Yugi siente un poco de viento en su cara y abre sus ojos que no sabía que había cerrado para ver a Joey con un abanico y una cara de alivio.
-Bienvenido al mundo de los vivos.
Dos desmayos en menos de una semana.
Se supone que su taza de sorpresa debía estar bastante baja con todo lo que ha vivido pero parece no ser el caso.
Se levanta agarrando su cabeza que siente que le estallará.
Joey se ríe un poco y apenas ahora nota que Kuro está dormido en brazos de Joey.
Espera.
Joey siente el agarre apretado en su camisa y de pura suerte no suelta a Kuro de sus brazos.
-¡¿Qué pasó?! – Grita Yugi acercando a Joey a los ojos, asustándolo y casi dejando caer al pelimorado.
En respuesta Joey pone su mano en la cara de Yugi para alejarlo.- ¡Shh! Es de madrugada, Yugi.- Susurra el rubio, haciendo que Yugi tapara su boca avergonzado. Joey mira al niño dormido en sus brazos.- Este chico y yo hemos esperado que despiertes pero parece que no pudo resistir más.
Kuro, del cansancio que siente, apenas y mueve la cabeza del hombro del rubio.
Yugi lo mira a lo que extiende sus brazos y Joey asiente pasándole al pequeño mago para que descanse en el regazo de Yugi.- ¿Qué pasó? – Repite la pregunta con mucha más calma.
Joey rasca su nuca.- No mucho ha pasado desde que te desmayaste. Seto volvió hace unas horas y no ha parado de analizar esa tarjeta porque sé que le fastidia no entender lo que pasa.- Luego se cruza de brazos y mira hacia otro lado enfurruñado.- En cuanto se enteró que el Faraón dejó un mensaje se metió en esa oficina.
Yugi solo ríe nerviosamente porque le parece tonto el pequeño atisbo de celos que siente de Joey. - ¿Sabes que es solo por el Duelo de Monstruos, no? – Dice a lo que Joey solo frunce el ceño.
-Pero eso no significa que el idiota deba mostrar tanto interés. Por poco y me empuja para tomar esa mísera carta.- Se enfurruña aún más.
Y Yugi aun ríe nervioso sabiendo que no debe tomar las palabras tan literales de su exagerado mejor amigo.
-Oh. ¿Ha logrado averiguar algo de Yami? – Pregunta interesado.
Joey solo mueve la mano desinteresadamente.- Nada de nada. Mira.- El rubio voltea a ver a su amigo poniendo sus manos en su cadera.- Se lo importante que esto es para ti y él, yo también quiero verlo es mi amigo. ¡Pero son las tres de la mañana! ¡No se resolverá nada!
-P-Pues sí, pero…
-¡Pero nada! ¡Dicen que soy el idiota pero hasta yo veo que es la misma situación que con los niños! ¡Sólo hay que esperar!
Y… Eso tenía sentido incluso para el corazón impaciente de Yugi.- P-Puede ser.
-No hay que echarle cabeza. Ya nos dijo que volverá, esperemos que nos sorprenda y punto.- Dice avanzando hacia la puerta.- Aún estás algo pálido, aprovecha y duerme.
-¿Y tú a dónde vas?
-Voy a ir con Seto para darle un poco de sentido y suelte esa tarjeta.
-Oh.- Yugi se levanta sosteniendo a Kuro en sus brazos.- ¿Te gustaría que vaya contigo? Quizás podría hablar con él para ayudarte.- Y de inmediato Joey voltea a verlo con una ceja levantada.- ¿Qué?
Ante la pregunta Joey se queda quieto un momento para luego reír.- Pff, de verdad el Faraón debe venir rápido. ¡Eres el colmo de la inocencia! – Dice aun riendo mientras abre la puerta.
Pasan dos segundos y Yugi al fin entiende haciendo que se sonrojara rápidamente.- ¡J-Joey!
-Pff, hablar.- Se escuchan aun risas hasta que desaparece con el sonido de una puerta cerrada.
Yugi suspira y se acerca con Kuro dormido a la ventana. Como era de esperar todo está oscuro aunque sabe que alguien de la prensa debe estar por allí en alguna parte
Siente a Kuro abrazarse y voltea su cabeza para verlo. Se ve tan cómodo, tan tierno, tan inocente. ¿Este realmente es su mago oscuro?
Aun no tiene idea de cómo este chico llegó o por qué ha podido comunicarse con Yami, ni mucho menos cómo ambas cosas están relacionadas.
Pero algo es seguro.
Abraza a Kuro un poco para sentir su calor. Se siente tan real.
Hace menos de una semana sólo tenía a su abuelo y a Joey. Son los únicos que quedan en la ciudad porque todos se han estado yendo, empezando con Yami.
Pero hoy nace la posibilidad que de estar casi solo de repente tenga una familia con quien estar.
Sonríe mientras se voltea para acostarse en la cama.
El que esa familia esté conformada por una carta de un juego y un espíritu de hace cinco mil años no es algo que esté en su mente ahora. Aunque su subconsciente sabe que no es normal ni mucho menos duradero.
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-Entonces.- Comienza Yugi mirando la escena con nerviosismo.- ¿Qué hacemos? – Pregunta con una gotita cayendo por su nuca.
Kaiba siente que una vena late con fuerza mientras mira la pantalla del equipo de seguridad. Toda la mansión rodeada, incluso se ven helicópteros de noticias en el aire.
-Ni siquiera pude ir a la corporación.- Dice el castaño molesto.
Joey toma su celular poniéndolo delante de su novio.- ¡Mira esto! ¡Ya hasta empiezan a hablar mal de Ryu! – Grita molesto.
Mientras los dos dragones están sentados en una manta viendo la escena inconscientes del caos pero felices de tener sus dos papás juntos.
Kaiba baja el teléfono de la cara para ver a Joey.- Esto no es menos insoportable para mí. Incluso Pegasus me escribió dándome condolencias.
A lo que Yugi y Joey lo miraron raro por lo extraño de esa oración.
El rubio sacude su cabeza para concentrarse.- ¡Amor, tenemos que solucionar esto ya!
Seto se cruza de brazos.- ¿Pero cómo?
La pareja se mira para luego voltear a ver a los niños que sintieron la mirada porque de inmediato corrieron feliz donde ellos.
-¡Papi!
-¡Papá!
Jolyne salta cuando llega a los pies de Kaiba para ser recogida por éste, mientras Ryu estira sus brazos para ser levantado por Joey.
Los dos adultos suspiran.
-No puedo creer que ya nos estamos acostumbrando a esto.- Dice Joey que siente a Ryu abrazándose con fuerza a su cuello.
Kaiba le asiente mientras Jolyne aplaude feliz.
Incluso Yugi asiente a eso, pendiente de Kuro que duerme la siesta en un futon cercano.
Quedan en silencio los tres con el ruido de los niños y las llamadas por la radio para decir la situación.
Kaiba suspira exasperado ganando la atención de los otros dos mayores.
-Solo se me ocurre algo.- No le presta atención a Yugi pues la centra en su novio.- Mañana va a haber un torneo royal para competir por el puesto 100 en Kaibalandia, podríamos aparecer ambos con los dos niños.
-¡¿Qué?! – Joey y Yugi gritan en sorpresa por lo diferente del plan proveniente de Kaiba.
El castaño se alza de hombros a lo que Jolyne mira e imita el movimiento.- Es lo más rápido. Aun debemos andar con guardaespaldas para evitar problemas.- Le dirige una mirada penetrante al rubio que mira para otro lado.- Pero podremos salir de esto si no mostramos gran importancia al asunto.
Joey aún no se veía convencido de la idea -P-Pero ¿Qué decimos, eh? –
Kaiba lo mira desinteresado.- Que pensamos en adoptarlos y estamos en periodo de prueba. Punto.- Finaliza Kaiba mientras pasa una mano por la espalda de Jolyne, quien comienza a adormecerse.
Joey ve la escena y se regaña así mismo por distraerse de lo tierno que todo se ve.- No los complaceremos.
-¿Qué te he enseñado de la prensa, Joey? No hay que explicar todo, solo con una frase desinteresado y dejémoslos. Todo se calmará de a poco.
Joey hace una mueca.- Van a haber cosas de familia que nuestros nombres.- Luego suspira derrotado.- Pero supongo que no hay más opción. Nada puede ser peor que esto de ahora.
Yugi los mira a ambos y aun se extraña de lo raro que Kaiba haya propuesto nada enrevesado ni dando explicaciones extensas para quitar difamaciones. ¿Será que él también se ha estado ablandando?
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-Lo mejor es que tú lo cargues, para quitar los rumores.
-Bien.
Al día siguiente llegan a Kaibalandia después de esquivar con éxito pero con dificultad los diferentes reporteros alrededor de la mansión para ir en limosina. Al llegar la noticia ya se había difundido que la limosina llegaría así que Joey y Seto hacían lo arreglos.
-Yo me quedo aquí, ¿No? – Confirma Yugi sosteniendo la mano de Kuro porque al parecer quedó fascinado con la idea de un botón que hacia subir y bajar la ventana.
El rubio le asiente a su amigo.- Ve con Roland para que nadie te vea con Kuro.
Yugi le asiente en respuesta.
Ryu es tomado en brazos por Kaiba que de inmediato se aferra a la gabardina de su papá mientras sonríe feliz.- Papá estawa con nosotos todo ed dia.- Dice feliz a lo que Kaiba suaviza su expresión y acaricia su cabello.
-Asi es, pero ambos se deben portar bien. ¿Entendido? – Mira a Ryu para luego ver a Jolyne que asiente con la cabeza vigorosamente soltando uno de sus lazos azules de su cabello.
-¡Si, papá!
-Jolyne, ugh.- Se queja Joey poniéndola en su regazo para acomodar el lazo en el cabello. No es que sea experto peinando niñas, pues su nivel nada más llega hasta dos colas y agregándole prendedores y flores, pero no por eso dejará que luzca desarreglada.
La única razón por la que Kaiba no toma una foto de la escena es porque ya tomó algunas en la mañana.
Preparados los cuatro y sujetando con fuerza a los niños, ambos salen a la jauría de cámaras y reporteros.
Con miles de caras sorprendidas pues no esperaban una segunda niña ni menos que el famoso niño esté en brazos de Kaiba. Las preguntas que tenían preparadas desde el día anterior murieron al ver la nueva perspectiva.
Pero antes que nadie pudiese decir nada el castaño tomó la palabra.- Joey Wheeler y yo pensamos en adoptar estos niños y ahora estamos pasado por un periodo de prueba.- Dice avanzando sin detenerse y acomodando la cabeza de Ryo contra su cuello para que no sea molestado por los flashes.
Joey lo sigue con una Jolyne que no parece gustarle nada porque aprieta la camisa de Joey mientras algunas lágrimas empiezan a formarse. Joey de inmediato le susurra al oído.- Tranquila princesa.- Jolyne voltea a verlo.- A mí también me asusta, pero seamos fuertes juntos. Ayuda a papi ¿Sí?
Jolyne lo mira para luego asentir y poner una mano en su mejilla.- Jolyne protegerá a Papi.
Joey le sonríe y vuelve su atención a Seto que responde maestramente las preguntas que siguen mientras continúan avanzando con ayuda de Roland y sus subordinados.
-¿¡Desde cuando han tenido a los niños!?
-Información privada y clasificada para el público.
-¿¡De qué orfanato vienen!?
-Se me pidió confidencialidad en eso.
Miles de preguntas llovieron pero o se ignoraron o les dieron evasivas. Para cuando llegaron al área VIP Joey se sentía exhausto.
-Y lo peor es que las preguntas seguirán por un largo tiempo.- Se resigna sentándose en el suelo mientras Ryo corre para sentarse en su regazo y abrazar su pecho.
Kaiba lo mira mientras se sirve una bebida de la barra personal de la sala.- Mas te vale no perder tus guardaespaldas.
Joey suspira.- Si, si. Ni que pudiera llevando dos niños pequeños.
Joey baja la cabeza hasta posar sus labios en el cabello de Ryu y posa un pequeño beso, haciéndolo reírse de dicha.
Jolyne corre al ver la escena.- ¡Jolyne también! – Grita para abrazar a Joey de pie, haciéndolo reírse y ganándose un beso en su frente. Ella se ríe para luego alejar su cara.- ¡Papá también! – Y antes de que alguien pueda decir algo ella corre donde el castaño y lo toma por el pantalón para empezar a jalarlo.
Kaiba se ríe y camina siendo guiado por la niña.- ¿Dónde me llevas Jolyne? – Le pregunta con toda la inocencia que puede reunir en su seria cara.
Llegan al lado de Joey y la niña toca el piso con su palma varias veces.- ¡Aquí papá! – Joey trata de contener la risa cuando ve que con efectividad su novio se sienta en el sitio dicho sin queja alguna, ¿Quién diría que Jolyne tiene tanto poder cuando incluso él mismo tiene problemas con eso? – Ahora papá debe abrazar a papi para que papi te bese.
La ternura de estos niños era casi criminal.
En vez de ser abrazado, Joey es levantado un poco del suelo, sorprendiéndolo cuando es puesto en un regazo ajeno. Voltea la cabeza para ver a Kaiba con una sonrisa de suficiencia mientras pasa una mano por su espalda.
Uy, como quisiera borrar esa sonrisa pero con Ryu abrazado aun a su pecho poco podía hacer.
-Ya te abracé, ahora el beso.- Dice con orgullo Kaiba a lo que Joey voltea los ojos y se acerca para tomar las mejillas de su novio y besar su frente.
Claro que se moriría por besar sus labios pero no delante de los niños. Después andarían copiándolo y no permitirá que sus dragones se andan besuqueando con cualquiera.
Kaiba le sonríe mientras Jolyne aplaude feliz y Ryu sonríe soltando una de sus manos para agarrar la gabardina de Kaiba.
Los cuatro disfrutan del momento domestico momentáneo sin notar la apertura de una puerta que luego se cerró de nuevo.
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Yugi se aleja de la sala VIP, procurando no salir de la zona para no estar agobiado por los reporteros.
Con Kuro sujetado de su mano su plan era ingresar rápidamente a la sala pero al abrir la puerta y ver que su amigo y Kaiba se ven exactamente como una familia no quiere interrumpir.
Se sentía incorrecto. Y aún más porque sabe que deben detenerse.
No son niños reales pero incluso el serio y nada crédulo Seto Kaiba se estaba empezando a dejar llevar. No deberían apegarse tanto, pero…
Mira hacia abajo a Kuro que come una paleta de helado que trajeron de la mansión. Al notar la mirada de su papá el niño quita la paleta de su boca y sonríe aun con el helado cayendo de barbilla.
Yugi aprieta sus labios sosteniendo su risa para agacharse y sacar un pañuelo.- Estás todo sucio, Kuro.
El pelimorado se deja limpiar para luego ofrecer la paleta.- ¿Quieres?
Yugi niega con su cabeza.- No, gracias. Puedes tenerla toda.- Le sonríe.
Es muy fácil pensar que realmente es su papá, solo unos días y se estaba empezando a hacer la idea. Eso no era bueno pero no podía evitarlo. Estar con alguien para dedicarle todo su tiempo a hecho más feliz su alma. ¿Está bien amar su carta como si fuera su hijo real?
Kuro lo mira detenidamente un tiempo. Yugi levanta la ceja.- ¿Qué pasa?
-¿Crees que a padre le gusta? Quiero guardarle uno para cuando venga.
Yugi aprieta su labio inferior. Ese era otro factor del asunto. Se agacha a la altura del pequeño.- ¿Sabes algo de eso? No pude preguntártelo antes.- Pero Kuro solo se alza de hombros haciendo a Yugi suspirar.
Este misterio solo se ponía más grande. Lo mejor era ir a Egipto en cuanto pudiesen contactarse con Marik, al menos para que tuviesen más cabezas pensando en la situación.
Yugi pone en pie y vuelve a tomar la mano de Kuro para caminar un poco más por la zona. Una pantalla muestra los momentos antes del torneo royal pero parece que las personas están más interesadas en lo que pasó con Joey y Kaiba.
Se sentía un poco mal, porque había participantes que volaron a Japón solo para esto y la atención estaba en otro lugar. Pero nada que él pudiese solucionar.
-¡Señor Mutou! – Yugi se voltea cuando uno de los trabajadores de la liga se acerca a él y se inclina en respeto.
-Eh, hola.- Saluda pasando a Kuro detrás suyo cuando el hombro lo vio por un segundo pero parece ser que sabía que no era su lugar para preguntar, por lo que lo ignoró para centrarse en el campeón.
-Qué bueno que lo encuentro. Por favor, necesitamos su ayuda.- Se vuelve a inclinar.
Yugi podía intuir que sería algo que no le gustaría pero aún le asintió para que siguiera adelante.
-Por la llegada de los Señores Kaiba.- Y Yugi casi se echa a reír con eso, si tan solo Joey hubiese oído.- La atención del torneo se ha perdido y es necesario recuperarla. Al menos centrar el foco en eso.- Yugi asiente.- Sé que puede ser demasiado pero nos gustaría que participara en una batalla antes amistosa. Sólo por exhibición para llamar la atención de la gente.- Junta sus manos y se inclina.- ¡Por favor!
Bueno, no era nada del otro mundo. Usualmente le pedían exhibiciones para hacer propagandas.
-Está bien, pero tendré que hablar el organizador.- Ya le había pasado una vez que quien le habia pedido un favor similar no estaba relacionado para nada con la organización y era parte de un grupo de fanáticos locos.
-Por supuesto, por aquí.- Le señala a lo que Yugi asiente.
Aun no suelta la mano de Kuro que feliz sigue comiendo su paleta y no interrumpe la conversación. Es un niño grande y sabe que su papá está trabajando. Aunque eso no pudo evitar que hiciera pucheros cuando fue dejado a cargo de Tío Joey mientras su papá iba a pelear.
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Ahora entiende a lo que se refería Joey.
Caminar por el pasillo a punto de pelear sin su mago oscuro. Que sensación de vacío tan terrible siente después de tantos años.
Pero solo debe creer en el corazón de las cartas.
Escucha que lo presentan y toma una gran respiración mientras saca su deck para retirar la carta de su mago oscuro que no tenía utilidad en una batalla. Sabe que es la primera del mazo por lo que la toma para de paso volver a leer el mensaje de Yami.
Y francamente casi deja caer todas sus cartas al ver un nuevo texto.
Invoca al mago oscuro.
¿Qué?
Yami le acaba de escribir. ¿Estaba dentro de la carta?
¿Y Qué significa eso? Yugi solo tiene un mago oscuro y es la carta en sus manos que no tiene ningún efecto ni nada físico que lo demostrara aparte de su nombre.
Pero no hay forma de preguntar sin que parezca un loco por lo que solo decide ir con el plan de invocar a su “mago”, aunque no tiene idea de para qué, porque su carta está ahora sentado en un mueble viendo la pelea.
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Al octavo turno, después de eliminar con éxito la mitad de los puntos de vida de su rival anteriormente, sacrifica sus monstruos para tomar la carta de su mago oscuro que aún no cambiaba.
Se da valor sin saber qué podría pasar. ¿Kuro volvería o simplemente no pasaría nada? Niega con la cabeza. - ¡Ven al campo, Mago Oscuro!
-¡Y aquí viene la carta insignia del Rey de los Juegos!
Pero nada pasó. No salió ningún monstruo al campo pero ciertamente los sacrificados no volvieron.
¿Qué pasó?
Los presentadores enloquecieron junto al público que no entendían lo que pasaba. Incluso el referee se acercó para saber lo que había pasado. Yugi muestra la carta para notar que volvía a su forma sin imagen con la inscripción Mago Oscuro – No disponible.
-¡Golpe de mala suerte! – Anuncia el presentador luego de deliberar lo acontecido.- ¡Parece que el Rey de los Juegos tomó una carta defectuosa sin notarlo! ¡Y ha perdido monstruos de paso!
Eso desbarató toda su estrategia, tendría que empezar otra vez y tratar de no perder la calma.
Su celular vibra en ese momento y lo ignora pues no podía usarlo en medio de una batalla.
Menos mal está en silencio porque la persona que lo llama no ha parado de hacerlo incluso ahora que acababa de ganar el encuentro.
Se saludó con su rival y saluda a los fans para entrar al corredor y por fin ver su celular.
-¿Joey? – Se pregunta en duda, ¿Qué podría ser querer aun sabiendo que estaba en una batalla? Contesta el celular.- ¿Si?
-¡No puedo más con esto! – De inmediato recibe un grito directo a su oído.- ¡Mi corazón se detendrá si seguimos con más sorpresas así!
-¿Eh? ¿Qué? – Pregunta sin tener idea de qué habla.
-¡Trae tu trasero aquí ahora mismo!
Yugi abre mucho los ojos en pánico.- ¿Pasó algo con Kuro? – Pregunta asustado caminando un poco más rápido.
-¿Kuro? ¡Ughh! – El rubio resopla en fastidio.- Tu háblale a ver si deja de preguntar tonterías para que se apresure.- Le habla a un tercero.
Yugi espera escuchar la voz de Kaiba con algún insulto o algo. Ni en sus más locos sueños pensó que escucharía una voz grave que sin importar los años nunca olvidaría.
-Hola, compañero.