Luego de la feliz reunión, la escena del helicóptero volvió a repetirse aunque esta vez el drama y la sorpresa ya no estaban presentes. Los que no son un Kaiba entendieron que ser Seto Kaiba significa hacer cosas extrañas.
Incluso pedir dos putos helicópteros que van al mismo puto lugar solo porque no quiere que su carta llore.
Muy lógico.
Xxx0xxx0xxx
Bajar la marea de prensa es imposible a tan solo dos días, pero al menos Yami, Yugi y Kuro lograron irse con ayuda de ciertas mañas. Aun todo el foco de atención está en la recientemente descubierta familia Kaiba, por lo que Yugi se relaja en casa, simplemente deseando suerte a su amigo.
Mientras tanto…
-¡No puedo creer que hayas vuelto!
-Ha sido un tiempo.- Responde Yami con una sonrisa cordial.
Y es que Yugi entiende a su abuelo, que un faraón de 5000 años te visite no es una vista muy común, incluso para ellos.
Al señor Muto se le acumulan las lágrimas en los ojos y abraza a Yami, que se ve ligeramente incomodo por la muestra de afecto.- ¡Te extrañé!
-E-Eh, igual yo.
Y de la nada el anciano se aleja tomando su bolso y metiendo varios cosas.
Yugi piensa que cada día su abuelo se va volviendo más loco, una gota baja por su nuca.- ¿Abuelo?
El hombre mayor voltea a ver a ambos adultos y pone una mano para ocultar su sonrisa traviesa.- Es que no se han visto en tanto tiempo, y estoy seguro que tienen muuuuchas cosas que discutir.- Todo bien, pero lo que hace que ambos se sonrojen es el tono propositivo y la alzada de cejas al decir “discutir”
-¡Abuelo!
-Ya, ya. Sé cuándo estorbo.- Simplemente abre la puerta del apartamento y está a punto de irse pero se voltea.- Me puedo llevar a Kuro conmigo.- Pero decide mejor irse cuando Yugi le tira un cojín en la cabeza.
Y ahora… Silencio incómodo.
Gracias, abuelo. No duda en pensar Yugi, cuando Yami se rasca la nuca y se sienta en el sillón, enfrente del sofá donde el primero está sentado.
Se miran un tiempo, ambos claramente incomodos y nerviosos porque, hay que enfrentarlo, ¿Qué rayos hace cuando empieza a salir con él?
¿Cómo demonios Joey y Kaiba cambiaron la relación tan rápido?
Es que un día se están lanzando insultos y al día siguiente Joey abraza por el cuello a Kaiba en frente de todo el instituto mientras éste besa sus mejillas.
No es justo. Yugi es un japonés promedio que siente vergüenza promedio. ¿Cómo hace una persona promedio?
Y Yami se nota que tiene un problema similar porque simplemente mira para todos lados con las manos en su regazo.
Ambos se miran un segundo, solo para apartar la mirada al siguiente.
Y mandado por los mismos dioses, literalmente, Kuro entra feliz con una caja de un juego de mesa. Sin importarle ninguna tensión incomoda, o posiblemente ni sepa qué rayos es eso, se sienta en medio de la sala, y con una sonrisa los observa a ambos.
-¡Juguemos!
Yami se ríe ligeramente.- ¿Sabes cómo jugarlo, Kuro?
El pelimorado niega con la cabeza.- No, pero tío Joey dijo que papá es el Rey de los juegos.- Kuro mira ahora directamente a Yugi con ojos esperanzados.- Papá, puede enseñarme.
Yugi lo mira para luego ver el juego y sonreír ligeramente.- Bueno, Yami es muy bueno en eso.
Kuro aplaude aún más emocionado.- ¡Entonces, ambos pueden enseñarme! ¡Vamos, aquí en el piso! – Palmea el sitio a su izquierda y su derecha.
Y así como si nada, la tensión se rompe, porque mientras le enseñan a jugar, Kuro no permite silencios, porque quiere saber todo lo que pasa.
Y solo una hora después, mientras Kuro come un pequeño postre, sus padres se ríen con todo lo que Yugi le cuenta al Faraón sobre lo que se perdió todos estos años.
Xxx0xxx0xxx
Cuatro días desde que el mundo se enteró sobre los niños, y aún sigue siendo una locura. Ambos adultos han recibido llamadas sin cesar. Entre sus hermanos, que solo entre ambos hacen casi 10 horas de charlas, video-llamadas y muchas, muchas explicaciones.
Toda la atención en él no es algo que le moleste, vive todos los días estando en el ojo público. De eso se trata también ser de los mejores del mundo, poder con la presión de la prensa, y más aún tener la corporación más rentable del planeta.
Joey simplemente ama la cámara, y le gusta ser el centro de atención. Así es él.
Pero sus pequeños dragones no, de hecho Jolyne odia los flashes y Ryu es demasiado tímido y asustadizo para estar separado de ellos dos a más de 30 cm.
Realmente no es el tipo de vida ideal para un niño. Pero con solo unos días, ya los dos niños estaban empezando a ajustarse a la vida de ambos. Y Kaiba moriría antes que permitir que alguien los fastidie.
Ahora, hay otro punto. El trabajo.
Dirigir la mayor empresa del mundo tiene su lado malo, y es que el jefe suele trabajar más que cualquier otro empleado, ha tenido discusiones con Mokuba del asunto y solo Joey ha conseguido alejarlo del trabajo por cualquier excusa tonta, una habilidad que quién sabe cuándo adquirió. Pero el punto es que nunca pensó en añadir a la mezcla criar niños con su ocupada vida entre CEO, fundador de la academia de duelos y el segundo mejor duelista.
Joey no tiene un trabajo fijo, no porque no quiera, sino por mucha persuasión de Seto. Al final logró convencerlo de dejar de trabajar en bares para centrarse en sus entrenamientos de duelista y enfocarse en esa profesión, que le ha salido muy rentable.
Al ser uno de los mejores jugadores del mundo y ser la barrera de Yugi y Kaiba, Joey es quien suele tener más combates y por cada uno gana su propio dinero. Aparte que él es la cara representativa, yendo a conferencias, enseñando, haciendo demostraciones. Porque es simplemente el más sociable.
La academia suele llamarlo cada ciertos meses para mostrar a los estudiantes cómo se pelea de verdad.
Y allí está el problema de la pareja.
-Sabes que es mi Academia, ¿No? Sólo debo hacer una llamada para cancelar y ya. Dice Kaiba con los brazos cruzados.
Joey voltea sus ojos.- No digas tonterías, señor Supremo. Ya me lo habían pedido, pero no tenía fecha. Debo cumplir.- Le pone la camiseta a Ryu que luego abraza al rubio del cuello.- Aparte del duelo con el tipo ese, es mi única fuente de dinero este mes. ¿De dónde más lo voy a sacar si no voy?
Kaiba sólo se cruza de brazos y le alza una ceja. Y Jolyne a su lado incluso suelta un.- ¿En serio, papi?
A Joey se le resbala una gota por la nuca.- Ok, pregunta tonta. Pero te he dicho que nada de poner más dinero a mi cuenta, no te lo he pedido.- Kaiba se encoge de hombros como si no supiera que hablara.- ¡Es en serio!! ¡El otro día había 10.000 yenes! ¿Qué rayos?
Kaiba levanta a Jolyne y la pone en la cama para que se apure hacia Joey.- ¡Papi! – A lo que el rubio instintivamente acomoda a Ryu en una pierna para sentar a Jolyne en la otra.
Kaiba se permite sonreír un segundo para después volver al tema en cuestión.- Mira, cachorro. Alguien debe verlos y debe ser uno de los dos porque no permiten a nadie más.
-Y tú entiende que esto es trabajo al igual que lo que tú haces. ¿O te imaginas si te dijera que no vayas a trabajar para que los cuides?
-No es lo mismo.- Gruñe Kaiba.
-¿Qué es diferente?
Ambos se miran, no queriendo dar el brazo a torcer, pero de repente se detienen cuando escuchan un sollozo. Los dos miran a Ryu sorber y empezar a llorar en el hombro de Joey.
Joey deja a Jolyne en la cama y abraza a su dragón.- Ryu, ¿Qué pasa?
Ryu levanta la cabeza para verlos a ambos.- N-No peleen.- Se muerde su labio inferior.
Joey lo mira y limpia las lagrimas con su pulgar.- No, no, mi bebé. No llores.- Jolyne empieza a sollozar también y Joey pasa una mano por su cabello.- ¿Qué pasa?
-J-Jolyne no quiere pelear con Ryu.
Eso los desconcierta y Kaiba se sienta al lado de su novio. Ambos se miran sin saber a qué se refería.- ¿Qué significa eso, Jolyne? – Pregunta Kaiba al final.
Jolyne sorbe y gatea hasta acomodarse en el regazo del castaño.- Cuando papá y papi pelean, significa que Jolyne debe pelear con Ryu.- Hace un puchero con más lágrimas.- Jolyne no quiere.
Y allí nuevamente lo notan. Lo que ellos pasaron por los duelos, sus cartas convertidos en niños lo toman de forma literal. Jolyne aun teme de Yami por eso mismo.
Joey se muerde el labio al escucharlos llorar para luego suspirar y avanzar un poco para quitar a Jolyne del regazo de su novio y acomodarse él mismo de costado con los niños sentados en sus piernas.-Todos está bien, niños.- Los pone de frente para que ambos los vean.- Papi ama a papá.- Y enseguida mira hacia su novio para besar su cachete y luego ver a los niños con una sonrisa.- ¿Ven?
En respuesta Kaiba sostiene la cintura de Joey y pasa su otro brazo para rodear a los niños. No tarda en también besar la mejilla de Joey
Y en respuesta a eso Jolyne aplaude feliz y Ryu sonríe enterrando su cara en el pecho de Joey.
Kaiba resopla sobre-dramáticamente.- Ahora ni siquiera podemos pelear en paz.
Joey se ríe y lo vuelve a besar en la mejilla, haciendo que Jolyne suelte un chillido de alegría.
-Bueno, amor. Volvamos a tema, pero con calma.
-Sí, porque papi ama a papá, ¿no?
Y si no tuviera dos cartas convertidas en niños en su regazo, lo habría golpeado. Pero solo puede sonrojarse.- ¡C-Cállate!
Kaiba le sonríe con suficiencia pero luego se pone serio.- No puedo estar pendiente de dos niños en la oficina cuando recién ingreso y todos quieren aun saber de ellos.
Joey asiente.- Y yo no puedo cuidar de dos niños pequeños en medio de una conferencia y una exhibición.
-Bueno, solo queda una solución a éste problema.
-Si…
Xxx0xxx0xxx
Después de cuatro días de susurros y chismes por todos los empleados y la prensa que se planta afuera, todos en KaibaCorp esperan con impaciencia al CEO. No es que él comente de su vida ni menos cualquiera de sus empleados incluso piensen en molestarlo, pero la curiosidad puede mil veces más.
Usualmente las personas de los pisos inferiores ni siquiera ven a su jefe seguido, lo cual es un alivio para el corazón de muchos, porque él toma el acceso presidencial desde el sótano o la entrada por el helipuerto.
Así que quienes lo ven son las grandes cabezas que están en el último piso que casi dejan caer sus cosas al no verlo solo con Roland y su asistente hablando a mil por hora, sino con una niña pequeña que lleva de la mano y que no para de señalar cosas.
-¡Papá, mira eso de ahí!
-Si.
-Señor, se han producido bajas en los establecimientos de los sectores K, Y …
-¡Papá! – Interrumpe la niña sin problema señalando una imagen del dragón blanco de ojos azules.- ¿¡Esa es Jolyne!? – Pregunta emocionado.
Kaiba sonríe y le asiente.- Así es, Jolyne.
El asistente mira y luego carraspea la garganta.- Eh, Señor, si me permite retomar. Son los sectores K, Y…
-¡Papá! ¡Ese es Ryu! – Dice ahora señalando una imagen un poco más pequeña del dragón negro de ojos rojos en la pared que conduce a Artes gráficas.
Kaiba se ríe.- Joey no paraba de decirme que quería ponerlo.
-L-Los sectores K, Y…
-¿Y no hay una foto de papi y papá?
-Hay una en la oficina
-¿Dónde es…?
-Señor, si me permite…
Kaiba por primera vez levanta la cabeza de ver a la niña para lanzar una mirada de muerte a su asistente, cagandolo de miedo a él y a todos los demás, salvo Roland y Jolyne.
-No te atrevas a interrumpirla. ¿Entendido?
-S-Si, señor.
Kaiba gira la cabeza para ver a todos los curiosos que han salido de sus oficinas a ver el espectáculo.- Espero que nadie haya olvidado la advertencia que di respecto a Joey. Porque para esta niña y el otro niño, que ya debieron ver en las noticias, aplica lo mismo.
Un escalofrío pasa por el cuerpo de todos, cuando hace unos años el novio del jefe vino solo por primera vez y aun siendo un estudiante, casi fue sacado a la fuerza por los guardias en el primer piso. Seto Kaiba estaba tan molesto que prácticamente se aplicó un código rojo donde cualquiera que se atreviera a siquiera mirar mal al rubio recibirías consecuencias estimables a quedar pobres por 15 generaciones.
Kaiba asiente, viendo que el miedo ya está en la mente de todos.
Jolyne, ajena a la tensión, jala de la mano que la tiene agarrada y de inmediato la atención de su papá está en él.- Papá, Jolyne quiere jugar con los peluches que dio el tío Yugi.
-En cuanto lleguemos a la oficina, Roland te los dará.
-¡Ok!
Y así siguieron caminando, seguidos de Roland y el asistente, esta vez callado.
Todos los demás decidieron seguir con lo suyo, aun oyendo el parloteo de la pequeña. Lo mejor es avisar desde ahora a los de abajo que ni se les ocurra hacer un mal movimiento con esa niña presente.
¿Quién sabe qué pasaría?
Xxx0xxx0xxx
Joey ve a unos chicos corriendo y riendo con una chaqueta roja, y no puede evitar reír. La Academia es relativamente reciente pero tener un lugar en ella es casi imposible para algunos.
-Idiota, esa carta es para mandar tus propios monstruos al cementerio.
-¡¿Qué?! ¡¿Y los tuyos?!
Joey ríe, siendo el mismo un diamante en bruto entiende lo que es empezar desde lo bajo con otros locos talentosos a su alrededor.
-Definitivamente si esto hubiese existido antes me habrían dado una chaqueta roja.- Murmura para sí mismo.
Ryu, que está agarrándose a su cuello, lo mira curioso.- ¿Poque es tu colow favolito?
Joey ríe y lo abraza más fuerte sin dejar de caminar.- ¡Sí! ¡Por eso mismo!
Ryu sonríe halagado y pone una mejilla en el hombro del rubio.
El director continúa mostrándole el camino con una sonrisa cortes por estar no solo con el tercer mejor duelista del mundo, sino con la pareja del dueño de toda la Academia.
-Como hace sólo un par de meses empezó el año escolar, los nuevos estudiantes están ansiosos de ver su exhibición.- Suspira.- Y cuando se anunció lo de la adopción más estudiantes exigieron poder estar en la conferencia, sobre todo las chicas.- Otro suspiro, más que todo de cansancio.- No han parado de hablar de eso, y si ven al niño, agh.- Otro suspiro.
Y en serio Joey piensa que se va a desinflar en algún momento a este ritmo.
-Sí, sobre eso… Fue una decisión de última hora, quería dejarlo con Seto. Pero imagínese, dos niños de tres años en una corporación.
El director abre los ojos horrorizado.- ¡Claro que nunca dije que había problema alguno! – Se corrige de inmediato y luego muestra una sonrisa cansada.- Además, él parece ser buen chico.
Ryu esconde su cara en el hombro.
Joey pasa una mano sobre su espalda en gestos calmantes circulares.- Es tímido y unido a mí.
-Eso veo. Por favor, sígame. Le hemos preparado una bienvenida.
-Nah, no debieron molestarse.- Aunque por dentro pensaba “Ojalá que tengan pizza”
-Es un invitado importante y por supuesto debe ingresar al salón principal de Obelisko Azul para que disfrute de un buffet especial junto a los estudiantes de Obelisko.- Dice el Director sonriendo.
La sonrisa de Joey flaquea, porque esos no son su tipo de estudiante favorito. Creídos, crecidos, altaneros y patanes. Sólo tolera a un chico de esos, muchas gracias.- ¿Y los otros estudiantes?
-Asistirán a la exhibición y conferencia sin problema, pero ser Obelisko Azul da privilegios extras.
Si, definitivamente algo que inventaría su novio
-Y no se preocupe por la noche que pasará aquí, su habitación en Obelisko azul ya está arreglada y lista para usar si quiere descansar hasta la bienvenida.
Y ahora convivir son muchos Setos… Genial. Se debe zafar rápido de esto.
-Sabe, estaba hablando con Seto y le dije que sería genial poder experimentar todos los dormitorios.
-¿Perdón?
Joey asiente con rapidez.- ¡Sí! Él siempre está ocupado y quiero probar en primera mano lo que hay en esta Academia.
El Director se pone nervioso porque nadie le habló de esto.- No, no. Usted es un Obelisko azul según nuestros estándares, porque es de los mejores del mundo. Merece estar ahí.
Joey rueda los ojos, porque es TODO menos eso que dice.- Realmente creo que sería bueno ver todo lo que esta Academia puede ofrecer, y eso es definitivamente ver otros dormitorios.
El director saca un pañuelo y se lo pasa nerviosamente por su cara, porque esta conversación lo está haciendo perder al menos 10 años.- B-Bueno, si nos espera creo que podemos hacer algo para que se Hospede en Ra Amarillo.
“Listo, carnada lanzada” – En realidad, estaba pensando en Slifer Rojo
-¡EEEEHHHH!
El poco característico grito de pánico del director hace que todos en el patio por fin noten la presencia del tercer mejor duelista del mundo y su nuevo hijo adoptivo.
Hubo gritos y todos empezaron a correr hacia Joey. James fue rápido, que estaba a unos pasos atrás, y se puso delante de ellos. Ryu empezó a sollozar mientras sigue pegado a Joey, porque no le gusta el ruido.
-Sólo lléveme a Slifer Rojo y terminemos con esto.
-N-No puedo permitir eso, no pertenece allí.
El rubio se acerca para ver al director de frente.- Esa es la carta de mi mejor amigo. Estoy seguro que Yugi preferiría quedarse allí que en cualquier otro lugar y yo quiero verlo.
En serio agradece tantos años con ese mandón de su novio para que se le pegaran algunas mañas.
Y una hora después ya está sentado con Ryu en su regazo en una habitación muy parecida a la que tenía cuando iba a la preparatoria. Sonríe.- Ahora, ¡Esto si me dice escuela!
No es odie los lujos, pero la última vez que vino hace meses lo hicieron quedarse en una habitación que parecía hotel de 5 estrellas y todo era absurdamente elegante. Se nota el toque de Seto y de que quiere separar todo por estatus.
En cambio…
Hay un toque en la puerta.- Señor Joey, algunos estudiantes quieren verlo.
-¡Claro!
Y así varios chicos con chaquetas rojas lo miran emocionados y le hacen preguntas que le recuerdan a él mismo. Y oh, esto es muy familiar.
Ryu no soporta que se separen así que se pone a horcajadas en sus piernas y juega con el botón de su camisa.
-Señor Wheeler…
-¡Sólo Joey está bien!
-Bueno, J-Joey.- Dice el estudiante aun no muy seguro por la familiaridad pero luego sacude la cabeza y lo mira con una sonrisa.- ¿Nos puede mostrar la carta de su dragón? – Pregunta emocionado, emocionando a los demás.
Agh, pregunta trampa que hace que Ryu lo mire. Porque su dragón está en sus piernas y dicho dragón lo sabe. No puede decir eso a los estudiantes. Decir que no la trajo, Ryu formaría un drama gigante.
Sonríe con un tic que espera que nadie lo note.- Es mi arma secreta, lo usaré cuando sea necesario.
Y todos parecieron comprar la mentira. Diciendo que sonó muy cool.
Xxx0xxx0xxx
La bienvenida es, tal como espera, muy pomposa y elegante con sus copas de vino y demás tonterías. Y Joey se siente como en esas cenas de alta clase que no le gusta ser arrastrado por Seto.
Aunque la comida es muy buena y a Ryu también parece gustarlo. Aunque hay otra cosa…
-¡Es tan lindo!
-¿Puedo cargarlo?
-¿Cuántos años tienes?
Rodeado de Setos y Teas… Lo que puede hacer un bebé.
No ve a lo lejos, a un chico gruñir a la vista.
Xxx0xxx0xxx
Acostado con Jolyne a su lado, Seto pone el celular lo suficientemente cerca para ver la pantalla y lo suficientemente lejos para que Jolyne no la toque. Porque la videollamada ya se canceló dos veces por sus curiosos dedos.
Kaiba hace una mueca al ver el fondo de donde están su novio y su dragón.- ¿Qué haces en Slifer Rojo?
-Aunque dices que fue por Yugi, este dormitorio se parece mucho a mi vieja casa, es nostálgico y muy de preparatoria.
Kaiba entrecierra los ojos.- ¿Te obligaron a ponerte ahí? – Porque si es así, algunas cabezas rodarían por la falta de respeto.
Joey se ríe.- ¡No, no! Casi tuve que forzar al director que quería que estuviera en el dormitorio de los chicos ricos. En serio, con un solo ricachón me basta.
Kaiba asiente, porque si fue lo que su amante quería entonces no había nada que hacer.
-¡Papi! ¡Papi! – Jolyne llama emocionada haciendo a Joey sonreír.
-¿Qué pasa, princesita?
-¡Hay muchas Jolyne a donde fui!
Joey no puede evitarlo y se ríe sin parar.- Si, tu papá está obsesionado con poner fotos tuyas en todas partes.
-No me hagas sonar como un padre con complejos.
-Papá.
La atención de Seto inmediatamente va al pequeño Ryu sentado en el regazo de Joey.- ¿Si?
Ryu extiende su mano, como si quisiera tocar.- Quielo chaqueta.
-¿Oh?
-Todos tenen una.
-Oh~ Ryu quiere tener una chaqueta de color también.- Joey pone su mejilla junto a la de Ryu y la acaricia.
Jolyne ve la escena y se levanta para alcanzar la de Kaiba pero incluso con este sentado no puede y hace un puchero.
-Está bien.- Dice Seto retomando la conversación.- Pediré una bonita chaqueta azul para ti.
Ryu sacude la cabeza.- Quielo una woja.
Kaiba siente un tic.- La azul es mejor.
Ryu vuelve a sacudir la cabeza.- ¡Woja!
Joey se ríe.- No lo rechaces, es la primera cosa que nos pide aparte de abrazos
Kaiba suspira.- Está bien.
-¡Gracias, amor! Ya nos tenemos que ir. ¡Los amo a los dos!
Jolyne sonríe.- ¡Tambien los amo!
Ryu sonríe.- Yo tamben
Kaiba suspira, sintiendo tres pares de ojos.- Igual yo, adiós.
Xxx0xxx0xxx
La conferencia es interesante, sobre todo al ver a más personas de lo usual, pegadas a los asientos de otros, incluso en el suelo.
Pero con el transcurso de las preguntas si notaba donde estaba la mayor curiosidad.
-¿Cuándo adoptaron a los niños?
-¿Fue porque se parecen a sus cartas claves?
Joey sentía un tic con esto así que mandó a varios al diablo. Al menos Ryu está tranquilo teniendo su siesta en un cochecito a su lado, porque no lo dejará fuera de vista con tantos buitres acechando.
De las preguntas solo 30% se refería a duelos exclusivamente 50% sobre Ryu y Jolyne, y aún hay un 20% curioso sobre su relación con Seto.
Es incomodo pero todo el parloteo acaba cuando alguien golpea el escritorio con su pie y todos en silencio miran al causante.- Es patético que tu fama venga de unos niños y de con quién te acuestas.- Muchos a su alrededor le dicen ¡Hey! Porque así no se le habla a uno de los mejores duelistas, pero continua sin que le importe.- He visto tus duelos, sólo suerte tienes y ya.
Chaqueta azul, prepotente, aires de grandeza. “Si, una versión de Seto pequeño”
Usualmente se pondría en modo Yankee y gritaría sin parar, pero ahora aprovecha la interrupción al máximo.- ¡Perfecto! ¡Entonces te elijo a ti para hacer la exhibición! ¡Vamos ya mismo!
Y así simplemente sale empujando el cochecito lanzando su puño arriba porque por fin pudo salir de esas preguntas bochornosas. ¿Y de paso vencer a un ricachon? Mejor aun
Xxx0xxx0xxx
Jolyne ya declaró que el sofá de visitantes es el patio de juego de sus peluches. Nadie se puede sentar ahí.
Su papá trabajando se ve muy elegante y ella trata de imitarlo en la fiesta de té de sus invitados peluches. Pero cuando alguien entra y empieza a hablar con él, ella no lo duda y corre sentarse en su regazo para que todos vean que su papá es de papi, Jolyne y Ryu.
Porque Jolyne vio televisión con papi donde chicas con labiales rojos quieren enamorar a hombres y no dejará que hagan eso con su papá.
Así que pone la mejor cara de enojo que tiene para que no se acerquen.
Por ahora parece servir.
.
La secretaria de Seto Kaiba pone todos los papeles correspondientes en la mesa y se traga su sonrisa cuando ve el lindo puchero que tiene la niña. Ella ama los niños, por eso le ha dicho a su esposo que deberían tener uno rápido.