¿qué haces despierto?
-No sé, tenía ganas de escuchar tu voz. Sé que hay veces que estás semanas enteras en la casa, pero para mí cinco días sin ti son un suplicio.
Clint esbozó una sonrisa dando ligeras risas.
-¿Qué? No sé qué te parece gracioso, sé que te la pasas en cualquiera de esas empresas, en alguna cena de negocios o en el hotel.
Clint siguió riendo.
-Me preocupas, y estando lejos más.
-Je, je, je. Hay Brucie, si así como me estás hablando por teléfono me hablaras en persona.
Banner quedó en silencio un rato y su respiración cambió.
-¿Bruce? Brucie, no te pongas serio, me gusta. -en ese momento Bartón imaginó que Brucie estuviera sonrojado. -Me gusta que me hables aunque sean las tres treinta y nueve.
Bruce rió. -¿Me estás contando el tiempo?
-No Brucie, solo lo hago para molestarte, me encanta jugar con usted señor Banner de Barton.
Bruce quedó serio pero esta vez con algo de nerviosismo. Hubo un breve silencio hasta que dijo: -Señor Barton de Banner, yo no me divierto.
-Claro que sí.
-Clint, vamos no pienso entrar al juego “si, no, si, no”.
Clint sonó ofendido. -¿Por qué no?, es divertido.
Se escuchó un bostezo de Bruce.
-Brucie, ya te estás quedando dormido, ándale vete a dormir, mañana tienes que ir a la preparatoria.
-No iba poder dormir a gusto si no te escucho. -suena otro bostezo.
-Amor, aunque no esté contigo siempre estoy pensando en ti, en todo momento y todo lugar, y te extraño. Prometo que cuando regrese cocinaré el desayuno, en especial esos omelettes que te gustan mucho, con tocino y champiñones… ¿Qué dices?... ¿Brucie?
Barton escuchó que la respiración de su “Brucie” se hizo más profunda. -Buenas noches. -Bruce había dejado el celular encendido en sus manos y cortó la llamada.
En eso, Clint regresó al cuartó donde se encontraba “Ant-Man”, este de inmediato se vio cambiando la pestaña a una de tetris, no le pareció extraño al Halcón, de seguro estaba viendo algún porno en segunda dimensión como solía hacerlo a veces. Esperó a que Lang le viera, agitó la mano en señal de despedida y se fue.
En lo que Barton tenía una romántica llamada, con Lang ocurrió lo siguiente:
Unos segundos después recibió un mensaje, al ver el remitente se le ampliaron los ojos y comenzó a leer con rapidez.
Para Ant-Man:
Jejejejejeje te sorprenderá que sé tú nombre de user y tu correo, jejejejejeje bueno no importa, el punto es este, todo este tiempo he estado robando a empresas malas, muy malas, pero ahora metí la pata bien metida. ¿Me ayudas en esto? ¿Lo harás? 0.o
El mejor hacker del mundo: Star Lord.
Scott no se podía creer lo que estaba leyendo. Hacía tres minutos su sistema lo había mandado al caño y ahora de manera suplicante aparecía nuevamente.
Para Star Lord:
Es una propuesta muy tentadora, pero… ¡si hace 5 mins estabas jodiéndome, sí, jodiéndome! ¿Qué clase de problemas has de tener? De seguro has de ser de esos gordos con granos que se la pasan viendo porno 2D y viven con su madre. No pienso ayudarte, tarde o temprano te atraparé con mis medios, ¿entendiste?
De: Ant-Man.
-¿Qué se cree ese idiota? -cuarenta y cinco segundos después recibió otro mensaje.
Para Ant-Ensuperiodo-Woman:
No te esponjes, ¿te lo han dicho? Está bien, L pero… J si me ayudas dejó de robar dinero XD
PD: No le digas a Nadie.
De: El incleible Star Lord.
Scott estaba perdiendo los estribos, pero al decirle que dejaría de robar le ahorraría un grandísimo trabajo por lo que…
Se escuchó el mover de la puerta y rápidamente cambió la pestaña poniendo algo de tetris, miró a Barton que se despedía y le respondió con el mismo gesto regresando a contestar el mensaje.
Para el Friki Granudo Lord:
Acepto. Ahora, ¿dime qué hago?
De: Ant-Man.
.
Barton llegó a la zona de interrogatorio, se encontraban varias puertas con cristales a lado, al parecer habían más interrogatorios además de los dados a El Duende Verde y al Contador. La agente encargada del interrogatorio era María Hill, una de las mejores espías que había, incluso decían que cuando Fury se retirara ella sería la nueva directora.
-¿Qué ha pasado? -Clint se sentó a lado de la viuda.
-Hill ha aplicado la temeraria.
Arqueó la espalda hacia atrás. -Tssss, ¿y qué han dicho?
-A Osborn ya lo hizo cantar ciertas localizaciones de sus bases de LSD y al parecer cristales. -le susurró al oído. -El muy idiota confesó al enterarse que su hijo es consumidor de este. -Clint abrió los ojos grandes, “tan lejos y tan cerca el verdugo”. -Y el Contador, es obvio que sabe algo respecto al paradero de “pin”.
-Bueno, solo queda esperar. -con ello Clint cruzó los brazos.
.
5:00 am en el East River Plaza.
“Creo que me emociona el hecho de que conoceré a Star Lord en persona, de cierta forma lo admiré, él podía hacer lo que él quisiera con su habilidad de hacker; yo desde pequeño tuve la habilidad, pero no corrí con la misma suerte que los demás al tocarme como adversario. Lo odié como nunca en mi vida, bueno, fue más impotencia que odio, él podía salirse con la suya, yo no. Para mí, Cassie siempre ha sido mi prioridad aunque su madre ya esté casada con un policía, cuando le dije que me dieron libertad condicional por mi buena conducta y que trabajaría para una organización secreta, ella se molestó mucho más, ella quería una vida normal y eso no era algo que le podía dar. Aun me deja ver a Cassie todos los fines de semana, y todo es para ella, todo.”
Esto estaba pensando el hacker, quien a horas de la mañana llevaba una laptop oculta en un periódico del día anterior; en la otra mano tenía un café insípido en un vaso de porcelana. Vestía una pantalonera gris y una sudadera azul, atuendo que hacía conjunto con sus lentes de sol a las cinco de la mañana.
“Star Lord debería estar loco”, se decía.
Con ello en mente se sentó en la zona de comida. El East River Plaza era conocido por estar abierto las 24 hrs; aunque parezca difícil de creer había gente en el centro comercial, muchas chicas con sus vestidos recién salidas de las fiestas buscando atuendos para el after, madres a última hora buscando trajes para sus hijos por algún evento escolar, había movimiento a pesar de todo.
Un hombre con una botarga de Hamburguesas Rey, con ese maldito cabello de plástico y la risa incrustada, estaba entregando globos y panfletos al parecer de descuento para esa comida tan desagradable. Barton le había contado que el esposo de un amigo se las come como si fueran palomitas de maíz ¡Qué asco!.
Tenía poco de haber llegado pero comenzaba a sentir que llevaba más de quince minutos esperando, y la botarga ya lo estaba exasperando. Además, aun no sabía cómo iba a reconocer al Granudo Lord, por lo que decidió mandarle un mensaje desde su celular.
“¿Cómo nos reconoceremos?” (Ant-Man)
“Soy el rey, es lo único que tienes que saber. ¿Y tú?” (Star Lord)
“Pues la ropa que tengo ahorita es una sudadera azul y una pantalonera gris.” (Ant-Man)
De pronto vio que el hombre con la botarga se acercaba, este le entregó un globo el cual reventó y sacó un papelito enrollado. La botarga esperó que lo leyera.
“Nos vemos en el baño ;p”
Scott solo se limitó a ver a la botarga, la cual tenía una mano en la cintura como esperando. Entonces lo levantó, le dio un abrazo, algo así como un beso y se fue; no sin antes poner la mano en sus propios labios plásticos lanzándole un beso. Ant-Man se impresionó ante el hecho, más terminó siguiendo a la botarga. Cuando llegó, el tipo bajo todo ese vestuario ya se había quitado el casco y ahora tenía el cabello cobrizo, ojos azules, una figura ligeramente esbelta y una barba de días.
Scott se sorprendió ante el aspecto físico del sujeto dejándole boquiabierto. El hacker troll se limitó a tomarle la quijada para cerrársela.
-He aquí tu gordo con granos que se la pasa viendo porno 2D y vive con su madre.
-¿Ahora qué procede?
-Vamos a ir con la empresa que me robó una de las piedras del infinito.
Ant-Man se sorprendió ante el hecho. -¿Tuviste una piedra del infinito todo este tiempo? Es trampa, yo que creía que mi intelecto como hacker estaba fallando y tú… -se acercó y le puso el índice en el pecho. -Maldito granuja, has estado usando una piedra del infinito todo este tiempo.
Star Lord levantó un dedo. -Para mí defensa, esa piedra fue robada por su anterior dueño y el anterior dueño a ese. -ahora levantó las manos a la altura de sus hombros con las palmas arriba. -Yo solo seguí la tradición.
Al parecer Star Lord le sacaría de quicio constantemente, así que se limitó a pedir la información: -Ahora si dime los hechos.
-Al momento que te partí el trasero… -e insolentemente volteó de lado para verlo mejor. -Que no está nada mal, creo que 580 veces no fueron muchas.
-Al grano Star Lord, al grano. -le tomó de los hombros exigiéndole hablar.
-Pues al momento de usarla fue cuando me la robaron y pues… Jejejeje… Te parecerá gracioso, fue la misma persona a la que le he estado robando hace unas semanas en su cuenta en Italia, el tipo se llama Wilson Fisk, ese dinero era el que servía para el financiamiento del trato de personas.
-Remedo de inútil. -Scott lo regañaba cual niño, al parecer este tipo era el troll entre los trolls, incluso en persona. Por su mente pasó algo como: “¿Qué no sabe que no puede entrar así como así sin tener consecuencias?”, cuando…
En ese momento se escuchó que la puerta del baño se estaba abriendo, por lo que Star Lord en un impulso por disimular las apariencias acercó a Scott a su rostro y comenzó a besarle. El periódico que Ant-Man tenía en la mano envolviendo la laptop se desplomó sobre la botarga. La persona que entró fue una chica algo ebria, quien al ver que dos hombres se estaban besando, y notar los mingitorios, se limitó a decir: -Baño equivocado. -Al escuchar eso Scott se separó al instante.
-¿Qué carajos te pasa? ¿Además de troll, maricón? -no lo decía de forma despectiva, ya que uno de sus mejores amigos era homosexual, pero tenía que cubrir las apariencias.
-¿Qué? -sacó del bolsillo de su chaqueta un papel hecho garras. -Estaba en la lista de cosas por hacer antes de morir.
Scott no dijo nada, levantó su dedo hacía arriba para replicar pero lo había dejado indefenso por 581ava vez, y esta ocasión sin una piedra del infinito de por medio.
.
En la camioneta patrocinada por SHIELD (la clásica Van con algún logotipo falso de alguna empresa inexistente en este caso “Florería: Yours Dreams”).
Ant-Man no hacía ni un sonido, con una mano en la sien manejaba contando en su mente hasta 100: “65, 66, 67…” Del otro lado estaba Star Lord con las manos alzadas, escuchando una canción que estaba en la estación de radio:
-Hey (hey) It's your business if you want some /Take some, get it together, baby…
…Come and get your love… -Lang no soporto más y apagó la radio.
-¡Oye! ¿Qué crees que te pasa? Es la mejor canción del mundo.
-Eres una persona molesta, ¿lo sabías?
-Ya me lo habían dicho hace mucho, en la correccional, en la universidad, en el ciber espacio, sí, me lo dicen seguido.
-¿Entonces?
-Meh… -le restregó el dedo medio en la cara a Scott, este lo empujó al otro extremo. -¡Oye! Por poco pudimos atropellar a alguien.
-…Vale.
En eso se formó un silencio incomodo, pero después, el hacker troll trató de prender la radio y la mano de Lang se lo impidió.
-Bueno hablemos.
-¿De qué quieres que hablemos? –dijo con lago de molestia.
-No sé.
-Uhm, ¿en qué te estas gastando tú dinero? -lo miró de reojo para seguir su camino.
-No te lo voy a decir… ¿En qué te lo gastaste tú?
Ya había lanzado la pregunta, era justo que él también la respondiera. -En Cassie, aun en la actualidad todo mi dinero no se va a nadie más.
El de cabello cobrizo se entristeció ante el hecho, pero a pesar de todo tenía que soltar la pregunta. -¿Es tu novia? O… ¿Esposa?
En un alto Scott aprovechó para quitarse el cinto y sacar su billetera de la bolsa trasera del pantalón. Acomodándose nuevamente sacó una foto de Cassie. -Es mi hija. -y se la mostró al ojiazul.
-¿Y tu mujer?
Scott suspiró un poco y se rió. -Me dejó por un policía.
Star Lord rió con él, una risa amarga y algo triste, quizá la vida de ambos no era tan cómica en el fondo aunque los dos actuaran de esa manera. -Ahora sí, ¿en qué te gastas el dinero?
-En nada importante, solo es diversión. -Scott detuvo el carro. -Es enserió, ¿para qué necesito millones? -Scott seguía confundido. -Probablemente para mi pensión en alguna playa, no es como si quisiera mi vida de lujos.
-¿No tienes alguna motivación válida? -a Ant-Man le estaba cayendo bien el hombre, más aquello que le estaba diciendo le demostraba que era un vale madrista sin intereses de trascender en la vida.
-Sí y no, veras… Mi vida transcurrió más o menos de esta manera, mi madre murió cuando yo tenía doce años, y no, no te preocupes, a pesar de que el cáncer la arrasó todo ese tiempo fue feliz, murió con una gran sonrisa; de eso no me arrepiento. Solo nos teníamos el uno al otro, por lo que cuando murió me fui a un orfanato. -se rió. -No duré ni dos semanas, al parecer unos maleantes tenían muchas deudas y les habían dicho que podían meterse al tráfico de órganos, ¿y por qué no comenzar en el orfanato donde yo residía? Todas las noches me colaba a contemplar el cielo, era una costumbre que hacía cuando mi madre vivía. Aprecié que los maleantes entraban, los observé como entraban uno por uno entre risas y chistes, “en susurros” según ellos. Cuando entraron todos, oculto pregunté: “¿Ustedes qué hacen aquí?”, el jefe me dijo: “Hemos venido a llevarlos al país de nunca jamás, somos amigos de Peter Pan”, les dije: “No lo creo, Peter ya había venido hace una semana pero todos querían ser abogados e ingenieros.” -Scott se echó a reír. -Ya con ello y unas cuantas bromas al jefe se le habían quitado las ganas de robar niños, pero a cambió me ofreció meterme a su “tripulación”, y pensé, ¿quedarme aquí o seguir a una bola de ladrones? Obvio me voy con los ladrones. Después de eso me volví un buen ladrón, un poco de todo. Pasó el tiempo y el jefe se alarmó, al parecer un idiota había entrado en su cuenta, ni siquiera el de sistemas de nuestra sección sabía que había pasado, todos se sorprendieron, incluso yo. Un idiota se había infiltrado en nuestro sistema para robarse 150 dólares...
En eso Scott interrumpió. -Cassie cumplía años y no tenía para mínimo un pastel con su respectiva piñata.
El pelicobrizo arqueó una ceja. -Oh, eso explica todo. Y al final, ¿por qué dejaste el negoció de robarle a ladrones de cien en cien?
-Después de unos años en la cárcel, con la pérdida de custodia de mi hija, al tener esos dos antecedentes buscar trabajos mediocres como en Hamburguesas Rey, Ka. Efe. Ce, entre otras, dije como tú… ¿por qué no? Y volví a asaltar mi última casa. El tipo al que asalté le caí bien y fue el que me consiguió mi actual trabajo.
El de ojos azules se sorprendió. -Valla, somos unos hombres con suerte.
Scott se sonrojó un poco. -La razón por la que te hiciste hacker, ¿fue por mí?
A Star Lord no le importaba sacar algunas frases de más, no es como si no las hubiera planeado unas… mil veces. -Y la razón por la que me hice hacker-ladrón, me robé la piedra del infinito y te quisiera ganar 580 veces.
El silenció volvió a reinar.
En un callejón a lado del edificio Union Allied Construccion 7:00 am.
-Ponte el traje azul.
-No, ese rojo me queda mejor. –decía viendo todo lo que había en la camioneta. -¿Dónde conseguiste todo esto?
Scott no quiso sacar el tema diciendo que trabajaba para una agencia de espías. -En el trabajo. -ya después prosiguió con la charla. -El punto es pasar desapercibidos, ¿a quienes le robabas? ¿A puros idiotas?
-El estilo nunca está de más.
-Está bien, ponte el traje negro y la corbata roja, ¿feliz?
Star Lord sonrió. -Claro que sí.
Ambos ya estaban poniéndose sus respectivos trajes, Star el ya mencionado y Lang se había quedado con el azul y corbata gris. Los dos se comenzaron a desvestir, Scott había quedado en camisa de fondo y unos bóxers pegados, mientras que el Lord se quedó solo en calzones. En aquel instante Scott pudo apreciar mejor el cuerpo del otro, era atlético. Se arrepintió de haberlo juzgado, era guapo, esos pectorales no los tenía cualquier hombre.
“Espera un momento, ¿estás pensando que es atractivo?” Scott se reprendió internamente.
El espacio dentro de la Van era reducido, por lo que al ponerse los pantalones al mismo tiempo Star se tambaleó y cayó encima del otro, durando en silencio una eternidad. El rojo en las mejillas de ambos no tardó en aparecer, y además de eso, los dos tenían las manos a la altura de las caderas del contrario, y por ende, había un contacto “accidental” entre sus miembros. A Star Lord no le importaba, de la mejor forma no pudo haber sucedido, en cambio Lang no sabía qué hacer con esos sentimientos que estaban aflorando.
-¿Te han dicho que tienes unos hermosos ojos marrón? -aquello rompió el trance de la hormiga.
-Quítate de encima.
El lord de la estrella suspiró y rodó los ojos. -Bueno, como digas. -se sujetó del suelo de la Van y a propósito arqueó su espalda para que ambos miembros se juntaran con mayor fuerza.
¿Han escuchado la frase “están color de hormiga”? Pues esta frase encajaba a la perfección con el momento.
-Te dije que te quitaras.
El troll hizo un puchero de disgusto y se levantó. -Que aguado, ¿he?
En el edificio Union Allied Construccion 7:15 am.
-La computadora que tiene la piedra está en el piso 420.
-Ten -le ofreció una tarjeta blanca. -Con esto podemos pasar.
-Gracias Ant.
Pasando el elevador, algunas cuantas contraseñas más y dos batallas llegaron a la computadora indicada, al parecer era la computadora de uno de los accionistas mayoritarios. Scott introdujo la última contraseña, ya alegres de toparse con dicha reliquia se encontraron con otra cosa más extraña.
.
Edificio SHIELD a las 11:59 am.
-Aggg, ya me quiero ir, ese tipo no va a cantar nada. -ese era un Barton desesperado.
-Tengamos paciencia.
-No quiero, se supone que en este preciso momento tendría que hacerle un desayuno de bienvenida a Brucie por mi regreso, de forma esperada, para después tener un encuentro de compensación, ahora no sé si será una cena.
-No quería saber esos detalles. -rodó los ojos al lado contrario al de Ojo de Halcón.
En eso, el espía recibió un mensaje del hacker. -Ahorita regreso, al parecer Scott quiere decirme algo.
-No tardes, luego Fury se pone muy testarudo.
.
-¿Qué ocurre?
Scott se tapaba los ojos con una mano y con la otra le entregaba una carpeta al espía. -No me preguntes por favor cómo conseguí esto, es más, no te lo voy a decir. Di que fue una fuente anónima, pero por favor no preguntes.
Clint hojeó lo que había dentro de la carpeta y sus ojos saltaron de repente. -¿Esto es? ¿Pero cómo? Dame una pista cuando menos. -Scott sabía que el espía podía ser algo terco. Mirando hacía la computadora se veía el logo de Ant-Man con letras azules y gigantes.
-Digamos que al fin le gané una a Star Lord.
Clint quedo estupefacto, abrió la boca pero no articulaba nada, al final solo se limitó a decir-Bueno, te debo una muy grande. ¿Algún favor que quieras?
-Como te había dicho antes, no le digas a nadie cómo lo conseguiste.
Con ello Barton quedó satisfecho. Al poco salió del cuarto, probablemente mostrándole los archivos a Natasha para después pasárselos a Hill y Fury. No sería un desayuno, si no, una comida sorpresa con el amor de su vida. Por su parte, Scott tenía una plática amena con otro hacker que conocemos muy bien.
Para Ant-Mylady-Man:
No me parece justo que te hayas quedado con la piedra del infinito.
De: StarTupapasoteLord.
Para StarNilosueñesLord:
No quedaba de otra, tú la usarías para puras estupideces. Además, en la computadora donde la dejé está muy segura.
De: Ant-Man.
Para AntYosequequieresMan:
¿Dónde la dejaste?
De: SuperStarLordMoon.
Para StarTedijequenoLord:
Es un secreto.
De: Ant-Man.
Para Ant-Myheart-Man:
¿Nos volveremos a ver?
De: StarEsenserioLord.
Para StarNoincistasLord:
Uhmmmmmm… Claro que sí.
De: Ant-Man.
Flashback.
Después de salir del edificio y dejar a Star Lord en un estacionamiento que él pidió se comenzaron a dar las despedidas.
-Creo que esto es un adiós. -decía Scott mientras estacionaba el carro.
-Nah, no creo, volveré a meter la pata y sé que estarás ahí para mí. -empezó a abrir la prueba.
-¿Y cómo lo sabes?
-Por esto. -regresó y con su mano direccionó los labios de Scott a los suyos, dando un beso intenso. Luego, separándose poco de estos habló. -Estás rojo. Me gustas, yo te gusto, así de simple, de haber sabido que así te podría conocer me hubiera dejado robar la piedra del infinito hace mucho.
Scott no reaccionaba, fue tan rápido que no lo vio venir, su sistema se había reseteado. -Idiota, estúpido. -su aliento de Scott chocaba con los labios del contrario.
-Peter Quill, mucho gusto Idiota Estúpido. -dio una sonrisa felina a un sosteniendo la mandíbula del contrario.
-El idiota estúpido eres tú, yo soy Scott Lang. -con ello bajó la mano que estaba en su mejilla, sacudiéndola después. -Es un… placer.
-¿Entonces esto es la confirmación para una cita? -Scott reaccionó lanzando a Quill de la Van, arrancando luego a todo lo que da.
Fin del Flashback.
Para StarLord:
Nos vemos en el lugar donde nos conocimos, en dos días a una hora aceptable, ¿te parece a las 5:00 pm?
De: Ant-Man.
Para Ant-Man:
Ok…
De: StarIsohappyLord.
.
En los pensamientos de un hombre con una botarga de Hamburguesas Rey dando vueltas en un solo lugar: “¿Dónde está? ¿Y si me dejó plantado? Tu eres el confiado, vamos déjate llevar”… En eso llegó un sensual vaso con letras amarillas que decían “Baskin Robbins mango” y con ellas se acercó al tipo de Hamburguesas Rey y le hizo un ademán para que lo siguiera, a lo que Quill pensó “¿en serio?”, y fueron al baño. A ese baño.
-¿A dónde quieres ir? -pregunto Peter.
-A donde sea mientras sea contigo.
-A Coney Island, soy cliente frecuente.
-Con una condición.
-¿Cuál?
-Llevaré a mi hija a la próxima cita.
-¿Es en serió? No seas idiota, llevémosla ya.
Con eso Scott supo que 580 veces derrotado daban una gran victoria.