___Mi Sol___
No se cuanto tiempo llevo aquí, encerrado en esta prisión de piedra, ni se el motivo por el cual me encuentro aquí.
Escondido en un rincón de esta cueva, arropado por las sombras de esta noche sin estrellas, me acurruco abrazándome buscando algo del calor que la fría noche me ha arrebatado.
Siento frío…
Estoy solo….
Me pregunto cada día que pecado tan grande he cometido para estar aquí. Con ojos cansados miro al exterior. Empieza a amanecer, puedo ver los rayos de sol aparecer tras los árboles del bosque que rodea esta montaña, el cielo se tiñe de hermosos colores anaranjados y morados, realmente es algo hermoso. A veces pienso…que si esta prisión hubiera estado bajo tierra
Quizás hubiera añorado ver la luz del sol…
Quizás hubiera deseado sentir el calor del sol arrullándome en las frías mañanas…
Quizás hubiera deseado con toda mi alma ver el exterior…
Muchas veces he pensado que habría sido mejor soñar todo este tiempo con ello, que no tenerlo delante, como ahora, y no poder alcanzarlo, esta tan cerca pero tan lejos a la vez…me parece mas que un deseo imposible.
Observo mis manos y miro estas cadenas en mis muñecas. Duelen…me hacen daño, estas pesadas cadenas no son mas que el reflejo de mi prisión…frías y duras como las rocas que me rodean todo el tiempo, y que me atan a esta dolorosa realidad y no me permiten olvidarme ni un segundo de este castigo al que no encuentro razón.
He visto pasar días, meses, años y siglos, y yo continuo aquí en esta soledad que parece nunca acabar, mi corazón se congela con el paso del tiempo y se vuelve tan frió como el metal de estas cadenas, no tengo recuerdos que añorar solo pesadillas que quiero olvidar.
¡Quiero salir de aquí!
Quiero que alguien me saque de aquí…
Ya no quiero más esta soledad que sin quererlo se me concedió.
Levanto la vista y miro hacia fuera esperando encontrar el bello amanecer que me haga olvidar mis tristes pensamientos.
Pero algo es diferente…
Hay alguien…
¡Delante de mi prisión hay alguien!
El sol lo rodea resaltando su figura. Lo miro sorprendido. Es como si un dios hubiera bajado a la tierra…de rostro perfecto es bello como un ángel, su pelo es hermoso, es rubio y brillante como el sol que en estos momentos le rodea…
Le miro anonadado mientras veo como se acerca con paso calmado y seguro a los barrotes de piedra. Me extiende su mano y siento una gran felicidad, ¡ha venido a sacarme de aquí! Las lagrimas rodan por mis mejillas, pero ya no son lágrimas de dolor sino de una inmensa alegría. Al acercarme a el las frías cadenas que me atan a este mundo de dolor y tristeza se desvanecen. Me lanzo hacia el y con fuerza le abrazo, mas lagrimas corren por mi rostro mojando la blanca túnica de aquel que es mi liberador. Siento una mano acariciar mi pelo, es cálido… es una sensación tan agradable...nunca había sentido este sentimiento que inunda mi ser.
Es tan calido como el sol…
Es tan brillante como la luz del sol…
Por eso él es y será mi brillante sol que me guiará en la oscuridad…