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In your blue eyes por Hope_kami

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Notas del capitulo: Y como lo prometido es deuda, aquí está mi fic shonen-ai del que había hablado, esperó que les guste y preparense por que esto va para largo. Dejen reviews porfa.

Dos chicos caminaban alegremente por la calle, estaban hablando muy animadamente, el uno, era un chico alto, de unos 20 años más o menos, ligeramente bronceado, sus ojos eran de color chocolate, casi igual que el color de su cabello; el otro, era un poco parecido al primero con la diferencia de que su cabello era un poco más oscuro y solo tenía 18 años.
- Oye Tai, ¿qué te parece si vamos a comer hamburguesas? – decía el pelicobrizo a su amigo.
- Ok, pero recuerda que debemos estar temprano en casa porque sino mañana nos dejará el bus para irnos a Odaiba.
- Es cierto, mejor vamos rápido porque tengo mucha hambre – en ese instante le rugió el estomago.
- Si, vamos Takuya.
- Te sigo.
Ya en el restaurante de comidas rápidas
- Este... Takuya.
- ¿Si?
- ¿Compraste la cámara de video?
- Ay no, lo olvidé – exclamó alarmado.
- ¿Qué?, ¿Cómo pudiste olvidarlo?, así no podremos grabar nuestras vacaciones – dijo Tai un poco triste.
- No te preocupes – trató de tranquilizarlo – mira – señaló un gran edificio -  allí hay un supermercado abierto donde deben vender cámaras – el pelicobrizo se levantó – Ya vuelvo.
- ¿A dónde vas? – preguntó el otro sin entender.
- Pues a comprar la cámara – respondió en tono de burla.
- Entiendo, no tardes
- Ok – y así Takuya salió disparado en busca de la cámara, inmediatamente entró, corrió hacia donde se encontraban y tomó una, acto seguido se dirigió hacia la caja para pagarla y se percató de que había una fila un poco larga – Es cierto lo que dice Tai, que mala suerte tengo – se quejó.
De pronto el pelicobrizo sin entender sintió una necesidad de voltear para atrás, así pudo ver como un chico tropezaba y se caía en dirección a donde él estaba por lo que lo alcanzó a coger antes de que tuviera un encuentro no muy agradable con el suelo.
- ¿Estás bien? – preguntó Takuya.
- Si, gracias – le respondió el chico enderezándose – Lo siento, creó que tropecé con algo.
- Descuida, eso le puede pasar a cualquiera  - dijo con una sonrisa el castaño, luego de unos segundos este se presentó  - Soy Takuya Kanbara – dijo extendiéndole su mano.
- Yo soy Kouji Minamoto, mucho gusto – agregó estrechándolo con firmeza.
- Mira, ya desocuparon las dos cajas, vamos.
- Si – entonces ambos pagaron y salieron juntos hasta la puerta – Bueno Takuya, fue un placer conocerte.
- Lo mismo digo Kouji.
- Adiós.
- Adiós, espero volver a verte – los dos se despidieron y Takuya fue directamente hasta donde se encontraba Tai.
- ¿En donde estabas?, ¿Por qué te demoraste tanto? – le preguntó el moreno al verlo llegar pero el otro parecía estar en otro mundo.
- .......... – No hubo respuesta alguna y Tai empezó a perder la paciencia.
- TAKUYA, RESPONDE – gritó, fue entonces que se percató que su amigo tenía un leve brillito en los ojos.
- ¿Eh?... ah, si, aquí está la cámara.
- ¿Qué te ocurre?
- Eto... es que – un brillo más fuerte apareció en los ojos del pelicobrizo y un leve sonrojo cubrió sus mejillas – Conocí al niño más lindo de este mundo – suspira – por eso me demoré un poco.
- Ah si, ¿y cómo era? – le preguntó Tai con un poco de curiosidad.
- Haber... tenía los ojos de color azul oscuro como su cabello, era un poco blanco y lo más importante – puso carita de enamorado – se llama Kouji.
- ¿Kouji?
- Si, Kouji Minamoto y adivina qué.
- ¿Qué? – preguntó Tai confundido.
- Que cayó en mis brazos.
- ¿Se tropezó?
- Si, y fue a dar directo a mis brazos – un sonrojo cubrió su rostro – y pensar que tu dices que tengo mala suerte.
- Ay Takuya – suspira – Espero encontrar a alguien que me atraiga pronto, como te pasó a ti.
- No te angusties, ya verás como en Odaiba encontraras a alguien que te guste.
- Eso espero – Tai mira su reloj – será mejor que nos vayamos porque ya es tarde.
- Si vamos – entonces los dos chicos se marcharon al apartamento en el cual vivían juntos.
 
Mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, un chico de pelo largo entraba al apartamento en el cual vivía.
- Ya llegue Matt – gritó a todo pulmón.
- Ya va Kouji – un chico rubio y de ojos azules bajó rápidamente las escaleras para recibir a su amigo - ¿Cómo te fue Kouji?, ¿Por qué gritaste?
- ¿Eh?, ¿Qué yo grité?
- Si y... – Yamato entonces notó algo raro en Kouji - ¿Qué te pasó?
- ¿A mi?, nada, ¿Por qué lo preguntas?
- ¿Nada?, y entonces ¿ese brillito que tienes en los ojos de donde salió?
- ¿Cuál? – un sonrojo enorme cubrió sus mejillas y su tono de voz se volvió un poco atontado.
- Y ahora te sonrojas – le trae un espejo – Mírate, si estás como un tomate.
- Ok, si me pasó algo – dijo al fin rendido.
- ¿Qué?
- Es un secreto.
- Cuenta – le rogó el rubio.
- La curiosidad te mata ¿verdad? – dijo en tono de burla – Bueno es que... conocí... a... un chico muy simpático – Kouji bajó la cara de la vergüenza.
- ¿Y te gustó?
- Creo que un poco – sonríe embobado – además de que lo ayudaba que era muy atractivo.
- ¿Te dijo cuál era su nombre? – preguntó Matt muy incrédulo ya que sabía que a su amigo no le atraía nadie hasta ese punto.
- Si, era... – se quedó pensando un momento – era Takuya Kanbara.
- ¿Y cómo era físicamente?
- Pues tenía los ojos cafés y el pelo un poco oscuro en tonalidades de café y cobre, un poco más alto que yo y con unos brazos y manos muy cálidas – suspira.
- ¿Cómo sabes eso? – Matt abrió mucho los ojos - ¿Te tocó?
- Mas o menos – dijo maliciosamente y se rió al ver la cara que puso el rubio – No seas mal pensado, me tropecé y antes de que cayera él me sujeto y por eso te dije lo de la calidez que sentí..
- Bueno, ¿quién lo iba a creer?, Kouji Minamoto, el perfecto niño sin sentimientos está enamorado – Matt empezó a reír a carcajadas.
- Tu ni hables porque eres peor que yo, ni novia ni novio has tenido – Kouji se puso un poco serio.
- Ni que lo digas – el rubio se colocó melancólico – Algunas veces llego a creer que no estoy hecho para amar ni para ser amado – Kouji lo abraza.
- No digas eso, algún día encontraras a alguien que te guste y que llene ese vacío que tienes y hasta quien sabe yen estas vacaciones encuentras a ese alguien a quien estás buscando.
- Gracias Kouji.
- Y sin más que decir, mejor nos vamos a dormir.
- Si, ya quiero estar en Odaiba e ir a una fiesta y conocer a... a quien  sea.
- Esa es la actitud.
- Hasta mañana Kouji.
- Hasta mañana Matt – entonces ambos empezaron a dormir, Kouji con una sonrisa de felicidad y Matt con una de esperanza.
Esa noche Matt soñó que estaba en una fiesta y estaba bailando, de pronto veía a alguien muy atractivo que estaba mirándolo... después no soñó nada más.

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