Yugi corre, no sabe si empezó a hacerlo desde que escuchó esa voz, o si tuvo la paciencia suficiente de esperar a entrar en el corredor.
Le importa un carajo.
Cuando llega a la puerta se detiene y da una respiración profunda. Saca todo el aire y luego abre la puerta con lentitud.
Allí lo saluda la imagen de Yami con Kuro apoyado en su cadera.
El Faraón se voltea y le sonríe.- Yugi, estoy en casa.
Yugi siente sus piernas temblar y cae de rodillas con la boca abierta y la mano aun en la perilla. Se felicita por dentro por no desmayarse. Sería vergonzoso una tercera vez.
Kuro nota a su papá en el suelo y patalea hasta que su padre lo baja y corre con Yugi.- ¡Papá! – Grita hasta llegar a él.
Yugi aun mira con la boca abierta hacia Yami que ríe un poco mientras se acerca con calma.
Kuro abraza a Yugi, que le devuelve el abrazo solo para tener un soporte que esto no era un sueño.- ¿Y-Yami? – Tartamudea al ver a éste tan cerca para luego agacharse a su altura.
Yami sonríe y rodea a Yugi con sus brazos, también rodeando a Kuro en el proceso.- Yugi, estoy en casa.- Repite sin problema.
Yugi siente lágrimas picando en sus ojos, saca uno de los brazos que rodean a Kuro para abrazar a Yami.- ¡Bi-Bienvenido a casa! – Se aparta para verlo a los ojos.- Kuro dijo que vendrías pero esto… esto es…- Yugi muerde su labio inferior para tratar de frenar las lágrimas, pero no logra el efecto porque de todas maneras salen.
Yami quita las lágrimas con los dedos.- Es real.
Yugi va a decir otra cosa pero es frenado por una par de manos pequeñas que agarran su rostro.- No llores, papá.- Dice Kuro con lágrimas empezando a formarse ahora en sus ojos.
Yugi reacciona de inmediato y pone a Kuro en su regazo. Lo abraza fuerte.- Papá está bien.- Mira hacia Yami que sonríe con la escena haciéndolo sonrojarse un poco pero igual sonríe volviendo a ver hacia Kuro.- De hecho, papá está más que bien.
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-¿Dónde están Joey y Kaiba? – Pregunta Yugi.
Ambos están sentados en el sofá con Kuro en la mitad de ellos comiendo una galleta, con las mejillas siendo limpiadas de vez en cuando por Yugi.
Apenas ahora Yugi nota la ausencia del par y de los dragones. Que mal amigo, pero no se siente tan culpable por la razón.
Yami toma del café negro que se sirvió y luego lo pone en la mesa.- Pues, Joey casi arrastró a Kaiba fuera.
-¿Por qué?
Yami se encoge de hombros relajadamente.- Quería darnos privacidad y Kaiba no paraba de hacer preguntas.
A Yugi se le desliza una gota porque se puede imaginar a Kaiba de intenso. Luego nota algo.- También estoy curioso. ¿Cómo volviste?
Yami se rasca la nuca.- Pues ni yo mismo entiendo bien algunas cosas. Le prometí a Joey que les contaría a todos luego de reunirme contigo. ¿Podrías llamarlo?
Yugi limpia un poco la boca de Kuro y luego mira a Yami.- Claro.- Sostiene su celular y se lo pone en la oreja.
-Y también.- Yugi lo mira expectante.- ¿Podrías decirme por qué hay tantos guardaespaldas y parece que los siguen incluso más que antes? – Pregunta Yami sinceramente curioso.
A Yugi simplemente se le cae otra gota por la nuca.
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-Apareció delante de mí, apareció delante de mí.- Se repite Kaiba sin parar.
Joey golpea su hombro.- ¡Bueno, ya! ¡Pareces un fantasma repitiendo sin parar! ¡Me estás asustando!
Los cuatro regresan al cuarto VIP, escoltados por varios guardaespaldas. Pero Kaiba estaba tanto en su mundo que es Joey quien lleva a Ryo cargado en un brazo y Jolyne de su mano, aunque extrañamente la niña no se veía muy feliz.
Al llegar a la puerta los dos adultos escuchan un pequeño sollozo y luego voltean para ver a Jolyne temblando y empezando a llorar.
Eso saca a Kaiba de su ensoñación quien se inclina para cargar a Jolyne. Joey se acerca y con su mano libre limpia las lágrimas de la niña.- ¿Qué pasa, dragoncita? – Pregunta Joey preocupado.
Jolyne agarra con fuerza la gabardina de papá y señala la puerta.- Jolyne no quiere entrar.- Sus sollozos empiezan a aumentar de volumen.- Jolyne tiene miedo.- Dice para echarse a llorar en el hombro de Kaiba.
Kaiba y Joey se miran entre sí sin entender. Luego miran a Ryu para ver si también está asustado pero solo se agarra de la camisa de Joey y pone una expresión triste al ver a Jolyne así.
Kaiba pasa la mano por la espalda de Jolyne.- ¿De qué tienes miedo? Me desharé de eso.- Dice con el ceño fruncido.
Jolyne hipea más fuerte y señala la puerta.- E-Él ¡Wahhh! – Llora más fuerte.
En este punto Ryo empieza a sollozar, por lo que Joey lo rebota para calmarlo, aunque aún sorprendido por el repentino acontecimiento.
Aunque eso podría explicar un poco el por qué Jolyne se alejó de Yami cuando apareció de repente al lado de Kuro. Al principio pensaba que era la impresión.
Aunque desde un punto retrospectivo se puede decir que es bastante entendible.
Kaiba aprieta los labios y comienza a alejarse de la puerta.- Entonces, nos vamos.
Joey mira hacia la puerta y le da una triste mirada. Lo primero es lo primero.
Le da un beso en la frente a Ryo y camina para seguir a su novio.
El llanto de Jolyne aún se puede escuchar.
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El torneo royal está a su más grande esplendor. Hay muchos gritos emocionados del público por las emocionantes batallas que ocurren a la vez para lograr hacerse un lugar en el codiciado puesto 100 del ranking mundial.
Aún los anunciadores hablan entre tanto sobre la increíble revelación que se hizo antes sobre los nuevos niños Kaiba.
La prensa sigue loca.
Incluso si todo este ruido alcanza físicamente la sala VIP principal, en realidad cuatro hombres se miran entre si en un tenso silencio.
-¿Qué le hiciste a mi dragona? – Escupe Kaiba cruzado de brazos al faraón sentado al frente.
Yami niega rápido con la cabeza completamente avergonzado.- No hice nada, acabo de llegar.
Kaiba aun lo mira con brillo que no le cree ni un poco.
Joey y Kaiba están sentados juntos en un sofá mientras el sofá del frente está ocupado por Yami y Yugi.
Luego de un par de horas por fin pueden hablar ahora que los niños se durmieron, ni Joey ni Kaiba iban a exponer a Jolyne a algo que obviamente la atemorizaba.
Pero para estar seguros Joey tenía la cabeza de Jolyne en su regazo y su cara mirando hacia él por si llegaba a despertarse para que no se asustara de inmediato.
Yugi trata de calmar el ambiente con nerviosismo.- E-Es cierto, Yami acaba de llegar. Además Joey y yo teníamos la teoría antes que ellos parecen pensar más profundo sobre los duelos de forma inconsciente.
Eso no calma a Kaiba que entrecierra los ojos al faraón.- El mago Oscuro no me teme.
Yami se rasca la nuca mirando al castaño.- Bueno, siempre te ganaba en los duelos, no hay razón para que te tema.
Un tenso silencio queda en la sala mientras Joey de inmediato agarra el brazo del castaño que abre los ojos con ira y está a punto de levantarse.
Joey le aprieta el brazo y, como puede, con su otra mano gira la cabeza de Kaiba para que lo mira.- Calma, amor.- Le susurra sobando su mejilla.
Yugi no se queda atrás y golpea el brazo de Yami, a lo que este lo agarra y finge un poco que dolió de más para que Yugi no se sintiera como un débil.- No seas grosero, Yami.
Kaiba resopla pero Joey no lo deja girar la cabeza.- Seto, calma, despertarás a Jolyne.- Le dice a lo que este chaquea la lengua y asiente renuente. Joey deja libre su cara pero se encarga que sus manos se entrelazan. Luego Joey mira a Yami con desaprobación.- ¿En serio, Faraón? ¿Te vas a hacer matar hoy que regresas de entre los muertos?
Yami se alza de hombros.- Creo que el punto era…
-¡EN FIN! – Interrumpe Yugi al ver otra vena crispando la frente del CEO.- Volvamos al tema principal. ¿Ahora si nos dirás cómo volviste? – Pregunta Yugi a Yami que asiente.
-En realidad también es un poco confuso para mi.- Atem mira hacia abajo donde están sus manos sobre su regazo.- Fui despertado al escuchar la voz del Mago Oscuro.- Todos voltean a ver al niño que duerme un poco más lejos sobre un futón junto a Ryu.- Aunque no como un niño, sino como adulto.
-¿Qué te dijo? – Pregunta Joey.
-Me dijo que ahora que recargaría energía me daría la que le quedaba para que pudiese volver.- Al ver las caras interrogantes de todos se alza de hombros.- Ni yo entendí, porque la próxima vez que lo vi en un sueño que tuvo era un niño que me seguía diciendo padre.
Yugi suspira.- O sea que el misterio de los niños sigue sin resolverse.
-Lo único que sabemos es que estás aquí por el Mago Oscuro, pero es imposible preguntarle.- Dice Joey como conclusión.
-¿Cómo escribiste en la carta? – Pregunta Kaiba con una mueca, aún no podía creer todo lo que pasaba justo a sus ojos. Estúpido Juego de monstruos y su estúpida magia.
-Parece que estoy conectado a la carta, porque muchas de las emociones que transmitía se lograban pasar.
Kaiba alza la ceja.- Eso no tiene ningún sentido.
Yami se alza de hombros suspirando.- Es todo lo que hay. Aunque puedo decir que esto tiene algo que ver con los dioses.
-¿Las cartas de los dioses egipcios? – Pregunta Yugi.
Yami niega con la cabeza.- No, los dioses egipcios reales. Algo que los conecta con lo que pasa con los niños y conmigo.- Señala a dichos niños con su palma
Kaiba resopla girando los ojos.- Lo que faltaba.
Joey aprieta la mano que une con Kaiba.- ¿Algo más?
-No, lo siento.- Yami mira a los tres adultos.- ¿Aún siguen en contacto con Ishizu y Marik? Podría ser buena idea contactarlos.
Yugi asiente.- Eso justo pensamos, pero nos dijeron que Marik no está y que volvería en unos días. Hasta entonces pensamos en hacernos cargo de los niños.
Joey ríe.- Cuando se enteren que el Faraón volvió se volverán locos.
Kaiba voltea a ver a Joey y le alza una ceja.- No tanto como tu que estrellaste el vaso contra el vidrio de seguridad.- Le da una sonrisa arrogante.
Joey se sonroja y le golpea el hombro.- Cállate, idiota.
Yugi sonríe a la interacción que aun no pierde el toque tan suyo, y sin embargo siguen con las manos amarradas.
Pero Yami los mira confundido.- Lo más extraño de todo son ustedes dos.- Los mira a lo que estos se detienen para verlo.- La ultima vez que los vi no se soportaban.
Joey rasca su mejilla con su dedo.- Bu-Bueno, verás, nosotros…
-No es asunto tuyo.- Interrumpe fríamente Kaiba.
A Joey se le encrespa una vena.- Estás más espinoso hoy que de costumbre.
-Jum, hizo llorar a Jolyne.
Y así como invocada la pequeña empieza a moverse en su lugar. Joey al verla se desenreda de su novio para levantarse llevándose a Jolyne con él.- Estaré afuera con ella, veré si puedo calmarla.- Dice Joey acomodando la cabeza de Jolyne en su hombro, quien aún no despierta del todo, y sale rápidamente cerrando la puerta.
Yami mira por donde se fue Joey con una sonrisa que no le gustó a Kaiba.- ¿Qué miras? – Pregunta éste con enojo.
Yami voltea a verlo ahora con seriedad.- Espero que estés haciendo a Joey feliz. Él es mi valioso amigo.
Kaiba chasquea la lengua y se levanta para recoger a Ryu.- Pregúntale a Yugi si tienes tantas dudas.- Dice para luego salir e ir detrás de Joey. Por alguna razón estaba enojado y no quería quedarse con los tortolos enamorados más de lo necesario.
Yami y Yugi quedan solos de nuevo, aunque esta vez sin Kuro consciente.
-Aun conservas el anillo.- Afirma Yami mirando la mano de Yugi, éste asiente con una sonrisa.
-Fue algo que me diste, nunca lo tiraría.
Yami da una sonrisa triste.- Se que no debí habértelo dado ni haberme confesado antes de irme, te quité la oportunidad de seguir adelante sin pensar en mí… Pero.- Aprieta sus manos en puño.- No podía soportar irme pensando que nunca supieras.- Mira hacia Yugi con una cara de arrepentimiento.- Fue egoísta de mi parte, lo siento.
Yugi sacude las manos frenéticamente.- ¡No, no! Esto.- Levanta su mano para mostrar dicho anillo.- Me ha estado dando fuerzas, e incluso me sentiría peor si nunca hubiese sabido que era correspondido.- Sonríe a Yami.- Pero ahora que volviste todo estará bien.
Yami sonríe y abraza a Yugi, sin saber cómo decirle que la probabilidad que esto sea algo temporal era demasiado alta