Jungkook.
“¡A-ah! ¡Mhm- Más!”
Suspiro. Siempre es lo mismo en esta casa.
Me llamo Jeon Jungkook, tengo 21 años y comparto departamento con mí mejor amigo Taehyung, quien es dos años más grande.
Nos conocemos desde la secundaria, y como estudiamos en la misma universidad, decidimos que era mejor pagar un lugar entre los dos.
El único problema es su novio: Hoseok.
No me molesta que Tae tenga parejas, pero... ¿Es necesario traerlas siempre a casa? ¿Acaso sus novios no tienen hogar o qué? Aish, es que ya no aguanto tener que escuchar como le hacen de todo a mí mejor amigo, mientras que yo simplemente estoy aquí; tirado en el sofá con la televisión encendida y comiendo cereales, como si fuese cosa de todos los días.
Y, bueno, podría decir que es cosa de casi todos los dias.
Con este... Uh... Con el señor Jung, vamos a decirle, ya lleva más de un año saliendo y en cierta forma me hace sentir celoso. No sólo por la cantidad de horas en las que aleja a Tae de mí (en citas, o ya sea follando todo el dia); sino porque usualmente sus parejas solían ponerse celosas de mí: su mejor amigo en todo el mundo.
Taehyung y yo solíamos hacer de todo juntos, y eso a sus novios no les gustaba, así que a las pocas semanas le terminaban cortando.
¡Pero con Jung no funciona! ¡¡No funciona!!
Y me mata. Estoy muy molesto.
Taehyung es mí mejor amigo. SÓLO MÍO. Yo no quiero compartirlo con nadie; y sólo el hecho de que se lo estén follando en la habitación de al lado me hace hervir la sangre, siendo honesto.
No puedo negar que al ser mí mejor amigo en todo el mundo, Taehyung siempre fue algo así como mí crush desde que lo conozco. No sé si les ha pasado, pero a veces tu mejor amigo resultar ser algo así como tu tipo ideal, pero en una relación de hermandad; una persona diferente a ti, contraria y ajena, pero con la que te entiendes, te entiende, y por la que sufres mucho más en una simple pelea que cuando cortas con tu pareja del momento sin importar que tan enamorado estés.
Sep, todo eso significa Tae para mí.
Pero ahora el estúpido de Jung me lo roba. Para lo único que lo tengo en nuestra casa es sólo para escuchar todas las cosas que le hace y dice a mí mejor amigo en su cama.
(Y que a veces me ponen de una manera increible, para qué negarlo; ese hombre sabe lo que hace.)
Y sí, tal vez estoy celoso. Pero teniendo en cuenta aquello de que Taehyung siempre fue mí amor platónico, o algo así, es bastante obvio que también le tengo un poco -muchas- ganas. Y es que sólo mírenlo; es hermoso, es perfecto...
Y es de Jung Hoseok. Hasta seguro debe tener tatuado su nombre en el trasero de lo gobernado que está, mí pobre TaeTae...
Aunque volviendo a lo anterior, desde siempre Taehyung me pareció muy guapo pero... El día en que comencé a verlo con otros ojos -comencé a verlo con las hormonas y no con la cabeza de arriba fría- fue aquella vez que entré accidentalmente a su cuarto.
O sea, sí, me lo encontré dándole a todo o nada con Hoseok. Probablemente la primera vez que lo hacían. No sé si considerarme un alma inocente por pensar que en cuanto gritó “¡P-para!” no lo tomé como algo sexual a la primera, y corrí asustado pensando en que podrían estar discutiendo de forma agresiva o algo.
Me llevé una sorpresa al entrar de golpe al cuarto y encontrarme a mí mejor amigo con las rodillas casi al borde de la cama, el culo alzado, la cabeza contra el colchón y a su novio parado detrás metiéndosela hasta el fondo. Una pose muy caliente, si me preguntan -porque no, no soy tan virgen como pensarán-.
Y la cereza del postre fue que, exactamente en ese preciso momento, Tae se corrió, gimiendo de una forma que me puso totalmente rojo, porque yo nunca habia pensado cosas asi de mí amigo... (que es una perra en la cama, por si no se entiende); y, a veces quiero creer que fue mi imaginación que, al momento de tener un glorioso orgasmo, Taehyung miró directamente a mis ojos, dejándome totalmente duro en unos segundos.
A partir de allí todo pasó muy rápido. Taehyung cayó en cuenta que yo había entrado y se enderezó, tirándome sus almohadas y todo lo que tuviera cerca -como los bóxers de Hoseok a la cara, por ejemplo-, mientras su novio se tiraba a su lado en la cama y los cubría a ambos con las sábanas, igual de avergonzado que Kim.
Y esta es la historia de por qué le tengo ganas a mí BFF.
Sí, tiene un culo hermoso. Sí, sus piernas son hermosas. Sí, me encantaría poder llenar de marcas su delgado torso, besarlo de arriba a abajo, hacerlo gritar y deleitarme con su hermosa voz...
Pero no puedo. Y todo culpa de Jung Hoseok. Aish.
Aunque bueno... Él tampoco está nada mal, pero sé lo posesivo qué es y que no me dejaría tocar a Taehyung ni con un palo si supiera mis dobles intenciones.
Supongo que tengo que conformarme con los pequeños roses que le hago “a chiste” a Tae cuando estamos solos, y que después debo arreglar sus consecuencias en el baño y solo.